Indice
1.
Introducción.
2. Política económica
durante la era.
3. El desarrollo
educativo.
4. La iglesia.
5. Los medios de
comunicación.
6. Conclusión.
7. Bibliografía.
1. Introducción.
En esta nueva fase de la historia dominicana somos
afortunados de poder escribir
y expresar nuestros criterios sin el temor de ser asesinados como
sucedía en la época de 1930 a 1961. La Era de
Trujillo es el caso en su totalidad de la mayor distribución de encierro verbal por la que
ha cursado la historia dominicana. Hablar de la era de Trujillo
es tratar de imponer la verdad sobre la mentira a lo cual
ameritamos el trabajo en
si, ya que trataremos puntos claves en el desarrollo del
trabajo que
nos mostraran brevemente como era el gobierno en ese
entonces y como maneja al pueblo que con temor asumía todo
lo que decía el tirano.
Esperamos cubrir algunos de los puntos más importantes en
esta amplía época y más que todo sea de su
agrado.
La era de Trujillo es el largo periodo de 31 años que
sigue al horacismo a partir de 1930. Se caracteriza por el
militarismo, el unipersonalismo y el despotismo de su
máximo caudillo y exponente: Rafael Leonidas Trujillo
Molina. Su aparición y ascenso político se vincula
a una serie de factores como fueron:
- La ocupación estadounidense.
- El ejército policiaco que creo dicha
ocupación. - El favoritismo horacista que permitió su
ascenso militar. - El acaudillamiento que consiguió en las filas
del ejército nacional. - Sus características personales.
- Su vinculación con el movimiento
cívico que,
planteando la necesidad de un "hombre
nuevo", produjo el derrocamiento del "viejo
político" Horacio Vázquez.
Cuando se produjo la ocupación de 1916, las
tropas invasoras se dieron la tarea de neutralizar las luchas
armadas del país. El gobierno ocupante creó por
ordenanza un cuerpo militar destinado a mantener el orden
posteriormente, dicho cuerpo fue llamado Policía Nacional,
y para el entrenamiento de
los soldados se estableció la Escuela Militar
en Haina.
La relación de Trujillo con la ocupación
estadounidense no solo tiene que ver con la formación
militar que consigue sino también con los vínculos
que establece con los altos oficiales de la Guardia Nacional.
Estos al parecer vieron en el "teniente Trujillo" al "hombre nuevo"
que necesitaba el país, y por tal razón lo
recomendaban, lo alababan y lo ascendían. Este ascenso se
efectúo durante el gobierno provisional de Vicini
Burgos.
La promoción militar de Trujillo no solo fue
favorecida por los norteamericanos en Santo Domingo, sino que fue
resultado de su personal astucia
y habilidad para ascender políticamente, como
también del beneplácito que consigue de Horacio
Vázquez, quien en pocos meses le otorgó el rango de
Teniente Coronel, Jefe de su Estado Mayor y
Comandante Auxiliar de la Policía Nacional. Su
designación como Coronel Comandante convirtió a
Trujillo en el punto de apoyo militar en que supuestamente
descansaba el gobierno horacista; y tal designación fue
decisiva para el papel que desempeño en la caída de ese mismo
gobierno.
El despilfarro y la corrupción
administrativa caracterizaban al gobierno de Horacio
Vázquez; cuando éste mostró sus deseos
continuistas o reeleccionistas, se produjo la "Revolución
de Santiago" que provocó el golpe de Estado
del 23 de febrero de 1930. El movimiento armado era instigado por
Rafael Estrella Ureña, pero contaba con el apoyo del Jefe
del Ejercito. Rafael Leonidas Trujillo, quien había
proporcionado armas y
equiposbélicos. Hasta el último momento, Trujillo
encubrió su respaldo a la "revolución" fingiendo
lealtad al gobierno.
La penetración de fuerzas "revolucionarias" en Santo
Domingo creó un ambiente de
agitación. Tiroteos, consultas y resistencias
entre bandos horacista y revolucionario provocaron la renuncia
del presidente, y su rápida salida hacía Puerto Rico,
donde regresó tiempo
después para radicarse en la población de Tamboril, y pasar allí
los
Últimos años de su vida. La renuncia de Horacio
Vázquez originó una situación conflictiva
entre los aspirantes a sustituirle. Los más visibles y
fuertes contendientes eran Estrella Ureña y Trujillo,
ambos inferidos por representantes diplomáticos de los
Estados
Unidos. Finalmente la elección recayó en
Estrella Ureña, quien hizo su juramento ante el congreso
para gobernar hasta que se celebraran elecciones.
