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Trastornos alimentarios




Enviado por hebemartinatto



Partes: 1, 2

    Indice
    1.
    Anorexia

    2. Definición
    Bulimia

    3.
    En síntesis


    5.
    Desnutrición

    1. Anorexia

    Los puntos fundamentales a tratar en esta sección
    son los siguientes:

    • Definición.
    • Síntomas.
    • Peligros.
    • Tratamiento.

    a. Definición de Anorexia

    La Anorexia es
    una enfermedad psicológica con consecuencias
    físicas. Es el resultado de una intrincada
    interacción de factores bio-sicosociales
    (Biológicos, psicológicos y sociales).Usualmente la
    enfermedad se hace evidente (marcada delgadez, desordenes en
    la
    personalidad, etc.), y puede "dispararse" en medio de una
    crisis
    generada por circunstancias adversas en la vida de la persona. La
    Anorexia
    desencadena desordenes en el comportamiento
    alimenticio que alteran de forma total la vida personal,
    familiar y social del ser afectado.
    A la anorexia se le considera un síndrome por lo
    complicado de su etiología -estudio del origen de las
    enfermedades
    presenta características diferentes en cada
    individuo afectado ya que los traumas subyacentes que pueden
    originar o contribuir al desarrollo de
    la enfermedad son consecuencia de la experiencia individual del
    paciente, sin embargo, si no existieran una lista de
    síntomas y etiologías comunes para la
    mayoría de los pacientes afectados, no se podría
    idear una política efectiva
    para combatirla dentro de los gremios médicos,
    psicológicos y otras disciplinas relacionadas con su
    tratamiento.
    La Descripción de Anorexia más usada en
    los últimos años es la que creó la
    Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por
    siglas en inglés)
    en 1987.Es este mismo organismo quien maneja la
    sintomatología más conocida y aceptada en los
    gremios de la salud física y mental
    alrededor del mundo, aunque sólo describe con exactitud
    los rasgos de la enfermedad en su etapa aguda, cuando el ser
    afectado necesita ser internado para su recuperación. Por
    esta razón los casos de muchas personas que no se
    ciñen con exactitud a todos los síntomas de esta
    lista por hallarse en una etapa menos avanzada de la enfermedad,
    no son diagnosticados como Anoréxicos sino como afectados
    por un Trastorno del comportamiento
    Alimentario no especificado de otra manera (NOS, por siglas en
    inglés).

    b. Síntomas de la Anorexia
    Para que un médico diagnostique a una persona como
    anoréxica, esta debe presentar los siguientes
    síntomas simultáneamente:

    1. Rechazo a mantener el peso corporal a nivel o por
      encima del peso mínimo normal que le corresponde por la
      edad y la estatura.
    2. Temor intenso a aumentar de peso o volverse obeso,
      aun pesando menos de lo normal.
    3. Alteración en la propia percepción del peso, la talla y la
      silueta corporal.
    4. En las mujeres ausencia de por lo menos tres ciclos
      menstruales -amenorrea-. En general, usted puede estar
      absolutamente seguro de que
      una persona tiene anorexia si observa las siguientes tres
      semanales de alarma constantes y esenciales:
    5. Mantenimiento deliberado de ese peso corporal
      mediante dieta, ejercicio, abuso de laxantes o
      diuréticos, o una combinación de los
      tres.
    6. Síntomas de inanición.

    El rasgo común de este desorden alimenticio, es
    el intentar a como de lugar, mantener el control sobre la
    cantidad de comida que se ingiere. Periodos de ayuno, conteo
    obsesivo del contenido calórico de los alimentos, el
    ejercicio compulsivo, y/o la purgación después de
    una comida regular, son los síntomas otros de estos
    síntomas. En muchos casos estas personas aparentan tener
    hábitos alimenticios normales con algunos periodos de
    restricción. Los anoréxicos son conocidos por comer
    "galguerías", particularmente dulces, toman grandes
    cantidades de café
    y/o fuman.

    c. Peligros de la Anorexia
    "…En realidad no recuerdo ningún momento de mi infancia ni de
    mi adolescencia
    en el cual no haya padecido un trastorno de la alimentación. A los
    seis años, recuerdo que me miraba en el espejo y pensaba
    que era demasiado gorda. Desde entonces comencé a comer
    cada vez menos. Las fuertes restricciones en la comida, el
    ejercicio obsesivo y los vómitos fueron
    una constante en mi vida. A los dieciséis años
    pesaba 33 kilos. Es difícil explicar a alguien que nunca
    ha pasado por una situación como esa lo que se siente al
    estar en ese estado. Lo que
    más quería era librarme de los trastornos de la
    alimentación: quería morir. A los
    dieciocho años había aumentado un poco mi peso,
    pero nada había cambiado dentro de mí.
    Intenté suicidarme y acabé en un hospital, donde
    los "profesionales" me dijeron que era un caso sin
    esperanzas".

    Son dos los principales peligros de la anorexia; el primero es
    que la persona afectada se convierta en un enfermo agudo y
    finalmente muera producto de
    una disfunción de sus órganos internos o se
    suicide; el segundo es que la víctima de este trastorno se
    convierta en un paciente crónico y durante muchos
    años esté inmerso en un infierno constante. Todas
    las consecuencias físicas, psicológicas y sociales
    se relacionan de forma directa con esos dos aspectos.
    Karen Carpenter, la cantante del dueto norteamericano The
    Carpenters, es quizás la víctima más famosa
    de anorexia. Durante varios años sufrió de anorexia
    crónica y se convirtió en una frustración
    constante para muchos de los psiquiatras más reconocidos
    de USA. En 1983 murió de un ataque cardíaco cuando
    su anorexia había llegado a un punto cúlmen, la
    desnutrición era total y años de
    permanentes recaídas y pequeños conatos de
    recuperación finalizaron trágicamente en una
    anorexia aguda irrecuperable. "La anorexia nerviosa es el
    trastorno o enfermedad mental con mayor letalidad de los tratados por la
    Psiquiatría; en un estudio sobre mortalidad de anorexia
    nerviosa en el cual estaban involucrados 3.006 pacientes, se
    encontró una incidencia de muerte
    doscientas veces mayor que la del suicidio en la
    población general y un índice de
    mortalidad que duplica el de la población psiquiátrica femenina que
    ha sido internada hospitalariamente por otras afectaciones
    psiquiátricas". En casi todo el mundo el 10 % de las
    anoréxicas mueren y el 30 % nunca se recuperan, son
    enfermas crónicas. Por eso el abordaje precoz de la
    enfermedad es la mejor esperanza contra la misma
    Las víctimas de anorexia aguda muchas veces se
    auto-mutilan y en casos extremos atentan contra su vida. Algunas
    cuentan que una especie de voz negativa en su interior, aunada a
    su desespero, las obligó a hacerlo.
    Las personas anoréxicas pueden perder hasta un 40 % de su
    peso corporal. Debido a esa inanición el cuerpo se hace
    vulnerable a muchas enfermedades , y hasta las
    infecciones suaves pueden constituir una amenaza mortal. La
    diarrea y el estreñimiento son problemas
    crónicos derivados de la lucha infructuosa de los
    intestinos con una dieta inadecuada.
    La desaparición de la grasa protectora del cuerpo vuelve a
    las mujeres anoréxicas vulnerables a la hipotermia, lo
    cuál a su vez provoca edemas o retención de
    agua y la
    aparición de lanugo -vello muy fino en la cara-. Las
    mujeres anoréxicas son físicamente débiles y
    aunque su frenética actividad se confunde a veces con un
    signo excelente de salud muchas veces sufren de
    fatiga. Sus sistemas
    físicos están fallando y el vértigo, el
    dolor de cabeza, el insomnio, la deshidratación, las
    alteraciones dentales, se vuelven cosas cotidianas. A menudo
    pierden la menstruación (amenorrea), se les cae el pelo o
    se les pone seco, quebradizo y pierde color , mientras
    que la piel se les
    enrojece o seca y se les vuelve áspera y descamada. El
    sistema
    simpático también se resiente y con él su
    efecto: prepararse para situaciones urgentes o peligrosas. En
    casos muy graves se dan arritmias cardíacas y
    bradicardias, osteoporosis ,
    daños renales y hepáticos, hipertrofia
    parótida –inflamación de la glándula
    parótida-, infarto y finalmente la muerte
    producto de
    una disfunción orgánica.
    La anorexia retarda o impide el crecimiento y detiene el desarrollo de
    la pubertad. Cuando la anorexia empieza antes de que la
    niña llegue a la pubertad, no pasa por los cambios
    puberales esperados. Una niña de once años que se
    vuelve anoréxica grave, no crece de talla y no experimenta
    los demás cambios óseos y de forma corporal que la
    pubertad ocasiona, de modo que su pelvis sigue siendo estrecha y
    sin forma. Su pelo y su piel son los
    de una niña. No desarrolla los pechos, las caderas, y las
    nalgas caracter
    ísticas en una mujer . Como sus
    hormonas
    continúan siendo las de una niña, no se produce la
    menstruación y no experimenta el despertar del interés
    sexual que originan los cambios hormonales de la pubertad.
    Existen algunos indicios de que a las ex anoréxicas les
    cuesta volver a ovular con normalidad y pueden tener problemas para
    quedar embarazadas de manera natural. Se sabe que la
    interrupción de la menstruación significa que los
    niveles de estrógenos están bajos y, por
    consiguiente, el desarrollo de la densidad
    ósea se ve afectado permanentemente. Aunque la densidad
    ósea mejora cuando vuelven a subir los niveles de
    estrógenos, la ex anoréxica no recupera el
    desarrollo que ha perdido y, por tanto, corre el riesgo de tener
    osteoporosis en
    la madurez.
    En las mujeres con anorexia se pueden dar falta de deseo sexual
    -anestesia sexual, desinterés erótico-, anorgasmia,
    vaginismo y falta de lubricación vaginal. La falta de
    elementos plásticos
    , energéticos y oligoelementos en la alimentación
    lleva al varón a la pérdida del deseo sexual y a
    dificultades erectivas o eyaculación precoz.
    Otro peligro físico es que en el proceso
    médico de recuperación de un paciente con anorexia
    aguda se debe tener sumo cuidado con la re-nutrición del cuerpo.
    Una cantidad excesiva de comida al día puede causar que
    las pacientes sufran de reacciones extrañas del organismo
    -como secreción desmedida de sustancias para procesar la
    comida que terminen devorándose al paciente- o reventar el
    debilitado tracto digestivo o el estómago. Este
    último en víctimas agudas se ha reducido de forma
    considerable casi cometiendo autofagia.

