Los nuevos pobres, de los países ricos (un relato trágico de la crisis) (I) (página 4)
Al estar fuera de las varnas, a los Dalits,
históricamente, sólo se les ha permitido realizar
trabajos más marginales. Se incluyen los trabajadores del
cuero, llamados chamar; los granjeros pobres y los jornaleros sin
tierra, los artesanos callejeros, artistas populares, lavanderos
de ropa y otros. Tradicionalmente, eran aislados en sus propias
comunidades, hasta el punto de que las clases superiores evitaban
el contacto de sus sombras. La discriminación contra los
Dalits existe aún en zonas rurales y en la esfera
privada.
Este fenómeno, no obstante, no es exclusivo de
India, puesto que existen grupos similares en Bangladesh
(denominados arzal), en Yemen (conocidos por Al-Akdham), y en
Japón (donde reciben el nombre de Burakumin).
"Pagano": Persona que paga, generalmente por abuso, las
cuentas o las culpas ajenas. (Diccionario de la Real Academia
Española).
"Paganini": Persona que acostumbra a pagar gastos ajenos
o comunes -compartidos por ella con otros. (Diccionario
etimológico del lunfardo).
El "peso específico" de la
crisis
Haciendo un cálculo sencillo, a partir de los
datos anteriores, podemos constatar que el dinero del
contribuyente aplicado por los EEUU para "socorrer" a sus bancos
("too big to fail") alcanzó entre los años 2007 y
2009 la friolera de 8,4 billones de dólares, lo que
equivale al 60% del PIB de ese país.
Si el cálculo se hace para la Unión
Europea, tenemos, inicialmente 1,6 billones de euros (entre 2008
y 2010), que se transforman en 4 billones de euros (según
el presidente de la Comisión Europea) para "el conjunto de
medidas puestas en marcha para encarrilar la economía"
(sic), lo que equivale al 33% del PIB de la
Unión.
Dicho en palabras elementales (para que lo entiendan los
que se "lían" con los "billones"): los bancos "demasiado
grandes para caer" se han "fumado" en la primera etapa del
salvataje (digo primera, porque hay una segunda -en marcha- y
vaya Dios a saber cuántas más quedan por venir,
hasta que saquen todos los cadáveres del armario), el
equivalente al 60% de la producción total de un año
en los EEUU y el equivalente al 33% de la producción de un
año de todos los países miembros de la Unión
Europea.
A los contribuyentes ("dalits", "paganos" o "paganinis")
americanos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 60% del
producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos
causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción"
indirecta (por la vía inflacionaria) de los Quantitative
Easing (QE) de la Fed. El helicóptero de
Bernanke.
A los contribuyentes ("dalits", "paganos" o "paganinis")
europeos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 33% del
producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos
causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción"
indirecta (por la vía inflacionaria) de las "barras
libres" del BCE. La "ponchera" de Draghi.
¿Si esta crisis ("sistémica", dicen los
escribas mercenarios), se hubiera producido en otro sector de la
economía (minero, pesquero, agrícola,
manufacturero, energético, servicios no financieros,
profesional…), creen ustedes que los gobiernos hubieran
puesto a disposición de los "damnificados" tan ingente (y
probablemente irrecuperable) cantidad de dinero? ¿Y si
además (para más inri), esos "afectados",
resultaran ser los causantes (culpables) de la crisis?
¿Por qué puede (y tal vez debe) quebrar
una explotación agrícola, una fábrica, un
supermercado, una tienda, un bar, un restaurante, un taller
mecánico, un sanatorio, un profesional… y no puede
quebrar un banco? ¿En qué manual de economía
están establecidos los parámetros del riesgo
sistémico? ¿Cuál es el límite?
¿Y el riesgo moral?
Esto comportamiento no es capitalista, tampoco liberal.
Es un falso capitalismo, un liberalismo económico
asimétrico, donde se privatizan las ganancias y se
socializan las pérdidas. Donde se distorsiona (altera) la
selección natural. Donde se "amputa" la mano invisible del
mercado. Esta es una economía de casino donde las apuestas
(particulares) se "cubren" con dinero del contribuyente
(público). Y ya se sabe, "el dinero público no es
de nadie" (sic).
¿Cómo se puede entender la "naturaleza y
causa de las riqueza de las naciones", si se deja a cargo de la
regeneración de las finanzas a los mismos que provocaron
la crisis (la mayor desde 1930), si se tolera que
continúen aplicando los mismos métodos (y vicios)
que la originaron? El zorro cuida a las gallinas… el
pirómano cuida el bosque… y el monstruo de
Amstetten cuida a las mujeres y los niños… "Volved
a los camarotes, todo está arreglado" (dijo el
Capitán del Costa Concordia).
¿Aparte de Madoff (porque "pisó los
callos" a muchos judíos ricos) y Rajaratnam (porque no era
"uno de los nuestros"), quién más entró en
la cárcel? En la "quebrada" Europa, ni uno. Mucha banca
"en la sombra" y ningún banquero "a la sombra".
¿Cuántos de los CEOs (los mariscales de la
derrota) siguen al mando de los principales bancos, como si no
hubieran tenido nada que ver con el "invento"? ¿Han
devuelto algo de los premios cobrados mientras sus bancos se iban
a la quiebra? ¿Han dejado de cobrar sus "bonus"
multimillonarios durante el proceso de rescate con dinero
público?
Resulta (por lo menos) altamente sospechoso que los
bancos centrales hayan ayudado (socorrido) a los bancos
(acreedores) y no lo hayan hecho con los particulares (deudores
hipotecarios) para que pagaran sus deudas con los bancos. Un caso
inaudito en que se ayuda al acreedor en vez de al deudor. El
mundo económico al revés. "Y Smith
lloró"…
Vamos a suponer que no haya habido "cohecho activo" (en
el que el político o el funcionario es el que se aprovecha
del delito cometido para enriquecerse), pero sin duda ha habido
"cohecho pasivo" (en el que el político o funcionario deja
de actuar para permitir que terceras personas hayan podido
enriquecerse). "Y Montesquieu lloró"…
Según Washington, WikiLeaks (2011) o Megaupload
(2012) son miembros del "crimen organizado" (sic).
¿Cómo deberían caratular, entonces, a la
banca (los perros de la codicia) y a Wall Street (la mano
"visible" de los mercados)? Camino de los 4 años de
tormenta financiera (que seguimos soportando), los gobiernos
continúan "mareando la perdiz", sin hacer las reformas
necesarias del sistema. Sería muy preferible ir a una
solución "sistémica" (aquí sí,
"sospechosos" escribas liberales), que pase por repensar el
conjunto del sistema financiero, reconocer pérdidas,
cerrar lo que haya que cerrar, por recapitalizar
(sobrecapitalizar) las sobrevivientes, y por poder decirle al
mercado (mejor, a los contribuyentes) que hemos puesto fin a la
pesadilla.
El fandango de la deuda (la factura de los rescates
públicos)
(Haciendo "zapping" por la hemeroteca)
La financiación de los planes de rescate
provocará el mayor endeudamiento de la historia (las
primeras cuentas a inicios del año 2009)
"Los gobiernos de todo el mundo están
centrados en estos momentos en salir cuanto antes de la
recesión. No importa cuánto dinero haya que aportar
a los planes de estímulo económico ni las
participaciones que haya que tomar en bancos privados o las
ayudas de Estado que haya que distribuir entre todo tipo de
industrias. Hay que hacer lo que sea con tal de salir de la
crisis. Ésa es la única prioridad. Después
ya veremos"… ¿Y todo esto cómo se paga? (El
País – 18/1/09)
Más paro y recesión marcan la herencia
dejada por Bush a Obama.
"La herencia económica que recibe Barack
Obama es tan excepcional como su elección al frente de la
Casa Blanca. Los números asustan. Si tradicionalmente la
economía de Estados Unidos se ha permitido un
déficit presupuestario y por cuenta corriente de
envergadura, el desequilibrio alcanzado en los últimos
años es histórico. En el caso del déficit
fiscal, la Oficina Presupuestaria del Congreso de EEUU augura un
desfase entre ingresos y gastos que este nuevo año
alcanzaría 1,2 billones de dólares (el 8,3% del
PIB), cifra no vista desde los años 50, posteriores a la
II Guerra Mundial. Lejos quedan los 236 millones de
superávits fiscales obtenidos por la administración
Clinton en 2000"… El mayor déficit en 50
años en EEUU (Cinco Días –
21/1/09)
¿Pueden colapsar la deuda pública de USA y
RU? (el dilema de Obama y Brown)
"Máximo nivel de alerta en el día 1 de
la era Obama. El valor de la banca se volatilizó ante la
"insolvencia" sistémica en EEUU y Gran Bretaña.
Obama y Brown avanzan hacia la nacionalización bancaria.
