- Introducción
- Caos en la
Educación - Caos en la
Salud - Caos en el
Trabajo - Caos en la
Comunicación - Caos en la
Ciencia - Caos de
Percepción - Caos en la
Tierra - Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Antes de iniciar nuestra búsqueda, de un camino
de aprendizaje de las inteligencias, debemos percibir la
situación actual en que se encuentra la sociedad,
manifestada en crisis de crecimiento de la conciencia en todas
las actividades que desarrolla el individuo. Diariamente estamos
expuestos a un proceso que afecta nuestro actuar cotidiano. Se
trata de un problema o crisis que afecta a las personas o a
grandes grupos de personas. Se producen descoordinaciones que no
es posible predecir su comportamiento caótico y
desorganizado. Es necesario tomar una estrategia que supere el
problema generado. Es probable que no se haya encontrado
aún una solución fácil, pues estamos frente
a un problema complicado y, más aún, complejo. Un
problema complicado puede solucionarse con una estrategia lineal,
es decir, frente al aumento/disminución de la
complicación se requiere de un aumento/disminución
de los recursos. Pero si nos encontramos con un problema complejo
(que no tiene nada que ver con complicado), la solución
pasa por aplicar una estrategia compleja. Normal y habitualmente
parece que las soluciones implementadas van en el sentido del
primer enfoque: lineal. Para comprender cómo actúan
los sistemas complejos en los grandes grupos, observemos
qué nos enseña la naturaleza en tales casos.
Tenemos grupos formados por cardúmenes de peces, manadas
de animales, bandadas de pájaros. Todos ellos se
auto-organizan formando un solo organismo. El comienzo del final
del caos, se inicia cuando nos damos cuenta que las crisis que
padecemos, se originan por la forma de pensar y actuar bajo una
determinada estructura de organización de los sistemas.
Pensamos y actuamos creyendo que la racionalidad resuelve o
resolverá todos los problemas y podremos controlar todos
los sistemas conociendo sus leyes.
Creo que estamos viviendo en permanentes crisis. No
debemos temer a las crisis. Hay que reconocer que las crisis nos
alejan del equilibrio. Como somos un sistema abierto, el caos que
involucra la crisis nos da una oportunidad de emerger hacia otro
nivel que puede ser más creativo[1]Sin
embargo, para lograr un efecto positivo, requerimos de una
intencionalidad que permita atraer soluciones adecuadas a
nuestras esperanzas y visiones.
Hay crisis en la educación, en la salud, en el
trabajo, en las comunicaciones y la propia ciencia.
Caos en la
Educación
La educación, hasta nuestros días, no ha
estado orientada a la formación de los individuos, desde
el punto de vista de la obtención de un bienestar
espiritual. Hasta la propia educación se ve como un factor
de consumo. Se "compra", indirectamente, mediante exámenes
y pruebas, un conjunto de paquetes de conocimientos. Así
nos hacemos dueños de ellos. Incluso se nos da un
certificado de dominio. Se va creando, mediante la
profesionalización, de un poder económico y social.
El individuo, entonces, orienta su educación hacia todas
aquellas profesiones que le signifiquen y aseguren
preferentemente un bienestar material. Por ende, los valores no
forman parte de este modelo de enseñanza. Se supone que,
por añadidura, una vez obtenido el bienestar
económico se dispondrá de una actitud humanitaria
hacia la sociedad. Dado que pocos tendrán la suerte de
obtener una vida de bienestar material, la actitud agresiva y de
crisis de la sociedad es el resultado de la orientación de
este modelo de la realidad. Esto no es un problema simple que
pueda ser resuelto con aumentos de recursos financieros,
controles de disciplina, acuerdos entre las partes y otros
factores distractores de lo que es efectivamente una verdadera
"buena educación". Estamos frente a un problema complejo
que debe ser resuelto con estrategias complejas, como dice Edgar
Morín:
El pensamiento simple resuelve los problemas simples. El
pensamiento complejo no resuelve, en sí mismo, los
problemas, pero constituye una ayuda para la estrategia que puede
resolverlos.
Hay que entender, que no se intenta reemplazar la
educación tradicional por otra, sino que se complementa
con estrategias holísticas de aprendizaje. Recordemos, lo
que nos dice Rudolf Arnheim, en El Quiebre y la
Estructura:
En el campo de la educación, somos
víctimas de la carga de una tradición que separa la
percepción del pensamiento, como si se tratase de dos
actividades enteramente diferentes. Se espera que ambos se sirvan
uno al otro, pero ocupan distintas facultades de la mente y deben
entrenarse por separado.