    Consecuencias intelectuales
    Las personas anoréxicas son capaces de trabajar muy duro y
    de hacer un trabajo mecánico o de recopilación de
    datos con gran
    eficiencia.
    Sin embargo, cuando se les piden opiniones, ideas o respuestas
    personales, se sienten incapaces de darlas pues en el transcurso
    de su enfermedad han perdido el suficiente 'yo' como para tener
    una opinión propia sobre algo, y el concentrarse en el
    proceso de
    encontrar sus propias ideas y sentimientos se vuelve algo
    agotador.

    Consecuencias sociales
    Casi siempre una persona anoréxica se aísla de las
    demás para poder
    desarrollar a plenitud sus patrones de conducta
    obsesivos sin ningún tipo de restricciones. Dejar de comer
    y ser, en la medida de lo posible, una persona funcional
    obsesionada con el bajar de peso hasta la muerte, no
    deja espacio muy grandes para otras cosas o para las amistades.
    Sin embargo, no se trata solo de que la persona se ha apartado
    del intercambio social normal; su conducta
    significa que su desarrollo social
    se ha estancado en el punto donde estaba cuando le empezó
    a preocupar la enfermedad y la priva del tiempo que debe
    pasar experimentando con la interacción social… con las
    consecuencias que eso conlleva.
    El mayor peligro que puede tener una anoréxica es "caer"
    en las manos de un profesional de la salud -psiquiatra,
    médico, psicólogo, etc.- que este convencido que
    esta enfermedad no es curable, y que todos sus esfuerzos y los de
    la paciente por recuperarse son sólo paliativos
    momentáneos. Si la anorexia no es tratada con el
    convencimiento que es posible una recuperación, se puede
    comprometer el bienestar de la víctima de por vida. Esa
    incredulidad por parte de algunos profesionales de la salud mental y
    física,
    genera desesperanza en la víctima y en sus familias
    impidiendo una recuperación exitosa.

    d. Tratamiento de la Anorexia
    Como los trastornos de la alimentación se caracterizan por
    lo complejo de su naturaleza de
    índole multi-causal -biológica, psicológica
    y social- requieren, para que sea idónea su asistencia,
    del apoyo de un equipo multidisciplinario que evalúe a
    cada paciente y determine un tipo de tratamiento adecuado para su
    recuperación, basado en las características
    particulares de su caso.
    Los integrantes de estos
    equipos representan disciplinas como la medicina
    -psiquiatría, nutrición,
    endocrinología, ginecología-, la sicología,
    el trabajo social y
    la enfermería, indispensables en los casos
    agudos de anorexia. Para casos menos graves, que no necesitan
    internación, se modifica la modalidad de tratamiento y un
    psicoterapeuta puede ayudar al paciente a superar la causa
    psíquica que origina el síndrome, mientras trabaja
    en conjunto con un nutricionista que ayuda a la persona a idear y
    llevar a cabo una forma adecuada de recuperar peso. Normalmente
    la hospitalización de los pacientes con bulimia
    sólo se necesita cuando hay complicaciones
    clínicas, de lo contrario algunos psiquiatras tratan de
    reducir con antidepresivos y ansiolíticos la angustia y la
    compulsión que lleva a los bulímicos a darse
    atracones. El tratamiento psicoterapéutico y la terapia de
    familia
    complementan el tratamiento al determinar la causa
    psicológica subyacente que origina el síndrome e
    intenta contrarrestarla.
    En la actualidad la
    mayoría de los profesionales que trabajan en la
    recuperación de afectados por trastornos de la
    alimentación, emplean tratamientos para la
    recuperación de los pacientes que abarcan desde las
    diferentes terapias familiares, la farmacología y una
    combinación ecléctica de teorías, en las cuales prima el deseo de
    encontrar el mejor tratamiento posible para el paciente, hasta el
    analizar la influencia de la cultura y
    otros factores externos a la familia que
    influyen de manera determinante en la formación de los
    trastornos de la alimentación.

