- Introducción
- Antecedentes
- Características
- Años 166 y 167 un
tiempo oscuro para Roma - La organización
del ejército Romano y la contra ofensiva - Años 168 y
169 - Años 170 a
175 - El levantamiento de
Ávido Casio - 177 a 180 Los nuevos
enfrentamientos y la muerte de Marco Aurelio - Bibliografía
Introducción
Las guerras Marcomanas, denominación que se da a
la serie de conflictos contra los bárbaros
germánicos durante el Imperio de Marco Aurelio, tienen sin
duda alguna un bagaje histórico de significante
importancia. En primer lugar ocurrieron en un tiempo en que el
Imperio Romano estaba en su pleno apogeo.
Su fortaleza militar era indiscutible y hasta podemos
decir que para el ciudadano Romano promedio era inimaginable la
idea de que el Imperio pudiera llegar a peligrar o ser amenazado.
Sin embargo como ocurre con las tormentas, el caos llega de
golpe. Roma, tras siglos de mantener su territorio limpio de
invasores, se ve invadida en su propio patio trasero.
No solo eso, sino que era tal la sorpresa y
conmoción de la invasión que Roma se
encontró con que no tenía un ejército lo
suficientemente grande como para enfrentar a los invasores.
Sería Marco Aurelio, el Emperador Filósofo, quien
se encargara de organizar un masivo ejército de
dimensiones épicas para repeler a las hordas, y no solo
sería repelerlas, sino que también llevaría
la guerra al territorio enemigo.
Antecedentes
Tras el cambio de Emperador, en el que Marco Aurelio y
Lucio Vero subieron al trono de Roma, una serie de conflictos
nefastos sucedieron en tan rápida sucesión que el
Imperio quedó prácticamente tambaleando.
Primeramente los neófitos Emperadores debieron enfrentar a
una revitalizada Partia, al mando del Rey Vologeses
III.
Este conflicto requirió de una gran cantidad de
hombres, y si bien absolutamente exitoso a favor de Roma, hizo
que el Imperio Romano debiera extraer varias tropas de la
frontera septentrional -es decir la frontera con el
Danubio- para poder cumplir con los requerimientos de
hombres que necesitaban los ejércitos de
Oriente.
Esta guerra llevaría del 161 al 166, pero sus
consecuencias causarían aun más muertes que el
hierro enemigo mismo. Al volver las tropas de Oriente trajeron
consigo una peste, de tal magnitud y calibre que azotaría
no solo a los ejércitos sino a toda la población de
Roma y sus provincias. En los ejércitos los legionarios
comenzarían a caer como moscas, mermando y flaqueando sus
números y formaciones.
Soldados veteranos altamente experimentados
perecerían no por las armas del enemigo sino que lo
harían en un catre de campaña por las armas de la
biología.
En conjunto a ésta crisis los Godos y algunas
otras hordas masivas comenzaban a reclamar nuevos territorios
desde el Este. Originando un efecto domino de pueblos que se
desplazaban mutuamente. Ante ésta crisis y ligereza en la
frontera Romana, combinada con la necesidad de nuevos territorios
de los pueblos germanos, llevaría a que dichas tribus no
lo pensaran dos veces en poner pie en el territorio de
Roma.
Características
Los Romanos sabían que una guerra contra los
Germanos era inevitable, pero debieron de posponerla
constantemente debido a los recursos y esfuerzos que les estaba
llevado vencer a los Partos. Históricamente ésta
serie de conflictos contra los pueblos bárbaros es
conocida como Las Guerras Marcomanas, ya que fueron los
Marcomanos quienes presentaron la mayor amenaza.
No obstante en ellas además participaron varios
otros pueblos y tribus germánicasLa primer guerra contra
los bárbaros (166-175) se subdivide en dos etapas: La
primera consta de los ataques iniciales y las primeras
incursiones en territorio Romano por los bárbaros; hasta
alcanzar la Península Itálica y sembrar el terror
de los ciudadanos de Roma.
