Indice
1.
Introducción
2. Teoría de la
Modernización
3. Teoría de la
Dependencia.
4. Teoría de los
Sistemas Mundiales
5. Teoría de la
Globalización
6.
Bibliografía
El objetivo
principal de este trabajo es sintetizar los aspectos
fundamentales de las cuatro grandes teorías del desarrollo:
modernización, dependencia, sistemas
mundiales y globalización. Éstas son las
principales explicaciones teóricas que permiten
interpretar esfuerzos para el desarrollo realizados por
países y grupos
sociales, especialmente por aquellas naciones que presentan
mayores niveles de pobreza.
Éstas perspectivas teóricas nos permiten no
sólo aclarar conceptos y ponerlos en perspectiva, sino
también identificar recomendaciones relacionadas con
políticas sociales.
Para fines de este trabajo el término desarrollo se
entiende como una condición social dentro de un
país, en la cual las necesidades auténticas de su
población se satisfacen con el uso racional
y sostenible de recursos y
sistemas naturales. La utilización de los recursos
estaría basada en una tecnología que
respeta los aspectos culturales y los derechos humanos.
Esta definición general de desarrollo incluye la
especificación de que los grupos sociales
tienen acceso a organizaciones y
a servicios
básicos como educación, vivienda,
salud, nutrición, y sobre
todo, que sus culturas y tradiciones sean respetadas dentro del
marco social de un estado–nación
en particular.
En términos económicos, la definición
mencionada anteriormente indica que para la población de
un país hay oportunidades de empleo,
satisfacción de por lo menos las necesidades
básicas, y una tasa positiva de distribución y de redistribución de
la riqueza nacional. En el sentido político, esta
definición enfatiza que los sistemas de gobierno tienen
legitimidad legal, sino también en términos de
proporcionar beneficios sociales para la mayoría de la
población.
Alvin So afirma que hay 3 elementos principales e
históricos después de la Segunda Guerra
Mundial que favorecieron el inicio de la teoría del
desarrollo de la modernización. Primero, el surgimiento de
Estado Unidos como una potencia.
Mientras otros países occidentales como Gran
Bretaña, Francia y
Alemania
quedaron debilitadas después de la Segunda Guerra
Mundial, los Estados Unidos
resultaron fortalecidos después de la guerra. Este
país se convirtió en un líder
mundial con la implementación del Plan Marshall
para reconstruir a la devastada Europa
occidental, además del apoyo político y financiero
dentro de perspectiva de "contención y prioridades"
diseñada por George Kennan. Esta estrategia
benefició economías emergentes como Taiwán,
Corea del Sur y Japón,
por sobre prioridades de apoyo a la integración en Latinoamérica.
Segundo, se difundió un movimiento
comunista mundial unido. La ex Unión Soviética
extendió su movimiento no sólo a Europa Oriental,
sino también a China y a
Corea. Tercero, hubo una desintegración de los imperios
coloniales europeos en Asia,
África y Latinoamérica, dando lugar a nuevas
naciones -estados en el Tercer Mundo. Estas recién
conformadas naciones buscaban un modelo de
desarrollo para promover sus economías y aumentar su
independencia
política.
La teoría de la modernización establece que las
sociedades
modernas son más productivas, los niños
están mejor educados, y los necesitados reciben más
beneficios. El análisis de Smelser afirma que las
sociedades modernas tienen el aspecto particular de la
diferenciación estructural particular, es decir, una
definición clara de las funciones y
papeles políticos de las instituciones.
Smelser argumenta que aunque la diferenciación estructural
ha aumentado la capacidad funcional de las instituciones
modernas, pero a la vez también ha creado un problema de
integración, y de coordinación de las actividades de
diferentes nuevas instituciones.
En el sentido político, Coleman resalta 3 aspectos
fundamentales de las sociedades modernas: a)
diferenciación de la estructura
política; b) secularización de la cultura
política (con la ética de
la igualdad); c)
aumento de la capacidad del sistema
político de una sociedad.
Los principales supuestos de la teoría de la
modernización se basa fundamentalmente en concebir a la
modernización como un proceso que se
realiza a través de fases. De conformidad con la
teoría del desarrollo económico de Rostow, para una
sociedad en particular existen cinco etapas. Resumiendo, estas
cinco etapas son: (i) la sociedad tradicional; (ii)
precondición para el despegue; (iii) el proceso de
despegue; (iv) el camino hacia la madurez; y (iv) una sociedad de
alto consumo
masivo.
