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El Pontifex Maximus, en el Imperio Romano



  1. Introducción
  2. Orígenes y
    etimología
  3. El Pontifex Maximus
    en la era Imperial
  4. Religión
  5. Bibliografía

Introducción:

El Pontifex Maximus era la cabeza religiosa del estado
Romano. Siendo el sacerdote más alto del Colegio de
Pontífices -Collegium Pontificum- se encargaba,
entre otras tareas, de la Pax Deorum -la paz con los
dioses-
es decir de la correcta realización de ritos
y costumbres. Como fue normal en los cargos Romanos ésta
posición estaba abierta en principio solamente a los
ciudadanos patricios y luego se abriría a los plebeyos. Su
significancia variaría mucho desde la República al
Imperio, época en la que pasó a convertirse en un
título más que aseguraba el carácter divino
de las acciones del Emperador.Son muchas y confiables las fuentes
que llegaron a nuestros días sobre estos
Pontífices, aunque algunas otras logren confundirnos ya
que se contradicen en gran medida -como por ejemplo lo
escrito por Plutarco al respecto
-. Varón, por
ejemplo, nos otorga el compendio más importante al
respecto, en su obra Libro de los Pontífices.
Lamentablemente una cruel jugada del destino hizo que éste
libro se extraviara en las arenas de la Historia y hoy en
día sólo nos sea posible acceder a pequeños
fragmentos citados por Nonius Marcellus y Aulus Gellius.
Afortunadamente se mantienen conservados los textos de
Cicerón, Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso los cuales
son fundamentales a la hora de entender el alcance y funciones
del Pontifice.

 

Orígenes y
etimología:

El título Pontifex Maximus está
constituido por dos palabras: Maximus, como su nombre
obviamente lo indica significa superior, mayor; y
Pontifex que es una palabra de raíz Etrusca.
Pont, camino en Etrusco, hace referencia a la construcción
de puentes, por lo que Pontifex sepuede definir como:
"constructor de puentes". A primera vista es claro que
para nuestra civilización y cultura actual un constructor
de puentes no tiene relevancia, o mejor dicho
significación, religiosa alguna. Sin embargo en el
contexto Romano antiguo, y el Etrusco, existía una marcada
divinización hacia el río Tíber, que era
considerado como un Dios, o al menos como una fuerza divina entre
la sociedad. Por esta razón solamente personas de
carácter religioso, y sobretodo personas que pudieran
entender y leer las señales divinas, estaban calificadas
con la suficiente autoridad como para molestar a éste Dios
con construcciones y artificios producto de la mano del hombre,
como por ejemplo lo son los puentes. No obstante historiados
modernos y contemporáneos a nuestro tiempo establecen que
la definición de: "constructor de puentes" es
más que nada una alegoría a la tarea de los
Pontifices de unir el mundo divino con el terrenal. Es decir que
son "constructores de puentes" ya que son éstos
los que unen lo divino con lo humano.El cargo, u oficina, de
Máximo pontífice nace, o mejor dicho se redefine,
ya que en la Monarquía también existían los
pontífices, con la destitución del último
Rey Romano, Lucius Tarquinius el soberbio. Los poderes de
éstos monarcas son divididos en una rama política y
otra religiosa; siendo los Cónsules los herederos del
mando político y el Pontífice Máximo junto
al Rex Sacrorum -quien estabasubordinado al Pontifex
Maximus-
quienes toman las funciones religiosas dejdas por
los antiguos reyes.  