La calidad de su deuda pública corre peligro, lo que
pincharía la burbuja de los bonos"… El tsunami
bancario anticipa el colapso de la deuda pública en EEUU y
Gran Bretaña (Libertad Digital –
22/1/09)
Los planes de rescate aprobados en EEUU (2007-2008)
comprometen un gasto de casi 10 billones de dólares,
cantidad que sería suficiente para pagar el 90% de las
hipotecas norteamericanas
"Las generaciones futuras de ciudadanos
norteamericanos se preparan para pagar una factura
multimillonaria debido al aumento del gasto público que ha
decidido efectuar la Administración de EEUU para encarar
la crisis financiera que se generó con el estallido de las
hipotecas de alto riesgo (subprime) y que fue alimentada por las
agencias públicas Fannie Mae y Freddie Mac"…
EEUU hipoteca diez billones en rescates (Libertad Digital –
16/2/09)
Las previsiones de déficit fiscal para el
año 2009 van a peor (reality show)
"La Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca ha
revisado al alza su previsión del déficit para este
año y para el próximo ejercicio fiscal tras incluir
en las cuentas los datos más recientes sobre la
recaudación fiscal y los planes de rescates aprobados por
el Gobierno para ayudar a sectores como el financiero y el del
automóvil, entre otros"… El déficit de EEUU
sigue engordando: alcanzará 1,84 billones en 2009 (El
Confidencial – 11/5/09)
Un balance de la "socialización de las
pérdidas" (Bernanke, primer mandato)
"La intervención de los gobiernos, bajo la
excusa de rescatar al sistema financiero internacional y combatir
la recesión económica, ha supuesto un desembolso de
dinero público histórico. El coste de los rescates
bancarios y la aplicación de los planes de
estímulo, asciende a 13 billones de dólares hasta
2009. Esta cifra equivale al 21,12% del PIB mundial (61,5
billones de dólares), de modo que la intervención
pública supone una carga adicional próxima a los
1.900 dólares por cada ser humano del planeta. Y ello, sin
contar con las inyecciones extraordinarias de liquidez aplicadas
por los principales bancos centrales"… Casi 1.900
dólares per cápita – La factura de los rescates
públicos asciende al 21% del PIB mundial (Libertad Digital
– 28/1/10)
El gran agujero fiscal de EEUU
"En 2001, Bill Clinton dejó la Presidencia de
Estados Unidos sin déficit fiscal y la Oficina
Presupuestaria del Congreso proyectaba un superávit de US$
800.000 millones por año entre 2009 y 2012. Hoy, la deuda
pública federal estadounidense se acerca a los US$ 2
billones y el pago de sus intereses se ha convertido en uno de
los cuatro grandes gastos gubernamentales"… (BBCMundo
– 1/2/10)
¿Qué pasó en estos años?
¿Cuánto de esta deuda se debe a las dos
presidencias de George W. Bush? ¿Cuánto a las
recesiones económicas (2001-2002, 2008-2009)?
¿Cuánto a los rescates de los bancos y a la
inyección fiscal a una economía
moribunda?
Según Josh Bevins, investigador del Economic
Policy Institute de Washington, la mayor parte de este
déficit se debió a decisiones
políticas.
Obama bate el récord histórico de gasto y
déficit público de EEUU
"Obama persiste en su receta de estimular la
economía con dinero público. El presupuesto del
año 2010 llega a los 3,8 billones de dólares, un
nuevo récord que hace aumentar el déficit"…
(Libertad Digital – 1/2/10)
La Casa Blanca prevé un déficit para el
año fiscal 2011 de US$ 1,267 billones
"Estados Unidos registrará un déficit
presupuestario de US$ 1,267 billones (millones de millones) en el
año fiscal 2011, señaló el lunes la Casa
Blanca, en un presupuesto de US$ 3,834 billones que busca
alcanzar un equilibrio entre fomentar la creación de
empleo en el corto plazo y hacer frente a los problemas fiscales
de la nación durante la próxima
década"… (The Wall Street Journal –
1/2/10)
"Es probable que en la Roma de Nueva York, en la
Atenas de Georgia y en el Madrid de Iowa no reine la
sensación de crisis presupuestaria que últimamente
domina a sus homónimas europeas, pero los estados y los
municipios de EEUU podrían acabar teniendo problemas
igualmente graves"… (Financial Times –
11/2/10)
Ahora le toca a EEUU y Reino Unido
"El perfil de la deuda británica y
estadounidense es tremendo, insostenible. El mercado ha puesto el
foco en Grecia y por extensión en la eurozona, pero
California y otros lugares de EEUU están como Grecia. Tal
vez eso acabe siendo una ventaja para Europa, que parece iniciar
el camino de una inusual disciplina fiscal: ¿EEUU necesita
un susto así para enterarse del problema?", se pregunta
Carmen Reinhart, de la Universidad de Maryland"… (El
País – 21/2/10)
Enfangado por la deuda
"Grecia es el canario en la mina de la deuda
soberana, al que todo el mundo vigila, por si se asfixia. Pero
sus males son comunes entre las economías desarrolladas.
Estados Unidos no es una excepción. El déficit y la
deuda están a niveles que no se veían desde la II
Guerra Mundial. El presupuesto para 2011 puso el foco en la
cantidad y en la manera en la que la mayor economía del
mundo gasta, y en analizar de dónde llegan los 3,8
billones de dólares (2,8 billones de euros) que lo nutren.
Para ese ejercicio -que arranca en octubre- el déficit se
proyecta en 1,4 billones un (9,9% del PIB), por debajo del
récord de 1,6 billones para 2010 (10,6% del PIB). El
problema es que se mantendrá cercano al billón
durante la próxima década y seguirá
alimentando una deuda nacional que toca ya los 12,4 billones de
dólares (85% del PIB)"… (El País –
21/2/10)
¿50 Grecias?
"Una gran parte de los 50 Estados de EE UU tiene una
variante de la gripe griega. Si bien es cierto que no tienen
desequilibrios a la escala de Grecia, la recesión ha
puesto de manifiesto la deficiente gestión fiscal de
algunos Estados. Las suspensiones de pagos no son inconcebibles,
pero del mismo modo que la UE va a apoyar a Grecia, el Gobierno
federal debería probablemente acudir al rescate"…
(El País – 21/2/10)
¿Qué valdría Estados Unidos si
fuera una empresa?
¿Quién querría comprar sus
acciones? ¿Y qué recomendaría un experto en
reflotar empresas a una empresa que perdió más de 2
billones de dólares en 2010?… (Libertad Digital –
21/3/11)
(Agosto 2011) Batalla política en USA: que suban
el techo (D) o que bajen el piso (R)
"Estados Unidos puede hacer "default" en agosto. Si
los políticos norteamericanos no llegasen a un acuerdo
para aumentar el techo de endeudamiento actualmente establecido,
el equipo de Obama tendría que escoger cuales de las
obligaciones que debe satisfacer le parecen menos importantes: la
sanidad, las pensiones o incluso su deuda pública aunque
sea lo más improbable. Es francamente difícil de
comprender cómo hemos llegado a este punto, cómo
una potencia mundial puede acercarse al borde de la insolvencia
por puro "morbo", por saber qué se siente negociando
acuerdos en el límite y tratar de sacar los mayores
réditos políticos"… (El Confidencial –
15/7/11)
Los efectos (la segunda ola del tsunami
financiero)
Carta a los dalits, paganos o "paganinis" de la
crisis (desde la Europa de los náufragos): la deuda y la
vida (escrita a principios del año 2012)
Un diabético con sobrepeso (a punto de sufrir
un infarto)
¿Estamos realmente a un paso del abismo?
¿Se acabó el mundo que conocemos?
Tratar de entender las ramificaciones de esta
catástrofe hace que la mente tiemble: es como imaginar el
infinito. Y en medio del pánico surge una pregunta
sencilla: ¿cómo logramos todos ignorar lo
obvio?
La crisis financiera mundial puso al descubierto
defectos del capitalismo al estilo estadounidense, las
insuficiencias de lo que los británicos apodaron como la
regulación financiera "leve" y la tendencia del sistema
hacia cometer excesos periódicos. Más
recientemente, la crisis de la deuda soberana de Europa puso de
relieve la tensión de un costoso estado de bienestar en
ausencia de un vigoroso crecimiento económico que lo
financie.
El modelo de EEUU continúa en dificultades tres
años después de que los reguladores dejaran que
Lehman Brothers se hundiera. Miles de millones de dólares
duermen ociosos en las arcas de las empresas, a pesar de que
millones de trabajadores se hallan desempleados desde hace
más de un año. El mercado inmobiliario sigue
deprimido. La parálisis política en materia fiscal
socava la autoridad económica en EEUU. Todo esto y
más ha debilitado el argumento más simple a favor
del modelo económico de EEUU: el hecho de que
funciona.
Los países de la eurozona dependerán en
2012 de que los inversores no sean extremadamente virtuosos,
porque, en conjunto, les pedirán 1,25 billones de euros,
la cantidad que necesitan para afrontar los vencimientos de deuda
pública que tendrán a lo largo del año. Un
desafío extraordinario tanto en lo cuantitativo -puesto
que esa cifra equivale prácticamente al 13 por ciento de
la economía de la región- como en lo cualitativo,
porque supondrá una reválida para pulsar el grado
de confianza que los europaíses inspiran en los mercados
financieros tras la extrema tensión de 2011.
Los vencimientos de deuda estadounidense durante 2012
será seis veces superiores a los de los cuatro grandes
países emergentes, China-India-Brasil y Rusia. Casi tres
billones de dólares, si sumamos también los
intereses a pagar. Sin embargo, estas cuatro economías,
imparables en pegar mordiscos a su porcentaje del PIB global,
sólo acudirán al mercado para pedir 482.000
millones de dólares.
Sólo Japón afrontará más
vencimientos y pagos que EEUU pero el interés será
mucho menor. Los bonos nipones a diez años ofrecen
intereses menores del 1%, los segundos más bajos del
planeta tras Suiza. Los estadounidenses entregaron de media un
2,18% según la agencia Bloomberg. Así que la
factura a pagar por Washington podría superar en este 2012
a la japonesa.
Robert Prince, codirector jefe de inversiones de
Bridgewater y su equipo de gestores del mayor fondo de cobertura
del mundo, se preparan para por lo menos una década de
bajo crecimiento y alto desempleo en las principales
economías desarrolladas. Prince califica a esas
economías, Europa y Estados Unidos en particular, como
"zombis" y asegura que van a seguir en ese estado hasta que
reduzcan sus enormes deudas.
