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Panama




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    el tratado de 1903 y sus
    enmiendas

     

    1. La etapa
      revisionista
    2. La primera revisión del
      tratado hay – bunau varilla en 1936
    3. Los convenios de base militares de
      la decada de 1940
    4. La segunda revision del tratado
      hay–bunau varilla en 1955
    5. La entrevista chiari –
      kennedy en la casa blanca
    6. El fracaso de la comision de alto
      nivel
    7. En visperas del 9 de enero de
      1964
    8. Comienza la etapa abrogacionista
      del tratado de 1903
    9. La negociación del
      presidente roberto chiari
    10. La fase decisiva de la
      negociación de los tratados de 1967
    11. El limbo de los tratados de
      1967

    La etapa revisionista

    Definitivamente la fundación
    de la República de Panamá fue
    posible por el interés de
    los Estados Unidos de
    América
    en construir un canal interoceánico a través del
    istmo. El 3 de noviembre de 1903 existe porque existe el 18 de
    noviembre de ese mismo año.

    La Convención del Canal Ístmico
    amarró a Panamá de tal manera que su desarrollo
    como nación
    se vio fuertemente comprometido, ya que las mismas fuerzas que se
    comprometieron a protegernos nos avasallan. Durante cinco
    décadas se lucha con armas desiguales
    para lograr desatarse, parcialmente, de los poderosos
    protectores.

    La etapa revisionista de la Convención del Canal
    Ístmico o Tratado Hay–Bunau Varilla va desde octubre
    de 1904 hasta la firma el 25 de enero de 1955 del Tratado
    Remón–Eisenhower. En este periodo de tiempo se
    realizan un intento serio pero fracasado de revisión en
    1926, con el Tratado Kellogg–Alfaro y dos momentos exitosos
    con los tratados
    Arias–Roosevelt y Remón–Eisenhower.
    Además de otras negociaciones, en la década del 40
    referente a la protección del canal, ¿por
    qué demoraron tanto los panameños en terminar esa
    larga etapa revisionista? En este capítulo se
    tratará de dar una respuesta.

    La República manca, coja y
    tuerta

    La separación de Panamá de Colombia a sido
    atacada a ultranza junto con los próceres y defendida a
    capa y espada junto con los próceres también. Tal
    como lo indica Diógenes de la Rosa a desvirtuado entre "el
    panegírico y la diatriba". Donde se encuentra la verdad,
    es algo aún por descubrirse.

    En 1907 personalidades como Luis De Roux y Eusebio A.
    Morales se quejan por escrito ante la opinión
    pública del poco nacionalismo y
    alto grado de mercantilismo
    de una gran parte de la dirigencia política de esa
    época. Más reciente en 1961 Galileo Solís,
    Ministro de Relaciones exteriores del presidente Chiari, es
    más comprensivo al declarar que era muy fácil
    criticar a los próceres de 1903 mirando los
    acontecimientos más fríamente a través de
    las experiencias adquiridas y no estando bajo las presiones que
    debieron haber sufrido los gestores de la
    república.

    Parece ser que hay una gran controversia en lo referente
    a nuestra separación de Colombia ya que por un lado hay
    historiadores que sitúan a los próceres en calidad de
    estadistas y otros los califican poco menos que de delincuentes.
    A la historia negra
    de la separación se ha respondido creando la historia rosa
    o dorada. Cuando, según el Dr. Jaén, lo que
    correspondía era hacer simplemente la historia
    política verdadera de Panamá.

    La pregunta clave sería ¿tenían los
    panameños de 1903 un fuerte y arraigado sentimiento
    independentista? Un análisis a los acontecimientos pone en duda
    que así fuera. Después de su independencia
    de España
    en 1821 Panamá se une a la Gran Colombia que reunía
    los territorios de Venezuela,
    Colombia, Ecuador y
    Panamá, o sea, parte del antiguo virreinato de la Nueva
    Granada. Luego se separa por un tiempo, en 1830 y en 1831, donde
    Venezuela y Ecuador se separan definitivamente, pero sigue siendo
    parte de Colombia. En 1841 casi se logra una independencia
    definitiva de una Colombia en proceso de
    desintegración, que se cancela cuando se resuelve esa
    situación pasajera. Por lo tanto, hasta 1903 los
    panameños se sienten esencialmente colombianos. Su
    problema es lograr un poco de autonomía en contra del
    centralismo
    bogotano. Es hasta el rechazo el 12 de agosto de 1903 del Tratado
    Herrán–Hay para la construcción del canal interoceánico
    que comienza a fraguarse la idea de la separación. Esto
    fue algo tan repentino que figuras como Buenaventura Correoso,
    Oscar Terán y Belisario Porras no la aceptan. Por esto
    Ernesto Castillero Pimentel, historiador panameño,
    señala que un sensible error de los próceres y
    primeros gobernantes fue enseñarle a las generaciones
    republicanas a vilipendiar el periodo de unión de a
    Colombia. Negándonos con esto 400 años de historia
    común.

    El tratado de 1903 disminuía la
    personalidad internacional del nuevo estado de
    Panamá y, algo quizás más grave para la
    clase dirigente, coartaba la capacidad de prosperidad, sobre todo
    de ellos.

    No se puede perder de vista la situación
    internacional en la que ocurre la separación de
    Panamá de Colombia y surge el tratado Hay–Bunau
    Varilla. Las grandes potencias se habían repartido el
    mundo. La doctrina Monroe había degenerado en la
    política del garrote, en donde los Estados Unidos hacia lo
    que le viniera en gana. La muestra esta en
    que al rechazar Colombia el Tratado Herrán–Hay
    apoyan la separación de Panamá y le imponen un
    tratado que encima que les daba un sin fin de prerrogativa ellos
    interpretan a su libre albedrío. Hacen del artículo
    III a través del cual la República de Panamá
    concede "todos los derechos, poder y
    autoridad que
    poseerían y ejercitarían si ellos fueran soberanos
    del territorio….." la piedra angular de la ejecución a
    su entero favor del tratado de 1903.

    Pero a la acción de Estados Unidos, cuyo
    resultado es disminuir la capacidad política y
    económica de la joven República de Panamá,
    se añade la de sus propios dirigentes nacionales.
    Ésta es quizá más grave aún que la
    extranjera. Como un ejemplo de esto por iniciativa propia el
    gobierno
    panameño, el 1 de junio de 1904, declaró cesante la
    jurisdicción, dentro de la Zona, de sus propias
    autoridades. Y el 19 de mayo hace entrega simbólica de la
    Zona del canal al primer gobernador George W. Davis.
    Además sin que nadie se lo pida ese primer gobierno de
    Amador Guerrero arrió la bandera panameña, en 1904,
    en la Zona del Canal, a la cual no retornó hasta 1960.
    Igual sucede con el articulo 136 de la constitución de 1904 por el cual se
    autorizaba a Estados Unidos a intervenir en cualquier punto del
    país para restablecer el orden, propuesto por Tomás
    Arias y Amador Guerrero – aun en contra del representante
    norteamericano en Panamá.

    El 24 de junio de 1904 las autoridades zoneítas
    implantan la Tarifa Dingley, arancel proteccionista que se aplica
    en todo el territorio norteamericano, mediante la cual comienza a
    establecerse un complejo comercial y fiscal que le
    hará competencia a la
    nueva república. Además declaran los puertos en
    ambos extremos del país como terminales del canal. Todas
    estas medidas impiden el desarrollo del país el cual ve
    pasar por sus aguas una gran cantidad de barcos y por la
    interpretación arbitraria del tratado de 1903, por parte
    de Estados Unidos, no tiene ningún beneficio para
    sí.

    Las quejas que estas medidas generaron llegaron a tal
    tono que en diciembre de 1904 el presidente Teodoro Roosevelt
    envía a Panamá a su secretario de Guerra,
    William H. Taft, a calmar los ánimos y tiene éxito
    en pocos días. El 6 de diciembre se firma el Convenio Taft
    que, en parte, resuelve la situación pero crea nuevos
    problemas. En
    adelante, durante la etapa revisionista del tratado de 1903 los
    gobernantes panameños estarán más
    preocupados por obtener la eliminación de trabas con el
    comercio de la
    Zona del Canal que por problemas relativos a la soberanía y a la
    jurisdicción.

    Con parte del dinero que
    Estados Unidos paga por el canal, se desarrolla un proyecto
    educativo en el cual se mandan a prestigiosas universidades de
    Europa, estados
    Unidos y Chile cerca de
    100 panameños a estudiar, de este grupo salen
    figuras como Harmodio Arias y Augusto Samuel Boyd que
    serán presidentes de la república. Esta
    generación toma el relevo de los próceres, tienen
    preocupaciones, ensayan nuevos estilos y sin embargo en
    política, la mayoría de ellos consideran al estado
    como coto de caza particular, librado a la rapiña del
    ganador temporal. Estos panameños, a pesar que traen un
    soplo de modernidad,
    demostrarán incapacidad recurrente para resolver los
    problemas de fondo, los políticos, generados por la
    Convención del Canal Ístmico de 1903 y su
    aplicación.

    Harmodio Arias Madrid, en sus funciones de
    presidente de Panamá negocia la primera revisión
    exitosa del tratado de 1903: El Tratado Arias–Roosevelt de
    1936. Uno de los principales logros de este tratado fue la
    eliminación del derecho a intervenir en los asuntos
    internos de Panamá, a pesar que fue una iniciativa del
    gobierno del presidente Roosevelt. Ya que desde Manuel Amador
    Guerrero hasta Rodolfo Chiari, pasando por Belisario Porras,
    Pablo Arosemena y Ricardo Arias Feraud entre otros, liberales y
    conservadores, en el gobierno o en la oposición,
    solicitaban la intervención de Estados Unidos para cuidar
    sus intereses momentáneos.

    Algunos claman por la revisión del Tratado de
    1903

    El 30 de noviembre de 1903, 12 días
    después de firmada la convención del canal
    ístmico, el subsecretario de Relaciones Exteriores de
    Panamá Honorio González Guill, le envía un
    cable a nuestro representante francés en Washington
    indicándole que ese tratado necesita una convención
    adicional ya que tiene muchos puntos por aclarar.

    Belisario Porras, en su presidencia de 1912 a 1916 y
    Eusebio Morales, su representante en Washington redactan, en
    1915, un nuevo tratado para presentarlo a la consideración
    de los Estados Unidos, pero la primera guerra
    mundial postergó el asunto hasta 1919. Este tratado
    contenía artículos que hubieran ayudado al desarrollo
    económico del país. Entre ellos
    comprometía a Estados Unidos a construir dos líneas
    de ferrocarril una de la región de Bayano hasta la ciudad
    de David; la otra de la desembocadura del Chagres hasta
    Changuinola. La oposición política a Porras publica
    este tratado con comentarios mal intencionados dando al traste
    con este proyecto.

    Porras, en su segundo período presidencial de
    1918 a 1920, insiste nuevamente en la revisión del tratado
    de 1903. Aprovechando la visita al país del presidente
    electo de U.S. Warren G. Harding le presenta un memorándum
    de reclamaciones sobre el tratado de 1903.

    Un Intento fallido de revisión del Tratado de
    1903.

    Nuevamente Porras, en su tercer período
    presidencial de 1920 a 1924, insiste en su empeño
    revisionista. El presidente Harding se compromete en 1922 a
    reformar el tratado Hay–Bunau Varilla, pero su muerte
    repentina en 1923 lleva al poder a Calvin Coolidge quien
    gobernará inclinado a la política del gran garrote
    en sus relaciones con sus vecinos del sur.

    Ricardo J. Alfaro, representante de Panamá en
    Washington, dirigió el 3 de enero de 1923 al secretario de
    Estado Charles Evans el "Pliego de Cargos de Panamá a
    Estados Unidos por la manera de aplicar éste el tratado de
    la Zona del Canal" donde termina expresando el deseo del gobierno
    panameño de arreglar, por medio de un protocolo, o de
    cualquier otro pacto, los desacuerdos existentes. Las
    conversaciones comienzan en el gobierno de porras pero tomaran
    fuerzas en el siguiente gobierno el del presidente Rodolfo Chiari
    Robles. Ricardo J. Alfaro y Eusebio A. Morales conducen por
    Panamá las negociaciones.

    El 12 de octubre de 1925 Chiari solicita la
    intervención de las tropas norteamericanas para sofocar el
    movimiento
    inquilinario. Esa acción no favorece en nada la
    posición negociadora ante el poderoso protector. El
    resultado fue el tratado Kellogg–Alfaro firmado el 28 de
    julio de 1926 en Washington. Dicho proyecto no resolvía
    nada esencial para los panameños y comprometía a
    Panamá a considerarse en estado de guerra en cualquier
    conflicto en
    que los U.S. fuera beligerante. Este tratado era un secreto de
    estado y fue publicado en Cuba y en
    Costa Rica, se
    sospecha que la publicación fue obra de Porras para de
    esta manera vengarse de lo ocurrido con su proyecto de tratado en
    1915. El tratado Kellogg–Alfaro es rechazado por la
    opinión pública, encabezados por el movimiento
    Acción Comunal, creado en 1923, compuesto de
    jóvenes idealistas que ven en el estado
    panameño algo más que una empresa
    puesta al servicio de un
    pequeño grupo plutocrático.

    Ricardo J. Alfaro, lamenta que se considere como algo
    ignominioso el pacto,

    sostiene por su parte que este tratado representó
    la primera batalla diplomática de Panamá y que se
    celebró contra una cancillería norteamericana en el
    apogeo de la dureza, de la incomprensión y la
    inflexibilidad en su trato con nosotros.

    Hasta por lo menos 1932 domina en el gobierno americano,
    de hecho, la política del gran garrote y una
    intransigencia férrea en todo lo que tenía que ver
    con las reivindicaciones panameñas relativas al tratado de
    1903 y sus interpretaciones. No obstante, EUA abroga
    unilateralmente el Convenio Taft el 7 de septiembre de 1922 y
    anuncia oficialmente su aceptación de revisar la
    Convención del Canal Ístmico, pero aclara que
    cualquier nuevo tratado complementaría y no
    remplazaría al de 1903.

    La primera
    revisión del tratado Hay – Bunau Varilla en
    1936

    En 1932 toma posesión de la presidencia de los
    Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, quien acaba con las
    intervenciones directas en los asuntos internos de Panamá.
    Él recibe, en visita oficial, al presidente Harmodio Arias
    Madrid en la casa blanca el 9 de octubre de 1933. El 17 de
    octubre en declaración conjunta, manifiestan que la
    construcción del canal había concluido, que el uso,
    ocupación y control de la
    Zona del Canal era sólo para el mantenimiento,
    funcionamiento y protección del canal. Estados Unidos toma
    la iniciativa y plantea la posibilidad de revisar el tratado de
    1903. En julio de 1934, Roosevelt visita Panamá. El
    presidente Arias nombra a Ricardo J. Alfaro, Carlos Lucas
    López y Narciso Garay como comisionados para negociar el
    nuevo tratado.

    Aunque son los Estados Unidos los que proponen la
    revisión, los militares norteamericanos se oponen
    rotundamente a esto. El tratado General de Amistad y
    Cooperación es ratificado por la Asamblea Nacional el 24
    de diciembre de 1936 y por el senado de los Estados Unidos tres
    años después, debido a la resistencia de
    los militares. Este tratado tiene tres convenciones
    suplementarias: una sobre las comunicaciones
    radiofónicas, otra para el traspaso de dos estaciones
    navales radioeléctricas y una más para la
    terminación de una carretera transístmica entre las
    ciudades de Panamá y Colón.

    En este tratado se logra, al fin, un triunfo
    político al eliminarse cláusulas mediante las
    cuales se permitía la intervención de los Estados
    Unidos en los asuntos internos de Panamá. Y las que
    otorgaban el derecho a EUA de expandir la Zona del Canal
    unilateralmente. Se alcanzan ciertas conquistas
    económicas, como el aumento de la anualidad y el derecho
    de los comerciantes panameños a vender sus productos en
    el mercado de la
    Zona y se le permitía a continúa reconociendo
    explícitamente a la Zona del Canal como un territorio
    aparte, con sus propias leyes y
    autoridades. La obligación conjunta de defender el canal
    era lo que los opositores del tratado de 1936 estimaban
    violatorio de su neutralidad.

    El tratado Arias–Roosevelt, a pesar de los claros
    avances y de un saldo mas bien positivo para Panama en el balance
    de las negociaciones, no suscito la unanimidad entre los
    panameños. Lejos de eso, una parte de la opinión
    publica se le opone. El Dr. Demetrio Porras diputado por el
    partido socialista lideriza esta oposición.

    Los Convenios de base
    militares de la decada de 1940

    En 1939, entra en vigencia el tratado de 1936 y
    rápidamente es violado por los EUA mediante
    interpretaciones excesivas y unilaterales. Siguen en pie la
    discriminación laboral y el
    contrabando.

    En 1940 asume la presidencia de Panama el Dr. Arnulfo
    Arias Madrid. Dentro de una postura políticamente mas
    nacionalista, empeñada en resolver asuntos bilaterales con
    EE UU de carácter
    mas bien económico, envía un memorándum de
    12 puntos "Primordiales para el desarrollo económico,
    industrial y político del país" presentado por el
    embajador en Washington Carlos N. Brin al presidente Franklin D.
    Roosevelt.

    Ante el recrudecimiento de la II guerra mundial,
    los EUA solicita sitios de defensa fuera de la Zona del Canal, en
    lo que el gobierno panameño manifiesta renuencia. EUA
    quería estos sitios por 999 años, luego reduce el
    tiempo a 99 anos. Arnulfo se niega a esto, manteniendo a Panama
    neutral en la gran guerra. Al negarse el gobierno panameño
    a artillar las naves de bandera panameña, el presidente
    Arias es derrocado, con la complicidad de los EE UU. El nuevo
    presidente Ricardo Adolfo de la Guardia declara la guerra a
    Japón,
    Alemania e
    Italia. Acepta
    artillar los barcos de bandera panameña y negocia los
    sitios de defensa que requerían los EE UU para la defensa
    del canal.