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Características y
problemática:
El Máximo Pontificado no era
una magistratura como tal, ya que era un cargo vitalicio y no
estaba determinado por un plazo de tiempo establecido. Por esta
razón el máximo pontífice no podía
vestir la toga praetexta -es decir la toga que tenía
un borde púrpura indicando la posición
política de magistrado
-, igualmente se podía
distinguir a un pontifex maximus por su cuchillo de hierro
-el secespita- de utilización ceremonial. Como
varias de las oficinas y magistraturas Romanas en un principio
estaba sólo abierta a los ciudadanos patricios, pero
gradualmente y a medida que se fue dando el Conflicto de los
Ordenes -la lucha por el acceso al poder de los
plebeyos
-, se abriría a éstos últimos
en el años 254 ac cuando Tiberius Coruncanius fuera el
primer plebeyo electo máximo pontífice de Roma. De
todas maneras seguiría siendo una posición elevada
en el sistema social Romano y generalmente sólo lograba
acceder tanto patricios como plebeyos que provinieran de ricas o
influyentes familias.Esta oficina comenzó con un
carácter estrictamente religioso pero, como es costumbre
en todas las civilizaciones humanas, sus funciones, las cuales
algunas daban manejo sobre ciertos aspectos políticos,
irían politizandola en gran medida con el pasar de los
años. Esto primordialmente ocurría con una de las
tareas del máximo pontífice que era la de asignar
los días intercalares. Estos intercalares podían
agregar o quitar días al año, extendiendo
así los años donde se aplicaban. En la etapa
tardía de la República utilizarían
éstos meses para favorecer a un amigo o a un aliado
político, ya que aplicándolos o dejándolos
de aplicar podían extender o acortar los años y
así alargar el mando de algún Cónsul amigo.
Esto se hizo costumbre y el calendario se fue desfasando con
respecto a las fases naturales de las estaciones del año.
El problema crecería gradualmente, y en tal magnitud, que
Julio César decide que el calendario en curso era tan
obsoleto y fallido que un nuevo calendario era necesario. Es
así que nace el Calendario Juliano. Similarmente
a lo que acabamos de mencionar, la interpretación de
varios augurios y signos divinos eran hechas en favor de una
amistad política de turno y no basados en las escrituras
de los Annales Maximi -que veremos en unos
instantes
-.Por último sobre el Máximo
Pontífice si bien era un título vitalicio,
éste no estaba exento o imposibilitado de adquirir otras
magistraturas o servir militarmente, y de hecho varios
Pontífices Máximos fueron simultáneamente
Cónsules que llevaban guerras y campañas a cabo.
  Cantidad de Pontífices: En un
principio eran seis los pontífices, siendo uno el
máximo pontífice quien tenía bajo su cargo a
los demás. Este número se vería
constantemente modificado cuando entre el 300 o el 299 ac la
Lex Ogulnia aumentara el número a nueve;
número que nuevamente se vería incrementado con
Sula a quince y finalmente con César a dieciséis.
Siendo éstos unos 15 pontífices, quienes eran
flamines específicos de las deidades mayores -es decir
Pontífices que se dedicaban exclusivamente a atender y
velar por un Dios o Diosa importante
-; debemos contar
además al Rex Sacrorum -rey de los sacrificios-
quien, como ya hemos mencionado, realizaba actos religiosos que
anteriormente eran tarea del Rey como el sacrificio de animales.
Todos éstos pontífices estaban directamente
subordinados al Pontifex Maximus. Sin embargo no eran los
pontífices los únicos funcionarios religiosos con
los que nos podemos encontrar. También teníamos
varios puestos menores, pero aún así importantes,
como los Augures, Haruspices, Fetiales, otros tres
Pontífices menores y las muy importantes y veneradas
Vírgenes Vestales. Estas últimas, dada su
importancia, estaban bajo la protección y el cuidado
directo del Pontifex Máximo. De hecho éste
vivía pegado a su palacio.  
Elección/Selección: Primeramente se
utilizaba el cooptatio para realizar la elección
de los miembros del Colegio de Pontífices. Esto
ocurría cuando los miembros remanentes entre los
Pontífices elegían a los nuevos miembros a ocupar
el cargo. Pero dicho método no sería eterno y se
abandonaría la en el año 104 aC cuando con la
Lex Dominitia establecería que la
selección sería llevada a cabo por la Comitia
Tributa -una asamblea de votación de ciudadanos
Romanos
-. Sin embargo menos de la mitad de las tribus de la
ciudad estarían representadas bajo dicha ley -cabe ser
aclarado que esta era la seleccion del Pontifice Máximo,
quien a su vez era el que luego elegía a los otros
pontifices
-. Sería Sula quien al tomar el poder la
destituye pero César, quien ocupó este cargo,
sería el que la vuelve a poner en vigencia cuando toma el
poder de Roma. En el Imperio el mismo Emperador era el
Máximo Pontífice -algo que le deba peso
religioso a su mandato-
por ende también era el
encargado de elegir al resto de los pontífices.
 

