Indice
1.
Que cofa es eftudio, e quantas maneras fon del, e por cuyo
mandado deue fer fecho
2. Universitas magistrorum et
scolarium
3. Padua
4. Oxford
5. Las Universidades en
España
6. Bibliografía
1. Que cofa es eftudio, e
quantas maneras fon del, e por cuyo mandado deue fer
fecho
La Universidad es un
producto del
"renacimiento del
siglo XII". Refiriéndonos al resurgimiento de la jurisprudencia, en otro lugar señalada:
"cuando salió el sol el primer
día del año mil, haciendo obsoleta la formula:
appropinquante fine mundi, todas las fuerzas… se
intensifican, reviven". Esta es la atmósfera que
preludia este renacimiento.
Para que este resurgimiento se produjera tuvieron que confluir
diversas circunstancias (e.g. las Cruzadas, la penetración
del Islam, el
desarrollo
tecnológico, el impulso al comercio) a
las que hago breve referencia mas adelante. Sin embargo, como el
Adso da Melk (o Gugliermo de Barkerville) de Humberto Eco o el
Zenón Ligre de Marguerite Yourcenar, esta historia también
tiene un clérigo como protagonista: el maestro de escuela,
responsable del despertar cultural de Europa. Este
"intelectual" del medievo, como le llama Le Goff, es un
clérigo que no siempre se identifica como monjes y
sacerdotes: descendiente de una estirpe original del Occidente
medieval.
Estos personajes, característicos del alto medievo, son los
promotores de la escuela urbana del siglo XII; son los mismos que
afirman su presencia y su vocación en las guildas o
universitates de maestros y escolares; son los hombres que
realizan el oficio de pensadores y trasmiten el pensamiento y
las ideas a través de la enseñanza.
Los primeros clérigos que participan activamente en la
vida intelectual en Europa eran monjes, miembros del clero
regular. Estos clérigos habrían de mantener
escuelas y bibliotecas
importantes, como las del monasterio Benedicto de Monte Casino.
Es ampliamente conocido que monjes cultos tuvieron una
participación importante durante el renacimiento
carolingio.
La economía
europea adquiría cada vez mayor vigor y la vida en burgos
y ciudades vivía una actividad bancaria y comercial
intensa. Con el resurgimiento del comercio la actividad humana
ágil y diversificada produjo una estructura
corporativa definida. La corporación habría de
constituir la forma fundamental de la
organización social. De hecho, las Universidades, no
son sino otra corporación medieval.
La iglesia, el
Imperio y la compleja administración citadina, crearon la
necesidad, prácticamente permanente, de "profesionales".
Estos debían conseguir su preparación en
algún lugar, algún studium (Chartres,
Orleáns, Reims, Lyón, York, Salisbury,
París, Ravena, Bolonia). El desenlace de todos estos
cambios y circunstancias fue que la vieja escuela cedió su
lugar a una verdadera empresa
intelectual formidable y vigorosa: la Universidad. La nueva
Schola, hecha para satisfacer las necesidades de la nueva
sociedad
europea, requería de una organización sólida y
garantías que salvaguardan su existencia.
Es difícil señalar una fecha de aparición de
las Universidades; surgieron progresivamente como
transformación "natural" de las "nuevas escuelas". Dicha
transformación, contrariamente a lo que se podría
creer, no fue fácil ni espontánea. La Universidad
libró una lucha tenaz contra la resistencia de la
vieja estructura escolar. La Universidad tenía que ganar
su lugar en la historia.
2. Universitas magistrorum et
scolarium
In morbis sanat medici virtute Salernum
Aegros. In causis Bononia legibus armat
Nudos. Parisius dispensat in artibus illos
Panes unde ceibat robustos. Aurelianus
Educat in cunis antorum lacte tenellos.
En el norte de Europa la presencia eclesiástica y la
acción de los obispos en la vida universitaria fueron
presiones constantes que sirvieron para crear la conciencia de una
universitas independiente decidida a incrustarse entre los
dominios espiritual y temporal.
