Juan Ruiz o también llamado Arcipreste De Hita
autor del Libro De Buen
Amor, fue uno
de los poetas más importante de la edad media, se
cree que nació en Alcalá de Henares. Por orden del
arzobispo de Toledo estuvo preso durante trece años,
tiempo que
aprovecho para escribir diferentes versos que después
recopilo en su Libro de Buen Amor, en este
nos da a conocer una especie de autobiografía marcada por
un carácter
satírico y al mismo tiempo
didáctico; es decir directo en las ideas y a la vez
entretenido y gracioso. Aparentemente basado en una
problemática múltiple, tiene en el fondo una unidad
temática; Se oculta en el una recóndita
lección de moral, un gran
amor a la verdad y, sobre todo una inmaculada y conmovedora
piedad a la virgen, que impregna todas las paginas de la
obra.
El libro se fundamenta en la historia afectuosa del
Arcipreste, desde la introducción: con las oraciones a Dios y
Maria, los sucesivos amoríos y desilusiones, y finalmente
la resignación al no ser correspondido; se llegan a
diferentes situaciones en estas relaciones amorosas y se dan
contrariedades de ideas en cuanto a la ética y
la moral, las
cuales después son despejadas con claras, precias y
concisas fábulas.
Cada una de ellas deja una moraleja al lector y al personaje de
la historia, y se
encarga de aclarar el problema o discusión que allí
se planteaban por el momento.
Todo comienza con la afanosa explicación del Arcipreste a
sus lectores sobre la comprensión de la obra.
Ejemplificando en la pequeña fábula sobre la
disputa entre griegos y romanos donde nos dice "no hay mala
palabra si no es tenida a mal, y que toda frase es bien dicha si
es bien comprendida" . Luego nos comenta sobre sus sucesivos
amoríos y desilusiones que sufre hasta que pide ayuda a un
amigo suyo, el muy pícaro e ingenioso, lince con las
mujeres, solo logra ayudarlo en cuanto a robarle otra
ilusión. El joven ya cansado de sus desventuras entabla
una gran discusión con el amor al
cual le dice "no hay hombre, por
sabio y prudente que sea, que ante ti no tartamudee como un
necio, pues te das buena maña en aprisionarlo en tus
engañosas redes" y comienza a
dilucidar sobre todas las falsedades y atrocidades a las que
lleva el amor a los
que más le son fieles. Ejemplifica con varias fábulas
que centran sus temas en los siete pecados capitales. Pero el
amor no hace caso a sus acusaciones y le proporciona consejos
claves par ser correspondido "si le envías presentes o
recados, haz que sea la embajadora una parienta tuya, procura que
tu mensajera sea sutil y sepa mentir con gracia" . Después
de esto el pobre Arcipreste busca una embajadora con las características que le proporciono el amor,
y encuentra a la trotaconventos. Una vieja chismosa que mete su
nariz en todas partes, alcahueta, pero mujer de
confianza para él. Ella lo describe como "alto de cuerpo,
las piernas largas, membrudo, la cabeza no demasiado chica,
velloso". Sin duda ella es el personaje mejor trazado de todos,
creación personal del
autor y que sirvió de base a Fernando de Rojas, apenas un
siglo después, para su obra la Celestina.
El Arcipreste muy enamorado le encarga a la trotaconventos que
convenza a doña endrina de casarse con él.
También que le envié recados y le hable bien de su
persona. Esta
es una joven que había quedado viuda, muy celosa y
encerrada en la decisión de guardar el luto de su marido
hasta la muerte. La
vieja accede pero por un salario muy
modesto; en esto se muestra
claramente el clímax de la obra, el autor nos hace creer
que el Arcipreste por fin iba a ser correspondido cuando de un
momento a otro nos dice "no podía imaginar a la dulce
señora Endrina casada con otro hombre
¡bien me había burlado aquella < < trotaconventos> >
del demonio!". Traicionado por un mejor postor, llamado Don
Melón de la Huerta, rico y poderoso el cual gracias a la
vieja picara termina casándose con doña
Endrina.