La enseñanza de la mente humana no puede
restringirse en ningún campo de la enseñanza a un
mero entrenamiento de los sentidos o a un mero pensamiento
carente de imágenes, sino que debe valerse de la
unión íntima de ambos. Sin embargo, nuestro sistema
educacional aún se basa en gran medida en este cisma y
concibe el entrenamiento del intelecto como la liberación
de la mente de sus recursos sensoriales, y las artes como un
entrenamiento de visión, oído y tacto, por cierto
en un nivel inferior en el que comienza el
pensamiento.
Ahora, ¿por qué el joven estudiante y sus
profesores sienten un malestar profundo en su conciencia? y, que
a veces explota en una crisis, y buscamos cualquier pretexto para
explicar aquella. Quizás, en las profundidades de sus
conciencias, ellos saben que hay otras formas de educación
y que el sistema imperante les oculta o no les ayuda a sacar su
creatividad dormida. Ésta debiera ser la tarea de todos,
la de ofrecer las facilidades de la expresión creadora del
ser. Una educación de la persona entera, cuerpo, mente y
espíritu. Será una aventura de la
educación.
Caos en la
Salud
Se habla mucho de la importancia del estado de
ánimo, en la salud de las personas. Sin embargo, no
reconocemos realmente que este punto de vista es crucial para la
transformación de la conciencia, y que la salud
sería un cambio (evolución) de conciencia de un
estado negativo a otro positivo. Las derivaciones de este
enfoque, seguramente, traerán profundas repercusiones para
el campo de la salubridad pública. Se sabe y reconoce, que
todos estamos expuestos a las diversas enfermedades, sin embargo,
solamente algunos son afectados por ellas, dejando inmunes a los
otros. Pareciera ser que, además de la presencia de los
agentes virales, deben presentarse ciertas condiciones favorables
para que actúen y provoquen malestar al paciente.
Entonces, también podemos decir, que debe haber ciertos
factores que inhiben la presencia patógena de estos
agentes virales. Aquí nos estamos refiriendo a condiciones
fisio-psicológicas o psicosomáticas que detienen,
retardan o paralizan la acción de los agentes virales.
Creemos que este factor psicosomático está
relacionado con las estructuras arquetípicas de la
conciencia. Así, podemos encontrarnos en un estado de
conciencia arquetípico, que favorece la acción
viral, como en otro estado que inhibe esa
acción.
Por otra parte, existen clínicamente antecedentes
de que cierto tipo de personalidades, con tendencia al fracaso,
favorecen la aparición de algunas enfermedades y,
personalidades con tendencia al éxito, atraen la salud.
Hay estudios de que enfermedades graves, como el cáncer o
un ataque cardíaco, están asociadas a cierto tipo
de personalidades. También, situaciones de estrés,
conflictos internos, aburrimiento, ansiedad, depresión,
frustraciones y cualquier cosa que produzca tensión
nerviosa, activan efectos psicosomáticos que se traducen
en predisposición a enfermar de úlceras al
estómago, enfermedades al corazón,
hipertensión sanguínea, molestias digestivas, asma
bronquial, etc. De ahí, podemos afirmar, que algunas
estructuras de la conciencia arquetípica son propensas a
favorecer la aparición de enfermedades, y otras
estructuras de la conciencia arquetípica pueden traer
inmunidad a las enfermedades y la tranquilidad que ofrece la
salud.
Veremos, que alguna estructura arquetípica
negativa, es propensa a favorecer la aparición de
enfermedades específicas, y si se logra modificar el
estado de conciencia, a otro de estructura arquetípica
positiva, es factible revertir, remover o alterar el efecto
psicosomático. Por otra parte, existen personas propensas
a los accidentes, que tienen una actitud negativa hacia sí
mismas y hacia el mundo que les rodea, con sentimientos de
culpabilidad, inseguridad y expectativas negativas, todo lo que
las hace vulnerables a los probables accidentes a que se ven
enfrentados. De ahí, la importancia de la
afirmación del refrán "el valor de la propia
imagen". Conocidos son los cambios en la salud de pacientes
cancerosos; cambios en la inmunidad que provoca la
prestación de servicios de ayuda; cambios de personalidad
por cambios de apariencia física; cambios de
hábitos de comportamiento y de formas de pensar; cambios
que, en resumen, dan sensación de felicidad, tranquilidad
y estado de salud general.
