el tratado de 1903 y sus
enmiendas
- La etapa
revisionista - La primera revisión del
tratado hay – bunau varilla en 1936 - Los convenios de base militares de
la decada de 1940 - La segunda revision del tratado
hay–bunau varilla en 1955 - La entrevista chiari –
kennedy en la casa blanca - El fracaso de la comision de alto
nivel - En visperas del 9 de enero de
1964 - Comienza la etapa abrogacionista
del tratado de 1903 - La negociación del
presidente roberto chiari - La fase decisiva de la
negociación de los tratados de 1967 - El limbo de los tratados de
1967
Definitivamente la fundación
de la República de Panamá fue
posible por el interés de
los Estados Unidos de
América
en construir un canal interoceánico a través del
istmo. El 3 de noviembre de 1903 existe porque existe el 18 de
noviembre de ese mismo año.
La Convención del Canal Ístmico
amarró a Panamá de tal manera que su desarrollo
como nación
se vio fuertemente comprometido, ya que las mismas fuerzas que se
comprometieron a protegernos nos avasallan. Durante cinco
décadas se lucha con armas desiguales
para lograr desatarse, parcialmente, de los poderosos
protectores.
La etapa revisionista de la Convención del Canal
Ístmico o Tratado Hay–Bunau Varilla va desde octubre
de 1904 hasta la firma el 25 de enero de 1955 del Tratado
Remón–Eisenhower. En este periodo de tiempo se
realizan un intento serio pero fracasado de revisión en
1926, con el Tratado Kellogg–Alfaro y dos momentos exitosos
con los tratados
Arias–Roosevelt y Remón–Eisenhower.
Además de otras negociaciones, en la década del 40
referente a la protección del canal, ¿por
qué demoraron tanto los panameños en terminar esa
larga etapa revisionista? En este capítulo se
tratará de dar una respuesta.
La República manca, coja y
tuerta
La separación de Panamá de Colombia a sido
atacada a ultranza junto con los próceres y defendida a
capa y espada junto con los próceres también. Tal
como lo indica Diógenes de la Rosa a desvirtuado entre "el
panegírico y la diatriba". Donde se encuentra la verdad,
es algo aún por descubrirse.
En 1907 personalidades como Luis De Roux y Eusebio A.
Morales se quejan por escrito ante la opinión
pública del poco nacionalismo y
alto grado de mercantilismo
de una gran parte de la dirigencia política de esa
época. Más reciente en 1961 Galileo Solís,
Ministro de Relaciones exteriores del presidente Chiari, es
más comprensivo al declarar que era muy fácil
criticar a los próceres de 1903 mirando los
acontecimientos más fríamente a través de
las experiencias adquiridas y no estando bajo las presiones que
debieron haber sufrido los gestores de la
república.
Parece ser que hay una gran controversia en lo referente
a nuestra separación de Colombia ya que por un lado hay
historiadores que sitúan a los próceres en calidad de
estadistas y otros los califican poco menos que de delincuentes.
A la historia negra
de la separación se ha respondido creando la historia rosa
o dorada. Cuando, según el Dr. Jaén, lo que
correspondía era hacer simplemente la historia
política verdadera de Panamá.
La pregunta clave sería ¿tenían los
panameños de 1903 un fuerte y arraigado sentimiento
independentista? Un análisis a los acontecimientos pone en duda
que así fuera. Después de su independencia
de España
en 1821 Panamá se une a la Gran Colombia que reunía
los territorios de Venezuela,
Colombia, Ecuador y
Panamá, o sea, parte del antiguo virreinato de la Nueva
Granada. Luego se separa por un tiempo, en 1830 y en 1831, donde
Venezuela y Ecuador se separan definitivamente, pero sigue siendo
parte de Colombia. En 1841 casi se logra una independencia
definitiva de una Colombia en proceso de
desintegración, que se cancela cuando se resuelve esa
situación pasajera. Por lo tanto, hasta 1903 los
panameños se sienten esencialmente colombianos. Su
problema es lograr un poco de autonomía en contra del
centralismo
bogotano. Es hasta el rechazo el 12 de agosto de 1903 del Tratado
Herrán–Hay para la construcción del canal interoceánico
que comienza a fraguarse la idea de la separación. Esto
fue algo tan repentino que figuras como Buenaventura Correoso,
Oscar Terán y Belisario Porras no la aceptan. Por esto
Ernesto Castillero Pimentel, historiador panameño,
señala que un sensible error de los próceres y
primeros gobernantes fue enseñarle a las generaciones
republicanas a vilipendiar el periodo de unión de a
Colombia. Negándonos con esto 400 años de historia
común.
El tratado de 1903 disminuía la
personalidad internacional del nuevo estado de
Panamá y, algo quizás más grave para la
clase dirigente, coartaba la capacidad de prosperidad, sobre todo
de ellos.
No se puede perder de vista la situación
internacional en la que ocurre la separación de
Panamá de Colombia y surge el tratado Hay–Bunau
Varilla. Las grandes potencias se habían repartido el
mundo. La doctrina Monroe había degenerado en la
política del garrote, en donde los Estados Unidos hacia lo
que le viniera en gana. La muestra esta en
que al rechazar Colombia el Tratado Herrán–Hay
apoyan la separación de Panamá y le imponen un
tratado que encima que les daba un sin fin de prerrogativa ellos
interpretan a su libre albedrío. Hacen del artículo
III a través del cual la República de Panamá
concede "todos los derechos, poder y
autoridad que
poseerían y ejercitarían si ellos fueran soberanos
del territorio….." la piedra angular de la ejecución a
su entero favor del tratado de 1903.
Pero a la acción de Estados Unidos, cuyo
resultado es disminuir la capacidad política y
económica de la joven República de Panamá,
se añade la de sus propios dirigentes nacionales.
Ésta es quizá más grave aún que la
extranjera. Como un ejemplo de esto por iniciativa propia el
gobierno
panameño, el 1 de junio de 1904, declaró cesante la
jurisdicción, dentro de la Zona, de sus propias
autoridades. Y el 19 de mayo hace entrega simbólica de la
Zona del canal al primer gobernador George W. Davis.
Además sin que nadie se lo pida ese primer gobierno de
Amador Guerrero arrió la bandera panameña, en 1904,
en la Zona del Canal, a la cual no retornó hasta 1960.
Igual sucede con el articulo 136 de la constitución de 1904 por el cual se
autorizaba a Estados Unidos a intervenir en cualquier punto del
país para restablecer el orden, propuesto por Tomás
Arias y Amador Guerrero – aun en contra del representante
norteamericano en Panamá.
El 24 de junio de 1904 las autoridades zoneítas
implantan la Tarifa Dingley, arancel proteccionista que se aplica
en todo el territorio norteamericano, mediante la cual comienza a
establecerse un complejo comercial y fiscal que le
hará competencia a la
nueva república. Además declaran los puertos en
ambos extremos del país como terminales del canal. Todas
estas medidas impiden el desarrollo del país el cual ve
pasar por sus aguas una gran cantidad de barcos y por la
interpretación arbitraria del tratado de 1903, por parte
de Estados Unidos, no tiene ningún beneficio para
sí.
Las quejas que estas medidas generaron llegaron a tal
tono que en diciembre de 1904 el presidente Teodoro Roosevelt
envía a Panamá a su secretario de Guerra,
William H. Taft, a calmar los ánimos y tiene éxito
en pocos días. El 6 de diciembre se firma el Convenio Taft
que, en parte, resuelve la situación pero crea nuevos
problemas. En
adelante, durante la etapa revisionista del tratado de 1903 los
gobernantes panameños estarán más
preocupados por obtener la eliminación de trabas con el
comercio de la
Zona del Canal que por problemas relativos a la soberanía y a la
jurisdicción.