    Complicaciones de la anorexia nerviosa.
    Perspectivas a largo plazo: En este momento ningún
    programa de
    tratamiento para la anorexia nervosa es completamente eficaz. Dos
    estudios a largo plazo (10 á 15 años) reportaron
    recuperación después del tratamiento en entre 76% y
    90% de los pacientes. En un estudio, sin embargo, la
    mayoría siguió comiendo menos de lo normal y en
    ambos estudios la bulimia y el
    comer excesivo continuaban siendo muy comunes al final del
    estudio.
    Riesgo de
    muerte: Muchos
    estudios de pacientes anoréxicos han encontrado tasas de
    mortalidad que oscilan entre un 4% y 20%. El riesgo de muerte es
    significativo cuando el peso es menos de 60% de lo normal. El
    suicidio se ha
    calculado que comprende la mitad de las defunciones en la
    anorexia. (Razonablemente se puede tomar la posición de
    que todos los casos de anorexia son intentos de suicidio.) El
    riesgo de muerte prematura es dos veces más alto entre
    anoréxicos bulímicos que entre los tipos de
    dieta-restrictor. Otros factores de riesgo de muerte prematura
    incluyen estar enfermo durante más de seis años,
    obesidad
    previa, trastornos de la personalidad y
    matrimonios disfuncionales. Los hombres con anorexia están
    a un riesgo específico de problemas médicos
    potencialmente mortales, probablemente porque se diagnostican
    generalmente más tarde que las niñas.
    Cardiopatía: La cardiopatía es la causa
    médica más común de muerte en las personas
    con anorexia severa. El corazón
    puede desarrollar ritmos de bombeo anormales peligrosos y ritmos
    lentos conocidos como bradicardia. Se reduce el flujo
    sanguíneo y la presión
    arterial puede descender. Además, los músculos del
    corazón
    llegan a padecer de hambre, perdiendo tamaño. Los niveles
    de colesterol tienden a subir. Los problemas del corazón
    son un riesgo específico cuando la anorexia es agravada
    por la bulimia y el uso de Ipecac, el medicamento que causa
    vómitos.
    Desajustes de electrolito: Los minerales como el
    potasio, el calcio, el magnesio y el fosfato se disuelven
    normalmente en el líquido del cuerpo. El calcio y el
    potasio son particularmente críticos para el mantenimiento
    de las corrientes eléctricas que causan que el
    corazón lata regularmente. La deshidratación e
    inanición de anorexia pueden reducir los niveles de
    líquido y contenido mineral, una enfermedad conocida como
    desajustes de electrolito, que puede ser muy grave a menos que
    los líquidos y los minerales se
    reemplacen.
    Anormalidades reproductivas y hormonales: La anorexia causa
    niveles reducidos de hormonas
    reproductivas, cambios en las hormonas de la tiroides y mayores
    niveles de otras hormonas, como la hormona de estrés
    cortisol. La menstruación irregular o ausente (amenorrea)
    a largo plazo es común, lo cual con el tiempo puede
    causar esterilidad y pérdida de hueso. La
    reanudación de la menstruación, indicando niveles
    de estrógeno restaurados, y aumento de peso mejora las
    perspectivas, pero incluso después del tratamiento, la
    menstruación nunca regresa en un 25% de pacientes con
    anorexia severa. Las mujeres que quedan encinta antes de
    recuperar un peso normal, afrontan un futuro reproductivo
    precario, con pesos bajos al nacimiento, abortos
    espontáneos frecuentes y una tasa alta de niños
    con defectos congénitos. El peso bajo solo quizá no
    sea suficiente para causar amenorrea; los comportamientos
    extremos de ayunamiento y purgación pueden
    desempeñar un papel aun
    mayor en el trastorno hormonal. La pérdida de minerales
    óseos (osteopenia) y la osteoporosis causada por niveles
    bajos de estrógeno y aumento de hormonas esteroideas
    resulta en huesos porosos y
    sujetos a fracturas. Dos tercios de niños y
    niñas adolescentes
    con anorexia no desarrollan huesos fuertes
    durante este período de crecimiento crítico, una
    enfermedad potencialmente irreversible. Entre más tiempo
    persiste la enfermedad, mayor la probabilidad de
    que la pérdida de hueso sea permanente. Los pacientes que
    se rehabilitan a una edad temprana (15 años o menores)
    tienen mayor probabilidad de
    lograr una densidad ósea normal. Tan sólo la
    rápida restauración de la menstruación
    regular puede proteger contra la pérdida ósea
    permanente; el aumento de peso no es suficiente. Los niños
    y adolescentes
    con anorexia también pueden experimentar crecimiento
    retrasado debido a niveles reducidos de la hormona de
    crecimiento.
    Problemas neurológicos: Las personas con anorexia severa
    pueden sufrir daño nervioso y experimentar convulsiones,
    pensamiento
    desordenado y cosquilleo, pérdida de sensación u
    otros problemas nerviosos en las manos o los pies. Las
    exploraciones cerebrales indican que partes del cerebro
    experimentan cambios estructurales y actividad anormalmente alta
    o baja durante los estados anoréxicos; algunos de estos
    cambios regresan a la normalidad después del aumento de
    peso, pero existe evidencia de que algún daño puede
    ser permanente.
    Problemas sanguíneos: La anemia es un resultado
    común de la anorexia y la inanición. Un problema
    sanguíneo particularmente grave es la anemia perniciosa,
    que puede ser causada por niveles severamente bajos de la
    vitamina B12. Si la anorexia se torna extrema, la médula
    ósea reduce extraordinariamente su producción de glóbulos, una
    enfermedad potencialmente mortal llamada pencitopenia.
    Problemas gastrointestinales: La inflamación y el
    estreñimiento son ambos problemas muy comunes en las
    personas con anorexia.

    2. Definición
    Bulimia

    Los puntos fundamentales a tratar en esta sección
    son los siguientes:

    • Definición.
    • Síntomas.
    • Peligros.
    • Tratamiento.

    a. Definición de Bulimia
    "…La persona bulímica está encadenada a su
    adicción; es una esclava de la droga
    más primitiva y poderosa de todas: la comida… Por lo
    general, la comida suele emplearse para enfrentarse a los
    sentimientos negativos. Pero los sentimientos dolorosos
    inevitablemente acaban volviendo, porque no se ha examinado con
    atención la causa que los produce… la
    comida es una huida temporal. Las mujeres, especialmente, son
    unas expertas en echar mano a la comida cuando se sienten heridas
    o furiosas. Nos tragamos nuestra cólera. Matamos el dolor
    emocional con azúcar."
    El término Bulimia proviene del griego bous (buey) y limos
    (hambre) -hambre de buey-. La Bulimia es una enfermedad
    psicológica con consecuencias físicas. Las personas
    afectadas experimentan episodios incontrolables de
    ingestión masiva de alimentos, estos
    pueden estar seguidos de vómito
    autoinducido, purgación, temporadas de inanición,
    uso de diuréticos, o la búsqueda de cualquier tipo
    de método que
    les asegure que sus ataques de "hambre voraz" no les haga subir
    de peso, pues las personas bulímicas expresan una
    preocupación por su imagen corporal
    -debido a la dismorfia corporal que les presenta una imagen
    distorsionada de su cuerpo- que raya los límites
    del pánico, temor que las sume en una constante
    ansiedad.
    Este desorden del comportamiento alimenticio es el resultado de
    una intrincada interacción de factores bio-sicosociales
    -biológicos, psicológicos y sociales-, este mal
    llega a alterar de forma total la vida personal,
    familiar y social del afectado; se convierte en un problema
    costoso, psicológicamente dañino y
    físicamente peligroso.
    La bulimia le ha quitado el puesto a la anorexia en la lista de
    trastornos alimentarios con más personas afectadas en el
    mundo, es la enfermedad del comportamiento alimentario que ven
    con más frecuencia los especialistas; algunos estudios
    estiman una prevalencia del 2.8% para la población
    femenina, lo que haría de este trastorno el más
    significativo epidemiológicamente de todos los trastornos
    del apetito.

    b. Síntomas de la Bulimia
    Para que un médico diagnostique a una persona como
    bulímica, esta debe presentar los siguientes
    síntomas simultáneamente:
    1. Repetición de episodios de atiborramiento de comida
    (consumo
    rápido de una gran cantidad de comida en un período
    de tiempo corto).
    2. Sensación de pérdida de control de la
    conducta alimentaria durante las comilonas.
    3. La persona regularmente se induce el vómito, toma
    laxantes o diuréticos, ayuna o se pone a dieta estricta, o
    hace ejercicios físicos enérgicos para no
    engordar.
    4. Un término medio de dos atracones por semana durante
    por lo menos tres meses.
    5. Preocupación continua y obsesiva por la silueta y el
    peso.

    Nota: Hay personas que aunque no se ajustan a todos los
    criterios reseñados, pueden tener pautas alimentarias
    bulímicas; que si bien, no muestran de forma obvia sus
    trastornos, padecen algunos de sus síntomas o logran que
    el trastorno pase desapercibido para los demás. Es
    importante ayudar a estas personas para que puedan revertir esta
    tendencia antes que su trastorno alimenticio crezca y se
    "apropie" de la mente de la persona afectada,
    convirtiéndose en "la cosa más importante en su
    vida".
    Además de los anteriores síntomas se pueden
    presentar las siguientes características:
    * Consumir comida basura hiper
    calórica durante los atracones -comilonas-
    * Esconder alimento y comer a escondidas.
    * Acabar la comilona con dolores abdominales, sueño o un
    vómito.
    * Fluctuaciones de peso por encima de los 4 kilos anuales.
    * Episodios recurrentes de atracones de comida.
    *Antecedentes de dietas frecuentes. Muchos estudios han revelado
    que casi todas las personas que desarrollan bulimia han realizado
    frecuentes intentos de controlar su peso.
    * Síntomas de depresión.
    Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas
    recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración
    o irritabilidad creciente.
    * Excesivo temor a engordar. En un estudio reciente, el 92 por
    ciento de las pacientas bulímicas encuestadas dijeron que
    sentían pánico o mucho temor a engordar.
    * Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
    * Mantenimiento
    de al menos un estándar normal mínimo de peso. A
    diferencia de las anoréxicas, las bulímicas no
    tienen una figura demacrada que las traicione. Por supuesto,
    muchas mujeres con anorexia también desarrollaran
    bulimia.