Se concebía a la guilda académica como una entidad
autónoma, jurídicamente constituida, colocada fuera
de la estructura eclesiástica. Sin embargo, en los siglos
XIII y XIV la autoridad
episcopal adoptaba con frecuencia políticas
contrarias a la independencia
corporativa del corpus scholarium. En esta época
turbulenta la autoridad episcopal concebía a las
Universidades del norte de Europa como "colonias"
eclesiásticas pertenecientes a los obispos locales o a sus
representantes.
Las guildas universitarias eran consideradas apéndices
eclesiásticos naturales, y como tales tenían que
integrarse a la estructura eclesiástica existente y
someterse a su control. Esta
concepción era absolutamente opuesta a las aspiraciones de
las guildas de maestros y de escolares asociados. Razón
por la cual mucho de la historia de las relaciones entre las
Universidades y las autoridades eclesiásticas se refiere a
las complejas y tormentosas dificultades inherentes a la lenta
transición de escuelas a universitas
autónomas.
La Universidad de París proporciona el primero y
más dramático ejemplo en la historia europea de la
lucha por la autonomía universitaria frente al dominio
eclesiástico. La primera barrera eclesiástica de la
libertad
universitaria la representaba el chancilier y el capítulo
de la catedral de Notre Dame cuyas escuelas, que remontan al
siglo XI, situadas en el coître, constituían la
raíz principal del studium parisinum. Los estudiantes que
asistían a las escuelas del cloître en la Ile de la
cité eran recibidos en las casas de los canónigos
de la catedral cuyos rangos provenían los primeros
maestros. Las escuelas estaban sometidas a las jurisdicciones del
chancilier, el cual estaba investido de autoridad, delegada por
el obispo de París.
Al crecer la reputación de estas escuelas, llegó
gran número de escolares (scholares externis), desarrollo
que condujo a un serio desorden del cloître. Cuando el
obispo y el capítulo limitaron severamente las
oportunidades de estudio en las escuelas de la catedral se
produjo una nutrida migración
de escolares a la rive gauche (a la ribera izquierda del
Sena).
En el siglo XII las escuelas de París se encontraban muy
dispersas; en ocasiones eran efímeras. No obstante,
poseían ese espíritu de turbulencia
anárquica, necesario para el avance intelectual del
periodo. Además de las escuelas de la catedral,
especializadas en teología, había escuelas de
gramática y lógica
que funcionaban en los puentes del Sena (como la del Petit-Pont.
Las escuelas de la rive gauche crecieron alrededor de la iglesia
de Sainte Geneviève, asociadas con los canónigos
regulares de la Abadía de Saint Víctor, la cual,
encontraste con las viejas comunidades monásticas,
abrió sus puertas a los scholares externis).
Al principio del siglo XII se produjo un nuevo éxodo de
escolares a la rive gauche. Esta circunstancia originó el
serio diferendo entre el chancilier de Notre Dame y el abate de
Sainte Geneviève. Éste reclamaba el derecho de
otorgar la licentia docendi a los estudiantes de artes dentro de
su jurisdicción.
A este respecto cabe señalar que, como quiera que sea, la
existencia de una instancia alternativa para la obtención
de una licencia en artes significo una ventaja considerable para
los guildas de maestros en su confrontación con el
chancilier. Cabe observar, también, que la universitas
parisina no hubiera podido consolidarse como articulación
de múltiples actividades escolares si no hubiera existido
el efecto estabilizador de la catedral de Notre Dame. Entre todas
las vicisitudes que enfrentaban las escuelas, la catedral
proporcionó el único soporte institucional
permanente alrededor del cual el studium generale pudo
emerger.
Las escuelas de la rive gauche hicieron de París la ciudad
de los maestros. Alrededor de 1200, el studium parisino contaba
con una población de 2500 a 5000 escolares. El
flujo constante de maestros y escolares arrojó enormes
beneficios a la economía parisina. Es en mucho por ello
que los reyes capetos adoptaron una actitud
benévola hacia el studium y las universitas.
La Universidad de París fue, así, una consecuencia
"natural" y "previsible" del funcionamiento de su ya celebre
escuela catedral. Algunas circunstancias, sin embargo,
harían que el studium parisino adoptara rasgos
característicos. A diferencia de Bolonia, París no
era una ciudad independiente (civitas sibi princeps), sino la
ciudad capital del
reino de Francia y sede
de un importante arzobispado. Por otro lado, la tradición
de sus escuelas imprime una especial vocación al studium.
