- Etiologia del retraso mental
moderado - Causas organicas del retraso
mental moderado - Causas culturales-hereditarias
del retraso mental - Patogenesis
- Evaluacion
- Tratamiento
- Retos
- Bibliografia
Existe un amplio grupo de
personas cuyas limitaciones en la
personalidad se deben esencialmente a que su capacidad
intelectual no se desarrolla lo suficiente como para hacer frente
a las exigencias del ambiente, y
poder
así establecer una existencia social independiente. Este
tipo de personas han sido estudiadas desde tiempos
históricos, siendo etiquetadas como "idiotas",
"imbéciles", entre otros. Estos términos, cargados
de connotaciones negativas, fueron sustituidos por el de "retraso
mental", como un intento de proporcionarles una etiqueta
más positiva (Wicks-Nelson e Israel A.,
1997).
Las creencias y conceptos acerca del retraso mental han
ido evolucionando con el paso del tiempo, y hoy en
día aún continúa en su evolución. En la actualidad, según
la Asociación Americana de retraso mental (AAMR), el
retraso mental hace referencia a "limitaciones substanciales en
el desenvolvimiento corriente. Se caracteriza por un
funcionamiento intelectual significativamente inferior a la
media, junto con limitaciones asociadas en dos o más de
las siguientes áreas de habilidades adaptativas: comunicación, cuidado personal, vida en
el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad,
autogobierno, salud y seguridad,
habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo. El
retraso mental se manifiesta antes de los 18 años" (AARM,
1997, citado en García C., 1999).
La definición anterior pone en relieve que el
retraso mental:
- Es una capacidad intelectual significativamente
inferior al promedio. Esta se define por el coeficiente de
inteligencia
CI, obtenido por evaluación mediante uno o más
tests de inteligencia. (Más adelante se
ahondará un poco más en dicha evaluación). - Se acompaña de limitaciones significativas de
la actividad adaptativa. - Su inicio debe ser anterior a los 18 años, de
lo contrario se le consideraría como
demencia.
Esas son las tres pautas diagnósticas para
detectar el retraso mental.
Se ha reconocido que existe una gran variabilidad en las
aptitudes y comportamientos de las personas con retraso mental.
Por consiguiente, se han establecido niveles de retraso
generalmente en función
del CI. Según el DSM-IV (1995) y el CIE-10 (1992), pueden
especificarse cuatro grados de intensidad de retraso mental:
leve, moderado, grave y profundo. Veamos a continuación
cada uno de éstos.
Retraso mental leve (CI entre 50-69):
Esta categoría constituye la mayoría de
los retrasados mentales (aproximadamente el 85%). En el
período preescolar
adquieren las habilidades sociales y de comunicación y no muestran deterioro en las
actividades motoras o el déficit es pequeño
(Martin, B. 1985). A menudo no se distinguen de los niños
normales sino hasta años después. Su inteligencia
subnormal se manifiesta en los años escolares, ya que
tienden a retrasarse respecto a su grupo de edad.
Si perseveran están en condiciones de aprender los
conocimientos académicos, alcanzando en la adolescencia
un desarrollo
intelectual equivalente al de sexto grado (DSM-IV, 1995). Durante
su vida adulta suele aprender los conocimientos vocacionales
indispensables para lograr independencia
económica.
Retraso mental
moderado (CI entre 35-49):
Este grupo constituye alrededor del 10% de los
retrasados mentales. Los individuos incluidos en esta
categoría presentan una lentitud en el desarrollo de
la comprensión y del uso del lenguaje y
alcanzan en esta área un dominio limitado.
La adquisición de la capacidad de cuidado personal y de las
funciones
motrices también están retrasadas, de tal manera
que algunos de los afectados necesitan una supervisión permanente (CIE-10, 1992).
Aprovechan poco la enseñanza escolar, pero si reciben clases
especiales pueden aprender lo esencial de escritura,
lectura y
cálculo; y aprender otras destrezas
sociales y ocupacionales (Martín, B. 1985). En la adultez
rara vez obtienen independencia
total, pero suelen ser capaces de realizar trabajos
prácticos sencillos si las tareas son estructuradas y se
les supervisa de modo adecuado. La mayoría de ellos
alcanza un desarrollo normal de su capacidad social para
relacionarse con los demás y para participar en
actividades sociales simples (CI-10, 1992). En la mayoría
de los que se incluyen en esta categoría puede reconocerse
una etiología orgánica.
Retraso mental grave (CI 20-34) :
Este grupo incluye el 3-4% de los individuos con retraso
mental. Es muy similar al retraso mental moderado. Hay un
desarrollo motor anormal, un
nivel mínimo del habla y muy a menudo deformidades
físicas. Aprovechan menos la instrucción escolar
comparados con los de retraso mental moderado, aunque con el
tiempo pueden
aprender palabras y frases sencillas, así como
hábitos de higiene y arreglo
personal. En la edad adulta aprenden a ejecutar tareas
ordinarias, pero necesitan completa supervisión y apoyo económico
(Martín B, 1985).