    Panama arrienda 136 parcelas en todo el territorio
    nacional que suman 15,000 hectareas y que deberían
    devolverse un año después del fin de la guerra.
    Fueron años de bonanza económica en Panamá
    por la presencia de miles de soldados de paso a los frentes de
    batalla. En 1939 se inician los trabajos de excavaciones para la
    construcción de un tercer juego de
    esclusas, pero se suspenden por falta de fondos.

    Pasado el plazo, al finalizar la guerra, para la
    retirada de los EUA de los sitios de defensa. El embajador
    norteamericano solicita formalmente negociar un nuevo convenio.
    Panama solicito la devolución de todos los sitios de
    defensa y los EUA hicieron caso omiso a esta solicitud.
    Repentinamente el 3 de mayo de 1947, el gobierno panameño
    anuncia que, a causa de haberse agravado la situación
    internacional, era indispensable mantener los sitios de defensa.
    Esta postura trajo como consecuencia la firma del Convenio
    Filos–Hines, el cual fue rechazado por la Asamblea Nacional
    el 22 de diciembre de 1947, a pesar de contar el gobierno con la
    mayoría parlamentaria. Esto sucedió gracias a la
    acción conjunta de la opinión pública
    panameña, y sobre todo de la acción de grupos
    organizados como la Federación de Estudiantes de
    Panamá, que nace en 1943, y del Frente Patriótico
    de la Juventud, de
    1945, organización política que sucede a
    la Acción Comunal. Inmediatamente los EE UU cumplen el
    convenio original y retiran sus tropas de los sitios de defensa y
    las relocalizan en la Zona del Canal.

    El 20 de enero de 1953, el general Dwight D. Eisenhower,
    el héroe militar de la segunda guerra
    mundial, asume la presidencia de los EUA hasta enero de 1961.
    Ese hecho tendría mucho que hacer con la historia de
    Panamá y las negociaciones para un nuevo tratado relativo
    a la vía interoceánica.

    La segunda revision
    del Tratado Hay–Bunau Varilla en 1955

    Como resultado del vacío de poder dejado por las
    autoridades de los EUA gracias al tratado de 1936, la
    Policía Nacional termina llenado ese vacío y las
    diferentes crisis
    políticas de los años 40 llevan a la
    comandancia de esta al Coronel José Antonio Remón
    Cantera, el cual a pesar de tener un origen familiar entroncado
    con la mas vieja burgesía colonial se acerca mas al pueblo
    llano mostrando un genuino interés por ellos, esto tal vez
    se deba a su educación en la
    Academia Militar de México y a
    las estrecheces económicas de su juventud.

    El primero de octubre asume la presidencia de
    Panamá, e intuyendo los dividendos políticos que
    podía ganarle, hace de la causa de la revisión del
    tratado de 1903 uno de sus caballos de batalla. El 15 de marzo de
    1953 bajo el lema "Ni millones, ni limosnas, queremos
    Justicia
    " anuncia Remón su intención de
    solicitar una revisión del Tratado de 1903. Todos en
    Panamá creyeron que entre militares podían
    entenderse mejor y al resaltar Remón los asuntos de
    defensa esto seria música celestial para
    Eisenhower y su gobierno. Sin embargo, y a pesar de la
    posición sobre temas de reconocimiento de la
    soberanía y el fin de la perpetuidad, lo que
    perseguían los panameños era resolver problemas
    económicos y contrario a su lema los millones y la
    justicia
    equivalían a lo mismo.

    El 27 de agosto en víspera de su viaje a
    Washington, Remón convoca en la Plaza 5 de mayo a "Una
    cita con la patria" para, en principio, recibir apoyo ciudadano a
    sus gestiones ante el gobierno de los EE UU.

    Panamá nombra como negociadores a Octavio
    Fábrega, Carlos Sucre y Roberto Heurtematte. Sus
    planteamientos fueron aspiraciones fundamentalmente de
    carácter económico y fiscal, aunque solicitan
    eliminar la perpetuidad por 99 anos de vigencia del tratado de
    1903 y el reconocimiento pleno de la soberanía
    panameña sobre la Zona del Canal. Las negociaciones fueron
    extremadamente difíciles, por una parte los
    panameños pedían cinco millones de dólares
    como anualidad y por la otra los norteamericanos querían
    imponer una cláusula en donde Panamá no
    volvería a solicitar mas revisiones al tratado del canal,
    la cláusula que fue conocida como del "silencio
    perpetuo".

    Ante tanta reserva y oposición del Departamento
    de Estado, Remón escribe al presidente Einsenhower en
    noviembre de 1954 y logra destrabar las negociaciones.
    Envía al ex presidente Harmodio Arias como representante
    especial, quien tendrá una destacada actuación en
    la concertación del nuevo tratado. El 25 de enero de 1955,
    veintitrés días después de ser asesinado el
    Presidente Remón, en la ciudad de Panamá es firmado
    el Tratado de Mutuo Entendimiento y Cooperación, conocido
    como Remón–Einsenhower, entre el embajador de EUA
    Selden Chapin y el canciller panameño Octavio
    Fábrega.

    Ricardo M Arias Espinosa asume la presidencia, como
    segundo vicepresidente, después del arresto del presidente
    José Ramón
    Guizado, el cual es acusado de estar involucrado en la muerte de
    Remón. Guizado se buscó estos problemas al intentar
    enfrentar a la poderosa Cecilia Pinel de Remón, la viuda
    con aspiraciones políticas, cuando reemplazó en el
    gobierno a figuras claves del remonismo.

    El gobierno de Arias Espinosa cae en enfrentamientos
    directos con los EUA los cuales se liman al efectuarse en Panama
    la reunión de presidentes del hemisferio entre el 22 y el
    23 de julio de 1956. Fue un golpe maestro de propaganda del
    nuevo gobierno que queda plenamente lavado de culpas reales o
    imaginarias por sus vecinos, y de paso por toda la comunidad
    internacional.

    Pero tres días después de la
    reunión de presidentes, Egipto
    nacionaliza el canal de Suez y el Departamento de estado entra en
    pánico al pensar que a Panamá se le pueda ocurrir
    algo similar, atrasan la legislación para la
    implementación de los tratados por dos años y
    medio, y no es hasta el gobierno de Ernesto de la Guardia que
    entra en vigencia el nuevo tratado.

    RESUMEN DE LA SEGUNDA
    PARTE

    SE
    PREPARA LA ETAPA ABROGACIONISTA DEL TRATADO DE
    1903

    Esta es una etapa de transición que tendrá
    como resultado la abrogación del Tratado Hay-Bunau Varilla
    y sus enmiendas. Las situaciones internas e internacionales se
    conjugan para crear un nuevo ambiente
    ideológico en el país, dando lugar al primer
    movimiento concreto de
    reivindicación política. Este surge en la Universidad de
    Panamá y se torna en antecedente directo de los incidentes
    del 9 de enero de 1964.

    LA SIEMBRA DE BANDERAS EN LA ZONA DEL
    CANAL

    En el año de 1956, bajo el mando de Gamal
    Abdel Nasser, Egipto nacionaliza el Canal de Suez. Se rebela
    Egipto en contra de potencias coloniales más poderosas de
    Europa, Gran Bretaña y Francia, y su
    lucha tiene éxito. Este acontecimiento provoca inquietud
    en el gobierno estadounidense, temiendo que Panamá imite
    la actitud
    egipcia.

    El 2 de mayo de 1958, un grupo de estudiantes de la
    Unión de Estudiantes Universitarios, liderizados por
    Carlos Arellano Lennox y otros; penetran en la Zona del Canal y
    siembran setenta y cinco banderas panameñas en diversos
    sitios. Este incidente pone de manifiesto el nuevo sentimiento
    nacionalista y los deseos de soberanía que se estaban
    dando en todas nuestras capas sociales. Los diplomáticos
    panameños presentan quejas formales ante el gobierno
    estadounidense, a fin de eliminar la discriminación hacia
    los nacionales y la colocación del Pabellón de
    Panamá en la Zona del Canal.

    Las pretensiones panameñas fueron desestimadas, y
    tiempo después se empieza la planificación y anuncio de otra marcha de
    siembra de bandera en el área canalera. Surgió
    también la idea de una invasión masiva de protesta
    por los nacionales hacia la Zona del Canal. Esta idea fue tomada
    en serio por las autoridades zoneítas, las cuales
    procedieron a elaborar y revisar acciones y
    planes concretos de contención el 2 de noviembre de
    1958.

    Llegado el 3 de noviembre, Aquilino Boyd con familiares
    y seguidores se presentan con banderas en el monumento a
    Goethals, luego pasaron a las esclusas de Miraflores. La
    manifestación pacífica fue detenida y uno de las
    banderas nacionales fue vejada por un miembro de la fuerza
    policial zoneíta. Este gesto enciende los ánimos y
    origina una ola de violencia que
    arrecia en la noche, en las ciudades de Panamá y
    Colón, extendiéndose hasta el día 5 de
    noviembre. El saldo de heridos entre los norteamericanos fue de
    treinta y seis personas entre civiles y militares, en tanto que
    los nacionales fueron cuarenta. El 29 de noviembre de 1959, los
    panameños intentan otra siembra de banderas en la Zona del
    Canal, pero son repelidos por la Guardia Nacional, nuevamente se
    producen disturbios y heridos en la ciudad de
    Panamá.

    Las reclamaciones de soberanía y el
    resquebrajamiento en la actitud de Washington hacia los reclamos
    panameños, también generan protestas por parte de
    los zonians. Estos sostienen que la república es
    controlada por una minoría oligárquica, y que en el
    país no existe una estructura
    política seria. Dicen además que imperan los
    acuerdos "bajo la mesa" y la corrupción.

    A principios de
    1960, la Cámara de Representantes y el Congreso de los
    Estados Unidos también trataron de obstaculizar por
    medios legales
    la izada de nuestra bandera nacional en el área
    canalera.

    En nuestro país durante ese mismo año
    surge electo Roberto F. Chiari Remón, quien luego de las
    elecciones nombra una Comisión Política
    Internacional. Esta comisión tiene como objeto mantener la
    posición panameña en nuestras relaciones con
    Estados Unidos y examinar mas a fondo el tema de las
    reivindicaciones económicas. De este equipo de trabajo
    surgieron dos recomendaciones importantes: 1) lograr el
    enarbolamiento de la bandera panameña en todos los
    edificios públicos de la Zona del Canal y naves en
    transito, y 2) priorizar el cese de la perpetuidad en la letra de
    los tratados vigentes.

    A fines del mes de noviembre de 1959, el presidente
    Eisenhower se muestra dispuesto a enarbolar la bandera
    panameña en la Zona del Canal. Esta disposición
    genera, al ser consultada, toda una serie de controversias,
    quejas, trámites y opiniones encontradas entre los
    diversos estamentos del gobierno estadounidense. Luego de un sin
    número de obstáculos y presiones, finalmente el 12
    de septiembre de 1960 el presidente de los Estados Unidos decide
    que la bandera panameña se enarbole diariamente junto a la
    norteamericana.

    Se ejecuta la "instrucción Panamá" del
    presidente Eisenhower el 17 de septiembre de 1960, y se cumple la
    misma el día 21 del mismo mes y año,
    izándose el Pabellón Nacional en el Triangulo
    Shaler durante una emotiva ceremonia.

    Esta acción provoco algunas críticas entre
    nacionales, por el sitio de izada escogido; y también por
    los estadounidenses. No obstante, el Departamento de Estado
    calificó el hecho como un gesto voluntario y unilateral de
    reconocimiento de la soberanía titular de Panamá
    sobre la Zona del Canal.

    El presidente Chiari, impulsado por Eisenhower, inicia
    un período de acercamiento al sucesor de este
    último, con la finalidad de mitigar los resentimientos y
    mejorar las relaciones entre ambos países.

    LA ENTREVISTA
    CHIARI – KENNEDY EN LA CASA BLANCA

    El 20 de enero de 1961 toma posesión de su
    cargo el sucesor del presidente Eisenhower, John F.
    Kennedy.

    El 22 de julio de ese mismo año, el director del
    Departamento de Planificación de Panamá, David
    Samudio contacta al representante especial del presidente
    Kennedy, el Sr. Burrows, para manifestarle las intenciones del
    presidente Chiari de negociar un nuevo tratado sobre el Canal de
    Panamá. El 8 de septiembre de ese año, el
    presidente envía a su hermano Ricardo Chiari con una
    misiva dirigida al nuevo presidente, en donde le solicita una
    reunión y le comunica los aspectos de conflicto que le
    gustaría discutir en ese encuentro. Entre los aspectos
    relevantes señala los temas de la soberanía, la
    perpetuidad y la explotación de recursos,
    principalmente el canal.

    Luego de una demora intencional de dos meses, el 2 de
    noviembre de 1961, el presidente Kennedy responde a la misiva de
    Chiari. En su respuesta le indica que ha impartido instrucciones
    a sus funcionarios, para que lleven a acabo una evaluación
    de sus necesidades actuales y futuras respecto a la vía
    interoceánica. Nombra una Comisión de Estudio
    dirigida por el subsecretario de Estado George W. Ball, en donde
    participan representantes de la Casa Blanca, el Departamento de
    Defensa y el de Presupuesto.

    Como resultado del trabajo de esta comisión, la
    Casa Blanca adopta un Memorando de Acción de Seguridad
    Nacional, en donde existen tres puntos esenciales:

    1. Investigar y determinar dentro de los
      próximos cinco años, los factores de
      construcción, demanda de
      trafico y viabilidad de un canal a nivel del mar por el istmo
      de Panamá.
    2. Estados Unidos no aceptaría
      renegociación fundamental de los tratados existentes,
      pero reconoce que dicha posición no puede ser
      indefinida y habría que tomar decisiones antes de la
      terminación de los estudios canaleros.
    3. Expresar a Panamá la disposición e
      intención sincera de ajustar las relaciones dentro de
      una interpretación liberal de los tratados y acuerdos
      existentes.

    El presidente Kennedy responde con la negatividad que
    observamos en los puntos anteriores, no obstante da una respuesta
    positiva a la solicitud de una visita oficial por parte del
    presidente Chiari a la Casa Blanca. La respuesta a la nota
    anterior por parte del presidente Chiari, se da con prontitud el
    17 de mayo de 1962. En ella reitera su deseo de efectuar una
    revisión integral de los tratados existentes y evade la
    entrada en el tema de la construcción del canal a
    nivel.

    El presidente Kennedy respondió el 25 de mayo
    de1962 de forma corta e insustancial, expresando su deseo de
    recibirlo pronto en Washington para tener la oportunidad de
    explorar las mutuas inquietudes y problemas como
    presidentes.

    La visita del presidente Chiari tiene lugar del 12 al 16
    de junio de 1962, arribando con el una comitiva que
    incluía a su canciller Galileo Solís y otros
    funcionarios. El presidente panameño expone con franqueza
    todos los motivos de insatisfacción y conflicto,
    condensados en una serie de nueve temas, que no obtuvieron
    respuesta adecuada:

    1. Restricción de los derechos otorgados a
      Estados Unidos en la Zona del Canal, a los fines estipulados
      de mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y
      protección del canal.
    2. Respeto de la soberanía panameña en
      la Zona del Canal y reconocimiento de la misma por
      manifestaciones concretas como el enarbolamiento de la
      bandera panameña en todas partes, uso del español como idioma oficial y de
      estampillas postales
      panameñas, reconocimiento de exequátur
      panameño a cónsules extranjeros, juzgamientos
      de panameños por tribunales de
      Panamá.
    3. Devolución a Panamá de todas las
      tierras y aguas no necesarias para fines específicos
      definidos en los tratados.
    4. Eliminación de la cláusula de
      perpetuidad.
    5. Aumento substancial de los beneficios pecuniarios
      por la concesión del canal.
    6. Terminación de actividades comerciales e
      industriales del gobierno americano en la Zona del
      Canal.
    7. Cuestiones laborales de discriminación a
      panameños, igualdad
      de salarios e
      igualdad de prestaciones de seguridad
      social.
    8. Restablecimiento en jurisdicción
      panameña de facilidades portuarias.
    9. El cobro en la fuente del impuesto sobre
      la renta de panameños empleados en la Zona del
      Canal.

    Durante la visita se llevaron a cabo dos rondas de
    conversaciones, en ninguna de ellas estuvo presente la
    representación del Departamento de Defensa, signo este que
    indicaba sin lugar a dudas, que las reuniones serían
    meramente protocolares.

    Ante la insistencia del presidente Chiari, a Kennedy no
    le quedó mas camino que la franqueza, y expreso de forma
    tajante su deseo de negociar un nuevo tratado que abrogue el de
    1903. Para que el presidente Chiari no volviese a Panamá
    con las manos vacías, surgió la idea de crear una
    Comisión de Alto Nivel, que posteriormente a las reuniones
    continuara trabajando sobre algunas reivindicaciones de detalle.
    Esta comisión de trabajo estaría formada por un
    grupo binacional.

    Como resultado final de la visita ambos mandatarios
    emitieron una Declaración Conjunta el 13 de junio de 1962.
    En esta se plasmaba la intención de resolver mediante
    discusiones los puntos de insatisfacción relativos a los
    tratados. En general, excepto el asunto de las banderas
    panameñas y un par de puntos secundarios, las aspiraciones
    de Panamá quedaron sin respuesta, ya que dos años
    después el presidente Kennedy dio instrucciones de que no
    se hiciera nada que afectara los tratados existentes.

    El 15 de junio de 1962 el presidente Kennedy adopta otro
    Memorando de Acción de Seguridad Nacional. Este no
    reemplaza al anterior sino que le adiciona nuevos elementos. En
    este memorando nombra a los funcionarios que laboraran en la
    nueva comisión, a saber: Joseph Farland y el mayor general
    Robert Fleming. Como contraparte el presidente panameño
    nombro al canciller Galileo Solís y al ministro de
    Relaciones Exteriores Octavio Fábrega.