La segunda etapa consta de la contraofensiva Romana y el
masivo contraataque que lleva la guerra al Norte del Danubio, es
decir, al corazón del territorio enemigo. Sin embargo un
ejército sufrido de amplias bajas y una revuelta en Egipto
llevarían a finalizar la guerra con rapidez en el 175. La
segunda guerra contra los bárbaros se inicia en el 177,
con una nueva rebelión y el quebrantamiento de la paz por
parte de los Germanos, terminando abruptamente con la muerte de
Marco Aurelio y los deseos de su hijo y sucesor, Comodo, de
volver a Roma para disfrutar del lujo y la pompa.
Antiguo dibujo que representa a un marcomano en |
Años 166 y 167 un
tiempo oscuro para Roma
Los primeros ataques tienen lugar en el año 166
cuando Marcomanos, Cuados, Hermunduros y varios Naristos cruzan
el Danubio. Eran ataques al azar y sin una logística o
meta bien establecida. Fue la legión I Adiutrix, emplazada
en la provincia Romana de Pannonia, la primer fuerza en chocar
contra los invasores. Aunque saliendo victoriosos los Romanos en
primera instancia, ahora los Germanos sabían de propia
vista lo debilitadas y pobres que eran las defensas fronterizas
de las legiones.
Formando una alianza con los Victuales los Marcomanos
decidirían atacar en Septiembre, con una horda de
dimensiones masivas. Este ataque aplastaría las
guarniciones del lugar y una importante línea de
fortificaciones fronterizas. El singular y enorme avance por
parte de las hordas bárbaras consiguió algo sin
igual, entrando a la Cisalpina por el paso de Nauportus, las
hordas logran ingresar a Italia.
El problema fue de tal magnitud que el temor
comenzó a azotar a los habitantes de toda la
región. Temor que no era injustificado ya que en la zona
no se contaba con ninguna legión, y menos aun un
ejército, lo suficientemente fuerte como para plantear una
resistencia seria hacia los atacantes. Por primera vez,
desde el saqueo de Roma cometido por los Galos hacia más
de 500 años, o la invasiones Teutónicas hacia 250
años, que la existencia de Roma misma se veía en
serios apuros.
Marco Aurelio, quien debió pensar
rápidamente en una solución al problema que
acontecía, se vio en la necesidad de formar un
ejército especial que contenía a gran parte de la
Guardia Pretoriana más las cohortes urbanas y los vigiles
-esto de por si muestra lo desesperada de la situación
Romana. Los vigiles eran el equivalente a la policía de
nuestros días-.
En conjunto a la infantería también se
debió armar un ejército con los hombres de
marinería de varias flotas -que fueron puestos al
mando de T. Furio Victorino-.
Debemos destacar que conjuntamente al ataque general de
los Marcomanos y sus aliados los Romanos debieron,
simultáneamente, de enfrentar los ataques independientes
de otras tribus bárbaras como los Cuados y
Sármatas. La intención estratégica para
plantear la contra ofensiva se basaría la
utilización de las tropas en Pannonia para encerrar al
enemigo entre dos ejércitos.
De frente lucharían contra el ejército de
Marco Aurelio y por la retaguardia contra el ejército
adicional.En el año 167 la situación de Roma no
parecía mejorar.
Como si no bastara el asedio de la Campìña
Italiana, un fuerte revés es sufrido cuando T. Furio
Victorino es asesinado junto con el grueso de sus hombres por los
Marcomanos.
Poco después los invasores sitian la ciudad de
Aquileya, algo que es hoy considerado como un gran error, ya que
le dio tiempo a Marco Aurelio de recibir refuerzos y
organizarse.
Mapa que señala las provincias Romanas. La |
La organización
del ejército Romano y la contra ofensiva
Tras recibir un refuerzo de tropas gracias a la llegada
del legado de la Legio XIV Gemnia, Vetio Sabiniano, Marco Aurelio
y el co-Emperador Lucio Vero marchan al Norte con un
ejército compuesto no solo por las unidades anteriormente
mencionadas sino que también con contingentes enormes de
esclavos pagos y gladiadores -entre éstas fuerzas
"especiales" también había varios
presidiarios-.