Funciones y tareas: Si bien el Colegio
de Pontífices no era el único colegio religioso en
Roma este era sin duda alguna el más importante y
renombrado de todos, por ende sus funciones eran de suma
importancia. Así mismo el Collegium Pontificum
llevaba a cabo los rituales religiosos que no tenían un
colegio propio, como por ejemplo los Augurios los
Decemviri Sacris y los Fetiales entre otros.La
función principal del Colegio, y por ende del
máximo pontífice, era la Pax Deorum -paz con
los Dioses
-, y consistía en comprender sus deseos y
designios divinos, así como complacerlos y mantenerlos
conformes.Una de las mayores herramientas para concretar la
Pax Deorum, y sin duda alguna una de las obligaciones
más importantes, radicaba en la correcta
recopilación y compilación de signos o eventos,
presumiblemente de carácter divino, y unirlos a su
respectiva significancia religiosa. El Annales Maximi
era donde tales, podemos decir, designios celestiales eran
anotados. La utilidad de crear esta especie de enciclopedia
mística radicaba en otorgarle un mejor conocimiento de los
Dioses y de sus deseos a las futuras generaciones. Que
podrían contar con una base de conocimiento que les
sirviera de guía –un buena analogía es comparar
el sistema con el actual sistema jurisprudencia legal
-. La
división y organización de tal recopilación
era meticulosa y formaba un cuerpo de conceptos que otorgaba
diferentes dogmas bajo los cuales los Pontífices
podrían posteriormente basarse para comprender el deseo de
los Dioses o dar augurios.Llevar a buen término el
fasti, es decir el calendario romano, era una tarea de
suma importancia para el Máximo Pontífice. No solo
éste, en base a la observación de la Luna,
establecería los idus y nonas sino que
también era el encargado de asignar los meses
intercalaris, que como hemos mencionado, llevaría
a una manipulación con fines políticos sumamente
perjudicial.Quizá no una función por si misma pero
si definitivamente una tarea importantisima del Máximo
Pontífice era el encargarse de las Vestales, y esto se
puede ver al observar que la Domus Publica -el hogar del
Máximo Pontífice-
estaba pegada al templo de
estas bellas jóvenes. Varias otras funciones de menor
importancia podían también llegar a ser realizadas
por el Pontifex como por ejemplo la de supervisar el funeral de
una personalidad importante de Roma, o muy raramente el ofrecer
culto a un Dios particular.El Colegio de los Nueve Augures era un
colegio de suma importancia precedido por el Máximo
Pontífice. Su cometido, o misión, radicaba en
indagar las intenciones de los Diosess ante una decisión
grave a ser tomada por el gobierno. El ritual
consistía en que el Máximo Pontífice si
dirigiera, precedido por quince flamines, al centro sagrado de la
ciudad y captara el cuelo de los pájaros -tal cual
como lo hiciera Rómulo antes de fundar la ciudad
-.
Posteriormente el ritual se modificaría y
consistiría en estudiar las vísceras de un animal
sacrificado. Si la ocasion era incluso mas grave se enviaba una
delegacion a Cumas para interrogar a la Sacerdotisa de Apolo, la
Sibila. En varias ocasiones, tras la pérdida de una gran
batalla o una gran revuelta interna, no era extraño que se
enviara una misión a consultar el oráculo de
Delfos.

El Pontifex
Maximus en la era Imperial:

Octavio Augusto se convierte en Pontifex Maximus cuando
Lépido muere en el 13 aC. Esto le da la posibilidad de ser
el que eligiera a los pontífices y cambiaría
así el carácter de la oficina para siempre, la cual
pasaría a ser un título más del Emperador.
De esta manera perdería gradualmente su importancia
histórica y serviría simplemente como una
referencia a la divinidad al Emperador y sus acciones. De
aquí en más los Pontífices elegidos no lo
serían por su conocimiento de las deidades ni sus
habilidades, sino que pasarían a ser una decoración
Imperial a los ciudadanos que el Emperador quisiera
premiar.Sería Flavius Gratianus quien en el 381 dc
declinaría el ser nombrado con dicho título y, el
título, sería absorbido por el Papa Cristiano,
manteniendose en vigencia por casi 3000 años hasta
nuestros días como uno de los nombramientos más
longevos y antiguos.

Cultura, Moral y familia: Augusto
lucharía toda su vida por retornar a los antiguos valores
y herencia romanos. Mediante leyes, castigos y recompensas
trató de aumentar el índice de nacimientos en Roma,
premiando a las familias con tres o más hijos y multando
con impuestos a los célibes. Esto se debía a que
Augusto sentía una gran preocupación por
cómo se estaba dando la situación de desapego a la
tradición de la familia entre los romanos, la
utilización de medios anticonceptivos y el infanticidio
habían llegado a un punto tal que la población
romana natural había comenzado a decrecer mientras las
familias de peregrinis se multiplicaban década tras
década. Para poder incrementar el valor de la
institución matrimonial comenzó utilizar los
recursos que le permitían sus poderes de Tribuno y de
Censor haciendo que el estado se implique en la protección
de esta. Para incrementar la moral también combatió
la homosexualidad y la prostitución penándolas
duramente.