Con parte del dinero que
Estados Unidos paga por el canal, se desarrolla un proyecto
educativo en el cual se mandan a prestigiosas universidades de
Europa, estados
Unidos y Chile cerca de
100 panameños a estudiar, de este grupo salen
figuras como Harmodio Arias y Augusto Samuel Boyd que
serán presidentes de la república. Esta
generación toma el relevo de los próceres, tienen
preocupaciones, ensayan nuevos estilos y sin embargo en
política, la mayoría de ellos consideran al estado
como coto de caza particular, librado a la rapiña del
ganador temporal. Estos panameños, a pesar que traen un
soplo de modernidad,
demostrarán incapacidad recurrente para resolver los
problemas de fondo, los políticos, generados por la
Convención del Canal Ístmico de 1903 y su
aplicación.
Harmodio Arias Madrid, en sus funciones de
presidente de Panamá negocia la primera revisión
exitosa del tratado de 1903: El Tratado Arias–Roosevelt de
1936. Uno de los principales logros de este tratado fue la
eliminación del derecho a intervenir en los asuntos
internos de Panamá, a pesar que fue una iniciativa del
gobierno del presidente Roosevelt. Ya que desde Manuel Amador
Guerrero hasta Rodolfo Chiari, pasando por Belisario Porras,
Pablo Arosemena y Ricardo Arias Feraud entre otros, liberales y
conservadores, en el gobierno o en la oposición,
solicitaban la intervención de Estados Unidos para cuidar
sus intereses momentáneos.
Algunos claman por la revisión del Tratado de
1903
El 30 de noviembre de 1903, 12 días
después de firmada la convención del canal
ístmico, el subsecretario de Relaciones Exteriores de
Panamá Honorio González Guill, le envía un
cable a nuestro representante francés en Washington
indicándole que ese tratado necesita una convención
adicional ya que tiene muchos puntos por aclarar.
Belisario Porras, en su presidencia de 1912 a 1916 y
Eusebio Morales, su representante en Washington redactan, en
1915, un nuevo tratado para presentarlo a la consideración
de los Estados Unidos, pero la primera guerra
mundial postergó el asunto hasta 1919. Este tratado
contenía artículos que hubieran ayudado al desarrollo
económico del país. Entre ellos
comprometía a Estados Unidos a construir dos líneas
de ferrocarril una de la región de Bayano hasta la ciudad
de David; la otra de la desembocadura del Chagres hasta
Changuinola. La oposición política a Porras publica
este tratado con comentarios mal intencionados dando al traste
con este proyecto.
Porras, en su segundo período presidencial de
1918 a 1920, insiste nuevamente en la revisión del tratado
de 1903. Aprovechando la visita al país del presidente
electo de U.S. Warren G. Harding le presenta un memorándum
de reclamaciones sobre el tratado de 1903.
Un Intento fallido de revisión del Tratado de
1903.
Nuevamente Porras, en su tercer período
presidencial de 1920 a 1924, insiste en su empeño
revisionista. El presidente Harding se compromete en 1922 a
reformar el tratado Hay–Bunau Varilla, pero su muerte
repentina en 1923 lleva al poder a Calvin Coolidge quien
gobernará inclinado a la política del gran garrote
en sus relaciones con sus vecinos del sur.
Ricardo J. Alfaro, representante de Panamá en
Washington, dirigió el 3 de enero de 1923 al secretario de
Estado Charles Evans el "Pliego de Cargos de Panamá a
Estados Unidos por la manera de aplicar éste el tratado de
la Zona del Canal" donde termina expresando el deseo del gobierno
panameño de arreglar, por medio de un protocolo, o de
cualquier otro pacto, los desacuerdos existentes. Las
conversaciones comienzan en el gobierno de porras pero tomaran
fuerzas en el siguiente gobierno el del presidente Rodolfo Chiari
Robles. Ricardo J. Alfaro y Eusebio A. Morales conducen por
Panamá las negociaciones.
El 12 de octubre de 1925 Chiari solicita la
intervención de las tropas norteamericanas para sofocar el
movimiento
inquilinario. Esa acción no favorece en nada la
posición negociadora ante el poderoso protector. El
resultado fue el tratado Kellogg–Alfaro firmado el 28 de
julio de 1926 en Washington. Dicho proyecto no resolvía
nada esencial para los panameños y comprometía a
Panamá a considerarse en estado de guerra en cualquier
conflicto en
que los U.S. fuera beligerante. Este tratado era un secreto de
estado y fue publicado en Cuba y en
Costa Rica, se
sospecha que la publicación fue obra de Porras para de
esta manera vengarse de lo ocurrido con su proyecto de tratado en
1915. El tratado Kellogg–Alfaro es rechazado por la
opinión pública, encabezados por el movimiento
Acción Comunal, creado en 1923, compuesto de
jóvenes idealistas que ven en el estado
panameño algo más que una empresa
puesta al servicio de un
pequeño grupo plutocrático.
Ricardo J. Alfaro, lamenta que se considere como algo
ignominioso el pacto,
sostiene por su parte que este tratado representó
la primera batalla diplomática de Panamá y que se
celebró contra una cancillería norteamericana en el
apogeo de la dureza, de la incomprensión y la
inflexibilidad en su trato con nosotros.
Hasta por lo menos 1932 domina en el gobierno americano,
de hecho, la política del gran garrote y una
intransigencia férrea en todo lo que tenía que ver
con las reivindicaciones panameñas relativas al tratado de
1903 y sus interpretaciones. No obstante, EUA abroga
unilateralmente el Convenio Taft el 7 de septiembre de 1922 y
anuncia oficialmente su aceptación de revisar la
Convención del Canal Ístmico, pero aclara que
cualquier nuevo tratado complementaría y no
remplazaría al de 1903.
La primera
revisión del tratado Hay – Bunau Varilla en
1936
En 1932 toma posesión de la presidencia de los
Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, quien acaba con las
intervenciones directas en los asuntos internos de Panamá.
Él recibe, en visita oficial, al presidente Harmodio Arias
Madrid en la casa blanca el 9 de octubre de 1933. El 17 de
octubre en declaración conjunta, manifiestan que la
construcción del canal había concluido, que el uso,
ocupación y control de la
Zona del Canal era sólo para el mantenimiento,
funcionamiento y protección del canal. Estados Unidos toma
la iniciativa y plantea la posibilidad de revisar el tratado de
1903. En julio de 1934, Roosevelt visita Panamá. El
presidente Arias nombra a Ricardo J. Alfaro, Carlos Lucas
López y Narciso Garay como comisionados para negociar el
nuevo tratado.
Aunque son los Estados Unidos los que proponen la
revisión, los militares norteamericanos se oponen
rotundamente a esto. El tratado General de Amistad y
Cooperación es ratificado por la Asamblea Nacional el 24
de diciembre de 1936 y por el senado de los Estados Unidos tres
años después, debido a la resistencia de
los militares. Este tratado tiene tres convenciones
suplementarias: una sobre las comunicaciones
radiofónicas, otra para el traspaso de dos estaciones
navales radioeléctricas y una más para la
terminación de una carretera transístmica entre las
ciudades de Panamá y Colón.
En este tratado se logra, al fin, un triunfo
político al eliminarse cláusulas mediante las
cuales se permitía la intervención de los Estados
Unidos en los asuntos internos de Panamá. Y las que
otorgaban el derecho a EUA de expandir la Zona del Canal
unilateralmente. Se alcanzan ciertas conquistas
económicas, como el aumento de la anualidad y el derecho
de los comerciantes panameños a vender sus productos en
el mercado de la
Zona y se le permitía a continúa reconociendo
explícitamente a la Zona del Canal como un territorio
aparte, con sus propias leyes y
autoridades. La obligación conjunta de defender el canal
era lo que los opositores del tratado de 1936 estimaban
violatorio de su neutralidad.
El tratado Arias–Roosevelt, a pesar de los claros
avances y de un saldo mas bien positivo para Panama en el balance
de las negociaciones, no suscito la unanimidad entre los
panameños. Lejos de eso, una parte de la opinión
publica se le opone. El Dr. Demetrio Porras diputado por el
partido socialista lideriza esta oposición.