En París no se estudiaba derecho; su orientación
era otra: era el studium princeps en lógica,
dialéctica y, particularmente, en teología. Las
escuelas de París habían atraído siempre a
escolares. Sin embargo, a partir de 1100 una multitud de
estudiantes invade prácticamente la ciudad. El interés de
unos: la lógica y la dialéctica; el de los
más: la carrera de teólogo.
El estudio de la dialéctica se seguía con enorme
entusiasmo en el mundo estudiantil del siglo XII, y es importante
saber por qué. Se admite que, tradicionalmente, los temas
de estudio se dividían en siete ramas, conocidas por las
siete artes liberales. Mientras que las artes útiles
abarcan los oficios manuales :
carpintería, metalúrgica, etc. Las artes liberales,
concernían, a la vez, la esfera material –
aritmética, geometría
, música y
astronomía (el quadrivium), y la esfera
espiritual: gramática, retórica y dialéctica
(el trivium). Se esperaba, normalmente, que todo estudiante
cursara esas materias y complementara el ciclo. Los más
dotados tratarían después de dominar la "ciencia
sagrada", a la que Abelardo daría mas adelante el nombre
de "teología".
La gramática era el campo que podríamos llamar
letras: literatura y el estudio de
autores antiguos y modernos. La retórica, arte de
expresarse, tenia entonces gran importancia, pues toda la
cultura
medieval se basaba en la palabra hablada y en el gesto. Esto se
reemplazaría durante el Renacimiento por una
civilización basada en la escritura y la
imprenta. Finalmente la dialéctica era el arte de razonar;
era, como escribió Rábano Mauro ya en el siglo IX,
"la disciplina de
las disciplinas…; es la dialéctica la que nos
enseña a enseñar y nos enseña a aprender; en
la dialéctica la razón descubre y muestra lo que
es, que busca y que ve".
Por tanto, la dialéctica levantaba gran entusiasmo en los
círculos escolásticos. Su esfera puede compararse a
la de la lógica: muestra como utilizar la razón en
la búsqueda de la verdad. Pero también presupone
intercambio de ideas, discusión, que se llamo "disputa";
la lógica no esta necesariamente vinculada estar, pues
puede ejercerla un pensador en la intimidad de su estudio. La
"disputa" tuvo lugar predominantemente en los ejercicios
escolásticos. Al comienzo de cada estudio se leía
un texto , la
lectio "lectura " era
equivalente de "lección"; cuando, posteriormente, en la
Universidad de París se prohibido "leer" a
Aristóteles , eso quería decir que
se prohibía emplear algunas de sus obras como base de
enseñanza.
A principios de
la Edad Media los
estudios y la enseñanza se centraban en las escuelas
monacales y catedráticas y en ellas predominaba la
teología.
Pero las nuevas Universidades surgidas en Europa en los siglos
XII y XIII agruparon estudiantes ávidos. Los métodos
dialécticos introducidos por Predo Aberlardo
ejercían profunda influencia en el pensamiento de
entonces, pero a él le llevaron a entrar en conflicto con
la Iglesia, así como sus celebres amores con Eloisa le
acarrearían la venganza de la familia de
ella.
Personajes como Abelardo (1079-1142) no son sino algunos de los
grandes protagonistas. Para dar una idea de la trascendencia de
la actividad studium parisino, basta recordar la importante
disputa entre nominalistas y realistas surgida alrededor de un
pasaje de la Isagogé de Porfirio (c233-305), traducido por
Boecio (408-224), en el que el célebre filósofo
griego aborda el problema de los universales.
Para el nominalismo medieval los "universales" o conceptos
generales no existen como realidades e independientes ni en las
cosas ni fuera de las cosas. La manera como se presentan los
universales a la mente humana es en forma de nomina (i.e.como
nombres o signos). Los conceptos generales, en consecuencia, no
son sino flatus vocis, como sostenía Roscellino
(1050-1120), uno de sus campeones. El nominalismo, por tanto,
asume como presupuesto
ontológico, que solo los individuales o entidades
particulares son reales.