Arte y Literatura: Culturalmente
inició una edad dorada de la literatura y las artes, la
cual se conoce como El Siglo de Augusto. Valoró y
financió autores que escribían sobre los valores
romanos, esto lo hizo convirtiéndose en el patrono de
poetas, escultores, arquitectos y demás artistas puramente
romanos. Estos autores en retorno a los favores debían
adaptarse a sus lineamientos y además favorecer su figura
y la del Principado, vemos en la Eneida de Virgilio un ejemplo de
esto:

Deja ahora que tu mirada visionaria observe En
esta tu raza, éstos tus Romanos.Aquí
César, de la semilla gloriosa de
Julio,Manténte ascendiendo a un mundo de
luzMantén, hasta lo último, ése
hombre, para esto es,Tan a menudo contado a tus
oídos atentos,César Augusto, de la estirpe de
JúpiterEl trajo una edad dorada…

Consideró a La Eneida de Virgilio, una de sus
obras más queridas, una herramienta fundamental para
aumentar el orgullo de la población a la herencia cultural
romana. Ovidio, Horacio, Virgilio, Tibulo, Livio, Propercio, y
demás autores de la era dorada de la literatura romana se
iniciaron bajo su protección. Generalmente sus hombres de
confianza dirigían estos círculos intelectuales,
como son Asinio Polión, Valerio Mesala, y un hombre que
representa de tal manera lo aquí expuesto que antes de
morir le daría significado a su nombre: Mecenas.Si bien
durante su reinado mantuvo una predilección por el
nacionalismo romano esto no le impidió aceptar la
magnanimidad del arte Helénico. Augusto demostraría
su gusto por el idealismo Griego en contadas ocasiones. Siendo el
mármol uno de sus medios predilectos llenaría Roma
de esculturas y monumentos de este material talladas en un claro
estilo Griego.  

Religión:

Augusto favoreció ampliamente a los Dioses
romanos y fue hostil hacia las religiones orientales. Apolo fue
su Dios favorito y a quien en mayor medida le dedicaría
atención y beneficios. Bajo su gobierno se vieron
construidos, y reconstruidos, infinidad de templos, altares y
estatuas que acercaban los Dioses a toda la población.
Suetonio comenta:

Incrementó el número y la
importancia de los sacerdotes, así como
también sus privilegios. En particular aquellos de
las Vírgenes Vestales. Por otra parte, hubo una
ocasión en la que se debía elegir una Vestal
para ocupar el lugar de otra que había fallecido, y
muchos utilizaron todas sus influencias para evitar enviar
a sus hijas a correr la oportunidad de ser seleccionadas.
El (refiriéndose a Augusto) solemnemente
juró que si cualquiera de sus nietas contara con la
edad necesaria para ser elegible, el mismo la hubiera
propuesto.

Vesta: La pura e inmaculada Vesta,
también conocida como Hestia en Grecia, era la diosa del
fuego y la chimenea familiar. Gradualmente se fue convirtiendo en
la diosa protectora de Roma cuya llama representaba el bienestar
del estado es decir la res publica. Siendo una de las
diosas más antiguas, ya que era hija de Rhea y Cronos, era
considerada protectora de la humanidad. Si bien en Grecia no se
le dio tanta importancia fue en Italia donde existía un
culto tan fuerte que un séquito de sacerdotisas sagradas
le fue otorgado para ocuparse de su veneración y cuidado.
Para comenzar a comprender la importancia de Vesta primero
debemos entender cuán importante era la chimenea familiar
para los romanos. En esta parte de la casa no sólo se
cocinaban los alimentos sino que también era el altar
familiar donde la cabeza familia ofrecía sus oraciones y
sacrificios. Vesta era representada antropomórficamente en
la forma de una mujer de gran belleza que sostenía un
cuenco votivo en una mano y una antorcha en la otra. Fue
cortejada por Apolo y Neptuno pero prefirio permanecer pura y
virgen. Esto era representado por el fuego sagrado -que los
Romanos consideraban como el emblema al fuego de la vida que
ardía en el pecho de los seres humanos gracias a
Vesta-.
Pero es relativo hablar de la figura de Vesta ya que
no se ha encontrado una efigie representativa en su templo y la
referencia mayormente utilizada de la imagen de dicha diosa
proviene del grabado de una moneda. La cual se supone que es
Vesta debido a que aparece junto a su templo.Su festival era la
Vestalia, y como veremos este era uno de los eventos con
más pompa y de mayor popularidad entre la población
Romana. Señal inequívoca del cariño y
adoración hacia esta diosa.   