    El presidente Kennedy ordena a sus designados buscar
    pronta solución a los conflictos de
    tipo práctico y simbólico, por métodos
    ejecutivos y legislativos que no alteren los tratados.
    Confecciona un resumen con todas las peticiones fundamentales de
    Panamá, mas este no deja de ser solo eso, una mera lista
    de información.

    EL FRACASO DE LA
    COMISION DE ALTO NIVEL

    La Comisión de Alto Nivel fue instalada
    solemnemente en la Presidencia de la Republica de Panamá
    el 6 de julio de 1962. No fue hasta la segunda reunión,
    celebrada el 13 de julio, cuando se plantearon formalmente las
    aspiraciones panameñas, ya mencionadas en los nueve puntos
    que se trataron durante la visita del presidente
    Chiari.

    El 13 de octubre de 1962 tiene lugar la tercera
    reunión, y en esta ocasión Panamá adiciona
    tres puntos a sus anteriores aspiraciones: Corredores bajo plena
    jurisdicción panameña en la Zona del Canal; la
    apertura del mercado zoneíta al comercio panameño y
    facilidades portuarias en Panamá y Colón. De todas
    las aspiraciones presentadas, solo se logro la consecución
    de dos: el reconocimiento de los exequátur
    panameños y la retención y posterior transferencia
    al tesoro nacional, del impuesto sobre la
    renta de los ciudadanos panameños que laboraban en la Zona
    del Canal. El ministro Galileo Solís sostiene que no
    logró mucho porque los representantes norteamericanos no
    eran realmente de alto nivel.

    Mientras los representantes especiales ganan tiempo
    utilizando tácticas dilatorias, la colocación de
    banderas panameñas en la Zona del Canal continúa.
    En esta ocasión las autoridades norteamericanas colocan
    dos en el puente de las Américas, el día de su
    inauguración, el 12 de octubre de 1962.

    Roberto Chiari le escribe al presidente Kennedy el 22 de
    febrero de 1963, solicitando el aumento en la anualidad del Canal
    que había sido tratado en su visita previa. Dadas las
    condiciones políticas de la época, Joseph Farland
    recomienda aceptar la petición formulada, y también
    sugiere que el aumento sea por cinco millones de dólares.
    En el documento sus recomendaciones específicas
    fueron:

    1. Que el presidente Kennedy se prepare para dar al
      presidente Chiari seguridades de que Estados Unidos
      examinará con simpatía el asunto de la
      compensación adicional a Panamá para el periodo
      inmediatamente anterior a la negociación de un nuevo tratado o la
      renegociación del existente.
    2. Que Estados Unidos no prepare al mismo tiempo
      comentarios sobre cantidad, método de pago u otro uso.
    3. Que sugiera que este tema se convierta en sujeto
      para consideración prioritaria de los representantes
      de los dos presidentes en la discusión
      bilateral.

    También mencionó la aceptación por
    parte de Chiari de una moratoria quinquenal, lo cual no era
    cierto.

    El 19 de marzo de 1963 Chiari vuelve a encontrarse con
    Kennedy en una cumbre presidencial celebrada en San José
    de Costa Rica. No hay datos sobre
    declaración alguna en esta reunión, concerniente a
    la República de Panamá. El 20 de marzo se da una
    breve reunión entre los presidentes de Panamá y
    Estados Unidos en donde tratan principalmente el aumento de la
    anualidad. Al presidente Chiari se le solicita absoluta
    discreción respecto a lo conversado en este ultimo
    encuentro, a fin de no malograr los esfuerzos que realizara el
    presidente Kennedy.

    Galileo Solís señala en nota a Dean Rusk
    que la única forma viable de solucionar todos los
    conflictos existentes, era mediante la negociación de un
    nuevo tratado. Era necesario sentar las bases para esta nueva
    negociación con prontitud, ya que al presidente Chiari no
    lo quedaba mucho tiempo de mandato. Incluyó además
    otros puntos que necesitaban de solución por acuerdo
    bilateral, como la reconstrucción y ampliación de
    carreteras que incluye la de Panamá a Colón, la de
    Arraiján–La Chorrera; el reconocimiento del
    español en la Zona del Canal; el problema del agua potable
    en Panamá y Colón; y el problema de
    reversión de grandes zonas territoriales que no sirven
    para la operación y defensa del Canal.

    El 14 de mayo de 1963 el Presidente Chiari en
    compañía de su ministro Galileo Solís,
    recibe al embajador Farland en el Palacio de las Garzas. Galileo
    sugiere que sería beneficioso en términos
    políticos para el presidente Chiari, poder anunciar la
    existencia de un compromiso de parte de los Estados Unidos, a
    negociar un nuevo tratado dependiendo del resultado de los
    estudios para el canal a nivel del mar. Farland estuvo de acuerdo
    con esta sugerencia, mas al elevar la consulta buscando el
    beneplácito del Departamento de Estado para que Chiari
    pudiese hacer el anuncio, se encontró con una respuesta
    rápida y fulminante: "No hay decisión firme
    aún ni la habrá en un futuro cercano.

    El 19 de mayo de 1963 Chiari le manifiesta nuevamente a
    Farland la absoluta necesidad, a fin de crear un clima favorable
    en ambos países, que se dé una renegociación
    de los tratados, sin saber que ya existía una negativa
    tajante del gobierno estadounidense. Señala Chiari
    además, su deseo de recibir respuesta a la carta que
    enviara al presidente Kennedy el 22 de febrero. Estas solicitudes
    reiteradas de Panamá motivan la disolución de la
    Comisión de Alto Nivel, con la aprobación del
    presidente Kennedy, expresada en la nota de respuesta enviada al
    presidente de Panamá el 9 de julio de 1963.

    El 23 de julio de 1963 se disuelve, por mutuo acuerdo la
    Comisión de Alto Nivel, y ese mismo día le escribe
    el presidente Kennedy a Chiari, una carta larga e
    insustancial que no aborda el tema de los tratados y habla
    solamente de cooperación bilateral.

    Concluye esta etapa de las relaciones entre
    Panamá y Estados Unidos con un rotundo fracaso de la
    Comisión de Alto Nivel, sin mas avance que el acuerdo para
    el enarbolamiento de la bandera nacional; y a fines de diciembre
    de 1963 ya existen once sitios en los cuales ondea el
    pabellón nacional a todo lo largo de la Zona del
    Canal.

    EN VISPERAS DEL 9 DE
    ENERO DE 1964

    Luego del fracaso de la Comisión de Alto Nivel,
    el gobierno de Estados Unidos se muestra indiferente y confiado
    en cuanto al tema panameño. Saben que existen problemas en
    Panamá, mas ante la situación internacional los
    mismos son soslayados, y mantienen la postura del presidente
    Kennedy de esperar cinco años mas; hasta la
    conclusión de los estudios del canal a nivel para iniciar
    cualquier negociación referente a los tratados. A pesar de
    las advertencias de su embajada en Panamá y de su
    encargado de negocios
    Wallace Stuart, quien reemplazo Joseph Farland, Estados Unidos
    hace caso omiso. No prestan atención al documento de
    recomendación, enviado por Stuart al Departamento de
    Estado, apoyando la postura del canciller Solís y hacen
    gala de una extraordinaria miopía.

    Al final de 1963, Washington continúa prestando
    oídos sordos tanto a su embajada en Panamá como al
    canciller Solís, no esperan mayores dificultades de este o
    del presidente Chiari y están decididos a contentarlos con
    pequeñas concesiones. El 8 de noviembre, el Departamento
    de Estado comunica a su Embajada en Panamá que favorece el
    inicio de negociaciones en busca de modificaciones menores a los
    tratados. Gira instrucciones y el permiso para negociar ayuda
    económica a la
    administración de Chiari; la apertura de un corredor a
    través de la Zona de Canal bajo jurisdicción
    parcial de Panamá; el permiso para el establecimiento de
    mayor actividad comercial panameña en la Zona del Canal, y
    la transferencia parcial de France Field a Panamá. A
    cambio el
    Departamento de Estado solicita la extensión de la base de
    Río Hato, facilidades en los aeropuertos de Tocumen y
    David para sus aeronaves militares, y otros asuntos menores. La
    propuesta sugiere que las negociaciones se lleven a cabo desde
    diciembre de 1963 a todo lo largo del año 1964.

    El 22 de noviembre de 1963 John F. Kennedy es asesinado
    en Dallas, y lo reemplaza en el cargo su vicepresidente, Lyndon
    B. Johnson. Este no presentó novedad alguna de procedimientos, y
    continuó con la consabida ceguera y las tácticas
    dilatorias, a fin de abocar a los panameños a una
    negociación basada en el canal a nivel. Como parte de esta
    estrategia
    arguyen un Plan de
    Acción para sus relaciones con Panamá. El plan
    consiste en negociaciones menores y el fortalecimiento de las
    instituciones
    publicas y la sociedad civil.
    Son medidas de contención a fin de ganar el favor de los
    estudiantes y algunos elementos políticos.

    Como resultado de la política anterior, se
    anuncia el 30 de diciembre de 1963, los últimos seis
    sitios en los cuales será izada la bandera panameña
    en la Zona del Canal. Llegando a completar un total de quince
    sitios en donde ondea el pabellón, no obstante, el consejo
    civil recomienda no izar la bandera panameña en los
    colegios públicos del área. Se tienen luego todos
    los elementos del violento drama que vivirá Panamá,
    iniciándose el 9 de enero de 1964.

    RESUMEN DE LA TERCERA
    PARTE

    COMIENZA LA ETAPA ABROGACIONISTA DEL TRATADO DE
    1903

    La tragedia mas grande en toda la historia de la
    República sucede en momentos en que la población no aguanta más. Los
    tratados que anteriormente fueron cuestionados, ahora más
    que nada necesitan que sean abrogados cada uno de ellos y se
    pueda llevar a cabo un tratado que cuente con la
    aprobación de toda la población y que den luz de que los
    Estados Unidos nos entregue la jurisdicción y luego la
    reversión del Canal. Se inicia con los sucesos del 9 de
    enero de 1964, luego el rompimiento de las relaciones con Estados
    Unidos y para culminar la declaración conjunta
    Moreno-Bunker.

    Los sucesos del 9 de enero de
    1964
    Dadas las distintas versiones, esto indica
    que no hay un consenso entre las parte involucradas de
    cómo se produjo todo el proceso de levantamiento, tanto en
    parte de los ciudadanos panameños como de los americanos
    de la Zona del Canal.

    Todo comienza por la mala política de
    implementación en las áreas de la Zona del Canal
    cuando estudiantes, padres de familia y
    profesores no quieren obedecer las leyes sancionadas para que se
    ponga la bandera panameña al lado de la norteamericana. El
    gobernador de ese entonces, Robert Fleming, accede a la
    petición de los zonians para izar la bandera de los
    Estados Unidos en el interior de los colegios. Pero esto solo era
    el comienzo para que naciera lo que cosecháramos
    días después, cuando el 7 de enero de 1964
    estudiantes izan la bandera de Estados Unidos en las afueras de
    la escuela de
    Balboa. Luego oficiales de la misma toman control de la bandera y
    los estudiantes hacen un segundo intento, de tal forma que el
    gobernador decidió no interferir ya que existía una
    resolución al respecto. En otros de los colegios hicieron
    lo mismo en los días siguientes, incluyendo el de San
    Cristóbal, Balboa y dos escuelas primarias. Aquí se
    palpa la provocación dada por esta población. El 8
    de enero hay respuesta del gobierno de la Zona del Canal el cual
    indica que Washington tomó el compromiso internacional de
    mostrar ambas banderas y que los norteamericanos tenían el
    deber de preservar relaciones cordiales con la República
    de Panamá, requiriendo así la cooperación de
    todos los estadounidenses para cumplir con esta responsabilidad.

    Sucede que ese mismo 9 de enero de 1964, el gobernador
    Fleming toma un avión como a las 5:30 p.m. para reunirse
    con Stephen Ailes, Subsecretario de Ejército, y Thomas
    Mann subsecretario de Estado para Asuntos Internacionales. El
    gobernador pregrabó un comunicado a los residentes de la
    Zona del Canal explicando la controversia de izar las banderas de
    ambos países, que fue pasado a las 6:15 p.m. El gobernador
    ya había comunicado al Consejo Cívico de Balboa que
    se deberían ondear ambas banderas pero el Consejo mantuvo
    su decisión de que la única bandera que
    ondearía sería la de los Estados Unidos.

    De esta forma Fleming dejó al mando al coronel
    David Parker, el cual no tiene total responsabilidad sobre lo que
    estaba pasando y se propicia lo que menos esperábamos ya
    que hacía meses que no había embajador de Estados
    Unidos en Panamá.

    Versión del Coronel
    Parker

    Versión de los
    panameños

    Como a las 4:30 p.m. hora local, 200 estudiantes
    del Instituto Nacional marcharon pacíficamente hacia
    el colegio de Balboa, para izar la bandera panameña.
    Luego la policía los detiene antes de llegar al
    colegio y permite a cinco representantes de los estudiantes
    para que se acercaran a izar la bandera. Ellos fueron
    rodeados por 500 ciudadanos estadounidenses. De regreso la
    policía los escolta y les recomienda su regreso a
    Panamá cerca de las 6:10 p.m. Los estudiantes
    panameños abandonan la escuela pacíficamente
    y a mitad de camino, inicia el vandalismo contra las
    propiedades y automóviles. La policía en su
    intento por hacer el desalojo de la zona empuja a los
    estudiantes, sin hacer arrestos. A las 6:50 p.m.
    estudiantes panameños permanecían destruyendo
    las propiedades. El coronel Parker llama a un oficial de
    turno de Quarry Heights como a las 6:58 p.m., sugiriendo a
    las tropas que actuaran.

    La situación se convirtió en
    peligrosa, 7:30 p.m., sin embargo los manifestantes no
    querían salir del área de la Zona.
    Autorizaron a los policías a utilizar gas
    lacrimógeno y armas de fuego. Entre las propiedades
    que fueron afectadas, esta la casa del juez Crowe, al cual
    le lanzaron una "Molotov", y varios autos
    quemados en las cercanías de la lavandería de
    Ancón. El coronel da un recorrido por la cuatro de
    julio donde le tiran piedras al auto y al ver una multitud
    de casi 5 o 6 mil personas decide regresarse. Cerca de las
    7:59 p.m., el coronel hace reporte al General O´Meara
    indicándole que no era capaz de contener los
    ánimos de los manifestantes.

    A las 5:00 p.m., un grupo de 200 estudiantes (y
    esto coincide en parte con la versión de Parker, ya
    que las horas difieren) incluyendo varones y niñas,
    entran a la Zona del Canal y llegan hasta las autoridades
    locales estadounidenses, obteniendo permiso de izar la
    bandera panameña y cantar el Himno Nacional de
    Panamá al lado del asta, frente a la escuela
    superior de Balboa. La marcha se inicia a las 5:30 p.m. y
    los estudiantes son detenidos por la policía de
    Balboa. Hubo acuerdo en que solo fuera una comitiva de 5
    estudiantes. A las 5:45 p.m. el resto de los estudiantes
    institutores ven a la delegación desde unos 200
    metros de distancia, la delegación trató de
    cantar el Himno Nacional de Panamá cerca del asta,
    donde ondeaba la bandera de Estados Unidos, rodeados por
    más de dos mil estudiantes y padres de familia. Son
    abucheados por la multitud y luego se lanzan sobre ellos,
    le tratan de arrebatar la bandera y al no poder
    conseguirlo, la pisan y desgarran. La delegación de
    estudiantes es golpeada a toletazos. Los institutores con
    lagrimas de impotencia se retiran donde están sus
    compañeros. Los estudiantes zoneitas a las 6:00 p.m.
    persiguen a los institutores. Padres de familia y policias
    despliegan a los pobladores de la zona en la avenida Cuatro
    de Julio. Los institutores se defienden con piedras para
    evitar las persecuciones. La noticia se extiende
    rápidamente en la ciudad de Panamá, a las
    6:30 p.m. por la línea limítrofe se agregan
    tanto estudiantes de otros colegios como particulares. El
    estudiante Ascanio Arosemena de la Escuela Profesional fue
    el primer muerto, luego que una bala de rifle lo alcanza.
    Desde las 7:00 p.m. los pobladores de la Zona utilizan
    revólveres y fusiles, y con los particulares
    disparan contra la población y estudiantes
    panameños. A las 7:30 p.m. millares de
    panameños se lanzan portando banderas por todos los
    sectores límites de la Zona del Canal, tanto
    así que la policía del Canal es doblada en
    número y piden ayuda al ejército de Estados
    Unidos.

    Versión del general O´Meara,
    jefe del Comando Sur

    Versión de los
    panameños

    Comenta el general que habían entre unos
    2,500 y 3,000 manifestantes entre la avenida del cerro
    Ancón y la cuatro de julio, los manifestantes
    ingresaron y prendieron automóviles y
    pretendían derribar los portones. Les hizo un
    anuncio por altoparlante para que aquellos que no vivieran
    ni trabajaran en el área se retiraran de lo que es
    la Zona del Canal. Cerca de las 9:00 p.m. la masa de
    manifestantes se movilizó hacia el oeste de la
    cuatro de julio. Es cuando en su pasar los manifestantes
    incendian la casa del juez Crowe y arrancan los portones.
    Alrededor de las 9:51 p.m., un grupo entra a la zona con
    piedras y bombas
    incendiarias tirándolas a los policías. En
    ese momento la policía utiliza gases
    lacrimógenos para separar la manifestación.
    Llegan las tropas al lugar y toman control del mismo. Las
    entradas al área de la Zona del Canal son bloqueadas
    cerca de las 11:00 p.m. y a las 12:00 medianoche se
    despliegan dos compañías de paracaidistas y
    un batallón mecanizado por todo lo largo de la
    cuatro de julio. En cuanto al sector Atlántico, el
    Consulado Americano es incendiado y el YMCA es saqueado. La
    frontera en Cristóbal fue asegurada a las 10:40
    p.m.

