Indice
1.
Introducción
2. Insulina humana
3. Tipos de diabetes
4. Síntomas de la
diabetes
5. Complicaciones de la diabetes
descompensada
6. Estado De Coma
7. Tratamientos actuales para
la diabetes
8. Biología molecular
y diabetes
9.
Conclusión
10.
Bibliografía
Este trabajo tiene como objetivo
presentar a la diabetes en la
mayoría de sus aspectos. La primera parte trata de las
características generales de la enfermedad,
las complicaciones que acarrea su desarrollo en
un individuo y los tratamientos actuales.
La segunda parte del trabajo estudia los distintos caminos que se
están buscando y descubriendo para conocer más
sobre la enfermedad y así proponer nuevos tratamientos, y
por qué no, la cura definitiva. También está
incluida la posibilidad de detección precoz con el
objetivo de
evitar directamente su desarrollo.
La información es muy variada, por tratar
distintos temas. Es una recopilación de datos de fuentes
diferentes, y, en la segunda parte, toda la información es de fines del año 1999
a la fecha actual, ya que los descubrimientos en biología molecular y
medicina son
constantes, y cada vez más completos.
La diabetes es una
enfermedad muy compleja, y que tiene muchas clasificaciones
internas. Yo me limito en este informe a la
diabetes tipo I (insulino-depediente), porque aunque no es la
más común, es la que más complicaciones
produce y la más difícil de controlar.
Además, los factores que la provocan son principalmente a
nivel genético, por lo cual es inevitable todavía.
De todas formas describo también a los otros tipos, pero
en la parte de investigación me remito sólo a los
datos
relevantes para la tipo I.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes mellitus humana es una compleja enfermedad
metabólica en la que el organismo afectado no es capaz de
asimilar en medida suficiente la glucosa aportada por la nutrición, por lo que
los niveles sanguíneos de este azúcar
se elevan por encima de los límites
fisiológicos normales, con la consiguiente
manifestación de síntomas de mayor o menor
gravedad.
Es una enfermedad crónica, actualmente incurable y,
generalmente evolutiva. Sin embargo puede ser abordada con un
tratamiento constante, que bien llevado, permite al paciente una
vida plena y útil.
Si la diabetes no es controlada adecuadamente, puede llevar a
serias complicaciones médicas como enfermedades
cardíacas, problemas
circulatorios, nerviosos y problemas
renales, en los ojos y en los miembros, entre otros. La forma de
evitar estas complicaciones es el control diario de
la enfermedad.
Más que una entidad única, la diabetes es un
grupo de
procesos con
causas múltiples, que hasta pueden afectar la psicología del
enfermo.
Ese déficit puede ser mínimo o puede ser total, con
todos los grados intermedios. Pero todos, en mayor o menor
cuantía, tienen comprometida su salud, sus posibilidades de
vivir sin padecimientos físicos y probablemente ver
acortada su existencia. Todas estas posibilidades negativas
pueden ser corregidas con un tratamiento adecuado y una conducta
disciplinada.
¿Qué es ser diabético?
Es diabético todo aquel individuo en el que su organismo
no dispone de suficiente acción de una hormona, la
insulina, por un período más o menos largo de
tiempo y que
muchas veces es permanente. Por lo tanto, es un individuo que ha
perdido en mayor o menor grado su capacidad de utilizar
apropiadamente, en cantidad y oportunidad, los nutrientes
indispensables para una correcta función
orgánica. No es por falta de aporte de estos nutrientes,
sino por carecer de la coordinación adecuada y el estímulo
suficiente, para el uso correcto las de los mencionados alimentos.
Glucosa:
Los hidratos de carbono son
utilizados por las células en
forma de glucosa, un azúcar
monosacárido de fórmula
C6H12O6. La glucosa es la
principal fuente de energía del organismo. Se encuentra en
la miel, en el jugo de numerosas frutas y en la sangre de los
animales. Es
un sólido cristalino de color blanco,
algo menos dulce que el azúcar destinado al consumo. Las
disoluciones de glucosa giran el plano de polarización de
la luz a la derecha;
de ahí el otro nombre alternativo dextrosa (del
latín dexter, 'derecha'). La glucosa cristaliza en tres
formas diferentes y cada una de ellas gira el plano de
polarización de la luz en distinto
grado.
Tras su absorción desde el intestino delgado, la glucosa
se procesa en el hígado, que almacena una parte como
glucógeno, (polisacárido de reserva y equivalente
al almidón de las células
vegetales), y el resto pasa a la corriente
sanguínea.
