- Entre Mito y
Realidad - La Primera Enfermedad y su
Relación con la Angustia. - El Contexto
Familiar. - La Vida
Íntima. - Personalidad.
- Profesión.
- Ideología y Compromiso
Político. - El Hombre de la
Paz. - Conclusión.
La memoria de
Ernesto "Che" Guevara goza de un gran prestigio entre los
jóvenes de todo el mundo. Una interpretación
sería de que se trata de una idealización por el
cual se proyecta en su figura el Ideal del Yo de un vasto
colectivo. Expresa, así, las aspiraciones íntimas
de los jóvenes en tren de perder su pureza ética al
ingresar en la adultez alternando en una sociedad que no
se caracteriza ni por su virtud ni por su altruismo. Pero, si
éstas no existen en la realidad – o existen de manera
insuficiente – es porque los mecanismos de adaptación del
hombre a sus
circunstancias no las reconocen como útiles o necesarias
para asegurar su supervivencia. La sociedad se ha encargado de
exaltar estas cualidades sin tener la menor intención de
mantenerlas vigentes en la práctica. El resultado es que,
puestos en la realidad, los jóvenes se ven encerrados por
un mensaje de doble vínculo: o se es honorable o se
sobrevive. Pese a esto, quienes se embarcan en la vida, se
interrogan sobre su sentido. Si no obtienen una respuesta
satisfactoria se hunden en una modalidad de vida depresiva
caracterizada por una fijación consumista frívola,
por la acedía o por la auto destructividad. O bien se
embarcan en modalidades de vida que pueden determinar el mismo
resultado: el de la ilusión de la droga o la de
la fantasía mesiánica. Nuestro propósito al
intentar construir un perfil de Ernesto Guevara es entender su
personalidad.
No compartimos la Weltanschaung del Che ni envidiamos su fama ni
su destino. Fue un hombre valioso que pudo ser más valioso
aún en un contexto más constructivo que la del
eterno "soldado de América" si él mismo le hubiese
concedido otro sentido a su vida. Nos basamos fundamentalmente en
la biografía de Che Guevara en
la versión de Paco Ignacio Tapia II, con seguridad la
más objetiva y documentada de las que se han escrito hasta
ahora, que incluye la opinión y las percepciones de un
sinnúmero de personas que lo conocieron personalmente, que
viajaron, combatieron y convivieron con él, emerge un
perfil del hombre. Todas los testimonios exaltan la estima en la
que se lo tuvo y se lo tiene al Che, de manera que el perfil no
es el producto de un
chismorreo injurioso sino de la objetivación, de la
actualización de lo no dicho, de las implicancias de lo
dicho, de lo latente. En una palabra, una suerte de negativo, que
emerge de los relatos y las vivencias de quienes lo
conocieron.
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