    c. Peligros de la Bulimia
    En lo primero que una bulímica pensará tras cometer
    un atracón es en "meterse las manos a la garganta" para
    vomitar algunas se acostumbran tanto a hacerlo que lo
    provocarán casi que automáticamente, sin mucho
    esfuerzo. El vómito no hace sentir nada bien a la enferma,
    fuerza el
    sistema de
    cualquiera, tiende a elevar la frecuencia cardiaca y a producir
    después síntomas similares a los del estado de
    shock: sudoración, escalofríos y debilidad.
    Las personas con bulimia pueden vomitar hasta seis veces en el
    día, en principio este comportamiento pretende que la
    afectada o el afectado no suba de peso pero luego termina siendo
    una compulsión irresistible. Como los enfermos tratan de
    que su enfermedad pase desapercibida llega a darse el caso de que
    la persona posea llagas perpetuas en el dorso de la mano producto
    de su mecanismo para vomitar o que estando aparentemente normal
    deba ser llevada de urgencia al hospital debido a perforaciones
    en el esófago, la garganta y la lengua,
    producto de los ácidos que
    brotan de su estómago cada vez que vomita.
    Hay problemas de salud muy serios que están asociados a la
    bulimia. La deshidratación y el consiguiente desequilibrio
    electrolítico pueden requerir hospitalización y el
    uso de medicación intravenosa. Las náuseas
    crónicas provocan daños en la garganta y en el
    esófago. Los atracones y los vómitos repetidos, o
    el uso constante de laxantes, producen trastornos estomacales y
    gastrointestinales. La descalcificación de los dientes es
    otro problema frecuente.
    Los eméticos, que son los medicamentos que inducen al
    vómito, son especialmente peligrosos.
    También hay una elevada incidencia de abuso de alcohol y
    drogas. La
    auto-mutilación es frecuente, pudiendo ser una
    manifestación del trastorno obsesivo-compulsivo. La
    depresión tiene tendencia a ser más
    grave que en la anorexia nerviosa, y existe un riesgo claro de
    suicidio. Puede haber comportamientos histéricos. En las
    familias de los pacientes con bulimia hay mayor incidencia de
    trastornos afectivos, de alcoholismo y
    de consumo de
    drogas
    ilegales que en las familias de los pacientes con anorexia
    nerviosa
    Una lista de los problemas físicos más comunes a
    las personas bulímicas son:

    • Deterioro del esmalte dental (como consecuencia del
      vómito constante).
    • Trastornos digestivos
    • Irritación de la garganta y la
      boca
    • Desequilibrio mineral
    • Soledad, aislamiento social
    • Baja autoestima,
      odio a sí mismo
    • Vergüenza, auto repulsión
    • Cambios de carácter
      incluyendo: depresión, tristeza, sentimientos de
      culpabilidad y odio hacia sí mismo..
    • Debilidad muscular
    • Ritmo cardíaco irregular
    • Necesidad de aprobación de los
      demás
    • Edema parotídeo
    • Eritemas de esfuerzo

    d. Tratamiento de la Bulimia
    Los integrantes de estos equipos representan disciplinas como la
    medicina
    -psiquiatría, nutrición, endocrinología,
    ginecología-, la sicología, el trabajo
    social y la enfermería, indispensables en los casos
    agudos de anorexia. Para casos menos graves, que no necesitan
    internación, se modifica la modalidad de tratamiento y un
    psicoterapeuta puede ayudar al paciente a superar la causa
    psíquica que origina el síndrome, mientras trabaja
    en conjunto con un nutricionista que ayuda a la persona a idear y
    llevar a cabo una forma adecuada de recuperar peso. Normalmente
    la hospitalización de los pacientes con bulimia
    sólo se necesita cuando hay complicaciones
    clínicas, de lo contrario algunos psiquiatras tratan de
    reducir con antidepresivos y ansiolíticos la angustia y la
    compulsión que lleva a los bulímicos a darse
    atracones. El tratamiento psicoterapéutico y la terapia de
    familia
    complementa el tratamiento al determinar la causa
    psicológica subyacente que origina el síndrome e
    intenta contrarrestarla.
    En la actualidad la
    mayoría de los profesionales que trabajan en la
    recuperación de afectados por trastornos de la
    alimentación, emplean tratamientos para la
    recuperación de los pacientes que abarcan desde las
    diferentes terapias familiares, la farmacología y una
    combinación ecléctica de teorías, en las cuales prima el deseo de
    encontrar el mejor tratamiento posible para el paciente, hasta el
    analizar la influencia de la cultura y
    otros factores externos a la familia que
    influyen de manera determinante en la formación de los
    trastornos de la alimentación.

    Complicaciones de la bulimia
    Perspectivas a largo plazo. Existen pocos problemas mayores de
    salud para las personas bulímicas que mantienen el peso
    normal y no llegan a convertirse en anoréxicas. En
    general, las perspectivas son mejores para la bulimia que para la
    anorexia. Debe observarse, sin embargo, que en un estudio de
    pacientes bulímicos, después de seis años la
    tasa de mortalidad fue de 1% en las mujeres en terapia. Otro
    estudio encontró que el 20% de las mujeres con bulimia
    todavía estaban luchando contra el trastorno
    después de diez años.
    Problemas médicos. La erosión de
    los dientes, cavidades y los problemas con las encías son
    comunes en la bulimia. Los episodios bulímicos
    también pueden resultar en la retención de agua e
    hinchazón e inflamación abdominal. Ocasionalmente,
    el proceso de comer excesivo y purgación resultan en la
    pérdida de líquido y niveles de potasio bajos, que
    pueden causar debilidad extrema y casi parálisis; esto se
    revierte cuando se administra potasio. Los niveles peligrosamente
    bajos de potasio pueden resultar en ritmos cardíacos
    peligrosos y a veces mortales. Los incidentes de esófagos
    rotos debido a los vómitos forzados se han asociado con
    dificultad aguda del estómago e inclusive con ruptura del
    esófago o el tubo alimenticio. Rara vez, las paredes del
    recto pueden debilitarse tanto debido a la purgación que
    llegan a salirse por el ano; ésta es una condición
    grave que requiere de cirugía.
    Problemas psicológicos y comportamiento auto-destructor.
    Las mujeres con bulimia están propensas a la
    depresión y se encuentran también en peligro de
    comportamientos impulsivos peligrosos, como promiscuidad sexual y
    cleptomanía, los cuales se han reportado en la mitad de
    las personas con bulimia. El abuso de alcohol y
    drogas es más común en las mujeres con bulimia que
    en la población en general o en las personas con anorexia.
    En un estudio de mujeres bulímicas no anoréxicas,
    el 33% abusaban el alcohol y el 28% abusaban las drogas, con
    un 18% con sobredosis repetidamente. La cocaína y las
    anfetaminas fueron las drogas con
    mayor frecuencia abusadas. En el mismo estudio, fueron comunes
    otros tipos de comportamiento autodestructor, entre otros el
    auto-cortado y el robo.
    Medicamentos sin prescripción. Las mujeres con bulimia con
    frecuencia abusan los medicamentos sin prescripción como
    los laxantes, supresores del apetito, diuréticos y las
    drogas que inducen el vómito –por lo general Ipecac.
    Ninguno de estos medicamentos está libre de riesgo. Por
    ejemplo, se han notificado casos de intoxicación por
    Ipecac, y algunas personas se tornan dependientes de los laxantes
    para el funcionamiento intestinal normal. Las pastillas de dieta,
    inclusive las hierbas y los medicamentos sin prescripción,
    pueden ser peligrosos, en particular si son abusados.

    3. En
    síntesis

    Los anoréxicos tiene una marcada tendencia a la
    inanición, acompañada por un temor e irracional
    hacia los alimentos. Se niegan a comer, tienen terror a aumentar
    de peso, se vuelven incapaces de reconocer los riesgos que eso
    provoca y oscilan permanentemente entre la hiperactividad y la
    depresión
    Los bulímicos son capaces de ingerir grandes cantidades de
    comida en poco tiempo y, luego, se generan conductas purgativas
    como auto provocarse vómitos o consumir laxantes y
    diuréticos en forma indiscriminada. La rutina la rematan
    con desayunos compensatorios que, finalmente, los llevan a
    repetir el ciclo.
    La adicción a las drogas es una característica
    bastante frecuente entre estas pacientes así como su
    tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además,
    suelen fracasar en sus relaciones sentimentales.