"Lo que tenemos es un cuadro de un sistema
económico quebrado que opera con respirador artificial",
dice Prince. "Estamos observando un proceso de desapalancamiento
que va a durar entre 15 y 20 años y apenas llevamos
cuatro", comentó.
En Europa, por ejemplo, "falta mucho para superar la
crisis de la deuda", señala. Este problema
económico y financiero significa que las tasas de
interés permanecerán en cero durante muchos
años, tanto en Europa como en EEUU.
Los volúmenes de déficit y, sobre todo, de
deuda pública en el Atlántico Norte están en
niveles nunca alcanzados en tiempo de paz. Niveles que no eran
problema mientras los flujos internacionales de capital estaban
también en máximos y el sistema financiero
aparentaba poder intermediar con seguridad y solvencia todos esos
dineros. Pero la crisis financiera ha mermado seriamente la
credibilidad de los bancos en Europa y Estados Unidos, y el bucle
crisis bancaria-crisis soberana ha lastrado las calificaciones de
los emisores públicos. Ya no quedan activos seguros; desde
luego no lo es el bono americano, que ha perdido su triple A por
el impasse político; ni el francés que en enero de
2011 perdía su tercera A. Esa pérdida de
interés, ese castigo a la credibilidad, ha obligado a
reducir los niveles de déficit públicos en los
países industrializados, simplemente porque su
financiación ya no es tan atractiva para el
inversor.
Recordemos la paradoja de Greenspan. Contrariamente a lo
que predice la economía clásica, el ahorro de los
países emergentes financia la inversión y el
consumo en los países ricos. Fue su sucesor en la Reserva
Federal el que ofreció la explicación a esa
anomalía, la solución Bernanke resalta que es la
calidad institucional de los mercados de capitales en los
países desarrollados la que explica ese movimiento de
capitales aparentemente contra natura. La crisis de las subprime
y del euro, han roto esa anomalía, y la han roto
definitivamente.
La excepcionalidad occidental se ha acabado. La
posibilidad de la que han disfrutado durante casi un siglo los
países del Atlántico Norte de evadirse de la
restricción externa, se ha esfumado. La particularidad de
que siempre había gente en el mundo dispuesta a invertir
en los países industrializados, a prestarles dinero en
cuantía ilimitada, se ha terminado.
Esa es la situación a la que se enfrenta el
gobierno de los Estados Unidos y los gobiernos de los
países periféricos de la Unión Europea.
Administraciones afectadas de obesidad mórbida. Cuantas
calorías aportó la dieta bancaria
(estatización de las pérdidas) y cuantas la dieta
imperial americana (gastos de defensa) o socialdemócrata
europea (estado de bienestar), es algo aún por determinar.
Seguramente "entre todos la mataron y ella sola se
murió".
Deuda sobre deuda (… más un derrame
cerebral)
Ajustarse el cinturón
"Agobiados por unos salarios estancados y unos
precios al alza, los consumidores estadounidenses creen que las
probabilidades de traer más dinero a casa en el
próximo año son las más bajas de los
últimos 25 años, según un análisis de
Goldman Sachs"… Los estadounidenses rebajan sus
expectativas del dinero que van a ganar (El Economista –
3/6/11)
El economista de Goldman Jan Hatzius toma los datos de
la encuesta de la Universidad de Michigan y Thomson Reuters, que
pregunta a los consumidores si creen que sus ingresos familiares
crecerán más que la inflación en los
próximos 12 meses. Hatzius aplica una media móvil
de seis meses para suavizar los datos y encuentra que el
pesimismo sobre los salarios está en su máximo de
más de dos décadas.
"Los hogares ya son muy pesimistas sobre el crecimiento
futuro de sus ingresos reales", escribe a los clientes del banco
de inversión. "Y una ralentización del empleo
seguramente se traducirá en un mayor deterioro (esperado y
real) de ese crecimiento de los ingresos. Eso elevaría los
riesgos a la baja de nuestra actual previsión de que el
consumo real crecerá entre el 2,5% y el 3% en el
próximo año y obligaría a otra
revisión a la baja de nuestro pronóstico para el
PIB de EEUU en 2011 y 2012".
Los salarios reales por hora han caído el 2,1% en
tasa interanual en el segundo semestre de 2011, una tasa de
caída que no se veía en 20 años,
según Goldman. Este análisis está respaldado
por la otra encuesta más conocida de la Conference Board,
que a principios de junio (2011) indicaba que el porcentaje de
consumidores que espera que sus ingresos crezcan estaba por
debajo del 15% en mayo (2011).
"Me preocupa mucho más que la recuperación
del segundo semestre (2011) que esperamos todos nunca se produzca
y que para 2012 volvamos a la recesión", afirma Joe
Terranova, estratega jefe de Virtus Investment
Partners.
Estas expectativas de ingresos tan bajas hacen que las
expectativas del mercado laboral sean mucho más
importantes. Las encuestas citadas muestran que los consumidores
no son tan pesimistas sobre la creación de empleo, pero
una vez que el optimismo en la cuestión laboral se
desvanezca, no habrá soporte para la confianza del
consumidor.
Una típica pauta de recuperación empieza
con un suelo de la bolsa, entonces la economía
también hace suelo y comienza la contratación y el
crecimiento de salarios. Lo que es excepcional y asusta en la
recuperación actual es que esa última fase no ha
llegado. En la recesión de 2001, el país
perdió el 2% del empleo desde el máximo de empleo y
entonces los recuperó en un ciclo de 48 meses. En 1990,
los empleos perdidos en la recesión se recuperaron en 30
meses.
Pero ahora, 38 meses después del máximo
del empleo durante el boom inmobiliario, todavía hay un 6%
menos de puestos de trabajo. Y recuperar ese empleo en menos de
10 meses no tiene precedentes, si es que no es
imposible.
"La salida de este bache económico va a ser larga
y lenta", opina Patty Edwards, jefa de inversiones en Trutina
Financial. "Aunque tengan trabajo, muchos consumidores no ganan
lo mismo que hace dos años, porque están en puestos
peor pagados o porque no hacen las mismas horas".
Clase media americana: una "especie" en peligro de
extinción
""La clase media de Estados Unidos está
siendo destrozada y sistemáticamente aniquilada",
aseguraba hace unos días en un artículo el Business
Insider. Desde que estalló la recesión, la
situación económica de un gran número de
ciudadanos ha dado un giro radical, transformando el sueño
americano en una auténtica pesadilla"… No
sólo la clase media está en peligro de
extinción: sus empleos corren igual suerte (El Economista
– 16/6/11)
La mayoría creció creyendo que si
trabajaba duro no tendría ningún problema y que si
hacía todo lo que el sistema establecía como bueno,
habría un lugar para ellos en la clase media. Pero
entonces estalló la crisis y el sistema se
desmoronó. Ahora ya no hay suficientes buenos empleos para
todos. De hecho, ni siquiera hay trabajos poco cualificados para
la mayoría.
Desde finales de 2007 (a mayo de 2011) se han perdido
alrededor de 7 millones de empleos. Según la Oficina de
Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el tiempo medio
que un ciudadano está en paro es de 39 semanas. Los
trabajos cualificados son cada vez más escasos y, de
hecho, el país cuenta con un 10% menos de "puestos de
trabajo de clase media" que hace una década.
"El mercado laboral está cambiando y un
número cada vez mayor de trabajadores que antes de la
crisis tenía un empleo de alta remuneración se ve
obligado a aceptar trabajos poco cualificados", asegura Ruth
Mantell, articulista de Marketwatch.
"La creación de empleos de alta
remuneración se ha detenido e incluso ha disminuido". "Los
puestos de dirección están en decadencia", explica
Larry Katz, economista de la Universidad de Harvard.
"Trabajadores con salarios entre 40.000 y 80.000
dólares al año absorben el grueso de los costes
laborales de las empresa", señala Jeffrey Joerres,
presidente ejecutivo de ManpowerGroup. "Las
compañías están buscando la manera cambiar
estos empleos para hacerlos más simples, para reducir la
experiencia y habilidad que requieren".
Según datos recogidos por The Wall Street Journal
(a mayo de 2011) hay 5,5 millones de estadounidenses que
están desempleados y, sin embargo, no reciben ninguna
prestación por desempleo. Además, el número
de empleos de baja remuneración ha aumentado de forma
constante durante los últimos 30 años y ahora
representan el 41% de todos los puestos de trabajo que hay en
Estados Unidos.
En mayo, Estados Unidos creó 54.000 empleos, la
menor cantidad en ocho meses. La tasa de paro repuntó una
décima con respecto a abril y se situó en el 9,1%.
Para muchos expertos, el freno en la creación de empleo
constata que la recuperación es todavía
débil. A la vista de los datos, hay expertos que dudan
sobre la sostenibilidad de la recuperación. Otros van
más allá y aseguran que es tan sólo el
principio de una segunda recesión.
¿Qué ocurre con el empleo, con los
salarios, y quién se está "recuperando" realmente
en Estados Unidos?
"En Estados Unidos se usa el término "jobless
recovery" para definir las recuperaciones económicas en
las cuales el empleo tarda mucho en recuperarse o bien lo hace a
un ritmo excesivamente moderado. Pues bien, según el
último estudio al respecto publicado por la Northeastern
University (Boston, Massachusetts) debemos modificar ligeramente
el término, ya que según ellos la actual Gran
Recesión no solo ha provocado una recuperación mala
para el empleo, también para los salarios, por lo que la
denominan "jobless and wageless recovery". ¿Alentador,
no?"… La economía se recupera, sus ciudadanos
no (El Confidencial – 4/7/11)
En un artículo llamado "The Wageless, Profitable
Recovery" el New York Times se hace eco del estudio.
