A Carlos Prebble, que en febrero
ernprendi6 el ultimo viaje
Presentación
"El Viaje" es el segundo capítulo del libro
INMIGRACION Y LITERATURA, publicado originariamente en
Monografias.com. La actualización del libro completo puede
leerse en http://
inmigracionyliteraturaellibro.blog.arnet.com.ar/ (Gonzalez Rouco,
María Inmigración y literatura – 1a ed. – Bu : el
autor, 2006. Internet. ISBN 987-05-0738-7 1.
Investigación Periodística. I. Título CDD 070.44.
Prólogo por Sebastián Jorgi).
Fue transcripto parcialmente por Lorena Amaro Castro et
al., en Lenguaje y Comunicación, libro para 3r. año de
educación media (Santiago de Chile, Santillana del
Pacífico, 2005).
Prólogo
Indagar sobre la Inmigración en América es una
cuestión nada sencilla, si se tiene en cuenta la
multiplicidad de factores que afrontaron los inmigrantes del
Viejo Mundo. Aunar, analizar, desentrañar los motivos que
llevaron a esos viajeros a embarcarse hacia América,
requiere un acopio de material diverso y una inserción
teleológica por parte de María González Rouco que
al lector le producirá asombro. Es que esta impresión
es la que me ha acometido ya en las primeras páginas de esta
sólida investigación. La autora, nieta de gallegos y
bisnieta de lombardos, no ha escatimado esfuerzo al
consustanciarse con una amplísima bibliografía,
sobrepasando la Historia misma para entrar en el mundo de la
ficción y de la poesía, como podrá apreciarse por
la cantidad de notas al final de cada capítulo. Novelas,
cuentos, poemarios, artículos de diarios y revistas,
serán expuestos textualmente, y, al mismo tiempo, con una
óptica objetiva, de los que el lector irá deduciendo
conclusiones propias. Para darse una idea y sopesar la
importancia de este trabajo, tras el primer capítulo, la
bibliografía alcanzará a ochenta y dos notas.
Judíos, gallegos, italianos, húngaros, rusos,
irlandeses, estarán contemplados por el ojo avizor, sagaz y
preciso en la contemplación, de María González
Rouco, como viendo y comprendiendo el sentir de esos inmigrantes,
indefensos, desprovistos de todo, que parecen estar entrando al
puerto de Buenos Aires. Y digo "parecen" porque el tono
admirativo de la autora implica, además de una vasta gama de
contextos, una sensación de presencialidad: el dolor por el
desarraigo de esos inmigrantes es uno de los motivos de esta
investigación.
Ver y comprender trasunta una identificación con
las vicisitudes por las que irían a atravesar esos seres:
marginaciones, explotación, enfermedades, muerte de
niños. Es que me estoy refiriendo al sentir de María
González Rouco, que se traduce en un homenaje a los
inmigrantes que no tiene precedentes, ya que ha indagado en los
escritores más representativos de la literatura argentina y
ha puesto en escena secuencias narrativas y poemas emocionantes
alusivos a la inmigración. No nos olvidemos que
muchos de estos escritores fueron inmigrantes y otros,
descendientes, herederos de esa epopeya, testigos insoslayables.
María González Rouco ha saltado por el cerco
inesquivable del ya clásico Los gauchos judíos de
Alberto Gerchunoff –libro de "cabecera" de
nuestra literatura argentina- y ha compendiado una cantidad
apreciable de obras –muchas olvidadas-, estructurando una
investigación abarcante. Así, motivos, viajes,
costumbres y comidas, las primeras actitudes de asombro por parte
de esos seres que se habían lanzado a una extraordinaria
aventura, se irán presentando con una escritura grácil
y un vuelo periodístico que agiliza la lectura. Otro
mérito es el haber incorporado narradores recientes y a
escritores de valía que están injustamente marginados
de los circuitos comerciales de las editoriales de mayor
marketing. La reproducción del Manual de inmigrantes
italianos –al referirse la autora al Hotel de Inmigrantes-
es conmovedora, como así también la travesía del
húngaro judío Lajos Fehér, que consigue un
pasaporte falso para embarcarse en el Augustus. Otro testimonio
que sacude los cimientos es el de José Wanza, un inmigrante
que se establecerá en Tucumán: "En Buenos Ayres no he
hallado ocupación y en el Hotel de Inmigrantes, una inmunda
cueva sucia, los empleados nos trataron como si hubiésemos
sido esclavos".
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