De acuerdo con esta exposición
Rostow ha encontrado una posible solución para promover la
modernización en los países del Tercer Mundo. Si el
problema que enfrentan los países del Tercer Mundo es la
falta de inversiones
productivas, entonces la solución para estos países
está en que se les provea de ayuda en forma de capital,
tecnología, y experiencia. Las influencias de Rostow en
especial en la década de los sesenta ilustra una de las
aplicaciones que desde un inicio tuvo la teoría de la
modernización en el área de la formulación e
implementación de políticas económicas y
públicas en general. El Plan Marshall y la Alianza para el
Progreso en Latinoamérica son ejemplos de programas
influenciados por las teorías políticas de
Rostow.
Como fundamentos esenciales, incluyendo aquellos en los que se
basan los planteamientos de Rostow, la teoría de la
modernización se caracteriza por establecer:
- La modernización es un proceso
homogenizador, es este sentido sólo podemos decir que
la modernización genera tendencia hacia la
convergencia entre sociedades, por ejemplo, Levy (1967, p.
207) sostiene que: "a medida que pasa el tiempo, ellos
y nosotros nos pareceremos cada vez más los unos a los
otros ya que los patrones de modernización son tales
que a medida que las sociedades se modernicen más, se
parecerán más las la una a la
otra". - La modernización es un proceso europeizador
y/o americanizador; en la literatura
modernizadora, hay una actitud
complaciente hacia Europa Occidental y hacia los Estados
Unidos. Se tiene una concepción de que éstos
países poseen una prosperidad económica y
estabilidad política imitable (Tipps: 1976, p.
14); - Además, la modernización es un
proceso que se evidencia como irreversible. En otras
palabras, una vez que los países del tercer mundo
entren en contacto con el Occidente no serán capaces
de resistirse al impetuoso proceso de
modernización. - La modernización es un proceso progresivo
que a largo plazo es no sólo inevitable sino deseable,
dentro de la perspectiva de la teoría de la
modernización. Coleman afirma que los sistemas
políticos modernizados tienen una mayor capacidad que
los sistemas políticos tradicionales para tratar con
funciones de identidad
nacional, legitimidad, penetración,
participación y distribución. - Por último, la modernización es un
proceso largo. Es un cambio
basado más en la evolución que en un salto
revolucionario. Tardará generaciones e incluso siglos
para que culmine, y su impacto profundo sólo se
sentirá a través del tiempo. Todos éstos
supuestos se derivan de la teoría evolucionaria
fundamentalmente desarrollada en Europa y Estados
Unidos.
También hay otro grupo de
supuestos clásicos basados más estrictamente en la
teoría del funcional-estructuralismo, la cual enfatiza la
interdependencia de las instituciones sociales, la importancia de
variables
estructurales en el ámbito cultural, y el proceso de
cambio inherente a través del equilibrio
homeostático. Estas ideas se derivan especialmente de las
teorías sociológicas de Parson.
Los supuestos de la teoría del funcional-estructuralismo
son principalmente: a) la modernización es un proceso
sistemático; el atributo de modernidad forma
un todo consistente, aparece inicialmente en grupos ("clusters")
que en un primer momento pueden presentarse como aislados; b) la
modernización es un proceso transformativo, para que una
sociedad alcance la modernidad, sus estructuras y
valores
tradicionales deben de ser remplazados por un grupo de valores
modernos; y c) dada su naturaleza
sistemática y transformativa, la modernización es
un proceso inminente que introduce el cambio dentro del sistema
social.
La fortaleza de la teoría de modernización puede
ser definida en varios aspectos. Primero, podemos identificar la
base del enfoque en procesos de
investigación. A pesar de que los
principales estudios de modernización fueron realizados
por un psícólogo, un psicólogo social, un
sociólogo de religión y un
sociólogo político; otros autores han extendido la
teoría de la modernización a otros campos. Por
ejemplo, Bellah examina el papel de la
religión Tokugawa sobre el desarrollos económicos
de los pajanes en Asia Sur-Oriental con efectos en pueblos como
Camboya, Laos y Burma; Lipset discute el posible papel del
desarrollo económico sobre el desarrollo económico
en la democratización de los países del Tercer
Mundo, e Inkeles discute las consecuencias del proceso
modernizador para las actitudes y
comportamientos individuales.
