Indice
1.
Introducción
2. Una breve reseña
histórica
3. Efectos particulares de los
componentes de las bebidas cola
4. "Alternativas" De Las
Bebidas Cola
5. Pruebas gráficas de
los efectos de las bebidas cola
6. Aspectos
Destacables
7. Consideraciones
Finales
8. Bibliografía y
material consultado
Desde hace tiempo, las
empresas
internacionales productoras de bebidas cola colocan sus productos con
facilidad por medio de grandes campañas publicitarias que
llevan a cabo modelando el gusto de la gente desde la infancia e
induciendo a la compra sin que medie un proceso
reflexivo previo, sino generando una respuesta automática
en el consumidor.
Algunos de estos productos no tienen realizados -por los
organismos de control– los
debidos exámenes y análisis de los efectos adversos que puede
originar su consumo. La
mayoría de las veces, y aunque esas
compañías productoras los conozcan debidamente, no
están dispuestas a sacrificar sus cuantiosas ganancias en
beneficio de la salud de los incautos
consumidores. Así, miles y miles de estanterías en
los mercados,
negocios
minoristas y kioscos de todo en mundo los ofrecen a la venta, pudiendo
ser adquiridos -sin ninguna regulación ni
preocupación oficial- por cualquier persona, aun
niños
de corta edad.
Este comportamiento
se debe a la constante presión de
estas empresas gigantes en un doble frente: actuando sobre
impulsos primarios de los consumidores, asociando su consumo a
situaciones de placer y, especialmente, sobre los organismos
encargados de este control, a quienes silencian por un oscuro
manejo de presiones y concesiones. Gran parte de estas
compañías no han perdido nunca un juicio en su
contra, y por las indemnizaciones conseguidas, al amparo de la
ausencia de legislaciones adecuadas -o no aplicadas- y de una
justicia
complaciente, han ocasionado la quiebra o
bancarrota de sus demandantes ocasionales, que actuaron la
mayoría de las veces impulsados por el interés
general y el beneficio común.
Gobiernos de todo el mundo, por temor a represalias de
los países de origen de estas bebidas, que dan apoyo a la
presión empresarial, no se atreven a considerar siquiera
la posibilidad que dichos productos puedan ser prohibidos.
Mientras tanto, estas compañías pueden seguir
aumentando sus jugosas ganancias, sin importar que sean o no
aptos para el consumo, o tengan, como tienen, enormes
restricciones a su ingestión.
Como resultado de esta actitud de
indiferencia general, muy pocos quedan excluidos en la responsabilidad del deterioro sanitario
poblacional. En una escala
ascendente, son culpables los organismos de control
bromatológico municipales, los cuales, pese a lo expresado
en el Código
Sanitario Nacional, hacen la vista gorda pese a la
inclusión ex profeso en estas bebidas de sustancias
tóxicas (algunas cancerígenas, otras neurotóxicas),
sin que exista la mínima intención de hacer algo al
respecto. Rosario, que fue la primera ciudad de la Argentina
–y la segunda ciudad en el mundo- que contó con un
Código y una Oficina de
Control Bromatológico, prohibió expresamente la
producción y consumo de Coca Cola en toda
la ciudad, y esta sabia disposición sólo fue
derogada por un oscuro acuerdo entre Concejo Municipal y el
Poder
Ejecutivo y la empresa
productora realizado a comienzos de la década del 60.
Naturalmente, no se sabe a ciencia cierta
cuales han sido las consecuencias sanitarias de esta tremenda
decisión, aunque, a estar por los resultados
internacionales, ya son varias generaciones de individuos con
patologías como: osteoporosis,
cáncer de cerebro, Alzheimer,
Parkinson, lesiones coronarias y cerebrales, avitaminosis
diversas, y muchas otras enfermedades, que se
enmascaran en las estadísticas oficiales con otras de
diferente origen.
Son culpables, además, los Concejos Municipales y
los Poderes Ejecutivos Municipales que, aun sin desconocer los
innumerables efectos adversos de las bebidas cola, permanecen
inmutables ante esta calamidad sanitaria, colocando como
prioridades, en una absurda escala de valores, a los
arreglos de plazas y espacios públicos, iluminaciones o
pavimentaciones, sin desconocer la importancia que puedan tener,
pero que no deberían jamás anteceder a la salud de
sus habitantes. A los políticos de cualquier signo siempre
les cuesta trabajo entender aquellas actividades para el bien
común que se hallan desvinculadas del rédito
electoral inmediato.
Son culpables también los Ministerios de Salud
Pública y los Poderes Ejecutivos provinciales, porque
en su función
específica deberían crear los principios
normativos que regulen el consumo de alimentos y
bebidas, o, al menos, interpretar correctamente las leyes o
disposiciones que emanan del Poder
Ejecutivo Nacional, y en el supuesto caso que no existan, ello no
los exime de las responsabilidades inherentes, porque está
dentro de sus capacidades el dictar las leyes ad hoc que se
requieran.
