- Etiología y
epidemiología - Anatomía
patológica - Patogenia
- Manifestaciones
clínicas - Datos de
laboratorio - Diagnóstico
diferencial - Tratamiento
- Complicaciones
- Prevención
- Pronóstico
- Vacuna contra la fiebre
tifoidea - Bibliografía
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa aguda,
febril, que se conoce también con el nombre de fiebre
entérica, es producida por Salmonella typhi, se adquiere
al ingerir agua o
alimentos
contaminados, es de curso prolongado, puede tener complicaciones
graves como la perforación intestinal, se dispone de
varios paraclínicos para el diagnóstico como el hemocultivo y
mielocultivo.
La S. Typhi es un bacilo gramnegativo, flagelado, no
encapsulado, no esporulado y aeróbico (anaerobio
facultativo), cuenta con el antígeno O (somático),
H (flagelar) y el antígeno Vi.
EPIDEMIOLOGÍA
La fiebre tifoidea se observa más en edad escolar
y adolescentes,
es excepcional en lactantes y poco frecuente en preescolares.
Debido a que los seres humanos son el único reservorio
natural de S. Typhi, es necesario el contacto directo o indirecto
con una persona infectada
(enferma, o portadora crónica) para que se produzca la
infección. La forma más frecuente de
transmisión es la ingestión de alimentos o de agua
contaminada por heces humanas; se observan brotes transmitidos
por el agua
debidos a saneamiento deficiente y a transmisión
fecal-oral directa por la mala higiene personal,
especialmente en países en vías de desarrollo. La
incidencia ha disminuido notablemente en los países
desarrollados; en USA aproximadamente el 65% de los casos son el
resultado de viajes
internacionales habitualmente implicados los viajes a Asia, América
Central y del Sur (especialmente México).
Es típica la hiperplasia de las placas de Peyer
con necrosis y descamación del epitelio que las recubre y
producción de úlceras. Puede haber
hemorragias; perforación, ya que la lesión
inflamatoria penetra hasta la muscular y la serosa del intestino.
Los ganglios linfáticos mesentéricos, el
hígado y el bazo están hiperémicos y
generalmente muestran áreas de necrosis focal. El hallazgo
predominante es la hiperplasia del tejido reticuloendotelial con
proliferación de mononucleares. También puede
observarse inflamación en forma de abscesos localizados,
neumonía, artritis séptica, osteomielitis,
pielonefritis y meningitis.
Para producir el síndrome de fiebre tifoidea es
necesaria la invasión de la sangre por S.
Typhi, el tamaño del inóculo necesario para causar
la enfermedad es de entre 105 y 109
bacterias. La Salmonela typhi penetra por la boca, se multiplica
en el intestino delgado durante 3-4 días, tras anclarse a
las microvellosidades del ribete en cepillo del ileon, las
bacterias
invaden el epitelio intestinal, aparentemente a través de
las placas de Peyer. Los gérmenes son transportados a los
folículos linfoides intestinales, en donde se multiplican
en el interior de las células
mononucleares. Los monocitos transportan estos microorganismos a
los ganglios linfáticos mesentéricos. Los
gérmenes alcanzan después el torrente
sanguíneo a través del conducto torácico,
causando una bacteriemia transitoria. Las bacterias circulantes
penetran en las células reticuloendoteliales del
hígado, bazo y médula ósea. La
vesícula biliar es especialmente susceptible a la
infección, tanto a través de torrente
sanguíneo, como por la vía biliar. Se cree que la
endotoxina circulante, un componente lipopolisacárido de
la pared celular bacteriana, causa la fiebre prolongada y los
síntomas tóxicos de la fiebre.
Página siguiente |