¿Qué ocurre con el empleo, con los salarios y
quién se está "recuperando" realmente en EEUU?
Comencemos por el principio, el PIB sí se recupera.
Según el análisis, que trabaja con datos constantes
desde 2005, éste pasa de 13,36 billones de dólares
en el cuarto trimestre de 2007 a tocar fondo con 12,81 billones.
Posteriormente aumenta situándose actualmente según
los últimos datos del primer trimestre de 2011 en 13,44
billones de dólares. Recuerdo que los datos son constantes
desde 2005, por tanto sin inflación y por tanto no
coincidirían si mirásemos ahora los valores
nominales en una tabla.
Podríamos pensar según esto que la famosa
recuperación "en V" se ha producido y por ello tener una
visión muy optimista de la actual situación. Pero
no todo va tan bien… no, algunas cosas fallan. ¿Por
ejemplo? Pues como se podrán imaginar por lo dicho hasta
ahora, el mercado laboral. Los niveles de empleo siguen
estancados en los niveles más bajos a pesar de la
"recuperación", siendo especialmente acusado entre
jóvenes, inmigrantes y en general personas sin
educación superior. Todo este proceso, muy similar al caso
español, provoca que la producción por hora
trabajada aumente de forma notable, es decir, la
productividad.
En la tabla pueden ver los datos de la actual
recuperación, desde su mínimo en el 2º
trimestre de 2009 hasta el 1º de 2011, comparándolo
con los 7 trimestres siguientes de las anteriores recuperaciones.
El resultado es inquietante, tras cada nueva crisis el "jobless
recovery" parece más acusado, por lo que seguramente no
estemos ante algo puntual sino estructural.
Es más, la actual crisis es la primera desde la
Segunda Guerra Mundial que no consigue mejorar el número
de ocupados totales sietes trimestres después de terminar
la recesión oficialmente.
¿Qué está ocurriendo entonces? Si
el PIB crece, si la productividad mejora, ¿a dónde
va todo eso? No a los salarios desde luego, ni viendo la
remuneración por hora real, ni mirando a las
remuneraciones mensuales reales, ni observando a los trabajadores
"full time" se ven mejoras. Los resultados son en todos los casos
planos o negativos.
¿Dónde entonces? El siguiente
gráfico nos sacará de dudas, muestra el aumento del
PIB, el aumento de los beneficios empresariales en
términos de PIB y lo mismo con las remuneraciones a los
empleados.
A finales de 2010 si el PIB había mejorado en 528
mil millones de dólares, 464 pertenecían a los
beneficios empresariales y solo 7 a sueldos y salarios. Es decir,
un 88% del actual crecimiento es debido a las empresas, solo un
1% debido a sus trabajadores. Es más, si miramos el primer
trimestre de 2011 (que fue realizado con datos provisionales), el
porcentaje se incrementaría a 92% por 0%. ¿Curioso,
no?
El estudio afirma que la total ausencia de beneficios
para los trabajadores en una recuperación económica
es algo sin precedentes en la historia. La ausencia de
creación de empleo unido al estancamiento de las
remuneraciones son los causantes de este "resultado devastador"
según el informe.
Es de esta forma como se produce la paradoja de que el
PIB crece, los beneficios empresariales crecen +39.6%, el Dow
Jones sube +45.8%, el S&P500 aumenta +44.3% mientras los
trabajadores miran tristes como todo sube menos el bienestar que
ellos ven delante de sus narices. Quién nos iba a decir
que la economía pasaría de un día para otro
a esto, a ser otra cosa distinta a la vida real de los
ciudadanos.
Ahora bien, ¿hasta dónde llegará
este "experimento"? Y aquí volvemos nuevamente a la
sostenibilidad de la actual recuperación económica.
Se ahorran costes y además algunas empresas se ven muy
beneficiadas por la actual coyuntura, por ejemplo por un bajo
dólar quien exporte o por el precio de las materias primas
una petrolera. Pero, ¿es esto sostenible? ¿Se puede
seguir ganando más y más a costa del personal o de
factores coyunturales?
Los beneficios empresariales, a pesar de su
expansión y salud en anteriores trimestres, parecen no tan
vigorosos en conjunto como anteriormente. De ahí que del
2º trimestre de 2010 al 4º del mismo año haya
solo una pequeña mejora y de este último al 1º
de 2011 un estancamiento. ¿Ha tocado techo el sistema?
Algo puede haber.
Las meadas de los paquidermos y la impostura inmoral de
los esclavos exhibicionistas
"Los beneficios récord en las grandes
empresas coinciden con los salarios totales mínimos en
relación al producto Nacional Bruto en Estados Unidos. No
es una casualidad, es una consecuencia de las políticas de
los gobiernos y bancos centrales"… Bancos centrales: los
QE impulsan a grandes empresas y hunden a las familias (El
Confidencial – 5/12/12)
En Estados Unidos los salarios totales han estado
disminuyendo en términos de su participación en la
economía norteamericana desde el año 1970. Su peso
entonces era en el entorno del 53,5% del PNB estadounidense. En
estos 43 años, el descenso en la participación del
total salarial en la economía descendió
continuamente excepto en los años 1995 a 2000 del
boom tecnológico y de Internet. Seguramente este
repunte solo se debió a los salarios del sector
tecnológico, especialmente por las "stock options" a
directivos y empleados. A partir de este pico en el año
2.000, la tendencia a la baja salarial continuó incluso
con mayor fuerza del 49% sobre el PNB entonces hasta poco
más del 43,5% actual.
Por tanto el nivel salarial norteamericano ha perdido
nada menos que 10 puntos del PNB en 43 años.
¿Y si ha disminuido el pago salarial en
términos del total de la economía que han hecho los
ingresos familiares en USA?
Los ingresos familiares aumentaron hasta el año
2.000 y a partir de allí han empezado a
reducirse.
¿Por qué aumentaron los ingresos
familiares en términos reales cuando los salarios no lo
hicieron en los años 80 y 90? ¿Y por qué
ahora están descendiendo en términos reales o
ajustados a la inflación a partir del año 2.000?
Quizás una parte de la explicación proviene del
endeudamiento y del crecimiento económico. Si la
economía crece las familias obtienen más ingresos
de alquileres o ventas de activos que les permite gastar o
consumir más lo que beneficia a otras familias.
Además si todas las familias, empresas y Estado se
endeudan como lo han hecho en los últimos 20 a 30
años, crecen los ingresos de todos, del estado, de las
empresas y de las familias.
Pero es que, además, las familias, a partir del
inicio de esta crisis en 2008, han empezado a reducir su
endeudamiento, lo que claramente desciende la renta disponible
del conjunto de familias al disminuir la renta disponible y en
consecuencia su capacidad de gasto.
Recordad que los datos del PIB o PNB se calculan sin
descontar la deuda, por tanto si tu familia incrementa
continuamente su deuda, y todas las familias del país lo
hacen, los datos económicos publicados reflejaran siempre
una riqueza que en realidad debería restarse el saldo de
deuda total para conocer si de verdad el patrimonio neto familiar
ha aumentado o no.
Los grandes desequilibrios entre la población
puede ser la antesala de una crisis tras los excesos cometidos.
Analizando el reparto de la riqueza en Estados Unidos se detecta
claramente unos excesos insostenibles que solo se produjeron en
los años previos a la gran depresión de los
años 30.
¿Y qué ha ocurrido con los beneficios de
las empresa en USA?, como es lógico han sido mucho
más volátiles oscilando entre el 3% sobre PNB y el
9% desde los años 40 hasta el año 2.000. El
mínimo de los beneficios empresariales se produjo justo a
mediados de los años 80 cuando los Estados Unidos
salían de la durísima recesión post crisis
del petróleo cuando sus tipos de interés estuvieron
muy claramente por encima de tasas del 10% durante muchos
años.
¿Y cómo se encuentran los beneficios
empresariales en estos momentos? De forma sorprendente, se
encuentran en máximos históricos nunca alcanzados,
suponiendo el 11% del PNB USA con el último dato publicado
a octubre 2012.
¿Cómo puede ser que en la mayor crisis
desde los años 30 los beneficios de las empresas
estén en máximos? Obviamente se trata de las
grandes corporaciones, las pymes están sufriendo
enormemente tanto en Estados Unidos como en Europa. Uno de los
pocos indicadores de la salud de las pymes, se publica en los
Estados Unidos por la NFIB y refleja que a octubre 2002, su salud
financiera está aún muy lejos de la de los
años 90 y 2000.
En consecuencia, y por eliminación, las grandes
empresas multinacionales norteamericanas están en su mejor
momento de la historia. En mi opinión hay tres factores
claves aunque es opinable y cada uno puede tener un pensamiento
distinto. Para mí son:
1. La deslocalización ha permitido reducir costes
en la producción externa, así como presionar a la
baja a los costes de producción interiores, es decir de
las fábricas en Estados Unidos. Esta
deslocalización ha presionado a la baja los salarios
manufactureros, que no los de servicios, en Estados Unidos y
Europa.
2. La globalización les ha permitido aumentar sus
ventas y beneficios, e incluso sus márgenes en algunos
sectores, en países emergentes.
3. La política de los bancos centrales y
gobiernos occidentales de promover el endeudamiento de familias,
empresas y administraciones públicas, supuso hasta 2007 un
aumento enorme e imparable de los ingresos totales en la
economía. Una vez explota la burbuja de endeudamiento en
2008, la FED primero y el Banco de Inglaterra y el BCE luego con
sus Quantitative Easing (QE), compras de bonos a mercado y sus
inyecciones masivas para salvar a los que en su día se
extralimitaron en términos de endeudamiento, han
disminuido al mínimo histórico los costes de
financiación de las grandes empresas.
