Es principalmente desde la perspectiva económica
y particularmente desde el mercado de
trabajo que hoy se cuestiona el papel del
sistema
educativo.
El acceso al conocimiento y
a determinadas competencias ( y
no sólo el acceso a la escuela ) es
visto como el elemento decisivo para participar activamente en
los nuevos procesos
productivos, por este motivo que tipo de conocimiento o
de competencia
desarrolla la educación para a
ser problema central.
De ahí que como educadores, el tema eje para todos los que
estamos involucrados en la educación sea la
evaluación .
La evaluación
se ha convertido en los últimos tiempos en un tema
recurrente, tanto en el debate
didáctico como en las preocupaciones de los distintos
estamentos que integran la vida escolar.
Para muchos es un tema de difícil solución y de
difícil acuerdos, pero indudablemente nos compromete
diariamente en los desafíos similares de esta hermosa
tarea de educar.
Siendo la
educación una práctica social y la
evaluación uno de sus principales actos que se lleva a
cabo en las instituciones
educativas, debemos abordarla desde distintos aspectos:
ideológicos, sociales, pedagógicos,
psicológicos y técnicos.
Porque evaluar es valorar, tiene connotaciones ideológicas
ya que tiene que ver con concepciones históricas –
sociales que predominan en el contexto que sin duda la
condiciona.
Tiene connotación social porque se relaciona con la
promoción , con el fracaso escolar, con el
éxito ,
con la deserción, donde el
proceso de
enseñanza y aprendizaje de
desarrollan en un clima donde la
ambigüedad, el caos, el desorden, los conflictos ,
están presentes y formando parte de las instituciones
escolares.
Tiene connotación pedagógica porque tiene peso en
la conducta de los
diferentes actores sociales involucrados en el curriculum
.
Cuando la evaluación es estudiada como instrumento de
selección puede transformarse en una
práctica clasificatoria y etiquetadora, en donde las
investigaciones psicológicas han demostrado
lo importante que es para el sujeto la imagen que los
otros tienen de él.
Tiene connotación técnica, porque es necesario
repensar y recrear instrumentos idóneos y confiables que
enriquecen el proceso de
enseñanza y de aprendizaje , lo
cual determina que el problema técnico dependerá y
estará condicionado por los otros aspectos.
Se puede definir a la evaluación como el proceso
sistemático de recolección y análisis de la información , destinado a describir la
realidad y emitir juicios de valor sobre su
adecuación a un patrón o criterio de referencia
establecido como base para la toma de
decisiones .
Evaluar es participar en la construcción de un tipo de conocimiento
axiológico, interpretando la información , estableciendo visiones no
simplificadas de la realidad y facilitando la generación
de una verdadera cultura
evaluativa.
Construir una cultura
evaluativa implica incorporar a la evaluación como una
práctica cotidiana que realizan todos y afecta a la
institución en su conjunto, no ya para sancionar y
controlar sino para mejorar y potenciar el desarrollo de
sus miembros. De esta manera, la evaluación ya no puede
reducirse a una práctica que realizan unos ( con autoridad o
poder ) sobre
otros.
La evaluación es un proceso reflexivo, sistemático
y riguroso de indagación sobre la realidad, que atiende al
contexto, considera globalmente las situaciones, atiende tanto a
lo explícito como lo implícito y se rige por
principios de
validez, participación y ética
.
Evaluar implica valorar y tomar decisiones que impactan
directamente en la vida de los otros. En tal sentido, es una
práctica que compromete una dimensión ética , no
siempre tenida en cuenta y asumida como tal. Se requiere de un
proceso reflexivo que asuma una posición de análisis crítico en torno a las
acciones que
se realizan conjuntamente con las intenciones que se persiguen.
En decir, se hace necesario preguntarse qué se pretende,
qué valores
están involucrados, cómo se realiza, qué
efectos tiene, qué papel asumen
los evaluadores, etc.
Siendo el
conocimiento sobre evaluación una construcción teórica, no es de
extrañar que en su práctica convivan diferentes
modelos .
La evaluación forma parte de un proceso más amplio
que supone la gestión
y elaboración de un proyecto .
Es posible pensar en algunas etapas o fases que habría que
considerar en la implementación de acciones de
evaluación institucional.
Se pueden identificar distintos momentos que se distinguen entre
sí por su especificidad:
- Planificación, que consiste en la
definición de los aspectos o situaciones que van a ser
evaluadas que dependerá del momento en que se realice
así como los objetivos
que se persiguen.