Es culpable, además, el Estado
Nacional porque en cualquier circunstancia debe existir una
correspondencia biunívoca entre los problemas
emergentes de la sociedad en su
conjunto y las normas y procedimientos
que el Gobierno debe
instrumentar para solucionar dichos problemas. No pueden
desconocerse los problemas de la sociedad porque constituyen la
esencia misma de la gestión
del Gobierno. A este respecto, no cabe duda que los diversos
gobiernos han mostrado una morosa, y más aún,
claudicante actitud.
Por último, somos culpables todos, porque muchos miembros
de esta sociedad conocemos el peligroso arsenal tóxico que
se oculta detrás de las imágenes
placenteras del marketing
instrumentado por las compañías productoras de
bebidas gaseosas, y hemos hecho muy poco o nada al respecto.
Médicos que miran con indiferencia el consumo de estas
bebidas en bares y confiterías –y aún en sus
propios hogares- por una población ignorante del peligro.
Farmacéuticos y bioquímicos que también
saben y que callan. Abogados que no litigan. Por omisión
inconsciente o deliberada, por indiferencia o por miedo, a todos
nos alcanza la responsabilidad que este estado de
cosas se mantenga.
La finalidad de este informe es
generar una concientización de los efectos adversos que
ocasiona el consumo de bebidas cola. El título es una
síntesis de dichos efectos, pues abarca
desde la adicción progresiva que experimentan los
bebedores de estos refrescos, como los graves trastornos al
organismo ocasionados por las sustancias componentes. En
sí, no es más que una somera recopilación de
estudios y trabajos que han realizado personas y organizaciones de
todo el mundo, aunque muchos de los datos indicados
fueron corroborados personalmente mediante análisis en el
laboratorio.
Nada de lo que está señalado aquí es de
carácter ficticio. Mi intervención
ha sido la de recopilar toda la información, comprobarla en lo posible, y
redactarla de manera sintética para favorecer su
interpretación por parte de cualquier lector interesado en
su propia salud y la de los suyos.
Pese a que consumir estas bebidas siempre será una
decisión personal, este
informe aspira a esclarecer los mecanismos con los cuales
actúan los componentes principales de la bebidas gaseosas
cola, haciendo notar también los mecanismos publicitarios
de los que se valen sus productores para enfatizar su consumo.
Este hecho que permitirá formar una base conceptual para
tomar decisiones acertadas acerca del cuidado de la
salud.
A continuación se hará una reseña
de la creación de la empresa Coca-Cola
y de su conocido producto. Se
abarcará sólo la historia de la Coca-Cola, ya
que su bebida tiene antecedentes muy anteriores a las de las
otras compañías. Puede considerarse a dicha
marca como la
precursora de las bebidas cola del mercado.
La Coca-Cola, el refresco más conocido del mundo, fue
creado el 5 de Mayo de 1886 por John Stith Pemberton. Éste
era un farmacéutico e inventor nacido en Knoxville
(Georgia) en 1831, que asistió a la Escuela de
Medicina Botánica de ese mismo Estado. Ya
había inventado varios productos que le proporcionaban una
fuente de ingresos muy
destacable. Entre ellos se encontraban el "Gran Vigorizante del
Dr. Sandorf" o el "Eureka Oil", ambos patentados.
Pemberton, como farmacéutico, tenía acceso
al mundo de las drogas, lo
cual facilitaba el desarrollo de
sus inventos. Entre
las que utilizaba para la formulación habitual de sus
productos se encontraban la cocaína, la morfina y la
marihuana.
Si bien fue Pemberton quien comenzó a trabajar en el
proyecto de la
Coca-Cola a los 54 años de edad y el que obtuvo la primera
fórmula, fue Frank Robinson quien le dio el nombre de
Coca-Cola, y el que diseñó el logotipo utilizando
una caligrafía spenceriana, optando por la
combinación de los dos ingredientes del compuesto.
Además, fue Robinson el primer fabricante del producto
final.
Angelo Mariani, químico corso y comerciante, fue realmente
el precursor de la Coca-Cola, ya que creó y lanzó
al mercado en 1863 el "Vin Mariani", vino hecho a base de
extractos de coca. En poco tiempo, esta bebida se
convirtió en uno de los productos farmacéuticos de
prescripción médica más populares de la
época.
Es muy probable que la Coca-Cola, en su origen, sea una mala
imitación del vino Mariani, o una adaptación de esa
bebida al gusto norteamericano.
En 1885 Pemberton lanzó su bebida como medicamento contra
el dolor de cabeza y como estimulante. Su "secreto" radicaba en
que la nueva bebida contenía cocaína. En 1886
retiró de ella el alcohol y le
añadió nuez de cola (que contiene cafeína) y ciertas esencias agrias. En 1888
sustituyó el agua
ordinaria por agua
gasificada.