Como acabamos de mencionar la estrategia de los
Emperadores contaba con la intención de encerrar a su
enemigo, con la ayuda de 4 legiones provenientes del
ejército de Pannonia. La movilización de fuerzas
fue de semejante calibre que no solo logró intimidar a sus
enemigos, de los cuales muchos se replegaron.
Los Marcomanos y Victuales huyeron hacia el Norte y los
Cuados solicitaron que sea Roma quien seleccionara su nuevo Rey.
No obstante Marco Aurelio, pero no así Vero, no confiaba
en las intenciones de los Germanos y sabía del peligro que
representaban a la larga. Sospechas que no resultarían ser
infundadas.
Años 168 y 169
A causa del invierno las tropas Romanas se mantuvieron
acantonadas en la región de Aquileya, mientras que Marco
se dedicaba a organizar la campaña que tendría
lugar en 168 y a definir los detalles de la solución al
problema Germano. Dentro de las decisiones tácticas se
decreta la creación de dos nuevas legiones: Las II y III
Italicas -legiones llamativas ya que se transforma en
legionarios a muchos de los esclavos y prisioneros de la
campaña inicial- instalándolas
estratégicamente en provincias claves del conflicto;
mientras que designa a Helvio Pertinax como legado de la Legio I
Adiutix -su tarea consistiría en expulsar de Raetia y
Norcium a los Marcomanos y sus aliados. Logrando éste
objetivo tras una gran campaña en el año
169-.Marco se encontraba en Pannonia, región que se
convertiría en la puerta del conflicto, cuando llegan las
noticias de un levantamiento masivo de Dacios libres en la
provincia Romana de Dacia. Estos Dacios no estaban solos y junto
a éstos también se debía enfrentar a otras
tribus locales. Si bien Dacia se vio fuertemente amenazada
durante los siguientes meses, con un gran revés tras la
muerte del gobernador M. Claudio Fronto, fue gracias al accionar
de S. Calpurnio Fronto, quien comandara las legiones de Mesia
Superior y de Dacia, que se logra derrotar a los invasores y
rebeldes. En el mismo año (169) Vero muere en el Norte,
mientras iba camino a Roma con Marco Aurelio -la guerra
estaba dentro de todo contenida-, Este último decide
volver con su cuerpo a Roma y le rinde honores.
No está clara la causa de su muerte, pero en los
escritos de Dion Casio se menciona que Vero fue envenenado tras
ser descubierto conspirando contra el propio Marco. Mientras
Marco se encontraba en la zona de Roma una nueva gran
invasión ocurre por el accionar de los Obios y
Longobardos, quienes tras cruzar el Danubio se enfrentan contra
los hombres de Vindex y Candidus siendo aniquilados.
Simultáneamente una nueva invasión en
tierra Italiana estaba ocurriendo producto de la incursión
de varias tribus germanas. Este acontecimiento no
representaría un gran problema y los atacantes
serían derrotados con prontitud.
Años 170 a 175
Para éste entonces el curso de la guerra estaba
visiblemente a favor del avance Romano. Marco Aurelio, quien era
totalmente consciente del peligro bárbaro, logra llevar la
guerra al Norte del Danubio. No obstante no todas serían
buenas noticias. Temprano en el 170 Roma sufre un duro golpe
cuando, a través de Macedonia, otro grupo de invasores
bárbaros llega a Atenas -la Legio V Macedonia
había sido utilizada para la defensa de Dacia y la zona se
encontraba un tanto desprotegida-. En el 171 se cruza el
Danubio y se obtiene una sonante victoria. Una molesta derrota es
sufrida cuando son vencidos Siseuma y Vindex.
Como mencionamos Marco Aurelio se encontraba en plenos
preparativos para acabar con la amenaza bárbara de una vez
por todas, y quizás, aunque es imposible saberlo, pero es
entendible por los movimientos estratégicos Romanos,
anexar los territorios al Norte del Danubio como provincias
Romanas. Para éste cometido Marco armará uno de los
mayores ejércitos en siglos. Utilizará un sistema
de refuerzos puntales moviendo no legiones sino simples cohortes
de una legión a otra y se valera de varios numerii.
