- Fundamentación y marco de
análisis - Antecedentes y conceptos
clave - Panorama etnohistórico:
el Pueblo Indígena Yuracaré - Panorama general: la
situación actual del Pueblo Indígena
Yuracaré - Conclusiones
- Bibliografía
Yo le voy a contar como vivía antes el Pueblo
Yuracaré, mis antepasados. La historia dice que nosotros
estábamos en 4 departamentos, La Paz, Cochabamba, Santa
Cruz y una parte del Beni. En ese tiempo nuestros
antepasados eran bastante ingenuos, bastante humildes, porque,
dicen que vivíamos como nómadas, de un lado a
otro porque el territorio era muy grande y muy rico a la
vez.
Cuando empieza la colonización, (…) el pueblo
fue replegándose, hasta lo que hoy es el Trópico
de Cochabamba y cuando llegaron acá, -no le diría
el año- los curas jesuitas, tenían una costumbre
de agrupar a la gente, aquí en Villa Tunari, estaban mis
abuelos y los antepasados de mis abuelos y ellos aprendieron
varias cosas de ellos, no. Eran interesantes, pero como no era
la costumbre de los Yuras vivir así todos en un lugar,
el trabajo,
el ambiente les
afecto, y cuando ellos vieron que como siempre los Yuras se
habían acostumbrado a vivir por aquí y por
allá y como vieron que el trabajo era pesado, se
vinieron replegando, unos al río Ichilo, otros
nuevamente al Sécure, al Beni, y algunos quedaron por
este lado. Los pocos que han quedado han podido resistir el
avasallamiento de los colonos, del altiplano de las tierras
altas.
Actualmente nosotros vivimos en el río Chapare,
y ahí estamos ahora. Entonces como eso ha pasado, yo no
entiendo por qué la gente Yuracaré no es conocida
a nivel nacional, yo he leído de los investigadores que
hay mucho de historia, pero pareciera que el Pueblo
Yuracaré, que está en un lugar escondido,
¿yo no se por qué será? (Teobaldo
Noé) 1.
Bolivia, encuentra al siglo XXI con una población indígena de más del
50 por ciento. Sin embargo, la marginalidad,
exclusión e inequidad, son el común denominador
para este grueso de sus habitantes; no queda exento de
ésta realidad uno de los Pueblos Indígenas
representativos del Trópico de Cochabamba: el Pueblo
Yuracaré. Sus casi cuatro mil habitantes, sueñan,
piensan y construyen su visión pensando en su idioma y en
aquel que hoy por hoy nos sirve para comunicarnos entre los
bolivianos, el español.
Como los otros 34 Pueblos Indígenas y
Originarios, que habitan el territorio, los Yuracaré
comparten formas de vida y cosmovisiones diferenciadas,
habiéndose organizado, en los últimos años,
para ser actores en la movilización, participación
y representación política del
país, y sobre todo para evitar algo que todavía
persiste en ellos y en el resto de nosotros, "la negación
del otro".
Habitan entre los bosques vírgenes o deforestados
del Chapare, quién sabe desde cuando, porque incluso su
memoria
histórica ha sido arrancada en la colonia y la
república, y son los estudios de exploradores,
historiadores, antropólogos y otros, los que dan pautas
que la cultura
Yuracaré tiene, desde luego, un ayer, un presente y un
futuro que lo construyen tratando de tomar de la coyuntura su
derecho a la diferencia.
Se considerarán Pueblos Indígenas a
aquellos conglomerados que descienden de las culturas que
habitaban América
Latina antes de la conquista europea, en el Siglo XV, se
caracterizan por poseer una cultura propia, diversas lenguas
vivas, y cosmovisiones particulares. Sin embargo, luego de
cinco siglos de presencia de una visión occidental,
éstos, se han acondicionado a las relaciones sociales
diferenciadas, habiendo casi perdido en muchos casos su
lengua
originaria o se encuentran amenazadas de
desaparición.Asimismo, las diversas prácticas
socioculturales propias de la sociedad
capitalista y constitución de repúblicas
independientes, los han mantenido en su condición de
grupos
marginados, producto
de una categorización heredada del pasado que
menoscaba a los "indios", como sinónimo de una
mentalidad colonial. Este aspecto es, además,
inherente a las características biológicas, como
un reflejo del denominado "darwinismo social" que fuera
adaptado, -como principio teórico- a las
categorías sociales, y superado en muchas sociedades
luego del Siglo XIX, y perenne –todavía- en
otras, sobretodo de Latinoamérica.
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