El fuego sagrado: En los poblados
antiguos, y no solo latinos sino de muchas razas y culturas, se
solía mantener un fuego comunitario -focus
publicus
-. La razón de esto era tener una fuente de
fuego siempre disponible en caso de que el fuego del hogar se
apagara accidentalmente; tengamos en cuenta que en tiempos
primitivos encender un fuego podía llegar a ser una tarea
verdaderamente dificultosa. A medida que la sociedad fue
evolucionando, al menos en Grecia y Roma, este fuego
pasaría a ser sinónimo de familia y unidad. Sin
embargo, es interesante notar como la problemática
antigua, es decir los problemas al poblado que podría
traer la extinción de dicho fuego, se trasladarían
a la sociedad más avanzada a manera de costumbre. Es
decir, el presagio de infortunio que sufriría Roma en caso
de que este se extinguiera. Si el fuego llegaba a extinguirse,
como veremos, la Vestal sería castigada en gran medida y
rápidamente se iniciarían los preparativos para la
nueva ignición de la llama. En los primeros tiempos esto
se hacía con unos palillos de madera especiales y
posteriormente con un espejo cóncavo -detalle que nos
llega de Plutarco en su trabajo Numa-
reflejando la luz
solar; aunque el método exacto es desconocido. El fuego
era renovado todo principio de año -Para los Romanos
esto era el primero de Marzo, ver artículo sobre el

Calendario Romano-. Como hemos mencionado en los párrafos
anteriores esta necesidad antigua del fuego comunal tiene
raíces muy profundas en la cultura y estas raíces
se trasladaron a costumbres en tiempos posteriores. Junto al mal
presagio a causa de la extinción del fuego también
se traslada la manera de mantenerlo avivado. En los poblados
antiguos era normal que el fuego comunal sea custodiado y cuidado
por las jóvenes mujeres de la aldea, que eran en su gran
mayoría las jóvenes chicas que todavía no se
habían casado y no debían atender a tareas
hogareñas. De aquí es que se toman a las Vestales
para su cuidado.

Orígenes y
características:
La leyenda cuenta que las
primeras Vestales fueron elegidas por el héroe troyano
Eneas, quien junto a su presencia también trajo a sus
dioses a la Península Itálica. Pero estos relatos
no son más que leyendas. Si bien las Vestales existen
desde antes, los primeros recuentos escritos los comenzamos a
tener con los reyes Romanos. En los tiempos de la
Monarquía sabemos que era el rey quien escogía y de
hecho fueron estos reyes los que establecieron los castigos a las
sacerdotisas que rompieran sus votos. Estos votos eran el de
castidad recordemos que Vesta era la diosa virgen y pura -sin
embargo pasados los años de servicio, como veremos,
podían buscar un hombre y casarse si es que lo
deseaban
-; y el de gran importancia que era mantener vivo el
Fuego Sagrado de Vesta. Llama que si se apagaba vaticinaba una
tragedia profunda y peligrosa en extremo para la sociedad. Las
Vírgenes Vestales tenían una gran prioridad y
prestigio en la sociedad. Eran respetadas y adoradas por todos y
cada uno de los ciudadanos Romanos. Su sola presencia por el
camino de un condenado a muerte rumbo el verdugo era suficiente
para que se absolviera a dicha persona y se le perdonara la vida.
Entre los privilegios con los que contaban se encontraba no
sólo el de ser escoltadas por los lictores cuando andaban
por las calles sino el de obtener lugares preferenciales y de
excelente vista en los juegos y obras teatrales. Más
placeres llegaban a ser disfrutados por dichas mujeres ya que
eran muy frecuentemente invitadas a suntuosos banquetes donde se
servían manjares a los que sólo los ciudadanos
más ricos y poderosos de Roma podían tener acceso.
La vestimenta de una vestal también reflejaba su rango
elevado en la sociedad y a la vez su pureza y castidad. Las
tunicas que utilizaban eran del más fino lino de color
blanco y estaban adornadas con una orla de púrpura. En la
imagen siguiente podemos ver un muy buen gráfico de dos
virgenes donde apreciamos claramente los detalles en
púrpura de las orlas de su túnica. Dentro de los
distintivos que llevaban encontramos uno de suma importancia, la
vitta. Esta especie de vincha era comúnmente utilizada
como adorno por las mujeres pero en el caso de las vestales
identificaba su posición sagrada en la sociedad. Es por
esto que lo primero que se le hacía a una Vestal que
rompía sus votos era el despojarla de esta vitta. El
número de vestales se fue incrementando a lo largo del
tiempo. En un principio fueron dos, luego cuatro y posteriormente
seis vírgenes -Aunque hay recuentos de que hacia el
final de los tiempos paganos una séptima virgen fue
incluida
-. Así mismo como toda hermandad siempre hay
una persona que oficia de líder y representante. La Vestal
de mayor importancia era la Vestalis Maxima, o Virgo Maxima,
según sabemos vía Ovidio y Suetonio. Y su principal
tarea era la de presenciar en el Colegio de Pontífices y
participar de este. Durante más de un milenio se
mantuvieron éstas sacerdotisas cuidando pacientemente la
Llama de Vesta. Pero el tiempo y los cambios políticos y
culturales del Imperio hicieron que su culto quede prohibido en
la era cristiana. Ya que era una tradición pagana muy
fuerte y afianzada en los corazones Romanos. Esto la
convertía en un blanco preferencial de la nueva
religión del estado. La orden se mantuvo vigente hasta el
año 391 DC cuando el Emperador Teodosio decretara por ley
que todo culto y rituales paganos en público quedaban
prohibidos y se negaba su práctica. Tras este decreto el
templo de Vesta fue cerrado y la Llama sagrada extinta
-muchos dicen que por el mismo Teodosio-. Las vestales
que ocupaban el puesto en ese momento fueron desligadas de sus
tareas y la orden continuó su vida ya sólo en la
historia, como recuerdo de una de las más grandes y
hermosas tradiciones de la edad dorada de Roma. Y tal vez
quién sabe, casualidad del destino o justicia
poética hacia un Emperador incrédulo, pocos
años después de haber sido apagada la llama
protectora cae el Imperio Romano Occidental a manos de las tribus
bárbaras que invadieron la península.