Primeramente se debían separar los territorios enemigos
para así aislar a quienes estuvieran aliados
-principalmente la alianza entre Marcomanos y
Sármatas- por lo que el primer lugar en el que
caería la incursión Romana sería en
territorio Cuado.
Los bárbaros conscientes de lo que se les
avecinaba comenzaron a tratar de lavarse las manos
-principalmente echándole la culpa de todo a los
Marcomanos, tachándolos como totalitarios que obligaban
mediante las armas a los demás pueblos a levantarse-;
los Cuados incluso devuelven fortificaciones y territorios a los
Romanos. La leyenda "Germania Svbacta" en una serie de
monedas nos indica que ya para el año 172 la guerra estaba
totalmente bajo control de la supremacía Romana. Pero
ésta leyenda se refiere al sometimiento de los Marcomanos
(172).
En el 173 ocurre una monumental batalla, tan importante,
que se logra la victoria contra Bohemia, Moravia y
Hungría. Los Cuados se rinden en el 174, mientras que los
Sármatas en el 175, año en el que se
firmaría una paz general. Con dicha paz la posición
de Roma se fortalecería en la frontera septentrional,
gracias a la ocupación de una franja de seguridad al Norte
del Danubio. Gradualmente, para desinflar la gran presión
demográfica de éstos pueblos, se comienzan a
admitir bárbaros como colonos y soldados, medida que fue
prontamente abandonada tras una revuelta en Ravena. Donde los
bárbaros que abandonaron su asentamiento comenzaron a
dedicarse al pillaje.
El levantamiento de
Ávido Casio
Mientras se estaba luchando la guerra contra los
bárbaros Germanos Marco Aurelio debió responder a
un peligro en Oriente. Avido Casio, uno de los mejores generales
de Roma -cuya practicidad y experiencia fueron fundamentales
en la guerra contra Partia- y "virrey" de los
territorios de Oriente, tras un rumor de la muerte de Marco,
provoca una revuelta en Egipto y proclama ser el nuevo Emperador
del Imperio -muchos recuentos dicen que muy posiblemente en
confabulación con la esposa de Marco Aurelio-.
Dejando de lado su reorganización de la frontera
Septentrional y dirigiéndose a Oriente para enfrentar al
general renegado, Marco Aurelio, parte rápidamente. Pero
esto mostraría no haber sido una amenaza tan grande como
se creía en un principio cuando Avido Casio es asesinado
por un oficial leal al emperador y, de ésta manera,
terminada la sublevación. Marco Aurelio no
desaprovecharía su visita y se dedicaría a
organizar los territorios. Se enfocaría principalmente en
Atenas.
177 a 180 Los nuevos
enfrentamientos y la muerte de Marco Aurelio
Debiendo enfrentar un nuevo conflicto con los Germanos
producto del quebrantamiento de la paz general firmada en el 175,
Marco Aurelio debe abandonar su viaje por Oriente y dedicarse a
proteger la frontera Norte. Con su salud debilitada decide llamar
a su hijo Comodo a su lado, quien estaba declarado como su futuro
sucesor. En un principio la guerra marchaba dentro de todo bien.
Tan bien que el fin de la amenaza bárbara estaba por
alcanzarse. Marco Aurelio los tenía literalmente sometidos
y arrinconados. Pero fue, según se cree, la misma peste
que trajo el ejército Romano de la guerra contra Partia en
el 166, la que acometió contra la vida Marco Aurelio un 17
de Marzo del 180 en la ciudad Viena. Los restos de Marco fueron
llevados al impresionante Castillo De San Angelo.
más allá de los resultados iniciales la
guerra ésta estaba lejos de finalizar, según se
estima era necesario más de un año de guerra para
concretar las intenciones de Marco Aurelio. Comodo, de 16
años, sin experiencia y deseoso de lujos y pompa, llega a
un acuerdo de apuro con los Germanos. Un grave error que les
daría una oportunidad única de
revitalizarse.