Los Convenios de base
militares de la decada de 1940
En 1939, entra en vigencia el tratado de 1936 y
rápidamente es violado por los EUA mediante
interpretaciones excesivas y unilaterales. Siguen en pie la
discriminación laboral y el
contrabando.
En 1940 asume la presidencia de Panama el Dr. Arnulfo
Arias Madrid. Dentro de una postura políticamente mas
nacionalista, empeñada en resolver asuntos bilaterales con
EE UU de carácter
mas bien económico, envía un memorándum de
12 puntos "Primordiales para el desarrollo económico,
industrial y político del país" presentado por el
embajador en Washington Carlos N. Brin al presidente Franklin D.
Roosevelt.
Ante el recrudecimiento de la II guerra mundial,
los EUA solicita sitios de defensa fuera de la Zona del Canal, en
lo que el gobierno panameño manifiesta renuencia. EUA
quería estos sitios por 999 años, luego reduce el
tiempo a 99 anos. Arnulfo se niega a esto, manteniendo a Panama
neutral en la gran guerra. Al negarse el gobierno panameño
a artillar las naves de bandera panameña, el presidente
Arias es derrocado, con la complicidad de los EE UU. El nuevo
presidente Ricardo Adolfo de la Guardia declara la guerra a
Japón,
Alemania e
Italia. Acepta
artillar los barcos de bandera panameña y negocia los
sitios de defensa que requerían los EE UU para la defensa
del canal.
Panama arrienda 136 parcelas en todo el territorio
nacional que suman 15,000 hectareas y que deberían
devolverse un año después del fin de la guerra.
Fueron años de bonanza económica en Panamá
por la presencia de miles de soldados de paso a los frentes de
batalla. En 1939 se inician los trabajos de excavaciones para la
construcción de un tercer juego de
esclusas, pero se suspenden por falta de fondos.
Pasado el plazo, al finalizar la guerra, para la
retirada de los EUA de los sitios de defensa. El embajador
norteamericano solicita formalmente negociar un nuevo convenio.
Panama solicito la devolución de todos los sitios de
defensa y los EUA hicieron caso omiso a esta solicitud.
Repentinamente el 3 de mayo de 1947, el gobierno panameño
anuncia que, a causa de haberse agravado la situación
internacional, era indispensable mantener los sitios de defensa.
Esta postura trajo como consecuencia la firma del Convenio
Filos–Hines, el cual fue rechazado por la Asamblea Nacional
el 22 de diciembre de 1947, a pesar de contar el gobierno con la
mayoría parlamentaria. Esto sucedió gracias a la
acción conjunta de la opinión pública
panameña, y sobre todo de la acción de grupos
organizados como la Federación de Estudiantes de
Panamá, que nace en 1943, y del Frente Patriótico
de la Juventud, de
1945, organización política que sucede a
la Acción Comunal. Inmediatamente los EE UU cumplen el
convenio original y retiran sus tropas de los sitios de defensa y
las relocalizan en la Zona del Canal.
El 20 de enero de 1953, el general Dwight D. Eisenhower,
el héroe militar de la segunda guerra
mundial, asume la presidencia de los EUA hasta enero de 1961.
Ese hecho tendría mucho que hacer con la historia de
Panamá y las negociaciones para un nuevo tratado relativo
a la vía interoceánica.
La segunda revision
del Tratado Hay–Bunau Varilla en 1955
Como resultado del vacío de poder dejado por las
autoridades de los EUA gracias al tratado de 1936, la
Policía Nacional termina llenado ese vacío y las
diferentes crisis
políticas de los años 40 llevan a la
comandancia de esta al Coronel José Antonio Remón
Cantera, el cual a pesar de tener un origen familiar entroncado
con la mas vieja burgesía colonial se acerca mas al pueblo
llano mostrando un genuino interés por ellos, esto tal vez
se deba a su educación en la
Academia Militar de México y a
las estrecheces económicas de su juventud.
El primero de octubre asume la presidencia de
Panamá, e intuyendo los dividendos políticos que
podía ganarle, hace de la causa de la revisión del
tratado de 1903 uno de sus caballos de batalla. El 15 de marzo de
1953 bajo el lema "Ni millones, ni limosnas, queremos
Justicia" anuncia Remón su intención de
solicitar una revisión del Tratado de 1903. Todos en
Panamá creyeron que entre militares podían
entenderse mejor y al resaltar Remón los asuntos de
defensa esto seria música celestial para
Eisenhower y su gobierno. Sin embargo, y a pesar de la
posición sobre temas de reconocimiento de la
soberanía y el fin de la perpetuidad, lo que
perseguían los panameños era resolver problemas
económicos y contrario a su lema los millones y la
justicia
equivalían a lo mismo.
El 27 de agosto en víspera de su viaje a
Washington, Remón convoca en la Plaza 5 de mayo a "Una
cita con la patria" para, en principio, recibir apoyo ciudadano a
sus gestiones ante el gobierno de los EE UU.
Panamá nombra como negociadores a Octavio
Fábrega, Carlos Sucre y Roberto Heurtematte. Sus
planteamientos fueron aspiraciones fundamentalmente de
carácter económico y fiscal, aunque solicitan
eliminar la perpetuidad por 99 anos de vigencia del tratado de
1903 y el reconocimiento pleno de la soberanía
panameña sobre la Zona del Canal. Las negociaciones fueron
extremadamente difíciles, por una parte los
panameños pedían cinco millones de dólares
como anualidad y por la otra los norteamericanos querían
imponer una cláusula en donde Panamá no
volvería a solicitar mas revisiones al tratado del canal,
la cláusula que fue conocida como del "silencio
perpetuo".
Ante tanta reserva y oposición del Departamento
de Estado, Remón escribe al presidente Einsenhower en
noviembre de 1954 y logra destrabar las negociaciones.
Envía al ex presidente Harmodio Arias como representante
especial, quien tendrá una destacada actuación en
la concertación del nuevo tratado. El 25 de enero de 1955,
veintitrés días después de ser asesinado el
Presidente Remón, en la ciudad de Panamá es firmado
el Tratado de Mutuo Entendimiento y Cooperación, conocido
como Remón–Einsenhower, entre el embajador de EUA
Selden Chapin y el canciller panameño Octavio
Fábrega.
Ricardo M Arias Espinosa asume la presidencia, como
segundo vicepresidente, después del arresto del presidente
José Ramón
Guizado, el cual es acusado de estar involucrado en la muerte de
Remón. Guizado se buscó estos problemas al intentar
enfrentar a la poderosa Cecilia Pinel de Remón, la viuda
con aspiraciones políticas, cuando reemplazó en el
gobierno a figuras claves del remonismo.
El gobierno de Arias Espinosa cae en enfrentamientos
directos con los EUA los cuales se liman al efectuarse en Panama
la reunión de presidentes del hemisferio entre el 22 y el
23 de julio de 1956. Fue un golpe maestro de propaganda del
nuevo gobierno que queda plenamente lavado de culpas reales o
imaginarias por sus vecinos, y de paso por toda la comunidad
internacional.
Pero tres días después de la
reunión de presidentes, Egipto
nacionaliza el canal de Suez y el Departamento de estado entra en
pánico al pensar que a Panamá se le pueda ocurrir
algo similar, atrasan la legislación para la
implementación de los tratados por dos años y
medio, y no es hasta el gobierno de Ernesto de la Guardia que
entra en vigencia el nuevo tratado.
RESUMEN DE LA SEGUNDA
PARTE
SE
PREPARA LA ETAPA ABROGACIONISTA DEL TRATADO DE
1903
Esta es una etapa de transición que tendrá
como resultado la abrogación del Tratado Hay-Bunau Varilla
y sus enmiendas. Las situaciones internas e internacionales se
conjugan para crear un nuevo ambiente
ideológico en el país, dando lugar al primer
movimiento concreto de
reivindicación política. Este surge en la Universidad de
Panamá y se torna en antecedente directo de los incidentes
del 9 de enero de 1964.