Páncreas:
El páncreas es una glándula sólida en forma
de pez, localizada transversalmente sobre la pared posterior del
abdomen, detrás del estómago. Su longitud oscila
entre los 15 y 20 centímetros, tiene una anchura de unos
3,8 cm y un grosor de 1,3 a 2,5 cm. Pesa 85gr, y está
dividido en una cabeza (localizada en la concavidad del duodeno
llamada asa duodenal), un cuerpo y la cola. El páncreas
tiene una secreción exocrina y una endocrina. La
secreción exocrina está compuesta por un conjunto
de enzimas que se
liberan en el intestino para ayudar en la digestión: es el
jugo pancreático. La secreción endocrina, la
insulina, es fundamental en el metabolismo de
glúcidos en el organismo. La insulina se produce en el
páncreas en grupos
pequeños de células especializadas denominados
Islotes de Langerhans.
El páncreas humano segrega una hormona denominada insulina
que facilita la entrada de la glucosa a las células de
todos los tejidos del
organismo, como fuente de energía. En un diabético,
hay un déficit en la cantidad de insulina que produce el
páncreas, o una alteración de los receptores de
insulina de las células, dificultando el paso de glucosa.
De este modo aumenta la concentración de glucosa en la
sangre y
ésta se excreta en la orina.
La insulina es un polipéptido (proteína)
de 51 aminoácidos y de un peso molecular de 6000. Es un
dímero porque está compuesta por dos cadenas
polipeptídicas. Es una hormona que es producida y
segregada por las células beta, que se encuentran
agrupadas en el páncreas (grupos de un
millón de células aproximadamente) bajo el nombre
de Islotes de Langerhans. Se la denominó insulina por el
latín insula, "isla", ya que se produce en los islotes de
Langerhans.
En el organismo normal, la insulina mantiene la glucosa
sanguínea a un nivel satisfactorio (normoglucemia),
previene su aumento o lo corrige, e influye en la producción y el consumo de
glucosa.
Cuando las concentraciones de azúcar en la sangre son
bajas, el páncreas libera glucagón, que
actúa contrariamente a la insulina, estimulando la
degradación de glucógeno y la liberación de
glucosa del hígado. Cuando las concentraciones de glucosa
en la sangre son elevadas, el páncreas libera insulina,
que elimina la glucosa del torrente sanguíneo.
Influye en el consumo de glucosa estimulando a los receptores de
las células a captarla.
Acciones de la insulina:
- Produce hipoglucemia, mantiene la normoglucemia y
previene y corrige la hiperglucemia y los estados
diabéticos. - Incrementa la utilización de la glucosa de los
tejidos. - Acrecienta la transferencia de la glucosa al interior
de las células. - Aumenta la formación de grasas (glucosa a
ácidos
grasos), e inhibe el pasaje de grasas a ácidos
grasos. - Transforma la glucosa en glucógeno
hepático (anticetogénesis) y muscular y acelera
el proceso
(efecto glucogenético). - Permite la síntesis
de péptidos (proteínas) a partir de
aminoácidos. - Disminuye la gluconeogénesis
proteica. - Hace descender el fósforo inorgánico y
el potasio del suero.
Los diabéticos carecen de insulina, por lo que no
se producen las anteriores acciones.
Por falta de insulina en el organismo diabético se
establece:
- Impedimento para que la glucosa pase a dióxido
de carbono y
agua; - Dificultad para el pasaje de glucosa a ácidos
grasos; - Disminución de la formación de
glucógeno hepático y muscular.
Hay un porcentaje de diabéticos que carece
absolutamente de la capacidad de producir insulina por sí
mismos. El aprovechamiento de los glúcidos es primordial
en el organismo ya que es nuestra forma de energía, por lo
que la falta de insulina es totalmente incompatible con la vida.
Es por eso que estos diabéticos son llamados
insulinodependientes, ya que requieren obligatoriamente la
aplicación de dosis inyectables de insulina, elaboradas a
partir de páncreas vacunos.
Etiología (causas):
En general, puede afirmarse que los factores que intervienen en
la génesis de la diabetes son múltiples, complejos,
y que a menudo se asocian con características variables de
acuerdo con su acción e intensidad, ya que actúan
en gran medida en función
del tiempo.
Prediabetes (predisposición genética):
El estado
prediabético está ante todo íntimamente
relacionado con el grado de predisposición genética,
que puede asumir varios aspectos.
Las anomalías y enfermedades hereditarias
pueden deberse a diferentes causas. Destacan entre ellas las
variaciones en el número y estructura de
los cromosomas.
También pueden registrarse mutaciones aparecidas
espontáneamente en hijos de personas sanas tales
mutaciones pueden dar lugar a la mayoría de las
enfermedades hereditarias, propiamente dichas). Por último
ha de considerarse también la coexistencia desfavorable de
varios genes, ninguno de los cuales por sí solo es
patógeno. En este último grupo se
incluyen las heredopatías complejas o multifactoriales, en
el que está incluida la diabetes.
