- Introducción
- Antecedentes y justificación
- Objetivos
- Hipótesis
- Metodología
- Aspectos biológicos
- Sistemas de cría
- Consideraciones sobre el mercado
- Estudio de caso hipotético
- Análisis de sensibilidad
- Conclusión
- Bibliografía
- Direcciones y contactos útiles
- Anexos
1. Introducción
A raíz de la situación actual en que se encuentra el sector agropecuario, éste ha tenido que recurrir a nuevas alternativas de producción que le permitan salir del estado de emergencia por el cual está atravesando.
Tradicionalmente, el sector rural se dedicó a la explotación agroganadera, desechando tierras que eran consideradas no aptas para estas actividades. Ante la actual crisis que atraviesa el campo, se han buscado alternativas que permitan aprovechar mejor los recursos y que diversifiquen las fuentes de ingreso del establecimiento agropecuario, como por ejemplo la apicultura, la lombricultura o la avicultura entre otras. Se aclara que si bien el destino de este trabajo es para los productores de la provincia de Buenos Aires interesados en esta actividad, el mismo surge a partir de un requerimiento por parte de un productor ganadero interesado en diversificar su actividad. El productor mencionado arrienda un campo de 800 has. ubicado en la Estación Gaviña, Cuartel VII, partido de Benito Juárez. En su establecimiento se dedica fundamentalmente a la producción ganadera de cría, pero tiene pensado incluir otras actividades, como la helicicultura y la avicultura.
Se evalúa como una alternativa sumamente factible, la cría de caracoles de tierra, que es una posibilidad que puede ser tomada por los productores y que permite entre otras alternativas, aquella capaz de proporcionar una salida a la actual crisis económica y también para otros, incorporarse al mercado laboral con una actividad productiva microempresaria. Requiere una baja inversión inicial y se puede desarrollar en forma paralela a otras actividades.
Helicicultura es una palabra compuesta formada por Helici que deriva de Helix (género de caracoles con caparazón de forma helicoidal) y Cultura (en latín, cultivare: cultivar). En conceptos modernos Helicicultura significa: "Cría a Ciclo Biológico Completo de Caracoles Comestibles Terrestres" en criaderos abiertos naturales o cercados.
En Francia comer un plato de caracoles es muy común. En la Argentina sólo se sirve en exclusivos hoteles y restaurantes de la Capital Federal, pese a que este molusco abunda en gran parte del país. En países como Italia, Francia, España y EE.UU esta actividad es desarrollada hace muchísimos años. Lamentablemente en nuestro país el desarrollo de esta actividad es casi nulo, siendo poca la información que se puede obtener, ya que prácticamente no se conocen criaderos a nivel industrial, salvo algunos casos de instalaciones de criaderos en la etapa experimental. Se conocen por estadísticas exportaciones de caracoles terrestres que en algunos casos no han tenido continuidad. En los últimos años la helicicultura está recibiendo mayor atención, en consonancia con el continuo aumento de la demanda internacional lo que constituye una incipiente oportunidad de agronegocio para la Argentina, que cuenta con ventajas ecológicas para su producción. Además el país tiene muy buenas perspectivas para la instalación de criaderos abiertos, cerrados y mixtos a nivel industrial por disponer de inmensas extensiones de tierras muy aptas (humedad, PH, % calcáreo y temperaturas medias), galpones improductivos y criaderos para avicultura (sin utilizar) para la cría de caracoles terrestres.
Si bien la actividad cuenta con las ventajas comparativas mencionadas y con una demanda insatisfecha y en crecimiento, no puede desarrollarse en forma improvisada, ya que esto lo llevará al productor al fracaso seguro, ocasionando pérdida de dinero y tiempo. También hay que tener en cuenta que por tratarse en el país de una actividad nueva sólo se cuenta con los trabajos que vienen realizando los pequeños grupos de helicicultores. También existe una escasa visión del Estado en cuanto al potencial de esta actividad, por lo que las políticas estatales de promoción y desarrollo son casi nulas y no existen medidas tendientes al control y manejo de la producción.
Según el helicicultor Manlio Manassero (Productor de la provincia de Bs. As, entrevistado por el diario La Nación) "El caracol debe ser nombrado de interés nacional porque brinda trabajo y tiene grandes posibilidades de exportación. Necesitamos que una ley ampare la helicicultura como producto agrícola en lo que se refiere a la cría y exportación del caracol vivo, para que no haya tropiezos en este proceso". Por eso, teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, los futuros helicicultores deben unir sus esfuerzos con otros emprendedores impulsando a que los municipios favorezcan y difundan esta actividad, que necesita de la asociatividad para su desarrollo y acceso exitoso al mercado. La posibilidad de asociarse es muy importante por la interrelación que genera, y porque se abren mayores y mejores alternativas de producción y compra de insumos. Solamente uniendo esfuerzos se puede lograr volumen y continuidad en las ventas.
La cría de caracol podría ser a corto plazo una de las producciones animales más rentables, si se la realiza con el cuidado y la tecnología adecuadas, y si se brindan buenos recursos económicos para el pequeño, mediano y gran productor, siempre que se superen las actuales restricciones para su comercialización.
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