Un segundo aspecto de la perspectiva de la modernización
es el marco analítico. Los autores asumen que los
países del Tercer Mundo son tradicionales y que los
países occidentales son modernos. Para alcanzar el
desarrollo, los países pobres deben adoptar los valores
Occidentales. En tercer lugar, la metodología se basa en estudios generales;
por ejemplo la relación entre los valores en el Tercer
Mundo, y la diferenciación entre democracias inestables y
dictaduras estables.
Por otro lado, la teoría de la modernización, fue
popular durante la década de 1950, pero fuertemente
atacada durante la década de 1960s y 1970s. Entre las
críticas hacia esta teoría están: primero,
el desarrollo no es necesariamente unidireccional. Este es un
ejemplo de la etnocentricidad de la perspectiva de Rostow.
Segundo, la perspectiva de la modernización sólo
muestra un
modelo de desarrollo. El ejemplo a favorecer es el patrón
de desarrollo de los Estados Unidos. Sin embargo, en contraste
con esta situación podemos observar que han ocurrido
avances de desarrollo en otros países como Taiwán y
Corea del Sur; y debemos admitir que sus niveles actuales de
desarrollo se han alcanzado con regímenes autoritarios
fuertes.
Un segundo grupo de críticas de la teoría de la
modernización se refiere a la necesidad de eliminar los
valores tradicionales. Los países del Tercer Mundo no
tienen un grupo de valores tradicionales homogéneos, son
sistemas de valores heterogéneos. Por ejemplo Redfield
1965, distingue entre los grandes valores tradicionales (valores
de las élites), y las pequeñas tradiciones (valores
de las masas).
Un segundo aspecto en esta crítica es que los
valores tradicionales y los modernos no son siempre excluyentes:
China, por ejemplo, a pesar de los avances en desarrollo
económico continúa funcionando con valores
tradicionales y parece suceder lo mismo en Japón.
Además, no es posible decir que los valores tradicionales
están siempre separados completamente, de las condiciones
de cohexistencia con la modernidad, por ejemplo, la lealtad hacia
el emperador puede ser transformada en lealtad hacia la
compañía.
Hay muchas semejanzas entre los estudios de modernización
clásicos y los nuevos estudios, entre ellas están:
el uso de un enfoque de investigación dirigido hacia el
desarrollo de los países del Tercer Mundo; el
análisis a nivel nacional; el uso de 3 variables
principales: factores internos, valores culturales, e
instituciones sociales; los conceptos tradicionales y de
modernidad; y las implicaciones de políticas de
modernización en el sentido de que generalmente es
considerado beneficioso para la sociedad como un todo.
Sin embargo, hay importantes diferencias entre los estudios
clásicos y los nuevos estudios de la escuela de
modernización. Por ejemplo, en el enfoque clásico
la tradición es un obstáculo para el desarrollo; en
el nuevo enfoque, la tradición es un factor aditivo para
el desarrollo. En cuanto a la metodología, el enfoque
clásico aplica una construcción teórica con alto nivel
de abstracción; el nuevo enfoque utiliza casos concretos
dentro de un contexto histórico dado. En cuanto a la
dirección del desarrollo, la perspectiva
clásica utiliza una senda unidireccional la cual tiende al
modelo de Estados Unidos y Europa. La nueva perspectiva prefiere
una senda multidireccional de desarrollo. Finalmente, en cuanto
los factores externos y los conflictos,
los clásicos demuestran un descuido de los factores
externos y los conflictos, mientras que el nuevo enfoque le
presta mucha más atención a estos dos aspectos.