Fue en 1891 cuando Griggs Candler, otro farmacéutico,
compró todos los derechos relacionados con la
Coca-Cola y, al año siguiente, fundó la actual
empresa multinacional. En 1906, la cocaína pasó a
ser ilegal en los Estados Unidos y
los administradores de la "Coca-Cola Co.", como buenos hombres de
negocios, se apresuraron a retirarla de la fórmula secreta
de la Coca-Cola y la reemplazaron por cafeína, aumentando
la dosis ya existente. Sin embargo, en 1909 aún
existían en el mercado 69 imitaciones de la Coca-Cola,
conteniendo todas cocaína.
3. Efectos particulares de
los componentes de las bebidas cola
Las bebidas cola son productos perjudiciales para la
salud, ya que en su composición intervienen sustancias que
ocasionan considerables trastornos corporales, y pueden traer
aparejadas gran cantidad de enfermedades.
A continuación se destacan individualmente algunos de sus
componentes principales, y los efectos que ocasiona
individualmente cada uno de ellos.
Azúcar blanca
Este ingrediente se encuentra en gran cantidad en las bebidas
cola, y es un potencial generador de enfermedades.
Los azúcares pertenecen a la familia de
los carbohidratos.
En particular, el azúcar
blanco es un carbohidrato doble o disacárido, que en el
organismo se descompone en glucosa y levulosa, constituyendo
así dos carbohidratos simples.
A diferencia de los carbohidratos complejos, como la fructuosa
(contenidos en las frutas, vegetales, granos enteros, etc.), los
carbohidratos simples se metabolizan rápido en el
organismo, aumentando inmediatamente el nivel de glucosa, hecho
que origina la liberación de grandes cantidades de
insulina en el torrente sanguíneo. De esta forma,
ocasionan una elevación repentina de los niveles de
azúcar sanguíneo.
Los carbohidratos complejos como la fructuosa, en
cambio, son de
lenta eliminación, lo que le confiere a la persona que los
ingiere una sensación de satisfacción más
duradera.
Los carbohidratos constituyen el "combustible" para el organismo.
Una vez ingeridos, los mismos se convierten en glucosa. La
glucosa es llevada a las células
por la insulina, la cual es secretada por el páncreas. El
organismo necesita glucosa para realizar todas sus las acciones que
involucren gastos
energéticos.
Los carbohidratos simples muy refinados no aportan nutrientes
significativos. Por el contrario, capturan vitaminas y
minerales
esenciales en el organismo. En particular sustraen vitaminas del
grupo B, entre
las cuales se encuentran las vitaminas B1,
B2, B3, B5, B6,
B12 y el ácido fólico.
Éstas son sustancias frágiles, solubles en agua,
varias de las cuales son importantes para metabolizar los
hidratos de carbono.
El factor hidrosoluble B, en un principio considerado como una
sola sustancia, demostró contener diferentes componentes
con actividad vitamínica.
A continuación se destacan la particularidades
específicas de cada uno de los compuestos del complejo
vitamínico B, enfatizando los mecanismos interrelacionados
del organismo con las mismas, y los efectos congénitos de
su carencia.
- VITAMINA B1
La vitamina B1 (tiamina, clorhidrato de
aneurina), actúa como catalizador en el metabolismo de
los hidratos de carbono, permitiendo metabolizar el ácido
pirúvico y haciendo que los hidratos de carbono liberen su
energía. La tiamina también participa en la
síntesis de sustancias que regulan el sistema nervioso
y se encuentra involucrada en la producción de
neurotransmisores.
La carencia de la vitamina B1 provoca trastornos
psíquicos y trastornos en el metabolismo del sistema nervioso.
El Dr. Wilder, investigador americano, hizo un estudio de con
1500 pacientes, enfermos mentales, a los en una dieta completa se
les privó de vitamina B1. Al poco tiempo
aparecieron trastornos psíquicos, que se suprimieron al
volver a suministrarles la vitamina B1. Otros efectos
de la falta de la vitamina B1 por la ingesta de
alimentos muy ricos en azúcar son la deficiencia en la
conducción en las excitaciones de los nervios, y la
aparición de distintas formas clínicas del
beriberi, que se caracteriza por debilidad muscular,
inflamación del corazón y
calambres en las piernas, e incluso en casos graves, accidentes
cardíacos y muerte.
Si se reduce el aporte de tiamina, el cerebro tiene
dificultades para procesar la glucosa. Por consiguiente, la
carencia de este nutriente altera las facultades mentales. Un
déficit grave de tiamina no sólo destruye la
células cerebrales responsables de la memoria,
sino que también aumenta el nivel de la proteína
probable causante de la enfermedad de Alzheimer.
- VITAMINA B2
La vitamina B2 (riboflavina,
lactoflavina), al igual que la vitamina B1,
actúa como coenzima, es decir, debe combinarse con una
porción de otra enzima para ser efectiva en el metabolismo
de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en el
metabolismo de las proteínas
que participan en el transporte de
oxígeno. También actúa en el
mantenimiento
de las membranas mucosas.
