Indice
1.
Introducción
2. Revolución Maderista
(1910-1911)
3. Presidencia De Madero
(1911-1913)
4. La Revolución
Constitucionalista (1913-1914)
5. El Triunfo De Carranza
(1914-1919)
Periodo de la historia de México
comprendido entre la caída de la dictadura de
Porfirio Díaz en 1910 y el ascenso al poder de la
burguesía, tras superar los intentos de revolución
social protagonizados por los campesinos dirigidos por Emiliano Zapata,
asesinado en 1919.
2. Revolución
Maderista (1910-1911)
El punto de partida del proceso
revolucionario fueron las declaraciones realizadas por el
presidente Díaz al periodista estadounidense Creelman en
1908, en las que afirmaba que el pueblo mexicano ya estaba maduro
para la democracia y
que él no deseaba continuar en el poder. Comenzó en
el país una intensa actividad política y ese mismo
año apareció el libro La
sucesión presidencial en 1910, escrito por Francisco
Ignacio Madero, que se convirtió en el manifiesto
político de los grupos de
oposición a la dictadura: las clases medias, los
campesinos y los obreros, contrarios a la reelección de
Díaz para un nuevo mandato presidencial, pero
también opuestos a las costumbres aristocráticas y
al afrancesamiento dominante, a la política
económica del colonialismo capitalista y a la falta de
libertades políticas
bajo el régimen dictatorial.
En abril de 1910 Madero fue designado candidato a la presidencia
por el Partido Nacional Antirreeleccionista, fundado un
año antes con un programa a favor
del sufragio efectivo y la no reelección, pero sin claros
contenidos sociales y económicos. En mayo del mismo
año se produjo en Morelos la insurrección de
Emiliano Zapata al frente de los campesinos, que ocuparon las
tierras en demanda de una
reforma
agraria. Díaz fue reelegido para un séptimo
mandato y Madero intentó negociar con él para
obtener la vicepresidencia de la República, pero fue
encarcelado por el dictador en Monterrey el 6 de junio, aunque
poco después obtuvo la libertad y
escapó a San Antonio (Texas). El 15 de octubre de 1910,
Madero y sus colaboradores acordaron el Plan de San Luis,
que llamó a la insurrección general y que
logró el apoyo de los campesinos al incluir en el punto
tercero algunas propuestas de solución al problema
agrario. El 20 de noviembre
se produjo la insurrección de Francisco (Pancho) Villa y
Pascual Orozco en Chihuahua, pronto secundada en Puebla, Coahuila
y Durango. En enero de 1911 los hermanos Flores Magón se
alzaron en la Baja California y los hermanos Figueroa en
Guerrero.
Pese al fracaso de Casas Grandes, en marzo de ese mismo
año, el 10 de mayo los revolucionarios ocuparon Ciudad
Juárez, donde se firmó el tratado por el que se
acordaba la dimisión de Díaz, que salió del
país el 26 de mayo siguiente, y el nombramiento como
presidente provisional del antiguo colaborador de la dictadura,
Francisco León de la Barra, que conservó a los
funcionarios y militares adictos a Díaz.
3. Presidencia De Madero
(1911-1913)
El gobierno
procedió al desarme de las fuerzas revolucionarias, pero
los zapatistas se negaron a ello, exigiendo garantías de
que serían atendidas sus demandas en favor de una
solución para el problema agrario. El general Victoriano
Huerta combatió a los zapatistas del estado de
Morelos en los meses de julio y agosto de 1911, los
derrotó en Cuautla y los obligó a refugiarse en las
montañas de Puebla. Sin embargo, en las elecciones
presidenciales resultó elegido Madero, que tomó
posesión de su cargo el 6 de noviembre de 1911, pero que
no logró alcanzar un acuerdo con Zapata ni con otros
líderes agrarios por su falta de sensibilidad para
resolver los problemas
sociales planteados por el campesinado.
El 25 de noviembre Zapata proclamó el Plan de Ayala, en el
que se proponía el reparto de tierras y la
continuación de la lucha revolucionaria. Orozco, tras ser
nombrado por los agraristas jefe supremo de la revolución,
se sublevó en Chihuahua en marzo de 1912, y otro tanto
hicieron los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz
en Nuevo León y Veracruz respectivamente. El
Ejército federal, al mando de Prudencio Robles y
Victoriano Huerta, reprimió con dureza los levantamientos,
estableciendo campos de concentración, quemando aldeas y
ejecutando a numerosos campesinos. En la ciudad de México
tuvo lugar en febrero de 1913 la que se denominó
‘Decena trágica’, enfrentamiento entre los
insurrectos y las tropas del general Huerta, que causó
alrededor de 2.000 muertos y 6.000 heridos. Con la
insólita mediación del embajador estadounidense,
Henry Lane Wilson, el general Huerta llegó a un acuerdo
con el general Díaz, destituyó a Madero y se
autoproclamó presidente el 18 de febrero de 1913. Cuatro
días después el presidente Madero y el
vicepresidente Pino Suárez fueron asesinados por
órdenes de Huerta.