A partir del juramento del nuevo presidente, ocurrido el 3 de
marzo de 1930, se produjo una coalición de banderas
políticas que originó la
confederación de partidos bajo la fórmula
"Trujillo, Presidente; Estrella Ureña, vicepresidente." El
único partido Nacional Horacista, que movilizó su
poderosa militancia y buscó la postulación de
Vicini Burgos. Pero al negarse éste, buscó entonces
la alianza del partido progresista y lanzó la
fórmula "Velázquez, Presidente; Angel Morales,
Vicepresidente". Al convocarse las elecciones para mayo de 1930,
Rafael Leonidas Trujillo dirigió su manifiesto
público aceptando definitivamente su postulación y
señalando entre otras cosas: "no hay peligro en seguirme,
porque en ningún momento la investidura con que pueda
favorecerme el resultado de los comicios de mayo servirá
para tiranizar la voluntad popular a la cual yo sirvo en este
momento y a la que serviré lealmente en el
porvenir".
Para su campaña Trujillo realizó un
recorrido por todo el país comenzó por Montecristi.
Le acompañaba Rafael Estrella Ureña y el cacique
Desiderio Arias. Mientras la confederación de los partidos
que auspiciaban su postulación se movía libremente
en campaña, la Alianza Progresiva era la coartada por
grupos de
militares. Tanto Velázquez como Morales tuvieron que
desistir de sus propósitos eleccionarios, al ser
víctimas de un atentado de muerte que los
obligó a tomar el exilio. De esta manera, quedó
abierto el camino para la "Confederación de Partidos",
para sus candidatos, y especialmente para Trujillo. El 24 de mayo
la Junta Central Electoral legalizó el proceso
declarando triunfadores a Trujillo y a Estrella Ureña. El
16 de agosto se juramentaron ambos, constituyendo esa fecha el
punto de partida de la Era.
2. Política
económica durante la era.
Cuando Trujillo asumió el poder, la
situación económica era pésima en todos sus
aspectos. Por un lado las aduanas, las
entidades bancarias y las empresas
importantes eran controladas por los inversionistas de Estados
Unidos. Por otro lado el Estado no
contaba con reservas monetarias, a lo que se añadieron los
efectos económicos que produjeron el ciclón de San
Zenón y la depresión
económica mundial de 1929. La situación dio lugar a
que el gobierno promulgara una ley de emergencia
en 1933, a través de la cual procuró negociar en
1934 el reajuste de la deuda externa.
Con ambas medidas comenzó a delinearse la política
económica del gobierno, explicada como "un sistema
capitalista particularizado" que descendió al nivel de
propiedad
personal, pues Trujillo fue convirtiéndose en el gran
propietario territorial al mismo tiempo que hacía de la
dictadura el
instrumento para llevar a cabo su empresa
económica dentro de un marco jurídico. Al respecto
se ha señalado que el gobierno era sólo el servidor legal de
la empresa; el
ejército, la policía de la empresa; y el territorio
nacional el ámbito de la misma, y el pueblo era el
trabajador, el productor y el consumidor
forzoso de esa empresa.
Como lo agropecuario era la base de la economía dominicana,
el gobierno trazó un plan de fomento
agrícola que incluyó la creación del
servicio de
investigaciones en la rama, y un sistema de
colonización agraria a base de colonos nativos e
inmigrantes que procedían en su mayoría de Europa. El
proceso de mejoras agropecuarias llevó a que le
régimen se lanzara a la expropiación violenta de
las tierras y los bienes de sus
adversarios.
