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Posturas frente al Conocimiento




Enviado por Angel Avilez



Partes: 1, 2

  1. El
    Dogmatismo
  2. El
    Escepticismo
  3. El
    Relativismo
  4. El
    Criticismo
  5. El
    Positivismo
  6. El
    Pragmatismo
  7. El
    Probabilismo
  8. El
    Racionalismo
  9. El
    Empirismo
  10. El
    Idealismo
  11. El
    Materialismo
  12. La
    Fenomenología
  13. La
    Hermenéutica
  14. Reflexión

El
Dogmatismo

El sujeto, es decir, la conciencia cognoscente,
aprehenda su objeto a través de una confianza plena en la
razón humana. Confianza que no se encuentra debilitada por
la duda. Se puede captar la verdad del ser de las cosas a
través de la razón. Hay contacto entre el sujeto y
el objeto.

Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que no
son sujetas a cualquier tipo de revisión o critica. Un
dogma es una proposición o enunciado que debe aceptarse
por sí misma. El mundo que existe es exactamente en la
forma en que se percibe.

Entre sus principales exponentes esta Sócrates,
quien partiendo del hecho de que ya la persona tiene un
conocimiento del objeto por lo que ha percibido, usa la
mayéutica para hacerlo reflexionar y llegar hasta el
conocimiento que ya posee. El cree que el maestro no inculca el
conocimiento, ya que el alumno no es un receptáculo o
cajón vacio al que se le pueden introducir las distintas
verdades. Es el discípulo quien extrae de sí mismo
el conocimiento.

Platón, es el segundo exponente, crea un modelo
para explicar cómo las personas perciben el objeto y
llegan al conocimiento a través de su famoso "Mito de las
Cavernas" y de esta forma trata de demostrar que todo lo que se
ve sólo es un reflejo de la realidad. Conocer es alcanzar
el ser, la percepción viene por los sentidos, no es real
es algo oscuro.

También Aristóteles distingue varios
niveles o grados del conocimiento. El conocimiento sensible, el
cual deriva directamente de la sensación y es un tipo de
conocimiento inmediato y fugaz, desapareciendo con la
sensación que lo ha generado. La memoria sensitiva y la
imaginación, las cuales pueden dar lugar a un tipo de
conocimiento más persistente. El conocimiento sensible es,
pues, el punto de partida de todo el conocimiento, que culmina
con en saber. Aristóteles distingue entre tres tipos de
conocimientos: El saber productivo, que es el que tiene por
objeto la producción o fabricación, el saber
técnico. El saber práctico, remite a la capacidad
de ordenar racionalmente la conducta, tanto pública como
privada. El saber contemplativo, no responde a ningún tipo
de interés, ni productivo ni practico, y representa la
forma de conocimiento más elevado, que conduce a la
sabiduría.

En resumen, el conocimiento de lo sensible es verdadero,
en cuanto en que no son sólo sombras de las ideas, sino
existentes, pero aún no alcanza validez porque puede
conducir a errores. El conocimiento alcanza validez gracias a la
elaboración que realiza el hombre de los conceptos en su
intelecto.

Siglos más adelante, otros exponentes retoman
estas teorías y la adaptan a la religión y la
realidad cultural que existía en su tiempo. Entre estos se
encuentran: San Agustín, quien en el siglo IV, retoma las
ideas de platón y trata de llevarlas al ámbito
cristiano y plantea el conocimiento desde el ideal cristiano de
la búsqueda de Cristo y la sabiduría. Este autor
distingue entre varios tipos de conocimientos: el conocimiento
sensible y el conocimiento racional. El conocimiento racional, a
su vez, podrá ser inferior y superior. El conocimiento
sensible es el grado más bajo de conocimiento y, aunque
realizado por el alma, los sentidos son sus instrumentos; este
tipo de conocimiento sólo genera en el sujeto una
opinión.

El conocimiento racional, en su actividad inferior, se
dirige al conocimiento de lo que hay de universal y necesario en
la realidad temporal, y es el tipo de conocimiento que se puede
llamar ciencia, como los conocimientos matemáticos. El
conocimiento racional, en su actividad superior, es el autentico
conocimiento filosófico. Las ideas sólo pueden
conocer mediante una especial iluminación que Dios concede
al alma, a la actividad superior de la razón.

El verdadero conocimiento depende de la
iluminación divina. Es el alma la que tiene como
función estructurar el conocimiento. Para conocer es
necesaria la ayuda divina, Dios ilumina el entendimiento.
También presenta una concepción dualista del
conocimiento, uno es sensitivo y otro es intelectivo como y se ha
explicado. Lo que la mente no logra captar lo ilumina Dios para
que capte las verdades eternas. La razón humana no puede
llegar a las ideas porque son divinas, aquí interviene la
iluminación. Se parte de lo concreto, cuando se llega a la
propia incapacidad, interviene Dios que ilumina el entendimiento.
Esta postura se convierte en dogmática al afirmar que es
posible el conocimiento, posibilitado en Dios y el proceso de
iluminación de la razón humana, sin examinar las
posibilidades del conocimiento. Dando por hecho el acto de
conocer.