Igual a la educación, la salud llegará a
ser uno de los campos prioritarios a investigar en las
próximas décadas. Con el perfeccionamiento del
conocimiento de la estructura de la conciencia será
posible, en el próximo futuro, que un médico no
sólo determinaría un diagnóstico, sino
pronosticar con certeza una enfermedad y, lo más
importante, prevenirla y evitarla tomando las medidas adecuadas a
su debido tiempo, todo lo cual nos llevará a una nueva
imagen de la salud, preventiva, para el futuro de la
humanidad.
Caos en el
Trabajo
El escenario habitual del trabajo cotidiano, opera como
un proceso del pensamiento de un sistema cerrado.
Todo lo que se describe a continuación, es una
aproximación de un enfoque del trabajo bajo los viejos
paradigmas y conceptos de la ciencia, sustentados en una
visión cartesiana (división de las parte), como una
forma de organizar el trabajo. Es una forma de vivir en
"certidumbre", que permite elaborar estrategias que desplazan
fuera a la creatividad, como para mantener "programada y
controladas las metas". Este es un sistema de pensamiento
lineal.
Los factores donde se despliega el pensamiento lineal,
en el desarrollo del trabajo son los siguientes:
1. Un primer principio, es que la historia de la
organización del trabajo se fundamenta en el
establecimiento como espacio de sistemas cerrados.
2. Gran importancia en la programación de las
tareas, para mantener una certidumbre y estrategias para
enfrentarlas. Esto, trae como consecuencia aspectos revelados y
previamente pronosticados en sus partes constituyentes (el todo
es igual a la suma de sus partes).
3. Aumento de la burocracia (jerarquía) con una
disminución simultánea de la autonomía del
trabajador, lo cual va a llevar a una centralización del
poder en la toma de decisiones jerárquicas. Esto, trae una
disminución en la eficiencia y creatividad. Impedimento a
que interactúen redes informales con las estructuras
formales.
4. Incremento en la participación colectiva, de
forma vertical, con la aparición de "líderes"
permanentes para tareas específicas.
5. Trabajos segregados en estructuras fijas de trabajo.
Impedimento en las relaciones e interacciones de módulos
de trabajo.
6. Poca circulación de la información.
Disminución de la transparencia de la
información.
7. Disminución de la flexibilidad en el trabajo,
con poca o nula libertad en tiempos, espacios o lugares de
trabajo.
8. Dar mayor importancia a las metas que a los
procesos.
9. Mantener trabajos en permanente competencia.
Incremento de los sistemas de mediciones de calidad
(calificaciones) a los seres vivos, para definir
responsables.
10. Mantener una visión seria y preocupada de las
labores, más que una preocupación física y
mental del trabajador.
Estos diez factores, que inciden en la
organización de la empresa, vista ésta como un
organismo mecánico, son los elementos principales que
atraviesan los conceptos de los sistemas lineales, y que
dificultan la acción para el cambio de la
organización a un sistema complejo.
Caos en la
Comunicación
Durante nuestra vida, paulatinamente se nos privó
de la participación de esta otra comunicación
silenciosa. Nuestra enseñanza fue orientada hacia una
realidad material, lógica, permanente, objetiva,
defensiva, programada, sensorial, no dual y de externalidad de
Dios.
Se nos enseña que la realidad está
definida sólo por la lógica, debiendo evitar la
intuición o soñar despiertos.
Se nos enseña que sólo somos algo
estáticos y permanentes.
Se nos enseña que sólo lo objetivo es
verdadero, evitando en lo posible lo subjetivo.
Se nos enseña que debemos adoptar una actitud
invulnerable y defensiva.
Se nos enseña que debemos hacer las cosas en
forma programada.
Se nos enseña que sólo existe la verdad
sensorial.
Se nos enseña que no existen dualidades de la
conciencia.
Se nos enseña la externalidad de que Dios
está fuera de nosotros.
Se sabe, que situaciones de estados emocionales de
aislamiento, desesperación, sentimientos permanentes de
desamparo, abandono y temores, generan estrés, y producen
cambios en el sistema inmunológico y estructura
arquetípica de la conciencia, que origina efectos
perjudiciales al organismo y que alteran o pueden alterar la
comunicación silenciosa entre las células,
provocando efectos en las formas de crecimiento de las
mismas.
Todo esto, hace que, en algún momento, el
individuo debiera ir hacia el lenguaje de la comunicación
del Ser. Es notable comprobar en cómo está el
lenguaje. Vemos, diariamente, el uso de un lenguaje lineal,
mecánico y reducido a bits, como teclas de una
máquina: lógica, digital, lineal, a-emocional, un
lenguaje de "mouse", programable y predecible, y que está
muy lejos del lenguaje al que debiéramos emerger: de la no
linealidad, impredecible, creativo, narrativo, filosófico,
emocional, metafórico y poético.