Los realistas, por su parte, siguiendo una concepción
platónico-agustiniana, de corte mas bien místico,
atribuían realidad a tales términos, recurriendo,
unos al concepto de Dios;
otros, mas tarde, a las tesis estoicas
del significado.
Los maestros de artes liberales (i.e. artistas), siguiendo la
costumbre citadina, formaron una hermanandad: La universitas
magistrorum parisienses. Dicha corporación debió
haberse establecido antes del 1175. Durante el siglo XII las
escuelas de París alcanzan un alto grado de
laicización (los maestros y escolares se distinguen
claramente de monjes y sacerdotes). Sin embargo, por
circunstancias prácticamente paradójicas,
rápido se percatan de que los intereses de la universitas
se encuentran mejor asegurados por la autoridad
eclesiástica. El status clerical de maestros y estudiantes
fue probablemente establecido (o confirmado) en 1194 por bula del
rey Philipe Auguste reconoce el privilegium clericorum para los
maestros y estudiantes.
Los maestros enseñaban en el studium (en un principio,
cuartos, estancias, claustros, que componían la vieja
escuela catedral, bajo control del arzobispado y de su
chancilier). Habiendo obtenido su licentia docendi los maestros
establecieron su escuela (studium) en la Ile de la Cité
(escuela que seguramente se extendía a la rive gauche),
caserío que, por razón de la lengua de los
escolares y maestros, se conocía como "barrio latino"
jurisdicción de la Abadía de Sainte
Geneviève.
En 1215, el legado pontificio Roberto de Courcon confirmó
los derechos de la
Universidad aprobando los estatutos que liberaban a maestros y
escolares de la tutela del obispo. En el mismo periodo
(exactamente 1200), el rey de Francia libero por su cuenta a la
Universidad de la jurisdicción de los tribunales
eclesiásticos. La autonomía judicial se
agregó, por tanto, a la autonomía administrativa;
el mundo del pensamiento y el saber se transformo en el resumen
de la libertad.
En el siglo XIII la Universidad de París ganaría
gran reputación con maestros como Alberto Magno, de
Germania; Tomas de Aquino, de Italia y Rogelio
Bacón, de Inglaterra .
Pero, por todo ello, su existencia estuvo marcada por la
indisciplina y la agitación. La huelga de
1229-1231 fue desencadenada por una querella que surgió
entre algunos estudiantes y unos posaderos del Faubourg
Saint-Marcel un Junes de carnaval. Pero las tropas reales
sofocaron los disturbios con bastante rigor. También hubo
la lucha muy conocida llevada por los maestros seglares contra
los frailes de las órdenes mendicantes, a los que deseaban
proscribir de la enseñanza en sus Universidades.
Inevitablemente la reputación de la escuela de
París en materia de
teología hizo que las órdenes enviaran a sus
mejores miembros a sus escuelas a estudiar (bajo la guía
de sus propios maestros mendicantes). No había
ningún intento por integrarse a la universitas: los
frailes deseaban mantener un enclave distinto en el studium. Los
mendicantes guardaban relación sólo con la facultad
de teología y no permitían a sus miembros seguir
cursos de arte.
Para esto último argumentaban que sus estudiantes estaban
suficientemente versados en arte en virtud de la educación recibida
en sus propias escuelas donde, además, las cuestiones se
enseñaban libres de las "blasfemias" que a menudo
circulaban en el studium.
El hecho de que los frailes omitieran el grado en artes violaba
el sentido de solidaridad de la
corporación. Al evitar la inceptio en artes, los
medicantes evitaban el juramento de obediencia a los estatutos de
la universitas. La cuestión central de la litis era el
derecho de la universitas magistrarum de exigir un juramento de
obediencia a todos aquellos que gozaban de los privilegios del
gremio. Los frailes parecían decididos a ejercitar tales
privilegios sin someterse a la autoridad de la
corporación. Los medicantes se ocupaban de sus propios
asuntos e ignoraban a la universitas.
Contrariamente a lo que ocurría en Bolonia, las naciones
en la universitas parisina comprendían tanto a extranjeros
como a ciudadanos parisinos. Una diferencia notable entre las
naciones de estos studia reside en el grado en que las naciones
parisinas participaran en el gobierno del
studium. Las naciones boloñesas no participaban; el
control lo ejercían sus conciliarii.