    A las 8.00 p.m. las fuerzas armadas de la Zona del
    Canal entran con armamento de largo alcance y armas pesadas
    las cuales causan mas muertes y heridos a los manifestantes
    panameños. Las ambulancias que portan el emblema de
    la Cruz Roja también son alcanzadas por las balas de
    los policías. Cerca de las 9:00 p.m. el Hospital
    Santo Tomás anuncia que no tiene mas capacidad para
    la atención de heridos. El presidente de la
    República de Panamá a las 10:00 p.m. pide a
    las autoridades de la Zona del Canal que cesen el fuego
    ante la población indefensa y notifica que el
    gobierno panameño ha roto relaciones con los Estados
    Unidos. La violencia continúa hasta el día 10
    de enero. Y los militares americanos cierran el paso por el
    puente de las Américas para que no pasen
    manifestantes que vengan del oeste del país. El
    gobierno de la Zona anuncia que cortará el
    suministro de agua, lo cual nunca sucedió. Se
    paraliza la circulación por cuatro días
    mientras duran los incidentes. Ascienden a 21 muertos y 500
    heridos entre las ciudades de Panama y Colon. Los
    norteamericanos registran cuatro muertos y mas de cien
    heridos. Hasta esa fecha Panamá y Estado Unidos
    sufren la mayor crisis política y diplomática
    desde la creación de la Republica en 1903. En esta
    fecha Panama atravesó el punto en que no puede
    retornar a las mismas complacencias que existían con
    los tratados anteriores. Es llamado por los
    panameños el "perfeccionamiento de su
    independencia", logro que se obtuvo luego de tener
    jurisdicción en el año de 1979 y su
    reversión definitiva en el año de
    1999.

    Panama rompe relaciones diplomáticas con
    los Estados Unidos

    Debido a la falta de responsabilidad por parte de las
    autoridades civiles y militares de la Zona del Canal y de la
    población de ciudadanos estadounidenses, se produce una de
    las catástrofes panameñas que llevan a este
    país a romper relaciones con los Estados Unidos. Se inicia
    el 10 y el 11 de enero de 1964 al romper Panama relaciones con
    los Estados Unidos, comunicándolo oficialmente a la
    embajada de Estados Unidos el día 10, a las 3:51 p.m. El
    canciller Galileo Solís hace una solicitud para reunirse
    con el Organo de Consulta de la
    Organización de Estados Americanos (OEA) para
    poder "contener la agresión y mantener la paz y la
    seguridad del Continente".

    El mismo día el representante permanente Aquilino
    Boyd demanda que "intervenga la Organización de las
    Naciones Unidas
    (ONU), a fin de
    que estos actos de agresión sean considerados por el
    Consejo de Seguridad". También el 10 de enero se reune el
    Consejo de Seguridad, donde en respuesta del embajador americano
    Adlai Stevenson, este acoge el comunicado del representante del
    Brasil en un
    "llamamiento a los gobiernos de Estados Unidos y de Panama a fin
    de que tomen inmediatamente las medidas mas convenientes para que
    cesen el fuego y el derramamiento de sangre", donde se
    muestra el poder de parte del país de mayor fuerza. El
    presidente del Consejo de Seguridad, el boliviano Renán
    Castrillo Justiniano en la madrugada del 11 de enero comunica sin
    dejar dudas la resolución de "cese inmediato de
    intercambio de disparos y el derramamiento de sangre. Y una
    solicitud a que los gobiernos respectivos impongan el mayor
    dominio sobre
    sus fuerzas militares y protejan a la población
    civil".

    En la noche del 9 de enero Washington se entera de los
    problemas que acaecen en Panamá y el Presidente Lyndon
    Johnson actúa de inmediato llamando al presidente Roberto
    Chiari, en esa llamada el expresa "su profundo pesar por la
    situación de violencia que se ha desarrollado". De esta
    conversación agradece al Presidente Chiari por mantener la
    calma en la población panameña y el se
    comprometió a hacer lo mismo, adiciona que ha existido
    infiltración comunista diciendo que: "Debemos de estar
    conscientes, los dos, de que hay elementos poco amigables a
    ambos, que explotarán la situacion". Sin pausar y
    comunicándose en todo momento a través del
    traductor, el Presidente Johnson le dice: "Estoy enviando de
    inmediato a mi representante de confianza, el subsecretario
    Thomas Mann, para que nos asista en encontrar una
    solución". Chiari sin demora le comenta en inglés:
    "Permítame un momento, señor presidente… le
    diré lo mismo que pienso decirle al señor Mann.
    Siento, señor presidente, que lo que necesitamos es una
    revisión completa de todos los tratados que afectan las
    relaciones entre Panama y Estados Unidos". Johnson:
    "Dígale que primero tenemos que determinar cuales son las
    causas de estos disturbios". Chiari por medio del traductor: "Fui
    a Washington en 1961 (sic)…y desde esas conversaciones, ni
    una cosa se ha hecho para aliviar la situación que ha
    provocado esta violencia". Johnson: ’No hay nada que pueda
    jamás justificar la violencia, deseo ver hacia adelante y
    no hacia atrás…estoy seguro de que el
    presidente Chiari y el secretario Mann pueden intercambiar puntos
    de vista y nosotros, con cuidado y juiciosamente, consideraremos
    puntos de vista y llegaremos a un área de
    acuerdo".

    Entre los participantes que llegaron el 10 de enero
    estaban el hombre de
    confianza en los asuntos latinoamericanos y exembajador en
    Mexico, el Sr. Thomas Mann, así como el Sr. Paul Dugan de
    la Casa Blanca, Edwin Martin y Robert Manning, del Departamento
    de Estado y Cirus R. Vance, secretario de Ejercito. Este
    último trataría personalmente con el Presidente y
    su gobierno. En el Palacio de las Garzas se reunen el Sr. Mann y
    Vance con el Sr. Chiari.por unos 90 minutos. Esta reunión
    fue un poco hostil dado que la multitud se escuchaba y las
    piedras se sentían en las ventanas. Panameños que
    acompañaron al presidente Chiari fueron el canciller
    Galileo Solis y Arturo Morgan Morales, Director del Departamento
    de Relaciones con Estados Unidos. El Presidente Chiari
    trató de inmediato de solicitar una "revisión
    estructural" de los tratados de 1903,1936 y 1955 al Sr. Mann, lo
    cual no pudo ser posibles aunque la carta de rompimiento de
    relaciones llegara a la embajada americana. El Sr. Mann le
    notificó al Sr. Chiari que no contaba con la
    "autorización " y que en esos momentos la "respuesta
    sería automáticamente negativa, simplemente porque
    hay cosas políticamente imposibles". De esta forma le
    comunicó la situación al Presidente Johnson y al
    Secretario de Estado Rusk. El Sr. Mann pidió al Sr. Chiari
    definir lo que significaba "revisión estructural", siendo
    "un acuerdo mediante el cual representantes de ambos
    países se reunirían, sin precondiciones, a negociar
    un tratado completamente nuevo". Mientras tanto el Sr. Vance le
    comunica al presidente Chiari que la bandera de Estados Unidos
    será desplegada en los Colegios Públicos de la Zona
    del Canal pero que también será desplegada la
    bandera de Panama, añadiendo así el 15 de enero
    dieciocho sitios adicionales para un total de veintinueve con el
    emblema panameño en la zona del Canal, donde se incluyen
    los colegios secundarios.

    El Presidente Chiari trata de forzar las decisiones
    indicando que va a retirar el personal que se
    encontraba en Washington y les solicitó a los
    norteamericanos evacuar la base de Río Hato por mar antes
    de cumplirse cuatro semanas. Para reafirmar la posición
    del Sr. Mann, este le informa al Sr. Chiari de que
    existían informes de
    inteligencia
    de que elementos castristas habían penetrado en su
    círculo de asesores, de tal forma que Fidel Castro
    estaría enviando armas a Panama y que la mayoría de
    los que habían fomentado los disturbios habían sido
    liberales. De estos informes le indica al presidente Chiari de
    simpatizantes de Fidel Castro que son intelectuales, obreros y
    simplemente estudiantes panameños como Adolfo Ahumada,
    Eligio Salas, Víctor Ávila, Humberto Ricord, los
    hermanos Turner, Carlos Ivan Zuñiga (Partido Socialista),
    Alberto Calvo y muchos mas. En tanto que el corresponsal de
    América
    Latina del Chicago Tribune, indica que líderes del
    extremismo conservador indican al joven Ricardo Arias
    Calderón, profesor universitario dirigente del movimiento
    católico laico, miembro de la secretaría del
    Comité Pro-Rescate de la Soberanía Nacional, era un
    "elegido de los comunistas". Añade Mann con tono de voz
    amenazante a Chiari, que "la responsabilidad recae sobre ambos
    gobiernos para mantener la paz durante este período de
    ruptura de relaciones. Es una carga pesada… Si las turbas
    tratan nuevamente de forzar su entrada a la Zona, las bajas
    podrían ser altas".

    En esos momentos en que la situación estaba
    tensa, el 10 de enero el Sr. Arnulfo Arias Madrid, siendo el
    más importante líder
    de oposición, ataca al gobierno por "su incapacidad de
    mantener el orden y proteger al pueblo". Al existir una gran
    unidad nacional en nuestro pueblo, en el cual realizan los actos
    fúnebres, atrayendo a miles de personas. Otro personaje
    que fue sospechoso, fue el padre Carlos Pérez Herrera. El
    obispo (que en paz descanse) Marcos Gregorio McGrath le escribe
    al expresidente Truman el 10 de enero: "El acto original de
    desobediencia cívica, no importa lo pequeño que
    parecía en aquel momento a quienes participaron en
    él, fue enorme en sus consecuencias y es peligroso
    brindarle apoyo". Nacen espontáneamente varios
    comités de defensa de la soberanía, en donde el
    municipio convoca el 16 y 17 de enero un Cabildo Abierto con la
    asistencia de los cuarenta y nueve municipios del país,
    adoptando un duro comunicado, apoyando al presidente Chiari.
    Personas osadas como Thelma King, una de las simpatizantes de
    Fidel Castro, reúne una manifestación de mil
    personas y se dirijen a la Guardia Nacional a solicitar armas, en
    tanto que el Comandante Bolívar Vallarino ordena la
    disolución por parte de la guarnición de Tocumen.
    En tanto, la fuerza armada panameña se abstiene de
    participar en dichos actos.

    Los partidos
    políticos se encuentran en una posición tensa
    ya que los de la alianza de oposición critican al
    presidente Chiari enviándoles comunicados desde el 16 de
    enero. El servicio de Inteligencia de los Estados Unidos notifica
    que las fuerzas arnulfistas han llegado a un supuesto acuerdo con
    el Partido Comunista para poder realizar acciones conjuntas. La
    noche del 13 de enero es incendiado el hotel Tívoli y
    atrayendo a la Guardia Nacional hacia el área de la Zona
    del Canal. Mientras que la Presidencia se ve desprotegida, los
    militares norteamericanos mantienen comunicación directa con el Coronel
    Bolívar Vallarino para evitar el sobrepasarse. El General
    P. O´Meara actuaría si el presidente necesitara
    ayuda o lo mismo si el coronel Vallarino lo solicitase para poder
    aplacar las fuerzas comunistas. De las cosas que nunca sucedieron
    el General O´Meara estaría en comunicación
    directa con Washington. Tanto era el miedo a los comunistas que
    en reunión en la Casa Blanca había la posibilidad
    de hablar con Marco Robles, este contaba con la lealtad de la
    Guardia Nacional y tenían mucha más confianza que
    con Chiari. Debido a la situación económica, no iba
    a haber ningún golpe de estado,
    ni existió intención en esos momentos. Esta
    situación hace que Estados Unidos tema que Panama se lance
    en una cruzada internacional en la Organización de Estados
    Americanos y en la Organización de las Naciones
    Unidas.

    El 10 de enero se designa al embajador Juan Bautista de
    Lavalle nombrado por dicha comisión, presidente del
    Consejo de la OEA, integrada por Argentina,
    Colombia, Republica
    Dominicana y Venezuela, sustituyendo a Estados Unidos.
    Presidida por el venezolano Enrique Tejera París y el
    embajador chileno Manuel Trucco, el Comité trata de
    obtener un inmediato logro. Pronto llegaron los representantes de
    la OEA y se reunieron con los representantes de los distintos
    países, el Sr. Galileo Solís por parte de
    Panamá y el Sr. Thomas Mann por los Estados Unidos. El 15
    de enero la Comisión Interamericana de Paz emite un
    comunicado que dice: "Las partes han aceptado restablecer
    relaciones diplomáticas lo mas pronto posible y en
    consecuencias, han acordado iniciar discusiones 30 días
    después de restablecidas las relaciones
    diplomáticas, mediante representantes que tendrían
    suficiente autoridad para discutir, sin limitaciones todos los
    temas existentes de cualquier naturaleza que
    puedan afectar las relaciones entre Panama y los Estados
    Unidos".

    Luego de esto palabras del Presidente Roberto Chiari en
    comunicado a todo el país: "Prometí a la
    nación que no reanudaríamos relaciones
    diplomáticas con Estados Unidos hasta que ese país
    aceptase iniciar negociaciones para la redacción de un nuevo tratado, y esta
    promesa ha sido obtenida a través de la mediación
    de la Comisión Interamericana por la Paz… las
    negociaciones a iniciarse… tendrán el propósito
    de sustituir los tratados existentes por un nuevo tratado que
    eliminara para siempre las causas que nos han traído tanto
    dolor… De esta posición no me retractaré por un
    solo momento". Al parecer tanto Washington como la
    Comisión Interamericana de Paz no espera el discurso dado
    por el presidente Chiari. Lo cual hace que Galileo Solís
    solicite la renuncia por las palabras del discurso de Chiari. El
    embajador Manuel Trucco trata de disuadir al presidente Chiari de
    llevar las negociaciones a la OEA ya que no se podía
    determinar quien era "agresor". De esta resolución el
    Presidente Jonson no acepto el termino "negociación" por
    el de "discusión". De esta forma se lleva el caso ante la
    OEA, tomando así dos meses mas.

    Por medio de la Asociación Nacional de Abogados,
    el Sr. Jorge Illueca como presidente, dirige una carta el 21 de
    enero al Sr. Fernando Fournier, miembro de la Comisión
    Internacional de Juristas "en la que acusaba a las fuerzas
    militares y de la policía de los Estados Unidos de
    América que guarnecen la Zona del Canal de Panama de haber
    violado los derechos humanos
    en las ciudades de Panama y Colon, en los días 9, 10 y 11
    de enero de 1964, y solicitaba una investigación por parte de la
    organización". Otorgando la importancia que se merece,
    Estados Unidos envía a Joseph A. Califano, asesor
    jurídico del Departamento de Ejercito. Los tres abogados
    por parte del Comité de Encuesta de la
    Comisión Internacional de Juristas son A. D. Belinfante
    (Países Bajos), Gustaf Preten (Suecia) y Navroz Vakil
    (India), para
    dicha investigación. Se reúnen con los
    panameños Eloy Benedetti, Eduardo Valdés Guardia,
    Diógenes Arosemena Grimaldo, Rodrigo Arosemena Arosemena,
    Carlos Bolívar Predreschi, Guillermo Márquez
    Briceño y Ricardo Rodríguez. Esta
    investigación resulta negativa para el pais, ya que en las
    investigaciónes se declara que tanto la policía
    como la fuerza militar de la Zona del Canal estaba en todo su
    derecho.

    Ya para el 20 de enero se nombra a Miguel Moreno
    Villalaz en reemplazo de Guillermo Augusto Arango para ocupar el
    puesto de embajador designado de la OEA. Pero para el 25 de enero
    el presidente Chiari decide cancelar dichas conversaciones y para
    darle un nuevo giro. El 29 de enero el presidente Johnson no
    siente la posibilidad de acuerdo. En esos momentos el embajador
    Moreno con todo el apoyo de Chiari hace la solicitud de convocar
    una reunión urgente de los ministros de Relaciones
    Exteriores del Continente para poder asegurar la paz y lograr que
    el gobierno de Estados Unidos pague los daños y perjuicios
    a Panamá. También es clave que el poder emitido por
    la Iglesia
    Catoólica apoyando al pueblo panameño en el
    conflicto con Estado Unidos hace ver que la situación no
    era por los Partidos Comunistas sino por las justas
    reivindicaciones para los panameños.

    La Declaración Conjunta
    Moreno-Bunker

    El 3 de abril de 1964 se produjo la Declaración
    Conjunta Moreno-Bunker, se tuvo que superar con el malentendido
    diplomático de forma que ocultaba algo, como:
    negociación de un nuevo tratado que eliminara las causas
    de conflicto creadas por la Convención del Canal Istmico
    de 1903, sus enmiendas y ejecución, creando así un
    enclave colonial en el mero centro del istmo panameño. De
    esta forma Panamá quería abrogar el Tratado de 1903
    y Estados Unidos revisarlo.

    El 15 de marzo, la Delegación de la
    Comisión General de Consejo de la Organización de
    Estados Americanos emiten comunicado que dice así: "Los
    gobiernos de la Republica de Panama y de los Estados Unidos de
    América han convenido en restablecer relaciones
    diplomáticas a la brevedad posible para procurar la pronta
    eliminación de las causas de conflicto relativas al Canal
    de Panama y para tratar de resolver otros problemas existentes
    entre ellos, sin limitaciones o precondiciones de ninguna
    especie. En consecuencia, dentro de los 30 días siguientes
    al restablecimiento de relaciones diplomáticas, ambos
    gobiernos nombraran Embajadores Especiales con poderes
    suficientes para llevar a cabo discusiones y negociaciones con el
    objetivo de
    llegar a un convenio justo y equitativo que elimine las
    antedichas causas de conflicto y resuelva los demás
    problemas referidos. Cualesquier convenios que resulten
    estarán sujetos a los procedimientos constitucionales de
    cada país".