El tipo de lenguaje mecánico y veloz, utilizado
habitualmente, atraviesa todas las actividades, es así,
que en la educación existe una pérdida de la
comprensión de la lectura, poco se lee, se usa un lenguaje
escatológico o "sucio", de presencia en él de
obscenidades, rudo, limitado y repetitivo (pulsátil), uso
excesivo de siglas, elimina las vocales (messenger),
robótica, corto y rápido, como un "botón"
para manipular. Cuando se decía, que la ciencia
llegaría en el futuro a fabricar robot, que
hablarían en mensajes de texto, pienso que, en gran
medida, ese robot ya ha aparecido en los individuos que emplean
el lenguaje mecánico y "piensan" como máquinas. Es
decir, que la intencionalidad inconsciente del lenguaje
mecánico, es transformar al hombre en máquina. De
ahí, el peligro que encierra para la humanidad el empleo
del lenguaje señalado. Este proceso está operando
en un sistema cerrado, como "una tecla manejada por un mouse". A
esto contribuye la tecnología de los actuales medios de
comunicación. Aparentemente, estamos conectados pero en un
sistema de lenguaje mecánico. Se envían mensajes de
texto; se escuchan voces (celular) que señalan en frases
cortas: "estoy acá", "voy a llegar", etc., etc. Un uso sin
sentido, mecánico. Lo mismo ocurre en mensajes vía
internet. Aunque este medio es un poderoso mecanismo de
búsqueda de información, no significa llegar a la
comprensión y aprendizaje (que requieren de
interacción con un maestro). Es una biblioteca universal
que no puede reemplazar al libro ni al diario para quienes se
mueven en el lenguaje del Ser. Como buscador, internet tiene gran
potencial, pero no sabe distinguir lo esencial que buscamos. Es
como estar en la "Torre de Babel", en que nadie entiende el
lenguaje del otro.
Uno de los problemas de comunicación en la
música, es el problema del "punto de referencia", que no
se da en la música contemporánea. En esta forma de
"obra musical" se percibe "como si oyésemos por primera
vez". En cambio en la música clásica, aunque
escuchemos por primera vez, "nuestro oído esperaba algo
que reconocemos". La música contemporánea excluye
el reconocimiento. Así, como los conceptos
implícitos de los mensajes de internet, señalados
anteriormente, así también, la música
contemporánea excluyen el sentido del reconocimiento,
desde el momento que, en este tipo de música,
señala C. Araos B., que:
Significa "primera vez": algo que experimentamos sin
categorías, sin "puntos de referencias" desde los cuales
interpretar o desde donde comprender lo que está sonando
como algo que nos comunica algo.[2]
Todo lo cual significa un obstáculo para acceder
al proceso autonómico y la experiencia emergente derivada,
Según A. Maslow, en su obra "La personalidad creadora"
comenta:
Hasta ahora he tenido informes de experiencias cumbres
provenientes de lo que podríamos llamar "música
clásica". Todavía no he descubierto una experiencia
cumbre inducida por la música de John Cage, por una
película de Andy Warhol, un cuadro perteneciente al
expresionismo abstracto o algo parecido. Ni una. Las experiencias
cumbres que han aportado mayor gozo, éxtasis, visiones de
otro mundo u otro estilo de vida, provienen de la música
clásica, de los grandes clásicos.
Suele suceder, que muchos de nosotros vivimos en forma
mecánica, y donde pensamos, que nuestra mente no puede
afectar a nuestro cuerpo y, por consiguiente, a nuestra salud. A
pesar de lo que creemos, cada vez se ve que existe una mayor
relación entre el cuerpo y la mente, siendo difícil
aceptar esta unidad básica de nuestro
organismo.
Por otra parte, fuera de la fragmentación del
cuerpo y la mente, dentro de la propia mente hacemos la
distinción entre consciente e inconsciente y, sin embargo,
experimentamos la vida como si tuviera importancia sólo lo
consciente.
Con los descubrimientos del inconsciente, de los
últimos adelantos en el campo de la investigación
de la conciencia y de la tecnología de estados alterados
de conciencia, hoy por hoy, estamos conociendo la gran
importancia de comprender y experimentar el mundo más
allá de nuestra conciencia ordinaria, y de lo triste que
ha sido el haber relegado este ámbito del conocimiento
disponible, por derecho natural, en cada individuo.
