En esta monografía
me refiero a la vida y la obra de Pissaro, y a una biografía del pintor,
titulada Abismos de gloria, que escribió Irving
Stone.
Pissarro nació en 1830 en la isla de Santo
Tomás, en las Pequeñas Antillas. Estudió en
Francia y
regresó a su isla natal de donde escapó, rumbo a
Caracas, con un compañero danés, pintor. A su
regreso de Venezuela, el
padre lo libera de la obligación de trabajar en el
comercio
familiar, y lo envía a París. Allí, donde se
establece en 1855, estudia pintura
paisajística con Corot. En 1870 se refugia en Londres, al
desatarse la guerra
franco-prusiana-; en esa ciudad encuentra a Monet y tiene la
oportunidad de estudiar la obra de Constable y de Turner. Luego
vendría el impresionismo…
"En 1874, un grupo de
artistas organizó en París una exposición
independiente de cuadros, en un intento deliberado de conseguir
para sus obras una salida al margen del Salón Oficial. Uno
de los participantes, Claude Monet, expuso un cuadro que llevaba
por título Impresión: Amanecer (Musée
Marmottan, París); varias reseñas de la
exposición recogieron este título por considerar
que reflejaba la característica predominante de las obras
allí expuestas, y un crítico, Luis Lorey,
tituló su reseña ‘La exposición de los
impresionistas’. Si bien ninguno de los artistas aceptaba
de muy buen grado el nombre –se empleaba para describir
cuadros de tipos muy diversos-, la denominación hizo
fortuna, y lo que había nacido como una ocurrencia de la
crítica se transformó en el nombre de uno de los
movimientos artísticos más significativos de las
postrimerías del siglo XX".
"Entre los integrantes de la primera exposición
colectiva de 1874 figuraban Claude Monet (1840-1926), Camille
Pissarro (1830-1903), Pierre Auguste Renoir (1841-1919), Alfred
Sisley (1839-99), Edgar Degas (1834-1917), Paul Cézanne
(1839-1906) y Berthe Morisot (1841-95). Estos siete artistas,
junto con Edouard Manet (1832-83) son considerados, por lo
general, como los principales pintores impresionistas, aunque en
sus métodos y
técnicas Degas y Manet están
vinculados de manera menos estrecha al grupo".
Se ha afirmado que "Camille Pissarro (1830-1903) fue
acaso, entre los auténticos impresionistas, el que
demostró más inquietudes, y fue, sin duda, uno de
los maestros más dotados con los que contó aquella
escuela. (…)
Fue un espíritu lleno de inquietudes. Quizás su
universal curiosidad, como su ‘humanitarismo’, las
debiera a su raza hebrea. Desde 1880 sus paisajes rústicos
tendieron a poblarse de figuras y acabó pintando, durante
unos años, escenas con personajes campesinos, no
–como alguien supuso- con la misma intención de
Millet, sino cediendo a la tentación de tratar con nueva
visión pictórica esos temas, tan sugerentes. En
tales pinturas (en general de tonalidades terrosas o agrisadas),
a fin de realzar los efectos luminosos, empleó pinceladas
‘vermiculares’ (en forma de coma) dadas
diagonalmente, y acentuando todavía los efectos del
colorido mediante la diseminación, en el fondo del lienzo,
de otras manchas y pinceladas breves que se entrecruzan. Esta
técnica, ya en cierto modo afín a la del
divisionismo, le condujo, cuando trató a Signac y
Seurat en 1885, a adherirse momentáneamente a la joven
escuela ‘puntillista’ ".
Poco duraría esa etapa: "Pero en 1890
abandonó el puntillismo por su antigua pintura
impresionista. La exposición que de sus obras se
celebró en la Galería Durand-Ruel, en 1892, le
abrió definitivamente las puertas del éxito,
y al año siguiente empezaba a pintar sus series de vistas
plongeantes de París. Instalaba en el balcón
de algún piso alto su caballete, y así
obtenía aquellas intensas evocaciones callejeras, a veces
perspectivas de avenidas, con los ómnibus y el
gentío, o aspectos de los puentes y los quais del
Sena. Hasta su muerte,
alternó la pintura de estos aspectos urbanos con la de sus
antiguos motivos rurales, especialmente huertos y frutales en
flor".
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