En París cada nación
mantenía su propia escuela de artes (ubicada generalmente
en la rue du fovarre). Aun mas, las naciones controlaban
directamente el grado de bachiller en artes; determinaban el
currículo, elegían a los
examinadores y resolvían sobre la admisión al
grado. El chancilier no tenía nada que ver con el grado de
bachiller en artes, sometido al control absoluto de la
nación.
A finales del siglo XIII la Universidad cayó, poco a poco,
dentro de la orbita de los reyes de Francia. En la medida en que
la autoridad real consolidaba su carácter
centralizado y teocrático, la influencia del papa
sufrió un deterioro severo. En esas condiciones era
natural que la universitas se dirigiera al monarca para hacer
efectivos sus privilegios. En 1446 Carlos VII trato de llevar
este desarrollo a su conclusión lógica
otorgándole competencia al
Parlement de París para conocer de los asuntos
universitarios; hecho difícilmente digerido por el
studium. En el siglo XIV la Universidad de París estaba
totalmente envuelta en la política
francesa.
Sin embargo, en ese periodo fue cuando la Universidad de
París entro en plena decadencia. Los métodos
escolásticos fundados en la lógica
aristotélica, introducida en Occidente a través de
los pensadores árabes, en especial Avicena y Averrores, se
establecieron, desde principios del siglo XIV en adelante, en
formulas que ofrecerían un blanco fácil para las
sátiras de François Vilon. Bajo Felipe el Hermoso
de Francia, y después bajo Felipe de Valois, la
Universidad comenzó a adoptar un papel
político y su poder en
el Estado
pareció crecer en proporción a la decadencia en la
calidad de los
estudios. Y ya no fue la única Universidad; su
organización inspiro otras diversas fundaciones durante el
siglo XIII.
Las fundaciones universitarias se multiplicarían en los
siglos XIV y XV, pero fue un periodo de expansión del
saber, más que un avance o renovación de la
investigación intelectual o técnica.
El único progreso en ese periodo se vio en la ciencia de
los armamentos y el equipo militar, con la introducción de la pólvora. Pero en
ese periodo, la Universidad de París se desacredito porque
durante las guerras entre
Francia e Inglaterra se puso parte del invasor.
La Sorbona, Facultad de Teología, consiguió
mantener su reputación bajo el ancien regime, aun cuando
la Universidad, en conjunto, decaía. El brillo y novedad
de Abelardo y su enorme influencia habían
desempeñado un papel decisivo en el establecimiento de su
reputación. En sus lecciones, más aun que en sus
escritos, Abelardo trajo el razonamiento al misterio que
tradicionalmente rodeaba a la fe y un intelecto independiente al
complicado sistema de
lógica. En gran parte, echo los cimientos del futuro
humanismo.
La universitas padovina se fundo en 1222 como
consecuencia de un "desmembramiento" de la Universidad de
Bolonia. (Futuros éxodos boloñeses la
fortalecerían). El obispo de Papua y el podestá
Giovanni Rusca favorecieron la fundación ofreciendo asilo
a un nutrido grupo de
maestros y escolares venidos del studium bononiensis. Con esta
migración, robustecida con un buen numero de estudiantes
provenientes del efimero studium de Vicenza (1204), fundado, con
toda probabilidad,
como consecuencia de otro éxodo boloñes, se
establece el studium patavinum, el 28 de septiembre de 1222.
Siguiendo la practica y estrategia
acostumbrada se forma la universitas scholarium,
corporación autónoma de los escolares del studium,
la cual se gobernaba a si misma de conformidad con sus propios
estatutos (los mas antiguos de que se tiene noticia datan del
1260). La comuna de Papua, además de reconocer la
existencia corporativa de la universitas, dicto varias
disposiciones favoreciendo su desarrollo y protegiendo los
derechos y privilegios de sus miembros. En 1264 el papa Urbano IV
(1261-1264) sanciono la practica observada en el studium de
otorgar los grados académicos por el obispo y el collegium
doctorum. Por bula de 1345 el papa Clemente IV (1342-1352)
concede al studium de Papua todos los privilegios de los cuales
gozaban las más importantes Universidades (como
París o Bolonia).