Se reconoce, que todos estamos, lo queramos o no, en un
proceso de evolución natural de la conciencia. Vamos hacia
el encuentro con lo transpersonal. Ya nuestra vida no se limita
sólo a nuestra historia biográfica postnatal, sino
que incluso a retrocedido hasta el período perinatal,
prenatal y, más aún, se busca lo
transpersonal.
Todos aquellos que hayan tenido realmente un encuentro
con lo transpersonal -por ejemplo- una experiencia de Dios,
perciben la unidad o comunicación esencial de todas las
cosas.
Aceptado que existe una unidad entre cuerpo y mente y
que, a su vez, estamos en posesión de una mente consciente
e inconsciente, nada impide que podemos acceder a estos
compartimentos mediante una tecnología de la
conciencia.
Si hemos conocido que nuestro cuerpo se ve afectado por
nuestra mente, no solamente nos referimos a la mente consciente.
El Inconsciente Sagrado, que todos tenemos, altera nuestro cuerpo
protegiéndolo o no, haciéndonos inmune a lo
externo. De ahí que se dice, que "nada de fuera te
afectará". "Todo viene de tu interior". "Así como
eres en tu interior, así serás". "Por los hechos
los conoceréis".
Si desconocemos que todos tenemos un Inconsciente
Sagrado, Dios, Inconsciente Colectivo, Memoria no-local, Atman,
Brahman, Alá, o como quiera que lo llamemos, estaremos
limitando nuestra vida al presentar el primer obstáculo al
acceso a esta fuente de poder interior, que es la negación
de nuestra propia vida psíquica, pues una de las
característica para acceder a esta parte de nuestra
conciencia es la de no emitir juicios ni intelectualizar la
experiencia divina. Hay que comprender, que racionalizar la
atención, es opuesta a la propia atención. Lo que
se necesita, es más bien observar el acontecimiento, sin
juicio alguno. Debemos ser testigos de lo que ocurre en el
proceso de la atención. Entonces, sólo así,
se hará presente lo sagrado de nosotros mismos. Ya no
tendremos sólo un conocimiento de lo divino de nosotros
mismos, sino que seremos partícipes de la experiencia de
Dios.
Hoy existe gran conocimiento de Dios, pero, a su vez, el
hombre se ha alejado de la experiencia de Dios. Antiguamente un
pastor, por ejemplo, sin ningún conocimiento de Dios,
podía experimentar un encuentro con Dios, en la soledad de
las montañas donde pastoreaba. Hoy, el hombre de la
ciudad, con mucho conocimiento materialista y un afán
consumista, competitivo, se ha alejado de Dios, aun
teniéndolo tan cerca de él en su propio
interior.
Normalmente, el hombre ha estado buscando a Dios fuera
de él, en los libros, en la asistencia a ritos religiosos,
elementos todos que le dan sólo un conocimiento parcial de
Dios. Si queremos realmente tener un encuentro con Dios,
debiéramos ir hacia dentro de nosotros mismos. De
experimentar la experiencia de sí mismo. Este es nuestro
proyecto de vida: de humano que es, ir hacia lo divino de
sí mismo. Descubrir lo sagrado de sí
mismo.
Todo y todos hemos contribuido sólo al
conocimiento de Dios. Quizás eso haya sido indirectamente
un obstáculo a la experiencia de Dios; es como si el
progreso y desarrollo han contribuido a alejarnos de Dios. Esta
es, entonces, nuestra misión, la de ir hacia el encuentro
con Dios, un proyecto de cambio para el futuro de la humanidad.
Es necesario comprender, qué nos impide estar con Dios.
Debiéramos encaminarnos a una aventura de descubrimiento
de Dios. Pues bien, nuestra pregunta a resolver es,
¿cómo acceder a la experiencia de Dios?, de modo
distinto a como se ha llevado normalmente a cabo. Todo esto nos
ha llevado a una crisis del conocimiento experiencial de
Dios.
Caos en la
Ciencia
La historia del hombre ha sido, hasta el momento, una
creación continua de fronteras, entre él y la
naturaleza y todo lo que la comprende, lo que en última
instancia han afectado a su propia vida en su relación con
los demás y consigo mismo, en todos los ámbitos del
saber y quehacer humanos.
Se han efectuado, en diversas partes del mundo,
numerosas reuniones respecto del problema ecológico, y se
ha determinado llevar a cabo otras tantas medidas para aminorar
el impacto ambiental en el hábitat de las diversas
especies de la flora y fauna de la Tierra.
