En enero de 1536 llegaba a las márgenes del
Río de la Plata el primer Adelantado, don Pedro de
Mendoza, quien en febrero de ese mismo año
establecía un reducido grupo de casas
de barro rodeadas por un muro de tierra . Era
la fundación del puerto de Santa María del Buen
Ayre.
Con él, hombres de trabajo y hombres de armas y, en el
conjunto, un alemán, Ulrico Schmidel, llamado a ser por
vocación y
servicio el
primer periodista de origen europeo con actuación en estas
tierras.
Europa
vivía para entonces el esplendor del Renacimiento que,
junto con una vuelta a los valores de
la antigüedad clásica
grecolatina, generaba el espíritu de empresa , de
aventura e indagación de lo desconocido, y España ,
en su Siglo de Oro de las letras y las artes, era gobernada por
Carlos I que concentraba en su persona ese trono
y el de Alemania
constituyendo la monarquía más poderosa del
continente.
América
era el gran desafío para aquel espíritu de empresa,
el objetivo
adecuado para los bríos que impulsaban a poner la vida en
pos de aventuras, riquezas y conocimientos no pocas veces
utópicos.
Por ello la colonización y, en el caso que nos ocupa, la
penetración española en el Río de la Plata
de principios del
siglo XVI eran noticia en el más moderno sentido del
término. Tenía la empresa los
tras elementos significativos de la noticia que define Charnley:
"Un suceso, que implica un género de
acción", "una información , donde se describe o relata la
acción en términos comprensibles" y "un
público al cual se presenta la relación". Sucesos,
los emergentes de la acción global colonizadora y del
detalle de los acontecimientos vividos por sus hombres;
información, la brindada por las crónicas que
Schmidel, como Pero Hernández lo hiciera sobre
Asunción, recopilaba por primera vez del Río de la
Plata, y público, el del continente europeo, ávido
de conocimiento
respecto de aquellas inéditas y asombrosas aventuras.
Ulrico Schmidel había nacido en Straubin, Baviera, con
anterioridad a 1511 y tras haber probado suerte en el comercio se
había embarcado como voluntario en la expedición de
Mendoza, a consecuencia de lo cual permaneció durante
dieciséis años en territorio americano, hasta que
en 1552 regresó a Europa. En 1567 escribió y
publicó en su idioma natal el libro en forma
de crónicas que resultó ser la primera
narración cronológica sobre los sucesos acaecidos
en el Río de la Plata a partir de la llegada del primer
Adelantado: "Verídica descripción de varias navegaciones, como
también de muchas partes desconocidas, islas, reinos y
ciudades, también de muchos peligros, peleas y escaramuzas
entre ellos y los nuestros, tanto por tierra como por mar,
ocurridos de una manera extraordinaria, así como de la
naturaleza y
costumbres horriblemente singulares de antropófagos, que
nunca han sido descritas en otras historias o crónicas,
bien registradas o anotadas para utilidad
pública, por Ulrico Schmidel de Straubin". Era aquella una
narración de los sucesos de la expedición del
primer Adelantado desprovista de adornos literarios, en una
"mezcla de alto alemán con vocablos militares y voces
españolas y americanas transcriptas al alemán"
Sin saberlo, Ulrico Schmidel actuaba como un periodista, aun
cuando esa categoría comunicacional no había sido
formulada, porque no existían los periódicos a la
manera de la prensa moderna.
Recién a fines del siglo XVI en Venecia comenzaron a
circular las hojas informativas denominadas "Gazzettas"
consideradas precursoras de los periódicos, y en 1615
aparecía en Alemania el primer periódico con
caracter
ísticas generales de la prensa como hoy se la conoce, el
"Frankfurter Journal".
Hechos, lugares, circunstancias, personajes, acciones
bélicas y actitudes
políticas son relevados por la pluma de
Schmidel. Al relatar su arribo a Cádiz el cronista hace
una descripción de circunstancia cuyo contenido es
eminentemente informativo: "Cerca de esta ciudad había
catorce buques grandes, bien pertrechados con toda la
munición y bastimentos necesarios, que estaban por navegar
hacia el río de la plata en Las Indias. También se
hallaban allí dos mil quinientos españoles y ciento
cincuenta entre alto-alemanes, neerlandeses y austríacos o
sajones y nuestro supremo capitán, de alemanes y
españoles, se llamaba don Pedro de Mendoza"
Para entonces ya hubo dado Schmidel la fecha de su partida de
Amberes, el 2 de agosto de 1534, y la de arribo a Cádiz,
14 días más tarde, es decir, el 16 de agosto del
referido año. Por lo tanto los interrogantes
básicos cuyas respuestas componen la información
son resueltos en su crónica: Don Pedro de Mendoza y sus
hombres (quién) partirán hacia el Río de la
Plata (qué) con su flota de catorce buques (cómo)
en el año 1534 (cuándo) desde el puerto de
Cádiz (dónde).