En Padua existían tres collegia de doctores: el de los
doctores juristas (que presumiblemente existía desde antes
de 1222), el de los médicos y artistas (después de
1250) y el colegio de los teólogos (posterior a 1363). El
studium patavinum, cediendo su establecimiento a juristas, surge
y se desarrolla como una escuela de jurisprudencia. La
enseñanza del derecho constituye, durante mucho tiempo, la
actividad más importante, aun después de que se
introduce la enseñanza de artes y teología. La
primogenitura de la jurisprudencia y la importancia de esta
disciplina permitió a los juristas ejercer un predominio
prácticamente absoluto en la gestión
de la Universidad.
Así como el studium patavinum nació de una
secesión del studium de Bolonia, una secesión de
aquel en 1228 daría origen, a su vez, a un nuevo studium
en Vercelli. De esta forma habrían de nacer studia en
Regio, Perugia(1308), Vicenza(1204), Arezzo(1215),
Piacenza(1248); todos siguiendo, mutatus mutandi, el modelo del
studium boloñes.
La Universidad de Oxford no fue creada; emergió.
Emergió después de un periodo largo de actividad
escolar, a veces aleatoria e interrumpida. Hubo un tiempo
bastante favorable al desarrollo de las escuelas y, como otras
ciudades inglesas, Oxford respondía positivamente ante
tales circunstancias. Estas eran diversas y complejas. Se produjo
una rápida multiplicación de iglesias parroquiales
que necesitaron de un clero letrado para oficiar y manejar los
asuntos de la Iglesia. Asimismo, comunidades monásticas,
de las cuales había varias cerca de Oxford, necesitaban de
miembros letrados.
La enseñanza se reducía a una educación elemental
en latín y en artes menores. Estas eran las necesidades
del clero. Las escuelas, por tanto, estaban lejos de constituir
centros de educación avanzada o superiores no los
encontraban en suelo ingles;
viajaban a Lieja, Lyon, Orleáns, Montpellier, Salerno,
pero sobre todo, a París y a Bolonia. Ningún
estudiante ingles en el periodo de 1066 a 1190 hubiera escogido
quedarse en Inglaterra habiendo tenido la oportunidad de viajar
fuera. Todos los maestros de escuela que podemos encontrar en
Inglaterra dentro de ese periodo habían estudiado en el
extranjero.
Oxford no fue fundada, evoluciono a través del tiempo. A
finales del siglo XII Oxford había alcanzado una
primacía sobre las demás escuelas inglesas y se
había consolidado como studium generale de naturaleza
permanente. Entre otras circunstancias, Oxford debió esta
primacía a la inmigración de maestros y estudiantes
ingleses provenientes de París en 1167. (Además de
la expulsión de estudiantes extranjeros de Francia,
Enrique II, a consecuencia de su disputa con Thomas Becket, dicto
una serie de ordenanzas en las cuales se establecía que
los clérigos ingleses requerían de
autorización del rey para ir al continente y aquellos que
ahí se encontraban debían regresar dentro de tres
meses o de lo contrario perderían sus beneficios).
La influencia de la migración parisina se confirma con el
hecho de que, de manera general, el studium de Oxford adopta la
estructura del studium oxoniensis. En ciertos momentos del siglo
XII las escuelas de Northampton evolucionaron de tal forma que
lograron tener, aunque fuera temporalmente, un studium generale
sometido a la jurisdicción del obispo de Lincoln (durante
el reino de Enrique II). Hacia 1193, sin embargo, los
clérigos sostenidos por el rey fueron enviados a Oxford.
Esto se explica por la inseguridad
que rodeaba a los escolares en Northampton.
Ausente en las cruzadas del rey (Ricardo) estaba en imposibilidad
de brindar a los estudiantes en una ciudad hostil. De allí
que hayan emigrado progresivamente a la comparativamente
más segura Oxford. De esta manera, el éxodo
parisino de 1167, combinado con una gradual evolución del studium oxoniensis y la
migración proveniente de Northampton alrededor del 1192,
son los elementos que permiten una línea continua de
desarrollo que da a Oxford la primacía en la educación
superior.
