Indice
1.
Definición
2. Efectos del alcohol sobre el
organismo
3. Tratamiento del
alcoholismo
Enfermedad crónica y habitualmente
progresiva producida por la ingestión excesiva de alcohol
etílico, bien en forma de bebidas alcohólicas o
como constituyente de otras sustancias. La OMS define el alcoholismo
como la ingestión diaria de alcohol
superior a 50 gramos en la mujer y 70
gramos en el hombre (una
copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de
alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de
litro de cerveza 15
gramos. El alcoholismo
parece ser producido por la combinación de diversos
factores fisiológicos, psicológicos y
genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y
a veces orgánica del alcohol, y produce un daño
cerebral progresivo y finalmente la muerte.
El alcoholismo, a diferencia del simple consumo
excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado en el
pasado un síntoma de estrés
social o psicológico, o un comportamiento
aprendido e inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido
recientemente, y quizá de forma más acertada, como
una enfermedad compleja en sí, con todas sus
consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los
primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la
preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que
influye poderosamente en la elección por parte del enfermo
de sus amistades o actividades. El alcohol se está
considerando cada vez más como una droga que
modifica el estado de
ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una
costumbre social o un rito religioso.
Al principio el alcohólico puede aparentar
una alta tolerancia al
alcohol, consumiendo más y mostrando menos efectos nocivos
que la población normal. Más adelante, sin
embargo, el alcohol empieza a cobrar cada vez mayor importancia,
en las relaciones personales, el trabajo, la
reputación, e incluso la salud física. El paciente
pierde el control sobre el
alcohol y es incapaz de evitarlo o moderar su consumo. Puede
llegar a producirse dependencia orgánica (física), lo cual
obliga a beber continuamente para evitar el síndrome de
abstinencia.
Estadísticas mundiales sobre el
alcoholismo
- El alcoholismo afecta más a los
varones adultos, pero está aumentando su incidencia
entre las mujeres y los jóvenes. - El consumo y los problemas
derivados del alcohol están aumentando en todo Occidente
desde 1980, incluyendo Estados Unidos,
la Unión
Europea y la Europa
oriental, así como en los países en vías
de desarrollo. - A pesar de los resultados
esperanzadores del tratamiento actual, se estima en más
de 100.000 el número de muertos anuales sólo en
Estados
Unidos a causa del alcohol. - En la Federación Rusa un 12 por 100.000 de la
población ingresa anualmente en los
hospitales para ser tratados de
intoxicaciones etílicas agudas. El Plan Europeo de
Acción contra el Alcohol de la OMS pretende reducir en
un 25% el consumo de alcohol entre 1980 y el año 2000,
prestando especial atención a la Europa
oriental. - En los últimos años, España
ha pasado a ocupar el segundo lugar en el mundo en tasa de
alcoholismo. - En México, El grupo de
edad que manifestó una incidencia más alta fue de
18 a 29 años. (Encuesta
Nacional de Adicciones,
1988) - Según la
Organización mundial de la Salud, la cantidad de
jóvenes que consumen alcohol aumentó en un 20 %,
en los últimos 10 años. - Hace 10 años de cada 7 hombres que consultaban
por problemas
relacionados con el alcohol consultaban 3 mujeres; hoy la
relación es de 6 hombres por 4 mujeres.
2. Efectos del alcohol
sobre el organismo
El alcohol produce sobre el organismo un
efecto tóxico directo y un efecto sedante; además,
la ingestión excesiva de alcohol durante periodos
prolongados conduce a carencias en la nutrición y en otras
necesidades orgánicas, lo cual complica la
situación. Los casos avanzados requieren
hospitalización.