Más aún, amplía Schmidel con
información secundaria, como si conociese y manejase a
conciencia plena
el esquema de la pirámide invertida propio del periodismo
moderno, que reclama señalar en principio lo más
importante y posteriormente los datos de menor
jerarquía: "Entre esos catorce buques, uno
pertenecía al señor Sebastián Neithart y al
señor Jacobo Welser, de Nuremberg, quienes enviaban a un
factor, Enrique Paine, al Río de la Plata con
mercaderías: en ese buque de los dichos señores…
hemos navegado hacia el Río de la Plata yo y otros
alto-alemanes y neerlandese, unos ochenta hombres bien
pertrechados con armas de fuego y otras clases"
Otro pasaje de la obra de este cronista describe aspectos de la
geografía
física y
humana de algunos parajes: "…llegamos a tres islas que
están juntas unas con otras. La primera se llama Tenerife,
la otra Gomera y la tercera La Palma; desde la ciudad de San
Lúcar a estas islas hay más o menos doscientas
leguas. Los habitantes de ellas son españoles puros,
así como sus mujeres e hijos y hacen azúcar
…". Esto es, sin duda alguna, otra forma de noticia, de
interés
geopolítico, económico y humano,
Una de la noticias más importantes, sobre todo desde la
perspectiva histórica de nuestros días, puede
hallarse en los capítulos VI y VII de sus crónicas;
esta es la primera fundación de Buenos Aires ,
hecho que en el marco de nuestras comunicaciones
contemporáneas hubiese merecido un título de tapa:
"Desembarcamos en el Río de la Plata el día de los
Santos Reyes Magos…Allí levantamos una ciudad que se
llamó Buenos Aires: esto quería decir buen
viento".
También las acciones bélicas conformaban la
crónica de la obra de Schmidel, vulgarmente conocida por
su título abreviado de "Viaje al Río de la Plata":
"…los indios asaltaron nuestra ciudad de Buenos Aires con gran
poder y
fuerza . Eran
como veintitrés mil hombres, y pertenecían a cuatro
naciones, una llamada Querandís, otra Guaranís, la
tercera Charruás, la cuarta Chana-Timbás.
Tenían la intención de matarnos a todos, pero Dios
Todopoderoso no les concedió tanta gracia, aunque
consiguieron quemar nuestras casas, pues estaban techadas con
paja…Mientras parte de los indios marchaban al asalto, otros
tiraban sobre las casas con flechas encendidas, para que no
tiviéramos tiempo de atender
a ambos y salvar nuestras casas…"
Acto seguido da a conocer la inevitable evaluación
de todo hecho bélico: "En el encuentro perecieron cerca de
treinta hombres de entre nosotros los cristianos, entre capitanes
y gente de tropa…En este ataque quemaron también cuatro
buques grandes, que se hallaban a una media legua de nuestra
ciudad de Buenos Aires"
El tratamiento de los temas más lacerantes de la
condición humana, también surge de las narraciones
de este precursor del periodismo del Río de la Plata: "Fue
tal la pena y el desastre del hombre que no
bastaron ni ratas ni ratones, víboras ni otras sabandijas;
hasta los zapatos y cueros, todo tuvo que ser comido.
Sucedió que tres españoles robaron un caballo y se
lo comieron a escondidas; y así que esto se supo se les
prendió y se les dio tormento para que confesaran.
Entonces se pronunció la sentencia de que se ajusticiara a
los tres españoles y se les colgara en una horca.
Así se cumplió y se les ahorcó. Ni bien se
los había ajusticiado, y se hizo la noche y cada uno se
fue a su casa, algunos otros españoles cortaron los muslos
y otros pedazos del cuerpo de los ahorcados, se los llevaron a
sus casas y allí los comieron".
Novedades sobre agricultura
son también motivo de ocupación de Schmidel que,
refiriéndose a los indios Carios, señala que
"tienen trigo turco o maíz y una
raíz que se llama mandioca y otras buenas raíces
más que se llaman batatas y mandioca-poporí y
mandioca-popirá. La raíz de batata se parece a la
manzana y tiene el mismo gusto; la mandioca-poporí sabe a
castañas. De la mandioca-pepirá se hace un vino que
beben los indios".