La disminución del contenido de la vitamina B2
provoca trastornos de la respiración celular, y, como consecuencia,
alteraciones en el desarrollo y crecimiento, afecciones
cutáneas de los labios, incurvación de las
uñas, atrofilia de la lengua,
enfermedades del estómago, etc. Esta vitamina es uno de
los componentes esenciales que intervienen en la
respiración celular.
La insuficiencia de riboflavina puede complicarse si hay
carencia de otras vitaminas del grupo B.
- VITAMINA B3
El vitamina B3 (ácido
pantoténico), vitamina del complejo B, cuya estructura
responde a la amida del ácido nicotínico o niacina,
funciona como coenzima para liberar la energía de los
nutrientes. También se conoce como vitamina PP. La
insuficiencia de vitamina B3 produce pelagra, cuyo
primer síntoma es una erupción parecida a una
quemadura solar en los lugares donde la piel queda
expuesta a la luz del sol.
Otros síntomas son lengua roja e hinchada, diarrea,
confusión mental, irritabilidad y, cuando se ve afectado
el sistema nervioso
central, depresión
y trastornos mentales. Administrada en grandes cantidades reduce
los niveles de colesterol en la sangre, y ha sido
muy utilizada en la prevención y tratamiento de la
arterioesclerosis.
- VITAMINA B5
La vitamina B5 (niacina, ácido
nicotínico) se presenta como cristales incoloros en forma
de agujas. Es poco soluble en agua y alcohol e insoluble en
solventes orgánicos. La niacina es imprescindible, ya que
interviene en el metabolismo celular. Además, estudios
recientes indican que limita la capacidad del hígado para
producir colesterol.
- VITAMINA B6
La vitamina B6 (adermina, piridoxina) es
fundamental para la descomposición de los
aminoácidos. Esta vitamina cumple la importante
función de asegurar los procesos
biológicos que se llevan a cabo en el organismo,
incluyendo el metabolismo de las grasas y las proteínas.
En ausencia de piridoxina el metabolismo se altera.
Un creciente número de investigaciones
apoyan la teoría
que la falta de vitamina B6, origina trastornos como
el síndrome del túnel carpiano, la diabetes, la
pérdida de memoria y el
síndrome premenstrual.
También es importante para el buen funcionamiento del
cerebro, ya que es un nutriente fundamental para la
formación de los neurotransmisores; es decir, las
sustancias químicas que permiten que las células
del cerebro se comuniquen entre sí y con otros
órganos. Un déficit de esta vitamina afecta la
memoria al reducir la capacidad de registrar, retener y recuperar
información.
Otros efectos de la carencia de la vitamina B6 son los
estados de detención del desarrollo, la acrodinia,
distrofias musculares y algunas formas de anemia.
El doctor John Marion Ellis, médico de Mount Pleasant,
EE.UU., ha dedicado más de 30 años de su vida al
estudio de la vitamina B6. Ha realizado gran
número de investigaciones y escrito monografías
sobre el tema, además de reunir toda la bibliografía disponible
sobre los últimos descubrimientos clínicos. El
sostiene: -"La vitamina B6 es más importante
para en cuerpo que el oxígeno y el agua"-.
- VITAMINA B7
La vitamina B7 (biotina) participa en la
formación de ácidos
grasos y en la liberación de energía procedente de
los hidratos de carbono. Esta vitamina del complejo B es
necesaria para que el cuerpo procese las grasas y
proteínas ingeridas.
En el hombre y en
otras especies animales, la
biotina es sintetizada por la flora microbiana intestinal,
además de la incorporada en la ingesta. La magnitud de
esta síntesis es tan importante que representa la
principal fuente de biotina en el ser humano.
La insuficiencia de la vitamina B7 trae aparejados
serios trastornos, ya que es necesaria para el mantenimiento de
la salud de la piel y el aparato
circulatorio.
- VITAMINA B12
La vitamina B12 (cobalamina, cianocobalamina)
cumple un papel
fundamental, ya que interviene en la producción de
mielina, sustancia grasa que recubre las fibras nerviosas,
permitiendo la circulación de impulsos nerviosos en el
cuerpo.
Dada la importancia de este nutriente para proteger los nervios,
los bajos niveles de vitamina B12 se han asociado con
una amplia variedad de trastornos, como la pérdida de la
memoria, confusión, delirios, fatiga, pérdida del
equilibrio y
los reflejos, entumecimiento y hormigueo en las extremidades,
acufenos y pérdida de audición inducida por los
ruidos. Asimismo, se ha encontrado una relación entre la
carencia de la vitamina B12 y la demencia o la
aparición de síntomas similares a los de la
esclerosis múltiple. En caso de déficit severo, se
produce una degeneración en la cubierta de mielina, que
literalmente comienza a erosionarse.