En el plano financiero, la política de Trujillo se
manifestó desde los años 30 por un deseo de
autonomía respecto de los Estados Unidos. Ese deseo
comienza a percibirse en 1932 cuando se sustituye el dólar
por la circulación del peso dominicano equiparado con
este. El primer banco de capital
nacional creado por el gobierno fue el Banco de Reservas,
establecido mediante la compra de las sucursales del National
City Bank. El Banco de Reservas comenzó sus operaciones con
un millón de pesos con un carácter comercial y depositario de los
fondos oficiales. En 1947 se produjo la creación del Banco
Agrícola e Hipotecario con muy variadas funciones, tales
como la de "efectuar créditos a corto plazo destinados al
fomento de la agricultura,
la ganadería
y las industrias, y de
manera especial a favor de personas de modesta capacidad
económica".
A la creación de estos bancos
siguió la de otros que operaban con capital nacional como
el Banco Central y el Banco de Créditos y Ahorros. Estas
entidades mejoraron de manera notable las actividades comerciales
y transformaron el sistema económico, pero la mayor parte
de los beneficios eran depositados en las cuentas
particulares de Trujillo como monopolizador que era de los
negocios
dominicanos. Estas monopolizaciones tenían que ver en
parte con los productos de
consumo
nacional: la carne, la leche, la sal,
el arroz, la explotación de madera, etc.
en algunos casos Trujillo no se adueñó totalmente
de ciertas producciones, como ocurrió con la carne y la
leche, dada la tradicional fortaleza de los terratenientes y
hacendados de la sociedad
dominicana; pero en cambio,
reguló con exclusividad de su distribución a
través de la Central Lechera Dominicana y de la
Ganadería Industrial Dominicana. Para monopolizar la
distribución de la carne y la leche, Trujillo
acudió a la promulgación de leyes para
eliminar los competidores; como también acudió a la
ley para incrementar la producción de arroz, alimento básico
del pueblo dominicano. La mayor parte de este renglón de
consumo era importado. Trujillo puso un fuerte impuesto a la
importación mientras dedicaba extensas
áreas de terrenos expropiados a su siembra. No solamente
logró con el arroz el abastecimiento interno, sino unos
excedentes que permitieron ampliar el comercio de
exportación. A través de un
pequeño cabotaje, Trujillo también
monopolizó las exportaciones.
El plan trazado por el gobierno de Trujillo para el desarrollo
económico abarcó el sector industrial que fue
nacionalizado, ampliado y particularizado. Del sector industrial,
el área azucarera estaba manejada casi exclusivamente por
empresas extranjeras. Trujillo decidió tener el control de los
ingenios my creó la ley de defensa del azúcar
que le permitía adquirir la mayoría de las
centrales azucareros, lo cual logró a base de fuertes
impuestos y de
una inmensa campaña de presión.
"La culminación de la campaña de Trujillo
adivinó la compra del emporio West Indian Sugar a fines de
1956 y la ratificación de esa operación en enero
del 57". Fueron cinco ingenios comprados por Trujillo, más
el Santa Fe, de la South Porto Rico Sugar. Las empresas de
Trujillo, Azucarera Haina, Azucarera Nacional y Azucarera Yaque,
pasaban a controlar desde entonces catorce de los
dieciséis ingenios existentes.
El incremento de las zonas cañeras en el
área de Santo Domingo produjo un efecto contrario al
programa de
"dominicanización", ya que conllevó la
contratación de miles de braceros haitianos para ser
utilizados durante el corte de la caña. Muchos de esos
braceros no regresaban a su país, y al quedarse en el
territorio nacional provocaban el aumento demográfico. La
utilización de haitianos en la industria
azucarera demuestra que el "nacionalismo"
de Trujillo estaba condicionado a sus intereses particulares.
Paralelo a la monopolización del azúcar, se
tendió a cubrir otros aspectos industriales de gran
significado, pues se procuraba siempre sustituir la
importación, auspiciando las necesidades internas. Para
los últimos años de la década del 40, y
durante la década del 1950, los establecimientos
industriales no solo se triplicaron en comparación con
otros períodos, sino que cubrieron renglones variados:
alimentos,
bebidas, cigarros, textiles, impresos, muebles, calzados,
máquinas, vidrio, corcho,
productos minerales,
artículos eléctricos, construcción y reparación de
materiales de
transportes, etc. la mayoría de estas industrias operaban
ya como compañías privadas (cuyos gerentes o
propietarios representaban casi siempre los intereses de los
Trujillo) o bien compañías del estatales. De todas
maneras la industrialización permitió el que
desarrollo capitalista se moviera en dos direcciones. Por un lado
aumentó la fortuna del tirano y de sus familiares, y por
otro lado amplió algunos niveles sociales polarizado en
dos grupos: el proletariado y la burguesía. Ambos
determinaron una correlación entre las relaciones de
producción y el aglutinamiento social de diferentes
grupos, cuya estructura
real se percibió con mayor claridad luego de derrocado el
régimen del trujillato. La industrialización
también provocó un aumento poblacional
desproporcionado en Santo Domingo, al propiciar el éxodo
de habitantes de diferentes lugares del país a dicha
cuidad, por concentrarse en ella la mayoría de las
industrias.