    ¿Cuales son algunas de las causas?
    No podemos hablar de una única causa o causas
    específicas que desarrollen el trastorno pero sí de
    unos factores influyentes:
    Factores culturales: Modas que implican un tipo de vestimenta, un
    tipo de formas y la realización para conseguirlas de
    determinadas dietas, cabe reconocer la influencia en todo esto de
    los medios de
    comunicación dedicados a la moda.
    Según las estadísticas, el noventa por ciento de
    quienes padecen anorexia y
    bulimia son mujeres de temprana edad -entre los 12 y los 25
    años- dentro del sistema educativo, entre el 15 y el 20
    por ciento presentan desordenes de la alimentación. "Desde
    muy jóvenes las representantes del sexo femenino
    están sometidas a una gran presión
    para satisfacer cierto ideal de belleza que la mida impone con
    rigor y sin consideraciones. Para los varones esto ocurre en
    menor medida". Esta especie de dictadura de
    la moda exige
    máxima delgadez, la cual debe ser alcanzada sin reparar en
    los costos. Desde la
    pantalla y las revistas desfilan diariamente los máximos
    exponentes del "genero".
    La vida continua sugiere otras referencias. En
    contraposición a la delgadez de las modelos, que
    se transforman en ideal, recientes investigaciones
    han dado cuenta de que en la ultimas tres décadas el peso
    promedio de las adultas jóvenes se ha incrementado. Cada
    vez es mayor la brecha entre la realidad y el campo ideal.
    Así, la delgadez se transforma mas que en una
    expresión de un modelo social,
    en un producto vendido con exagerada insistencia a través
    de los medios de
    comunicación.
    Influencia de los medios de
    comunicación: Adelgazar sin esfuerzo.
    También contribuyen los medios de
    comunicación con la publicidad de
    prendas de vestir, cosméticos etc. y la presencia de
    estrellas del espectáculo y modelos de
    moda que lleva a muchas mujeres a pensar "si ella tiene ese
    aspecto yo también lo tendré " (a cualquier
    precio,
    aún el de la propia salud).
    Además, en esta sociedad de
    consumo donde el modelo de
    delgadez se vende como un producto más y siempre como
    sinónimo de éxito,
    las jóvenes reciben otro mensaje contradictorio que
    promueve el consumo de alimentos: "fast food", gaseosas,
    golosinas, cada vez más tentadores pero de poco valor
    nutritivo y de alto valor
    engordante.
    Víctima de todos estos mensajes la joven queda en muchos
    casos atrapada en esta trampa que le tiende la cultura reinante.
    Desde luego que esto sólo no basta porque todo el mundo se
    ve afectado por estas presiones pero no todo el mundo desarrolla
    un trastorno alimentario.
    El entorno familiar, la presión del grupo de
    pares, el rol de la mujer en la
    sociedad y
    determinados rasgos de personalidad
    contribuyen a que algunas personas estén en riesgo. Por
    eso es importante estar alerta e informar a través de
    campañas publicitarias para contrarrestar los efectos
    dañinos de otras. De hecho, mas allá del trabajo de
    médicos, psicólogos, nutricionistas y educadores
    para esclarecer e informar, ya se ven algunos intentos como por
    ejemplo la firma de ropa SAIL que incluye en sus campañas
    gráficas o televisivas advertencias sobre
    estas enfermedades.
    Factores educativos: La familia juega aquí un papel muy
    importante, a veces el exceso de proteccionismo deja poca
    iniciativa al individuo, de manera que no se educa a los hijos
    para saber enfrentarse a la vida, fomentando por contra la falta
    de habilidades para tomar decisiones progresivamente más
    importantes. Por otro lado a veces la propia sociedad en que
    vivimos nos lleva a un nivel de exigencias desmedidas.
    Factores familiares: Los factores negativos dentro de la familia,
    posiblemente tanto hereditarios como ambientales,
    desempeñan una función
    importante en la provocación y perpetuación de los
    trastornos del comer. Un estudio encontró que el 40% de
    las niñas entre las edades de 9 y 10 años
    están tratando de perder peso, generalmente por
    recomendación de las madres. Algunos estudios han
    encontrado que las madres de los anoréxicos tienden a
    estar sobre involucradas en la vida de sus hijos, mientras que
    las madres de los bulímicos son críticas y
    distantes. Aunque las madres pueden tener una influencia grande
    sobre sus hijos en lo que respecta a los trastornos del comer,
    los padres y los hermanos excesivamente críticos
    también pueden desempeñar un papel importante en el
    desarrollo de anorexia en las niñas. Los estudios reportan
    que las personas con cualquiera de los trastornos del comer
    tienen mayor probabilidad de tener padres que sufren de alcoholismo o
    abuso de sustancias que la población en general. Parece
    que existe entre las mujeres con trastornos del comer una
    incidencia mayor de abuso sexual;
    los estudios han reportado tasas de abuso sexual
    de hasta un 35% en las mujeres con bulimia. Las personas con
    bulimia también tienen una mayor probabilidad que las
    personas con otros trastornos psiquiátricos de tener un
    padre obeso o de haber sido ellas mismas obesas en la
    niñez.
    Factores de vulnerabilidad personal: No aceptarse como persona,
    tener una baja autoestima,
    falta de seguridad, ser
    demasiado perfeccionistas, tener autoexigencias desmedidas,
    preocuparse en exceso por lo que los demás piensen de uno,
    percibir que se tiene poco control sobre la propia vida, ser poco
    habilidosos en las relaciones sociales… perfil
    psicológico que conforma el caldo de cultivo adecuado para
    el desarrollo de este tipo de patologías.
    Factores temporales: Experiencias de fracaso, conflictos
    interpersonales, separaciones / divorcios, cambios corporales en
    la adolescencia,
    cambios de colegio, cambios de cultura (viajes al
    extranjero)… aspectos todos ellos, que pueden desbordar a una
    persona con falta de madurez.
    Otros factores: Tener familiares obesos o que padezcan
    también alguna de estas enfermedades y en definitiva
    convivir con personas que le den mucha importancia al peso y a la
    apariencia física.
    Tampoco debemos olvidar que debajo de esta moda se encuentra toda
    una "industria de
    adelgazamiento" que se mueve por intereses económicos, sin
    importarle las terribles consecuencias que de ello se puedan
    derivar. Así, nos bombardean con anuncios de publicidad que
    proponen dietas milagrosas, productos
    "Light", etc. fomentando la idea de que el secreto de la
    felicidad se encuentra en conseguir un cuerpo femenino delgado y
    un cuerpo musculoso y atlético en varones.
    En el caso de la mujer la
    presión es, sin duda alguna, mucho mayor. La sociedad
    exige la delgadez para triunfar, pero es una delgadez
    caracterizada por un cuerpo asexual, rectilíneo,
    más propio de un cuerpo de niña que de mujer, una moda
    absurda que es imposible seguir ya que está en contra de
    toda naturaleza y
    lógica.
    Estas variables se
    encuentran internalizadas en la sociedad actual, e influye
    principalmente sobre mujeres jóvenes. En esta misma
    línea, han mostrado que las anoréxicas y
    adolescentes valoraban a la mujer delgada como más
    atractiva, saludable, segura de sí misma y popular que las
    mujeres adultas.
    Trastornos emocionales. Los trastornos del comer van con
    frecuencia acompañados de depresión, trastorno de
    ansiedad o ambos, pero no se sabe si los trastornos emocionales
    son causas o resultados de los trastornos del comer.
    Entre un 40% y un 80% de todos los pacientes con trastornos del
    comer experimentan depresión, y la depresión es
    común en las familias de los pacientes con trastornos del
    comer. Algunos expertos sostienen que la depresión no
    desempeña un papel causal, en particular en la anorexia,
    ya que los trastornos del comer rara vez se curan cuando se
    administra medicación antidepresiva como el único
    tratamiento. La gravedad del trastorno del comer tampoco se
    correlaciona con la gravedad de cualquier depresión
    existente. Además, la depresión a menudo mejora
    después de que los pacientes anoréxicos empiecen a
    aumentar de peso.
    Por otro lado, los estudios han revelado cantidades bajas de