    El mismo 15 de marzo el presidente Chiari se pronuncia
    debido a las presiones que tiene, pero el presidente Johnson le
    sale con comunicado el 16 de marzo en la sede de la OEA, en
    ceremonia para celebra aniversario de la Alianza para el
    Progreso, diciendo "informes de prensa indican
    que el gobierno de Panamá siente que el lenguaje
    que ha estado bajo consideración por muchos días
    compromete a Estados Unidos a rehacer y revisar el Tratado de
    1903. Nosotros no hemos hecho tal compromiso y no pensamos
    hacerlo antes de que las relaciones diplomáticas se hayan
    restablecido y a menos que un arreglo justo y satisfactorio se
    acuerde". Luego de tanta confusión, el gobierno
    panameño consideraba que "el texto de la
    Declaración Conjunta era claro y preciso", en cambio los
    norteamericanos la interpretaban a su manera. Pero el 21 de
    marzo, el presidente Johnson declara que después de
    reconocer la larga historia de apoyo de Panamá a los
    Estado Unidos y sin malicia ni odio, culmina diciendo: "estamos
    preparados para revisar cada tema que nos divide y cada problema
    que el gobierno panameño quiere plantear". Querían
    decir que estaban dispuestos a negociar lo antes posible. Pero no
    agregó nada substancial a lo dicho anteriormente y de la
    misma forma nada los compromete a renegociar los tratados
    existentes. De allí que el presidente Chiari no le queda
    mas que aceptar el 24 de marzo y le comenta al país que
    esta satisfecho.

    En adelante, los asistentes de Johnson le plantean tres
    caminos: primero, el no aceptar la declaración de Chiari
    puesto que para él implica un nuevo tratado, la segunda,
    regresar al acuerdo de la OEA que no menciona el Canal
    directamente y la tercera de una pronta reinicio de relaciones de
    facto.

    El 3 de abril firman acuerdo entre los representantes
    por parte de la República de Panamá a Miguel Moreno
    y de Estados Unidos Ellsworth Bunker, en la OEA, la cual los
    obliga a: "Restablecer relaciones diplomáticas. Designar
    Embajadores Especiales con poderes suficientes para procurar la
    pronta eliminación de las causas de conflicto entre los
    dos países, sin limitaciones ni precondiciones de ninguna
    clase. En consecuencia, los Embajadores designados iniciaran de
    inmediato los procedimientos necesarios con el objeto de llegar a
    un convenio justo y equitativo que estaría sujeto a los
    procedimientos constitucionales de cada país".

    El presidente Johnson llama al presidente Chiari y le
    anuncia el nombramiento de Robert Anderson ex secretario del
    Tesoro de Eisenhower, como el representante especial y a Jack
    Vaughn, jefe del Cuerpo de Paz para Latinoamérica, como embajador en Panama.
    Presidente Chiari nombra a Miguel Moreno Villalaz su embajador en
    la OEA y ante el gobierno de los Estados Unidos.

    Johnson deja a Panamá en segundo plano y se
    dedica al conflicto que es su peor pesadilla: Vietnam. Chiari
    solamente inaugura las negociaciones, ya que el 10 de mayo son
    las elecciones y su período presidencial culmina el 30 de
    septiembre de 1964.

    RESUMEN DE LA CUARTA
    PARTE

    LA
    NEGOCIACIÓN DEL PRESIDENTE ROBERTO CHIARI

    En los últimos meses de gestión
    del presidente Roberto Chiari, entre abril y septiembre de 1964,
    se dan los primeros pasos en las difíciles negociaciones
    entre la República de Panamá y los Estados Unidos
    de América, en busca de un convenio justo y equitativo que
    elimine las causas de conflicto relativas al Canal de
    Panamá. Esta negociación tuvo en su contra la tan
    cercana finalización del período presidencial del
    presidente Chiari lo cual conllevaría un cambio
    significativo la perspectiva del nuevo presidente y su
    política exterior, y por otro lado, las elecciones
    presidenciales en los Estados Unidos.

    SE INICIAN LAS CONVERSACIONES

    Los primeros pasos de las negociaciones incluyen la
    designación de Robert B. Anderson para representar a los
    Estados Unidos, el 3 de abril de 1964, y el nombramiento de Jorge
    Illueca para dirigir el equipo negociador panameño, el 23
    de abril del mismo año.

    La primera reunión de negociaciones se
    llevó a cabo en la ciudad de Nueva York el 12 de junio, en
    la que participó el embajador especial panameño,
    Jorge Illueca, con el equipo americano completo, con Robert B.
    Anderson y otros dos negociadores con autoridad y fuerza para
    negociar, Robert Newbegin y Sterling J. Cottrell.

    La representación panameña parecía
    en desventaja por el período de transición
    presidencial y su escasa preparación estratégica.
    En Panamá se había eligido a Marco Robles
    Méndez como nuevo presidente de la República, el 10
    de mayo de 1964, lo cual traería un clima de incertidumbre
    a las negociaciones. Es bien conocido que en Panamá,
    durante el período comprendido entre la elección y
    la toma de posesión, resulta imprudente tomar decisiones
    importantes, por parte del jefe del Ejecutivo, que no tenga el
    pleno consentimiento del presidente electo. Por otro lado, el
    equipo de trabajo panameño enfrentaba a un equipo
    norteamericano, que además de tener mayoría
    numérica, contaba con elementos que tenían la
    capacidad de negociar todo tipo de cuestiones que tuvieran que
    ver con la posición de los Estados Unidos frente a
    Panamá. Este equipo de negociación del gobierno
    norteamericano se había preparado en:

    1. Los asuntos de procedimiento
      en las últimas negociaciones con Panamá, las de
      1953 a 1955 que culminaron con el Tratado
      Remón-Eisenhower, y,
    2. Los planteamientos fundamentales del Panama
      Review Group
      , presidido por el secretario del
      Ejército, Stephen Ailes, los cuales fueron
      institucionalizados en la Acción de Seguridad No. 296,
      adoptada por el presidente Johnson el 25 de abril de 1964
      donde sostiene la eliminación de la imagen
      colonialista de los Estados Unidos, la negociación de
      los derechos de las bases militares, además de las
      negociaciones de un nuevo canal y el "desengancharse" en
      fechas futuras de la entonces existente Zona del
      Canal.

    Por la parte panameña, antes de partir a
    Washington y Nueva York a sus primeras reuniones de
    negociación, el embajador Illueca se encontró con
    los empresarios reunidos en el centro del capitalismo
    panameño, la Cámara de Comercio, Industrias y
    Agricultura de
    Panamá, bajo la presidencia de Roberto Eisenmann, para
    ampliar el ámbito de su representación y de su base
    política nacional. Pero le hará falta contar con
    una posición más institucional del gobierno
    panameño.

    En esta primera reunión, más bien de
    tanteo, solamente se acuerdan asuntos de procedimiento: que cada
    parte sometería a consideración de la otra cuanto
    tuviera a bien para eliminar las causas del conflicto entre ellas
    y llegar a un convenio justo y equitativo; que los embajadores
    especiales se reunirían con la frecuencia que fuera
    necesario; que a medida que se acordaran algo lo
    someterían a sus respectivos jefes de Estado, para su
    aprobación; y que celebrarían reuniones formales
    para tratar el conjunto de acuerdos concertados en las reuniones
    informales y redactarlos para someterlos a los trámites
    constitucionales pertinentes.

    El planteamiento de Anderson era el de resolver los
    asuntos por vía de órdenes ejecutivas, arreglos
    administrativos y acción legislativa, dando preferencia a
    las dos primeras. Por otro lado, Illueca observa que los asuntos
    sustanciales deben ser resueltos por acción
    legislativa.

    El canal a nivel del mar era un tema de mayor
    importancia para los Estados Unidos. Para estas fechas se contaba
    con el planteamiento básico de los representantes
    norteamericanos que sostenía que al resolverse el tema del
    canal a nivel del mar se resolvía lo del Tratado de 1903
    porque no necesitarían la Zona del Canal y la defensa
    sería menor, a causa de un canal menos vulnerable, y que
    el Senado aprobaría así más
    fácilmente perder los derechos del pacto original. Esta
    fue la posición básica de Washington a todo lo
    largo de la negociación. Sin embargo, este punto de vista
    fue rechazado por el ministro Solís desde su planteamiento
    ya que era inadmisible vincular indisolublemente la opción
    para construir un canal a nivel y resolver los problemas
    relativos a la operación del presente canal de
    esclusas.

    El planteamiento de Illueca, por su parte, solo
    incluyó el asunto colonial de la Zona del Canal. Por lo
    que el 26 de junio, el ministro Galileo Solís,
    después de una reunión en la Presidencia de la
    República, envía instrucciones sobre la
    negociación a Jorge Illueca, distinguiendo entre asuntos
    de método y de fondo, indicando que las cuestiones de alto
    nivel se tratarían entre Illueca y Anderson y se
    dejarían las de detalle y de redacción a Eloy
    Benedetti y Gustavo Tejada Mora quienes trabajarían con
    los embajadores Newbegin y Cottrell. El ministro de Relaciones
    Exteriores reclamó al embajador especial que debía
    añadir otros temas como:

    • La restricción de las actividades de Estados
      Unidos únicamente al funcionamiento, mantenimiento,
      saneamiento y protección del Canal,
    • El goce pleno de beneficios para
      Panamá,
    • La participación de Panamá en la
      administración conjunta del Canal,
      y,
    • La duración del Tratado de 1903.
      Además, el ministro Solís le autoriza al
      embajador Illueca para hablar simultáneamente del canal
      existente y del canal a nivel del mar.

    Las negociaciones continuarían en la segunda
    mitad del mes de junio donde los representantes norteamericanos
    plantearon que la solución de los asuntos fuera al margen
    del tratado o mediante revisiones a la Convención del
    Canal Ístmico de 1903. A lo que Jorge Illueca contesta que
    la fase de enmiendas había terminado, sentando de esa
    forma la posición panameña de abrogación.
    Sin duda alguna este sería un punto fundamental de la
    reivindicación panameña, el alma de toda esta etapa
    de la negociación, que se mantendrá firme hasta el
    final.

    • El 23 de junio el negociador Anderson se refiere los
      siguientes puntos que podrían servir de base para
      formular el temario general:
    • Soberanía,
    • Tierras,
    • Preparativos para un canal,
    • Requerimientos de seguridad para el
      Canal,
    • Empleo,
    • Bandera, y,
    • Facilidades portuarias en ambos lados de la
      vía interoceánica.
    • A lo que el embajador Illueca añadió
      otro punto sobre:
    • Las relaciones económicas y
      políticas.

    Otras reuniones se llevaron a cabo en Nueva York y en
    Washington hasta que el 3 de julio de 1964, el embajador Illueca
    informa al ministro Solís acerca de la posición de
    Estados Unidos, la cual mostraba una actitud reservada sobre la
    terminación del Tratado de 1903, deseaba una opción
    para construir un canal a nivel del mar por Panamá, y que
    las negociaciones trataran sobre el canal a esclusas y uno nuevo
    a nivel del mar.

    ACUERDO DEL TEMARIO GENERAL DE SEIS
    PUNTOS

    El proceso de negociaciones continuó en la ciudad
    de Nueva York el 7 de julio de 1964. El negociador Illueca junto
    con el asesor Eloy Benedetti se reunieron en dos ocasiones,
    primero con Robert Anderson, y en segundo lugar, con el
    secretario del Ejército Ailes y sus asistentes. Los
    representantes panameños presentaron la agenda de
    negociación con seis puntos básicos:

    • La eliminación de prácticas y
      modalidades que hacen de la Zona del Canal un enclave
      colonial,
    • El reconocimiento de la soberanía
      panameña en la Zona del Canal,
    • La desaparición de la jurisdicción
      americana en la Zona del Canal, sin incluir lo relacionado a la
      operación del canal,
    • El goce pleno de Panamá de beneficios
      económicos por su posición
      geográfica,
    • La participación panameña en la
      administración del Canal, y,
    • La duración del Tratado de 1903.

    El equipo norteamericano, además de resistirse a
    que esto se levantara en el acta formal, habló del
    proyecto del canal a nivel del mar, y de la insuficiencia del
    actual canal y su vulnerabilidad. Igualmente, manifestó su
    preocupación por la búsqueda de autorización
    legislativa para los estudios técnicos de las tres rutas:
    la del canal existente (ruta 14); la de
    Sasardí-Mortí (ruta 17) en el centro del
    Darién; y la del Atrato-Truandó (ruta 25) en
    Colombia.

    Más tarde, el 10 de julio, Jorge Illueca
    envía al ministro Solís un resumen de las
    negociaciones, el cual fue presentado el 15 de ese mes en el
    Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, y sintetizó lo
    cubierto hasta entonces:

    1. El planteamiento de Estados Unidos: el cual se
      basaba en encontrar una solución sin
      intervención del Congreso, lo cual excluye la
      renegociación de los tratados vigentes. El canal
      existente tiene una vida limitada por lo que conviene
      construir un canal a nivel del mar. La decisión
      americana de construir la nueva zanja con explosivos
      nucleares, y la preferencia de la ruta de
      Panamá.
    2. El planteamiento de Panamá: el cual
      sostenía que la solución de asuntos principales
      debía hacerse con la intervención de los
      Órganos Legislativos mediante tratados
      internacionales. Y que la solución de los
      problemas derivados del canal existente es independiente del
      tema del canal a nivel y exigía un tratado separado y
      distinto.
    3. El temario: donde se manifestó la
      disposición de los embajadores especiales a tratar
      cualquier tema. Además, se reiteró el
      requerimiento formal de Panamá de una agenda con sus 6
      puntos y se reconoce la disposición de los Estados
      Unidos de tratar cuestiones fundamentales de Panamá en
      los 6 puntos. Y se recibió la propuesta norteamericana
      para traer a la mesa temas generales y
      específicos.
    4. La confirmación de la posición de los
      Estados Unidos: en la cual el secretario Ailes comunica el
      empeño personal del presidente Jonson por el canal a
      nivel del mar. Igualmente se comunica de la
      autorización senatorial de hacer estudios
      técnicos con un costo de
      17.5 millones de dólares y la búsqueda de la
      aprobación de la Cámara de Representantes.
      Además, se informó de los estudios de las rutas
      17 y 25 y el propósito de negociar una opción
      con Panamá y con Colombia. Finalmente, se
      mencionó la propuesta de un tratado sobre bases
      militares para la defensa continental.

    El 20 de julio Fernando Eleta Almarán, ministro
    designado de Relaciones Exteriores, se interesa por este informe y
    envía un memorando al presidente Chiari, donde sugiere
    solicitar a la Comisión Económica para
    América Latina (CEPAL) un estudio sobre el impacto
    económico en Panamá de una futura vía
    interoceánica marina. Además, recomienda pedir a la
    Cancillería compilar información sobre el arriendo
    de bases militares de Estados Unidos en países
    extranjeros, para enfrentar un tema inevitable con la mayor
    información disponible sobre precedentes
    internacionales.

    Con el fin de dejar un camino bien pavimentado para en
    gobierno entrante, el presidente Roberto Chiari, de manera muy
    responsable, crea la Oficina de la
    Junta de Consultores Técnicos de la Misión
    Especial Negociadora en Panamá el 30 de junio de 1964, la
    cual operó bajo la dirección del economista Herman
    Rodríguez al mes siguiente. Más tarde, el 21 de
    julio, se nombraron los miembros de la Junta de Consultores
    Técnicos con un grupo selecto de profesionales, todos
    honorarios, el cual se organizó en cuatro grupos de
    trabajo según la naturaleza de su función:
    económico, jurídico, tecnológico y
    geológico.

    La necesidad de un grupo técnico de este tipo se
    pudo ver el 22 de septiembre de 1964, cuando el Congreso de los
    Estados Unidos crearon la "Atlantic Pacific Interoceanic Canl
    Study Commision
    " la cual haría los estudios sobre el
    canal a nivel del mar, con Robert B. Anderson como presidente.
    Esto justificaba adelantar los estudios, por parte de los
    panameños, en las implicaciones sobre la economía y la
    sociedad de su
    país y en las negociaciones sobre el futuro del
    canal.

    El canal a nivel del mar se convirtió en un tema
    de mucho estudio y discusión. Se plantearon inventarios de
    tópicos y problemas sobre el canal a nivel del mar con
    veinte puntos muy detallados y uno final relativo a algunos
    problemas por estudiar, asumiendo que se iniciara la
    construcción del nuevo canal en el territorio nacional de
    Panamá. La gran cantidad de investigaciones
    trajo luces a tantos asuntos desconocidos o semi-ignorados por
    los panameños. Al temer las autoridades panameñas
    de estar en desventaja frente al enorme poderío de
    información que tenía Estados Unidos y que se puso
    al servicio de sus negociadores, Panamá participó
    en la Tercera Conferencia de
    Las Naciones Unidas sobre el Uso Pacífico de la
    Energía Atómica, inaugurada en Ginebra, Suiza, el
    31 de agosto, en donde Estados Unidos anunció que
    presentaría algo sobre los procedimientos
    económicos para la excavación por medios nucleares
    de canales interoceánicos. Juan Antonio Tack fue nombrado
    representante permanente en la oficina de Las Naciones Unidas en
    Ginebra, estaría acompañado en esas reuniones de
    Bernardo Lombardo, Manuel Zárate y Simón
    Quirós Guardia, estos tres últimos expertos en
    temas nucleares.

    El trabajo de los grupos técnicos era revisado
    por los embajadores especiales de ambas partes en sus reuniones
    de negociación en Nueva York y Washington por espacios de
    cada diez días. Sin embargo, para los norteamericanos Las
    cordiales conversaciones Illueca-Anderson no eran
    sustanciales.