En esta etapa se explicitan los propósitos, se
definen las situaciones, métodos e
instrumentos y el impacto de resultados. También se
asignan los responsables y recursos.
Uno de los puntos más importantes a definir en esta fase,
es el problema o Situación que se desea estudiar ya que de
esta definición emanarán todas las
otras.
- Implementación, en esta etapa se incluye la
recolección de información a partir de la que se
emitirán las apreciaciones y juicios para valorar la
situación que se estudia.
La información que se recolecte será la
fuente a través de la cual se van a valorar las
situaciones y se tomarán decisiones; si la
información que se Recoge no es válida y confiable,
la evaluación carecerá de significatividad
Posterior.
- Análisis y elaboración de conclusiones,
esta etapa debería realizarse intentando dar respuesta a
las preguntas que originaron el estudio. De esta Manera, se
debería poder
explicar el problema identificado al comenzar la
evaluación.
Se realiza la evaluación de los datos, la
construcción de explicaciones, la contrastación de
hipótesis y la elaboración de
conclusiones, definición de líneas y estrategias de
acción.
Para que este análisis sea más rico es importante
incluir y contrastar las diferentes lecturas y opiniones de las
distintas personas implicadas en la evaluación.
Habría que evitar que se generen situaciones donde unas
voces son más Escuchadas que otras, ya que es a partir de
las diferentes miradas y perspectivas es que se
enriquecerán las conclusiones.
Si se trata de un proceso de heteroevaluación,
habrá que ser cuidadoso con la forma en que se desenvuelve
la información recolectadas a las personas evaluadas,
recordando que la evaluación más que servir para
marcar un error debería permitir el crecimiento y desarrollo
profesional así como la resolución de problemas.
*Elaboración de un informe que
debería ser confeccionado de modo sucinto, concreto y con
un leguaje inteligible de forma que se facilite su lectura y
posterior utilización.
El informe no
sólo debería dar cuenta de las causas o factores
intervinientes en la situación estudiada sino
también y especialmente incluír sugerencias y
propuestas concretas para incorporar en el diseño
e implementación de proyectos. Es
decir, si evaluar supone emitir juicios, valorar una
situación y tomar decisiones, el informe debería
contemplar estos dos aspectos.
Para la difusión de las conclusiones se podría
prever la elaboración de un pequeño documento que
incluya las condiciones más importantes de modo de que
estén al alcance de todos los miembros de la
institución.
La evaluación puede analizarse desde una perspectiva
cuantitativa que tiene que ver con el concepto de
evaluación como medición y desde una perspectiva
cualitativa, se relaciona la evaluación con la capacidad y
la acción de apreciar, valorar, comparar, comprender.
Desde el campo teórico podemos afirmar que esto tiene que
ver con dos paradigmas
diferentes: el positivista y el naturalista.
El paradigma
positivista pone su acento en lo observable y medible, en donde
subyace la cuantificación, donde se sostiene la defensa de
la objetividad y neutralidad del observador en el proceso de
evaluación; es decir lo que interesa aquí es
producir información que sea de utilidad para el
control.
Históricamente debemos reconocer la influencia que han
tenido las ciencias
naturales en la conformación de este paradigma, que
metodológicamente ha buscado siempre la medida y la
exactitud. Pero en el campo de las ciencias
sociales las críticas comenzaron a sumarse ya que la
metodología propia de este paradigma no
servía para dar cuenta de los hechos y los
fenómenos sociales, ya que requerían de otro tipo
de indagación y de construcción teórica.
El paradigma naturalista adopta una orientación
cualitativa y surge de las críticas y limitaciones del
paradigma positivista, particularmente desde las ciencias
sociales.
Desde esta perspectiva se valorizan los aspectos contextuales y
situacionales, de ahí que lo que caracteriza a este
paradigma es su preocupación por indagar en profundidad,
atendiendo a la complejidad de variables, su
carácter heurístico y la
posición del investigador que va a actuar de acuerdo con
sus propios conocimientos y creencias por lo cual no se puede
exigir objetividad y neutralidad absoluta.
Comparando ambos enfoques, según Gimeno Sacristán y
Pérez Gómez expresan que el enfoque cuantitativo
ofrece conocimiento sobre el grado en que han alcanzado los
objetivos ,
mientras que el cualitativo permite una retroalimentación de la acción
didáctica .
El concepto de
evaluación es uno de los conceptos didácticos que
más ha sufrido en nuestro contexto la estrechez
positivista. Pero la estrechez del paradigma positivista en sus
aplicaciones a la elaboración y evaluación
de proyectos educativos ha provocado el desarrollo paralelo
de enfoques alternativos con presupuestos
éticos, epistemológicos y teóricos bien
diferentes.