Es posible decir que no se trata de una sola entidad, sino de un
grupo de trastornos genéticamente heterogéneos cuya
característica común es la intolerancia a la
glucosa. El concepto de
heterogeneidad genética significa que diferentes factores
etiológicos genéticos (a los que de alguna forma
modifica el ambiente) dan
lugar al mismo fenotipo. Existen más de 60 alteraciones
genéticas entre cuyas manifestaciones figura la
intolerancia a la glucosa y, en algunos casos, la diabetes
clínica, lo que demuestra que las mutaciones en diferentes
locus puede producir intolerancia a la glucosa.
La diabetes puede originarse en la herencia de una
mezcla de genes "predispuestos", particularmente cuando se
combinan con factores exógenos, como la dieta y la falta
de actividad física con obesidad
consiguiente (la obesidad puede
desempeñar un papel negativo
en la estimulación de la aparición de esta
enfermedad). Si como se admite generalmente, la tendencia a la
diabetes se hereda como un gen recesivo mendeliano, el hijo de
dos padres diabéticos (homozigotos) o el gemelo
monocondrial o univitelino (gemelo idéntico) de un
individuo diabético serían ya de entrada
prediabéticos y si vivieran largo tiempo
manifestarían su diabetes.
La diabetes puede afectar a toda una familia. Es
más probable que se diagnostique una diabetes en el
hermano o hermana de una persona
diabética que en el resto de la población. Las posibilidades de que se
desarrolle la enfermedad son del 60 % cuando solamente es
diabético uno de los padres y un abuelo o un tío;
del 40 % cuando un padre es diabético y también lo
es un primo de primer grado; del 22 % cuando uno solo de los
padres es diabético o son diabéticos los abuelos;
del 14 % si sólo es diabético un abuelo, y del 9 %
si es diabético un primo hermano.
Obesidad:
La diabetes está relacionada con la obesidad debido a la
gran frecuencia de la enfermedad entre adultos obesos. Un 70% a
80% de los diabéticos mayores de cuarenta años han
sido obesos antes del comienzo de la enfermedad.
Esta situación exige una mayor secreción de
insulina, ya que los obesos ingieren una mayor cantidad de
carbohidratos,
lo que conduce al agotamiento de las células de los
Islotes de Langerhans, quedando el trastorno como definitivo. La
diabetes es diez veces más frecuente entre personas con un
25% de sobrepeso. La predisposición aumenta con el grado
de obesidad.
Destrucción del páncreas:
La destrucción progresiva de los Islotes de Langerhans
puede ocasionar diabetes. Asimismo la diabetes puede sobrevenir
como secuela de necrosis pancreáticas agudas, o de
pancreatitis subagudas o crónicas a repetición.
Los siguientes son agentes agresivos para los Islotes:
- Aloxano: es una sustancia derivada de la pirimidina,
que produce una lesión química selectiva
de las células beta. - Mantenimiento de una elevada concentración de
azúcar en sangre por tiempos prolongados. - Ácido dehidroascórbico.
Factor inmunitario:
La diabetes tipo I, es considerada un trastorno autoinmunitario
crónico porque las células beta se convierten en
blancos del sistema inmune,
es decir, la enfermedad es un caso en el cual el sistema inmune
reacciona contra las células naturales del cuerpo.
Alteraciones en la función inmunitaria y en la
liberación de insulina preceden al desarrollo abrupto del
síndrome diabético en pacientes con
predisposición genética.
Modernamente se diferencian dos tipos de diabetes
fundamentales, la mellitus o mélitus y la insípida,
junto con algunas variedades secundarias. En este trabajo
sólo voy a concentrarme en la diabetes mellitus, que es la
más común en la población moderna.
Diabetes mellitus:
Existen cuatro tipos principales de diabetes mellitus: tipo I o
insulino-depediente; tipo II o no-insulino-dependiente; tipo III
o diabetes gestacional; y la de tipo IV, que incluye otros tipos
de diabetes relacionadas con enfermedades del páncreas,
cambios hormonales, efectos secundarios de ciertas drogas o
defectos genéticos.
Diabetes Tipo I: Insulino-Dependiente
Se llama así ya que el paciente depende exclusivamente de
la insulina administrada para existir y actuar eficientemente. Se
debe a la falta absoluta de insulina por la carencia total de
células beta.