Los investigadores han descubierto que la deficiencia de
vitamina B12, aumenta la concentración
sanguínea de homocisteína, sustancia que en dosis
elevadas, además de ser tóxica para la
células cerebrales (por lo que se cree que podría
estar involucrada en la enfermedad de Alzheimer), es una de las
causas principales de las enfermedades cardíacas. Se ha
demostrado que la homocisteína activa la
coagulación, haciendo que la células
sanguíneas se vuelvan más adhesivas a las paredes
arteriales.
Es efectiva en el tratamiento de la anemia perniciosa,
en la cual aparecen los mismos signos clínicos que cuando
existe anemia por deficiencia de hierro, como
es la falta de color en la piel
y cansancio.
Esta vitamina es necesaria en cantidades ínfimas para la
formación de nucleoproteínas, proteínas y
glóbulos rojos, y para el funcionamiento del sistema
nervioso. Interviene en la formación de glóbulos
rojos por parte de la médula ósea.
El organismo humano tiene una reserva muy importante de vitamina
B12, la cual está almacenada en el
hígado y en riñón.
Los requerimientos de vitamina B12 se ven incrementados durante
el crecimiento de los niños, en el embarazo, en
la lactancia y en la ancianidad.
- ÁCIDO FÓLICO
El ácido fólico (folacina, ácido
pteroilglutámico) se encuentra catalogado como
perteneciente al grupo B. El ácido fólico es una
coenzima necesaria para la formación de proteínas
estructurales y hemoglobina. Trabaja en combinación con 20
enzimas
diferentes para la producción del ADN (ácido
desoxi-ribonucleico), material que contiene el código
genético del organismo. Es, además, esencial para
el correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Es
efectivo en el tratamiento de ciertas anemias y la psilosis.
Además, parece prevenir los ataques cardíacos al
reducir el nivel de homocisteína, agente químico
que ataca las arterias y se acumula en la sangre de las personas
que consumen carne.
El ácido fólico protege contra el cáncer
de pulmón, colon y cuello del útero. También
previene en el feto la aparición de alteraciones en el
cerebro (anencefalia) y en la médula espinal (espina
bífida), así como anemia megaloblástica,
potencialmente mortales.
A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, el ácido
fólico se almacena en el hígado y la necesidad de
ingesta es mínima pero sumamente importante.
Esta sustracción de vitaminas y de minerales por parte del
azúcar tiene consecuencias directas, además, sobre
el aumento de la caries dental. La desmineralización a la
que se ve sometido el organismo conlleva la aparición,
además, de trastornos orgánicos, entre los que se
encuentran la diabetes, colagenosis, estreñimiento,
enfermedades circulatorias, trastornos metabólicos,
obesidad,
etc.
En el Instituto Patológico de la Academia de
Medicina de Osaka, tras diez años de estudios con conejos
jóvenes a los que se les añadió a la dieta
una mínima cantidad de azúcar refinada, se
observó cambios en su sistema
óseo en forma de fracturas espontáneas,
doblamiento de huesos, los que
se podían cortar con un cuchillo. Al microscopio se
observó cómo los huesos habían perdido una
considerable cantidad de calcio, siendo más alargados de
lo normal. Lo mismo puede observarse en el desmesurado
crecimiento óseo de gran parte de nuestros adolescentes.
Se ha realizado estudios sobre la relación del
azúcar con la pérdida de calcio. En el Instituto
Científico para la Nutrición de la
Universidad de
Londres, el Profesor Dr. Yudkin, tras largas investigaciones,
asegura acerca de la importancia de las causas del infarto de
miocardio, el sobre-consumo de azúcar ocupa el primer
lugar, antes incluso que el sobre-consumo de grasas.
El premio Nobel danés de Medicina, Profesor Dr. Dam, en
sus famosos experimentos
consiguió producir cálculos de colesterina en la
vesícula de hamsters, alimentándolos con un
suplemento de harinas refinadas y azúcar. Estos sedimentos
en la vesícula biliar, son del mismo tipo que los que
tienen lugar en las arterias de nuestro aparato circulatorio.
Numerosas investigaciones realizadas demuestran la estrecha
relación entre la ingesta de azúcar refinada y
predisposición a la parálisis infantil,
enfermedades víricas y ciertas epidemias. Es sabido que
tanto la sacarosa como la glucosa tomadas como tales poseen una
acción irritante sobre las mucosas, entre otras, la mucosa
del aparato
digestivo.
Lancet demostró estadísticamente que los pacientes
con úlcera de estómago consumían mucho
más productos dulces que el resto de las personas
testigo.
El Dr. Leupold logró producir tumores espontáneos
en conejos modificando el sistema:
colesterina/azúcar/fósforo.