En la actualidad se ha comprendido que ambos paradigmas
tienen limitaciones, ofrecen distintos tipos de datos y
en consecuencia necesitan complementarse, frente al objetivo
común de generar un conocimiento lo más exhaustivo
posible, de manera de ofrecer un mejor conocimiento de aquello
que se desea comprender y cambiar.
De lo que se trata es poder lograr en el investigador evaluador
subjetividad crítica racional, diferenciándola del
subjetivismo como interpretación parcial y/o tendenciosa
de los datos .
Desde Parlett y Hamilton también se toman dos paradigmas o
escuelas de pensamiento
;
< Clásica o Agrícolo-Botánica ; basado en el aprendizaje
por una metodología hipotético deductiva
derivada de la psicología
experimental y test
mentales.
< La antropología social que surge desde la
psiquiatría y la investigación participativa, con un estilo
de investigación fundamentalmente distintos
desde la tendencia dominante e investigación educativa .
Desde la antropología social se toma la
evaluación iluminativa, cuyos fines son el estudio del
proyecto
innovador como funciona, como influyen las variadas situaciones
escolares en la que se aplica, que ventajas y desventajas
encuentra en él, las personas directamente interesadas y
como afecta las actividades individuales desde los estudiantes y
las experiencias académicas.
Hay dos conceptos claves para la comprensión de la
evaluación iluminativa; el "sistema de
instrumentación " y "el ambiente
entorno de aprendizaje".
La evaluación iluminativa presenta tres
estadios:
- Observación.
- Selección de fenómenos
- Distinguir Causa- Efecto,
Los datos se recogen desde cuatro áreas: observación, entrevistas,
cuestionarios y test, y fuentes
documentales e históricas.
Se destacan como problemas y
posibilidades al subjetivismo, la interpretación personal y los
alcances reales de la investigación.
La evaluación educativa significa comenzar senderos
cargados de dificultades, incertidumbres y controversias, es un
término (significante); pero que tiene multiplicidad de
significados.
La evaluación como parte del proceso educativo,
está directamente relacionada con las concepciones de
educación,
de curriculum, de
institución y de rol docente. Tiene profundas
connotaciones ético-políticas
con evidentes efectos sociales.
Cuenta con aportes teóricos propios y requiere de procesos
metodológicos pertinentes, rigurosos y adecuados a los
contextos, actores y finalidades.
El proceso educativo es la expresión cotidiana que adopta
el plan de estudios
en el salón de clase Furlan.
Se gestan para que el alumno adquiera y reconstruya las
tendencias, según Mauri se pueden resumir:
- Conocer las respuestas correctas a las preguntas del
profesor. Instrucción, como simple proceso de capacitación. - Adquirir los conocimientos relevantes de una cultura;
Construir conocimientos. Adquisición de conocimientos
relevantes y construcción.
El aprendizaje es la reconstrucción personal del
conocimiento existente y el desarrollo de capacidades de un
sujeto.
La evaluación del proceso educativo consiste en la
formulación de juicios y propuestas para mejorar dicho
proceso, por lo cual, según Coll, " La enseñanza se
refiere a la
comunicación entre profesores y alumnos en torno a un
contenido y el apoyo de los docentes para que el alumno adquiera
la capacidad de análisis, mítica, reflexión
y práctica".
Las finalidades son un componente del proceso educativo que
orienta la selección
de los contenidos, estrategias y
medios
educativos y la evaluación del propio aprendizaje,
facilitando la relación entre profesores y alumnos.
Los contenidos dan las pautas para la selección de las
estrategias ( de enseñanza, de aprendizaje y de
estudio).
Coll señala que "los contenidos son los saberes o formas
culturales cuyas asimilación y apropiación se
consideran esencial para el desarrollo
humano y social de los alumnos". La evaluación de los
contenidos del proceso es la formulación de juicios sobre
su vinculación con la realidad (significatividad), su
carácter formativo humano social y
profesional, así como sobre su actualidad.
Las vías mediante las cuales se enseñan y aprenden
los contenidos y que están vinculadas a los demás
componentes del proceso educativo.
Los medios son los
apoyos del proceso educativo e incluyen objetos, equipos,
materiales
impresos y material audivisual. La selección se hace de
acuerdo con los objetivos, los contenidos.