Retraso mental profundo (CI inferior a
20)
Este grupo incluye aproximadamente el 1-2% de las
personas con retraso mental. La mayoría de los individuos
con este diagnóstico presentan una enfermedad
neurológica identificada que explica el retraso mental
(DSM-IV, 1995). Durante los primeros años de la
niñez desarrollan alteraciones del funcionamiento
sensoriomotor bastante graves, por lo que su movilidad es muy
restringida o totalmente inexistente, no controlan
esfínteres y son capaces en el mejor de los casos
sólo de formas muy rudimentarias de comunicación no verbal. Requieren de ayuda
adulta y supervisión constantes (CIE-10, 1992).
En la siguiente tabla se resumen los cuatro niveles de
retraso mental de acuerdo al CI, tomando en cuenta el porcentaje
de todos los retrasados mentales.
Grado de retardo | Límites de CI (Según | Porcentaje de todos los retardados mentales |
Leve | 50-69 | 85 |
Moderado | 35-49 | 10 |
Grave | 20-34 | 3-4 |
Profundo | Inferior a 20 | 1-2 |
En este trabajo se intentará hacer un análisis del retraso mental de tipo
moderado. En primer lugar se explicará cuál es la
etiología o factores subyacentes a ese trastorno, luego se
hará un intento por describir la patogénesis
relacionando los elementos de la etiología, posteriormente
se describirán las evaluaciones utilizadas para detectar
el retraso mental moderado, el tipo de tratamiento que se utiliza
en esos casos y finalmente se mencionarán aquellas
deficiencias que suelen existir en esas áreas.
ETIOLOGIA DEL
RETRASO MENTAL MODERADO
Según las causas del retraso mental, se pueden
distinguir dos categorías muy generales: una incluye a
todas aquellas personas sobre las que hay pruebas
fehacientes de que sus incapacidades mentales se deben a una
causa orgánica específica como, por ejemplo, a un
desorden en el metabolismo
cerebral o una lesión específica del sistema nervioso.
A estos sujetos se les llama orgánicamente retrasados
(Ingalls R., 1982). A esta categoría pertenecen las
personas con retraso mental moderado, grave y profundo. La
segunda categoría es mucho más amplia e incluye a
aquellas personas en las que no se advierte ninguna causa
orgánica para sus reducidas capacidades intelectuales
(Ingalls R., 1982).. A esta última categoría
pertenecen las personas con retraso mental leve.
El retraso mental se asocia aun gran número de
entidades patológicas que afectan al organismo en sus
primeras etapas de crecimiento y desarrollo, las cuales
–incluso- parecen ser heterogéneas entre sí.
Se les ha clasificado de diversas maneras, las más comunes
son dos: A veces se clasifica el retraso mental en
términos de la relación temporal entre el factor
nocivo y el nacimiento; de esta forma se dividen los casos cuya
causa se encuentra antes del nacimiento, durante el parto y
después del nacimiento. El otro sistema de
clasificación es un poco diferente, el cual clasifica las
causas de acuerdo a la existencia de componentes
genéticos, desórdenes metabólicos,
intoxicaciones, infecciones, problemas en
los cromosomas, entre
otros. Este sistema de
clasificación lo creó la AAMR. En este trabajo se
utilizará este último sistema de
clasificación debido a que es mucho más
sistemático y porque también toma en cuenta el
momento en que se dieron las causas.
El sistema de clasificación de la AAMR incluye en
su categoría de clasificación aquellas que son
orgánicas y otras que son ambientales. Sin embargo, como
ya se mencionaba más arriba, el retraso mental moderado
parece tener a su base causas orgánicas
específicas, por lo que en este trabajo las ambientales no
serán profundizadas. Estas últimas parecen estar
más relacionadas con el retraso mental leve.
CAUSAS ORGANICAS DEL
RETRASO MENTAL MODERADO
En el siguiente cuadro se resumen las principales causas
orgánicas del retraso mental moderado, a
continuación se explican cada una de ellas.
Principales categorías de las causas del retraso
mental moderado según la AAMR
- Infecciones e intoxicaciones
- Traumas o agentes físicos
- Desórdenes del metabolismo
y nutrición - Anormalidades cromosómicas
- Infecciones e
intoxicaciones
1.1 Infecciones
- Infecciones prenatales
Una infección es una enfermedad o un desorden
causado por microorganismos como por ejemplo, virus o bacterias.
Algunas veces estos microorganismos atacan el sistema nervioso,
dando como resultado el retraso mental, especialmente si lo
atacan en el período prenatal. Ejemplos de enfermedades infecciosas
prenatales son la rubéola y la sífilis.
Rubéola: Es la más frecuente y
seria de las diversas infecciones prenatales que pueden terminar
en retraso mental, ya sea moderado, grave o profundo; o
también puede causar anomalías congénitas
como sordera, cataratas y malformaciones cardíacas (Noyes,
A. 1975). El virus de la
rubéola cruza la placenta e infecta al embrión;
obstaculiza el metabolismo normal y los movimientos celulares
(Ville, C. 1987) lo cual produce todas las anomalías antes
mencionadas. Se ha encontrado que existe una relación
directa entre el período en que ocurre la infección
materna y la frecuencia con que aparecen las anomalías ya
mencionadas. Si la madre se infectó en el primer mes de
embarazo,
aproximadamente la mitad de los niños
son anormales.
Sífilis: Es una infección
venérea producida por la espiroqueta Treponema Pallidium,
que normalmente se transmite por contacto sexual y se caracteriza
por distintos estadios. Este virus ataca a cualquier
órgano o sistema, llegando a lesionar cualquier tipo de
tejido (Diccionario de
medicina, 1993).
