¿Pánico, histeria o algo
cotidiano?
- El coordinador de
emergencia - Estimación de la
llamada - El grupo de
búsqueda - Las
evacuaciones - La explosion
- El reingreso a la zona
amenazada - Consideraciones
finales - Bibliografía
consultada - Anexo I: formulario de apuntes.
amenaza telefónica - Anexo II: plan típico de
un piso - Anexo III informe típico
sobre amenaza de bomba
Ante el aviso de colocación de un artefacto
explosivo, debe ponerse en movimiento una
serie de actividades y conductas previamente establecidas en un
detallado plan que
contemple tanto los distintos niveles de responsabilidad y funciones, como
el procedimiento
telefónico, los grupos de
búsqueda, las evacuaciones y reingresos, y el informe final de
la operación.
Atravesamos épocas difíciles, donde el
terrorismo
se ha multiplicado ciento por ciento en los últimos
años. La amenaza de atentado, la colocación de
una bomba era antes cosa casi desconocida; ahora, en las
grandes zonas metropolitanas, los organismos del orden
público reciben casi como promedio una llamada diaria y
cada día aumenta la pericia de los terroristas, tanto en
la fabricación de artefactos como en el ocultamiento de
los mismos, multiplicándose en forma astronómica
las pérdidas laborales, los daños y perjuicios,
los heridos y los muertos.
Tanto el personal como
las instalaciones son vulnerables. La mejor defensa es la
elaboración cuidadosa de un plan y a la
medida de la
organización. Deberá formar parte de la
planificación general para casos de
incendios,
inundaciones, sismos y
otra clase de emergencias, pues entre ellas puede encontrarse
una amenaza de bomba.
Dicho plan tendrá que ser consultado con los
expertos en desactivación de explosivos (Sección
Desactivación de Explosivo de GNA, brigadas de
Explosivos de Fuerzas Policiales o de Seguridad)
quienes podrán reforzar y refinar lo propuesto. En su
esencia el plan será muy sencillo, se tratará de
obtener de la amenaza la mayor cantidad de datos posible,
para poder
transmitirlos a los agentes del orden público antes
mencionados, los que podrán formarse un juicio sobre la
amenaza, que permitirá realizar una búsqueda en
las instalaciones y en los terrenos aledaños.
Parecerá sencillo y podrá serlo si se está
preparado, pero recordamos que "…para que el plan
funcione tendrá que haber un
responsable".
2. EL COORDINADOR
DE EMERGENCIA
Las bombas
podrán matar y mutilar, pero también lo
podrá hacer el pánico; entonces la emergencia
tendrá que estar bajo control o
podrá sobrevenir el caos. La misma deberá estar a
cargo de un director o coordinador, el que pondrá el
plan en acción y estará capacitado para tomar
decisiones. El coordinador tendrá que contar con
suplentes designados, de manera que siempre haya alguien que
dirija la situación. Todas en las empresas u
organismos deberán saber quienes son estas personas y
tratarán de ponerse en contacto de inmediato con ellas.
Será conveniente publicar en un lugar bien visible sus
nombres y teléfonos internos, para que el resto del
personal pueda
ponerse en contacto con ellos sin titubeos no demoras. El
coordinador organizará los grupos de
búsqueda con asignación de sectores en donde
éstos tendrán responsabilidad directa.
Ha habido casos en que telefonistas imperturbables,
habituadas a enfrentar llamadas sospechosas, se han
descontrolado totalmente ante la palabra bomba. Debe tenerse
en cuenta que la llamada telefónica será el
único contacto con el terrorista, la única
posibilidad donde se podrán obtener datos
indispensables. Todo aquel que pudiera recibir una amenaza
tendrá que conocer el procedimiento
telefónico.Saber que se podrán conseguir más
datos que la simple advertencia, ya que aunque pareciera
extraño, muchas veces contestará preguntas,
pues el terrorista puede pretender que se conozca su
hazaña.Se tratará de averiguar lo
siguiente:¿Cuándo? –
Preguntará: ¿Cuándo
estallará?¿Dónde? –
Preguntará: ¿Dónde
está?..¿Dónde buscaremos?¿Qué? – Preguntará
¿Qué forma tiene?
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