Posteriormente, Santo Tomás de Aquino, expone que
el conocimiento comienza con los sentidos; siguiendo la
posición aristotélica a quien re-lee desde la
perspectiva cristiana. Considera la mente humana capaz de dar
solidez al conocimiento. Y este último es aquí la
facultad de captar el ser de las cosas. Sostiene que hay dos
clases de entendimiento: el agente y el paciente. El primero
realiza la abstracción de la materia, hace pasar de la
potencia al acto. El segundo establece las esencias, las ordenas
para que el hombre haga juicios y raciocinios. Parte del
principio de que la mente humana puede conocer la verdad que
está en los entes, en las cosas. El conocimiento es
esencial y es posible por la razón humana, sin cuestionar
su posibilidad.

El
Escepticismo

Viene del griego skeptesthai "examinar", es una
doctrina que niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento de
la realidad, como es en sí misma, fuera de la
percepción humana. Es la duda de lo que generalmente es
aceptado como verdad. Mientras el dogmatismo considera que la
posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto es
comprensible en sí misma, el escepticismo niega tal
posibilidad. Según esto, no se puede extender
ningún juicio, y debe abstenerse totalmente de
juzgar.

Según Marías (1960) los sofistas griegos
del siglo V a.C. fueron los mayores escépticos. Su punto
de vista se refleja en sus máximas "el hombre es la medida
de todas las cosas" y "nada existe, y si existe, no puede ser
conocido".

Pirrón de Elis, cuyo primer interés era la
ética, mantuvo que los seres humanos no pueden conocer
nada de la naturaleza real de las cosas y que, en consecuencia,
una persona sabia no debía expresar sus
opiniones.

Timón de Flainte, afirma que se pueden dar
razones tan buenas a favor como en contra de cualquier
proposición filosófica. Carnéades
mantenía que ninguna idea podía ser probada de
manera concluyente, pero que alunas podían ser mostradas
como más probables que otras. El escepticismo antiguo es
una forma de vida que el filósofo elige.

A grandes rasgos el escepticismos después de
examinar cuidadosamente todas las proposiciones concluye que no
hay ninguna verdad que se pueda considerar definitiva, por lo que
recomienda la suspensión de todo juicio
(epojé). El escepticismos tiene dos partes: una
teórica, que es una teoría del conocimiento, o
epistemología, según la cual no hay ningún
saber firme, y otra práctica, que es una actitud que
consiste en no apagarse a ninguna opinión, suspender el
juicio y conseguir la ataraxia.

El
Relativismo

Para esta teoría la verdad sería entonces
relativa en función del hombre. No sería la verdad
del mundo en sí: verdad absoluta. Se afirma que existe una
verdad; sin embargo, tal verdad tiene una validez limitada. Los
relativistas defienden la no existencia de verdades absolutas,
sino que sólo existen verdades relativas.

Protágoras principal representante, ve la
realidad como algo en constante cambio, tanto el sujeto como el
objeto, es lógico que no pueda admitirse nada inmutable,
universal y necesario. El conocimiento no puede ser universal y
necesario para cada uno y todos los hombres, sino individualizado
en cada uno de ellos sin que pueda haber ninguna comunidad
cognoscitiva. El conocimiento es singular, depende del sujeto que
conoce, como una concepción relativista de la verdad.
Oswald Spengle (1830-1936) afirma que no hay verdades
eternas.

El
Criticismo

Al igual que el dogmatismo admite una confianza
fundamental en la razón humana. Está convencido de
que es posible el conocimiento, de que existe la verdad. Pero
pone una desconfianza hacia cada conocimiento particular. Examina
todas y cada una de las aseveraciones de la razón humana y
nada acepta con indiferencia.

El criticismo kantiano supone un intento de
conciliación y superación entre el racionalismo y
el empirismo: aunque todo conocimiento ha de provenir de la
experiencia, sin embargo, no todo conocimiento se agota en ella,
ya que si no, no se obtendría nunca certezas con
carácter universal y necesario.

Lo conocido es el resultado de la aplicación de
las facultades del intelecto al objeto del conocimiento. Para
Kant (1978) la posibilidad del conocimiento radica en las
facultades cognoscitivas del hombre y las relaciones entre el
pensamiento y el mundo sensible. Este autor concluye que en las
ciencias humanas se dan unos principios pre-empíricos
(antes de la experiencia), apriorísticos, que determinan
el conocimiento en el sujeto. Piensa que este fundamento a priori
de la conciencia es el mismo en todos los hombres, y para
distinguirlo de la conciencia empírica le llama conciencia
transcendental.

Para Kant el conocimiento recorre tres fases:

  • a) La percepción sensible, lo que es
    llamado estética transcendental.