Existen dos corrientes de pensamiento para enfrentar
este problema. Unos piensan, que mediante acciones legales y de
políticas restrictivas, es factible frenar el deterioro
causado a nuestro ambiente. Esta medida, en general, ha
demostrado su ineficacia por la baja respuesta de la comunidad
mundial. La otra corriente de pensamiento, está enmarcada
en un enfoque integral para atacar el problema ecológico.
Además de acoger las medidas de la opción anterior,
el principal punto en que descansa esta nueva percepción
del problema, es que debe producirse un cambio de conciencia,
dándonos cuenta que la forma alienada de vivir tiene un
efecto anómalo en el medio ambiente y en la vida de los
seres del Ecosistema.
La cultura, en nuestra sociedad occidental, ha
contribuido a limitar nuestras capacidades en todos los
ámbitos de actividades, en la salud, aprendizaje, trabajo
y cualquier aspecto de la vida. Ahora, sabemos que cada vez
podemos superar nuestros récords personales hasta
límites casi imposibles, y podemos llegar a ser, lo que
queremos ser, e ir más allá de lo
normal.
A pesar que la Biología ha permitido conocer el
funcionamiento de los hemisferios cerebrales; que cada hemisferio
tiene su propio lenguaje y que normalmente actúan
cooperativamente ambos, le hemos dado mayor importancia a las
funciones del hemisferio izquierdo. Se ha investigado que el
hemisferio izquierdo funciona con ondas cerebrales beta, de baja
longitud y alta frecuencia y el hemisferio derecho con ondas alfa
y theta, de mayor amplitud y menor frecuencia. La creatividad,
imaginación, percepción de modelos, salud y otros
aspectos positivos del funcionamiento cerebral, están
asociados al hemisferio derecho. Entonces, comprender el lenguaje
de este reino es un medio para acceder a su
territorio.
En el aprendizaje sólo existen,
básicamente, como medios para acceder al conocimiento, el
modelo cognoscitivo adquirido mediante instrucciones
(conferencias-clases) o mediante descripciones (libros, citas y
pensamientos). Por otra parte, existe el aprendizaje
fenomenológico-experiencial, de las relaciones
interpersonales en comunidad (grupos de encuentro).
Respecto a lo que denotamos como maestro, se define como
tal a uno de los actores de la relación producida en el
proceso de aprendizaje (maestro-sujeto-objeto) que tiene la
responsabilidad y recursos para la entrega del
conocimiento.
Como podemos darnos cuenta, en todos los ámbitos
participa directa o indirectamente la ciencia y, es por ello, que
ella nos puede entregar, con su conocimiento, una forma de
enfrentar y resolver lo que podemos nominar como crisis de
percepción de la realidad y caos en la Tierra.
Caos de
Percepción
Para construir obras de edificación en un lugar
determinado, habitualmente se requiere efectuar demoliciones de
obras existentes en el entorno. Dentro de una economía de
un país se considera que las demoliciones son una
actividad menor de la producción, no más
allá de un 5% de la actividad de construcción. Sin
embargo esta visión de la actividad de demolición
es restringida, pues no considera que en la esencia de la
actividad productiva a mediano plazo, en unos 50 años,
estaríamos demoliendo nuestro hogar, la Tierra. Como
señala Lovelock, entre otras razones:
Contribuimos a esa demolición al mantener
nuestros hogares y centros de trabajo fríos en verano y
calientes en invierno, cuando vamos en coche al trabajo o volamos
a un destino lejano para pasar allí nuestras vacaciones.
Si seguimos así, pensando de forma egoísta
sólo en el bienestar de los humanos e ignorando el de
Gaia, habremos causado nuestra casi total
extinción.
El no tomar medidas urgentes e inmediatas que sean
verdaderamente eficaces y eficientes significa, o que existe una
crisis de la percepción del problema, o que los que son
conscientes, en realidad poquísima gente, no son capaces
de motivar y convencer a los que poseen el poder de hacer los
cambios.
Si bien, los políticos no son conscientes del
problema o no perciben lo que se nos avecina, al menos los
científicos, los que hayan despertado de la somnolencia,
debieran presionar y convencer a aquellos que manejan el poder
para efectuar los cambios necesarios y revertir la crisis de la
Tierra de la espiral entrópica y sin retorno a que nos
estamos dirigiendo, rápidamente, al despeñadero y
final de la civilización. La Economía, una ciencia
que está orientada para generar enormes riquezas de no
más de cincuenta grupos de personas o menos en cada
país, que tienen el poder económico podría
contribuir a mejorar sustancialmente el problema de la Tierra.