Entre los lugartenientes más confiables de
César se encontraban a su disposición los legados
Lucio Julio César, Marco Antonio, Tito Labieno, Publio
Craso -hijo de Craso- y Quinto Tulio Cicerón.
Plutarco nos da un relato, muchos dirán que exagerado pero
no así excesivo, de las estadísticas de esta guerra
comentándonos que 800 ciudades fueron conquistadas, 300
tribus sometidas, 1 millón de esclavos fueron tomados, y
unos 3 millones de muertos que fueron el resultado de 8
años de duros y sangrientos combates.así mismo el
flujo de riquezas que llegaban a la capital producto del saqueo
en los pueblos Galos era tal que la economía romana se vio
aliviada en gran medida. Suetonio hace un recuento de los
hechos:
En los nueve años de su mando |
Las rebeliones comenzaron a acentuarse para este
año, 54 AC, y siendo otra vez los Belgas causantes de
serios problemas a los Romanos. Tal era la situación que
más de una decena y media de cohortes fue aniquilada.
Durante el 53 y 52 AC la situación en la frontera del Rhin
fue tan intensa que requirió la atención total de
las tropas cesarianas. Dos hordas germánicas -Usipetes
y Tencteros-, que se cree eran de un total de 500 mil
hombres.
César elimina esta horda masiva con una
estrategia libre de cualquier escrúpulo, cita a los
líderes invasores con la intención de llegar a un
acuerdo pero cuando éstos se hacen presentes, seguidos por
una escolta que rondaba entre los 35 mil y 45 mil hombres,
César los aplasta con varias legiones dejando descabezadas
a las hordas enemigas -traición que sus rivales en
Roma no tardan en utilizar como herramienta
política-.
Fue esta acción considerada vil y ruin junto con
la creciente laxitud en que se encontraban los pueblos Galos
regidos por Roma -producto de los problemas enfrentados por
César tanto en la frontera germánica como en la
política Romana- conjugado con la falta de
protección que llevó a que las distintas tribus
Galas comenzaran a agruparse en un foco de resistencia conjunto,
para lograr así su independencia de Roma, al mando de
Vercingétorix -jefe de los Avernos caracterizado por
su nobleza y astucia-.
Los combates siguientes entre las tropas de este rey
Galo y las legiones de César serían considerados
épicos, diferentes estrategias e incluso tácticas
fueron creadas. Incluso el mismo César se vería
derrotado en la batalla de Gergovia. Con la ayuda de 3 nuevas
legiones César encierra a Vercingétorix en Alesia
luego de una decisiva victoria en Avaricum.
Pero los Galos no se quedarían de brazos cruzados
e irían al auxilio de su jefe, encerrando a César
en un combate cruzado. Por un lado los encerrados al mando de
Vercingétorix y por otro lado las tropas que venían
a relevar el asedio.
Es en el libro VII de los Comentarios de la Guerra de
las Galias que César nos comenta lo intenso de esta
batalla, donde gracias a la astucia de sus ingenieros, quienes
divisaron un sistema de atrincheramientos en dos cinturones
repletos de trampas, torres, picas y demás artilugios de
defensa que le permitirían resistir hasta hambrear de tal
manera a los sitiados que decidieron rendirse y entregar a
Vercingétorix a cambio de sus vidas, pero el castigo por
dicha insurrección sería medido en ríos de
sangre en toda la Galia.
César tras ordenar su cautiverio, el de
Vercingétorix, lo retuvo prisionero durante 6 años,
para luego decretar su ejecución durante su pompa triunfal
-se dice que los leales Celtas que aún lo consideraban
su legitimo gobernante, lograron recuperar su cuerpo y despedirlo
de acuerdo a las milenarias tradiciones de su
gente-.
Bibliografía
PETIT, EUGENE: TRATADO ELEMENTAL
DE DERECHO ROMANO, Editora Dalis, 1998http://www.imperivm.org/ (La mejor pagina de
la historia del Imperio Romano)
Enviado por:
Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo
S.
"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA
LIBERTAD DE INFORMACION"®
Santiago de los Caballeros,
República Dominicana,
2015.
"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH POR
SIEMPRE"®