Los efectos sobre los principales sistemas del
organismo son acumulativos e incluyen un amplio rango de
alteraciones en el aparato
digestivo, entre las que destacan las úlceras de
estómago y de duodeno, la pancreatitis crónica y la
cirrosis hepática, así como lesiones irreversibles
en los sistemas
nerviosos central y periférico. Pueden llegar a producirse
desmayos, alucinaciones e intensos temblores, síntomas del
síndrome de abstinencia alcohólica más
grave, y el delirium tremens, que puede ser mortal a pesar del
tratamiento adecuado; esto último contrasta con los
síndromes de abstinencia de los opiáceos como la
heroína, que aunque muy aparatosos rara vez son
fatales.
La deficiencia de magnesio entre los grupos que
padecen malnutrición, en especial los alcohólicos,
produce temblores y convulsiones
Se ha demostrado en fechas recientes que la ingestión de
alcohol durante la gestación, incluso en cantidades
moderadas, puede producir daños graves en el feto,
especialmente retraso en el desarrollo
físico y mental; la forma más grave de este
retraso, poco frecuente, se llama síndrome de alcoholismo
fetal.
3. Tratamiento del
alcoholismo
El tratamiento primario comienza con el
reconocimiento del alcoholismo como un problema que necesita
atención específica, en vez de
considerarlo secundario a otro problema subyacente como se
hacía antaño. Se están desarrollando
rápidamente residencias especializadas para su tratamiento
y unidades específicas en los hospitales generales y
psiquiátricos. A medida que la sociedad se
conciencia de la
verdadera naturaleza del
alcoholismo, disminuye su consideración como estigma
social, los enfermos y sus familias lo ocultan menos y el
diagnóstico no se retrasa tanto. Los
tratamientos más precoces y mejores están
produciendo unas altas y esperanzadoras tasas de
recuperación.
Además de resolver las complicaciones
orgánicas y los cuadros de abstinencia, el tratamiento
pasa por los consejos y entrevistas
individualizados y por las técnicas
de terapia de grupo
encaminadas a conseguir una abstinencia no forzada de alcohol y
otras drogas. La
abstinencia es el objetivo
deseado, a pesar de que algunas opiniones muy discutidas
manifiestan que es posible volver a beber con moderación
en sociedad sin
peligro. La adicción a otras drogas, sobre
todo tranquilizantes y sedantes, es muy peligrosa para los
alcohólicos. El Antabús, fármaco que produce
intolerancia grave al alcohol, se utiliza a veces como adyuvante.
Alcohólicos Anónimos, grupo de apoyo para enfermos
sometidos a otros tratamientos, puede servir a veces para la
recuperación sin necesidad de recurrir al tratamiento
psiquiátrico formal.
Desintoxicación: Procedimiento
terapéutico destinado a eliminar los efectos de una
intoxicación aguda o crónica. Habitualmente se
refiere a la deshabituación del alcoholismo y las
diferentes drogadicciones
Dos principios
básicos deben preceder cualquier programa de
desintoxicación. Primero, el paciente debe estar
convencido realmente de lo pernicioso de la adicción y
debe querer rehabilitarse y estar dispuesto a esforzarse y
sacrificarse para conseguirlo; el médico y el entorno
familiar y social deben influirle en este sentido, pero la
decisión firme y constante es estrictamente personal.
Segundo, las toxicomanías son problemas crónicos,
recidivantes, en los que la experiencia de millones de casos en
todo el mundo ha demostrado la elevada frecuencia de la
recaída y la necesidad de volver a iniciar la terapia; lo
menos frecuente es la curación definitiva, por lo que se
debe evitar desánimos, rechazos y decepciones en el
entorno del toxicómano o alcohólico.
Existen muchas modalidades terapéuticas, con importantes
similitudes para las distintas sustancias. Siempre deben incluir
dos facetas: el rechazo a la sustancia y el apoyo personal y al
entorno. Se debe conseguir y mantener un potente rechazo y
aversión hacia la sustancia nociva mediante
estímulos psicológicos de muy distinta
índole, tanto en el caso del paciente ambulatorio como el
ingresado, y utilizando a veces sustancias de apoyo
(antagonistas, como el disulfiram para el alcohol y la naltrexona
para los opiáceos, o agonistas, como la metadona para los
opiáceos). El apoyo para desarrollar una vida nueva,
totalmente desligada de los anteriores círculos y
costumbres, debe incluir las facetas personal (existencial),
laboral,
familiar, sexual y social (amistades).