Igualmente, las exorbitantes sumas de dinero gastado en
armamentos, bastaría para reorientar una parte de ella a
mitigar los tremendos efectos del cambio climático que se
nos viene encima, en poco tiempo más.
Es increíble que todo el actuar de la sociedad
actual gire en torno a la economía, producir y producir,
crecimiento sostenido del producto en todas las actividades
económicas "aumenta nuestra felicidad" y no se percibe que
esto precisamente nos lleva rápidamente a la
demolición de nuestra Tierra. La minería, con sus
desechos devastan las tierras fértiles; la energía,
contamina el aire y deteriora el paisaje por acumulación
de embalses con las grandes centrales hidroeléctricas; la
industria, contamina la atmósfera, tierra, agua y flora y
fauna de la tierra. Incluso la alimentación significa que
la agricultura va ocupando espacios de la Tierra que
podrían estar ocupadas por vegetación necesaria
para oxigenar el planeta.
Entonces, todo el mundo se pone contento cuando hay
crecimiento económico, pero no se da cuenta, con una
visión holística, que el auge económico
mayormente acelera la demolición del planeta. ¡Que
falta de percepción!
Caos en la
Tierra
La mayor y la más importante de todas las crisis
es la que afecta hoy a nuestro hogar, la Tierra. Si no podemos
cuidar nuestro hogar no tenemos dónde vivir y dónde
ir, por lo tanto, es el fin de la civilización. Hasta
ahora, hemos pensado que la Tierra se cuida sola y que tenemos el
derecho de destruirla y contaminarla. No hemos pensado que tiene
vida y que su misión es mantener la vida en toda su
extensión. Hemos conocido, últimamente, la
preocupación de los científicos del cambio del
clima del planeta pero en esto estamos todos y todos debemos
hacer algo. Tomar conciencia de que estamos destruyendo toda la
evolución, que tardó quince mil millones de
años y somos responsables de provocar, en solo doscientos
años o incluso diría en solo cincuenta años,
la mayor depredación de la historia no solo de la
humanidad sino del universo desde que fue creado: el Big
Bang.
Carl Sagan, en su calendario cósmico comprime los
15 mil millones de años equivalentes a un período
de un solo año. Entonces, el Big Bang ocurre el 1 de
enero, el origen de la Vía Láctea el 1 de mayo, el
origen del Sistema Solar el 9 de septiembre, la formación
de la Tierra el 14 de septiembre, el origen de la vida el 25 de
septiembre y el 31 de diciembre a las 22:30 aparece el
hombre.
Hubert Reeves, desde otra perspectiva, suponía y
asimilaba que la tierra evolucionó en un día,
entonces, si el planeta emerge a las 0 horas, las algas y
bacterias emergen en el mar a las 4 horas, los moluscos y
crustáceos emergen a las 18 horas, los dinosaurios emergen
a las 23 horas y se extinguen a las 23 horas 40 minutos; a las 23
horas 50 minutos emergen los primates y, por último, en el
minuto final del día, emerge el ser humano.
Ahora, dado que el planeta Tierra tiene 4.500 millones
de años, que sería equivalente a un día para
Reeves, entonces cada hora sería equivalente
aproximadamente a 200 millones de años y cada minuto
sería igual a 3 millones de años y cada segundo,
por último, sería igual a 50 mil años.
Luego, hemos contribuido a destruir nuestra tierra en los
últimos 50 años, es decir, en la última
milésima parte de un segundo en la perspectiva de
Reeves.
Sin contar con las formas de energía que utilizan
los derivados de restos fósiles, que alteran fuertemente
la capa atmosférica con sus contaminantes, en los
últimos 50 años se han inventado numerosas
"herramientas con tecnologías sucias" para un mayor
crecimiento económico sostenido, en contra de un
crecimiento económico sustentable. Sería necesario,
primero, para volver rápidamente mientras podamos a una
etapa de equilibrio ecológico, entrar a un proceso de
crecimiento sustentable, sino vamos, irreversiblemente, directo
hacia el abismo, la destrucción de nuestro hábitat
y el fin de la civilización. Una vez alcanzado el
equilibrio, después de un largo período, comenzar
un proceso de crecimiento sustentable y olvidarse del desarrollo
en crecimiento sostenido, que nos ha llevado a esta crisis que
puede ser la última oportunidad de la existencia de vida
permanente en el planeta. La Tierra está llegando a un
punto complejo, lejos del equilibrio, que puede derivar hacia un
estado de deterioro progresivo e inmanejable para la humanidad.