Las bases de la teoría de la dependencia
surgieron en 1950 como resultado, entre otros, de las investigaciones
de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL). Uno de los autores más
representativos fue Raúl Prebish. El punto principal del
modelo Prebisch es que para crear condiciones de desarrollo
dentro de un país es necesario:
- Controlar la tasa de cambio monetario, poniendo
mayor énfasis en políticas fiscales que en
políticas monetarias; - Promover un papel gubernamental más
eficiente en términos de desarrollo
nacional; - Crear una plataforma de inversiones, dando
prioridad al capital nacional - Permitir la entrada de capitales externos siguiendo
prioridades ya establecidas en planes de desarrollo
nacionales; - Promover una demanda
interna más efectiva en término de mercados
internos como base para consolidar el esfuerzo de
industrialización en Latinoamérica en
particular y en naciones en desarrollo en
general; - Generar una mayor demanda interna incrementando los
sueldos y
salarios de los trabajadores; - Desarrollar un sistema seguro
social más eficiente por parte del gobierno,
especialmente para sectores pobres a fin de generar
condiciones para que estos sectores puedan llegar a ser
más competitivos; y - Desarrollar estrategias nacionales que sean coherentes con
el modelo substitución de importaciones, protegiendo la producción nacional al imponer cuotas y
tarifas a los mercados externos.
La propuesta de Prebisch y de la CEPAL fueron la base de
la teoría de la dependencia a principios de los
años 50 Sin embargo, algunos autores como Falleto y Dos
Santos argumentan que las propuestas de desarrollo de la CEPAL
fracasaron y que es en medio de estas condiciones en donde surge,
propiamente, la teoría de la dependencia. A finales de la
década de los cincuentas y mediados de la década de
los sesentas se publicó este modelo teórico
más elaborado. Entre los principales autores de la
teoría de la dependencia tenemos a: Andre Gunder Frank,
Raul Prebisch, Theotonio Dos Santos, Enrique Cardoso, Edelberto
Torres-Rivas, y Samir Amin.
La teoría de la dependencia combina elementos
neo-marxistas con la teoría económica keynesiana
(ideas económicas liberales que surgieron en Estados
Unidos y Europa como respuesta a la depresión
de los años 20). A partir del enfoque económico de
Keynes, la
teoría de la la dependencia está compuesta por 4
puntos fundamentales: a) desarrollar una considerable demanda
interna efectiva en términos de mercados nacionales; b)
reconocer que el sector industrial es importante para alcanzar
mejores niveles de desarrollo nacional, especialmente porque este
sector generar mayor valor agregado
a los productos en
comparación con el sector agrícola; c) incrementar
los ingresos de los
trabajadores como medio para generar mayor demanda agregada
dentro de las condiciones del mercado nacional;
d) promover un papel gubernamental más efectivo para
reforzar las condiciones de desarrollo nacional y aumentar los
estándares de vida del país.
Foster-Carter (1973) encuentra tres diferencias fundamentales
entre el Marxismo
ortodoxo clásico y el neo-marxismo, siendo el segundo el
que provee una base para la teoría de la dependencia.
Primero, el enfoque clásico se centra en el
análisis del papel de los monopolios extendidos a escala mundial,
mientras que el centro del neo-marxismo es proveer una
visión desde las condiciones periféricas. Segundo,
el movimiento clásico previó la necesidad de una
revolución
burguesa en la introducción de procesos de
transformación; desde la perspectiva de neo-marxista y
basándose en las condiciones actuales de los países
del Tercer Mundo, es imperativo "saltar" hacia una
revolución social, principalmente porque se percibe que la
burguesía nacional se identifica fuertemente con
posiciones de élite y de la metrópoli más
que con posiciones nacionalistas. El enfoque marxista
clásico consideraba que el proletariado industrial
tenía la fuerza y
estaba llamado a ser la vanguardia
para la revolución social; el enfoque neo-marxista
insistió en que la clase revolucionaria debía de
estar conformada por los campesinos para poder llevar a
cabo un conflicto
revolucionario.
Aunque la escuela de la modernización y la escuela de la
dependencia difieren en muchas áreas, también
presentan algunas similitudes, las principales son: a) el centro
de la investigación es el desarrollo de los países
del Tercer Mundo; b) una metodología que utiliza un alto
nivel de abstracción y se centra en el proceso
revolucionario, utilizando estados-naciones como unidad de
análisis; c) el uso de visiones estructurales
teóricas polares; en un caso la estructura es
tradición versus modernidad (modernización), en el
otro en el caso del centro versus la periferia (dependencia).
De acuerdo con la escuela de la dependencia la principales
hipótesis referentes al desarrollo en los
países del Tercer Mundo son: primero, el desarrollo de los
países del Tercer Mundo necesita tener un grado de
subordinación al centro en contraste del desarrollo de las
naciones centrales cuyo desarrollo fue historicamente y es hoy
día independiente. En Latinoamérica podemos
observar ejemplos de esta situación, especialmente en
aquellos países con un alto grado de
industrialización, como Brasil el cual es
utilizado por Andre G. Frank como caso de estudio.