Un importante complemento a todo lo expresado lo aportaron los
estudios epidemiológicos realizados por los investigadores
ingleses Cleave y Cambell. Basándose en un
amplísimo material estadístico, llegaron a la
conclusión que tanto la diabetes, infarto de miocardio,
obesidad, várices, infecciones por E. Coli, la caries, las
úlceras de estómago y duodeno y una larga serie de
llamadas enfermedades de la civilización no son más
que diferentes formas de aparición de una enfermedad: el
consumo de sacáridos: el azúcar industrial blanca,
extractos azucarados y productos de la harina
refinada.
Cafeína
Las bebidas cola presentan contenidos de cafeína
considerables, lo que produce una serie de trastornos corporales,
y a la formación de una adicción progresiva en las
personas consumidoras de productos que tienen a la cafeína
como partícipe.
La cafeína (Metilxantina) se extrae normalmente de la
Coffea arabica. Esta sustancia es uno de los más poderosos
psicoestimulantes. Se encuentra dentro del grupo de los
alcaloides xánticos, junto con la nicotina, la
teína, la cocaína, la teobromina, la faloidina, y
la amanitina. La cafeína es muy potente y crea una
rápida adicción, incluso más que otras
drogas.
En un primer momento, la cafeína estimula la corteza
cerebral, para actuar luego sobre el bulbo raquídeo y, por
último, sobre la médula espinal.
Actúa como estimulante del sistema nervioso central,
uniéndose a los receptores cerebrales adenosínicos.
Aumenta el estado de vigilia y tiene un efecto ergogénico
(aumenta la capacidad de realizar esfuerzos físicos).
Produce aumento del ritmo cardíaco o estimulación
cardíaca (efecto inotropo positivo), vasodilatación
periférica y vasoconstricción a nivel craneal.
Estimula la musculatura esquelética y el centro de la
respiración. Además, aumenta la secreción
ácida gástrica y la diuresis. Puede provocar
náuseas y vómitos,
intranquilidad, ansiedad, depresión, temblores, dificultad
para dormir y confusión mental.
Al ingerir dosis excesivas produce trastornos
gástricos, jaquecas, insomnio, excitación,
depresión con sacudidas musculares, doble visión,
zumbidos en los oídos, disnea, dolores testiculares,
prostatitis y hasta una psicosis con
delirios, vértigos y convulsiones. En otros casos
más graves incluye problemas estomacales (alta
secreción de ácidos estomacales favoreciendo el
desarrollo de úlceras pépticas), jaquecas,
hipocondría, debilidad de memoria, defectos de
visión y, eventualmente, cirrosis atrófica.
El consumo de cafeína en un niño puede afectar
negativamente su nutrición. En ciertas conductas
desaprensivas de alimentación, las
bebidas cola conteniendo cafeína pueden estar reemplazando
alimentos altamente nutritivos e imprescindibles, tales como los
jugos de fruta y la leche.
Además, un niño puede comer menos debido a que la
cafeína actúa como un supresor del apetito, de
forma que puede producir retardos en su crecimiento. La
cafeína debe necesariamente eliminarse por completo en la
dieta del niño, ya que no existen requerimientos
nutricionales para que ello no suceda. En el mismo sentido, esta
restricción es imprescindible en un niño
hiperactivo, debido a que es un estimulante del sistema nervioso
central.
El médico debe aconsejar a las mujeres embarazadas y a las
personas con cardiopatías coronarias o úlceras
pépticas para que eviten el consumo de cafeína.
La cafeína puede igualmente interferir el desarrollo
normal del feto. En experimentos con animales de laboratorio ha
demostrado poseer capacidad de desarrollar defectos
congénitos como malformaciones del paladar, ausencia de
dedos (en manos y pies), deformidades del cráneo.
Un excesivo consumo de cafeína, resulta en "cafeinismo"
con síntomas que van desde el insomnio al nerviosismo.
Estos problemas afectan mayormente a los niños que
consumen de 2 a 7 gaseosas por día. El síndrome
más característico de abstinencia de
cafeína es la cefalea.
Dejar la cafeína en forma abrupta puede causar dolores de
cabeza, somnolencia, irritabilidad, náusea,
vómito y otros
síntomas, por su condición de adictiva. Se debe
reducir gradualmente el consumo de bebidas cola para prevenir
cualquier síntoma del síndrome de abstinencia y
siempre bajo vigilancia médica.
Nuez De Cola
La Nuez de Cola (Cola acuminata Schott et Endl.) es un
ingrediente más de las bebidas cola, y al contener
cafeína aumenta aún más el contenido de
alcaloides en la mezcla total.
Son semillas sin tejido nutricio, que se obtienen de la Cola
acuminata y se utiliza por sus propiedades estimulantes, para
mitigar el hambre y la fatiga. En África, donde se origina
la Nuez de Cola, es utilizada por la población
indígena como estimulante para vencer la
fatiga.