LA SIEMBRA DE BANDERAS EN LA ZONA DEL
CANAL
En el año de 1956, bajo el mando de Gamal
Abdel Nasser, Egipto nacionaliza el Canal de Suez. Se rebela
Egipto en contra de potencias coloniales más poderosas de
Europa, Gran Bretaña y Francia, y su
lucha tiene éxito. Este acontecimiento provoca inquietud
en el gobierno estadounidense, temiendo que Panamá imite
la actitud
egipcia.
El 2 de mayo de 1958, un grupo de estudiantes de la
Unión de Estudiantes Universitarios, liderizados por
Carlos Arellano Lennox y otros; penetran en la Zona del Canal y
siembran setenta y cinco banderas panameñas en diversos
sitios. Este incidente pone de manifiesto el nuevo sentimiento
nacionalista y los deseos de soberanía que se estaban
dando en todas nuestras capas sociales. Los diplomáticos
panameños presentan quejas formales ante el gobierno
estadounidense, a fin de eliminar la discriminación hacia
los nacionales y la colocación del Pabellón de
Panamá en la Zona del Canal.
Las pretensiones panameñas fueron desestimadas, y
tiempo después se empieza la planificación y anuncio de otra marcha de
siembra de bandera en el área canalera. Surgió
también la idea de una invasión masiva de protesta
por los nacionales hacia la Zona del Canal. Esta idea fue tomada
en serio por las autoridades zoneítas, las cuales
procedieron a elaborar y revisar acciones y
planes concretos de contención el 2 de noviembre de
1958.
Llegado el 3 de noviembre, Aquilino Boyd con familiares
y seguidores se presentan con banderas en el monumento a
Goethals, luego pasaron a las esclusas de Miraflores. La
manifestación pacífica fue detenida y uno de las
banderas nacionales fue vejada por un miembro de la fuerza
policial zoneíta. Este gesto enciende los ánimos y
origina una ola de violencia que
arrecia en la noche, en las ciudades de Panamá y
Colón, extendiéndose hasta el día 5 de
noviembre. El saldo de heridos entre los norteamericanos fue de
treinta y seis personas entre civiles y militares, en tanto que
los nacionales fueron cuarenta. El 29 de noviembre de 1959, los
panameños intentan otra siembra de banderas en la Zona del
Canal, pero son repelidos por la Guardia Nacional, nuevamente se
producen disturbios y heridos en la ciudad de
Panamá.
Las reclamaciones de soberanía y el
resquebrajamiento en la actitud de Washington hacia los reclamos
panameños, también generan protestas por parte de
los zonians. Estos sostienen que la república es
controlada por una minoría oligárquica, y que en el
país no existe una estructura
política seria. Dicen además que imperan los
acuerdos "bajo la mesa" y la corrupción.
A principios de
1960, la Cámara de Representantes y el Congreso de los
Estados Unidos también trataron de obstaculizar por
medios legales
la izada de nuestra bandera nacional en el área
canalera.
En nuestro país durante ese mismo año
surge electo Roberto F. Chiari Remón, quien luego de las
elecciones nombra una Comisión Política
Internacional. Esta comisión tiene como objeto mantener la
posición panameña en nuestras relaciones con
Estados Unidos y examinar mas a fondo el tema de las
reivindicaciones económicas. De este equipo de trabajo
surgieron dos recomendaciones importantes: 1) lograr el
enarbolamiento de la bandera panameña en todos los
edificios públicos de la Zona del Canal y naves en
transito, y 2) priorizar el cese de la perpetuidad en la letra de
los tratados vigentes.
A fines del mes de noviembre de 1959, el presidente
Eisenhower se muestra dispuesto a enarbolar la bandera
panameña en la Zona del Canal. Esta disposición
genera, al ser consultada, toda una serie de controversias,
quejas, trámites y opiniones encontradas entre los
diversos estamentos del gobierno estadounidense. Luego de un sin
número de obstáculos y presiones, finalmente el 12
de septiembre de 1960 el presidente de los Estados Unidos decide
que la bandera panameña se enarbole diariamente junto a la
norteamericana.
Se ejecuta la "instrucción Panamá" del
presidente Eisenhower el 17 de septiembre de 1960, y se cumple la
misma el día 21 del mismo mes y año,
izándose el Pabellón Nacional en el Triangulo
Shaler durante una emotiva ceremonia.
Esta acción provoco algunas críticas entre
nacionales, por el sitio de izada escogido; y también por
los estadounidenses. No obstante, el Departamento de Estado
calificó el hecho como un gesto voluntario y unilateral de
reconocimiento de la soberanía titular de Panamá
sobre la Zona del Canal.
El presidente Chiari, impulsado por Eisenhower, inicia
un período de acercamiento al sucesor de este
último, con la finalidad de mitigar los resentimientos y
mejorar las relaciones entre ambos países.
LA ENTREVISTA
CHIARI – KENNEDY EN LA CASA BLANCA
El 20 de enero de 1961 toma posesión de su
cargo el sucesor del presidente Eisenhower, John F.
Kennedy.
El 22 de julio de ese mismo año, el director del
Departamento de Planificación de Panamá, David
Samudio contacta al representante especial del presidente
Kennedy, el Sr. Burrows, para manifestarle las intenciones del
presidente Chiari de negociar un nuevo tratado sobre el Canal de
Panamá. El 8 de septiembre de ese año, el
presidente envía a su hermano Ricardo Chiari con una
misiva dirigida al nuevo presidente, en donde le solicita una
reunión y le comunica los aspectos de conflicto que le
gustaría discutir en ese encuentro. Entre los aspectos
relevantes señala los temas de la soberanía, la
perpetuidad y la explotación de recursos,
principalmente el canal.
Luego de una demora intencional de dos meses, el 2 de
noviembre de 1961, el presidente Kennedy responde a la misiva de
Chiari. En su respuesta le indica que ha impartido instrucciones
a sus funcionarios, para que lleven a acabo una evaluación
de sus necesidades actuales y futuras respecto a la vía
interoceánica. Nombra una Comisión de Estudio
dirigida por el subsecretario de Estado George W. Ball, en donde
participan representantes de la Casa Blanca, el Departamento de
Defensa y el de Presupuesto.
Como resultado del trabajo de esta comisión, la
Casa Blanca adopta un Memorando de Acción de Seguridad
Nacional, en donde existen tres puntos esenciales:
- Investigar y determinar dentro de los
próximos cinco años, los factores de
construcción, demanda de
trafico y viabilidad de un canal a nivel del mar por el istmo
de Panamá. - Estados Unidos no aceptaría
renegociación fundamental de los tratados existentes,
pero reconoce que dicha posición no puede ser
indefinida y habría que tomar decisiones antes de la
terminación de los estudios canaleros. - Expresar a Panamá la disposición e
intención sincera de ajustar las relaciones dentro de
una interpretación liberal de los tratados y acuerdos
existentes.
El presidente Kennedy responde con la negatividad que
observamos en los puntos anteriores, no obstante da una respuesta
positiva a la solicitud de una visita oficial por parte del
presidente Chiari a la Casa Blanca. La respuesta a la nota
anterior por parte del presidente Chiari, se da con prontitud el
17 de mayo de 1962. En ella reitera su deseo de efectuar una
revisión integral de los tratados existentes y evade la
entrada en el tema de la construcción del canal a
nivel.
El presidente Kennedy respondió el 25 de mayo
de1962 de forma corta e insustancial, expresando su deseo de
recibirlo pronto en Washington para tener la oportunidad de
explorar las mutuas inquietudes y problemas como
presidentes.