Oxford es más libre y también en cierto sentido mas
tradicional que París. Los caracteres en que Oxford
prolonga el siglo XII y
queda como una reserva reactiva frente al profundo cambio obrado
por los grandes sistemas
especulativos de la escolástica parisiense, pueden
considerarse heredados de la escuela de Chartres.
Un platonismo metafísico informando la tradición
teológica, en un ambiente en
que persiste el cultivo de las humanidades con un aire y estilo del
siglo XII francés, pero que desaparece de París en
las décadas de las grandes construcciones de la
escolástica. Persiste así en el Oxford del siglo
XIII la corriente del humanismo medieval, nunca del todo
interrumpida.
Persevera también, y progresa hacia una plena conciencia
el matematicismo y a la experiencia. Mientras el aristotelismo de
París va a centrarse en un terreno especulativo
principalmente orientado hacia la sistematización, en la
recepción de Aristóteles en Oxford se atiende sobre
todo al conocimiento
de sus libros sobre
cuestiones "naturales".
Se ha caracterizado como "tradicionalismo científico" la
corriente doctrinal de Oxford. La tradición agustiniana se
mantiene, y es en Oxford en donde tiene uno de sus centros la
reacción agresiva contra la nueva escolástica
aristotélica por la que toma conciencia el
"angustinismo".
El cientificismo matemático y experimentalista, que
será un factor estimulante decisivo en la génesis
de la "vía moderna" nominalista, que quebrara las grandes
síntesis metafísicas y
teológicas de la escolástica del siglo XIII, se
injerta en aquel tradicionalismo teológico, como veremos
en la compleja figura de Rogelio Bacón.
La crisis de las
grandes construcciones medievales, y los primeros gérmenes
de la modernidad
científica y filosófica del siguiente siglo, se
preparan así en el tradicionalismo científico de
Oxford.
Las universitas, y todo lo que representan, caen inmediatamente
dentro de la estrategia medieval por la lucha por el poder.
Después de 1225 comienzan a fundarse Universidades no solo
como refugio de escolares y maestros disidentes, sino como
resultado de la iniciativa de monarcas, pontífices y
emperadores. El emperador Federico II funda en 1224 la
Universidad de Nápoles con el propósito de formar
juristas para la
administración imperial y contrarrestar la influencia
del studium de Bolonia, de orientación más bien
quelfa.
Federico II guardaba buenas relaciones con el studium de Bolonia.
En 1220 Federico II había visitado la ciudad y se
había reunido con los maestros más notables. Pero,
no obstante el respeto y la
admiración que tenía por el genio de los juristas
de Bolonia, la organización del studium, tan orgulloso de
su libertad, no podía agradarle al emperador. Menos aun
cuando la misma comuna estaba imbuida del espíritu de
independencia que caracteriza a las ciudades del norte de Italia.
El Imperio necesitaba juristas y funcionarios bien preparados
jurídicamente, pero preparados para servir al
imperio.
5. Las Universidades en
España
España, en el siglo XII, participa también
del renacimiento político y cultural que penetra en todo
el Occidente europeo. En esta transformación ciertamente
influyo la existencia del studium parisino, centro de motor de la
filosofía escolástica. Así mismo, España se
encontraba fuertemente influida por la jurisprudencia
boloñesa. Bolonia contaba con un alto número de
escolares españoles. De hecho, la matio hispana de las
universitas scholarium ultramontanorum fue una de las mas
nutridas y pujantes. Esta situación se mantuvo por siglos
al punto que el cardenal Egidio de Albornoz funda el Collegio di
Spagna, conocido también como de San Clemente, creado para
hospedar a maestros y escolares españoles.
Si bien las escuelas españolas estaban fuertemente
influidas por los studia de París y de Bolonia, no puede
pasarse por alto un desarrollo propio muy característico
de la cultura española. La convergencia de tres culturas
en suelo español
había permitido la recuperación de las ciencias
clásicas y árabe y un desarrollo escolar
fuertemente acentuado.