    En cuanto a las negociaciones se refiere, el 28 de julio
    de 1964 la cancillería panameña da instrucciones a
    los negociadores de manera que Jorge Illueca y Robert B. Anderson
    acuerdan en Washington el temario en 6 puntos entre Panamá
    y Estados Unidos para cumplir la Declaración Conjunta del
    3 de abril. Estos son:

    • Cuestiones relativas a las prácticas y
      modalidades aplicadas por Estados Unidos en la Zona del
      Canal.
    • Cuestiones de Soberanía en el Territorio de la
      Zona del Canal.
    • Cuestiones relativas a los derechos,
      jurisdicción y autoridad que en la actualidad ejercen
      Estados Unidos en la Zona del Canal.
    • Cuestiones relativas a los beneficios
      económicos y comerciales que por su posición
      geográfica el Canal debe proporcionar a la
      República de Panamá.
    • Cuestiones relativas a la participación de
      Panamá en la administración del
      Canal.
    • Duración de las concesiones hechas por
      Panamá a Estados Unidos en la Convención de
      1903.

    Además, se acordaron que ambas partes se
    encontrarían en entera libertad de
    presentar nuevas cuestiones para ser consideradas, en cualquier
    momento de las deliberaciones. Por otro lado, se levanta un acta
    firmada por los embajadores Illueca y Anderson en ceremonia
    solemne en Washington presidida por el ministro Solís, con
    el embajador panameño ante la Casa Blanca Miguel Moreno,
    además de Eloy Benedetty y Arturo Morgan Morales,
    representante alterno ante la OEA. Por Estados Unidos estuvieron
    presentes Robert B. Anderson, Stepehn Ailes, Thomas C. Mann,
    Robert Newbegin y Setling Cottrell.

    En este acto, Thomas Mann reiteró el
    interés de Estados Unidos de construir un canal a nivel
    del mar por el istmo centroamericano. Habló de la ruta
    Sasardí-Mortí, según los expertos, era la
    ruta más conveniente empleando explosivos nucleares, pero
    que también estudiaban la ruta alternativa
    Atrato-Truandó insinuando que le podría hacer la
    competencia a Panamá. Por su parte, Stephen Ailes
    manifestó interés de que, aún revertido el
    canal a Panamá, quedaran bases militares en el istmo para
    la defensa continental, cosa que Galileo Solís
    inquirió sobre el peligro de la radioactividad y
    manifestó que antes de acordar algo sobre el canal a nivel
    del mar se debía resolver la cuestión del canal a
    esclusas. A lo que Anderson insistió en que la actual
    vía interoceánica tiene vida limitada y le otorga
    más importancia a la construcción del canal a nivel
    del mar. Con esto Jorge Illueca reiteró la necesidad de
    informar a la opinión pública sobre el progreso de
    las negociaciones, lo cual era una de sus preocupaciones
    permanentes.

    El 31 de julio el ministro Solís envía una
    nota fechada en Panamá sobre la reunión-almuerzo en
    Washington con sus propios comentarios y sus dudas sobre el
    carácter inofensivo de la construcción de un canal
    a nivel del mar con explosivos atómicos. Destacó
    que lo más importante para Panamá era lo relativo a
    la soberanía sobre la Zona del Canal. Además,
    agregó que no le temía a la competencia de la ruta
    de Colombia y que los americanos construirían un canal a
    nivel del mar por donde fuese más factible y
    económico, y no por amor a la
    República. Finalmente, que Anderson proponía crear
    dos comisiones conjuntas para estudiar el asunto del canal
    existente y del canal a nivel del mar.

    Hasta este entonces, el negociador Anderson
    insistía repetidamente en el tema del canal a nivel del
    mar y hablaba de que había que resolver los asuntos de
    soberanía y de perpetuidad, sin comprometerse a abrogar el
    Tratado de 1903. Proponía que Estados Unidos
    reconocería la "soberanía residual" de
    Panamá, como derechos de reversión de
    Panamá. Sostenía que la "soberanía residual"
    se reduciría al derecho de Panamá de readquirir el
    territorio de la Zona del Canal para el caso de que por
    construirse un nuevo canal por otra ruta dicha zona volviera a la
    jurisdicción panameña. En cuanto a la perpetuidad,
    Anderson propone un mecanismo que asegure la revisión
    periódica de las relaciones contractuales, de forma tal
    que no saliéramos nunca de la etapa
    revisionista.

    A todo esto, la respuesta de Illueca sostuvo que la
    perpetuidad es espada de dos filos: si se cerraba el canal
    existente, por razones de obsolescencia o apertura del canal a
    nivel del mar, Estados Unidos estaría obligado a mantener
    abierto perpetuamente el canal actual. Lo cual visto de otra
    forma, cómo podía aplicarse la perpetuidad a un
    canal a esclusas, el cual no es perpetuo. O, si se destruyese por
    acción del tiempo, tendría Estados Unidos que
    mantenerlo de todas maneras abierto, puesto que la
    obligación de operarlo es por la eternidad, lo cual
    sería imposible.

    Durante este tiempo, la administración de Lyndon
    Jonson discutía toda clase de medidas y transitorias para
    hacer bajar la tensión. El embajador Vaughn y el
    gobernador Fleming tenían la sensación de estar
    literalmente sentados en una bomba de tiempo. El secretario de
    Defensa, Robert McNamara, le informaba al presidente Johnson
    sobre las medidas que se habían tomado en la Zona del
    Canal desde enero de 1964 para mejorar las relaciones con
    Panamá. Sobresale la Orden Ejecutiva de 20 de agosto de
    1964 que permitía emplear a panameños en posiciones
    de seguridad en la Zona del Canal. Altos funcionarios
    norteamericanos advierten la gravedad de los problemas
    sociales de Panamá como el desempleo, las
    barriadas de emergencia, la falta de reforma
    agraria y otros asuntos que se han agudizado y contemplan un
    gesto dramático para ayudar al próximo gobierno a
    salir de la crisis.

    Por su parte el presidente electo de Panamá,
    Marco Robles, declara la normalización de las relaciones con Estados
    Unidos, distanciándose más del gobierno saliente de
    Roberto Chiari y preparando la transición en el tema de la
    política exterior.

    UN PARÉNTESIS ENTRE DOS ADMINISTRACIONES
    PRESIDENCIALES

    El 1 de septiembre de 1964, Jorge Illueca propone de
    manera insólita algo prácticamente imposible:
    generar un criterio unificado y completo y decidir sobre cosas de
    fondo en poco más de un mes con la perspectiva cercana de
    un gobierno saliente en Panamá y elecciones en Estados
    Unidos. Además de concertar tres convenios por parte de
    ambos países. Un nuevo tratado sobre el presente canal a
    esclusas, un tratado de un canal a nivel del mar, y un estatuto
    de las fuerzas armadas norteamericanas en el Istmo de
    Panamá.

    Illueca creía que a causa de la urgencia de
    Estado Unidos por el canal a nivel del mar y las próximas
    elecciones americanas para el mes de noviembre de ese mismo
    año, los dos países podrían estar en
    posición de llegar a acuerdos fundamentales. Recomendaba
    que las demandas panameñas en cuanto al canal existente y
    sus condiciones respecto al proyectado canal a nivel, se
    encontraba en manos de la representación estadounidense
    antes del viernes 9 de octubre de 1964. Además,
    recomendaba gestionar la declaración de terminado al
    Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 y se adoptara un nuevo
    régimen para el presente canal de esclusas y como
    alternativa el señalar un término fijo a la
    Convención de 1903, el cual no debía ser mayor de
    15 años, y de 25 años para el canal a nivel del
    mar.

    La propuesta de Illueca fue estudiada en la presidencia
    de la República de Panamá el 1 y el 3 de septiembre
    por el jefe de Estado y por Roberto Alemán, presidente del
    Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, Ernesto de la Guardia,
    ex presidente de la República, Fernando Eleta
    Almarán, miembro del Consejo y ministro designado de la
    cartera sobre asuntos internacionales, Eloy Benedetti, asesor
    jurídico de la Chancillería y Gustavo Tejada Mora,
    asesor económico de la Misión Especial. De lo cual
    se le instruye a Illueca para:

    Adelantar negociaciones conjuntas pero separadas sobre
    el canal actual y el canal a nivel del mar. Se otorgaría
    la opción sobre el canal a nivel si previamente se
    concertaban convenios justos y equitativos sobre el actual canal,
    que el convenio sobre el canal a nivel no causara conflictos de
    los tratados sobre el canal, y que el acuerdo sobre el futuro
    canal implicara compensaciones para lograr un incremento del PBN
    per cápita.

    No llegar a ningún acuerdo definitivo en tema de
    compensación antes de acordar lo relativo al canal a
    nivel.

    El ministro Galileo Solís opinó que era
    precipitado adoptar decisiones de cerrar el canal existente o
    abrir uno nuevo, a falta de información ni proyecciones
    económicas sobre el impacto en el futuro de nuestra
    nación, sobre todo en un plazo tan angustioso como el que
    se vivía. Por lo tanto, se le prohibió al
    negociador Illueca continuar presentando a los americanos
    cuestiones relativas al ejercicio del comercio y de la industria en
    la Zonal del Canal. Además, se le instruye a no entregar
    posiciones escritas a los americanos sin antes ser consultadas
    con el Canciller y se le ordena cooperar para centralizar en la
    Cancillería toda solicitud de la Misión Especial a
    cualquier ente estatal.

    En adelante y hasta el 1 de septiembre, ocuparon el
    escenario las nuevas autoridades de Panamá. El ministro
    designado Fernando Eleta Almarán realizó una visita
    a Washington durante la cual sostuvo reuniones del 14 al 21 de
    septiembre con el secretario de Estado Dean Rusk, el
    subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos Thomas C.
    Mann, un alto funcionario de la Casa Blanca Walt W. Rostow y el
    director de USIA Carl Rowan. Con esto Eleta condicionó la
    aceptación del puesto de canciller de la República
    a las posibilidades que advirtieron en la capital
    norteamericana de adelantar negociaciones exitosas sobre el canal
    interoceánico.

    La reunión más provechosa fue la que
    Fernando Eleta y Arturo Morgan Morales, ministro consejero en
    Washington y su futuro vicecanciller, sostuvieron con Thomas
    Mann. Parte de lo expresado allí sigue a
    continuación:

    • Mann planteó el interés de Estados
      Unidos en el canal a nivel del mar.
    • Eleta dijo que primero había que resolver las
      causas de conflicto de la vía interoceánica
      existente antes de negociar un tratado sobre el canal a nivel
      del mar. Que el nuevo canal debía construirse en la ruta
      más apropiada, con métodos seguros, sin
      contaminación y que sería
      relevante la compensación por el impacto
      económico en Panamá al dejar de funcionar el
      canal a esclusas. Además, planteó que para
      compensar el impacto económico del canal a nivel del
      mar, Estados Unidos abriera su mercado a Panamá. Luego,
      que el canal a nivel del mar fuese panameño desde el
      principio y el actual revirtiese a Panamá libre de
      costos en ese
      momento y que el tratamiento de bases militares fuera
      independiente de la vía interoceánica.
      Finalmente, de la designación de dos embajadores
      negociadores suplementarios.
    • Mann aceptó lo de los embajadores
      suplementarios y convino en que la negociación sobre
      bases militares fuese independiente de la del canal y que
      aceptase como precedentes el arrendamiento de bases en
      España. Además, habló de un documento de
      base de negociación que preparó con Stephen Ailes
      para presentárselo al presidente Jonson. Agregó
      la necesidad de un canal a nivel del mar con libre acceso a
      todas las naves y un monto de peajes razonable. Finamente,
      menciona que Estados Unidos necesitaba, por razones de
      protección contra sabotajes, una zona alrededor del
      canal actual mientras existiese.

    Dejó Roberto Chiari la presidencia de la
    República con la satisfacción de haber enfrentado
    los trágicos sucesos de enero con gran dignidad; de haber
    hecho escuchar la voz en el concierto de las naciones de un
    pequeño país agredido por una gran potencia; y de
    haber logrado sentar al gobierno de Estados Unidos a una mesa de
    negociación para considerar la revisión del Tratado
    de 1903 y sus enmiendas. A pesar de la inexperiencia del gobierno
    panameño, el nombramiento precipitado del representante
    especial, la falta de un equipo negociador, las deficiencias
    internas de las autoridades panameñas responsables por la
    negociación y la actitud poco receptiva de las
    norteamericanas en Washington, deja Roberto Chiari preparada, por
    parte de Panamá, la mesa de negociación.

    RESUMEN DE LA QUINTA
    PARTE

    LA FASE
    DECISIVA DE LA NEGOCIACIÓN DE LOS TRATADOS DE
    1967

    Al presidente entrante Marco Aurelio Robles le
    tocará trabajar intensamente por casi tres años
    entre 1964 y 1967, empezando con el legado del presidente
    saliente Roberto Francisco Chiari. No obstante, la
    negociación sería una carrera de obstáculos
    y habría que pasar por varias transiciones entre pesimismo
    y optimismo, dilación y avance, parálisis y
    progreso, positivismo y
    desilusión.

    Fernando Eleta Almarán, ex-ministro de Hacienda y
    Tesoro de Chiari, es nombrado Ministro de Relaciones Exteriores
    de Robles, lo que lo convierte en el responsable de las
    relaciones con los Estados Unidos y de las negociaciones sobre el
    canal interoceánico. Sabiendo que será el blanco de
    estudiantes izquierdistas, agitadores y políticos
    perdedores, forma un equipo negociador coherente, competente y
    acucioso, y estructura una estrategia y táctica organizada
    con objetivos
    claros. Propone aumentar el número de negociadores,
    incluyendo Roberto Alemán Zubieta, Ricardo Arias Espinosa
    y Guillermo Chapman.

    A Eleta le falta confianza en Jorge Illueca y le
    solicita la renuncia. Este reacciona causando revuelo con
    declaraciones sobre diferencias de opiniones, lo cual causa una
    sesión secreta en la Asamblea Nacional el 24 de noviembre
    de 1964. Illueca es reemplazado por Diógenes de la
    Rosa.

    Eleta será asesorado por el Consejo Nacional de
    Relaciones Exteriores (CNRE) y preparará una
    posición más completa y consultada. Este consejo es
    conformado por personajes de diversos sectores desde ultra
    nacionalistas hasta izquierdistas. Se nombran a Octavio
    Fábrega, Ignacio Molino y Ernesto Castillero Pimentel como
    miembros, y César A. Quintero, Narciso Garay (en reemplazo
    de Eloy Benedetti), Jorge Riba, Carlos Guardia Jaén,
    Nilson Espino y Carlos Sucre Calvo como asesores.

    El equipo trabaja intensamente en el proyecto de temario
    general y un proyecto de declaración conjunta. Para
    intentar salir de la lentitud que ha caracterizado las
    conversaciones bilaterales hasta entonces, actúan
    más coordinadamente con la Embajada americana y sus
    militares locales. Esperando hacer una declaración de gran
    impacto, preparan un borrador de declaración conjunta
    dando vida limitada a la Convención de 1903 y
    pronunciándose sobre la perpetuidad.

    El presidente Johnson nota importantes discrepancias con
    burócratas del Departamento de Defensa, más duros y
    probablemente influenciados por los zonians. Luego decide
    consultar con los líderes del Congreso y con algunos ex
    presidentes como Truman y Eisenhower. El 18 de diciembre de 1964,
    Johnson hace declaración solemne que incluye planes de un
    canal a nivel del mar y propone a Panamá un tratado nuevo
    respecto al actual canal, que reconoce como obsoleto, inadecuado
    y limitado. Declara también sobre el reconocimiento de la
    soberanía de Panamá y una expiración del
    tratado para cuando entre en funcionamiento el nuevo canal a
    nivel.

    Estas declaraciones son acogidas en Panamá con
    emociones
    tales como alivio, entusiasmo y beneplácito, excepto en la
    Zona del Canal, donde la reacción es más bien
    mitigada, lenta y con pocos comentarios. Los norteamericanos
    creen que esto mejora dramáticamente la atmósfera
    psicológica en Panamá, sobre todo en fecha cercana
    al primer aniversario de los sucesos del 9 de enero, que
    posteriormente pasó sin que se registrara violencia
    alguna.

    En Estados Unidos, el Departamento de Defensa toma la
    batuta, se opone a un estatuto de fuerzas armadas y cree que se
    simplificarían las cosas si se tienen tres acuerdos en un
    solo tratado por secciones. El embajador Anderson, el secretario
    Ailes y el subsecretario Mann proponen medidas concretas,
    incluyendo la conformación de una Comisión del
    Canal a Nivel, recomposición de su equipo negociador y la
    visita a cuatro países considerados para los estudios del
    futuro canal.

    Para inicios de 1965, Panamá se ha adelantado a
    Estados Unidos en la conformación de un equipo negociador.
    El ex-canciller Solís afirma que primero hay que llegar a
    acuerdos sobre principios básicos, lo cual causa que se
    susciten grandes debates en el CNRE:

    • La tesis de
      Carlos Sucre es que Estados Unidos está comprometido a
      mantener el actual canal y no podrá hacer otro por
      otra parte sin el consentimiento de Panamá. Esto es
      impugnado por Carlos López Guevara debido a que
      Panamá se contradiría si usa el principio de
      perpetuidad contra el cual ha luchado sin tregua.
    • Panamá debe contribuir a la defensa del
      canal, aún cuando sea un objetivo militar de los
      enemigos de los Estados Unidos.
    • Solís afirma que Panamá
      perdería habilidad, flexibilidad, sagacidad y agilidad
      si reinicia las conversaciones poniendo el temario general en
      manos de los negociadores norteamericanos.
    • El canal a nivel es considerado la principal
      palanca de negociación.

    El 25 de enero de 1965 Panamá presenta un temario
    general más desarrollado y estructurado cuyo temario
    incluye lo siguiente:

    • Abolición del enclave colonial.
    • Aspectos de jurisdicción y
      soberanía.

    Beneficios económicos y comerciales.

    Participación en la
    administración.

    • Duración de las concesiones.