Su composición es la siguiente:
Bases xánticas: Cafeína (1,5-2,5%) y Teobromina
(0,05-0,1%)
Otros componentes son: catequinas (hasta un 6%, (+)-catequina,
(-)-epicatequina), que muchas veces forman complejos con la
cafeína, así como proantocianidinas (0,3%).
Contiene almidón (30-40%) como sustancia de reserva.
Posee, además, en pequeña proporción, aminas
(dimetilamina, metilamina, etilamina y isopentilamina).
También presenta algunos azúcares, aceites
esenciales y potasio.
La Nuez de Cola tiene efectos estimulantes debidos a la
cafeína, disminuyendo la sensación de fatiga. En
animales de experimentación ha mostrado un aumento de la
actividad locomotora así como la secreción
gástrica. En la nuez de cola, los efectos de la
cafeína se ven modulados por la presencia de los complejos
formados con las catequinas que liberan la cafeína
lentamente, prolongando su efecto.
Sus contraindicaciones son las mismas que de la
cafeína.
Ácido Fosfórico
El ácido ortofosfórico o fosfórico es un
ácido altamente corrosivo que tiene capacidad de disolver
sales de calcio, magnesio y sodio, entre otras. Se encuentra como
ingrediente activo en las bebidas cola originando trastornos de
desmineralización en las personas que las ingieren. Su
nomenclatura
comercial (según la U.E.) es Acid 338, y es la forma en
que aparece en la lista de ingredientes de las bebidas cola.
Este, junto con otros ácidos inorgánicos, es
utilizado como alternativa de otros ácidos
orgánicos, mucho menos tóxicos, por su menor
costo.
Se incorpora en productos envasados, ya que la disminución
del pH reduce la
capacidad de multiplicación de bacterias y
hongos, lo que
favorece la conservación de los ingredientes.
Las bebidas cola utilizan este ácido para
estabilizar el sabor, junto a gran parte del dióxido de
carbono agregado en la gasificación.
La particularidad positiva, si así pudiera decirse, seria
que la acción acidificante ayuda a controlar el desarrollo
de la flora enteropatógenea digestiva sin detrimento
apreciable de la flora láctica. El ácido
ortofosfórico reduce el pH estomacal y la capacidad
tampón o buffer de ciertos productos, mejorando la
digestión de las proteínas vegetales, al convertir
el pepsinógeno, producido en el estomago, a pepsina (esta
reacción necesita un pH inferior a 5).
Sin embargo, el ácido ortofosfórico es el mayor
responsable de la desmineralización del organismo
(especialmente es un importante secuestrador de Calcio, Magnesio,
Sodio y Hierro), incluso más que el azúcar
blanca.
Haciendo un resumen de sus acciones negativas más
remarcables sobre los diferentes minerales del cuerpo, podemos
mencionar:
Calcio
Desde el momento de ser ingerido, el ácido
ortofosfórico comienza a afectar el organismo, pues al
estar en contacto con los dientes "ataca" el calcio contenido en
los mismos, especialmente el esmalte dental. Los dientes parcial
o totalmente descalcificados se transforman en frágiles y
vulnerables a la caries dental.
El proceso de desmineralización continua y se
acentúa en gran magnitud en el interior del organismo. El
ácido ortofosfórico que llega a la sangre aumenta
la acidez de la misma, alterando todo el equilibrio
iónico, ya que desencadena el proceso que para
neutralizarla y lograr el equilibrio deseado, el cuerpo deba
utilizar las sales disueltas en la sangre (mayoritariamente de
calcio, magnesio, sodio y hierro; en particular los carbonatos y
los silicatos). Esta acción de "secuestro" de
dichos iones se produce mediante la formación de fosfatos
insolubles. La sangre luego debe recuperar su
concentración mineral, lo que logra sustrayendo los
minerales de los huesos y de los tejidos
cartilaginosos. Este mecanismo de autodefensa recibe el nombre de
tampón o buffer orgánico.
Es importante mantener el nivel estable de calcio en la
sangre para garantizar el correcto funcionamiento del
corazón, los nervios y los músculos, así
como la adecuada coagulación de la sangre. Las
células requieren calcio para actuar como mensajeras y
responder de forma eficaz a las hormonas y a
los neurotransmisores. El ácido ortofosfórico, al
capturar el calcio de la sangre ocasiona trastornos prolongados
en el organismo, ya que la recuperación de los niveles
necesarios de este mineral en el torrente sanguíneo no se
desarrolla instantáneamente, sino que lleva un cierto
período la recuperación del equilibrio. Durante
este lapso las células del cuerpo no se encuentran en
capacidad de dar una respuesta eficaz a los mensajeros
químicos, originando problemas hormonales y nerviosos (a
nivel de la sinapsis).
La desmineralización de los huesos se produce en
mayor medida en el sector cavernoso (diáfisis) antes que
el tejido macizo (epífisis). Es en la diáfisis
donde las agujas de tejido óseo, constituidas por
sustancias cálcicas responsables de la absorción de
los esfuerzos, van desapareciendo paulatinamente, lo que puede
llegar a desencadenar facturas espontáneas sin necesidad
de que exista golpe alguno.