    ciertos neurotransmisores –mensajeros químicos en el
    cerebro– en
    algunas personas con anorexia y
    bulimia severas, que permanecen bajas incluso después
    de que han recuperado el peso. Niveles reducidos de estos
    neurotransmisores, la serotonina y la norepinefrina,
    también se encuentran en las personas con
    depresión, y se ven anormalidades de serotonina en las
    personas con trastorno obsesivo-compulsivo. Un estudio reciente
    ha encontrado que los niveles sanguíneos bajos del
    aminoácido triptofano, un componente en la comida que es
    esencial en la producción de serotonina, pueden producir
    depresión. Las personas que comen excesivamente
    después de una dieta severa pueden estar respondiendo a
    este estado emocional de estímulo proteínico.
    La estación a menudo afecta la depresión y los
    trastornos del comer. En varias personas, la depresión es
    más severa en los meses de invierno más oscuros; en
    forma similar un subgrupo de los pacientes bulímicos
    sufren de una forma específica de bulimia la cual empeora
    en el invierno y el otoño; tales pacientes tienen una
    mayor tendencia de haber empezado a comer excesivamente a una
    edad más temprana y a comer excesivamente con mayor
    frecuencia que aquellos cuya bulimia es más consistente
    durante todo el año. El inicio de la anorexia parece
    llegar al máximo en mayo, el mes con mayores
    índices de suicidio.
    Los trastornos de ansiedad son muy comunes en la anorexia y la
    bulimia. Las fobias y el trastorno obsesivo-compulsivo
    preceden por lo general el inicio del trastorno del comer, y
    así mismo el trastorno de pánico tiende a seguir.
    Las fobias sociales, en las cuales una persona tiene miedo de ser
    públicamente humillada, son comunes en ambos trastornos
    del comer. Las personas con anorexia, sin embargo, están
    especialmente propensas al trastorno obsesivo-compulsivo. Las
    obsesiones son imágenes,
    pensamientos o ideas mentales recurrentes o persistentes que
    pueden resultar en comportamiento compulsivo –rutinas
    repetitivas, rígidas y auto prescritas cuyo
    propósito es prevenir la manifestación de la
    obsesión. Las mujeres con anorexia pueden volverse
    obsesivas con el ejercicio, la dieta y la comida. A menudo
    desarrollan rituales compulsivos –por ejemplo, el pesar cada
    pedazo de comida, cortándola en pedazos diminutos, o
    poniéndola en envases diminutos. La presencia del
    trastorno obsesivo-compulsivo con anorexia o bulimia no parece
    ejercer un efecto negativo en las perspectivas a largo plazo,
    aunque la mejoría en el trastorno del comer a menudo es
    paralela a la mejoría en la ansiedad.
    Atletismo
    excesivo. La actitud
    cultural hacia la actividad física va mano a mano con la
    actitud
    desordenada en lo referente al comer. A los estadounidenses se
    les anima a que admiren la actividad física sólo
    como un esfuerzo competitivo intenso que pocos pueden lograr,
    dejando a la mayoría de las personas como espectadoras. En
    la pequeña comunidad de
    atletas, el ejercicio excesivo desempeña un papel
    principal en muchos casos de anorexia (y, a un grado menor, en
    bulimia). El término "tríada de atletas mujeres"
    ahora se emplea para describir la presencia de disfunción
    menstrual, trastornos del comer y osteoporosis, un problema cada
    vez más común en las atletas mujeres jóvenes
    y bailarinas. La anorexia pospone la pubertad,
    permitiéndoles a las atletas mujeres jóvenes
    retener una figura muscular aniñada sin la
    acumulación normal de tejidos grasos en
    los senos y las caderas que podría mitigar su
    estímulo competitivo. Los entrenadores y profesores
    agravan el problema recomendando el conteo de calorías y la pérdida de grasa en el
    cuerpo y controlando en exceso las vidas de los atletas. Algunos
    son inclusive abusivos si sus atletas sobrepasan el peso
    límite y los humillan enfrente de los miembros del equipo
    o precisan castigos. En las personas con trastornos de la
    personalidad que los hacen vulnerables a esta crítica,
    los efectos pueden ocasionar el que pierdan peso excesivo, lo
    cual se sabe ha sido mortal inclusive entre atletas famosos.
    Anormalidades pituitarias de hipotálamos. Existen dudas
    sobre si las anormalidades típicas observadas en los
    sistemas
    neurológicos y hormonales de las personas con trastornos
    del comer son resultados o causas de los trastornos. El entorno
    clave de estas anormalidades se origina en el área del
    cerebro conocida como el hipotálamo, el cual regula la
    glándula pituitaria, a veces conocida como la
    glándula maestra debido a su importancia en la coordinación de los sistemas nerviosos y
    hormonales. Los estudios a base de imágenes
    de los cerebros de pacientes anoréxicos han encontrado
    altos niveles de proteínas
    conocidas como factores de secreción de corticotropina
    (CRF, por siglas en inglés), las cuales se secretan
    durante períodos de estrés y
    bloquean la sustancia neuropéptido Y (NPY, por siglas en
    inglés), un estimulante de apetito potente. Estos productos
    químicos relacionados con el apetito pueden servir como
    los enlaces biológicos entre las enfermedades estresantes
    extremas en la vida de una persona joven y el desarrollo
    posterior de anorexia, aunque algunos estudios por
    imágenes indican que estas anormalidades ocurren
    después de desarrollada la anorexia. Se necesita
    más trabajo. Otro estudio vincula niveles inestables,
    generalmente bajos, de leptin con la anorexia; esta sustancia
    está bajo escrutinio por su papel en la obesidad.
    El sistema pituitario del hipotálamos es también
    responsable de la producción de hormonas reproductivas
    importantes que se agotan severamente en la anorexia, dando lugar
    a la cesación menstrual. Altos niveles de la hormona
    masculina testosterona también se han detectado en las
    mujeres con trastornos del comer. Aunque la mayoría de los
    expertos creen que estas anormalidades reproductivas son
    resultado de la anorexia, otros han reportado que en un 30% a 50%
    de las personas con anorexia, los trastornos menstruales
    ocurrieron antes de ocurrida la malnutrición severa y se
    convirtieron en un problema por mucho tiempo después del
    aumento de peso, indicando que las anormalidades pituitarias de
    hipotálamos preceden al trastorno del comer mismo.
    Problemas alrededor del nacimiento. En algunas personas con
    anorexia, se mostró una incidencia alta de problemas
    durante el embarazo de la
    madre o después del nacimiento lo cual pudo haber
    desempeñado un papel en el desarrollo posterior de
    trastornos del comer. Estos problemas incluyen infecciones,
    trauma físico, convulsiones, bajo peso al nacer y mayor
    edad materna. Las personas con anorexia a menudo tuvieron
    problemas del estómago e intestinales en edades muy
    tempranas.
    Infecciones. La investigación ha encontrado un enlace entre
    la anorexia y las bacterias del
    grupo A
    beta-hemolítico
    estreptocócico (GABHS, por siglas en inglés), la
    causa de la inflamación séptica de la garganta.
    GABHS ya se ha identificado como un factor causante de una forma
    rara de trastorno obsesivo-compulsivo (OCD, por siglas en
    inglés) en los niños; OCD y anorexia tienen varios
    comportamientos en común. Epstein Barr, el virus que causa
    la mononucleosis también ha sido asociado con el
    desarrollo de anorexia. Una teoría
    que explica estos vínculos es que los anticuerpos
    provocados por los organismos pueden accidentalmente lesionar el
    cerebro durante el proceso de lucha contra la infección.
    Los antibióticos, la terapia inmunológica y una
    vacuna experimental contra la fiebre reumática pueden
    inclusive ayudar a tratar la anorexia en estos pacientes.
    Factores genéticos. La anorexia es ocho veces más
    común en las personas que tienen parientes con el
    trastorno, pero los expertos no saben precisamente cuál
    podría ser el factor hereditario. Muchos anoréxicos
    tienen un metabolismo
    más rápido que las personas normales, quizá
    haciéndoles más difícil el subir de peso.
    Esta propensión genética
    hacia la delgadez acompañada de la aprobación
    cultural podría predisponer a algunas personas a
    desarrollar anorexia.