Elección: Como mencionamos uno de
los primeros recuentos que tenemos fue el que Eneas
seleccionó a las primeras Vestales. Pero los datos
más concretos nos llegan de la época donde Roma era
gobernada por reyes, quienes tenían a su vez poder de
elección según nos cuentan Dionisio y Livio.De
Plutarco, en su trabajo Vida, obtenemos que las vestales fueron
instituidas por Numa Pompilio, segundo rey de Roma, en el siglo
VII AC. Un recuento similar nos llega de Aulio Gellio, escritor y
anticuario del segundo siglo, quien comenta que "la primer
virgen vestal fue llevada de la mano por Numa Pompilio
".
Quizá esto fuera lo que posteriormente se convirtiera en
tradición, en la época de la República,
cuando a la joven niña se la lleve de la mano hacia el
templo. Por otra parte en la República la elección
estaba completamente bajo criterio del Pontifex Maximus. La
elección se hacía entre niñas de 6 a 10
años en perfecta condición física, y cuyos
padres vivieran en Italia. Si bien en un principio sólo se
seleccionaban niñas de la aristocracia, posteriormente en
el tiempo se comenzarían a seleccionar niñas de los
ciudadanos cuyas ocupaciones laborales fueran decentes y
honradas. La selección -o Capere en Latín-
tenía lugar cuando se abría una vacante en la
orden. El Pontifex Maximus seleccionaría de entre 20
niñas a una a la que le diría "Te tomo,
amada"
y la guiaría de la mano hacia su nueva morada.
Cabe aclarar que la selección de entre 20 niñas
tenía lugar sólo si antes no se presentaba una
familia extremadamente prestigiosa ofreciendo a su hija como
Vestal. Sabemos que se tomaba a la niña a pesar de que la
familia de esta se opusiera a darla. Pero el que una familia
aristocratica presentara voluntariamente a su hija se hizo cada
vez menos frecuente y comenzaban a poner todas sus influencias
políticas en marcha para evitar que alguna de las
jóvenes niñas de la familia fuera elegida. Tenemos
un relato de la situación gracias a Suetonio quien en la
biografía de Augusto -Octavio- nos da el
siguiente dice:

Incrementó el número y la
importancia de los sacerdotes, así como
también sus privilegios. En particular aquellos de
las Vírgenes Vestales. Por otra parte, hubo una
ocasión en la que se debía elegir una Vestal
para ocupar el lugar de otra que había fallecido, y
muchos utilizaron todas sus influencias para evitar enviar
a sus hijas a correr la oportunidad de ser seleccionadas.
El (refiriéndose a Augusto) solemnemente
juró que si cualquiera de sus nietas contara con la
edad necesaria para ser elegible, el mismo la hubiera
propuesto.