Afecta principalmente al sistema nervioso
central y provoca un deterioro cerebral progresivo (Davison y
Neale, 1980).
B. Infecciones postnatales
Aunque el retraso mental moderado tiene su origen
generalmente antes del nacimiento o durante el parto, se
puede dar el caso de que un niño nazca con un sistema
nervioso intacto y que se convierta en un retrasado mental en
algún momento después de nacer como resultado de
alguna lesión o infección del cerebro. La causa
más común de daño neurológico
postnatal es una infección, producido por diferentes
microorganismos (Ingalls, R. 1982). Entre las enfermedades más
comunes producidas por éstos, se encuentra la meningitis y
la encefalitis.
Meningitis: Es una inflamación de la
meninges, es decir, de las membranas que protegen al cerebro y la
médula espinal. Su causa puede ser la infección por
diferentes tipos de microorganismos. Esta enfermedad puede causar
la muerte, sin
embargo si el niño sobrevive puede no quedar gravemente
retrasado, diagnosticándosele retraso mental moderado
(Davison y Neale, 1980).
Encefalitis: Es una infección del cerebro
mismo, y también con frecuencia causa retraso mental
moderado (Ingalls, R. 1982). Puede ser causada por el virus
Arbovirus, transmitido por los mosquitos infectados, aunque
también puede responder a otras causas. Puede afectar al
sistema nervioso, inflamar la medula espinal, y el cerebro
(Diccionario de
medicina,
1993).
1.2 Intoxicaciones
Otra categoría de causas del retraso mental
moderado son las intoxicaciones, mejor conocidas como
envenenamientos. Esta categoría incluye los
desórdenes en los que una sustancia extraña entra
en el sistema del niño, ya esa antes o después de
nacer, y le causa daño permanente de algún tipo
(Ingalls, R. 1982).
Anticuerpos maternos: Hay un gran número
de circunstancias en que la madre produce anticuerpos que atacan
las células
sanguíneas del feto en desarrollo y le causan
lesión cerebral, retraso mental y con frecuencia la
muerte
(Ingalls, R. 1982). La intoxicación más
común en este caso es producida por el factor Rh. Estos
están presentes en los glóbulos rojos de la
sangre. Cuando
la sangre de un feto
contiene factores Rh siendo la sangre de su madre Rh negativa, es
decir, sin factores Rh, estas sustancias llegan por primera vez a
la sangre de la madre por el feto. La madre produce anticuerpos
que, al penetrar a su vez en la corriente sanguínea del
feto, destruyen los glóbulos rojos de su sangre
privándola de oxígeno
(Davison y Neale, 1980)
Envenenamiento por plomo: Aunque la
mayoría de causas del retraso mental moderado tienen su
origen en desórdenes previos al parto, una de las
más importantes enfermedades tóxicas que se
contraen después del nacimiento es el envenenamiento por
plomo. Proviene de la ingestión de fragmentos de pintura a base
de plomo que se encuentran en viviendas muy antiguas, por lo que
afecta sobre todo a los niños más pobres (Martin,
B. 1985)
Una segunda categoría de causas de retraso
mental moderado es la de los traumas y las lesiones
físicas. A diferencia de las otras causas
orgánicas de este retraso mental que tienen su origen
en condiciones previas al nacimiento, la lesión
física
no ocurre durante el período prenatal debido a que el
feto está protegido por la madre. Cuando hay
más probabilidad
de que ocurra una lesión física es en el
período perinatal y postnatal.- Desórdenes vinculados con el proceso
de parto
La causa traumática principal de retraso
mental, ya sea moderado, grave o profundo, durante el
período perinatal es la anoxia.Anoxia: Cuando el niño se desprende
del sistema
circulatorio de la madre ya no dispone de la fuente de
oxígeno dependiente y tiene que
respirar por sí mismo por primera vez. Las células necesitan de un suministro
constante de oxígeno para poder
funcionar y si el niño se priva de oxígeno,
aunque sea solamente unos cuantos minutos, las células
empiezan a morir. Las células cerebrales son las
primeras en sucumbir, y tienen la característica exclusiva de ser
irremplazables (Ingalls, R. 1982). Entre más
células sean dañadas y entre más tiempo
pase el niño sin oxígeno, así
será el nivel de retraso que tendrá.2.2 Trauma postnatal
Después de las infecciones, la causa
más frecuente del retraso contraído
después del parto es la lesión física de
cualquier tipo, que puede provenir de algún accidente
o de una agresión deliberada (Ingalls, R. 1982).
Obviamente, estas lesiones forman una gran variedad de
formas, y no existe ningún patrón precio de
síntomas.- Desórdenes vinculados con el proceso
- Traumas y otros agentes
físicos - Desórdenes del
metabolismo
Una tercera categoría de causas de retraso mental
moderado son las indisposiciones que resultan porque el
niño no está asimilando debidamente lo que come por
razón de algún desorden de herencia, veamos
este caso:
3.1 Desórdenes metabólicos por
herencia
Fenilcetonuria: Ocasionalmente nace un
niño con incapacidad heredada para realizar debidamente el
metabolismo o asimilación de uno más de los
aminoácidos esenciales, los cuales son elementos
básicos de las proteínas.
El desorden más importante es el llamado Fenilcetonuria,
abreviado como FCU.