  • b) El conocimiento asciende del punto de vista
    inmediato al entendimiento analizador, que corresponde a la
    lógica transcendental.

  • c) La razón pura, que es la fase
    superior.

El
Positivismo

Auguste Comte es el primer exponente de esta
teoría. El positivismo consiste en no admitir como validos
científicamente otros conocimientos, sino los que proceden
de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a
priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la
única realidad científica, y la experiencia y la
inducción, los métodos exclusivos de la ciencia.
Por su lado negativo, el positivismo es negación de todo
ideal, de los principios absolutos y necesarios de la
razón.

Según Comte, los conocimientos pasan por tres
estados teóricos distintos, tanto en el individuo como en
la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la
filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del
conocimiento y una filosofía de la historia. Estos tres
estados se llaman: Teológico, Metafísico y
Positivo.

El Estado Teológico: Es ficticio, provisional y
preparatorio en él, la mente busca las causas y los
principios de las cosas, lo más profundo, lejano e
inasequible. Hay en él tres fases distintas:

  • a) Fetichismo: En que se personifican
    las cosas y se les atribuye un poder mágico o
    divino.

  • b) Politeísmo: En que la
    animación es retirada de las cosas materiales para
    trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las
    cuales presenta un grupo de poderes: las aguas, los
    ríos, y los bosques.

  • c) Monoteísmo: La fase superior
    en que todos estos poderes divinos quedan reunidos y
    concentrados en uno llamado Dios.

En este estado predomina la imaginación, y
corresponde a la infancia de la humanidad. El Estado
Metafísico o Estado Abstracto: es esencialmente
crítico, y de transición, es una etapa intermedia
entre el Estado Teológico y El Positivo. En él se
siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica
intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus
causas, pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino
a entidades abstractas que le confieren su nombre de
ontología.

El Estado Positivo: Es real, es definitivo. En él
la imaginación queda subordinada a la observación.
La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca
sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las
esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo
se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es
la filosófica del dato. La mente, es un largo retroceso,
se detiene al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano
intentar conocer, y busca sólo las leyes de los
fenómenos.

El positivismo de Comte es un relativismo
gnoseológico, porque afirma que sólo la ciencia
suministra verdadero conocimiento. No hay metafísica
alguna que pudiera dar al hombre una verdad absoluta.

John Stuart Mill: se desembaraza de todas las cuestiones
metafísicas que, según afirma, caen fuera del
dominio de esta ciencia en cuanto es la ciencia de la prueba y de
la evidencia. Igualmente, Herbert Spencer: busca construir la
ciencia y la filosofía sobre una base empírica,
rechaza la metafísica y ofrece la ciencia social como un
único vehículo capaz de estudiar la sociedad.
También tomando en consideración la
condición biológica de la humanidad, como dato
concreto, innegable y esencia; afirma que la experiencia del
pensamiento y los razonamientos adquieren su valor al incrementar
las posibilidades para sobrevivir. Según él el
conocimiento surge de la experiencia.

El razonamiento -otra habilidad adquirida por el
organismo para sobrevivir- consiste en conectar conceptos
derivados de la experiencia por medio de los procedimientos
aprendidos y aprobados por la experiencia misma. La segunda
categoría es lo incognoscible, lo que no se puede concebir
o experimentar. En ella cae lo que está detrás de
la experiencia, los objetos tradicionales de la metafísica
y la religión: la realidad, la naturaleza absoluta de las
cosas, el origen del universo, Dios, la conciencia, el tiempo y
el espacio, la materia y el movimiento entre otros.

De acuerdo con Spencer el razonamiento, por
trabajar sólo con conceptos empíricos, no puede
formular ninguna concepción de estos absolutos.

El
Pragmatismo

Este remplaza el concepto de la verdad que deriva de la
correspondencia entre el pensamiento y el objeto,
sustituyéndolo por el concepto de lo útil. La
verdad para el pragmatismo significa lo valioso y lo útil
para la vida. Para dicha corriente filosófica, el hombre
no es un ser pensante, sino un ser de voluntad y acción.
El intelecto no es dado al hombre según el pragmatismo,
para investigar y conocer la verdad; sino para poder orientarse
en la realidad. La verdad consiste básicamente,
según el pragmatismo, en lo útil y provechoso de la
conducta humana.

Para Dewey, uno de sus exponentes, la inteligencia
debería ser utilizada, juzgada y modificada de acuerdo con
su eficacia practica de instrumento de subsistencia. Según
este filosofo pragmático, el pensamiento constituye para
todos un instrumento destinado a resolver problemas de la
experiencia y el conocimiento es la acumulación de la
sabiduría que genera la resolución de esos
problemas.