La desintoxicación dura aproximadamente 30 días, y
se emplean terapias vitamínicas, de recuperación
nutricional y otros; pero la deshabituación dura mas de 1
año, y se utilizan actualmente drogas que inhiben el deseo
de beber para facilitar esta etapa, y luego, viene el
período de resocialización laboral y
familiar.
Instituciones de ayuda
Alcohólicos Anónimos (AA), es una comunidad de
personas que se reúnen para alcanzar y mantener la
abstinencia respecto al consumo de licores y bebidas
alcohólicas. Sus actividades han alcanzado una gran
difusión a escala mundial.
Surgió en 1935 cuando Bill W., un agente de Bolsa de Nueva
York, y el cirujano Bob S. entablaron amistad en Akron,
Ohio, y decidieron ayudarse para dejar de beber. Desde este
modesto comienzo, AA ha crecido hasta formar en torno a los
87.000 grupos en
más de 130 países, con un total de más de 2
millones de socios.
Todos los hombres y mujeres que tienen o creen tener problemas
con la bebida son invitados a asistir a cualquier encuentro de
AA. El único requisito para integrarse es el deseo de
abandonar la dependencia de las bebidas alcohólicas. Los
miembros son anónimos, y no se les exige ninguna cuota o
aportación, pues las contribuciones son por entero
voluntarias. El programa de AA
preconiza la abstinencia total. Sus miembros mantienen la
sobriedad compartiendo experiencias, fuerzas y esperanzas en sus
reuniones de grupo, y siguiendo los doce pasos que se recogen en
el estatuto para la recuperación. Incluso los
alcohólicos aislados, confinados en sus casas o habitantes
de regiones remotas, sin acceso a los grupos de AA, pueden buscar
ayuda en el programa destinado a los Solitarios.
Grupo Al-Anon es una comunidad mundial
de personas cuyas vidas han sido afectadas por su relación
con adictos al alcohol. Cuenta con dos programas
distintos: Al-Anon y Alateen. El ingreso en el Al-Anon
está abierto a familias, amigos y empleados de adictos al
alcohol, mientras que Alateen es un programa diseñado para
jóvenes menores de 21 años. El principio
básico de ambos grupos es que el alcoholismo es una
enfermedad familiar; las personas estrechamente relacionadas con
alcoholadicto pueden sufrir psíquica, espiritual y, a
menudo, físicamente. Ambos programas ofrecen
consuelo, ánimo y comprensión a quienes han vivido
en la confusión y la desesperanza.
Al-Anon fue creada en Nueva York en 1952 por Lois W., esposa de
uno de los fundadores de Alcohólicos Anónimos (AA),
y Anne B. Los grupos Alateen se organizaron por primera vez en
California en 1957. Aunque independientes de AA, ambos programas
usan los "Doce Pasos" de AA para la recuperación y
celebran sus encuentros de modo similar. Las ayudas
económicas proceden en su integridad de las contribuciones
voluntarias de sus miembros.
En 1990 había cerca de 32.000 grupos Al-Anon y Alateen en
más de 112 países. La sede central de los Grupos
Familiares Al-Anon S.A. mantiene su Oficina de
Servicio
Mundial en Nueva York.
Abstinencia (bebidas alcohólicas), término que se
aplica a los esfuerzos organizados para promocionar la
abstinencia del consumo de bebidas alcohólicas. La
mayoría de las organizaciones
antialcohol han solicitado la aprobación de una normativa
que prohíba su venta y
consumo.