Muy recientemente alguna gran multinacional
norteamericana reconoció que los costes de
financiación son tan bajos que realizó una gran
emisión de bonos a muy largo plazo aunque no necesitaba el
dinero.
Esta política de ayudar a quien haya hundido un
banco o un Hedge Fund o un país probablemente
empezó en 1998 con la quiebra del LTCM (leer el
artículo "quizás en 1998 se gestó la semilla
de la destrucción en el sistema financiero mundial"). Fue
en 1998 que los grandes bancos comerciales y de inversión
vieron que lo más inteligente era apalancarte al
máximo y si ganas perfecto y si pierdes ya vendrá
el banco central o el gobierno a poner dinero.
Por último, la brutalidad de la subida de los
beneficios empresariales norteamericanos, debido, en parte, que
los márgenes empresariales están en máximos
históricos, nos reflejan que muy difícilmente los
beneficios actuales son mantenibles con lo que los
múltiples actuales cotizados en bolsa, pueden sufrir por
la parte de los beneficios, lo que podría afectar a los
precios bursátiles para el 2013 y 2014… a no ser,
claro, que las inyecciones masivas continúen ad
infinitum.
Entre el abismo fiscal y el abismo laboral (graves
consecuencias)
"El pulmón del planeta ha vivido en sus
propias carnes un total de once recesiones desde el fin de la II
Guerra Mundial. Un cúmulo de contracciones que ha
vapuleado el mercado laboral de Estados Unidos durante más
de medio siglo pero, al mismo tiempo, brindado una flexibilidad
inmejorable a la hora de adaptarse a contextos económicos
difíciles. Sin embargo, el país todavía
sufre las consecuencias de la conocida como Gran Recesión.
En medio de una recuperación enclenque e incompleta,
muchos se preguntan si las más de 23 millones de personas
en busca de empleo a este lado del Atlántico son
víctimas de un problema estructural o, simplemente,
dependen del crecimiento para volver a encontrar un puesto de
trabajo"… ¿Sobrevivirá el mercado laboral de
EEUU a la resaca de la recesión y el abismo fiscal? (El
Economista – 10/12/12)
Es cierto que durante los últimos tres
años, la tasa de desempleo ha tenido una clara tendencia
bajista hasta situarse en un cómodo 7,7% el pasado mes de
noviembre. Dicho esto, este porcentaje sigue estando muy por
encima de las lecturas previas a la recesión sufrida en
2009, mientras que la cuota de la participación en el
mercado laboral (aquellos empleados que buscan activamente un
puesto de trabajo) apenas muestra señales de
recuperación. En estas circunstancias, algunos expertos
sostienen que la falta de una evolución clara es el
resultado de un daño estructural en la oferta de trabajo
que será difícil de reparar, incluso si la
economía norteamericana registrase un crecimiento robusto
y continuase apoyada en estímulos fiscales y
monetarios.
Al fin y al cabo, al contrario que en contextos
anteriores, la transformación provocada por la Gran
Recesión ha reducido sensiblemente la capacidad y voluntad
de los trabajadores potenciales a optar a los puestos
disponibles, ya que muchos no cuentan con las habilidades
requeridas o la capacidad suficiente para encontrar empleo. Como
resultado, la tasa natural de paro ha aumentado y el porcentaje
de la población que puede y quiere participar en el
mercado de trabajo ha disminuido, lo que implica que hay menos
margen de maniobra.
A diciembre de 2012 existen un total de 23,1 millones de
estadounidenses sin trabajo. Dentro de esta cifra se incluyen
alrededor de 12,3 millones de personas que cumplen con la
definición oficial de desempleo: trabajadores sin puesto
laboral que buscan activamente trabajo. En segundo lugar,
también se suman los 8,3 millones de empleados que
trabajan a tiempo parcial pero que desean y están
disponibles para trabajar a tiempo completo. En tercer lugar, se
añaden a los 2,5 millones de ciudadanos que quieren un
trabajo y están disponibles para trabajar, pero que han
renunciado a la búsqueda activa de trabajo. Para Joshua N.
Feinman, economista jefe de DB Advisors, el aumento sin
precedentes en el número de desempleados de larga
duración es una preocupación, "no porque es una
señal de problemas estructurales, sino porque
podría convertirse en una condición permanente si
se tarda demasiado tiempo en cambiar".
Por su parte, según apunta Nigel Gault,
economista jefe de la consultora IHS Global Insight, "la
creación de empleo se está manteniendo a pesar de
los temores sobre el abismo fiscal". "Esto sugiere que si se
puede negociar con éxito el ajuste fiscal sin prolongar la
incertidumbre, el crecimiento del empleo debería
acelerarse en 2013", añade.
Desde que el mercado laboral de EEUU tocase fondo en
febrero de 2010, la economía ha conseguido añadir
casi 5 millones de empleos. Sin embargo, debido a la
histórica sangría laboral experimentada durante la
Gran Recesión, el mercado laboral estadounidense cuenta a
día de hoy con 3,8 millones de puestos de trabajo menos de
la cifra registrada antes del comienzo de la recesión en
diciembre de 2007. Además, tampoco se debe pasar por alto
que, debido a que la fuerza laboral incrementa a medida que la
población crece, en los cinco años desde que
comenzó la crisis el país debería haber
sumado 5,2 millones puestos sólo para mantener la tasa de
desempleo estable.
"Si ponemos las cifras en perspectiva, podemos apreciar
que la brecha en el mercado de trabajo es de 9 millones de
empleos", explica Heidi Shierholz, economista del Instituto de
Política Económica. Es por ello que corregir el
déficit de 9 millones de empleos durante los
próximos tres años, sin dejar de lado el
crecimiento de la fuerza laboral, requeriría la
creación de cerca de 330.000 puestos al mes. Recordemos
que, según las cifras oficiales, la economía de
EEUU generó 146.000 empleos en noviembre
(2012).
Out of order: el ascensor social está averiado
(asalto a la ilusión)
"La idea de ir a la universidad -y la expectativa de
que la próxima generación estará mejor
educada y será más próspera que su
predecesora- ha sido durante años una de las ambiciones
innatas de la clase media del país"… EEUU: el
ascenso social va en descenso (The Wall Street Journal –
17/12/12)
Sin embargo, ahora existe una profunda
preocupación, debido a que esta movilidad ascendente va en
sentido inverso.
Andreas Schleicher, asesor especial de educación
en la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), dice que Estados Unidos es
actualmente la única gran economía del mundo en la
que la generación más joven no estará mejor
educada que la anterior.
"Es un asunto de gran importancia porque gran parte del
poder económico actual de EEUU se basa en el alto grado de
capacitación de los adultos, que ahora está en
riesgo", dice Schleicher.
"Estas habilidades son el motor de la economía de
EEUU y ahora ese motor está fallando", agrega Schleicher,
uno de los expertos más influyentes del mundo en
educación internacional.
Las estadísticas del informe anual de la OCDE
muestran que sólo uno de cada cinco adultos jóvenes
de EEUU consigue un nivel educativo más alto que el de sus
padres. Este es uno de los índices más bajos de
ascenso social en el mundo desarrollado.
A pesar de ser un país cuya imagen está
basada en el optimismo y la oportunidad, EEUU es ahora un lugar
en el que es poco probable que un hijo con padres poco educados
llegue a la universidad. Mucho menos probable que en cualquier
otro país industrializado. Es exactamente lo contrario a
un final feliz de Hollywood.
Además, sólo uno de cada cinco
jóvenes adultos en EEUU se identifica ahora en
términos educativos con la "movilidad descendente", pues a
pesar de tener padres con posgrados, ellos no pueden alcanzar ese
nivel universitario.
Mientras la educación superior del mundo busca la
rápida expansión y el aumento del número de
graduados, una potencia como Estados Unidos está a punto
de moverse en el sentido contrario.
Muchas veces se pasa por alto el predominio de la
educación universitaria de EEUU en la era posterior a la
guerra o en qué medida estaba vinculada a su papel como
superpotencia económica, científica y
militar.
EEUU tuvo la primera gran participación masiva
del sistema universitario. El proyecto de ley GI, que
proporcionó subsidios para una generación de
veteranos de la Segunda Guerra Mundial, apoyó a tres veces
más personas de las que se encuentran actualmente en todo
el sector universitario del Reino Unido. Un estadounidense nacido
en la década de 1950 tenía el doble de
probabilidades de convertirse en un graduado que cualquier otra
persona del resto del mundo industrializado.
Pero el sistema universitario de EEUU ya no es el
más sobresaliente. En la actualidad, ha sido superado por
rivales en Asia y Europa. Los jóvenes estadounidenses de
hoy tienen menos de la mitad de oportunidades de graduarse, en
comparación con otras economías industrializadas.
En un discurso reciente, el secretario de Educación de
EEUU, Arne Duncan, se preguntó cómo EEUU
solía ocupar el primer lugar en cantidad de graduados del
mundo y ahora -en apenas una generación- se encuentra en
el puesto 14.
¿Qué salió mal?
El creciente costo de la educación superior en
Estados Unidos se cita a menudo como uno de los impedimentos,
debido a que la deuda colectiva de estudiantes ya supera el
billón de dólares. Sin embargo, Andreas Schleicher
sostiene que es un problema más profundo que radica en las
desigualdades del sistema escolar. Schleicher dice que el nivel
de segregación social y la excesiva relación entre
el contexto familiar y el éxito en la escuela está
"cortando el camino" entre la escuela secundaria y la
universidad.