    Los norteamericanos presentan un temario general de ocho
    puntos donde sobresale la importancia otorgada a la defensa
    hemisférica, tema ignorado por los panameños hasta
    entonces.

    El 29 de enero de 1965 llegan a Panamá Thomas
    Mann y Stephen Ailes para visitar autoridades panameñas y
    zoneitas, y tratar de endulzar a los panameños con una
    propuesta de trato preferencial a la producción panameña (desmentido
    posteriormente). Ailes propone estudiar los acuerdos de status de
    fuerzas armadas como los de Alemania Occidental e Inglaterra.

    Las conversaciones se retrasan debido a la respuesta
    negativa al temario panameño, el tema del canal a nivel,
    presiones de los zonians, cabildeo del sector
    marítimo, la debilidad de la administración Robles,
    problemas de la guerra de
    Vietnam, el cambio del equipo negociador norteamericano, la
    pugna entre diversos entes gubernamentales en Estados Unidos y el
    endurecimiento del Departamento de Estado.

    El 9 de febrero de 1965 los norteamericanos presentan a
    John Irwin como embajador alterno de Anderson, Jack Vaughn deja
    la embajada de Panamá para ocupar el puesto de Thomas
    Mann, Robert Woodward reemplaza a Robert Newbegin, y Edwin Smith
    reemplaza a Sterling Cottrell quien se retira. Anderson pasa a la
    Comisión Investigadora sobre el canal a nivel que lo
    ocuparía en negociar con Colombia, Costa Rica y Nicaragua.
    Sin embargo, los panameños parecen desconocer que es
    más barato y sencillo hacer un canal a nivel del mar por
    Panamá que por dichos países.

    Eleta se empieza a mover en varios frentes:

    • Instruye a Chapman y De la Rosa para reunirse con
      la Comisión Económica para América
      Latina (CEPAL) a fin de hacer estudios económicos y
      técnicos que requieren las negociaciones.
    • Contrata a Arthur D. Little para estudiar
      los peajes para el ingreso óptimo.

    Se reúne con prominentes banqueros, consultores
    y constructores liderizados por White Weld & Co. a fin de
    plantear la posibilidad de construir un canal enteramente
    panameno. Consigue carta de intención de Lehman
    Brothers
    y se forma el Isthmian Canal Study Group.
    Además, el profesor Milton Katz de Harvard propone que
    panamá celebre un contrato con
    inversionistas y un tratado con Estados Unidos para mantener
    una fuerza que garantice el libre tránsito durante el
    período de amortización de la deuda.

    El 13 de abril de 1965 los norteamericanos presentan en
    Nueva York una propuesta conceptual que incluye lo siguiente y
    causa mucho desagrado en el equipo panameño:

    • Reconocimiento de la soberanía de
      Panamá, con las banderas de ambos países a
      izarse bajo igualdad de condiciones.

    Uso de sellos postales de Panamá.

    Examen de beneficios a Panamá.

    Derechos de EUA.

    Facilidades para la defensa hemisférica
    (Panamá decía que debía discutirse
    separadamente).

    Posible participación internacional
    (contraviniendo la posición panameña de nuestro
    recurso natural).

    • Duración de 50 anos para el tratado del
      canal existente.

    Los panameños invocan la Declaración
    Conjunta Moreno-Bunker e insisten en la desaparición del
    enclave colonial, pero los norteamericanos argumentan que el
    Tratado de 1903 les otorga el derecho a construir el canal a
    nivel dentro de la Zona del Canal. Panamá alega que esto
    no es cierto en virtud del Tratado de 1936.

    Ricardo J. Alfaro afirma que el canal a nivel es una
    distracción y globo de exploración. Estados Unidos
    invade a la República Dominicana el 30 de abril de 1965.
    En medio de todo esto, llega el 8 de mayo de 1965 el nuevo
    embajador Charles Adair, en momentos en que parece que algo no
    anda bien con las negociaciones. Eleta plantea una entidad
    autónoma regida por leyes panameñas.

    El 28 de mayo de 1965 llegan a Panamá John Irwin
    y Edwin Smith para conocer sobre el terreno. Al regresar a los
    Estados Unidos, se entrevistan con el senador Fulbright que
    condena la manera como su país administra el canal y el
    subsidio al transporte, le
    preocupa la obsolescencia del canal y urge romper con el pasado.
    A pesar de ello, Irwin y Smith reanudan conversaciones con
    actitud mas severa. Sobresale el tema de la administración
    conjunta. Así mismo, Panamá insiste en eliminar el
    Gobierno y la Compañía del Canal de Panamá,
    eliminar los subsidios por peajes bajos, que los métodos
    nucleares no han sido perfeccionados, y que todo debe revertir al
    final sin costos para Panamá.

    Estados Unidos estaba mas urgido que Panamá por
    el tratado, y nombra la Comisión de Estudios del Canal
    Interoceánico Atlántico Pacífico el 31 de
    julio de 1965. Las rutas mas prometedoras eran Zona del Canal,
    Darién y Colombia. Panamá se había
    adelantado pidiendo a las Naciones Unidas hacer un estudio sobre
    aspectos económicos, peajes y estructura jurídica.
    Y hasta propuso un Mercado Común del Caribe y
    posteriormente un Tratado de Libre
    Comercio con los Estados Unidos. Los presidentes Johnson y
    Robles hacen una declaración conjunta en septiembre de
    1965 con impacto mitigado y efímero.

    Arnulfo Arias Madrid invita a connotados
    políticos al Frente Unido, que incluyó perdedores
    de anteriores elecciones y algunos ex-negociadores como Jorge
    Illueca. Arias acusa a Robles de espúreo y fraudulento, y
    se refiere a él como alguien que jamás podrá
    hablar ni firmar tratados a nombre de Panamá. Robles es
    atacado por su propia gente y Arnulfo se cuida de no atacar
    directamente a los EUA. El sistema
    político panameño está dominado por el
    oportunismo, la corrupción y la ineficiencia. La
    economía nacional muestra baja productividad,
    alto desempleo y subempleo. Un intento de reforma tributaria
    provoca animosidad en la clase capitalista, sobre todo en los
    industriales. Pocas familias controlan la vida económica y
    política, la clase dirigente es mediocre y mezquina,
    prefiriendo mantener el país en el atraso en vez de
    liderizar el progreso. Se forma un grupo de tecnócratas
    con David Samudio a la cabeza (posteriormente se acusa a Robles
    de usar fondos públicos para la campana de Samudio). Eleta
    plantea restructurar la economía para reducir la excesiva
    dependencia del canal y convertirnos en un importante centro de
    distribución para barcos de contenedores.
    Se requiere un gran esfuerzo para reducir el analfabetismo,
    y los problemas demográficos son alarmantes, facilitando
    el trabajo a
    los comunistas y alborotadores.

    El 22 de mayo de 1965 es la primera vez que los
    norteamericanos aceptan el principio de participación
    panameña en la administración del canal. Pero el
    proyecto de tratado sobre bases militares es inaceptable a
    Panamá y distante del espíritu de la
    declaración conjunta del 25 de septiembre de 1965. Los EUA
    insisten en propósitos de seguridad hemisférica e
    identifican 15 sitios de defensa, incluyendo a Río Hato.
    Panamá objeta que los EUA no deben arrogarse la defensa de
    otro país que no lo ha solicitado, y estudia ejemplos
    internacionales de estatuto de fuerzas armadas, particularmente
    ejemplos como la base de Rota (España), Japón, OTAN
    y del pacto de Varsovia. EUA prefiere usar Filipinas de ejemplo y
    no quiere disminuir su capacidad militar en
    Panamá.

    El 13 de octubre de 1965 aparece el proyecto de EUA para
    acuerdo sobre estudios para un canal a nivel, incluyendo
    consideraciones de uso de tecnología nuclear
    para hacer las excavaciones. Eleta lo rechaza porque algunas
    estipulaciones exigirían acción legislativa y como
    los métodos nucleares no eran seguros, Panamá
    debería estar de acuerdo. Panamá también
    rechaza la idea de un acuerdo de cooperación
    técnica. Hay muchas críticas sobre canjes de notas
    secretos, descubiertos cuando llegan los primeros investigadores
    al Darién. Robles tiene que proceder a un cambio de
    gabinete, su administración se debilita y enfrenta un
    conflicto en la Asamblea respecto a estudios que eran vitales
    para Panamá.

    El 14 de enero de 1966, EUA entrega proyectos de los
    dos tratados faltantes y Panamá los estudia detenidamente
    por 5 meses. Solís define la neutralización
    efectiva con Suiza como ejemplo. Los negociadores
    panameños hasta llegan a pensar que Panamá no debe
    solicitar compensación económica por el uso de
    bases militares pues sería inconsecuente con la defensa
    del canal. Entre enero y junio de 1966, ambos equipos
    negociadores se dedican a estudiar varias propuestas y
    contrapropuestas. Se contempla un Tribunal del Área del
    Canal y la policía de la Autoridad Conjunta del Canal.
    Panamá encuentra que las facultades que se le otorgan son
    demasiado amplias y objeta el arbitraje
    internacional (los EUA tendrían ventaja para
    imponerse).

    Finalmente se recibe el estudio "Revenue-vs-Tolls for
    the Panama Canal
    " de Arthur D. Little (ADL), que demuestra
    que se pueden elevar los peajes de $0.86 a $3.00 por tonelada sin
    afectar al tránsito, con ingresos
    potenciales en el orden de $200 millones anuales. Recomiendan
    usar unidades de volumen en vez de
    peso. Además, indica que los usuarios comerciales del
    canal tienen ahorros en el orden de $1,000 millones anuales,
    incluyendo $700 millones para usuarios comerciales de los EUA, y
    que el ahorro a la
    marina de EUA fue $5,400 millones en 1965, mientras que los
    beneficios indirectos a la economía panameña fueron
    de apenas $136.1 millones el mismo ano. Sobre la base de los
    estudios de ADL y la CEPAL, Guillermo Chapman produce un
    documento sobre la participación de Panamá en los
    beneficios directos del canal a esclusas, y concluye que deben
    ser $8 millones en 1967 subiendo gradualmente hasta $168.5
    millones en 1987. Ello causa gran incomodidad a los EUA, que
    contratan a Stanford Resarch Institute (SRI) para
    contra-argumentar.

    Diógenes de la Rosa declara que Panamá
    debe plantear las negociaciones lenta y cuidadosamente, y que la
    rapidez solo sirve a los intereses de los EUA. Plantea extender
    las negociaciones hasta 1975, pero Eleta dice que solo una ano
    más. El 17 de junio de 1966 hay un proyecto definitivo de
    la posición panameña sobre los 3 tratados. Los
    negociadores panameños creen equivocadamente que los
    norteamericanos han aceptado los documentos
    entregados. Los resultados de los estudios de la Atlantic
    Pacific Commission
    distan mucho de terminarse y hay poco
    progreso en las negociaciones hasta mediados de diciembre de
    1966.

    Eleta propone acelerar las negociaciones y en marzo de
    1967 EUA deja de considerar las rutas por Nicaragua y Costa Rica.
    Irwin impone una guerra de desgaste sobre detalles y el Colegio
    Nacional de Abogados percibe la dilación indefinida como
    un fracaso para Panamá. Siguen intensas reuniones y los
    EUA aceptan la posición de Panamá en asuntos
    civiles pero no los penales. Se examinan aspectos de
    reversión de tierras y aguas. EUA recibe los resultados
    del estudio de SRI que resulta ser de inferior calidad al de ADL
    pagado por Panamá.

    Lentamente se van acercando las posiciones de ambos
    equipos aunque permanecen en desacuerdo en aspectos
    fundamentales. Para destrabar las negociaciones se requiere una
    reunión entre los presidentes Robles y Johnson. La cumbre
    en Punta del Este, Uruguay, entre
    el 12 y el 14 de abril de 1967 es la oportunidad aprovechada.
    Ambos presidentes tratan principalmente asuntos pendientes tales
    como compensación económica, duración,
    jurisdicción sobre las personas, reversión de
    tierras y aceleración de las negociaciones.

    El 21 de abril de 1967, Eleta presenta a la Asamblea
    Nacional un reporte del avance de las negociaciones en
    sesión secreta. Esto causa inconformidad de lso
    periodistas excluidos . Leonor Sullivan intenta sabotear los
    tratados que finalmente son publicados el 27 de abril. Pero los
    norteamericanos siguen entregando proyectos de tratado en mayo, y
    Panamá no confía en compromisos de palabra respecto
    a aumentos de peajes. Si el canal era comercial, también
    deberían serlo los peajes.

    En mayo de 1967, los negociadores panameños se
    quejan de la visión estrecha de los militares
    norteamericanos y solicitan revisar su planteamiento. El tratado
    de defensa terminaría 5 anos después de la fecha en
    que deje de estar vigente el tratado del actual canal a esclusas
    o cuando expire el tratado del canal a nivel, lo que suceda
    después, para permitir un retiro ordenado de las
    instalaciones militares.

    El 10 de junio de 1967, las negociaciones entran en la
    recta final. Se llegó a acuerdo sobre jurisdicción
    penal y aunque Anderson estaría dispuesto a revertir
    algunas áreas a Panamá, los negociadores
    panameños no serán tan fáciles de convencer.
    Diógenes de la Rosa amenaza con renunciar si los
    norteamericanos no aceptan las últimas posiciones de
    Panamá. Seis días después se pacta lo
    relativo al canal a nivel, incluyendo una compensación de
    $0.17 por tonelada con aumentos graduales hasta $0.22 cinco anos
    después. El 20 de junio se pactó la
    delimitación definitiva del área y el 22 de junio
    se levanta acta formal firmada. Habría que esperar un poco
    más para la traducción al español.
    Finalmente, el 26 de junio ambos presidentes anuncian que sus
    negociadores les han sometido textos de tradados ad
    referendum
    que serían llevados a los respectivos
    cuerpos legislativos. En Panamá, la primera
    reacción oficial es de Ricardo J. Alfaro que felicita a
    los negociadores pero advierte de graves dudas y termina con
    observaciones de forma.

    Los pactos incluyen los siguientes logros para los
    panameños:

    1. Abrogación del tratado de 1903.
    2. Eliminación de la perpetuidad.
    3. La bandera panameña ondearía
      exclusivamente en la Zona del Canal, las bases y naves en
      tránsito.
    4. Participación creciente en la
      administración y manejo del canal.
    5. Aplicación de las leyes civiles, penales y
      fiscales panameñas, excepto por lo aplicable
      según los Estatutos a ser promulgados por la
      Administración Conjunta.
    6. Jurisdicción de tribunales civiles y penales
      de Panamá, excepto por unos pocos casos
      específicos convenidos.
    7. Reversión a Panamá del actual canal,
      obras auxiliares, edificios y tierras en la Zona del
      Canal.
    8. Arbitraje para dirimir diferencias que surjan de los
      actos de la Administración Conjunta.
    9. Protección de la fuerza laboral.
    10. Incremento de beneficios económicos directos e
      indirectos.
    11. Acuerdo sobre futuro canal a nivel, incluyendo
      vigencia no más allá del 31 de diciembre de
      2067.
    12. Neutralidad del canal, que estaría abierto a
      naves comerciales y militares en igualdad de condiciones y sin
      discriminación.

    El 21 de julio de 1967, el presidente Robles
    envía notas al Consejo de Gabinete, ex presidentes de la
    República y a la Asamblea Nacional. Remite los textos de
    los tratados "3-en-1" en español y solicita sean
    evaluados. Queda así preparado el escenario para su
    discusión nacional en ambos países, que se extiende
    indefinidamente para quedar los tratados en un limbo del que no
    saldrían hasta finalmente morir.

    RESUMEN DE LA SEXTA
    PARTE

    EL
    LIMBO DE LOS TRATADOS DE 1967

    En 1967 se inicia un período de negociaciones
    durante el cual se acuerdan tres tratados conocidos como "Tres en
    uno" sin obtenerse ningún producto
    final.

    Esta especie de limbo inicia en julio de 1967 un doble
    debate en
    Panamá para discutir los tres proyectos de tratado que
    iniciaron sus negociaciones a finales de junio del mismo
    año. Uno de los debates fue en el Seno del Consejo
    Nacional de Relaciones Exteriores, conocido como el debate
    oficial, y el debate público que se dio en la prensa
    nacional.

    Después de una serie de reuniones del Consejo
    Nacional, dedicadas exclusivamente para el análisis de los
    proyectos de tratado, se descubre que el Presidente Robles,
    desconocía el contenido de los informes sobre las
    conversaciones bilaterales, por lo tanto ignoraba la existencia
    de un texto firmado "ad referéndum".

    Adquiere suma importancia la sesión donde se
    discutió sobre el proyecto de tratado de defensa el
    día 31 de julio, donde se destaca la postura del canciller
    Eleta coincidiendo con los consejeros en lo negativo de tener
    fuerzas militares extranjeras en el país sin desconocer
    las razones de su existencia. Agrega Eleta que las condiciones
    del proyecto de tratado se analizaron tomando en cuenta los
    convenios sobre regímenes de fuerzas armadas extranjeras
    como el de la OTAN, convenios celebrados entre Estados Unidos y
    Filipinas, entre Taipei y Japón, entre otros.

    Empieza entonces en Panamá a fines de junio de
    1967 una campaña en contra de los tratados firmados en
    Nueva York, ad referéndum, promovida por la
    oposición. Los periódicos Crítica y la Hora,
    y los de los Arias Guardia, hacen publicidad en
    contra de los tratados, mientras que La Estrella de Panamá
    y El Mundo se pronuncian a favor de dichos tratados. Como
    consecuencia, Estados Unidos decide respetar la decisión
    del presidente Robles de continuar consultas internas y no creen
    que los tratados serían firmados antes de finalizar el mes
    de agosto.

