- Los peces en el río
- Noche de paz
- Blanca navidad
Pastores venid - El tamborillero
- Campana sobre campana
- La marimorena
- Conclusión
Es lo que tiene esta época. Y es que en
Navidad no hay
gran éxito
de superventas que valga. Lo que más se tararea son unas
canciones populares llamadas villancicos. Esta
denominación, que apareció en siglo XV, aunque hay
evidencias de
que ya se cantaban en el XIV. Desde sus inicios hasta la
actualidad, los villancicos no han cambiado demasiado.
¿Cuáles son sus características? Su música es sencilla y
sus letras son alegres y pegadizas. Pero aún hay muchas
cosas que contar sobre ellos.
La pieza gregoriana Puer natus est, por su alusión a la
Natividad de Cristo, está considerada como uno de los
primeros villancicos de la Historia. Y es que la
traducción de los primeros versos latinos
de este canto es: "Un niño nos ha nacido, un hijo nos ha
sido dado". Entonces, ¿cómo no considerarlo un
canto navideño?
Pero, el villancico propiamente dicho es una forma musical que
surge en el Renacimiento
español.
El origen de la palabra reside en las tonadas que cantaban los
campesinos de las villas medievales. La palabra villancico deriva
de villano -latín, villanus- termino con el que
originariamente se designaba a los labriegos. La
denominación de villancico no aparece hasta el siglo XV,
aunque existen evidencias de que se practicaba en España
desde el siglo XIV.
En España la forma poético-musical del
villancico. Populares entre nobles y plebeyos,
consistían de poesías, de temas sagrados o amorosos,
montadas en música, a tres o cuatro voces, que
empleaban un sencillo contrapunto de nota contra nota. La
más famosa colección que existe de esta forma
aparece en el Cancionero de Palacio, publicado en 1500.
Los villancicos servían para hacer los tradicionales
relatos de Navidad y otros temas bíblicos, se empleaban en
representaciones religiosas alegóricas en los atrios de
las iglesias y fueron escritos tanto por poetas populares como
por autores del calibre de Gil Vicente, Juan de Encina y el
propio Lope de Vega. Los villancicos vocales (sin
acompañamiento) así como los que empleaban
instrumentos para acompañarse eran muy populares en toda
la Península Ibérica. Fue la Iglesia
Católica quien difundió en América
esta heredad de villancicos, mayormente aquella asociada con las
Fiestas de Pascuas de Resurrección y Navidad. Los primeros
villancicos europeos fueron de metro libre e irregular, su acento
dominado por la prosodia. Los que llegaron a América, ya
adentrado el siglo XVI contienen más elementos
populares.
Se trataba de canciones que alternaban estribillo y estrofas.
Eso no es todo. La estrofa tenía dos partes: la primera se
llamaba mudanza y la segunda, vuelta.
Curiosamente, en la Andalucía árabe
existía en tiempos de los troveros una composición
de estructura
parecida llamada zejel, que alternaba estrofas (cantadas por un
solista) con un estribillo que era interpretado por el coro.
La mayor parte de los villancicos del Renacimiento se
encuentran recogidos en cancioneros. Los más importantes
son los Cancioneros de Palacio, de la Colombina, de Uppsala y el
de la Casa de Medinacelli.
En ellos se recogen villancicos de los principales
compositores de la época, como Juan del Encina. Su
música es clara y sencilla, buscando la adaptación
al texto. Lo
más curioso es que, en su origen, el tema del villancico
casi nunca tenía que ver con la Navidad. Había
villancicos de temática religiosa, aunque predominaban los
de corte profano.
Estos tenían el carácter marcado de las canciones
pueblerinas: vivos, irónicos e incluso picarescos. De
entre los de temática religiosa había algunos
dedicados a la Virgen, a la festividad del Corpus, etc. Los
villancicos religiosos podrían haber formado parte de las
representaciones medievales. Sin embargo, cuando éstas
fueron prohibidas en los templos, quedaron como cantos sueltos
navideños. Los ingleses los llamaron Christmas
Carols y los franceses Noels.
Compositor Haendel, el clásico que mejor supo
reflejar el espíritu de la Navidad
¿Cuál es ejemplo más representativo de
música asociada a la Navidad que hoy conocemos en
España? Seguro que
piensas que es un villancico. Pues nada de eso. Se trata de un
oratorio y su título es El Mesías. Su autor es uno
de los grandes genios de la historia de la música: Georg
Friederich Haendel. Y es que, a estas alturas,
¿quién no conoce un número suyo tan famoso e
interpretado como el Aleluya?
Este oratorio de Navidad se interpreta un año tras otro
cuando se acercan estas fechas, a las que va a permanecer
indisolublemente asociado hasta el final de los tiempos. Ya
obtuvo un gran éxito en su momento y su estreno estuvo
precedido de una enorme expectación. Lo mejor de la
sociedad de
aquella época estaba deseosa de escuchar la nueva obra de
ese mago llamado Haendel.
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