La meritocracia ya no opera en el sistema escolar. "Si
se pierde la confianza en la idea de que el esfuerzo y la
inversión en la educación puede cambiar las
oportunidades de vida, tendremos un problema muy serio", dice
Schleicher.
Un estudio realizado por el Centro Pew examinó el
fenómeno del descenso social y encontró que un
tercio de los adultos de clase media abandonará ese
estatus en algún momento de su vida adulta. Los hallazgos
reflejan una percepción de inseguridad moderna, pues las
familias ya no pueden suponer que sus hijos serán
prósperos. De hecho, se espera que aproximadamente una
cuarta parte de los niños nacidos en la clase media bajen
de estatus. Nada de esto encaja con la imagen de EEUU como lugar
ideal para empezar de cero y de millonarios que se hacen a
sí mismos.
Las dificultades actuales, sin embargo, no deben
asociarse con señales de una supuesta decadencia del
imperio, dice Philip Altbach, director del Centro para la
Educación Superior Internacional del Boston College. En su
lugar, él cree que es una cuestión más
práctica: el creciente costo de la educación
superior es un elemento de disuasión. Y hay un problema
más amplio de financiación de la educación
superior a nivel estatal.
También dice que hay otro "pequeño secreto
sucio" de la educación superior en EEUU. y es que muchas
personas que se matriculan en la universidad no se
gradúan, y eso reduce la tasa de graduados. Andreas
Schleicher también dice que hay razones para el optimismo:
EEUU cuenta con recursos financieros, capacidad y flexibilidad
para cambiar de rumbo rápidamente y ponerse al día,
casi más que cualquier otro país.
Y como parte de esta campaña, la American
Asociation of Community Colleges posee un proyecto llamado "El
reclamo del sueño americano", con un ambicioso plan para
crear cinco millones más de plazas universitarias. Pero es
una aspiración, en medio de un panorama
sombrío.
"El sueño americano se ha estancado", dice el
informe de la asociación que además describe a una
sociedad en donde los ingresos familiares han caído
durante más de una década. "Es más probable
que un niño que nace pobre en Estados Unidos hoy en
día, siga siendo pobre el resto de su vida, mucho
más que en ningún otro momento de nuestra historia.
Muchas otras naciones ahora nos superan en nivel de estudio y
movilidad económica. La clase media estadounidense se
está encogiendo ante nuestros ojos".
B – La exclusión social (la cara
más fea de la crisis del Primer Mundo)
La crisis de los rehenes… (un camino a ninguna
parte)
Llega el Apartado más triste del relato,
difícil, desagradable, angustioso, doloroso, penoso,
sangrante, desolador, desconsolador,… cuando los "grandes
números" se transforman en "dramas personales", en
nombres, caras, voces, desdichas, tragedias, calamidades,
desventuras, miedo, espanto, horror, desesperación,
depresión, pánico…
Desempleo y la falta de oportunidades económicas,
caída de los salarios reales y de los ingresos familiares,
grandes brechas de riqueza, altos índices de pobreza,
crisis educativa, niveles de desigualdad tercermundista, cupones
de comida, carencia de sanidad pública, desahucios, villas
miseria, inseguridad alimentaria infantil, fracaso
escolar… tristes records del país más
poderoso de la tierra, sufridos por su propia gente.
Gente que alguna vez creyó en "el sueño
americano"… que se imaginó libre por siempre de
padecer las lacras del Tercer Mundo, y que hoy vive la pesadilla
de una post guerra sin haber tenido ninguna guerra, que hoy
arrastra la desesperanza de su propia vida, las dudas sobre las
posibilidades de sus hijos y el recelo por el futuro de sus
nietos.
Gente que hasta ayer tenía un empleo (o dos,
contando el de su mujer), un salario razonable y seguro (o dos,
contando el de su mujer), casa propia (con deuda hipotecaria a
largo plazo), probablemente dos automóviles (uno todo
terreno, para ir al súper), colegio o universidad para los
hijos, plan de pensiones, seguro de salud, club, gimnasio,
vacaciones, viajes, ocio, esparcimiento, hobbies, todos los
electrodomésticos y chucherías electrónicas
novedosas que las grandes tiendas ofrecían, más
teléfonos móviles que miembros del hogar, varios
ordenadores… en fin, todo aquello que satisfacía el
consumismo glotón y confirmaba el "american way of
life".
Casi todo ello (en muchos casos pueden quitar el "casi")
se ha ido perdiendo. El empobrecimiento ha desestructurado lo
cotidiano; ha derribado con la violencia de los hechos, proyectos
y expectativas que daban sentido a las propias acciones. No es
sorprendente, entonces, que también ponga en jaque las
creencias que el individuo se ha forjado por años acerca
de sí mismo, sobre el lugar que ocupaba en el mundo, en
síntesis, sobre su propia identidad. Los empobrecidos se
preguntan quiénes son en esta sociedad. Les preocupa saber
si siguen siendo de clase media a pesar de todo, lo cual les
lleva a preguntarse qué es ser de clase media, en
definitiva.
¿Un pasado mejor, una antigua jerarquía en
el trabajo, un título profesional, que no se borran,
alcanzan como requisito para mantenerse en la clase media?
¿Quién cambió: ellos, el resto de la
sociedad, ambos? Y si toda la clase media se empobreció:
¿acaso no se sigue siendo de clase media, solo que
masivamente devaluados? ¿Cuál es la frontera?
¿Hay un límite objetivo o en última
instancia todo depende de cómo se ve uno?
¿Quién decide si sigo siendo o ya no soy: yo mismo,
mis amigos, la sociedad? Si ya no soy de clase media,
¿Qué soy?
"El empobrecimiento va erosionando poco a poco los
basamentos en los que se sostiene la propia identidad social; es
decir la percepción de una ubicación en la
estructura social y de un posicionamiento con respecto a otros
grupos sociales que forman parte de esa misma sociedad. Se trata
de una preocupación central entre los nuevos
pobres… Sin embargo, el interrogante sobre la propia
identidad difícilmente pueda concluir en una respuesta
acabada, y menos que menos común para todos los
empobrecidos. La hibridez propia de la nueva pobreza, la
coexistencia en la misma persona de hábitos, relaciones
sociales, títulos y creencias propias tanto de su pasado
no pobre como de su presente pobre, posibilitan que una misma
persona pueda considerarse como perteneciendo todavía a la
clase media, si toma en cuenta lo que aún posee y no
dejará nunca de poseer -"soy un profesional, a pesar de
todo"- , o bien como un expulsado, si toma en cuenta lo que
perdió"… (La nueva pobreza en la Argentina –
Alberto Minujin & Gabriel Kessler)
Si el empobrecimiento erosiona de algún modo la
propia identidad social, es interesante ver
específicamente por qué vías lo hace. En
muchos casos, la crisis de identidad aparece en relación
directa con la caída de poder adquisitivo, la
contracción del consumo. Esta es una visión muy
extendida de lo que definiría a la clase media: el
consumo. Una identidad que se sostiene en base al acceso a bienes
y servicios que permitían algo más que lo puramente
ligado a la supervivencia. Identidad construida en base a
determinada ropa, salidas, vacaciones, electrodomésticos,
automóvil…
La clase media aquí se define entonces en la
cotidianidad, en los hábitos de consumo, de
frecuentación de lugares y en la manipulación de
bienes. Quizá parezca a simple vista una identidad
"superficial", más ligada a una cuestión de imagen
y al consumismo que a un sentimiento profundo. Sin embargo, es
esta propia cotidianidad, ligada a los hábitos, a la casa,
a todo aquello con lo que uno se relaciona cada día, lo
que constituye gran parte de la identidad de la clase media, en
tanto identidad.
Identidad cotidiana , que no exige ningún
compromiso ni rito particular para reafirmar su pertenencia, como
sí se le requiere, por ejemplo, a quien se considera
feligrés de una determinada religión o miembro de
una agrupación política. Se es de clase media por
el solo hecho de vivir como se vive. Y éste es
también su talón de Aquiles en la caída: los
cambios en los hábitos cotidianos implican la
desestructuración de las bases de identidad.
Otra forma de erosión de la identidad, es la
terrible sensación de que aquello que se es, que siempre
se ha sido y de lo que se está orgulloso, ha perdido todo
su prestigio social. Para algunos de ellos, la identidad aparece
puesta en tela de juicio al ver retrospectivamente que todos los
ideales y valores alrededor de los cuales estructuraron su vida
no han dado los frutos esperados. Lo que aparece en escena es la
sensación de haber hecho una elección equivocada, o
en su caso, la sensación de que "cuando te tocaba, te
escamotearon el premio".
Hasta ahora me he referido a nuevos pobres que sufren la
depreciación salarial, pero que todavía
están ocupados; distinta es la erosión de la
identidad que se produce al sufrir el desempleo. A veces el
cuestionamiento de la identidad viene dado por la mirada de los
demás, hasta la de los más cercanos. A veces, la
mirada de los demás interviene para calificar de modo
positivo o negativo una misma conducta, dependiendo, justamente,
del grupo social donde se la ubica. En la construcción de
la identidad intervienen también prejuicios, estereotipos,
imágenes de clase que sirven no solo para construir una
imagen de los otros, sino, por sobre todo, para establecer una
frontera entre esos otros y uno mismo. La pobreza implica una
marca, un estigma que los nuevos pobres luchan por
evitar.
Considerarse "clase pobre" o aun perteneciente a la
clase media tiene consecuencias distintas, como por ejemplo con
relación a autopercibirse como objeto legítimo de
políticas públicas. Muchas familias que sufren una
verdadera situación de pobreza, llegan a considerar que,
de todos modos, "su situación es transitoria", que no era
a ellos a quienes se debía ayudar, sino a los "verdaderos
pobres".