Hay que destacar que dos aspectos del desarrollo
educativo producidos durante la Era de Trujillo. Apreciar la
estructura del sistema de enseñanza, y tomar en cuenta que al lado de
la instrucción o formación académica se
desarrollaba una orientación o formación de
variados matices. La educación fue
ampliamente expandida y sus mejores logros se relacionaban al
interés
que mostró el gobierno para dotarla de los mejores
medios y
recursos,
empezando por el humano. En un principio, la superintendencia
general de la enseñanza estuvo bajo la dirección del humanista dominicano Pedro
Henríquez Ureña, y llegó a contar con
equipos técnicos de planificación que como la misión
chilena dotó a la
organización y programación educativa nacional de la
filosofía más avanzada en América. La expansión educativa y
sus mayores logros tuvieron que ver con la edificación de
recintos escolares, y con una amplía campaña de
alfabetización. Aunque los resultados de dicha
campaña fueron exagerados por la propaganda,
puede pensarse que mejoraron el nivel de la sociedad.
Estructuralmente, el sistema
educativo comprendía los niveles primarios, intermedio
y secundario. El planeamiento
respondía al modelo creado
durante el período de la intervención de 1916-1942,
pero con algunas variantes como lo fue la enseñanza
especial que mereció la atención y el interés gubernamental
en conformidad con el planteo de algunas demandas acrecentadas
durante la Era. Entre los tipos de enseñanza especial
estaba la vocacional que respondía a la necesidad de
obreros técnicos; la educación dirigida
hacia la formación diplomática; y la
educación en oficios y bellas artes.
Otra variante fue la enseñanza para la formación
de maestros, ampliada cuantitativamente para complementar el
crecimiento de la escolaridad, cuyos resultados no fueron tan
buenos desde el punto de vista cualitativo. Innovaciones
significativas fueron las academias militares, en especial la de
cadetes, para las cuales se escogieron los mejores maestros de
todo el país; y la escuela para trabajadores, denominadas
"Universidades Libres" y cuyo planeamiento obedecía a un
horario nocturno. En líneas generales, la enseñanza
conlleva un régimen disciplinario riguroso que
envolvía tanto a escuelas públicas como privadas.
Lo disciplinario incluía el adoctrinamiento como en el
caso de las escuelas primarias, y la sumisión como en los
casos de los niveles intermedios y secundarios. Aunque los
programas
comprendían una gama variada de conocimientos
científicos y humanísticos bien planeados, un
objetivo
primordial era lograr la adhesión al régimen a
través de mecanismos trujillizantes infiltrados,
traspuestos y obligados mediante un clima educativo y
algunos tópicos de los programas de la metodología de la enseñanza. En este
sentido puede señalarse que la educación era
anti-democrática debido al fomento exclusivo del
trujillismo en las aulas, y anticientífica, porque no se
ajustaba a un análisis racional o sociológico.