    ¿Cuál sería la diferencia entre
    Anorexia Nerviosa y Bulimia?

    Bulimia

    Anorexia

    Conductas patológicas

    Preocupación constante por la comida (habla
    de peso, calorías, dietas…). Atracones, come
    de forma compulsiva, esconde comida. Miedo a engordar.
    Evita el hecho de ir a restaurantes o fiestas y reuniones
    donde se vea socialmente obligado a comer. Acude al lavabo
    después de comer. Vómitos autoprovocados,
    abusan de laxantes o diuréticos. Usa fármacos
    para adelgazar. Realiza regímenes rigurosos y
    rígidos. Tiene una conducta adictiva con
    edulcorantes.

    Conductas patológicas

    Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad de
    comida) o dietas severas. Rituales con la comida como:
    contar calorías, descuartizar la comida en trozos
    pequeños, preparar comida para otros y comer…
    Miedo intenso a engordar, luchando por mantener el peso por
    debajo de lo normal. Temor a verse obligado a comer en
    sociedad (fiestas, reuniones familiares,…).
    Hiperactividad (exceso de gimnasia
    u otros deportes). Esconden el
    cuerpo debajo de ropa holgada. Negarse a usar
    bañador y que vean su cuerpo. En ocasiones,
    atracones y uso de laxantes o diuréticos. Abuso de
    edulcorantes.

    Signos fisiológicos

    Inflamación de las parótidas.
    Pequeñas rupturas vasculares en la cara o bajo los
    ojos. Irritación crónica de la garganta.
    Fatiga y dolores musculares. Inexplicable pérdida de
    piezas dentales. Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg,
    arriba o abajo).

    Signos fisiológicos

    Pérdida progresiva de peso (con frecuencia
    sucede en un período breve). Falta de
    menstruación o retraso en su aparición sin
    causa fisiológica conocida. Palidez, caída
    del cabello, sensación de frío y dedos
    azulados. Debilidad y mareo.

    Cambio de actitud

    Modificación del carácter (depresión,
    sentimientos de culpa u odio a sí mismo, tristeza,
    sensación de descontrol…) Severa
    autocrítica. Necesidad de recibir la
    aprobación de los demás respecto a su
    persona. Cambios en la autoestima con relación al
    peso corporal.

    Cambio de actitud

    Cambio de carácter (irritabilidad, ira).
    Sentimientos depresivos. Inseguridad en cuanto a sus capacidades.
    Sentimientos de culpa y auto desprecio por haber comido o
    por hacer ayuno. Aislamiento social.

    A la mujer anoréxica se la descubre antes porque
    se queda en los huesos, mientras que la bulímica suele
    mantener el mismo peso. Esta es una de las razones por la que las
    bulímicas mantienen más tiempo en secreto su
    enfermedad», comenta el doctor Casas. Según los
    especialistas, la bulímica, a diferencia de la
    anoréxica, tiene más conciencia de que
    está enferma y suele acabar solicitando ayuda.

    Objetivos del tratamiento

    El éxito
    de la terapia para los trastornos de la ingesta depende de muchos
    factores, entre ellos: la propia personalidad de la paciente y el
    deseo de cambio; la
    duración de su trastorno; la edad a que comenzó la
    enfermedad; su historial familiar; su nivel de habilidades
    sociales y vocacionales, y la concurrencia de otros trastornos
    como la depresión.
    Es importante recordar que no hay una cura milagrosa para los
    trastornos de la ingesta. Usted no puede darle a alguien una
    píldora o pronunciar una palabra mágica y esperar
    que el trastorno desaparezca. Estas enfermedades implican
    problemas contra los que las pacientes han luchado y
    seguirán luchando durante la mayor parte de sus vidas.
    Pero un buen programa de
    tratamiento ayudara a reforzar la autoestima y enseñara a
    las participantes como enfrentare a sus problemas sin incurrir en
    conductas autodestructivas. Para las pacientes que lo necesitan,
    el programa también ayudara a restaurar la salud y la
    fuerza
    físicas. En general los tres objetivos
    principales de la terapia son:
    1. Mitigar los síntomas físicos peligrosos o que
    representan una amenaza para la vida.
    2. Enseñar a la paciente a comer normalmente, los
    pensamientos destructivos en relación con el comer, el
    peso y la comida.
    3. Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los pensamientos
    destructivos en relación con el comer, el peso y la
    comida.

    Evaluación
    Antes de que alguien inicie un tratamiento, como paciente interna
    o externa, debe ser evaluado su estado físico y mental
    general, la gravedad de su trastorno, la eventual existencia de
    trastornos concurrentes y de su voluntad para
    cambiarlos.

    Cuestionarios
    Se han desarrollado varios cuestionarios especializados para
    evaluar a las pacientes. Ayudan a evaluar las actitudes de
    alguien hacia el peso y la figura, y clarifican las
    características psicológicas como los rasgos de
    personalidad, grado de desempeñó social y problemas
    similares.

    La entrevista
    La entrevista
    de evaluación
    ayuda al medico a obtener una idea mas clara del estilo de vida
    de la paciente, su peso actual, historial de dieta y
    fluctuaciones de peso, hábitos de la ingesta y actitudes
    hacia el peso y la familia, el marido, el amante o los amigos, y
    los interese y ocupaciones exteriores son de interés
    porque arrojan luz sobre sus
    habilidades de desempeño, el grado de independencia
    y la medida de su aislamiento.

    Opciones de tratamiento
    Después de la evaluación, usted recibirá
    recomendaciones para su tratamiento.
    a. Psicoterapia individual: Quizá el aspecto más
    importante de la psicoterapia para los trastornos de la indigesta
    es el desarrollo de una relación cálida entre los
    pacientes y su terapeuta. A las personas afectadas de estos
    trastornos frecuentemente les resulta difícil confiar en
    los otros, en especial cuando se les pregunta por hábitos
    de la ingesta que ellas mismas consideran raros o repulsivos;
    temen que todos los demás también se sienten
    asqueados. Es necesario un alto grado de confianza por parte de
    la paciente para confiar en el terapeuta.
    b. Psicoterapia tradicional: Los métodos de
    terapia tradicionales animan a la paciente a reflexionar acerca
    de su infancia,
    sueños y sentimientos expresados para, de ese modo,
    adquirir una nueva percepción
    de su conducta actual. Al reconocer el papel de estas influencias
    subliminales, dice la teoría,
    la paciente adquiriera una nueva percepción de sus
    acciones y las
    cambiará.

    Modificaciones de la conducta
    Esta forma de terapia es quizá antagónica con
    respecto a la psicoterapia tradicional, porque ignora por
    completo los sentimientos subyacentes y se centra solo en la
    conducta cambiante. La modificación de la conducta
    actúa sobre la basada un principio muy simple: reforzar
    una conducta deseada mediante premios y castigar o ignorar una
    conducta no deseada. Por ejemplo, a una anoréxica que
    alcanza una meta de peso predeterminada se le puede permitir ver
    una película o dejar de ir a clase un día. Si no
    logra alcanzar la meta, puede
    prohibírsele que vea la
    televisión. Un sistema similar de premios y castigos
    daría resultado con una paciente
    bulímica.

    Terapia conductivista cognitiva
    Combina los mejores aspectos de la psicoterapia tradicional y la
    modificación de la conducta. Este método
    requiere conocimiento y
    desafío de las conductas y pensamientos autodestructivos,
    seguido de apropiados cambios en la conducta. De esta manera la
    paciente trabaja simultáneamente en las motivaciones
    interiores y las manifestaciones exteriores. TCC implica los
    siguientes pasos:

    • Intensificar el
      conocimiento de la paciente de sus propios patrones de
      pensamientos.
    • Enseñarle a reconocer la conexión entre
      ciertos sentimientos, los pensamientos autodestructivos y la
      conducta de la ingesta trastornada.
    • Examinar la validez de ciertos pensamientos o
      creencias.
    • Sustituir las creencias erróneas por ideas
      más apropiadas.
    • Cambiar gradualmente las suposiciones fundamentales
      que subyacen en el desarrollo de los trastornos de la
      ingesta.

    Terapia de grupo
    La terapia de grupo parece especialmente valiosa en el
    tratamiento de la bulimia. Según un estudio reciente, esta
    terapia era más beneficiosa que los medicamentos o la
    terapia individual. Puesto que muchas bulímicas creen que
    son las únicas que se dedican a esas horribles practicas,
    resulta terapéutico enterarse de que otras personas
    también hacen esas cosas.
    Se sabe menos acerca de la terapia de grupo para la anorexia
    nerviosa. Algunos terapeutas se lamentan que en grupo las
    anoréxicas compiten fieramente por ver quien consigue
    mantener el peso más bajo o pasar más tiempo sin
    comer. Además, la terapia prolongada que necesita muchas
    anoréxicas provoca que muchos grupos sean
    inapropiados, puesto que no es usual que un grupo de terapia dure
    tanto tiempo.