Servicio y obligaciones: Las Vestales
servían por 30 años. De estos 30 años 10
eran como estudiante -Discipula en Latín-, donde
aprendían multitud de significados religiosos y como
cumplir sus tareas en el templo; los siguientes 10 en servicio,
donde cuidaban la llama y se acometían a contribuir en
ceremonias de importancias -entre ellas la Vestalia-; y
los siguientes y últimos 10 años como maestras de
las jóvenes discípulas. Pasados estos 30
años de servicio podían dejar el templo y casarse
si así lo deseaban. Sin embargo la gran mayoría
decidía quedarse en el luego de pasado su servicio dado
que allí podían vivir bajo un gran lujo y
comodidad.La tarea más importante de una Virgen Vestal era
el mantenimiento y cuidado de la Llama Sagrada en el altar de la
diosa Vesta. Esta llama era cuida por turnos y su
pérdida era castigada con la vida de la Vestal, aunque
como veremos por más de mil años muy pocas veces se
perdió. Si la llama por alguna razón se apagaba
esta, según se cree, era reavivada utilizando luz solar.
Aunque no es sabido exactamente el funcionamiento del sistema.
Otras tareas de las Vestales radicaban en presenciar varias
ceremonias religiosas, especialmente la Bona Dea. Existe entre
las más importantes, de sus obligaciones, la
purificación de la tierra del Templo, la cual se lograba
regándola con agua natural sacada de la fuente dedicada a
la ninfa Egeria, tarea que algunas de las Vestales
realizarían todas las mañanas. No menos importante
era el atesoramiento de ciertas reliquias de carácter
religioso como el famosísimo Paladium y el
cuidado de documentos estatales y cartas de suma importancia.
Muchos aristócratas confiaban en la secrecía de las
Vestales y su inviolabilidad para confiarles sus documentos
más importantes. Sorprendentemente, al menos para el
tiempo decadente y corrupto que nos toca vivir, las Vestales
nunca rompieron los votos de confianza.

La Vestalia: La Vestalia ocurría
en el mes de Junio entre los días 7 y 15. Era una de las
festividades más esperadas y populares de Roma. Donde las
Vestales eran figura central. Durante los festejos las mujeres
Romanas que fueran madres, ya que Vesta era la diosa de la
familia y la pureza la condición de madre era fundamental
para ingresar al templo de las Vestales. Curiosamente la Vestalia
era la única oportunidad durante el año en que
alguien más allá de las Vestales podía
ingresar a este. En el curso de este festival también se
preparaba la Mola Salsa. Esta era una especie de torta no
comestible de significado puramente religioso. Diferentes
estatuas de la diosa eran transportadas por las calles
principales en distintas procesiones públicas. Las
Vestales, como hemos dicho, eran figura central de los festejos y
eran cortejadas por las matronas -mujeres que tenían
un gran poder en la sociedad y economía Romana-

quienes las seguían descalzas cantando alabanzas a la
diosa Vesta.  

Castigo por romper los votos: Numa
Pompilio fue el primero en delinear que debía hacerse
cuando una Vestal rompiera sus votos. Si bien las Vestales que
cumplían sus funciones eran tratadas con la mayor
admiración y amabilidad, las Vestales que rompían
sus votos eran castigadas cruelmente. Con Pompilio se establece
que el crimen debía ser pagado con la
lapidación.Pero un rey posterior, Tarquino,
impondría un castigo tan cruel y severo que incluso
haría temblar el sólo hecho de pensar recibirlo.
Este constaba en que si se encontraba a una vestal culpable de
romper sus votos el castigo procedería primeramente con el
despojo de la vitta y demás insignias de prestigio y
religiosidad de las vestimentas de la sacerdotisa. Posteriormente
se la maniataría y pondría en un sudario como si
fuera un cadaver. Una vez preparada se la colocaría en una
litera con la cual se exhibiría en una procesión
por el Foro, tal cual como si fuera un funeral normal. Pero lo
macabro del castigo llegaría cuando al llegar al Campus
Sceleratus el Pontifex Maximus levantara sus brazos y tras una
secreta plegaria una lápida en el piso se abriría y
se ubicaría a la Vestal frente a una escalera por la que
se la obligaría a descender. La cripta sería
cerrada y tapada con tierra. La vestal encontraría una
muerte lenta y tortuosa enterrada viva. Para prolongar este
sufrimiento agua y comida sería dejada en la cripta. Entre
otros métodos de castigo también se encontraba el
de latigar a la mujer hasta provocarle la muerte. Este castigo en
particular se realizaba antiguamente en el Forum Boarium, el Foro
más antiguo de toda Roma.Si bien los castigos eran
brutales muy pocas veces fueron aplicados. En más de mil
años sólo se conoce de 22 Vestales castigadas por
romper sus votos. Se podría deducir que el terror de tal
castigo era suficiente razón para no romper sus votos.
Pero más allá de esto el motivo más fuerte
era la excelente vida en la opulencia y la comodidad que
éstas mujeres llevaban. Muy pocas se arriesgarían a
perder los beneficios de ser una Vestal.