La visita del presidente Chiari tiene lugar del 12 al 16
de junio de 1962, arribando con el una comitiva que
incluía a su canciller Galileo Solís y otros
funcionarios. El presidente panameño expone con franqueza
todos los motivos de insatisfacción y conflicto,
condensados en una serie de nueve temas, que no obtuvieron
respuesta adecuada:
- Restricción de los derechos otorgados a
Estados Unidos en la Zona del Canal, a los fines estipulados
de mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y
protección del canal. - Respeto de la soberanía panameña en
la Zona del Canal y reconocimiento de la misma por
manifestaciones concretas como el enarbolamiento de la
bandera panameña en todas partes, uso del español como idioma oficial y de
estampillas postales
panameñas, reconocimiento de exequátur
panameño a cónsules extranjeros, juzgamientos
de panameños por tribunales de
Panamá. - Devolución a Panamá de todas las
tierras y aguas no necesarias para fines específicos
definidos en los tratados. - Eliminación de la cláusula de
perpetuidad. - Aumento substancial de los beneficios pecuniarios
por la concesión del canal. - Terminación de actividades comerciales e
industriales del gobierno americano en la Zona del
Canal. - Cuestiones laborales de discriminación a
panameños, igualdad
de salarios e
igualdad de prestaciones de seguridad
social. - Restablecimiento en jurisdicción
panameña de facilidades portuarias. - El cobro en la fuente del impuesto sobre
la renta de panameños empleados en la Zona del
Canal.
Durante la visita se llevaron a cabo dos rondas de
conversaciones, en ninguna de ellas estuvo presente la
representación del Departamento de Defensa, signo este que
indicaba sin lugar a dudas, que las reuniones serían
meramente protocolares.
Ante la insistencia del presidente Chiari, a Kennedy no
le quedó mas camino que la franqueza, y expreso de forma
tajante su deseo de negociar un nuevo tratado que abrogue el de
1903. Para que el presidente Chiari no volviese a Panamá
con las manos vacías, surgió la idea de crear una
Comisión de Alto Nivel, que posteriormente a las reuniones
continuara trabajando sobre algunas reivindicaciones de detalle.
Esta comisión de trabajo estaría formada por un
grupo binacional.
Como resultado final de la visita ambos mandatarios
emitieron una Declaración Conjunta el 13 de junio de 1962.
En esta se plasmaba la intención de resolver mediante
discusiones los puntos de insatisfacción relativos a los
tratados. En general, excepto el asunto de las banderas
panameñas y un par de puntos secundarios, las aspiraciones
de Panamá quedaron sin respuesta, ya que dos años
después el presidente Kennedy dio instrucciones de que no
se hiciera nada que afectara los tratados existentes.
El 15 de junio de 1962 el presidente Kennedy adopta otro
Memorando de Acción de Seguridad Nacional. Este no
reemplaza al anterior sino que le adiciona nuevos elementos. En
este memorando nombra a los funcionarios que laboraran en la
nueva comisión, a saber: Joseph Farland y el mayor general
Robert Fleming. Como contraparte el presidente panameño
nombro al canciller Galileo Solís y al ministro de
Relaciones Exteriores Octavio Fábrega.
El presidente Kennedy ordena a sus designados buscar
pronta solución a los conflictos de
tipo práctico y simbólico, por métodos
ejecutivos y legislativos que no alteren los tratados.
Confecciona un resumen con todas las peticiones fundamentales de
Panamá, mas este no deja de ser solo eso, una mera lista
de información.
EL FRACASO DE LA
COMISION DE ALTO NIVEL
La Comisión de Alto Nivel fue instalada
solemnemente en la Presidencia de la Republica de Panamá
el 6 de julio de 1962. No fue hasta la segunda reunión,
celebrada el 13 de julio, cuando se plantearon formalmente las
aspiraciones panameñas, ya mencionadas en los nueve puntos
que se trataron durante la visita del presidente
Chiari.
El 13 de octubre de 1962 tiene lugar la tercera
reunión, y en esta ocasión Panamá adiciona
tres puntos a sus anteriores aspiraciones: Corredores bajo plena
jurisdicción panameña en la Zona del Canal; la
apertura del mercado zoneíta al comercio panameño y
facilidades portuarias en Panamá y Colón. De todas
las aspiraciones presentadas, solo se logro la consecución
de dos: el reconocimiento de los exequátur
panameños y la retención y posterior transferencia
al tesoro nacional, del impuesto sobre la
renta de los ciudadanos panameños que laboraban en la Zona
del Canal. El ministro Galileo Solís sostiene que no
logró mucho porque los representantes norteamericanos no
eran realmente de alto nivel.
Mientras los representantes especiales ganan tiempo
utilizando tácticas dilatorias, la colocación de
banderas panameñas en la Zona del Canal continúa.
En esta ocasión las autoridades norteamericanas colocan
dos en el puente de las Américas, el día de su
inauguración, el 12 de octubre de 1962.
Roberto Chiari le escribe al presidente Kennedy el 22 de
febrero de 1963, solicitando el aumento en la anualidad del Canal
que había sido tratado en su visita previa. Dadas las
condiciones políticas de la época, Joseph Farland
recomienda aceptar la petición formulada, y también
sugiere que el aumento sea por cinco millones de dólares.
En el documento sus recomendaciones específicas
fueron:
- Que el presidente Kennedy se prepare para dar al
presidente Chiari seguridades de que Estados Unidos
examinará con simpatía el asunto de la
compensación adicional a Panamá para el periodo
inmediatamente anterior a la negociación de un nuevo tratado o la
renegociación del existente. - Que Estados Unidos no prepare al mismo tiempo
comentarios sobre cantidad, método de pago u otro uso. - Que sugiera que este tema se convierta en sujeto
para consideración prioritaria de los representantes
de los dos presidentes en la discusión
bilateral.
También mencionó la aceptación por
parte de Chiari de una moratoria quinquenal, lo cual no era
cierto.
El 19 de marzo de 1963 Chiari vuelve a encontrarse con
Kennedy en una cumbre presidencial celebrada en San José
de Costa Rica. No hay datos sobre
declaración alguna en esta reunión, concerniente a
la República de Panamá. El 20 de marzo se da una
breve reunión entre los presidentes de Panamá y
Estados Unidos en donde tratan principalmente el aumento de la
anualidad. Al presidente Chiari se le solicita absoluta
discreción respecto a lo conversado en este ultimo
encuentro, a fin de no malograr los esfuerzos que realizara el
presidente Kennedy.
Galileo Solís señala en nota a Dean Rusk
que la única forma viable de solucionar todos los
conflictos existentes, era mediante la negociación de un
nuevo tratado. Era necesario sentar las bases para esta nueva
negociación con prontitud, ya que al presidente Chiari no
lo quedaba mucho tiempo de mandato. Incluyó además
otros puntos que necesitaban de solución por acuerdo
bilateral, como la reconstrucción y ampliación de
carreteras que incluye la de Panamá a Colón, la de
Arraiján–La Chorrera; el reconocimiento del
español en la Zona del Canal; el problema del agua potable
en Panamá y Colón; y el problema de
reversión de grandes zonas territoriales que no sirven
para la operación y defensa del Canal.
El 14 de mayo de 1963 el Presidente Chiari en
compañía de su ministro Galileo Solís,
recibe al embajador Farland en el Palacio de las Garzas. Galileo
sugiere que sería beneficioso en términos
políticos para el presidente Chiari, poder anunciar la
existencia de un compromiso de parte de los Estados Unidos, a
negociar un nuevo tratado dependiendo del resultado de los
estudios para el canal a nivel del mar. Farland estuvo de acuerdo
con esta sugerencia, mas al elevar la consulta buscando el
beneplácito del Departamento de Estado para que Chiari
pudiese hacer el anuncio, se encontró con una respuesta
rápida y fulminante: "No hay decisión firme
aún ni la habrá en un futuro cercano.