Dewey considera 4 fases o etapas en el pensamiento
humano:

  • 1. La Experiencia: Esta etapa equivale a
    la necesidad de una situación empírica real, a
    un tipo de ensayo y error, en esta etapa principalmente el
    conocimiento debe ser fuera de la escuela ya que así
    el niño despertará su propio pensamiento y no
    lo que se le enseña.

  • 2. Disponer de Datos: Los datos los
    extrae el aprendiz de su memoria, de la observación de
    la cultura y de la comunicación, el pensador ha de
    disponer de recursos y estar habituado a revisar sus
    experiencias pasadas para ver que le ofrecen.

  • 3. Las Ideas: Son la fase creadora, la
    previsión de los resultado posibles, la
    invasión de lo desconocido, un salto hacia lo
    porvenir, una incursión en lo nuevo, una
    invención. Las ideas no pueden ser comunicadas de una
    persona a otras; son comunicables los datos pero no las
    ideas, que son anticipaciones de soluciones
    posibles.

  • 4. La Aplicación y
    Comprobación:
    Los pensamientos, precisamente como
    pensamientos, son incompletos. En el caso mejor son
    tentativas, sugestiones, indicaciones. Son puntos de vista
    para tratar con situaciones de la experiencia. Hasta que se
    aplica a estas situaciones carecen de pleno sentido y
    realidad, sólo la aplicación los comprueba y
    sólo ésta les confiere pleno significado y un
    sentido se su realidad.

Para el pragmatismo la verdad es pragmática,
útil es verdadero aquello que le convenga a la humanidad,
sea cierto o tomado como verdad. La verdad viva no nace de la
lógica racional, sino de las creencias institucionalizadas
y personales, que son útiles al hombre.

El
Probabilismo

La postura de Arcesilao es un probabilismo embrionario;
mantiene la tesis escéptica de que es imposible obtener
certeza sobre la verdad o falsedad de los propios juicios, pero
reconoce la necesidad natural de actuar insertar en el hombre, y
así llega a aceptar que la acción humana se guie no
por lo cierto, sino lo "razonable" o "plausible"
(Eulogón). Para desencadenar la acción
basta con que el juicio emitido como rector de la misma se
plausiblemente, razonablemente, verdadero; con ello la conducta
humana, la actividad del hombre, ya no será siega y
puramente animal, derivándose su racionalidad de lo
"razonablemente" verdadero que sea el juicio que sirve de norma
para la acción. Sin embargo, como en el
Eulogón, lo razonablemente verdadero, no impide
el error de un modo absoluto, ya que se basa en una mera
probabilidad de verdad, la actividad humana debe restringirse lo
más posible. Mantiene la tesis escéptica de que no
se puede alcanzar certeza de la verdad o falsedad de un juicio,
pero afirma que es posible llegar a establecer una mayor o menor
probabilidad sobre una u otra.

Cárneades distingue entre tres tipos de
representaciones probables (Hessen, 2007), es decir,
probablemente verdaderas: 1) la representación simplemente
probable (fantasía pithané), que se
presenta dotada de una probabilidad de verdad suficiente para
servir de reguladora de aquellas acciones que no implican una
gran trascendencia para el sujeto que las realiza; 2) la
representación probable y no contradicha por otras
(fantasía Pithané caí
aperíspastos
), y que ha de servir de norma de
acción en actos de mayor importancia; 3) la
representación probable y examinada en todos sus
elementos, es decir, analizada exhaustivamente y confirmada por
otras representaciones (fantasía pithané
caí diexodeuméne
), que es la que debe guiar
las acciones de gran repercusión en la vida humana. Pero,
en cualquier caso, la certeza es algo inasequible; lo que se
llama certeza no es más que una probabilidad máxima
(crf. Sexto Empírico, Adversus mathematicos, VII,
176-189).

El probabilismo de los académicos (Cfr. S.
Agustín) se mueve en el ámbito de la teoría
del conocimiento, y cabe distinguirlo de aquel otro, enraizado en
el ámbito de lo práctico, según el cual en
la propia conducta se obra de acuerdo con lo más
conveniente y adecuado, y de que se ocupa la ética. El
conocimiento debe estar abierto y dispuesto a lo probable para no
caer en el dogmatismo, pero tampoco en la duda y desconfianza
total de escepticismo.

Este filósofo probabilista reprocha a Kant un
cierto absolutismo gnoseológico: nada puede saberse del
mundo en sí. Piensa que si pueden hacerse
legítimamente ciertas afirmaciones filosóficas y
metafísicas. Es cierto que los problemas
filosóficos no se les pueden aplicar el cálculo de
probabilidad cuantitativamente exacto, tal como se aplica en la
ciencia natural. Pero se podrá llegar a conclusiones que
cualitativamente sean más o menos probables. Si se le
exigiera a la filosofía demostraciones absolutamente
cierta -piensa-, se le condenaría al
escepticismo.