El aseo, la uniformidad y la puntualidad eran reglas
disciplinarias como el canto escolar al izar la bandera, las
marchas, los concursos literarios, y la celebración de
efemérides. En la dirección de cada plantel
escolar, en las entradas, en los pasillos y los salones de
clases, el retrato de Trujillo era parte primordial de lo
trujillizante, que por lo regular también se fomentaba
constantemente en clases. Cada maestro al iniciar la
enseñanza solía escribir una idea alusiva a
Trujillo o a su Era conjuntamente con la fecha, mientras que en
el patio grupos de estudiantes ejercitaban marchas militares. Por
otra parte, en algunos salones el tema del día era
la lectura de
composiciones al Benefactor, como parte del nacionalismo
chauvinista que se fomentaba, y que siempre tendió al
cultivo sistemático del odio contra el revolucionario o el
opositor exiliado, pero en especial "dirigido a crear un estado
psicológico de guerra contra
la vecina república de Haití", lo que servía
al régimen "para justificar la existencia de un ejercito
de más de 20,000 hombres como para mantener explotadas las
masas trabajadoras negras". La contraparte al antihaitianismo
fomentado por la vía de la enseñanza lo era la
propaganda unilateral de la hispanidad, respecto de la cual
opinaba el mismo Trujillo: "En nuestra asociación
íntima con España,
fuente de donde brotan las energías espirituales y el
vigor inexhausto que nos permitirían construir un bloque
invulnerable a toda filtración foránea, reside no
solo en nuestra propia salvación sino también, en
parte escencialísima, la de todo el Occidente cristiano.
De ahí la necesidad de que no haya ese frente fisuras por
donde pueda el comunismo, y de
ahí también el deber que tenemos de eliminar todas
las diferencias que puedan existir entre nuestros países y
la Madre Patria, como consecuencia de discrepancias
ideológicas o situaciones forzosamente pasajeras". Estos
criterios explican en parte la insistencia en blanquear los
caracteres de la negritud dominicana mediante programas donde el
hispanismo no solamente quedo en la propaganda ideológica
y en nexos estrechados con el régimen del franquismo
español,
sino en el fortalecimiento de los valores
hispánicos a base de atraer refugiados y emigrantes
procedente de la Madre Patria. Los refugiados influyeron
notablemente en la enseñanza
universitaria.
La educación universitaria mereció durante
la Era una atención prioritaria dentro de la
programación cultural y el planeamiento educativo. El
gobierno no solo se empeñó en restituirle
históricamente el rango de universidad
primada, sino que la edificó como recinto,
dotándola tanto de un conjunto de modernos edificios como
de buenos recursos didácticos. Bajo la orientación
del educador Julio Ortega Frier la universidad alcanzó una
reorganización académica notable, aunque no
escapó de la manipulación trujillizante. Una
asociación de estudiantes universitarios (ANEU), surgida
en 1928, fue convertida para los años 1940 en una Guardia
Universitaria: un cuerpo militarizado que debía pertenecer
todo estudiante que ingresara al recinto.
La universidad le otorgó a Trujillo el doctorado en
honoris causa, aparte de que poseía el nombramiento de
catedrático en economía, el cual nunca
ejerció. Con su impulso o desarrollo, la Universidad de
Santo Domingo era una institución que tenía "ritmo
seminario
conventual" y donde la enseñanza estaba "anquilosada por
la mordaza política que impedía toda
discusión de temas que pudieran despertar
inquietudes".
4. La iglesia.
El gobierno de Trujillo se convirtió en un
auspiciador cultural al buscar a través del fomento de los
diversos medios socioculturales en una adecuación
trujillizante. Aparte del medio educativo, el trujillismo
ideológico se valió de la iglesia, a la cual
manipulaba mediante el patrocinio de edificaciones
eclesiásticas y del respaldo que le dio a la
clerecía trayendo misiones de religiosos extranjeros con
las cuales reforzaba el catolicismo dominicano, la
dominicanización de la frontera y la
hispanidad, ya que los misioneros, en su gran mayoría,
procedían de España. Lo religioso quedo al
solidificar el culto a Trujillo, amén de que el laicismo
escolar introducido por Hostos fue sustituido por la
obligatoriedad de la catequización en el sistema
educativo. Puede señalarse que la manipulación
trujillista tendió a estrechar "los elementos religiosos y
políticos hasta la confusión", y que representantes
eclesiásticos se subordinaron al rejuego político
del régimen, hasta que fueron surgiendo las discrepancias
que enfrentaron la función
pastoral de la iglesia y los requerimientos cada vez más
exigentes del Estado. Pero esta discrepancia hay que entenderla
en el cauce de la crisis que en
los últimos años fue socavando aceleradamente al
trujillismo.
La situación se tornó mucho más
delicada para la tiranía cuando el clero cambió su
oposición a partir de la llegada del nuevo Nuncio Papal,
Arzobispo Lino Sanani, quien se había destacado en
Argentina por su lucha contra el régimen de Domingo
Perón.