Por último puede citarse el ejemplo de la
información sobre las luchas políticas que por
aquellos años acaecían entre los europeos en
América: "Volvimos a navegar río abajo –dice
el cronista- hacia donde estaba nuestro capitán general
Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, y cuando allí llegamos,
nuestro general mandó que no dejáramos nuestro
buque so pena de muerte
y él en persona vino a nuestro buque y aprisionó a
nuestro capitán Hernando Ribera. También Alvar
Nuñez Cabeza de Vaca, nuestro capitán general, nos
quitó todo lo que nos habíamos traído de
tierra…"
Inclusive la opinión política , en este
caso de oposición a Alvar Nuñez Cabeza de Vaca,
surge de los escritos en cuestión: "Se portó de
impropia manera, pues un capitán que quiere gobernar un
país debe siempre prestar y dar atención tanto al grande como al chico y
hacer justicia , y
mostrarse benevolente tanto para el más humilde como para
el más alto –argumenta- nada de eso hizo, sino
solamente quiso hacer cuanto su orgullo y soberbia le dictaba",
concluye.
Y finalmente el derrocamiento del referido gobernante ocupa un
lugar en el cuerpo informativo: "Cuando la gente vio que el
capitán general no quería moderarse, nobles y
villanos, decidieron hacer una asamblea, pues querían
prender al capitán general y enviarlo a Su Cesarea
Majestad, haciéndole saber cómo se había
portado con la gente y cómo no podía gobernar el
país…En esto intervinieron los cuatro señores que
Su Cesarea Mejestad había nombrado contador, tesorero y
escribano, que tenían los nombres de Alonso Cabrera, don
Francisco Mendoza, García Vanegas y Felípe de
Cáceres…Tuvimos preso en la cárcel a este
señor Alvar Nuñez Cabeza de Vaca durante un
año, hasta que se aparejó una carabela y se
mandó a España a dicho señor…fue necesario
elegir e instituir alguien que nos hiciera justicia y gobernase
la tierra
mientras Su Cesarea Majestad no dispusiese y mandase su
representante…Nos pareció entonces conveniente elegir a
Domingo Martínez de Irala, que ya antes había
gobernado…además la gente se llevaba muy bien con este
Domingo Martínez de Irala y la mayor parte estaba muy
contenta con él…
Por supuesto que los textos de Ulrico Schmidel deben ser
analizados dentro de su contexto histórico cultural.
Siguiendo a Charnley, sostenemos que "las crónicas no
surgen y no se desarrollan en un vacío; antes al
contrario, forman parte de su época y de su sociedad ", cuyas
particularidades "pueden afectar el sentido de un suceso y
determinar su valor relativo
como base para una crónica"
Justamente por ello es que los hechos, lugares, circunstancias y
personajes que Schmidel inserta en sus trabajos no son otros que
los que interesan a sus contemporáneos, en la misma o
mayor magnitud relativa que al hombre de hoy puede atraerle
conocer las posibilidades de vida en el espacio exterior, la
cotización del dólar o la geopolítica de Medio Oriente. Y estos
hechos trocan en noticia cuando Schmidel los conforma en sus
crónicas construyendo lo que De Gregorio denomina una
"sistematización de los elementos constitutivos de la
información" en el momento en que ésta adquiere la
forma de texto .
Momento al fin en el que se construye el mensaje a partir de un
sistema de signos
compartidos entre el emisor y el receptor. Una comunicación entre el cronista y el lector,
de carácter
unilateral, indirecta y pública, tal como lo son las
comunicaciones de la prensa contemporánea en el marco de
las modernas teorías
comunicacionales.
Las crónicas agrupadas en "Viaje al Río de la
Plata" constituyen una propuesta informativa que, salvando las
distancias temporales y cuando todavía el mundo no
había elaborado el concepto de
prensa periódica en el sentido moderno, presenta aspectos
de semejanza con las formas que hoy se aceptan como propias y
características del estilo periodístico. Es por
ello que puede considerarse a Ulrico Schmidel como el primer
periodista europeo del Río de la Plata.
Paradójicamente, un periodista sin
periódico.
Autor:
Jorge Eduardo Padula Perkins
Licenciado en Periodismo por la Univ. del Salvador (Bs.As.,
Argentina)