4. La Revolución
Constitucionalista (1913-1914)
El gobierno de Huerta no fue reconocido por el
gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, quien el 26 de marzo
de 1913 proclamó el Plan de Guadalupe, bandera de la
revolución constitucionalista, por el que se declaraba
continuador de la obra de Madero y procedía a la
formación del Ejército constitucionalista, al que
no tardaron en sumarse el coronel Álvaro Obregón en
Sonora, y Pancho Villa en el norte, mientras Zapata volvía
a dominar la situación en el sur y este del país.
La oposición a Huerta en la capital se
realizó a través de la Casa del Obrero Mundial, de
tendencia anarquista y defensora de las clases obreras urbanas,
pero cercana a los planteamientos agrarios del movimiento
zapatista, al que dotaron de una ideología más definida, y del lema
"Tierra y
Libertad", que los alejaba tanto de Huerta como de Carranza. Las
tropas constitucionalistas, formadas por campesinos y gentes del
pueblo, derrotaron al Ejército federal por todo el
territorio nacional: Villa ocupó Chihuahua y Durango con
la División del Norte; Obregón venció en
Sonora, Sinaloa y Jalisco con el Cuerpo de Ejército del
Noroeste; y Estados Unidos,
tomando partido por los oponentes a Huerta, hizo desembarcar su
infantería de Marina en Veracruz el 21 de abril de 1914.
Después del triunfo constitucionalista en Zacatecas el 24
de junio de ese mismo año y la ocupación de
Querétaro, Guanajuato y Guadalajara, Huerta
presentó la dimisión el 15 de julio siguiente y
salió del país. En el Tratado de Teoloyucan se
acordó la disolución del Ejército federal y
la entrada de los constitucionalistas en la capital, que se
produjo el 15 de agosto de 1914.
5. El Triunfo De Carranza
(1914-1919)
Pronto surgieron diferencias entre los revolucionarios,
divididos en tres grupos: los villistas, que ofrecían un
programa político y social poco definido; los zapatistas,
que mantenían los principios
formulados en el Plan de Ayala; y los carrancistas, vinculados a
la burguesía y deseosos de preservar los beneficios
obtenidos por los generales, empresarios y abogados adictos a
Carranza. En la Convención de Aguascalientes, en noviembre
de 1914, se acordó el cese de Carranza como jefe del
Ejército constitucionalista y de Villa como comandante de
la División del Norte, así como el nombramiento de
Eulalio Gutiérrez como presidente provisional. Carranza se
trasladó a Veracruz, Gutiérrez llevó el
gobierno a San Luis Potosí y la ciudad de México
quedó en poder de Villa y Zapata, cuya colaboración
inicial terminó un mes más tarde con la salida de
ambos de la capital y la reanudación de las
hostilidades.
Con los decretos de finales de 1914 y la Ley Agraria de
enero de 1915, Carranza ganó para su causa a amplios
sectores de la población, mientras los ejércitos
carrancistas al mando del general Obregón ocuparon Puebla
el 4 de enero de 1915 y derrotaron a Villa en Celaya, Guanajuato,
León y Aguascalientes, entre abril y julio del mismo
año, por lo que Estados Unidos reconoció al
gobierno de Carranza en el mes de octubre. Villa inició en
el norte una guerra de
guerrillas y trató de crear conflictos
internacionales con Estados Unidos, cuyo gobierno, en 1916,
envió tropas en su persecución, aunque éstas
no lograron capturarlo. En el sur, Zapata realizó repartos
de tierras en Morelos y decretó algunas medidas legales
para intentar consolidar las reformas agrarias y las conquistas
sociales logradas, pero también los zapatistas fueron
derrotados por las tropas constitucionalistas al mando de Pablo
González y obligados, entre julio y septiembre de 1915, a
replegarse a las montañas.
En septiembre de 1916, Carranza convocó un Congreso
Constituyente en Querétaro, donde se elaboró la
Constitución de 1917, que consolidaba
algunas de las reformas económicas y sociales defendidas
por la revolución, en especial la propiedad de
la tierra, la
regulación de la economía o la
protección de los trabajadores. En las elecciones
posteriores, Carranza fue elegido presidente de la
República y tomó posesión de su cargo el 10
de mayo de 1917. Zapata mantuvo la insurrección en el sur
hasta que, víctima de una traición preparada por
Pablo González, cayó en una emboscada en la
hacienda de San Juan Chinameca, donde el 10 de abril de 1919 fue
asesinado.
Autor:
Eduardo Ismael Martínez García