Vestales famosas: Entre las Vestales
más famosas, o escandalosas, tenemos las
siguientes:

Rhea Silvia: Se dice que la madre de
Rómulo y Remo, fundadores de Roma, era una Vestal que
había quebrado sus votos de castidad. Su castigo no es
claro. Algunas fuentes dicen que fue arrojada al Tíber y
otras que fue latigada hasta morir por orden de su tio Amulius.
Aunque posiblemente haya sido víctima de ambas.
Tuchia: Esta vestal fue acusada de fornicación y
romper sus votos de castidad.Sin embargo, como era de esperar por
el rompimiento de sus votos, no fue castigada al demostrar su
inocencia transportando agua con un colador. No podemos saber a
ciencia cierta que fue lo que realmente ocurrió y el por
qué fue perdonada, ya que el suceso es muy contradictorio
de por sí. Tarpeia: Esta Vestal traicionó a
Roma producto de la ambición y la avaricia. Cuando Roma
estaba enfrentada a los Sabinos éstos la convencieron de
abrirles las puertas de la ciudad a cambio de lo que ellos
cargaran en sus manos. Tarpeia pensando que éstos le
darían sus brazaletes de oro abrió las puertas
sólo para ser aplastada por los escudos de los soldados
enemigos. Después de todo fueron sinceros y sí le
dieron lo que tenían en sus manos. Terminada la revuelta
el cadáver de Tarpeia fue encontrado y tal era el rencor
de los Romanos hacia su traidora sacerdotisa que la arrojaron
desde la roca más alta de Roma. Esta roca tomaría
su nombre y pasaría a la historia como el lugar de castigo
para todo traidor.

Julia Aquila Severa: Esta Vestal levantó
un revuelo de enorme magnitud al romper sus votos y contraer
matrimonio con el Emperador Elagabalus. Se la debía
castigar, pero la crisis política de Roma y el haberse
casado con un Emperador lo hacía imposible. Esto la trajo
al imaginario popular como una figura infame.

Coelia Concordia: Famosa por ser la última
Vestalis Maxima.

Occia: Una de las más famosas Vestalis
Maxima
. Presidió la orden por 57
años.

Virginia Claudia: Junto a la desesperación
que trajeron las derrotas sufridas por Roma durante la Segunda
Guerra Púnica se vivió un fervor religioso sin
parangón en busca del favor y la ayuda de los Dioses.
Cuenta la historia que los Sacerdotes escogieron a la Diosa
Cibeles, irónicamente de origen Griego, como salvadora de
Roma y la renombraron a Magna Mater. Cuando la estatua
de la Diosa estaba siendo llevada a Roma, la nave que la
transportaba encalla en la desembocadura del Tíber.
Según se dice, y queda en ustedes decidir cuánto
hay de leyenda y cuánto no, la Vestal Virginia Claudia fue
la que puso la nave a flote y la condujo hasta el corazón
de Roma poniendo a salvo a la Diosa y ganando su
favor.

Atirum Vestae: Esta era la casa de las Vestales y
a la vez un opulento e impresionante palacio de 84 habitaciones.
Se encontraba al Este del Foro Romano y ubicado al lado del Domus
Publicae, el hogar del Máximo Pontífice. La parte
principal de la estructura era el templo circular a Vesta que
ocupaba el lugar trasero a la casa de las sacerdotisas. La
construcción fue variando considerablemente a lo largo de
la historia. Incluso en el año 64 tuvo que ser totalmente
reconstruida tras ser consumida por el fuego. Aún hoy en
día podemos ver los remanentes de las estatuas de las
Vestales ocupar la zona que demarcaba el templo.

Bibliografía:

PETIT, EUGENE: TRATADO ELEMENTAL DE DERECHO
ROMANO, Editora Dalis, 1998

http://www.imperivm.org/ (La mejor pagina de la
historia del Imperio Romano)

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INFORMACION"®

 

 

Autor:

Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.

Página Web:
yuniorandrescastillo.galeon.com

Correo: yuniorcastillo[arroba]yahoo.com

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Twitter: [arroba]yuniorcastillos

Santiago de los Caballeros, República Dominicana,
2015.

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