El 19 de mayo de 1963 Chiari le manifiesta nuevamente a
Farland la absoluta necesidad, a fin de crear un clima favorable
en ambos países, que se dé una renegociación
de los tratados, sin saber que ya existía una negativa
tajante del gobierno estadounidense. Señala Chiari
además, su deseo de recibir respuesta a la carta que
enviara al presidente Kennedy el 22 de febrero. Estas solicitudes
reiteradas de Panamá motivan la disolución de la
Comisión de Alto Nivel, con la aprobación del
presidente Kennedy, expresada en la nota de respuesta enviada al
presidente de Panamá el 9 de julio de 1963.
El 23 de julio de 1963 se disuelve, por mutuo acuerdo la
Comisión de Alto Nivel, y ese mismo día le escribe
el presidente Kennedy a Chiari, una carta larga e
insustancial que no aborda el tema de los tratados y habla
solamente de cooperación bilateral.
Concluye esta etapa de las relaciones entre
Panamá y Estados Unidos con un rotundo fracaso de la
Comisión de Alto Nivel, sin mas avance que el acuerdo para
el enarbolamiento de la bandera nacional; y a fines de diciembre
de 1963 ya existen once sitios en los cuales ondea el
pabellón nacional a todo lo largo de la Zona del
Canal.
EN VISPERAS DEL 9 DE
ENERO DE 1964
Luego del fracaso de la Comisión de Alto Nivel,
el gobierno de Estados Unidos se muestra indiferente y confiado
en cuanto al tema panameño. Saben que existen problemas en
Panamá, mas ante la situación internacional los
mismos son soslayados, y mantienen la postura del presidente
Kennedy de esperar cinco años mas; hasta la
conclusión de los estudios del canal a nivel para iniciar
cualquier negociación referente a los tratados. A pesar de
las advertencias de su embajada en Panamá y de su
encargado de negocios
Wallace Stuart, quien reemplazo Joseph Farland, Estados Unidos
hace caso omiso. No prestan atención al documento de
recomendación, enviado por Stuart al Departamento de
Estado, apoyando la postura del canciller Solís y hacen
gala de una extraordinaria miopía.
Al final de 1963, Washington continúa prestando
oídos sordos tanto a su embajada en Panamá como al
canciller Solís, no esperan mayores dificultades de este o
del presidente Chiari y están decididos a contentarlos con
pequeñas concesiones. El 8 de noviembre, el Departamento
de Estado comunica a su Embajada en Panamá que favorece el
inicio de negociaciones en busca de modificaciones menores a los
tratados. Gira instrucciones y el permiso para negociar ayuda
económica a la
administración de Chiari; la apertura de un corredor a
través de la Zona de Canal bajo jurisdicción
parcial de Panamá; el permiso para el establecimiento de
mayor actividad comercial panameña en la Zona del Canal, y
la transferencia parcial de France Field a Panamá. A
cambio el
Departamento de Estado solicita la extensión de la base de
Río Hato, facilidades en los aeropuertos de Tocumen y
David para sus aeronaves militares, y otros asuntos menores. La
propuesta sugiere que las negociaciones se lleven a cabo desde
diciembre de 1963 a todo lo largo del año 1964.
El 22 de noviembre de 1963 John F. Kennedy es asesinado
en Dallas, y lo reemplaza en el cargo su vicepresidente, Lyndon
B. Johnson. Este no presentó novedad alguna de procedimientos, y
continuó con la consabida ceguera y las tácticas
dilatorias, a fin de abocar a los panameños a una
negociación basada en el canal a nivel. Como parte de esta
estrategia
arguyen un Plan de
Acción para sus relaciones con Panamá. El plan
consiste en negociaciones menores y el fortalecimiento de las
instituciones
publicas y la sociedad civil.
Son medidas de contención a fin de ganar el favor de los
estudiantes y algunos elementos políticos.
Como resultado de la política anterior, se
anuncia el 30 de diciembre de 1963, los últimos seis
sitios en los cuales será izada la bandera panameña
en la Zona del Canal. Llegando a completar un total de quince
sitios en donde ondea el pabellón, no obstante, el consejo
civil recomienda no izar la bandera panameña en los
colegios públicos del área. Se tienen luego todos
los elementos del violento drama que vivirá Panamá,
iniciándose el 9 de enero de 1964.
RESUMEN DE LA TERCERA
PARTE
COMIENZA LA ETAPA ABROGACIONISTA DEL TRATADO DE
1903
La tragedia mas grande en toda la historia de la
República sucede en momentos en que la población no aguanta más. Los
tratados que anteriormente fueron cuestionados, ahora más
que nada necesitan que sean abrogados cada uno de ellos y se
pueda llevar a cabo un tratado que cuente con la
aprobación de toda la población y que den luz de que los
Estados Unidos nos entregue la jurisdicción y luego la
reversión del Canal. Se inicia con los sucesos del 9 de
enero de 1964, luego el rompimiento de las relaciones con Estados
Unidos y para culminar la declaración conjunta
Moreno-Bunker.
Los sucesos del 9 de enero de
1964Dadas las distintas versiones, esto indica
que no hay un consenso entre las parte involucradas de
cómo se produjo todo el proceso de levantamiento, tanto en
parte de los ciudadanos panameños como de los americanos
de la Zona del Canal.
Todo comienza por la mala política de
implementación en las áreas de la Zona del Canal
cuando estudiantes, padres de familia y
profesores no quieren obedecer las leyes sancionadas para que se
ponga la bandera panameña al lado de la norteamericana. El
gobernador de ese entonces, Robert Fleming, accede a la
petición de los zonians para izar la bandera de los
Estados Unidos en el interior de los colegios. Pero esto solo era
el comienzo para que naciera lo que cosecháramos
días después, cuando el 7 de enero de 1964
estudiantes izan la bandera de Estados Unidos en las afueras de
la escuela de
Balboa. Luego oficiales de la misma toman control de la bandera y
los estudiantes hacen un segundo intento, de tal forma que el
gobernador decidió no interferir ya que existía una
resolución al respecto. En otros de los colegios hicieron
lo mismo en los días siguientes, incluyendo el de San
Cristóbal, Balboa y dos escuelas primarias. Aquí se
palpa la provocación dada por esta población. El 8
de enero hay respuesta del gobierno de la Zona del Canal el cual
indica que Washington tomó el compromiso internacional de
mostrar ambas banderas y que los norteamericanos tenían el
deber de preservar relaciones cordiales con la República
de Panamá, requiriendo así la cooperación de
todos los estadounidenses para cumplir con esta responsabilidad.
Sucede que ese mismo 9 de enero de 1964, el gobernador
Fleming toma un avión como a las 5:30 p.m. para reunirse
con Stephen Ailes, Subsecretario de Ejército, y Thomas
Mann subsecretario de Estado para Asuntos Internacionales. El
gobernador pregrabó un comunicado a los residentes de la
Zona del Canal explicando la controversia de izar las banderas de
ambos países, que fue pasado a las 6:15 p.m. El gobernador
ya había comunicado al Consejo Cívico de Balboa que
se deberían ondear ambas banderas pero el Consejo mantuvo
su decisión de que la única bandera que
ondearía sería la de los Estados Unidos.
De esta forma Fleming dejó al mando al coronel
David Parker, el cual no tiene total responsabilidad sobre lo que
estaba pasando y se propicia lo que menos esperábamos ya
que hacía meses que no había embajador de Estados
Unidos en Panamá.
Versión del Coronel | Versión de los |
Como a las 4:30 p.m. hora local, 200 estudiantes La situación se convirtió en | A las 5:00 p.m., un grupo de 200 estudiantes (y |
Versión del general O´Meara, | Versión de los |
Comenta el general que habían entre unos | A las 8.00 p.m. las fuerzas armadas de la Zona del |
Panama rompe relaciones diplomáticas con
los Estados Unidos
Debido a la falta de responsabilidad por parte de las
autoridades civiles y militares de la Zona del Canal y de la
población de ciudadanos estadounidenses, se produce una de
las catástrofes panameñas que llevan a este
país a romper relaciones con los Estados Unidos. Se inicia
el 10 y el 11 de enero de 1964 al romper Panama relaciones con
los Estados Unidos, comunicándolo oficialmente a la
embajada de Estados Unidos el día 10, a las 3:51 p.m. El
canciller Galileo Solís hace una solicitud para reunirse
con el Organo de Consulta de la
Organización de Estados Americanos (OEA) para
poder "contener la agresión y mantener la paz y la
seguridad del Continente".