Después de todo la anterior el Arcipreste decide alejarse
un poco de su pueblo y viajar por varias comarcas buscando
pretendiente, pero sin lograr resultado alguno. Vuelve otra ves a
su pueblo, donde perdona a la vieja trotaconventos y pide sus
servicios otra
ves, la cual le aconseja conquistar a una viuda, rica y buena
llamada Doña Garoza. El Arcipreste desesperado accede a
tratar de conquistarla. Tiempo después se habla de
matrimonio y
nos dice "Pero cuando estaba ya cercana la fecha de la boda, una
noche se sintió repentinamente mal, se metió en la
cama y amaneció muerta". La muerte
repentina de doña Garoza nos muestra los
cambios drásticos ,sorpresivos y casi ilógicos que
suceden a través de toda la obra, desconcertando a su
lector y proporcionándole una salida fácil al
escritor en cuanto a alargar la trama de la obra.
Tiempo después la misma trotaconventos termina muerta y el
pobre Arcipreste no tiene otro camino que el de la castidad,
decide dejar sus aventuras amorosas de loco amor y dedicarse al
amor de Dios. Concluye en el libro escribiendo coplas a Dios y a
Maria; un claro ejemplo de un final un tanto irónico y al
mismo tiempo desconcertante porque siempre se cree que una
historia va a tener un final feliz o aunque sea creíble
según la trayectoria de la obra.
En cuanto a la predeterminación de la obra, el Arcipreste
De Hita al estar emparentado con el clero, nos podría
explicar su modo de expresarse en el obra al tratar sobre temas
de extremada delicadeza de esa época, como son los siete
pecados capitales. Se menciona con manchada insistencia en la
introducción, una supuesta estancia en la
cárcel en la cual le reza a Dios y Maria sobre su
salvación "Aleja de mi sañas y rencores; haz que no
prospere el daño de los que sin ningún fundamento
me acusan ¡ayúdame gloriosa madre de pecadores!.
También podemos admirar específicamente que el
conflicto
principal de la obra es persona-sociedad y
persona-si misma, ya
que el protagonista contempla una guerra contra
la sociedad en si,
al no poder
conseguir alguien que lo estime y se case con él, lo cual
lo lleva a un desentendimiento con el mismo y una grave depresión
que alivia aparentemente después de su viaje fuera de su
pueblo. Todo esto lo lleva a resignarse ante la sociedad y ante
el mismo en cuanto a sus deseos convirtiéndose a
la castidad.
La escuela literaria
a la que pertenece El arcipreste de Hita como poeta del siglo
XlV, es a la llamada mester de clerecía(profesión u
oficio de clérigo u hombre culto), utilizando por tanto,
el tetrástrofo monorrimo o cuaderna vía, que es el
modo típico de rimar de esta escuela. El
tetrástrofo monorrimo es una estrofa de cuatro versos de
catorce silabas rimando en consonante entre si. Por
excepción, usa a veces otras combinaciones
métricas, como sucede en algunas cánticas de la
serrana y en no pocas cantigas a la virgen.
Para finalizar podemos concluir que el Libro De Buen amor es una
novela de
carácter argumentativo e
ideológico-moral, por la
cual corre la sagaz mirada de un estupendo satírico,
poseedor de un ameno y alegre sentido del humor. El cual nos
muestra mediante los problemas del
Arcipreste y sus soluciones,
los valores
del amor, y a las cosas que este conlleva como son: los pecados
capitales, la locura al no ser correspondido y lo lleva a la
resignación. Todo esto ejemplificado en sencillas pero
valiosas fábulas; desgraciadamente su condición de
eclesiástico lo obligaba a ocuparse de la moral; esta
es la razón por la que su actitud
irónica aparece ocultada por una moralización casi
dogmática, es decir mezcla verticalmente la ironía
con la moral.
Autor:
César Jiménez