Un tejido insulino-dependiente es aquel que requiere la
estimulación de insulina para la entrada de glucosa a
la
célula y su posterior utilización. Así,
la insulina estimula la obtención de energía
mediante la glucólisis y el Ciclo de Krebs, la
formación de NADPH por el shunt de las pentosas y la
glucogenogénesis y por otro lado, inhibe la
gluconeogénesis. En los tejidos insulinoindependientes, en
cambio, el
ingreso de la glucosa a la célula es
libre y así también lo es su
metabolización.
La inyección de insulina tiene por finalidad reemplazar la
que le falta al organismo. La insulina debe utilizarse en forma
inyectable para que ejerza su acción. El requerimiento
insulínico del niño diabético aumenta a
medida que éste crece y generalmente se estabiliza cuando
llega a la adultez. Se aconseja efectuar la insulinoterapia con
insulina de acción intermedia en dos dosis: una a la hora
del desayuno y la segunda antes de la cena.
Se la encuentra en niños y
jóvenes. En la inmensa mayoría de los casos, la
diabetes en el niño es insulino-dependiente.
También se halla en una pequeña proporción
de diabéticos que comienzan su enfermedad como
adultos.
La diabetes insulino-depediente una vez instalada, rara vez
retrocede, y puede aparecer bruscamente, dando lugar a la
manifestación clínica del trastorno en poco
tiempo.
Puede aparecer en pacientes sin antecedentes familiares de
diabetes y sus manifestaciones clínicas son llamativas
desde el comienzo.
Los síntomas de poliuria, polifagia y polidipsia son los
que hacen que el paciente recurra al médico, porque son
demasiado intensos. Tiene tendencia a la acidosis, coma e
hipoglucemia. La tendencia a la hipoglucemia se debe a que son
insulinosensibles, es decir que un leve cambio en la
dosis insulínica puede producir grandes perturbaciones. En
los diabéticos juveniles, con grandes variaciones de la
glucemia en el curso del día, es prácticamente
imposible impedir la hipoglucemia si no se mantiene constante el
factor dieta. Es necesario que hagan una distribución estricta de los alimentos en las
cuatro comidas diarias, y complementarlas con pequeñas
cantidades (entre 10 y 20 g) de glúcidos para evitar la
hipoglucemia. Esta colación se puede dar a media
mañana o a última hora de la noche, para evitar una
descompensación durante el sueño.
La aparición de complicaciones es más
común en los diabéticos graves.
Es indispensable que el diabético lleve consigo siempre
una tarjeta o medalla que lo identifique como tal. Esta simple
medida facilitará su tratamiento en situaciones de
emergencia donde por pérdida de sensorio no pueda resolver
por sí mismo su descompensación.
Diabetes no-insulino-dependiente:
En este tipo de diabetes, la carencia de acción
insulínica no es absoluta, sino relativa. La producción o la liberación de
insulina existe, pero en cantidades menores que las necesarias
para una correcta función del organismo (llegan a alcanzar
un valor medio
de, aproximadamente, el 70 % del valor normal),
o en forma tal que no puede ser aprovechada como corresponde.
Desde el punto de vista histológico, el páncreas
posee aún un buen número de células beta,
aunque apenas se muestren activas o sean menos sensibles a sus
estímulos normales.
Esta insuficiencia insulínica es parcial en las siguientes
circunstancias:
- Cuando la secreción está disminuida
pero no abolida por completo. - Cuando la secreción es normal pero el
requerimiento de insulina está aumentado. - Cuando existe "resistencia a
la insulina" por factores que interfieren o bloquean
extracelular o intracelularmente, su acción
fisiológica.
Se ha encontrado que la diabetes de los adultos
frecuentemente resulta de una disminución en el
número de sitios receptores de insulina en las membranas,
y no de una escasez de insulina. Estos pacientes se tratan
más eficientemente con una dieta.
Diabetes gestacional:
La diabetes gestacional se desarrolla durante el embarazo y
desaparece casi inmediatamente después del parto. Al
igual que en otras formas de diabetes, los niveles de glucosa en
la sangre son elevados porque la mujer no
metaboliza los carbohidratos
de manera adecuada, ya sea por insuficiencia de insulina o por
alguna incapacidad para utilizar adecuadamente la hormona.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre de la madre son muy
altos, el feto produce insulina adicional que actúa como
una hormona del crecimiento durante el desarrollo fetal. El
resultado es un bebé muy grande y enfermizo. El exceso de
insulina fetal también interfiere en el metabolismo
del potasio, lo cual puede causar arritmias potencialmente
fatales, o bien un ritmo cardíaco irregular.
La diabetes gestacional es la causa más común de
mortinatos o de muerte fetal
tardía. El trastorno también aumenta la posibilidad
de defectos congénitos.