El rey Alfonso VIII impulsó fuertemente el desarrollo de
las escuelas existentes y fundo (c1213) en Palencia un studium
dotado de sobrados recursos en donde
enseñaron afamados maestros provenientes de Francia e
Italia. La tradición considera a este studium como la
primera Universidad española. Sin embargo, el studium se
debía más a la iniciativa del monarca y parece que
no contaba con una corporación autónoma de maestros
y escolares que funcionara separada del poder del rey. Como
quiera que sea, este studium, como los studia o collegia de
Salamanca y Valladolid fueron el antecedente directo de las
universitates que alrededor de ellos se construyeron.
Al tiempo que se creaba en Castilla la Universidad de Valladolid,
se fundaban en Barcelona y en Aragón los studia de
Lérida (que data del 1300) y de Huesca. La universitas y
el studium generale de Huesca fueron establecidos por el rey
Pedro IV de Aragón el 12 de marzo de 1354. En ella se
enseñaba teología, derecho civil y
canónico; además, medicina y artes.
La Universidad gozaba de los privilegios conferidos a las
universitates de Lérida, Montpellier y Tolosa, los cuales
fueron confirmados por bula del papa Paulo III (1534-1549) en el
siglo XV.
… El
Conocimiento de la Humanidad,
le pertenece al Mundo
Milo Shuazz
… la vida emerge como un géiser para
Aquellos que han perforado la roca de la inercia.
Alexis Carrel
El hombre por
naturaleza es humanista, y es mediante su curiosidad y capacidad
de investigación que ha logrado dominar las artes, la
naturaleza e inclusive su vida misma; "la dominación de su
mente" solo le fue posible a partir del conocimiento, socialización y la sensibilización
de su propio ser.
La evolución de las universitas es muy clara partiendo de
este punto, el hombre
desde la antigua Roma se dio
cuenta de la necesidad que tiene de conocimiento, y las
consecuencias que este conlleva; tomandola como única
herramienta lo suficientemente poderosa, como para controlar todo
su universo.
El estudio de las 7 artes liberales, complementaba la
sensibilización; producíendo los avances en la
civilización. En el constante progreso de las univesitas,
existe un patrón constante; el control por parte del poder
eclesiástico, la iglesia que fue la que permitió en
un principio la educación de sus monjes, al darse cuenta
de la situación pronto tomo el control; pero considero que
el <<conocimiento no se puede controlar, sino solo
guiar>>.
La explosión de información, conocimientos, experiencias
que se revelaron al estar en constate contacto con la mente
humana crearon grandes sucesos, uno de ellos marco el rumbo de
las universidades medievales y con ellas las de nuestros
días; la obtención de la autonomía de las
mismas, el ya no depender del poder eclesiástico, que
estuviera restringiendo o prohibiendo trajo consigo
descubrimientos asombrosos y la posibilidad de un entendimiento
en todas las ramas de estudio de las ciencias.
Un espíritu siempre innovador, ansioso de aprender y una
terrible hambre de conocimiento, es lo que siempre ha
caracterizado a un universitario desde sus inicios, el siempre
querer mas y no limitarse; debe ser siempre como universitarios y
estudiosos de las ciencias; nuestro afán…
Si os dan papel pautado,
Escribid por el otro lado.
Juan Ramón
Jiménez
La Universidad Epopeya Medieval: Notas Para Un Estudio
Sobre El Surgimiento De La Universidad En El Alto Medievo
Ed. –Mexico, MEX: U.N.A.M. : UDUAL, 1987
132 P. * — (SERIE C: Estudios Historicos; 22) ISBN
968-36-0250-9
Canals Vidal, F.
Historia De La
Filosofia Medieval
F. Canals Vidal;
3 ED. –Barcelona, ESP: HERDER, 1985
337 P. * — (Curso De Filosofia
Tomista; 9) ISBN 84-254-1031-2
Historia
Universal En Sus Momentos Cruciales
Volumen 1
George Weidenfeld Y Nicolson, LTD. 1970
Aguilar, S. A. de ediciones, Juan Bravo, 38, Madrid
España, 1970
PAG. 280-287
Autor:
Mario Amieva Olguin
Primer Semestre: Lic. Ciencias de la Información
Documental
Facultad de Humanidades
Universidad Autónoma del Estado de
México
(UAEM)