Entran en juego aquí muchos factores: en primer
lugar la sensación de estigma frente a medidas de tipo
asistencialistas. Muchas familias en muy mala situación
llegan a sentirse muy incómodos ante una medida de
"darles" y, más aun, algo tan íntimo como es la
elección de la dieta familiar. Pero además, sin
excepción, lo que los nuevos pobres exigen es trabajo,
trabajo bien remunerado, que permita restablecer el piso
mínimo de justicia que exigen de su sociedad: "que si
trabajas te alcance para vivir".
Permanecer en la clase media ayuda a resguardar la
identidad ante el dislocamiento generalizado de la cotidianidad.
La inscripción dentro de la categoría colectiva
puede actuar como un eje estructurante de demandas: el desfase
entre aquello a lo que la propia condición -en tanto
profesional, trabajador o miembro de la clase media-
debería permitir acceder y lo que realmente hoy se tiene
se transforma a veces en la base legítima de una serie de
reivindicaciones, aunque no lleguen al terreno de lo
público y de la acción colectiva. Sin embargo,
permanecer exige también un esfuerzo, a menudo
sobrehumano, de resguardo de ciertas prácticas cuya
supresión confirmaría que la expulsión de
clase ha acontecido.
En el otro extremo, estar fuera de la clase media puede
tener un efecto dresestructurante, sobre todo en aquellos que no
han podido encontrar un nuevo refugio. Pero en muchos de los que
se ven como "ex clase media" o directamente ya dentro de la
"clase baja" o "trabajadora", llevará también a una
mayor resignación frente a la vivencia de las limitaciones
y carencias hoy socialmente aceptadas como propias de tal
grupo.
Un ideal tambaleante: el progreso
Los estadounidenses han sido educados con la idea de
progreso como un destino, un puerto de llegada que daba sentido a
gran parte de sus acciones y, sobre todo, a sus sacrificios. En
la base de sus creencias más profundas el futuro y el
progreso aparecen casi fusionados, como si fueran lo mismo: el
progreso aparece como el signo de los tiempos, como si todo
debiera progresar, perfeccionarse, mejorar con el correr de los
años. Mirar hoy el pasado y caer en la cuenta de que, por
más sacrificios y ahorros que se hayan hecho, por
más que se hayan cumplido las reglas, el "saldo da en
rojo", es uno de los más duros golpes para los que han
caído: el empobrecimiento es la afrenta más grande
que pueda hacerse a la idea de progreso, es su mayor
desmentida.
Renunciar a la idea de progreso es demasiado doloroso:
implica resignarse a la inexistencia de algún principio de
justicia que rija el mundo, algo que se mantenga en pie a pesar
de las vicisitudes circunstanciales que la mano del hombre
inflija. El progreso funciona como principio de justicia y
equidad de base de todo orden social: una creencia que promete
que a mayor esfuerzo, a mayor mérito y sacrificio,
corresponderán mayores logros.
El número de estadounidenses que recibe cupones
de alimento bate récords
"Unos 44 millones y medio de americanos recibieron
cupones de comida del Gobierno en el último mes. El
número de personas que recurren a esta ayuda lleva
aumentando 30 meses de forma consecutiva. Con un gasto
público mensual de 6.000 millones de dólares, el
programa de asistencia bate récords históricos en
paralelo al aumento del desempleo… Obama, el presidente de
los cupones de comida (Libertad Digital –
10/6/11)
El número de quienes utilizan los cupones de
comida aumenta en paralelo al de desempleados. Y ambos se
encuentran en niveles nunca vistos:
Unos 44,5 millones de estadounidenses recurrieron a
estos cupones en mayo de 2011, según los datos del
departamento de Agricultura, responsable del programa. Se trata
de un récord histórico tanto en números
absolutos como relativos: más del 14% de la
población. Es decir, casi uno de cada siete americanos
recibe comida pagada por el gobierno, en un país cuyo
principal problema de salud es la obesidad.
Además, se trata del 30º mes consecutivo en
el que aumentan estos datos. Desde octubre del 2007 se ha pasado
de 27 millones de beneficiarios a los actuales 44,5.
En el último año (mayo 2010- mayo 2011) se
han sumado al programa más de 4 millones de personas, una
subida del 11%. Este aumento ha afectado a 47 de los 50 estados,
en algunos casos con incrementos superiores al 20%.
Con estos números y unos gráficos tan
llamativos, los conservadores no han tardado en culpar a Barack
Obama de la extensión de la pobreza. "Es el presidente de
los cupones de comida", aseguró el ex congresista
republicano Newt Gingrich.
Sin embargo, aunque las políticas de Obama no
ayudan precisamente a mejorar la economía ni a sacar de la
dependencia a los millones que viven del Estado, el problema se
remonta a mucho antes, como se puede ver en el siguiente
gráfico.
Fuente:
familyinequality.wordpress.com
Como cualquier otro programa gubernamental, el de los
cupones de comida ha ido a más con el tiempo. Su alcance
es enormemente mayor en 2011 que cuando se puso en marcha, hace
40 años, a pesar de que entonces las familias
vivían en condiciones mucho peores.
El problema en ese momento era que los niños no
ingerían suficientes calorías, y ahora es que
"están obesos", asegura Chris Edwards, director de
estudios fiscales del Instituto Cato. "Además, la
economía de EEUU ha crecido y la pobreza y el hambre se
han reducido. Sin embargo, los programas de cupones de alimentos
tienen más beneficiarios que nunca y su coste sigue en
aumento".
Las disparidades "abisales" de los marginales (¿o
marginados?) sociales
"La brecha entre la riqueza de los blancos y cada
una de las dos grandes minorías de Estados Unidos
-hispanos y negros- se ha ampliado hasta niveles sin precedentes
en medio de la crisis del sector de la vivienda y la
recesión, según nuevos estudios"… Crece la
brecha entre la riqueza de los blancos y de las minorías
en EEUU (The Wall Street Journal – 27/7/11)
La riqueza media neta de los hogares blancos es 20 veces
mayor que la de los hogares negros y 18 veces en el caso de los
hispanos, de acuerdo con un análisis de nuevos datos del
gobierno correspondientes a 2009, realizado por el Pew Research
Center, un centro de investigaciones independiente.
Las disparidades son las mayores desde que el gobierno
comenzó a hacer el seguimiento de esos datos hace 25
años. La separación entre los blancos y los otros
grupos es el doble de lo que era en las dos décadas
previas a la recesión y a la crisis financiera de 2008, de
acuerdo con el estudio.
"En los cuatro años transcurridos entre 2005 y
2009, hubo un súbito y pronunciado incremento en las
disparidades de los niveles de riqueza", dijo Rakesh Kochhar, un
investigador del centro Pew y coautor del informe. Kochhar
agregó que "utilizar la riqueza neta promedio, como
opuesta al valor medio, no pintaría un cuadro tan preciso
porque daría un peso más grande a los hogares
más ricos".
El sombrío panorama fue acentuado por el colapso
de la burbuja inmobiliaria en 2006 y la recesión que
duró desde fines de 2007 a mediados de 2009, que tuvieron
"consecuencias mucho mayores" para la riqueza de las
minorías que para la de los blancos, según el
estudio.
Entre 2005 y 2009, la riqueza media ajustada por
inflación se hundió dos tercios entre los hogares
hispanos y 53% entre los negros, en comparación con
solamente 16% entre los blancos.
La riqueza -la suma de activos tales como vivienda,
autos, acciones, cuentas de bancos y de retiro, menos la suma de
las deudas- es un indicador fundamental del bienestar
económico, junto con los ingresos. Los ingresos
están compuestos por salarios, intereses, ganancias y
otras fuentes de beneficios. La principal diferencia entre
riqueza e ingresos es que la riqueza puede ser
transferida.
"La riqueza puede establecer el estatus financiero de
una familia durante generaciones", dijo Kochhar, que es un
economista.
A fines del año 2010, la oficina del Censo de
EEUU informó que el número de estadounidenses
viviendo en la pobreza había llegado al nivel más
alto en 15 años.
Para todos los grupos, la propiedad de una vivienda es
el mayor elemento que contribuye a la riqueza neta. El incremento
en los precios de las viviendas a comienzos de la década
pasada fue acompañado por un histórico aumento en
la cantidad de propietarios de viviendas, que llegó a 69%
en 2009, desde 64% en 2004. Pero el desplome en el valor de las
casas luego se transformó en la mayor causa de la
erosión en la riqueza de los hogares, concluyó el
estudio.
La caída en los precios tuvo un efecto más
perjudicial en las minorías que en los blancos: los
hispanos y los negros obtienen más de la mitad de su
riqueza neta de sus viviendas, en tanto que ese factor representa
44% en el caso de un hogar blanco.
Como resultado de las caídas, el hogar negro
medio tenía solamente US$ 5.677 en riqueza en 2009,
mientras que el hispano tenía US$ 6.325. El hogar medio
blanco tenía US$ 113.149 en 2009.
La casa de dos dormitorios de Laevonne Gordon, una
afroestadounidense de Escondido, California, valía US$
265.000 cuando la compró en 2005. Ahora, está
valuada en US$ 81.000 y está atrasada con los pagos
mensuales de su hipoteca. "Estoy tratando de obtener una
modificación del préstamo para poder conservar la
casa", dijo durante una visita a Community Housing Works, una
agencia de asesoría en San Diego, California.
Los hispanos fueron golpeados con más fuerza por
el declive en el mercado de la vivienda porque están
concentrados en zonas que sufrieron las mayores depreciaciones en
el valor de las casas, como los estados de Arizona, California,
Florida y Nevada.