Entre los factores que contribuyen al riesgo de
diabetes gestacional está el embarazo
después de los 35 años, la obesidad y haber tenido
un hijo previo con un peso superior a 4 kilogramos. Las mujeres
que pesaron más de 4 kilogramos al nacer también
tienen mayor incidencia de diabetes gestacional, que a su vez
implica desarrollar, tarde o temprano, cualquiera de los otros
tipos de diabetes.
Evolución del embarazo en las
diabéticas:
El embarazo presenta una serie de hechos que conviene analizar
detalladamente:
- Mayor cantidad de abortos. La frecuencia de abortos
espontáneos varía con las estadísticas, del 10% al 25%. Depende
directamente del grado de compensación de la diabetes y
por lo tanto es menor si la enferma esta bien controlada desde
el principio del embarazo. El aborto se
puede producir aún en presencia de acidosis. La
determinación inicial de la amenaza de abortos mediante
la colpocitología y urocitograma es muy
útil. - Gigantismo fetal. Un tercio de los hijos de
diabéticas pesan más de 4.000 gramos y es
común encontrar niños
de hasta 6.000 gramos. El peso de estos niños es menor
si se tiene en cuenta que son prematuros. - La mortalidad materna es una circunstancia rara en el
embarazo de las diabéticas, pues las cifras estadísticas la ubican en
proporción inferior al 1%. Pero esto rige como cierto
cuando el embarazo está correctamente dirigido y el
nacimiento lo atiende un equipo idóneo.
La mortalidad perinatal (muerte en e
último mes de vida intrauterina y en las primeras 48 horas
posteriores al parto),
sólo se corrigió en parte con el descubrimiento de
la insulina.
En el embarazo de las diabéticas hay un primer trimestre
peligroso por la facilidad de que sobrevengan abortos
espontáneos y por el desequilibrio frecuente de la
diabetes que obliga a un período de reajuste de la
insulina y de la dieta, siendo usual la aparición de
acidosis e hipoglucemias. La presencia de vómitos complica
la dietoterapia, pues es necesario llegar a veces a la alimentación
parenteral. El segundo trimestre es tranquilo. Durante el tercer
trimestre el embarazo puede complicarse o no con toxemia
gravídica, y es posible que aparezca polihidramnios.
El problema mayor es el riesgo grande
para el feto. A partir de la semana 35 el embarazo, a menudo en
diabéticas bien compensadas, sin vasculopatías,
aún sin alto requerimiento insulínico, sin toxemia
que complique el embarazo y sin signos clínicos
premonitores, se produce la muerte
adentro del útero.
Diabetes insípida:
Otra clase de diabetes menos frecuente, es la diabetes
insípida. Se debe esta enfermedad a carencias en la
síntesis de la llamada hormona
antidiurética, ADH o vasopresina, o bien a un bloqueo en
su acción, o una falla en los riñones para
responder al ADH.
Esta sustancia es secretada por la neurohipófisis y tiene
como principal misión
regular y limitar la eliminación de agua a
través de la orina y actúa en el túbulo
renal, impidiendo de esta forma la eventual deshidratación
del organismo.
Si se registra una disfunción o destrucción de los
núcleos hipotalámicos (centros cerebrales donde se
sintetiza la ADH), o de los conductos a través de los
cuales se conduce la ADH, tiene lugar el desarrollo de la
diabetes insípida. Si la producción de la hormona
es normal y son los túbulos renales los que no responden a
la acción de la vasopresina, se produce la diabetes
insípida nefrogénica. En cualquiera de los dos
casos se registra una gran poliuria, llegándose a eliminar
hasta quince litros de orina por día, cuando los niveles
normales no superan los dos litros diarios.
Al mismo tiempo, los pacientes padecen una intensa
sensación de sed y existe riesgo de deshidratación.
A diferencia de la diabetes mellitus en este proceso no se
detecta exceso de glucosa en sangre ni orina; de ahí el
nombre de insípida.
En muchos casos el tratamiento no es necesario, pero pueden
administrarse hormonas de
composición afín a la vasopresina, drogas para
ayudar a los riñones a que respondan al ADH, o
administrarse fármacos diuréticos.
Pocas afecciones producen tantos cambios
patológicos y tan diseminados como la diabetes.
Alteraciones funcionales:
- Poliuria: excesiva eliminación de orina (los
diabéticos no tratados
eliminan de 2 a 5 litros de orina por
día). - Polidipsia: ingestión de grandes cantidades
de líquidos, debido a la sed que experimenta el
individuo, como conducta
de defensa contra una deshidratación. - Polifagia: ingestión de grandes cantidades
de alimento.