El
Racionalismo

Sostiene que la causa principal del conocimiento reside
en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento
sólo es realmente tal, cuando posee necesidad
lógica y validez universal. Para los racionalistas existen
dos clases de proposiciones: a priori, cuando se puede saber si
son ciertas sin tener que recurrir a la experiencia; y a
posteriori cuando para conocer el valor de la verdad se ha de
recurrir a la experiencia, es decir, una vez que la experiencia
haya sucedido (Santillana, 2008).

Características fundamentales de las
filosofías racionalistas: 1) Plena confianza en la
razón humana, y Existencia de las ideas
innatas.

Define Descartes (1973) el método de la siguiente
manera: "así pues, entiendo por método reglas
ciertas y fáciles, mediante las cuales, el que las
observe, exactamente no tomará nunca nada falso por
verdadero, y, no empleando inútilmente ningún
esfuerzo de la mente sino aumentando gradualmente su ciencia,
llegará al conocimiento verdadero de todo aquello que es
capaz".

Metafísica basada en la idea de substancia:
Descartes Afirmó la existencia de tres substancias
distintas (res infinita o Dios, res cogitans o
pensamiento y res extensa o substancias
corpóreas).

El punto de partida es una idea clara y distinta,
simple, evidente, intuitiva, indudable e innata. Esta idea no
proviene de la experiencia, ya que ésta, según
Descartes, es generadora de errores. Ni tampoco del sujeto, donde
no puede intervenir la imaginación. Son innatas, Dios las
puso en los sujetos en el momento de la creación,
dándoles garantía de valides, ya que provienen de
un ser perfecto. Así, pues, el conocimiento de Descartes
se da gracia a tres elementos: 1) la elección de un
método adecuado que conduce a la obtención de; 2)
ideas claras y distintas que provienen de; 3) Dios, ser perfecto
que no miente, porque no sería una imperfección
posible en Él.

El conocimiento en Descartes (1973) se origina en la
obtención de una idea clara y distinta: "pienso luego
existo" (Cogito ergo sum – en latin-), afirma. A
esta verdad fundante de su pensamiento llega después de
sumergirse en el fondo de su conciencia, examinando una por una
las certezas validas hasta ese momento. Para Descartes el
conocimiento es universal, de ahí la utilidad de su
método que pretende ser universal. El objeto del
conocimiento es llegar a la certeza absoluta. Para esto es
necesario poner en duda todas las verdades que se tienen por
tales.

El
Empirismo

El empirismo del griego (empereimia =
experiencia) opone la antítesis: la única causa del
conocimiento humano es la experiencia. El racionalismo es guiado
por la idea determinada, por el conocimiento ideal, mientras que
el empirismo, se origina en los hechos concretos.

David Hume Dividió todo el conocimiento en dos
clases: el conocimiento de la relación de las ideas
– es decir, el conocimiento hallado en las
matemáticas y la lógica, que es exacto y certero
pero no aporta información sobre el mundo – y el
conocimiento de la realidad – es decir, el que se deriva de
la percepción. La mente no puede conocer las cosas
más que a partir de las ideas que tiene sobre ellas.
Así, pues para los empiristas, el único criterio de
la verdad es la experiencia sensible.

El método experimental y la ciencia
empírica: el interés por hallar un método
adecuado para dirigir el pensamiento no fue uno de los intereses
principales tanto del racionalismo como del empirismo. La
diferencia entre ambos estriba en que, si para los racionalista
el modelo ideal del método era matemático y
deductivo, para los empiristas debía ser experimental e
inductivo, similar al que utilizo Newton en el campo de la
física y que tan excelentes resultados había
dado.

Uno de sus exponentes es John Locke (1632-1704):
él aborda su cometido buscando el origen de las ideas. A
una las llama ideas simples: las que provienen de la experiencia
sensible y que corresponden a simple sensaciones o impresiones
que se van escribiendo en el intelecto humano, como cual tabla
rasa o pizarra en blanco. Con esto declara la proveniencia de las
ideas de la experiencia, rechazando las ideas innatas de
Descartes. Para Locke la realidad espiritual existe pero es
incognoscible. No hay esencia, la esencia de algo son las ideas
complejas; existen particulares no universales. La realidad
sustancial no se puede demostrar, no hay afirmación
metafísica, hay una suposición, no una
explicación. Aquí el sujeto es pasivo, reside la
impresión del objeto.

Para George Berkeley (1685-1753): el conocimiento se
origina en la percepción, la certeza esta en lo evidente
de lo que se ve, se toca, se siente; pero la percepción es
originada por una causa externa al mundo sensible, es un ser
infinitamente perfecto que es Dios, que crea constantemente en
los sentidos la percepción.

Para David Hume (1711-1776): es posible conocer porque
las ideas tienden a agruparse o asociarse bajo determinadas leyes
psíquicas y proporcionan el conocimiento. Pensar no es
más que la facultad de mezclar los materiales
suministrados por os sentidos y la experiencia.