La FCU la transmite un gen recesivo único. Hay
dos genes que pueden ocupar cierto lugar en uno de los cromosomas, uno
de los cuales da como resultado un individuo normal (gen N) y
otro que puede producir un individuo con FCU (gen f). Cada
individuo recibe dos genes como éstos, uno de cada
progenitor. Existen tres combinaciones (o genotipos)
diferentes:
NN, Nf y ff. Los individuos con cualquiera de los dos
primeros genotipos serán normales, aquellos que tengan la
combinación ff desarrollarán FCU (Ingalls, R.
1982).
La FCU es el resultado de la incapacidad del cuerpo de
asimilar debidamente uno de los aminoácidos
básicos, la fenilalanina, debido a que hay deficiencias en
la enzima hidroxilasa de la fenilalanina, necesaria para
convertir a la fenilalanina en tirosina ((Davison y Neale, 1980).
La fenilalanina y su derivado se acumulan en los líquidos
corporales, convirtiéndose en ácido
fenilpirúvico y en otros metabolitos anormales que
provocan hiperactividad, ataques y sobre todo lesión
cerebral (Martin, B. 1985). Los lóbulos frontales son los
más afectados, posiblemente debido a un envenenamiento por
el exceso de fenilalanina (Ingalls, R. 1982)
Enfermedad de Tay-Sach: Es el trastorno del
metabolismo lípido más conocido. Es transmitido por
la formación de pares de genes recesivos únicos y
se caracteriza por debilidad muscular, deterioro de la vista y
convulsiones. Parece que afecta al sistema nervioso, provocando
cambios patológicos en el cerebro, la médula y el
sistema simpático. Se observa edemas y distorsión
de las células ganglionares, cuyo citoplasma a menudo se
ve vacuolado y en algunas células, necrótico
(Noyes, A. 1975).
4. Anormalidades
cromosómicas:
Esta es una de las categorías más
importantes de síndromes orgánicos relacionados con
el retraso mental moderado. Todos los seres humanos poseen 46
cromosomas en cada célula de
su cuerpo, los cuales se pueden dividir en 23 pares. Algunas
veces un individuo nace con algo más que la dosis normal
de cromosomas, generalmente con 47, otros con 48 o más, o
a veces con 45. La presencia de estos cromosomas adicionales da
como resultado varias anormalidades, entre la más
común se tiene la inteligencia deficiente (Ingalls, R.
1982).
Síndrome Down (mongolismo): Es el
síndrome de anormalidades cromosómicas que con
mayor frecuencia causa el retraso mental (ya sea moderado, grave
o profundo). Estos niños rara vez tienen un CI mayor a 50.
Este síndrome se debe a una anormalidad cromosómica
debido a la presencia de un par más de cromosomas (47 en
total). Durante la primera etapa del desarrollo del óvulo,
ambos cromosomas del 21 par no se llegan a separar, por lo cual
este vigesimoprimer par de cromosomas tendrá tres
cromosomas en lugar de dos. Este fenómeno se llama
trisomía 21 (Davison y Neale, 1980). La presencia de un
cromosoma adicional completo significa que no existe
ningún defecto cualitativo específico del
metabolismo; en cambio, parece
que existen muchas diferencias cuantitativas en la química del cuerpo
como, por ejemplo, un aumento de gamma globulina y una
disminución de albúmina y de calcio en la sangre
(Ingalls, R. 1982). El cerebro tiende a conservar los patrones
embrionarios en las circunvoluciones, y el cerebelo y el tallo
cerebral son desproporcionadamente pequeños. Las
células ganglionares de la tercera capa cortical son
escasas y se encuentran dispersas en forma irregular. Se ha
publicado también que hay cambios anormales de la
hipófisis, el tiroides y las glándulas
suprarrenales (Noyes, A. 1975)
Síndrome de Klinefelter: Este tipo de
padecimiento se debe a anomalías cromosómicas
sexuales y afecta sólo a los hombres. La mayoría de
ellos tienen 47 cromosomas, lo cual se debe a un arreglo XXY y no
uno normal XY. Parece ser que no todas estas personas llegan a
padecer retraso mental, al menos no más del 25% y lo son
en un grado moderado o leve, pero no grave.
CAUSAS
CULTURALES-HEREDITARIAS DEL RETRASO MENTAL
Como ya se mencionó anteriormente, en este tipo
de retrasados no aparecen causas orgánicas (médicas
o biológicas) evidentes que justifiquen sus dificultades.
A estas personas se les suele llamar como culturalmente
retrasados, retrasados familiares o funcionales. El retraso de
estas personas es leve, en lugar de moderado, grave o profundo, y
se supone que se debe a las condiciones sociales y
psicológicas, en vez de factores biológicos
(Ingalls, R. 1982). Por esto mismo, este tipo de causas no se
tratará en este trabajo.
En la siguiente tabla se presenta de forma resumida las
principales causas orgánicas del retraso mental moderado,
clasificadas según el tiempo en que aparecieron y
según el tipo causal.