Este proceso de descalcificación de los huesos
recibe el nombre de osteoporosis y origina un reblandecimiento
óseo general, con énfasis en los sectores
cavernosos.
Si esta patología se presenta en edades prematuras,
seguramente dificultará el crecimiento físico de la
persona afectada (involucra en mayor medida el crecimiento
longitudinal óseo). El individuo puede padecer de
inflamaciones en la médula ósea (osteomielitis,
tuberculosis,
afecciones articulares infecciosas) y trastornos nerviosos en los
procesos de la médula espinal (tabes dorsal,
siringomielia).
Además, puede comprobarse que este ácido
produce incisiones a nivel de la malla colágena.
Es de hacer notar que existe, desde principios del siglo XX, un
incremento exponencial de las patologías relacionadas con
la descalcificación, hasta adquirir características
de endemia. Aunque no existen estadísticas que relacionen
los fenómenos de osteoporosis y el consumo de bebidas
cola, no puede dejar de sorprender la simultaneidad de ambos
fenómenos.
Hierro
Otro efecto de desmineralización que presenta este
ácido es la sustracción del Hierro, formando
fosfatos de hierro insolubles, que luego son excretados y
eliminados del organismo. Es por ello que la ingestión de
ácido fosfórico puede ocasionar anemia por la
carencia de Hierro. Este proceso se extiende a gran cantidad de
metales que
son indispensables para el cuerpo. Así, el Cromo, el
Vanadio, el Germanio, el Zinc, el Cobalto, etc. son eliminados
total o parcialmente por la acción del ácido
fosfórico, obstaculizando multitud de reacciones
enzimáticas, de formación de vitaminas y de control
de los radicales libres (u antioxidación) en las que
participan estos metales.
La falta de Hierro produce una reducción del
nivel de hemoglobina, una proteína que permite que el
grupo hemo de los glóbulos rojos se una al oxígeno
en los alvéolos pulmonares y lo transporten a todos los
órganos. En consecuencia, estas células son
incapaces de transportar el oxígeno necesario.
Otro de los principales problemas que origina el déficit
de Hierro, es la alteración del sistema
inmunológico (disminución de las defensas
corporales) facilitando la aparición de enfermedades. En
los niños, la carencia de hierro puede provocar, entre
otras patologías, detención del crecimiento y
dificultades en el
aprendizaje.
Magnesio
Entre los minerales que captura el ácido fosfórico
se encuentra también el Magnesio. En el organismo, el
Magnesio cumple varias funciones
importantísimas, como contribuir a la
transformación de los alimentos en energía y la
transmisión de los impulsos eléctricos a
través de los nervios y músculos. Dichos impulsos
generan la denominada contracción neuromuscular, que
permite la flexión de los músculos. Sin una
cantidad suficiente de Magnesio, los músculos (incluso el
músculo liso presente en la pared de los vasos
sanguíneos) sufrirían calambres, debilidad y
anormalidades en su desempeño motriz.
El Magnesio es también esencial para administrar el
metabolismo correcto del Calcio.
Sodio
El Sodio es uno de los minerales esenciales en el organismo.
También él es alterado por el consumo de
ácido fosfórico. Entre otras funciones, regula la
cantidad de líquido en el cuerpo, facilita los impulsos
nerviosos y musculares, y, junto con el Potasio, mantiene la
permeabilidad de las paredes celulares. Ésta es una
función vital para que los nutrientes y otras sustancias
involucradas en la vida celular puedan entrar y salir de las
células siempre que sea necesario.
Sin duda, los principales atributos nefastos del ácido
ortofosfórico es ser uno de los principales retardadores
del crecimiento y responsable de atrofias originadas por la
desmineralización ósea y corporal.
Colorante Col 150d (Caramelo de sulfito
amónico)
El colorante Col 150d (nomenclatura de la U.E.) ó Caramelo
de sulfito amónico, es utilizado en las bebidas cola.
Además de aumentos en la dosis global de glúcidos,
este producto sintético, al contener sulfitos, es muy
dañino para la salud.
Los sulfitos son sustancias generalmente utilizadas –en muy
pocos países- en la conservación de frutas o
verduras, pero su uso también se extiende a otros
productos como es el caso habitual de las bebidas cola.
Antiguamente, hasta la década del 80’, fueron
considerados sustancias inocuas, pero el C.S.P.I. con el FDA han
identificado a los sulfitos (contenidos en los colorantes de las
bebidas cola) como agentes causales de por lo menos una docena de
casos fatales en los EE.UU. En 1985 el Congreso de los EE.UU.
obligó al FDA a prohibir su uso en los vegetales y en los
vinos, por su sustantivo carácter tóxico.
Otros de los principales efectos de los sulfitos son los ataques
asmáticos.
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