El
Idealismo

Según Hirschbergr (1968), el idealismo es una
teoría de la realidad, y del conocimiento que atribuye un
papel clave a la mente en la estructura del mundo
percibido.

Para los idealistas, por otro lado, la mente
actúa y es, de hecho, capaz de hacer existir cosas que de
otro modo no serian posibles como la ley, la religión, el
arte, o las matemáticas y sus afirmaciones son más
radicales al afirmar que los objetos percibidos por una persona
se ven afectados hasta cierto punto por la actividad mental.
Actualmente podría decirse que la llamada "ley de
atracción" posee características netamente
idealistas, al considerar que la mente humana crea la realidad y
atrae las cosas que suceden.

Berkeley y Kant: Kant afirma que el sujeto es lo que
piensa, si se piensa el mundo exterior el sujeto y el mundo son
lo mismo. Kant sostenía que todo lo que se puede saber de
las cosas es la forma en que se manifiesta su experiencia, no hay
modo de averiguar o que son en esencia en sí
mismas.

Hegel (1979) defendía la inteligibilidad
última de todo lo que existe. También pensaba que
los mayores logros del espíritu humano (la cultura, la
ciencia, la región y el estado) no son resultados de
procesos mentales determinados por una vía natural, sino
que son concebidos y mantenidos por la dialéctica, la
actividad del intelecto libre y reflexivo.

Para Hegel el conocimiento tiene una estructura
dialéctica. Y tiene esa estructura, en definitiva, porque
la realidad para él es dialéctica y, por tanto, el
conocimiento también es dialectico, en cuanto que es una
dimensión de lo real y en cuanto que se configura
dialécticamente al manifestar adecuadamente la naturaleza
dialéctica de la realidad. Hay cuatro puntos fundamentales
de la estructura dialéctica del conocimiento:

  • 1. El conocimiento, estructuralmente consiste
    en la relación sujeto objeto, de modo que cada uno de
    los momentos de esta relación sólo lo es por
    beneficio o consideración del otro, pero con la
    peculiaridad de que cada uno de ellos niega y contradice al
    otro dándose entre ellos una desigualdad y desajuste
    (que de ser definitivos e insuperables harían
    imposible una plena verdad), desigualdad que impone un
    proceso de transformación en el que se tiende a la
    igual o identidad.

  • 2. El proceso encaminado a superar la
    diferencia entre objeto y sujeto tiende a la identidad de
    ambos. Es decir se tiende a la reducción del uno al
    otro.

  • 3. El conocimiento dialectico es un
    conocimiento absoluto y no sólo porque llegas a saber
    la totalidad de lo real, sino porque además sabes cada
    realidad particular "en relación al todo y como
    formando un momento del todo".

  • 4. En la reducción a la identidad
    absoluta en que se alcanza el verdadero y pleno conocimiento
    dialectico tiene lugar la disolución de uno de los
    momentos estructurales del conocimiento en el
    otro.

El idealismo dice: "la realidad es causada por las ideas
de la mente humana. No hay realidad independiente de la mente
humana".

El
Materialismo

Según Carrillo (1986), es la doctrina
según la cual toda existencia se puede reducir a materia o
a un atributo o efecto de la materialidad. Según esta
doctrina, la materia es la última realidad y el
fenómeno de la conciencia se explica por cambios
fisicoquímicos en el sistema nervioso. El materialismo es,
por lo tanto, lo opuesto al idealismo, que afirma la
supremacía de la mente y para el que la materia se
caracteriza como un aspecto u objetivación de la
mente.

El materialismo antirreligioso nace del espíritu
de hostilidad hacia los dogmas teológicos de la
religión organizada, en concreto los del
cristianismo.

En los tiempos modernos el materialismo
filosófico estuvo muy influido por la doctrina de la
evolución incluso puede decirse que ha sido asimilado con
la más amplia teoría de la evolución. Los
evolucionistas trascienden en simple antiteísmo o
ateísmo materialista pretende mostrar como las
adversidades y las diferencias en el universo son el resultado de
procesos naturales en oposición a los fenómenos
sobrenaturales.

Para el marxismo todo este conocimiento tiene como
objetivo trasformar la realidad social, ser aplicable a los
problemas sociales, para lograr una sociedad más justa a
través de la lucha comunitaria (y desde esta lectura
económica-social se aleja Hegel). La realidad es
conocimiento aplicado, la ciencia es para Marx conocimiento
ligado al interés revolucionario y trasformador. Que
teoría y práctica estén unidas es otro
elemento propio del marxismo que lo distingue del resto de
teorías. El conocimiento es pragmático tiene el
objetivo de transformar.

El conocimiento no es un reflejo pasivo sino el producto
de una actividad. Todo conocimiento es siempre derivado de la
actividad del sujeto. No es un recepción pasiva no se
impregna el sujeto de la realidad exterior. La práctica es
una especie de base que confirma o apoya el tipo de conocimiento
que se tiene. Es un mecanismo que sitúa al hombre y lo
corrige en la búsqueda de la verdad.