Infecciones | Intoxicaciones | Traumas | Problemas metabólicos | Problemas en cromosomas | |
Prenatales | Rubéola Sífilis | Fenilcetonuria Tay-Sach | Síndrome Down Síndrome de Klinefelter | ||
Perinatales |
Anticuerpos Maternos |
Anoxia | |||
Postnatales | Meningitis Encefalitis | Envenenamiento por plomo | Cualquier lesión física |
Como es evidente el retraso mental tiene como causa una
desconcertante cantidad de diferentes factores. Sin embargo,
aunque la ciencia
médica ha progresado mucho en la identificación de
estas condiciones, todavía es una realidad que en la
mayoría de casos no se puede determinar con
precisión la verdadera causa del retraso mental. La
mayoría de síndromes descritos en la
etiología son muy raros y muchas veces no presentan
cuadros clínicos bien definidos que puedan identificarse
fácilmente. Esto es comprensible debido a que –tal y
como lo afirma Noyes- el grupo de retardados mentales no es
homogéneo desde ningún punto de vista y se
caracteriza por amplias diferencias en la etiología,
fenomenología clínica y
patología, que parecen estar relacionadas entre sí
sólo por el criterio común de intelecto subnormal
(Noyes, A. 1975)
Sin embargo, a pesar de que las formas en que se del
retraso mental parecen ser distintas, posiblemente tengan a la
base algo común, más que sólo su
consecuencia. A continuación se presenta una hipótesis del origen común de
aquellas causas orgánicas que acarrean retraso mental
moderado.
Pareciera ser que las causas remotas del retraso mental
pueden deberse a dos grandes causas: Por un lado, pueden deberse
a problemáticas que ya se encuentran en el organismo del
feto –posiblemente transmitidas por herencia- y por
otro lado pueden deberse a problemas que
surgen desde el exterior y que a la larga atacan al organismo del
niño. Entre las primeras causas se pueden agrupar a los
problemas cromosómicos y metabólicos (debido a que
estos tienen a la base un problema en un gen), y entre las
segundas causas se pueden incluir a los traumas y a las
infecciones e intoxicaciones.
- Causas remotas del retraso mental:
- Problemáticas heredadas: Anomalías
cromosómicas y metabólicas - Problemáticas no heredadas: Traumas e
infecciones e intoxicaciones
Ahora bien, tanto las causas heredadas como las no
heredadas, parecen provocar a la larga una problemática en
la función
cerebral, ya sea atacando directamente a las partes del cerebro
(como las meninges, hipófisis, etc.) o sino atacando a las
neuronas. Los mecanismos para hacerlo son muy diferentes,
dependiendo de la problemática que los subyaga. Sin
embargo, como repito, independientemente del proceso, al
final quien se ve afectado es el cerebro mismo, produciendo
así retardo mental moderado.
Para ver el grafico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
¿Qué procesos
pueden llegar a atacar algunas partes del cerebro y por tanto
causar el retardo mental moderado?
Muchos procesos,
trataré de explicarlos a continuación, comenzando
por el proceso de las intoxicaciones e infecciones, luego el
proceso de los cromosomas y el metabolismo, para finalizar con el
proceso de los traumas.
Para ver el grafico seleccione la
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Las intoxicaciones y las infecciones afectan a algunas
partes del cerebro de diferentes maneras: A veces por medio de
microorganismos, los cuales a veces atacan directamente las zonas
del cerebro (como las meninges por ejemplo, provocando
meningitis) o a veces a las neuronas, provocando problemas en la
conexión celular.
¿Cómo puede afectar la conexión
celular? El microorganismo, por ejemplo, puede penetrar en la
placenta e infectarla, inhibiendo el movimiento
celular. Además de los microorganismos, las intoxicaciones
pueden atacar las células nerviosas destruyéndolas
completamente. ¿Cómo pueden ser destruidas las
neuronas? A veces algunos anticuerpos penetran en la sangre del
feto y comienzan a destruir glóbulos rojos por lo que el
oxígeno de la sangre se acaba. Cuando esta sangre
defectuosa llega al cerebro, no proporciona el oxígeno
necesario para que las células vivan, provocando su
muerte.
Ahora bien, los ataques a las neuronas y otras zonas
cerebrales, pueden deberse no sólo a infecciones e
intoxicaciones, también pueden ser causadas por problemas
en cromosomas y en genes (afectando el metabolismo). Veamos el
proceso:
Los cromosomas pueden afectar directamente a algunas
zonas cerebrales como la hipófisis y la tiroides, debido a
la presencia de un par de cromosomas más (como en el
síndrome down y el de Klinefelter por ejemplo).
También los cromosomas pueden afectar a las células
nerviosas, ya sea causando problemas en la conexión
celular (debido a que provocan anomalías en las dendritas)
o también provocando anomalías en su número
y distribución.
Los genes también pueden atacar a las
células nerviosas, destruyéndolas poco a poco. Este
proceso se da mediante anomalías metabólicas: A
veces no existen ciertas enzimas que
permiten que el proceso metabólico se dé
normalmente, esto permite que se acumulen sustancias
tóxicas en algunos líquidos cerebrales e incluso en
las células. Esto poco a poco va envenenando el cerebro y
destruyendo a las neuronas.
Para ver el grafico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Para finalizar, los ataques a las células
nerviosas y a otras zonas del cerebro que provocan el retraso
mental moderado, pueden ser causadas también por traumas.
Como ya se mencionó en la etiología el trauma
más común es la anoxia. El proceso por el cual la
anoxia causa retardo mental es muy simple: la falta de
oxígeno en las células nerviosas hacen que estas
comiencen a morir rápidamente.