Alteraciones de tipo bioquímicas:
La diabetes se diagnostica mediante un análisis de la sangre y la orina del
paciente. La base de las pruebas
simples de diabetes son los siguientes
síntomas:
- Análisis de orina:
- Cetonuria: aparición en sangre y orina de
cuerpos cetónicos como consecuencia del catabolismo
(degradación metabólica) de las grasas en los
tejidos, especialmente en el hígado. - Glucosuria: aparición de glucosa abundante en
la orina.
- Análisis de sangre:
- Hiperglucemia: excesiva cantidad de glucosa en la
sangre (nivel superior a 120 después de una comida o
superior a 80 después de un ayuno). - Disminución de la reserva alcalina por debajo
del 55 vol. %.
A los 120 minutos, en una persona normal
los valores
son inferiores a 120 mg %. En un diabético los resultados
superan los 130 mg %.
Alteraciones generales:
- Pérdida de peso:
La pérdida de peso se debe a que el organismo
utiliza las grasas ingeridas ya que no es capaz de utilizar los
azúcares.
La insulina, al promover la entrada de glucosa a la célula,
provee las condiciones necesarias para la formación y
depósito de grasa. Pero al no haber insulina, hay menor
lipogénesis (formación de grasa) y mayor
lipólisis (degradación de grasa). Y como la glucosa
es eliminada por la orina, no queda almacenada en el organismo
ninguna sustancia que pueda provocar aumento de peso.
- Acidosis e hipercolesterolemia:
Imposibilitado para utilizar glucosa como fuente de
energía, el diabético recurre en mayor
proporción que las personas normales al consumo de
ácidos grasos. Se incrementan, los ácidos grasos
libres circulantes. También aumenta la oxidación de
éstos; en consecuencia se engendra acetil-CoA en cantidad.
Pero como éste no puede ser oxidado eficientemente en el
ciclo de Krebs, ni ser utilizado en la síntesis de
ácidos grasos, se acumula un excedente de acetatos que es
derivado hacia la síntesis de cuerpos cetónicos y
colesterol. El paciente diabético descompensado presenta
aumento de los niveles de estos compuestos. El incremento en la
concentración de cuerpos cetónicos en los tejidos y
líquidos corporales lleva a la acidosis, la cual produce
cetonemia, cetonuria y cetoacidosis.
- Astenia:
Se llama astenia a la pérdida o
disminución de las fuerzas, evidenciada por debilidad
general y fatigabilidad muscular. La astenia es física,
psíquica y sexual, y en general, persiste mientras dura la
glucosuria.
La pérdida de fuerzas e impotencia motora se produce por
la deshidratación, el balance nitrogenado negativo y la
acidosis.
- Prurito:
Sensación procedente de la piel que
produce el deseo de rascado.
- Xantoma diabético:
Aparecen protuberancias o chichones amarillos en la
piel, pero
desaparecen cuando la enfermedad está bajo control.
5. Complicaciones de la
diabetes descompensada
Cualquiera de los tipos de diabetes, si no son tratadas
al comienzo de la enfermedad y tienen tiempo suficiente de
evolución, aparecen complicaciones, que
pueden comprometer la vida en corto plazo, sobre todo derivadas de
lesiones de arterias y venas, de mediano y pequeño
calibre, que originan trastornos principalmente en el corazón,
en los riñones, los ojos y las piernas.
También se lesionan los nervios que coordinan los
movimientos y la sensibilidad de los miembros y el funcionamiento
de órganos como el corazón,
el estómago, el intestino, la vejiga y el aparato genital
masculino, lo que trae aparejado enfermedades del aparato
digestivo, urinario y reproductor.
Además el diabético tiene alterado su sistema
inmunitario de defensa, por lo cual es más proclive a
sufrir infecciones, sobre todo del aparato urinario y tuberculosis
pulmonar.
Los siguientes males pueden evitarse con un tratamiento precoz y
adecuado:
Pie Diabético
Es común que los pacientes diabéticos sufran
problemas de circulación e infecciones en los pies y en
las piernas. Estos problemas, como úlceras en la piel y
gangrena, pueden evitarse mediante un especial cuidado de los
miembros, examinándolos diariamente, y controlando
cualquier irregularidad, como encontrar la piel roja, reseca, con
cualquier tipo de callo o ampolla, etc.
Alteraciones Oculares
Las principales alteraciones oculares ocurren en la retina, lo
que se denomina retinopatía diabética.
La retinopatía diabética es un desorden de los
vasos sanguíneos en la retina del ojo, provocando la
ruptura de éstos. Se produce con más frecuencia en
pacientes que poseen diabetes hace mucho tiempo y no la controlan
debidamente. Puede presentarse en enfermos insulinodependientes o
insulinoindependientes.
La repetida hemorragia puede resultar en una ceguera
parcial o total.