La
Fenomenología

Para Martínez F. (1973), la fenomenología
es un movimiento filosófico del siglo XX que describe las
estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la
conciencia, sin recurrir a la teoría, deducción o
suposiciones procedentes de otras disciplinas, tales como las
ciencias naturales.

La fenomenología ve al mundo como un conjunto de
percepciones organizadas, según las leyes de la psique
perceptora, que son las mismas en todo hombre. El mundo
fenoménico no tiene causa sustancial, es concebido como
fenómenos. Afirman como imposible conocer el fundamento
último de los fenómenos, si existiere. El objeto es
lo que hace de él la percepción del sujeto
trascendente. Este proceso consta de tres etapas:

  • 1. Reducción Existencial. Una vez
    realizada la epojé, el mundo que rodea al
    sujeto de ser existente pasa a ser fenómeno en
    existencia.

  • 2. Reducción Eidética.
    Mediante esta se llega al descubrimiento de la esencia de lo
    universal y necesario de las cosas, dejando de lado lo que
    tiene de individual y mudable. Este descubrimiento de
    esencias se realiza mediante una intuición peculiar
    que pertenece al campo de lo inteligible. Se trata de algo
    que se capta inmediatamente, sin necesidad de inferencia
    alguna. Se trata de una intuición de esencias. Estas
    esencias son universales. Husserl recoge las aportaciones del
    positivismo, radicalizándolas.

  • 3. Reducción Egológica.
    Mediante de una reducción el sujeto se refiere a las
    esencias captadas, al yo como principio unitario que la
    justifica constituyéndolas. El resultado final es una
    conciencia sugestiva que constituye el objeto.

El sujeto trascendental no es más que el conjunto
de leyes o de estructuras comunes a todos los sujetos del
conocimiento en la unidad de una historia. De acuerdo con la
motivación inicial, la fenomenología convierte a la
filosofía en la ciencia estricta del mundo. El idealismo
trascendental fenomenológico constituye el mundo de la
vida como inteligibilidad última que fundamenta todo
quehacer científico y la racionalidad de la historia.
Todas las ciencias descansan en él.

La
Hermenéutica

Según Carrillo (1986), el término
hermenéutica deriva del griego "hermeneuiein",
que significa expresar o enunciar un pensamiento, descifrar o
interpretar un mensaje o un texto. El hermeneuta es, por lo
tanto, aquel que se dedica a interpretar y desvelar el sentido de
los mensajes haciendo que su compresión sea posible y todo
malentendido evitado, favoreciendo su adecuada función
normativa.

Aristóteles escribió un
"perihermeneias" que, como parte del
"Óganon" (obra aristotélica), versada
sobre el análisis de los juicios y las proposiciones. Se
trataba de un análisis del discurso, pues sólo
desde el interior del mismo la realidad se manifiesta. Por este
motivo, la hermenéutica se constituyo fundamentalmente en
un arte (Techné) de la interpretación
dirigida, en el Renacimiento y la Reforma protestante, al
esclarecimiento de los textos sagrados, dando lugar a la exegesis
bíblica. En esta misma época, como consecuencia del
Humanismo, la Hermenéutica se aplicó a la
literatura clásica grecolatina, configurándose como
una disciplina de carácter filosófico y
después, desde el ámbito de la jurisprudencia, se
ocupó de la interpretación de los textos legales y
de su correcta aplicación a la particularidad de los
casos.

Todo ellos adoptan una determinada posición en
torno al problema de la verdad y del ser, siendo la primera
definida como fruto de una interpretación, y del ser
(mundo y hombre) como una gran obra textual inconclusa que se
comporta de manera análoga a como lo hace el lenguaje
escrito.

Las Características Generales de la
Hermenéutica son:

  • a) Linguiticidad del Ser: La
    hermenéutica aplica el modelo interpretativo de los
    textos al ámbito ontológico. La realidad no es
    más que un conjunto elevado de textos, relatos, mitos,
    narraciones, saberes, creencias, monumentos, instituciones
    heredados que fundamentan el conocimiento de lo que es el
    mundo y el hombre.

  • b) El Ser Temporal e Histórico: El mundo
    no puede ser pensado como algo fijo y estático, sino
    como continuamente fluyente. La realidad siempre remite a un
    proceso, a un desarrollo en el tiempo (historia), a un
    proyecto que ha sido transmitido (tradición) y que el
    hombre retoma.

Pre-comprensión y "Circulo Hermenéutico":
Antes bien cualquier conocimiento de las cosas viene mediado por
una serie de prejuicios, expectativas y presupuestos recibidos de
la tradición, que determinan, orientan y limitan la
comprensión que se tiene.

El Circulo Hermenéutico es para Gadamer (1984) un
límite a cualquier intento de comprensión
totalitaria, pero también es una liberación del
conceptualismo abstracto que tenía toda
investigación filosófica.