Aún estamos, casi en el límite, en el momento
adecuado, para hacer rápidamente las correcciones.
Esperamos que este libro, modestamente, en alguna forma,
contribuya en parte a tomar conciencia de la crisis en que
estamos todos.
Respecto de las "herramientas con tecnologías
sucias" para el crecimiento, tenemos –por ejemplo- la
invención del automóvil que es un excelente medio
de transporte pero emplea una tecnología de
energía, derivada de productos del petróleo, para
echarlo a andar; los refrigeradores, las estufas, aviones y
cohetes, centrales térmicas y muchas otras herramientas,
que nos facilitan la vida, pero que emplean tecnologías
sucias, derivado de los insumos que les dan energía para
su funcionamiento, como son el gas, parafina, carbón,
leña, petróleo y otros derivados de los restos
fósiles.
Habría que ver, reduciendo el crecimiento,
cómo mantener estacionaria, la actividad económica
para ir atenuando el problema de la Tierra. Quizás una
distribución del ingreso serviría para "mantener la
felicidad" de la gente controlando los sentimientos
egoístas de quienes tienen hoy el poder económico.
Si no es así, estos sentimientos mezquinos nos
llevarán al final de los tiempos, en que todos,
absolutamente todos, perderán todos sus bienes y riquezas
que en esas circunstancias no le servirán de nada. Quienes
más hayan acumulado riquezas serán los que
más perderán en esta situación y les
costará más ambientarse al nuevo estado de la
Tierra. Quienes poco o nada tenían son los que más
ventajas tendrán para sobrevivir en la nueva Tierra.
¡Los últimos serán los primeros!
Conclusión
Es necesario entonces, una EDUCACIÓN INTEGRAL DEL
HOMBRE en esta nueva fase para orientar su conducta hacia la
evolución individual y por ende, colectiva de la
humanidad. Una Educación de la persona, que no sólo
implique conocimientos, sino que facilite e introduzca al
individuo en la esencia de su ser[3]Una
Educación de la persona, que no sólo comprenda el
grado de Salud en que se encuentra, sino que signifique su
inmersión en la evolución consciente de su
curación. Una Educación de la persona, que no
sólo favorezca la interacción entre los individuos,
sino que de acceso a otras formas de comunicación. Una
Educación de la persona, que no sólo se limite para
la adquisición de un trabajo, sino de encontrarle un
sentido a sus labores. Por último, una Educación de
la persona que conduzca su vida por los senderos de la ciencia.
Todo esto, lo llevará a cambiar una ACTITUD FRENTE A LA
VIDA, que le dará un sentido ecológico a su
comportamiento, a sentirse plenamente identificado con su hogar,
la Tierra.
Bibliografía
Arnheim, R (2000). El quiebre y la
estructura. Santiago de Chile: Editorial Andrés
Bello.
Maslow, A. H. (1971). La personalidad
creadora. Barcelona: Kairós.
May, P. (2003). Todos los Reinos Palpitan
en Ti. Santiago de Chile: Editorial Grijalbo S.A.
Peña, O. (2004). El Universo en un
Instante de Conciencia. Stgo de Chile: Lom Ediciones
Ltda.
– (2005). El Universo en una Caverna.
Santiago de Chile: Mago Editores.
Autor:
Omar Peña
[1] Un ejemplo humano de crisis de
creación, es la vida de Vincent Van Gogh. Su vida estuvo
plagada de creación en los momentos más
críticos. Vivió miserablemente en su
pasión por las pinturas. La duda queda, si no hubiese
tenido crisis, quizá no habría sido un gran
pintor.
[2] Nota de “La obra musical como punto
de vista. Análisis sistémico sobre la
música contemporánea” de Consuelo Araos
Bralic, artículo del libro “Observando Sistemas:
Nuevas apropiaciones y usos de la teoría de Niklas
Luhmann”.
[3] Esta preocupación de la sociedad
fue uno de los puntos de vista observado en la Asamblea General
de la Organización de las Naciones Unidas en septiembre
de 2010 y descrita por Jeffrey Sachs: la búsqueda de
“un juicioso equilibrio entre las ganancias de comodidad
material y el crecimiento de la mente y espíritu, en un
ambiente justo y sustentable. El gran reto para 2011 y
después es encontrar ese nuevo equilibrio juicioso. Es
tiempo de rehacer la mente y el espíritu.”