El tratamiento a esta afección es con rayos láser, lo
que se llama fotocoagulación.
La amaurosis diabética es también una ceguera
relacionada con la diabetes.
Las cataratas son también comunes en las diabetes de tipo
I y II. Se presenta con mayor frecuencia en los diabéticos
que en los no diabéticos, y puede producir una
disminución total o parcial de la visión. Aparece
cuando la enfermedad está mal controlada, ya que cuanto
mayor sea la hiperglucemia se instala más
rápidamente.
Investigaciones llevadas a cabo en Inglaterra y
Estados Unidos
han demostrado que la aspirina puede reducir el riesgo de ceguera
en la diabetes. La Asociación Americana de Diabetes (ADA)
aconseja que a los diabéticos tomar de 81mg a 325mg de
aspirina por día para minimizar el riesgo de ceguera y
paros cardíacos.
Impotencia Sexual Masculina
La impotencia sexual masculina es una complicación
frecuente en los diabéticos mayores de 35 años. Su
intensidad es variable. La diabetes mellitus predispone a los
hombres a manifestar disfunción eréctil, y
aproximadamente la mitad de ellos padece impotencia.
Existe una escala variable
que va desde la astenia sexual hasta la impotencia completa. A
menudo coexiste con la nefropatía que complica a los
diabéticos juveniles en la cuarta década de su
vida.
La impotencia puede deberse a una menor secreción hormonal
de gonadotropinas, en función de una menor cantidad de
fructuosa en el líquido seminal.
Vasculopatías
La vasculopatía es la principal causa de mortalidad en los
diabéticos.
Hay menor frecuencia de lesiones vasculares en los grupos de
diabéticos controlados, con normoglucemia.
Existen dos grandes tipos de vasculopatías
diabéticas: la arteriosclerosis y arterioloesclerosis
diabéticas, que no se diferencian de las no
diabéticas, y la microangiopatía diabética,
que parece afectar específicamente a los
diabéticos.
En la arteriosclerosis y arterioloesclerosis diabética
están afectadas la mayoría de las arterias medianas
del miocardio, cerebro,
extremidades inferiores y las arteriolas del glomérulo
renal y de la retina
Se presentan determinadas encefalopatías,
coronariopatías o arteriopatías de las
extremidades, que constituyen el principal factor de morbilidad y
mortalidad en el anciano diabético.
La microangiopatía es una lesión que afecta los
capilares, las arteriolas y las vénulas y tiene una amplia
distribución en el organismo. Se encuentra
en los pequeños vasos de la retina, riñón,
músculo, piel, placenta, intestino. Se encuentra en
enfermos con diabetes iniciada en la infancia y en
la adolescencia,
pero también puede aparecer en diabetes más
tardías. Puede haber microangiopatía durante el
período de prediabetes.
Afecciones Renales
Las alteraciones renales se producen tanto en el árbol
urinario, como en los glomérulos o en los
túbulos.
La nefropatía rara vez aparece antes de la edad de 25
años, y es independiente del tipo de diabetes, pero la
posibilidad de padecerla aumenta con la antigüedad de la
enfermedad. En una nefropatía se requiere menos insulina,
a menos que se produzcan infecciones urinarias o extraurinarias,
lo que aumentará la dosis. En general están
asociadas a otras microangiopatías, en especial la
retinopatía.
La infección urinaria es cuatro veces más frecuente
en el diabético que en el no diabético de igual
edad.
Cuando se obstruye el árbol urinario se produce papilitis
necrótica, pero no es específica de la diabetes. En
la mayoría de los casos es una lesión de aguda de
evolución rápida y mortal.
Mediante un régimen adecuado de alimentación es
posible adecuar el organismo a la insuficiencia renal. Uno de los
detalles es que la cantidad de glúcidos debe ser mayor que
lo usual en diabéticos.
Cardiopatías
La muerte por
cardiopatías es prácticamente dos veces más
frecuente en diabéticos que en personas sanas.
El infarto de miocardio produce hiperglucemia y aumenta el
requerimiento insulínico, o hace que los enfermos tratados con
hipoglucemiantes perorales requieran insulina. Si está
bien tratado, rara vez llega a la acidosis.
Síndrome Neurológico Diabético
Implica cualquier alteración del sistema nervioso
central o periférico, que es provocado por la
diabetes.
La neuropatía diabética puede aparecer con el
inicio de la insulinoterapia, pero dura poco tiempo.
También es posible que parezca luego de un coma
diabético. La neuropatía produce disminución
de la sensibilidad, algias localizadas, compresión de las
masas musculares, astenia y disminución de la fuerza
muscular. Es útil que el diabético mantenga una
normoglucemia.