El valor medio de las acciones de posesión
directa y de los fondos de inversión cayó con
más fuerza en el caso de hispanos y negros. El valor
retrocedió 32% para los hispanos y 71% para los negros.
Para los blancos, el valor declinó 9%. Los blancos e
hispanos con dificultades financieras pueden haberse visto
obligados a vender acciones o a dejar de aportar a sus planes de
pensión, disminuyendo así el valor de sus
portafolios, explicó Kochhar.
Dado que una parte mayor de blancos es propietaria de
acciones y participa en fondos de inversión, y tiene
cuentas de retiro, la recuperación del mercado
bursátil desde 2009 probablemente haya beneficiado a los
hogares de esa parte de la población más que a las
minorías.
También es probable que el desempleo prolongado y
el hundimiento de los ingresos hayan afectado de forma negativa
la riqueza de los hogares, señaló el estudio de
Pew.
Gordon, madre de tres hijos que se está
divorciando, ha estado distribuyendo diarios desde que su
debió cerrar su guardería infantil porque muchos de
sus clientes perdieron sus empleos y hogares.
Las conclusiones se basan en el análisis de Pew
de la "Survey of Income and Program Participation", un
cuestionario económico distribuido en más de 36.000
hogares por la Oficina del Censo de EEUU a fines de
2009.
Distintas maneras de contar la misma pobreza
"Una cifra récord: 46,2 millones de
habitantes de Estados Unidos son pobres, según los datos
del año 2010 dados a conocer este martes por la Oficina
del Censo de ese país. Este es el número más
alto jamás recolectado por el organismo desde que
comenzó a ejercer sus funciones en 1959"… Estados
Unidos registra los peores niveles de pobreza en casi dos
décadas (BBCMundo – 13/9/11)
Las estadísticas que revelan el descalabro son
múltiples y uniformemente malas. En términos
porcentuales, la tasa de pobreza es la más alta desde
1993: 15,1%. En el año 2000, la cifra era de
11,7%.
Mientras tanto, el ingreso anual de los hogares promedio
cayó en un 2,3%, hasta llegar a los US$ 49.445.
Para EEUU una familia pobre es aquella que posee un
salario anual de US$ 22.314 o menos. Si se trata de una sola
persona, el monto anual debe ser igual o menor que US$
11.139.
Por otra parte, el número de habitantes sin
seguro médico supera los 50 millones de
personas.
Los analistas consideran que más que alarmantes,
estas son cifras "esperadas", pues según ellos, la pobreza
siempre aumenta en tiempos de recesión, y esta ha sido la
más profunda y extensa desde la Gran Depresión de
1929.
Sheldon Danziger, director del National Poverty Center
(Centro Nacional de la Pobreza) de la Universidad de Michigan,
explicó a BBC Mundo algunas de las posibles causas de
estos resultados.
"Nuestros índices de pobreza son mayores que en
Canadá y algunos países del norte de Europa por dos
razones: la primera es que desde hace 30 años los salarios
reales de los que no tienen un diploma de secundaria han
disminuido considerablemente, en especial para aquellos que
trabajan en la construcción", dice Danziger.
"En segundo lugar, nuestras políticas sociales
hacen muy poco por aumentar los salarios de los trabajadores en
épocas de bonanza económica o para ayudar a los
desempleados durante las recesiones", agrega.
Otro dato que resalta Danziger es que el 21% de los
niños en EEUU son pobres. Según él, ese es
un porcentaje similar al del año 1965.
"La mayoría de ellos no tiene acceso a la
educación superior, por lo que es más probable que
continúen siendo pobres cuando sean adultos",
agregó.
El nivel de pobreza entre los hispanos resultó
ser bastante más alto que los blancos no hispanos: 26,6%
frente a un 9,9%.
Su media anual de ingreso es de US$ 37.800, mientras que
más del 30% de ellos no tiene seguro médico. Ni
público, ni privado.
En 2010, un portavoz de la organización Pan para
el Mundo (BFW, por sus siglas en inglés) explicó a
BBC Mundo que una de las causas de la pobreza de los hispanos era
el área y las industrias en las que trabajan.
Además, el nivel de desempleo en sectores como la
construcción y los servicios es mucho mayor al promedio
general, dijo entonces.
Durante los últimos meses, la tasa de desempleo
en EEUU ha continuado por encima del 9%. En un intento por bajar
esa cifra, el presidente Barack Obama dio a conocer la semana
pasada un c plan de empleo que aún deberá ser
aprobado por el Congreso.
De cualquier manera, según las perspectivas del
National Poverty Center de la Universidad de Michigan, para que
la tasa de pobreza general regrese a los niveles de 2000 (11,7%)
tomará por lo menos unos seis o siete
años.
"La tasa de pobreza en Estados Unidos aumentó
en 2010 por cuarto año consecutivo hasta el 15,1%, lo que
representa 46,2 millones de personas que viven con menos de 1.000
dólares al mes, según los datos divulgados hoy por
la Oficina del Censo"… La tasa de pobreza en EEUU sube por
cuarto año consecutivo (Cinco Días –
13/9/11)
En 2009, la cifra fue de 43,6 millones de personas en
situación de pobreza, de acuerdo con el informe "Ingreso,
pobreza y cobertura de seguro médico en los Estados
Unidos: 2010", lo que suponía un 14,3% de la
población total,
Se trata del cuarto incremento anual consecutivo, la
tasa más alta desde 1993 y la cifra total más
grande desde que las estimaciones de pobreza comenzaron a
publicarse en 1959.
De acuerdo con estos datos, uno de cada seis
estadounidenses vive por debajo del umbral de pobreza.
Asimismo, el ingreso de los hogares de clase media
declinó un 2,3% respecto a 2009, al pasar de 50.598
dólares a 49.445 dólares, lo que ahonda la
pérdida de poder adquisitivo de los estadounidenses y
reafirma la lentitud de la recuperación
económica.
Los datos revelados hoy también mostraron
cómo la brecha entre el grupo de los que reciben
más ingresos frente al de los que reciben menos ha seguido
ampliándose.
El 10% que recibe menos ingresos vio disminuir su renta
en un 12,1%; mientras que el 10% de los que ingresa más
solo vio reducirse su renta un 1,5%.
La raza también aparece como un factor destacado
en la diferente situación económica, con blancos y
asiáticos a la cabeza de los ingresos y negros e hispanos
en la cola, aunque todos los grupos sufrieron una
disminución en su renta.
Los hispanos en situación de pobreza aumentaron
de 12,3 millones en 2009 (25,3%) a 13,2 millones en 2010 (26,6%),
y los negros pasaron de 9,9 millones (25,8%) a 10,6 millones
(27,4%), respectivamente.
Sus ingresos también registraron un notable
descenso, de 2,3% en el caso de los hispanos (37.759
dólares) y de 3,2% en el caso de los negros (32.068
dólares).
La población blanca no hispana vio mermar
también sus rentas en un 1,3%, pero sobre una base mucho
mayor: de 55.360 dólares en 2009 a 54.620 dólares
en 2010.
Por familias, la situación también ha
empeorado, con 11,7% del total y 9,2 millones en 2010 en la
pobreza, comparado con el 11,1% y los 8,8 millones de
2009.
En lo que se refiere a la distribución
geográfica, el sur de EEUU fue la región en la que
concentró el aumento de la pobreza, al pasar de 17,6
millones a 19,1 millones de personas.
El sur estadounidense registra las mayores tasas de
pobreza, con un ascenso de un 16,9% en 2010 frente al 15,7% en
2009, mientras que el resto de las regiones apenas
registró cambios estadísticos (noreste, 12,8%;
medio-oeste, 13,9%; y oeste, 15,3%).
Durante la presentación del informe, Robert
Groves, director de la Oficina del Censo, resaltó la
importancia de los datos, ya que "nos muestran cómo las
cambiantes condiciones económicas han impactado en las
familias estadounidenses".
La Oficina de Presupuesto y Gestión de EEUU
situó este año los ingresos que definen el umbral
de pobreza, actualizados por la inflación anual, en 22.314
dólares para una familia de cuatro miembros y en 11.139
dólares para una persona sola, lo que significa recibir
menos de 1.000 dólares al mes.
En lo que respecta a las personas sin cobertura
médica, la cifra se mantuvo en los niveles del periodo
anterior: un 16,3% del total de la población de 310
millones de habitantes, aunque la cifra ascendió de 49
millones en 2009 a 49,9 millones en 2010.
Desde 2007, un año antes de la reciente
recesión económica, la media de ingreso real de los
hogares ha declinado 6,4% y la tasa de pobreza ha aumentado un
2,6%.
USA (nuevo "hermano" latinoamericano): "Bienvenido al
Tercer Mundo"
"Algunos medios estadounidenses como la revista The
Atlantic han destacado que la diferencia de ingresos entre los
más ricos y los más pobres de EEUU ha superado en
la última década a la de varios países de
Latinoamérica, tradicionalmente considerada la
región más desigual del mundo"… La sociedad
de EEUU se aproxima a la desigualdad de A. Latina (BBCMundo –
20/9/11)
Estados Unidos ha superado en desigualdad a Venezuela,
según el coeficiente Gini, una fórmula que es usada
por la agencia de inteligencia estadounidense, la CIA, en su
Libro de Datos del Mundo, una fuente ampliamente usada por
académicos y periodistas.
Desde hace décadas, la sociedad estadounidense ha
sido mucho más desigual que las de otros países
desarrollados como los europeos, pero las diferencias de clase
eran menores que las que existían en los países de
América Latina.
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