De esta forma podemos observar como el retraso
mental moderado tiene como causa directa aquellos
anomalías en la función cerebral derivados de
problema en las células o en algunas zonas del cerebro.
Estas anomalías pueden ser causadas por genes y cromosomas
(causas heredadas) o por traumas e infecciones e intoxicaciones
(causas no heredadas). Los procesos por los cuales se llega a
esto son múltiples.
En el siguiente esquema se presenta resumido el
proceso.
Como ya se ha mencionado, para diagnosticar el retraso
mental no sólo debe tomarse en cuenta el CI del individuo,
sino también su comportamiento
adaptativo y el inicio del trastorno. Por esto mismo, para poder
detectarlo, se deben recurrir a aquellos instrumentos que
evalúen estas áreas y nos permitan diagnosticar el
retraso mental y su nivel. De esta forma, hay instrumentos que
miden el CI y otros que evalúan el comportamiento
adaptativo. Antes de explicar cada uno de los instrumentos, es
pertinente señalar que no existen evaluaciones distintas
para cada nivel de retraso, son exactamente las misas. A partir
de ellas es que se diagnostica dicho nivel.
Instrumentos de evaluación de la
inteligencia
El principal instrumento para diagnosticar el retraso
mental son las pruebas de CI
actualmente disponibles. Muy comúnmente se utilizan las
escalas de Binet y las de Wechsler, las cuales miden diferentes
capacidades, como también la capacidad general
(Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Veamos a continuación estas escalas:
Las escalas de Binet:
Alfred Binet es el creador de los primeros tests de
inteligencia. Su escala original
de 1905 consistía en 30 tareas de contenido diverso que se
hacían progresivamente más difíciles. En
1908 se reviso la escala y se
ordenó según la edad. Este tipo de ordenamiento
reflejaba la idea de que el desarrollo mental aumentaba con la
edad desde la niñez (Wicks-Nelson e Israel A.,
1997).
A partir de la prueba se obtienen algunos datos que
servirán para obtener el coeficiente intelectual. En
primer lugar la prueba determina el nivel cognoscitivo que el
niño alcanza en ella (este nivel cognoscitivo se conoce
como Edad Mental). Para obtener el CI se divide la edad mental
(EM) entre la edad cronológica del niño (EC) y
luego se multiplica por 100 a fin de eliminar decimales (Davison
y Neale, 1980).
En 1911, justo antes de la muerte de
Binet, se publicó una nueva modificación de la
escala en la que se añadían y refinaban algunas
tareas específicas. La fiabilidad de la prueba se
comprobó sometiendo a grupos de
niños a los tests y posteriormente volviéndose a
someter los mismos niños a los mismos tests. La validez se
determinó comparando las puntuaciones de los niños
con otros criterios sobre su capacidad, tales como la
valoración de los profesores de su rendimiento escolar
real (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Las escalas de Wechsler
Los tests de inteligencia de Wechsler se utilizan
ampliamente y están basados en el trabajo
original de David Wechsler. En la actualidad existen tres
instrumentos, uno para adultos y dos para niños: La
wechsler adult Intelligence scale (WAIS-R), la Wechsler
Intelligence Scale for Children (WISC-III) para niños de
seis a dieciséis años, y la Wechsler Preschool and
Primary Scale of Intelligence (WPPSI) para niños de cuatro
a seis años (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Todas las escalas tienen el mismo formato. Constan de
varios subtests cada uno de los cuales contiene ítems que
van siendo progresivamente más difíciles. El
niño tiene que contestar a todos los ítems que
pueda en cada uno de los subtests, los cuales están
diseñados como tareas verbales o de rendimiento. Las
escalas de Wechsler permiten calcular tres CI de
desviación: un CI verbal, un CI de rendimiento y un CI de
la escala completa que los combina (Wicks-Nelson e Israel A.,
1997).
Tanto en la escala de Binet como en la de Wechsler, la
calibración de las pruebas es tal que un CI de 100 es el
término medio. Se estima que si el CI de la persona no llega
a 70 (dos desviaciones estándar debajo de la media) sufre
de retraso mental (ver la siguiente gráfica).
(Martin, B. 1985)
Tests de inteligencia para niños
pequeños
Debido a que se considera importante detectar
precozmente el retraso mental –sobre todo para los casos de
retraso moderado, grave o profundo-, se han hecho esfuerzos por
evaluar a niños pequeños. Existen varios tests,
entre los cuales se encuentra la Bayley Scales of Infant
Development-II, que abarca edades de uno a cuarenta y dos meses.
El rendimiento de este test se denomina
coeficiente de desarrollo y no CI. Este tipo de tests pone mayor
énfasis en el funcionamiento sensoriomotor y menos en
el lenguaje y
abstracción (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Más adelante analizaremos qué tan
confiables, estables y predictivos son estos test de
inteligencia y cuáles son los riesgos de
utilizarlos para diagnosticar el retraso mental
Instrumentos de evaluación del comportamiento
adaptativo
Además de la medición del CI, la AAMR designa una gran
importancia a la evaluación de la conducta
adaptativa al determinar el nivel del retraso mental. Describe
dos facetas de la conducta
adaptativa: a) el grado en el que el individuo es capaz de actuar
y de sostenerse independientemente, b) el grado en que cumple de
manera satisfactoria las exigencias de responsabilidad personal y social que le impone su
medio cultural (Heber, 1961, citado en Davison y Neale,
1980).