    Paralelo a los debates en Panamá, se inician
    debates en Estados Unidos donde se identifican trece editoriales
    en periódicos importantes, entre Boston y San Francisco, y
    San Diego y Miami, de los cuales solo tres no apoyan el tratado.
    El Comité Republicano de Alianzas Occidentales, recomienda
    no aprobar los tratados por considerarlos prematuros y propone
    esperar el resultado de los estudios del canal a nivel, previstos
    para 1970. En este momento el secretario de Estado y el
    negociador Anderson temen que cualquier cambio pueda hacer
    imposible la ratificación de los pactos por el
    Senado.

    El debate en Panamá continúa hasta las
    elecciones de mayo de 1968, acabando con cualquier posibilidad de
    ratificación de los tratados por parte de la Asamblea
    nacional. Aunado a esta situación, se reciben dos informes
    de comisiones nombradas para el estudio de los tratados, ambas de
    conclusiones contrarias a los tres acuerdos; un estudio es
    entregado el 9 de enero de 1968 al Colegio Nacional de Abogados y
    otro es entregado el 25 de febrero de 1968 a la Universidad de
    Panamá.

    Como consecuencia de las opiniones discrepantes, se
    utilizan la violencia escrita tanto como la física entre los dos
    bandos, dando muestras concretas del deterioro cívico de
    la sociedad panameña de esos días, anticipo del
    golpe de Estado de 1968 que cambió la historia de
    Panamá.

    Se forman entonces en ambos países versiones
    desproporcionadas de los tratados, como resultados de las
    violentas campañas realizadas en Estados Unidos por grupo,
    al parecer minoritarios, que se oponían a darle
    concesiones a Panamá, y de la prevaleciente pasión
    política con la que se buscaron argumentos hasta
    inválidos para desmeritar cualquier virtud de los
    tratados, llegándose incluso a decir que dichos convenios
    serían a perpetuidad.

    En junio de 1967, el presidente Robles duda sobre la
    oportunidad de llevar los Tratados a la ratificación de la
    Asamblea Nacional, producto de la aparente oposición
    generalizada. El 8 de agosto el embajador Charles Adair expresa
    al presidente panameño que el retraso causado por
    Panamá está causando problemas a Estados Unidos,
    exigiéndole el
    conocimiento de su posición.

    A raíz de la dilatación causada por el
    Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, el gobierno
    panameño inicia un estudio independiente de los Tratados.
    El 2 de septiembre de 1967 el presidente Robles anuncia a los
    panameños que el tratado fue remitido al Consejo Nacional
    de Relaciones Exteriores para negociar en Washington
    modificaciones de algunos textos en beneficio de Panamá.
    Mientras tanto, el 16 de septiembre, el New York Times publica
    que los tratados pueden terminarse por causa del nacionalismo
    panameño, maniobras políticas y la
    indecisión presidencial. La prensa norteamericana culpa a
    Robles de agravar la situación debido su mal
    manejo.

    En diciembre de 1967, Roberto Alemán se
    reúne con Robert Anderson y John Irwin en Nueva York y
    Washington, concluyendo que las negociaciones debían
    suspenderse hasta la toma del poder de la nueva
    administración panameña el 1 de octubre de 1968 y
    que hubieran pasado las elecciones en Estados Unidos. La nueva
    fecha de inicio de negociaciones sería entonces pasado el
    mes de enero de 1969.

    En este momento, Robles se concentra más en las
    elecciones, pero su base política se debilita debido al
    retiro de fuertes figuras de la coalición gubernamental,
    engrosando las filas del contrincante, Arnulfo Arias Madrid. A
    este grupo se unen todos aquellos descontentos con la
    gestión del Ministro de Hacienda y Tesoro, David Samudio
    quien les hizo pagar impuestos. Para
    agravar esta situación el pequeño Partido
    Demócrata Cristiano denuncia a Robles de parcialidad en el
    proceso electoral a favor de David Samudio.

    Todo este episodio termina al Robles ser destituido por
    lo diputados el 24 de marzo de 1968 y nombran en su lugar a Max
    Delvalle, sin lograr sostenerlo debido a que la Guardia Nacional
    continúa apoyando a Robles y disuelve la reunión de
    diputados. El 5 abril la Corte Suprema de Justicia, resuelve
    anular el proceso llevado a cabo por la Asamblea
    Nacional.

    Se realizan las elecciones del 12 de mayo de 1968 y
    triunfa el grupo dirigido por Arnulfo Arias Madrid.
    Posteriormente viaja a Nueva York para iniciar conversaciones con
    los Estados Unidos sobre los tratados. La conversación se
    da solo con el secretario asistente de Estado, Covey Oliver y con
    los embajadores John Irwing y Robert Anderson. Estados Unidos no
    desea ningún compromiso con Arias en ese
    momento.

    Pareciera que el Departamento de Estado de los Estados
    Unidos no tenía entonces ningún interés en
    cambiar el tratado de 1903 y sus enmiendas, considerando reabrir
    las negociaciones después de que el "Atlantic Pacific
    Interoceanic Canal Study Comisión
    " presente su informe
    a fines de 1970. De todos modos, las negociaciones no
    podría iniciarse antes de que el nuevo presidente
    estadounidense tome posesión en febrero de 1969. Su
    único interés es renovar el acuerdo sobre la base
    de Río Hato que expira en 1970.

    Inician en Panamá los problemas con el presidente
    electo quien incurrió en fraude al
    escoger, contra la voluntad de los electores parte de los
    diputados, con la intención de tener mayoría
    absoluta para la ratificación de los tratados. A fines del
    mes de agosto los jefes militares llaman a Fernando Eleta
    Almarán para conversar sobre la posibilidad de dar un
    golpe de Estado a Arias antes de que asumiera el poder. Eleta
    solicita la presencia de Roberto Alemán, pues teme que
    sucedan acciones que afecten la imagen del país, y entre
    ambos persuaden al comandante Vallarino a desistir del golpe.
    Más tarde, Boris Martínez, a quien Eleta y
    Alemán consideran el más comprometido con el golpe,
    afirma lo contrario.

    El 1 de octubre toma posesión Arnulfo Arias
    Madrid con un gobierno ansioso de complacer a los norteamericanos
    y envía al canciller Solís a proponerle al
    embajador Charles Adair la resolución expedita de la
    solicitud de autorización para hacer investigaciones en la
    ruta Caimito-Palmas Bellas (Ruta I0), convirtiendo al país
    de acreedor a deudor. Once días después Arias
    Madrid es derrocado por un golpe militar dirigido por Boris
    Martínez, dándose inicio a una nueva era en
    Panamá.

    Arnulfo Arias se refugia en la Zona del Canal, iniciando
    Estados Unidos acciones para que abandone rápidamente el
    lugar. Finalmente, el 22 de octubre viaja a Washington en un
    avión militar con algunos de sus seguidores. Los Estados
    Unidos nunca recuperó la confianza en Arnulfo Arias Madrid
    después de su traición durante la Segunda Guerra
    Mundial.

    Mientras tanto, el gobierno norteamericano suspende
    relaciones con el nuevo gobierno panameño el 15 de
    octubre, pero son reanudadas el 13 de noviembre del mismo
    año. El gobierno panameño nombra a Roberto
    Alemán como embajador ante la Casa Blanca desde noviembre
    de 1968 con el objeto de lograr que se aceptaran las
    modificaciones propuestas y facilitar la ratificación en
    Panamá. Sin embargo, Estados Unidos no desea reabrir las
    negociaciones sino es con un gobierno electo, pareciendo una
    excusa pues ya en 1969 habían expuesto la idea de esperar
    5 años.

    Seguidores de Arnulfo Arias se resisten al golpe de
    Estado protagonizando escenas de violencia y represión
    desde octubre de 1968, en Chiriquí, Veraguas y cerca de la
    ciudad de Panamá. El gobierno es inestable y a pesar de
    contar con el apoyo de la oligarquía que había
    respaldado a Arias Madrid, este grupo aún no estaba
    definido, lo que dificultaba la continuación de las
    negociaciones de nuevos acuerdos y de una ratificación
    legítima del gobierno. A pesar del espíritu
    combativo de Boris Martínez, no es considerado por el
    gobierno estadounidense como peligroso para las relaciones con
    Panamá ni para la seguridad de los Estado Unidos. Sin
    embargo, el 25 de febrero de 1969 Martínez fue destituido
    y enviado al exilio en Miami, y a finales de ese año Omar
    Torrijos se consolida como líder del gobierno.

    Mientras tanto, alrededor a mediados de enero de 1969
    Nander Pitty acepta el Ministerio de Relaciones Exteriores con
    Juan Antonio Tack como vicecanciller. En septiembre de 1969 el
    gobierno panameño tiene la esperanza de continuar con
    otras etapas de las negociaciones. El canciller y vicecanciller
    recomiendan la sustitución del Consejo Nacional de
    Relaciones Exteriores por una Comisión de Asesores para
    las Relaciones con los Estados Unidos. En este momento, Roberto
    Alemán informa al Departamento de Estado que en poco
    tiempo el gobierno panameño enviará a cinco
    personas que no han tenido ninguna relación previa con las
    negociaciones para agregar nuevas ideas al proceso.

    Se publica entonces en un periódico
    de Panamá que no se ha hecho una solicitud directa de
    reabrir las negociaciones por oficialmente nunca fueron
    suspendidas. Unos meses antes llegaba a Panamá el
    embajador Nelson Rockefeller con el propósito de observar
    a Torrijos y a los nuevos dirigentes. Torrijos le habló de
    la necesidad de reabrir las negociaciones sobre el canal
    interoceánico y de integrar la Zona del Canal al
    desarrollo de Panamá.

    Posteriormente, Torrijos se entrevista en Nueva York con
    el General Westmoreland, pero al llegar a Panamá desconoce
    los acuerdos conversados con él sobre la base de
    Río Hato para extender la autorización del uso de
    esta base más allá del 23 de agosto de 1970 y
    expulsa al encargado de negocios, Donald Down, el 28 de octubre
    de 1969.

    Mientras tanto, Henry Kissinger, el nuevo estratega del
    gobierno de Estados Unidos, desea conocer más sobre la
    situación de Panamá y después de realizar
    cambios en las oficinas que manejaban asuntos relacionados con
    Panamá, le informa al Secretario de Estado que el
    presidente Richard Nixon relaciona los tratados con Panamá
    con aquellas cosas de interés nacional de la potencia.
    Expresa que si los Estados Unidos reconoce el gobierno de
    Panamá, debe preparase para conversar seriamente con dicho
    gobierno y concluir el asunto, pero teme que los panameños
    quieran presionar para obtener concesiones en nombre sentimientos
    nacionalistas artificiales.

    Estados Unidos ve a Torrijos como un hombre
    dictatorial, volátil e impetuoso, que está en busca
    de una base política, un programa
    político y una identidad
    política. Creen que Torrijos estaría en el poder
    por largo tiempo y desean tenerlo de amigo. Como consecuencia, el
    embajador Robert Sayre comienza a acompañarlo en sus giras
    por el interior del país.

    El 1 de enero de 1970 se convierte en el canciller Juan
    Antonio Tack. Antes de renunciar, Alemán manifiesta que el
    gobierno panameño no pretende considerar las tres
    propuestas de tratados ni siquiera como base para las
    negociaciones. Se integran a la comisión nuevos asesores
    del Órgano Ejecutivo nacional en el Ministerio de
    Relaciones Exteriores: Carlos López Guevara, Jorge
    Illueca, Edwin Fábrega, Omar Jaén Suárez,
    Julio Noriega, Boris Blanco, Favio Velásquez, Juan Antonio
    Stagg y Julio Yau.

    Aparece entonces un documento titulado "Fundamentos de
    la Posición de la Cancillería panameña en
    Relación con el Rechazo por parte de Panamá de los
    tres proyectos de tratados de 1967". Ni en este momento ni
    más adelante, ninguno de los dos países define
    cuáles son las causas del conflicto, ni tampoco plantean
    lo que sería un convenio justo y equitativo.

    Sin embargo, la Comisión Asesora identifica siete
    causas de conflicto con Estados Unidos:

    1. La perpetuidad
    2. Jurisdicción política y autoridad
      administrativa
    3. Ejecución de obras civiles no autorizadas en
      los Tratados
    4. Protección del Canal de
      Panamá
    5. Insuficiencia de beneficios directos para
      Panamá.
    6. Insuficiencia de beneficios indirectos para
      Panamá
    7. Diferencias en la interpretación en los
      tratados vigentes

    En conclusión, ninguno de los tres proyectos de
    tratado procura la pronta eliminación de las causas de
    conflictos entre los dos países.

    El gobierno republicano de Nixon que tradicionalmente
    más reaccionario y menos dispuesto a dar concesiones a
    Panamá, agregando a esto el problema de Vietnam que no
    termina sino hasta 1973.

    La recomendación de la Comisión Asesora
    del 30 de marzo se hace pública un 5 de septiembre de
    1970. Pocos días después el secretario Rogers se
    entera de la decisión del gobierno panameño. Esta
    pronunciación provoca la reacción del equipo
    negociador de los tratados de 1967. Fernando Eleta
    Almarán, Roberto Alemán, Diógenes De la
    Rosa, Ricardo Arias y Guillermo Chapman se pronuncian rebatiendo
    todas las afirmaciones del documento de cancillería,
    considerando que no tiene un fundamento en lo escrito en los
    proyectos y que las críticas no son serias, ni objetivas,
    ni constructivas.

    Para el canciller Tack este pronunciamiento de la
    Comisión Asesora no significaba que se perdían las
    conversaciones de 1964 a 1967 sino que se trataba de una nueva
    etapa. Inclusive consejeros y negociadores realizaron trabajos
    conjuntos para
    darle continuidad al ejercicio y a las aspiraciones de
    Panamá.

    Diez años más tarde, el gobierno de
    Torrijos presenta un paquete de tratados que serían
    aprobados en plebiscito popular por los panameños. Las
    diferencias con el tratado de 1967 son:

    1. Duración del acuerdo de defensa que
      sería de cinco años más que el de
      1967.
    2. La magnitud de las reversiones de aguas y tierra al
      principio de la vigencia son mucho más extensas en los
      tratados de 1967.
    3. La naturaleza del ente que administrará el
      canal a esclusas.
    4. En el tratado de 1977 la Comisión del Canal
      es una agencia federal del gobierno de Estados Unidos con una
      Junta Directiva con minoría
      panameña.
    5. El acuerdo de opción del canal a nivel del
      mar de 1967 desaparece.
    6. La cláusula de arbitraje de 1967
      desaparece.
    7. En 1967 hay tres acuerdos. En 1977 son solo dos:
      uno sobre la administración del canal a esclusas y
      otro sobre la neutralidad.

    En este momento los gobiernos de ambos países.
    son distintos como también los son sus aspiraciones y
    realidades.

    Los resultados preliminares del estudio del canal a
    nivel hacen que tome mayor importancia el canal existente, por lo
    tanto la respuesta de Washington hacia las demandas
    panameñas se endurecen, lo que termina en proyectos de
    tratados entre 1971 y 1972 que el gobierno panameño
    rechazó. Para los Estados Unidos, al no existir un canal a
    nivel, la injerencia de los Estados Unidos terminaría con
    la reversión del canal de esclusas.

    Después de un largo período, los
    fundamentos para reemplazar el tratado de 1903 como la
    desaparición de la colonial en la Zona del Canal y el
    final de la perpetuidad de los tratados se convierten el los
    propulsores de un nacionalismo fuerte. La reafirmación de
    la soberanía y la manifestación concreta de la
    jurisdicción de Panamá sobre el territorio
    zoneíta, lo mismo que el aprovechamiento del recurso
    natural de la posición geográfica mediante la obra
    Inter-marina forman parte del ideario básico
    panameño. Un sector más moderno de la sociedad toma
    la dirección de la política exterior y de los
    esfuerzos para adelantar la negociaciones con Estados Unidos
    sobre el canal y su futuro.

    El nuevo grupo tecnocrático liberal en el
    gobierno durante dos períodos presidenciales trata de
    resolver el problema mayor del subdesarrollo
    económico y social de Panamá mediante cuatro
    reformas: administrativa, tributaria, metropolitana y agraria,
    faltándole la más importante, la
    política.

    Luego, el proyecto del canal a nivel del mar por el
    istmo de Panamá se convierte en una palanca poderosa de
    negociación para los panameños que exigen estudios
    minuciosos de factibilidad, lo
    cual produce retrasos en las conversaciones en espera de
    resultados más precisos de las investigaciones sobre rutas
    y métodos de construcción.

    La contraparte norteamericana es dura y difícil
    con la mayoría de los elementos de negociación de
    su lado. El negociador panameño se enfrenta a un equipo
    norteamericano sólido y coherente.

    Como resultado de la corrupción administrativa,
    las componendas y el oportunismo de la oposición, la
    oligarquía se alía con otras fuerzas populares,
    contribuyendo a acabar con un sistema y con un proyecto que
    solucionaría la mayor parte de los problemas de la
    República desde su fundación, el conflicto
    histórico con los Estados Unidos. Esas fuerzas son las
    principales responsables de retrasar por diez años la
    desaparición de la colonia norteamericana. Pero su
    caída produjo inestabilidad interna y el paro de las
    conversaciones por lo menos dos años.

    El final de esta etapa política marca el inicio
    de otra forma de gobierno ya existente en la región, un
    gobierno militar que se consolida lentamente buscando el apoyo de
    las masas, incorporando grupos minoritarios y marginales con
    tendencia izquierdista, manifestando un carácter
    anti-oligárquico, popular y con disposición de
    promover el nacionalismo, buscando solidaridad
    internacional con la causa panameña y una actitud retadora
    ante los Estados Unidos.

    La primera etapa dura 6 años, culminando las
    conversaciones a mediados de 1967. Las dos etapas siguientes
    toman siete años, terminando en septiembre de 1977. Sin
    embargo, este logro de las aspiraciones panameñas, se
    apoya en los antecedentes, las negociaciones entre 1964 y 1967, y
    los acuerdos ad referéndum que se lograron en esos
    días.

    Jherrera

    I

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