Segundo, los dependentistas en general consideran que las
naciones periféricas experimentan su mayor desarrollo
económico cuando sus enlaces con el centro están
más débiles. Un ejemplo de esto es el proceso de
industrialización que se desarrolló en
Latinoamérica durante los años 30s y 40s cuando las
naciones del centro estaban concentradas en resolver los
problemas
de la Gran Depresión y las potencias occidentales estaban
involucradas en la Segunda Guerra
Mundial.
Una tercera hipótesis indica
que cuando los países del centro se recuperan de su
crisis y
reestablecen sus vínculos comerciales y financieros,
incorporan de nuevo al sistema a los países periféricos, y el crecimiento y la
industrialización de esto país se tiende a ver
subordinada. Frank indica en particular que cuando los
países del centro se recuperan de la guerra u otras crisis
que han desviado de su atención de la periferia, la
balanza de pagos,
inflación y estabilidad política de los
países del Tercer Mundo se han visto afectadas
negativamente. Por último, el cuarto aspecto se refiere al
hecho de que las naciones más subdesarrolladas que
todavía operan con sistemas tradicionales feudales son las
que tuvieron relaciones más cercanas con el centro
Sin embargo, Theodino Dos Santos afirma que la base de la
dependencia de los países subdesarrollados resulta de la
producción industrial tecnológica, más que
de vínculos financieros a monopolios de los países
del centro. Otros autores clásicos de la teoría de
la dependencia son: Baran, quien ha estudiado condiciones en
India a final
de la década de 1950; y Ladsberg, quien ha estudiado los
procesos de producción industrial en los países del
centro en los setentas.
Las principales críticas de la teoría de la
dependencia se han centrado en el hecho de que esta escuela no
provee evidencia empírica exhaustiva para justificar sus
conclusiones. Además, este enfoque utiliza un alto nivel
de abstracción en su análisis. Otra crítica
es que el análisis de la dependencia considera
perjudiciales los vínculos de estos países con las
corporaciones transnacionales mientras en verdad estos
vínculos pueden ser utilizados como medio de transferencia
de tecnología. Referente a esto es importante recordar que
los Estados Unidos fue una colonia y que este país tuvo la
capacidad de romper en círculo vicioso del subdesarrollo.
Los nuevos estudios de la teoría de la dependencia
incluyen los de Cardoso (1979) y a Falleto (1980). Estos autores
toman en cuenta las relaciones de los países en
términos de sus niveles sistémicos (externos) y
sub-sistemáticos (internos), y cómo estas
relaciones pueden ser transformadas en elementos positivos para
el desarrollo de las naciones periféricas. O´Donell
estudió el caso de la autonomía relativa entre
elementos económicos y políticos en el contexto de
las condiciones de los países del Tercer Mundo,
especialmente los países de Asia Sur-Oriental. Evans
estudió las ventajas comparativas que Brasil tiene
respecto a sus vecinos en Sur América, y Gold estudió los
elementos de dependencia que operaban a principios del proceso
mediante el cual Taiwán se convirtió en un
país con notable potencial económico.
Un punto importante de los nuevos estudios de dependencia es que
mientras que la posición ortodoxa de la dependencia no
acepta la autonomía relativa del gobierno de las
élites poderosas, los nuevos autores de esta escuela
reconocen un margen de acción de los gobiernos en el
sentido de darles espacio para perseguir su propia agenda. Estos
argumentos se incluyen principalmente de los trabajos de Nikos
Poulantzas. Para éste cientista político los
gobiernos del Tercer Mundo tienen un cierto nivel de
independencia del eje real de poder dentro del país.
Una de las principales críticas actuales de la
teoría de la dependencia y de la modernización es
que ambas continúan basando sus supuestos en los
resultados en los estados-nación. Este es un punto
importante que nos permite separar las escuelas antes mencionadas
de la perspectiva teórica de los sistemas mundiales o de
la teoría de la
globalización. Éstos últimos movimientos
enfocan su atención principalmente en las vínculos
entre países, especialmente aquellos relacionados con el
comercio, los
sistemas financieros internacionales, la tecnología
mundial y la cooperación militar.
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