Las normas de
conducta adaptativa varían de acuerdo a la edad, por lo
que las evaluaciones de independencia personal y responsabilidad
social deben ser correspondientes a la edad
cronológica de la persona.
Son pocas las pruebas objetivas que evalúan la
conducta adaptativa. Entre éstas es de especial utilidad la
Escala Vineland de Madurez social y la escala del comportamiento
adaptativo de la AAMR, veamos cada una de ellas:
Escala Vineland de Madurez Social
Es la mejor medida que se dispone en la actualidad y
está basada en el test que Edgar Doll construyó
para medir la competencia
social. Sparrow, Balla y Cicchetti revisaron ese test y
construyeron así la Escala Vineland de madurez social.
Existen tres versiones diferentes: Dos de ellas consisten en
entrevistas
semiestructuradas para padres y otras personas que cuidan de los
niños, las cuales pueden utilizarse desde el nacimiento
hasta los 18 años de edad. La tercera versión
consta de ítems que van dirigidos a los profesores de los
niños de tres a doce años de edad (Wicks-Nelson e
Israel A., 1997). Todas estas escalas constan de 117 actividades
agrupadas en 8 categorías de conducta, las cuales abarcan
cuatro áreas del comportamiento: comunicación,
habilidades para la vida cotidiana, socialización y habilidades motoras
(Davison y Neale, 1980).
Escalas del comportamiento de la AAMR
La Asociación Americana sobre el retraso mental
elaboró la Escala de Conducta Adaptativa, diseñada
para proporcionar información respecto a la manera en que el
individuo mantiene su independencia personal en la vida cotidiana
y cumple con las expectativas sociales de su ambiente
(Nihira y otros, 1969, citado en Davison y Neale, 1980). Las
revisiones más recientes se denominan Adaptative Behavior
Scales-residential and community (ABS-RC) y Adaptative Behavior
Scales-School Edition (ABS-SE). La primera se basa en el
rendimiento de personas con discapacidades evolutivas y examina
una amplia gama de comportamientos en personas desde los tres
años de edad hasta adultos. Profundiza en cinco factores:
autosuficiencia personal, autosuficiencia en la comunidad,
responsabilidad personal y social, ajuste social y
ajuste personal. La ABS-SE es parecida a la primera en cuanto a
las áreas de comportamiento e información que se obtiene, pero
está diseñada para personas entre tres y
dieciséis años, sobre todo con niveles leves y
moderados de retraso (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Más adelante analizaremos los puntos
débiles de las escalas del comportamiento adaptativo
aquí descritas.
Luego de determinar el nivel de retraso mental que el
niño posee, es necesario tratarlo. A continuación
se explicarán los diferentes tratamientos de los que se
puede disponer para tratar el retraso mental moderado.
Debido a que el retraso mental moderado se debe
especialmente a causas orgánicas específicas, el
niño nunca puede llegar a recuperarse y rara vez puede
llegar a fortalecer el funcionamiento intelectual. Sin embargo
existen formas de tratamiento que, aunque no van encaminadas a
resolver el trastorno, sí pueden trabajar con los
síntomas médicos y conductuales del retrasado, y
también con aquellos aspectos psicológicos y
emocionales que los acompañan. Veamos los principales
tratamientos de los que se dispone actualmente:
Medicación
Los medicamentos van dirigidos a tratar los
síntomas médicos y conductuales de los retrasados
mentales, debido a que no existen medicinas que fortalezcan el
funcionamiento intelectual. Las medicinas psicotrópicas
pueden aliviar muchos problemas del comportamiento que coexisten
con el retraso moderado, incluyendo la ansiedad, los trastornos
afectivos, la sobreactividad, las conductas de agresión,
el comportamiento psicótico entre otros (Wicks-Nelson e
Israel A., 1997). Sin embargo es de señalar que el uso de
estas sustancias psicotrópicas debe utilizarse con
cuidado, debido a que cada persona retrasada es diferente, por lo
que se necesita una evaluación minuciosa. El tratamiento
debe hacerse bajo supervisión cuidadosa y deben detectarse
los posibles efectos secundarios en estos
niños.
Psicoterapia individual, grupal y
familiar
Como ya se mencionó anteriormente, la
aplicación de la psicoterapia a personas retrasadas no
está destinada a eliminar el retraso moderado mismo, sino
más bien a fomentar el máximo la eficiencia de la
conducta y el desarrollo de la personalidad
(Sarason, I. 1975). Para tratar el retraso mental moderado se
pueden incluir las terapias individuales "habladas", debido a
que, a pesar de que estos niños presentan problemas del
lenguaje,
pueden llegar a expresarse verbalmente, a diferencia del retraso
mental grave y profundo. Sin embargo, este tipo de terapias puede
necesitar de alguna modificación. Por ejemplo el tipo de
terapia debe ser directiva, con objetivos
específicos determinados; el lenguaje
debe ser muy claro y sencillo y pueden utilizarse técnicas
no verbales ante dificultades de comunicación (como por
ejemplo juegos).
(Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Con respecto a las terapias grupales, el centro de
atención se enfoca en la familia. El
contacto con los padres puede ser importante para ayudarles a que
se adapten a su hijo. Muchas veces los padres de niños con
retraso mental no pueden afrontar eficientemente el problema, lo
cual repercute en el desarrollo futuro del niño. Incluso
algunos autores llegan a afirmar que muchas personas con defectos
mentales están más incapacitadas por sus
dificultades emocionales que por su déficit intelectual
(Noyes, A, 1975). Por esto mismo, la terapia grupal familiar es
de importancia significativa a la hora de tratar el retraso
mental. Algunos autores también sugieren que el tipo de
terapia grupal puede llevarse a cabo con otras familias, las
cuales pueden ofrecer oportunidades de aprender los unos de los
otros, compartir sentimientos y fomentar la independencia en los
que sean retrasados. (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
Modificación de la conducta:
La innovación más importante en el
tratamiento del retraso ha sido la aplicación de técnicas
conductuales. Este tipo de tratamiento hace hincapié en
fomentar el desarrollo social
de los niños retrasados y en las maneras mejoradas de
enseñarles destrezas y conceptos. (Sarason, I. 1975). En
primer lugar el terapeuta debe identificar la conducta que el
individuo necesita aprender (por ejemplo hacer una llamada,
amarrarse los zapatos, vestirse, etc). Luego debe identificar la
clase y el número de respuestas que constituyen la tarea y
luego se hace una demostración de cada respuesta. Cuando
el niño intente ejecutarla deben utilizarse elogios y
fichas, o
pueden ser de utilidad
reforzadores tangibles (Sarason, I. 1975).
Este tipo de técnicas conductuales no solo se han
centrado en entrenar a los retrasados mismos, sino también
a los padres. "Si los padres y maestros pueden aprender a ser
más eficaces en la aplicación de técnicas de
manejo conductual, podrían facilitar significativamente
los progresos de los necesitados de ayuda" (Sarason, I. 1975).
Con la utilización de estas técnicas se ha tenido
un gran éxito
como ayuda a los niños retrasados, a quienes a menudo se
les consideraba incapaces de aprender. Sin embargo Rita
Wicks-Nelson nos aclara que esto no significa que la
aplicación de tales técnicas es sencilla, al
contrario, "requiere de habilidad, esfuerzo y
perseverancia".
Hay muchos vacíos con respecto a la
etiología, detección de patogénesis,
evaluación y tratamiento del retraso mental moderado, a
pesar de que es un trastorno que se viene estudiando desde hace
muchos siglos.
Como ya se mencionó, la medicina ha contribuido
grandemente a investigar la etiología del retraso mental,
determinando así muchos factores que pueden causarlo. Sin
embargo aun no se conoce la causa verdadera del retraso mental
moderado –en realidad no se conoce la causa principal en
ningún tipo de retraso-. Lo único que se ha
encontrado son factores heterogéneos, sin cuadros
clínicos bien definidos. Incluso algunos autores llegan a
mencionar que, con mucha frecuencia, las causas del muchos de los
tipos de retraso mental moderado aun no se conocen. En este
sentido es un reto seguir investigando las causas y sobre todo
relacionarlas, encontrando factores comunes para determinar
así la verdadera génesis del retraso
mental.
En cuanto a la evaluación el problema más
importante radica en las pruebas mismas para diagnosticar el
retraso mental. Por ejemplo, las pruebas de CI tradicionales
plantean ciertos problemas: La mayoría de ellas no han
sido estandarizadas o institucionalizadas para aplicarlas a cada
tipo de razas y poblaciones. Por otro lado estas pruebas han sido
revalidadas para puntuaciones de CI menores de 70; los individuos
con bajo rendimiento intelectual no estuvieron adecuadamente
representados en los grupos que
respondieron las pruebas cuando las escalas de medición fueron estandarizadas (Davison y
Neale, 1980). Por otro lado las pruebas más confiables que
miden CI (Binet y Wechsler) no han sido elaboradas teniendo en
cuenta otros problemas de los retrasados mentales que pueden
contribuir a la mala ejecución en ellas. Por esto mismo,
ya que las pruebas de CI son las más importantes a la hora
de diagnosticar el retraso mental, deben ser evaluadas
constantemente a fin de construir pruebas cada vez más
confiables, estandarizadas, cuyos resultados reflejen realmente
una baja inteligencia y no otros problemas de
ejecución.
Con respecto a las pruebas que determinan la conducta
adaptativa, los vacíos que presentan son muchos,
posiblemente por su reciente elaboración, vacíos
que radican especialmente en cuanto a su confiabilidad y validez
(Davison y Neale, 1980).
En cuanto al tratamiento existen muchos vacíos.
El problema más importante es que, como ya se
mencionó anteriormente, los tratamientos no van
encaminados a eliminar el retraso mismo, sino a fomentar al
máximo la eficiencia de la
conducta y el desarrollo de la
personalidad de los retrasados mentales. Esto se debe a que
–hasta ahora- se cree que el retraso mental moderado no
puede ser eliminado porque las problemáticas que aparecen
parecen ser irreversibles. Posiblemente esto sea cierto, pero
cabría pensar que –ya que no se conoce la verdadera
causa del retraso mental- tampoco se tiene por ahora el
tratamiento que lo erradicaría. Por tanto, los retos que
plantea el tratamiento del retraso mental podrán ser
solucionados siempre y cuando se encuentre primero la
patogénesis de este trastorno.
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comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el
diagnóstico. Madrid: Organización mundial de la Salud. - Davison G y Neale J. (1980) Psicología de la
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Karen Alas Salguero