La evaluación puede incluir entrevistas
con los profesores que los seleccionan y emplean y los alumnos
que reciben sus
beneficios.
Para fines de evaluación interesan el espacio de
acción y comunicación del proceso educativo (aula,
laboratorio,
taller u otro escenario) por su importancia para promover
el
aprendizaje; distinguiendo las características físicas (desde el
punto de vista del uso y propósito del espacio, el
mobiliario y el material para la enseñanza) y el aspecto
psicosocial referido a la oportunidad, viabilidad y tipo de
interacción social entre profesor, que matiza el ambiente del
proceso educativo.
La evaluación de la propia evolución del aprendizaje hace a la
valoración de su propósito, a las formas y el papel
en el proceso educativo; esto es, qué, cuánto,
cómo y para qué se evalúa lo aprendido en el
proceso educativo.
¿Qué evaluar? Manifiesta el interés
por conocer el objeto de la evaluación del
aprendizaje.
¿Cómo evaluar? La evaluación del aprendizaje
puede aplicarse al inicio del proceso educativo.
¿Cómo se evalúa el aprendizaje? Interesa
conocer las técnicas e
instrumentos que el profesor utiliza para este fin; por ejemplo,
determinar si para el aprendizaje de hechos y teorías
el profesor utiliza formas idóneas.
¿Para qué se evalúa? Se relaciona con el
papel que el profesor confiere a la evaluación del
aprendizaje en el proceso educativo.
Interesa saber cuáles son los usos y fines de la
evaluación; certificar o calificar el aprendizaje logrado
por los alumnos, acreditar y promover a los alumnos, ejercer
control a conocer
y valorar el proceso de adquisición del aprendizaje de los
alumnos.
En el marco de la gestión
institucional, la evaluación se transforma en una
práctica intrínseca al desarrollo e
implementación del PEI. Por lo tanto, si el PEI expresa
los principios y
objetivos institucionales, la valoración de las
prácticas se realizará en función de
ellos. Seguidamente las decisiones deberían tender a
elaborar e instrumentar estrategias que permitan acercarse a los
objetivos institucionales.
Es importante señalar que un proyecto institucional
involucra a todos los actores de un establecimiento escolar,
aunque a partir del reconocimiento de los diferentes grados de
implicación en el proyecto que los actores puedan tener.
También solicita una planificación de la participación de
los actores; requiere de tiempos (a veces prolongados) para su
formulación y exige la previsión de diferentes
estrategias para atender las características propias de los
establecimientos que integran un nivel, una
modalidad, etc.
La evaluación debe ser fruto de una decisión y una
intención institucional. Son muchas las prácticas
evaluativas que se llevan adelante de manera cotidiana en una
institución, aunque no todas sean sistematizadas u
organizadas.
La evaluación tiene la función de
motor del
aprendizaje pues sin evaluar y regular los aciertos y errores, no
habría progreso en
el aprendizaje de los alumnos, ni acción efectiva de los
docentes, tal cual también lo sostiene la
transformación educativa, y en nuestra provincia, el
Diseño
Curricular Jurisdiccional.
¿Cómo evaluar?
Está referido a la importancia de la obtención de
la información. En las Instituciones Educativas en general
ésta circula en forma oral y espontánea.
Tomar decisiones en cuanto a cómo evaluar requerirá
de consideraciones y criterios, el problema metodológico
es mucho más amplio y profundo que la serie de
instrumentos a evaluar.
La clara determinación de los aspectos a evaluar, de los
específicos o variables y de
los posibles indicadores,
es fundamental para pasar más tarde a construcciones
estratégicas y de instrumentos de recogida d datos. Una
serie de interrogantes nos permiten discriminar; orientar el
proceso de selección de indicadores
que permitan recoger esos datos que den cuenta de la existencia o
no de aspectos a indagar; eso si cualquiera sea el modelo por el
que se opte, el proceso y las técnicas
o
instrumentos deben respetar la validez y fiabilidad como
condiciones fundamentales.
Para la indagación del curriculum real pueden resultar de
utilidad:
- Observación directa (listas de conducta
– escala de
clasificaciones) - Diversas técnicas de registro y
notas de campo - Observación indirecta (entrevista
– cuestionarios – diarios o registros)
Para la utilización de cualquiera de las
técnicas señaladas, habrá que tener en
cuenta: la oportunidad de aplicación, la rigurosidad
propia de cada uno, el análisis del material recogido, su
contrastación y la interpretación posterior y que
por su importancia debe ser elaborada a nivel institucional.