La creación de organizaciones a
favor de la abstinencia se remonta a principios del
siglo XIX en Estados Unidos, cuando surgieron las primeras ligas
antialcohol en Nueva York (1808), Massachusetts (1813) y
Connecticut (1813). En Europa, este tipo de organizaciones se
fundaron en las décadas de 1820 y 1830, siendo las
más fuertes la de Gran Bretaña y los países
escandinavos.
Alcoholismo y juventud
Un golpe a la juventud: El
peligroso hábito de la bebida se inicia a edades cada vez
más tempranas.
En los últimos diez años, la cantidad de
jóvenes que consumen alcohol se incrementó en un
20% y la edad promedio de inicio de consumo descendió de
los 17 a los 15. La tendencia actual entre los jóvenes es
el consumo de bebidas claras (no confundir con las blancas), de
aromas frutados. En este rubro están incluidas la cerveza rubia y
distintas clases de tragos.
Esta preferencia por lo cristalino también se percibe en
las gaseosas. Los jóvenes consumen bebidas de baja
graduación o cócteles de fantasía. Para
Verruno, el hecho de que en la actualidad el alcohol se
promociona básicamente entre los jóvenes, da como
resultado que "los chicos que estudian toda la semana o trabajan
duramente todos los días, esperen ansiosamente el fin de
semana para alcoholizarse en las casas de los amigos, en la
calle. Son los bebedores de fin de semana".
Entre los tragos fuertes, los adolescentes
prefieren aquellos que mezclan naranja y vodka. Además, la
moda de la
comida mexicana ha impuesto tragos
duros, como la medida de tequila con sal, bajada con cerveza.
En comparación con lo que sucedía hace diez
años, "el panorama se ha complicado", admite Verruno
(autor argentino). Por un lado, ha aumentado el porcentaje de la
bebida problemática (abusadores y dependientes), pero
además el alcohol se ha convertido entre los
jóvenes en el gran protagonista de los accidentes de
tránsito y situaciones de violencia. Se
estima que los accidentes de
tránsito por causas atribuibles al conductor rondan el
50%. Entre esas causas la primera es la velocidad, y
en segundo término el alcohol.
Mujeres que beben
Hace diez años, por cada siete hombres que consultaban en
hospitales y sanatorios a causa de problemas relacionados con el
alcohol, lo hacían tres mujeres. Hoy son seis varones por
cada cuatro mujeres. Y se estima que a fin de este año las
consultas serán similares en uno u otro sexo. Las
causas hay que buscarlas en la introducción de la mujer en el mundo
del trabajo. "La mujer
está sometida a las exigencias, a la cadena de
responsabilidades y mando, describe Verruno. Y como salida
emergente utiliza los dos grandes escapes que son la bebida y el
cigarrillo. Pero la mujer que se
alcoholiza en la soledad de la vivienda también ha
aumentado, porque la tarea de cuidar la casa y los hijos tiene
cada vez menos jerarquía y aporta menos satisfacciones."
Biológicamente, la mujer es más vulnerable al
alcohol, porque tiene deficiencias en su sistema
enzimático. Esto hace que se emborrache más pronto
con menos cantidad: mientras que el límite para el
hombre es de
35 gramos de alcohol, en la mujer es de 30. A los cinco o seis
años, una mujer alcohólica ya es una enferma
crónica, en cambio
el hombre
demora diez años. "Y llega muy pronto al consumo de
productos
desnaturalizados, por ejemplo, bebe perfume -explica Verruno, que
cree que la sanción social para la mujer es mayor-. No se
permite que no sea una buena madre o descuide su hogar. Esta
condena dificulta mucho la recuperación."
Como contrapartida, la mujer consulta más
rápidamente que el hombre: cuida
más su salud y tiene más temores y menos prejuicios
para asistir al médico. "El machismo del hombre -concluye
el especialista- hace que consulte más
tardíamente."
Autor:
Rafael Parra