En la mayoría de los casos el paciente requiere un aumento
en la dosis de insulina.
La triopatía es un síndrome integrado por
retinopatía, nefropatía y neuropatía que
aparece en diabéticos graves, en general
insulinodependientes, de entre 20 y 50 años.
6. Estado De
Coma
El coma en los diabéticos no es una
complicación de la enfermedad, sino una etapa evolutiva de
la misma que conduce a la muerte sino es tratada debidamente y a
tiempo.
Un diabético tratado correctamente no entra en coma.
Existen dos tipos de coma, según las causas que lo
produzcan. Estos son el coma diabético causado por una
hiperglucemia y el coma hiperglucémico.
- Coma hipoglucémico :
La hipoglucemia es un trastorno caracterizado por un
descenso excesivamente anormal del nivel de glucosa en la
sangre.
Signos de sobredosis de insulina:
- Sensación de hormigueo en la boca, en los
dedos o en cualquier otra parte del cuerpo. - Sensación de frío y piel
pegajosa. - Palidez.
- Zumbido en los oídos.
- Sudoración abundante.
- Sensación de debilidad o
desmayo. - Dolor de cabeza.
- Hambre.
- Dolor abdominal.
- Irritabilidad y cambios en el estado
de ánimo. - Visión deficiente.
- Ritmo cardíaco acelerado y temblores
nerviosos. - Somnolencia repentina.
- Interrupción brusca del sueño,
especialmente si va acompañada de alguno de los
síntomas anteriores. - Presencia del signo de Babinski
El tratamiento más eficaz para una hipoglucemia
es la
administración de azúcar o su equivalente. Si
el enfermo está consciente y puede tragar, hay que darle
jugo de frutas o infusiones edulcoradas. También se le
puede dar la porción de azúcar que éste debe
llevar siempre consigo. En el caso de que esté
inconsciente, se administra glucosa endovenosa (suero glucosado
hipertónico al 50%) en cantidades de 20 a 50 cm3, o se
pasan bebidas edulcoradas mediante una sonda
gástrica.
- Coma diabético
(hiperglucémico):
Se produce por la reducción brusca o
supresión de la insulina o intercurrencia infecciosa o
traumática.
Se caracteriza por la existencia de un cuadro
clínico en el que priva la pérdida del sensorio, de
la sensibilidad y la motricidad activa, con persistencia de las
funciones
vegetativas, y de un cuadro biológico, determinante del
anterior, caracterizado por cetoacidosis severa.
Puede ser de carácter
espontáneo, es decir sin la mediación de factores
desencadenantes.
Su comienzo es lento, pasando por la acidosis química, acidosis
clínica, precoma y coma.
El precoma se caracteriza por:
- La respiración de Kussmaul: la sed de
aire del
paciente es tal que su ritmo respiratorio se altera con
producción de inspiraciones profundas y prolongadas
seguidas, luego de breve pausa, por una espiración
rápida, separada a su vez de la próxima
espiración por otra breve pausa. - Olor manzana en el aliento, producido por la
eliminación de acetona, que, como se sabe es el
único cuerpo acetónico
volátil. - Síndrome de deshidratación:
hipotonía ocular; sequedad de la piel con pérdida
de la turgencia y elasticidad,
puestas en evidencia por la persistencia de su pliegue
después del pellizcamiento; sequedad de las mucosas, con
lengua
reseca y rojiza. - Taquicardia
- Cefalea
- Hipotensión arterial
- Inapetencia (anorexia),
vómitos,
náuseas. - En el curso de la acidosis diabética suelen
producirse manifestaciones dolorosas abdominales, rigidez
muscular de la pared abdominal y temperatura
elevada. - Ausencia del signo de Babinski
Alteraciones psicológicas:
La diabetes repercute en la circunstancia sociocultural y
socioeconómica del paciente. El requerimiento diario de
insulina en los diabéticos insulinodependientes requiere
una cierta disponibilidad de dinero, ya que
es una sustancia cara, y sobre todo en la Argentina
(está cuatro veces más cara que en otros
países del mundo). También la alimentación
es más cara, ya que puede duplicar a la del no
diabético.
El estrés,
las alteraciones emocionales intensas y sostenidas, etc.,
actúan agravando las diabetes preexistentes al causar
hiperglucemias de origen nervioso central. Puede afirmarse sin
lugar a dudas que los factores psicológicos actúan
habitualmente como elementos desencadenantes del cuadro
clínico.
La dieta, por ejemplo, es un elemento traumatizante, ya que el
paciente debe acostumbrarse a medir y controlar cada que alimento
ingiere. En el caso de los diabéticos juveniles, es un
gran problema, ya que muchos no quieren aceptar su
situación.
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