Para los resultados o efectos del curriculum es necesario tener
en cuenta otras cuestiones (ámbitos, actores a indagar,
técnicas adecuadas a cada caso).
Para el rendimiento de los alumnos habrá que tener en
cuenta si se van a seleccionar determinadas materias o espacios
curriculares; se podrá utilizar datos de tipo
cuantitativos y cualitativos.
Luego nos plantearemos ¿qué hacer con la
información recogida?
Frente a la pregunta anterior resulta imprescindible que las
evaluadores estén concientizados de la importancia
de:
- Registrar ordenadamente los datos de acuerdo con los
requisitos de las técnicas empleadas. - Guardar ordenada y sistemáticamente la
información recogida. - Tener prevista forma de triangulación para
constratación y enriquecimiento. - Analizar datos e interpretarlos de acuerdo con el
plan de
evaluación. - Elaborar informes
parciales o de avance acerca de los procesos
evaluativos. - Asegurar la confidencialidad de los datos hasta que
sean interpretados e informados.
La investigación
Las posiciones actuales tienden a considerar a la
evaluación como un proceso de investigación, pero
que se diferencie de otras investigaciones,
en tanto la investigación con fines evaluativos posee
objetivos que le son propios, que tienen que ver con la toma de
decisiones en relación con cambios a producirse como
consecuencia de los resultados obtenidos.
Para que los docentes puedan tomar decisiones tendientes a
mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje es
necesario que reflexionen sobre su propia práctica:
sólo a partir de esta reflexión en el marco del PEI
podrán ajustar las acciones necesarias para acercarse a
los objetivos que la institución persigue.
Según MC. KERMAN "La idea del profesor como investigador
es de importancia crucial para el desarrollo futuro de la
profesión y del curriculum en general. Estoy firmemente
convencido de que si esta idea se tomara más en serio, el
curriculum mejoraría espectacularmente. Esta
investigación incumbe al profesional en ejercicio y hay
signos de que es una idea cuya hora ha llegado. Una escuela que es
sólo distribuidora de conocimiento no sirve para liberar a
los profesores y a los alumnos, sino para sumirlos en la esclavitud, pues
los priva de sus derechos intelectuales".
La investigación-acción es una forma de
indagación autorreflexiva sobre la propia práctica
cuya finalidad es entenderla para poder mejorarla. Consiste en
investigar primero para posteriormente, tomar decisiones. Es un
tipo de investigación que se relaciona con los problemas
prácticos cotidianos experimentados por los docentes en su
quehacer diario.
Siguiendo a Elliot (1990), es posible identificar las siguientes
fases:
1.- Identificar y clarificar el problema (situación o
hechos) que se desea cambiar para mejorar:
2.- La exploración: describir la situación de la
manera más completa posible y explicarla generando
hipótesis
explicativas y comprobándolas. Para que se comprueben es
necesario recoger información.
3.- La construcción del plan general: Descripción de la idea general. Descripción de los factores que se han de
modificar para poder mejorar la situación.
Descripción de los recursos
necesarios (materiales,
funcionales y personales). Descripción de las normas que
regirán el acceso y disponibilidad de la
información.
4.- Decisión sobre cuáles de las medidas perfiladas
en el plan general deben ser puestas en marcha en primer lugar, y
cómo se verificarán los procesos de puesta en
marcha y sus efectos: se utilizarán técnicas de
recolección de información.
Según M. BROVELLI:
"Cualquiera sea el modelo por que
se porte, las técnicas e instrumentos a utilizar no pueden
obviar el rigor propio de todo trabajo de investigación.
En tal sentido, la validez y fiabilidad, constituyen dos
condiciones ineludibles. "
"La investigación en la acción es, según
afirman KEMMIS Y STAKE (1988), una especial forma de
autoevaluación usualmente empleada por los profesores,
aunque cada vez más usada por los profesores en
colaboración con los estudiantes y con otros miembros de
la escuela. Se centra en la mejora de las prácticas
educativas, la comprensión de dichas prácticas y de
las situaciones en las que trabajan los profesores".
La investigación-acción en la autoevaluación
institucional ha sido analizada y estudiada por diferentes
investigadores, pero vale una mención especial a lo
analizado por Antonio Rivilla y Antonia Pesqueira : " los
profesores no pueden ser agentes pasivos en los procesos de
evaluación de sus centros, tienen que erigirse en agentes
activos y
participar en la evaluación que desde las diferentes
administraciones se les practica".