Imposibilidad de un conocimiento exhaustivo y
totalitario de la realidad: Dado que el ser es lenguaje y es
tiempo (evento) y puesto que el hombre como ser-en-el-mundo
está inmerso en ser del cual pretende dar cuenta, se hace
imposible un conocimiento totalitario, objetivo y
sistemático del mundo. La pretensión de verdad de
la hermenéutica es radicalmente distinta a la de las
ciencias. La verdad sólo puede ser parcial, transitoria y
relativa, características que surgen de la pertenencia del
sujeto al ámbito de lo interpretable y de la
individualidad irreductible de cada ente singular (evento),
entendiendo por éstos no sólo las "cosas", sino el
hombre mismo. Precisamente Gadamer (1984) afirma que la
historicidad del ser consiste en "no poder resolverse en
autotransparencia".

La interpretación como ejercicio de la sospecha o
restauración del sentido: Para Paul Ricoeur la
hermenéutica es una "filosofía reflexiva" que ha de
dar cuenta del conflicto entre las diferentes interpretaciones de
los símbolos del lenguaje. Así, enraizada a la
filosofía de Nietzsch (1984), que exigía a la
filosofía la tarea de desenmascarar las fabulas ilusorias
y falsos valores de la conciencia (la moralidad) la
hermenéutica supone el esclarecimiento de la verdadera
"intensión" y del "interés" que subyace bajo toda
"comprensión" de la realidad, quehacer que se haya
presente en la teoría y el método
psicoanalítico (desenmascaramiento de los deseos y
pulsaciones ocultos en el inconsciente) e incluso en las
teorías marxistas sobre la ideología. Frente a la
tarea Ricoeur reclama también una hermenéutica
dedicada a restaurar el verdadero sentido que contienen los
símbolos, búsqueda que explicaría el
progreso de la conciencia.

Reflexión

Una vez estudiado y revisado cada una de las trece (13)
posturas frente al conocimiento. Se encontró que existen
diferencias y similitudes entre ellas, y también que
algunas de estas teorías complementan a otras. Para ello
se expondrá un análisis de cada una de las mismas,
para de esta manera poder explicar con cual o cuales posturas
expuestas por el autor m encuentro más
identificado.

  • 1. El Dogmatismo, esta postura expone
    que ya la persona posee el conocimiento dentro del mismo,
    pero que necesita como una especie de iluminación,
    quizás de carácter divino, para entender el
    objeto de estudio.

  • 2. El Escepticismo, esta postura examina
    todo conocimiento y lo pone a prueba ya que no acepta
    ningún conocimiento como valido sin que este sea
    totalmente demostrado.

  • 3. El Relativismo, esta postura expone
    que no existen verdades absolutas, sino relativas, dependen
    del tiempo y el espacio en el que se encuentran; y de la
    perspectiva del sujeto que observa, por lo cual, la verdades
    pueden ser cambiantes.

  • 4. El Criticismo, esta postura trata de
    conciliar el racionalismo con el empirismo, no acepta
    verdades absolutas, sin que estas sean demostradas, y sin que
    exista argumento en contrario.

  • 5. El Positivismo, esta postura expresa
    que no se puede conocer sólo por la razón, que
    la verdadera forma de conocer el objeto es a través de
    la experiencia, y ésta es proporcionada por los
    sentidos.

  • 6. El Pragmatismo, esta postura se basa
    en la utilidad y practicidad de las cosas afirma que el
    conocimiento de la verdad debe ser útil y valioso para
    la vida, para ellos la importancia del conocimiento,
    está en aquello que sea conveniente para la
    humanidad.

  • 7. El Probabilismo, esta postura afirma
    que todo conocimiento debe estar abierto y dispuesto a lo
    probable. Al igual que relativismo no afirma verdades
    absolutas.

  • 8. El Racionalismo, esta postura pone
    toda su confianza en la razón humana y afirman que lo
    que se produce de la experiencia está sujeto a
    errores.

  • 9. El Empirismo, esta postura es
    contraria al racionalismo y dice que el verdadero
    conocimiento es aquel que se experimenta a través de
    los sentidos, por lo tanto es la experiencia humana la
    verdadera fuente de conocimiento.

  • 10. El Idealismo, esta postura afirma
    que el verdadero conocimiento es producido por las ideas y se
    fundamentan en el conocimiento que produjo las leyes, la
    religión, el arte y las matemáticas.

  • 11. El Materialismo, esta postura afirma
    que todo lo que existe es materia y apoya la teoría de
    la evolución, son considerados casi ateos, para ellos
    el conocimiento viene proporcionado por la actividad del
    sujeto conocedor.

  • 12. La Fenomenología, esta
    postura ve todo objeto de estudio como un fenómeno que
    ocurre y su fundamento depende de las cualidades de dicho
    objeto. Estudian todo conocimiento como un
    fenómeno.

  • Partes: 1, 2

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