    Terapia de familia
    Muchos terapeutas recomiendan la terapia de familia como parte
    del tratamiento contra la anorexia nerviosa, porque las
    anoréxicas con frecuencia son mas jóvenes que las
    bulímicas y todavía viven con sus familias. La
    terapia de familia simplemente permite al terapeuta observar los
    patrones trastornados que ayudaron a dar origen al trastorno de
    la ingesta.

    Terapia nutricional
    El objetivo de la
    terapia nutricional es ayudar a la paciente a asumir que puede
    comer todo lo que quiera con moderación. Para lograrlo,
    ella debe estar libre de su temor a que todo lo que coma la
    hará engordar. Para la anoréxica, esto implica un
    muro de negación: su insistencia en que le gusta el
    aspecto que tiene, le gusta como es, no le pasa nada, sus
    hábitos alimentarios son buenos. Aquí no hay trucos
    psicológicos, pero la paciente debe enfrentarse a una
    firme prueba de que esta demasiado delgada, el hecho de que
    siente frío todo el tiempo, que le hace daño
    sentarse en una silla dura o que simplemente esta un 30 por
    ciento por debajo del peso ideal para su edad y altura.
    Para las bulímicas, el desafío consiste en aprender
    que comer pequeñas cantidades de sus comidas favoritas no
    conduce necesariamente a una sesión de atracón y
    purga. Hacia el fin de la terapia, se recomienda que el
    menú semanal de la paciente incorpore pequeñas
    cantidades antes prohibidas, de manera que compruebe que consumir
    esas cosas no lleva automáticamente a un atracón.
    Si el deseo de atracón se vuelve irresistible, algunos
    médicos recomiendan tres estrategias:
    distracción, retraso o repetición.

    Farmacoterapia para la anorexia
    Ninguna farmacoterapia ha demostrado ser muy eficaz en el
    tratamiento de la anorexia o la depresión que
    acompaña por lo general y perpetúa el trastorno.
    Los efectos de la inanición intensifican los efectos
    secundarios y reducen la eficiencia de los
    medicamentos antidepresivos. Además, la mayoría de
    los antidepresivos suprimen el apetito y contribuyen a la
    pérdida de peso. La fluoxetina (prozac), sertraline
    (zolofot), paroxetina (paxil), venlafaxine (effexor) y la
    fluvoxamina (luvox) son medicamentos antidepresivos conocidos
    como inhibidores de reabsorción de la serotonina
    selectivos (SSRI, por siglas en inglés); ahora se
    recomiendan como tratamiento de primera línea contra el
    trastorno obsesivo-compulsivo y pueden ayudar a las personas con
    anorexia. Por lo general se necesitan dosis altas para el
    trastorno obsesivo-compulsivo; para los pacientes que responden
    bien a la terapia inicial, la terapia de mantenimiento de dosis
    baja puede ser suficiente, aunque la mayoría de los
    pacientes no tienen una respuesta inicial plenamente adecuada.
    Pueden causar ansiedad inicial, sin embargo, y son lentos en ser
    efectivos. Se recomiendan dosis más bajas para las
    personas con bulimia. Algunos médicos recomiendan
    cyproheptadine (periactin), un antihistamínico, que puede
    estimular el apetito. No hay evidencia hasta la fecha, sin
    embargo, de que alguna farmacoterapia tenga beneficio
    específico contra la anorexia nervosa, y en la
    mayoría de los casos, los trastornos de la
    depresión y pensamiento
    mejoran con el aumento de peso.

    Aumento de peso
    Además del tratamiento inmediato de cualquier problema
    médico grave, la meta de la
    terapia para la persona anoréxica es aumentar de peso. La
    meta del peso es fijada estrictamente por el médico o
    profesional de la salud, por lo general, una a dos libras a la
    semana. Esta meta es absoluta sin importar cuán
    convincentemente el paciente (o inclusive los miembros de la
    familia) pueda argumentar para lograr una meta de peso inferior.
    Los pacientes que están severamente malnutridos
    deberán empezar con un recuento de calorías de
    sólo 1,500 calorías al día para reducir las
    posibilidades de dolor de estómago e inflamación,
    retención de líquidos e insuficiencia cardiaca. Con
    el tiempo, al paciente se le dan comidas que contienen hasta
    3,500 calorías o más al día. Los suplementos
    alimenticios no se recomiendan por lo general, ya que el paciente
    deberá reanudar cuanto antes los patrones de comer
    normales. Aunque comer es el problema, no se deben mantener
    charlas sobre el trastorno durante las comidas, pues estos son
    momentos para la interacción social relajada. La
    alimentación intravenosa o por tubos rara vez se necesita
    o recomienda a menos que la enfermedad del paciente sea
    potencialmente mortal. Nunca deberán emplearse tales
    medidas invasoras de alimentación como una forma de
    castigo durante la terapia conductual. La investigación indica que en algunos casos
    la dieta severa puede causar que el metabolismo se
    adapte a la malnutrición y resista los efectos de sobre
    alimentación, de tal manera que algún paciente
    puede tener dificultad de aumentar de peso aun cuando esté
    siendo alimentado adecuadamente.

    Ejercicio
    Para las personas con anorexia, el ejercicio excesivo es a menudo
    un componente del trastorno original. Los estudios han reportado
    que los pacientes anoréxicos en general tienen un
    metabolismo más alto que los individuos normales, y se
    necesitaban más calorías para aumentar de peso.
    Durante el programa de recuperación, pueden utilizarse
    regímenes de ejercicio muy controlados como recompensa por
    desarrollar buenos hábitos dietéticos y como una
    manera de reducir la dificultad estomacal e intestinal que
    acompaña la recuperación. El ejercicio no debe
    realizarse si todavía existen problemas médicos
    severos y si el paciente no ha tenido un aumento de peso
    significativo.

    Sexo y edad
    Un estudio reportó que dos tercios de los estudiantes de
    escuela
    secundaria estaban a dieta, aunque sólo 20% sufrían
    en realidad de sobrepeso. Aunque un 90% de los casos reportados
    eran entre las mujeres, parece que la tasa entre los hombres
    está en aumento. Los hombres tienden a ocultar más
    un trastorno del comer que las mujeres por lo que la incidencia
    pude haber sido subestimada. Un estudio reciente entre los
    hombres de la armada reportó una prevalencia de 2.5% de
    anorexia, 6.8% de bulimia y 40% de otra forma de trastorno del
    comer no especificado de otra manera. Un estudio entre los
    hombres civiles con trastornos del comer reportó que 42%
    de los que tenían bulimia eran homosexuales o bisexuales y
    58% de los hombres con anorexia reportaron ser asexuales. Los
    otros factores de riesgo entre los hombres, incluyendo
    depresión, trastorno de la personalidad y abuso de
    sustancias, fueron paralelos a los factores entre las mujeres con
    trastornos del comer.
    La bulimia ha aumentado a una velocidad
    mayor que la anorexia durante los pasados cinco años. Un
    estudio de estudiantes de escuela
    secundaria reportó que 2.7% de las niñas y 1.4% de
    los niños presentaron comportamiento bulímico. Los
    estudiantes universitarios corren un riesgo inclusive mayor. Los
    cálculos de la prevalencia de la bulimia nervosa entre las
    mujeres jóvenes oscilan entre cerca de 3% a 10%. Algunos
    expertos sostienen que este problema está bastante
    subestimado ya que muchas personas con bulimia pueden ocultar la
    purgación y no es obvio a simple vista el que tengan un
    peso por debajo de lo normal. Algunos estudios reportan que el
    80% de las estudiantes universitarias han comido excesivamente en
    algún momento; los jóvenes que ocasionalmente
    fuerza el vómito después de comer demasiado, sin
    embargo, no se consideran bulímicos y casi siempre este
    comportamiento insalubre ocasional no continúa
    después de la juventud.
    La anorexia nervosa es la tercera enfermedad crónica
    más común entre las mujeres adolescentes, y se
    calcula que ocurre en 0.5% a 3% de todos los adolescentes. Ocurre
    generalmente en la adolescencia, aunque todos los grupos de edad
    son afectados, incluyendo las personas ancianas y los
    niños de hasta seis años de edad. Entre los
    mediados de los años cincuenta y los años setenta,
    la incidencia de la anorexia aumentó por casi 300%. Las
    indicaciones son, sin embargo, que la tasa puede estar
    estabilizándose.

    Partes: 1, 2

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