El mismo día el representante permanente Aquilino
Boyd demanda que "intervenga la Organización de las
Naciones Unidas
(ONU), a fin de
que estos actos de agresión sean considerados por el
Consejo de Seguridad". También el 10 de enero se reune el
Consejo de Seguridad, donde en respuesta del embajador americano
Adlai Stevenson, este acoge el comunicado del representante del
Brasil en un
"llamamiento a los gobiernos de Estados Unidos y de Panama a fin
de que tomen inmediatamente las medidas mas convenientes para que
cesen el fuego y el derramamiento de sangre", donde se
muestra el poder de parte del país de mayor fuerza. El
presidente del Consejo de Seguridad, el boliviano Renán
Castrillo Justiniano en la madrugada del 11 de enero comunica sin
dejar dudas la resolución de "cese inmediato de
intercambio de disparos y el derramamiento de sangre. Y una
solicitud a que los gobiernos respectivos impongan el mayor
dominio sobre
sus fuerzas militares y protejan a la población
civil".
En la noche del 9 de enero Washington se entera de los
problemas que acaecen en Panamá y el Presidente Lyndon
Johnson actúa de inmediato llamando al presidente Roberto
Chiari, en esa llamada el expresa "su profundo pesar por la
situación de violencia que se ha desarrollado". De esta
conversación agradece al Presidente Chiari por mantener la
calma en la población panameña y el se
comprometió a hacer lo mismo, adiciona que ha existido
infiltración comunista diciendo que: "Debemos de estar
conscientes, los dos, de que hay elementos poco amigables a
ambos, que explotarán la situacion". Sin pausar y
comunicándose en todo momento a través del
traductor, el Presidente Johnson le dice: "Estoy enviando de
inmediato a mi representante de confianza, el subsecretario
Thomas Mann, para que nos asista en encontrar una
solución". Chiari sin demora le comenta en inglés:
"Permítame un momento, señor presidente… le
diré lo mismo que pienso decirle al señor Mann.
Siento, señor presidente, que lo que necesitamos es una
revisión completa de todos los tratados que afectan las
relaciones entre Panama y Estados Unidos". Johnson:
"Dígale que primero tenemos que determinar cuales son las
causas de estos disturbios". Chiari por medio del traductor: "Fui
a Washington en 1961 (sic)…y desde esas conversaciones, ni
una cosa se ha hecho para aliviar la situación que ha
provocado esta violencia". Johnson: ’No hay nada que pueda
jamás justificar la violencia, deseo ver hacia adelante y
no hacia atrás…estoy seguro de que el
presidente Chiari y el secretario Mann pueden intercambiar puntos
de vista y nosotros, con cuidado y juiciosamente, consideraremos
puntos de vista y llegaremos a un área de
acuerdo".
Entre los participantes que llegaron el 10 de enero
estaban el hombre de
confianza en los asuntos latinoamericanos y exembajador en
Mexico, el Sr. Thomas Mann, así como el Sr. Paul Dugan de
la Casa Blanca, Edwin Martin y Robert Manning, del Departamento
de Estado y Cirus R. Vance, secretario de Ejercito. Este
último trataría personalmente con el Presidente y
su gobierno. En el Palacio de las Garzas se reunen el Sr. Mann y
Vance con el Sr. Chiari.por unos 90 minutos. Esta reunión
fue un poco hostil dado que la multitud se escuchaba y las
piedras se sentían en las ventanas. Panameños que
acompañaron al presidente Chiari fueron el canciller
Galileo Solis y Arturo Morgan Morales, Director del Departamento
de Relaciones con Estados Unidos. El Presidente Chiari
trató de inmediato de solicitar una "revisión
estructural" de los tratados de 1903,1936 y 1955 al Sr. Mann, lo
cual no pudo ser posibles aunque la carta de rompimiento de
relaciones llegara a la embajada americana. El Sr. Mann le
notificó al Sr. Chiari que no contaba con la
"autorización " y que en esos momentos la "respuesta
sería automáticamente negativa, simplemente porque
hay cosas políticamente imposibles". De esta forma le
comunicó la situación al Presidente Johnson y al
Secretario de Estado Rusk. El Sr. Mann pidió al Sr. Chiari
definir lo que significaba "revisión estructural", siendo
"un acuerdo mediante el cual representantes de ambos
países se reunirían, sin precondiciones, a negociar
un tratado completamente nuevo". Mientras tanto el Sr. Vance le
comunica al presidente Chiari que la bandera de Estados Unidos
será desplegada en los Colegios Públicos de la Zona
del Canal pero que también será desplegada la
bandera de Panama, añadiendo así el 15 de enero
dieciocho sitios adicionales para un total de veintinueve con el
emblema panameño en la zona del Canal, donde se incluyen
los colegios secundarios.
El Presidente Chiari trata de forzar las decisiones
indicando que va a retirar el personal que se
encontraba en Washington y les solicitó a los
norteamericanos evacuar la base de Río Hato por mar antes
de cumplirse cuatro semanas. Para reafirmar la posición
del Sr. Mann, este le informa al Sr. Chiari de que
existían informes de
inteligencia
de que elementos castristas habían penetrado en su
círculo de asesores, de tal forma que Fidel Castro
estaría enviando armas a Panama y que la mayoría de
los que habían fomentado los disturbios habían sido
liberales. De estos informes le indica al presidente Chiari de
simpatizantes de Fidel Castro que son intelectuales, obreros y
simplemente estudiantes panameños como Adolfo Ahumada,
Eligio Salas, Víctor Ávila, Humberto Ricord, los
hermanos Turner, Carlos Ivan Zuñiga (Partido Socialista),
Alberto Calvo y muchos mas. En tanto que el corresponsal de
América
Latina del Chicago Tribune, indica que líderes del
extremismo conservador indican al joven Ricardo Arias
Calderón, profesor universitario dirigente del movimiento
católico laico, miembro de la secretaría del
Comité Pro-Rescate de la Soberanía Nacional, era un
"elegido de los comunistas". Añade Mann con tono de voz
amenazante a Chiari, que "la responsabilidad recae sobre ambos
gobiernos para mantener la paz durante este período de
ruptura de relaciones. Es una carga pesada… Si las turbas
tratan nuevamente de forzar su entrada a la Zona, las bajas
podrían ser altas".
En esos momentos en que la situación estaba
tensa, el 10 de enero el Sr. Arnulfo Arias Madrid, siendo el
más importante líder
de oposición, ataca al gobierno por "su incapacidad de
mantener el orden y proteger al pueblo". Al existir una gran
unidad nacional en nuestro pueblo, en el cual realizan los actos
fúnebres, atrayendo a miles de personas. Otro personaje
que fue sospechoso, fue el padre Carlos Pérez Herrera. El
obispo (que en paz descanse) Marcos Gregorio McGrath le escribe
al expresidente Truman el 10 de enero: "El acto original de
desobediencia cívica, no importa lo pequeño que
parecía en aquel momento a quienes participaron en
él, fue enorme en sus consecuencias y es peligroso
brindarle apoyo". Nacen espontáneamente varios
comités de defensa de la soberanía, en donde el
municipio convoca el 16 y 17 de enero un Cabildo Abierto con la
asistencia de los cuarenta y nueve municipios del país,
adoptando un duro comunicado, apoyando al presidente Chiari.