En especial sobre el objeto de investigación , numerosos
estudios presentan las posiciones de renombrados investigadores;
en la década del noventa, Stenhouse comenzó a
valerse fuertemente de una premisa que hoy nos toca cada vez
más fuerte: "investigar es mantener en todo momento una
actitud
investigadora en el aula".
Porque además, las épocas marcan cambios profundos,
nos encontramos con una comunidad
científica para la cual investigar significa o equivale a
aplicar el método
científico a la resolución de problemas y la
concepción de esta nueva investigación pretende
adoptar desde este estudio reorientar lo que tradicionalmente se
ha entendido por investigar en educación/enseñanza.
Trata de conjugar algunos de los criterios y procedimientos de
los enfoques tradicionales y acogerse a la perspectiva
epistemológica de las nuevas corrientes evaluativas de la
investigación en el aula.
Siguiendo a Ferrández, hablamos de una
investigación interpretativa, crítica y positivista
( esta última característica hace mención a
la utilización de técnicas positivistas pero no
afecta a la naturaleza del
conocimiento), aunque por definición suele situarse entre
las perspectivas interpretativa y crítica.
Nos agradaría cerrar con la opinión del
autor de este término investigación-acción.
Proviene de KURT LEWIN y nos dice:
"La investigación requerida para la
práctica social puede ser caracterizada como una serie de
procesos investigativos que esclarecen el quehacer del
profesional en el manejo de problemas
sociales específicos (administración social). Se trata de una
forma de investigación-acción, una
investigación comparativa sobre las condiciones y efectos
de varias clases de acción social, y es
investigación que conduce a la acción social. A
nuestro entender la investigación que produce sino
libros no es
suficiente".
En el módulo anterior, de organización escolar, se analizó un
proyecto de
investigación-acción que llevó el nombre
"Comprensión Lectora".
Nuestra propuesta en este módulo es enmarcar este proyecto
teniendo en cuenta a Fuensanta y abordar la evaluación del
mismo considerando las apreciaciones de este autor.
Para dar respuesta a este interrogante, observamos que se
distinguieron claramente los tres momentos a tener en cuenta para
la evaluación del PCE: evaluación inicial,
evaluación procesual y evaluación sumativa.
Vale destacar que el abordaje de la selección, distribución y secuenciación de
contenidos inter e intraciclos, así como el tratamiento de
los temas transversales, pudo haber sido desarrollado con mayor
claridad.
Las estrategias metodológicas e idoneidad aplicada,
incluye diferentes aspectos metodológicos generales:
agrupamientos, organización de horarios y espacios,
así como las decisiones sobre los materiales curriculares
y didácticos a emplear.
Se tiene en cuenta también el tratamiento de la atención a la diversidad en las diferentes
etapas; la acción orientadora y tutorial, el apoyo al
proceso de enseñanza y aprendizaje , la orientación
académica y profesional, la evaluación de las
estrategias , el aprendizaje de los alumnos, la práctica
docente y la evaluación del propio PC.
Teniendo en cuenta que la respuesta educativa de las distintas
áreas /o espacios curriculares se llevó a cabo
mediante la implementación de las Programaciones
didácticas, los docentes evaluaron los objetivos,
contenidos, tratamiento de los temas transversales,
metodología y evaluación, además de la
coherencia entre todos los elementos, mediante la
evaluación inicial,
procesual y sumativa de dichas programaciones
didácticas.
En nuestra opinión, la investigación evaluativa,
cooperativa
sería el mejor modo de abordar la evaluación del
PCE, es decir, el trabajo
conjunto entre profesores e investigadores compartiendo
responsabilidades, pero en el que cada persona pueda
actuar desde su rol específico, lo cual permitirá
un enriquecimiento mutuo de ambos profesionales que, forzosamente
habrá de repercutir directamente en el desarrollo
profesional y en la práctica educativa.
Porque pensamos que la evaluación del PCE debe ser una
tarea permanente de los docentes, mediante procesos cooperativos,
compartidos, hasta lograr la autoevaluación plena del PCE
sin ayuda del investigador.(Pudiendo convertirse cada docente
dentro de su tarea diaria en investigador.)
Sostiene Fuensanta: " Nuestra propuesta para evaluar el PCE queda
enmarcada dentro de la actual Reforma educativa y pretende como
finalidad última el desarrollo profesional de los
profesores y mejorar la práctica educativa desde la
reflexión, el diálogo y
las actuaciones colegiadas".
Autor:
Nancy Colomba
Griselda Chanes
Silvia Kern:
Mirta Cevallos
Silvia Fosch:
Carlos Wangler