La iglesia enfrentó la tiranía el 31 de enero con
una famosa pastoral, leída en todos los templos en que se
manifestaba su oposición a las represiones
políticas y el rompimiento de la alianza que habían
mantenido con el tirano.
El dictador reaccionó airado, Trujillo profirió
insultos en contra de los religiosos y organizó turbas que
se dieron la tarea de agredir verbal y hasta físicamente a
los sacerdotes y a templos religiosos.
5. Los medios de
comunicación.
En el año que Trujillo asciende al poder uso los
medios de
comunicación existentes para difundir su poder por
medios eficaces como lo fue la radio la
prensa
escrita, la
televisión, etc. como medio de comunicación la prensa estaba en poder
directo del Estado y era un mecanismo efectivo de propaganda que
enaltecía el personalismo de Trujillo. A través del
periodismo se
trazaban pautas, se lanzaban consignas y toda información era ajustada cuidadosamente al
programa ideológico trujillista. Los tres
periódicos de circulación nacional eran El
Listín, La Información y La opinión. Pero
también la prensa escrita asumía una
política requisitoria frente a los ciudadanos vistos como
desleales y funcionarios caídos en desgracia frente al
régimen, o se cerraba todo tipo de información que
pusiera en entredicho al Estado.
Como los periódicos, parecida era la función radial
introducida antes de la Era y cuyos programas asumían
mucho mejor la ofensiva propagandista y doctrinera. En la
radio la
música
laudatoria era constante y como la danza era
Gloriosa y los merengues Salve San Cristóbal y
déjenlos que lleguen hablaban del tirano, de sus logros
como estadista y de su ideología política.
La era de Trujillo constituye un periodo de caracteres
económicos y políticos, implantando 30 años
de violencia y
sangre en
nuestro país. Supo manejar todos los puntos cardinales de
nuestro país y administrar todas las empresas del
Estado.
De Trujillo podemos decir que era una hombre ambicioso,
sin escrúpulos ni sentimientos que solo buscaba su bien
particular a costa del pueblo que gobernó con puño
de hierro.
Podemos concluir diciendo que la Era de Trujillo es como una
cicatriz que vivirá por siempre en el recuerdo de todos lo
dominicanos aun en los que no la vivieron porque su herida fue
tan profunda que en las generaciones venideras seguirá
presente, el recuerdo de Trujillo es historia que debemos de
conocer y nunca olvidar.
"Después de muchos años de desgracia, terminada la
fatalidad y el desorden, es tiempo de que pensemos mejor y de que
busquemos hacer la felicidad del pueblo dominicano por medio de
la Rectitud, la Libertad y el
Trabajo".
Rafael Leonidas Trujillo.
San Cristobal 1891-1961
Militar y político, nacido el 24 de octubre sus padres
José Trujillo Valdés (comerciante) y Altagracia
Molina. Desde pequeño en Trujillo se revelaron cualidades
de un hombre de carácter fuerte y dominante, aficionado a
los trabajos de carpintería y le gustaban muchos los
caballos. Su educación fue irregular y bastante limitada,
a los 16 años trabajó de telegrafista en
Baní y Santo Domingo. en 1913 se casó con Aminta
Ledesma una campesina de San Cristóbal, la familia no
tomó buen agrado al casamiento pues Trujillo no
tenía reputación de buenas moral.
La participación de Trujillo en asuntos públicos
empieza en este período de su vida autodenominadose
"horacista", se vinculó a los partidarios de Horacio
Vázquez oportunidad que aprovecho para dar rienda suelta a
sus ambiciones.
Varias veces presidente de la República Dominicana
gobernó el país directamente o través de
hombres de confianza. Coartó las libertades y toda
oposición política.
Murió asesinado el 30 de noviembre de 1961 en la avenida
George Washington cuando éste se dirigía
hacía San Cristóbal.
7. Bibliografía.
Peguero, Valentina; De Los Santos, Danilo: Vision
General De Historia Dominicana. Impreso en Rep. Dom. Editora
Corripio 1983.
Martinez Almanzar, Juan Fco: Manual De
Historia Critica Dominicana. Impreso en la Rep. Dom. Centro de
Adiestramiento de
Investigación Social (CASI)
1996.
Autor:
Mackaruchi