Personas osadas como Thelma King, una de las simpatizantes de
Fidel Castro, reúne una manifestación de mil
personas y se dirijen a la Guardia Nacional a solicitar armas, en
tanto que el Comandante Bolívar Vallarino ordena la
disolución por parte de la guarnición de Tocumen.
En tanto, la fuerza armada panameña se abstiene de
participar en dichos actos.
Los partidos
políticos se encuentran en una posición tensa
ya que los de la alianza de oposición critican al
presidente Chiari enviándoles comunicados desde el 16 de
enero. El servicio de Inteligencia de los Estados Unidos notifica
que las fuerzas arnulfistas han llegado a un supuesto acuerdo con
el Partido Comunista para poder realizar acciones conjuntas. La
noche del 13 de enero es incendiado el hotel Tívoli y
atrayendo a la Guardia Nacional hacia el área de la Zona
del Canal. Mientras que la Presidencia se ve desprotegida, los
militares norteamericanos mantienen comunicación directa con el Coronel
Bolívar Vallarino para evitar el sobrepasarse. El General
P. O´Meara actuaría si el presidente necesitara
ayuda o lo mismo si el coronel Vallarino lo solicitase para poder
aplacar las fuerzas comunistas. De las cosas que nunca sucedieron
el General O´Meara estaría en comunicación
directa con Washington. Tanto era el miedo a los comunistas que
en reunión en la Casa Blanca había la posibilidad
de hablar con Marco Robles, este contaba con la lealtad de la
Guardia Nacional y tenían mucha más confianza que
con Chiari. Debido a la situación económica, no iba
a haber ningún golpe de estado,
ni existió intención en esos momentos. Esta
situación hace que Estados Unidos tema que Panama se lance
en una cruzada internacional en la Organización de Estados
Americanos y en la Organización de las Naciones
Unidas.
El 10 de enero se designa al embajador Juan Bautista de
Lavalle nombrado por dicha comisión, presidente del
Consejo de la OEA, integrada por Argentina,
Colombia, Republica
Dominicana y Venezuela, sustituyendo a Estados Unidos.
Presidida por el venezolano Enrique Tejera París y el
embajador chileno Manuel Trucco, el Comité trata de
obtener un inmediato logro. Pronto llegaron los representantes de
la OEA y se reunieron con los representantes de los distintos
países, el Sr. Galileo Solís por parte de
Panamá y el Sr. Thomas Mann por los Estados Unidos. El 15
de enero la Comisión Interamericana de Paz emite un
comunicado que dice: "Las partes han aceptado restablecer
relaciones diplomáticas lo mas pronto posible y en
consecuencias, han acordado iniciar discusiones 30 días
después de restablecidas las relaciones
diplomáticas, mediante representantes que tendrían
suficiente autoridad para discutir, sin limitaciones todos los
temas existentes de cualquier naturaleza que
puedan afectar las relaciones entre Panama y los Estados
Unidos".
Luego de esto palabras del Presidente Roberto Chiari en
comunicado a todo el país: "Prometí a la
nación que no reanudaríamos relaciones
diplomáticas con Estados Unidos hasta que ese país
aceptase iniciar negociaciones para la redacción de un nuevo tratado, y esta
promesa ha sido obtenida a través de la mediación
de la Comisión Interamericana por la Paz… las
negociaciones a iniciarse… tendrán el propósito
de sustituir los tratados existentes por un nuevo tratado que
eliminara para siempre las causas que nos han traído tanto
dolor… De esta posición no me retractaré por un
solo momento". Al parecer tanto Washington como la
Comisión Interamericana de Paz no espera el discurso dado
por el presidente Chiari. Lo cual hace que Galileo Solís
solicite la renuncia por las palabras del discurso de Chiari. El
embajador Manuel Trucco trata de disuadir al presidente Chiari de
llevar las negociaciones a la OEA ya que no se podía
determinar quien era "agresor". De esta resolución el
Presidente Jonson no acepto el termino "negociación" por
el de "discusión". De esta forma se lleva el caso ante la
OEA, tomando así dos meses mas.
Por medio de la Asociación Nacional de Abogados,
el Sr. Jorge Illueca como presidente, dirige una carta el 21 de
enero al Sr. Fernando Fournier, miembro de la Comisión
Internacional de Juristas "en la que acusaba a las fuerzas
militares y de la policía de los Estados Unidos de
América que guarnecen la Zona del Canal de Panama de haber
violado los derechos humanos
en las ciudades de Panama y Colon, en los días 9, 10 y 11
de enero de 1964, y solicitaba una investigación por parte de la
organización". Otorgando la importancia que se merece,
Estados Unidos envía a Joseph A. Califano, asesor
jurídico del Departamento de Ejercito. Los tres abogados
por parte del Comité de Encuesta de la
Comisión Internacional de Juristas son A. D. Belinfante
(Países Bajos), Gustaf Preten (Suecia) y Navroz Vakil
(India), para
dicha investigación. Se reúnen con los
panameños Eloy Benedetti, Eduardo Valdés Guardia,
Diógenes Arosemena Grimaldo, Rodrigo Arosemena Arosemena,
Carlos Bolívar Predreschi, Guillermo Márquez
Briceño y Ricardo Rodríguez. Esta
investigación resulta negativa para el pais, ya que en las
investigaciónes se declara que tanto la policía
como la fuerza militar de la Zona del Canal estaba en todo su
derecho.
Ya para el 20 de enero se nombra a Miguel Moreno
Villalaz en reemplazo de Guillermo Augusto Arango para ocupar el
puesto de embajador designado de la OEA. Pero para el 25 de enero
el presidente Chiari decide cancelar dichas conversaciones y para
darle un nuevo giro. El 29 de enero el presidente Johnson no
siente la posibilidad de acuerdo. En esos momentos el embajador
Moreno con todo el apoyo de Chiari hace la solicitud de convocar
una reunión urgente de los ministros de Relaciones
Exteriores del Continente para poder asegurar la paz y lograr que
el gobierno de Estados Unidos pague los daños y perjuicios
a Panamá. También es clave que el poder emitido por
la Iglesia
Catoólica apoyando al pueblo panameño en el
conflicto con Estado Unidos hace ver que la situación no
era por los Partidos Comunistas sino por las justas
reivindicaciones para los panameños.
La Declaración Conjunta
Moreno-Bunker
El 3 de abril de 1964 se produjo la Declaración
Conjunta Moreno-Bunker, se tuvo que superar con el malentendido
diplomático de forma que ocultaba algo, como:
negociación de un nuevo tratado que eliminara las causas
de conflicto creadas por la Convención del Canal Istmico
de 1903, sus enmiendas y ejecución, creando así un
enclave colonial en el mero centro del istmo panameño. De
esta forma Panamá quería abrogar el Tratado de 1903
y Estados Unidos revisarlo.
El 15 de marzo, la Delegación de la
Comisión General de Consejo de la Organización de
Estados Americanos emiten comunicado que dice así: "Los
gobiernos de la Republica de Panama y de los Estados Unidos de
América han convenido en restablecer relaciones
diplomáticas a la brevedad posible para procurar la pronta
eliminación de las causas de conflicto relativas al Canal
de Panama y para tratar de resolver otros problemas existentes
entre ellos, sin limitaciones o precondiciones de ninguna
especie. En consecuencia, dentro de los 30 días siguientes
al restablecimiento de relaciones diplomáticas, ambos
gobiernos nombraran Embajadores Especiales con poderes
suficientes para llevar a cabo discusiones y negociaciones con el
objetivo de
llegar a un convenio justo y equitativo que elimine las
antedichas causas de conflicto y resuelva los demás
problemas referidos. Cualesquier convenios que resulten
estarán sujetos a los procedimientos constitucionales de
cada país".
El mismo 15 de marzo el presidente Chiari se pronuncia
debido a las presiones que tiene, pero el presidente Johnson le
sale con comunicado el 16 de marzo en la sede de la OEA, en
ceremonia para celebra aniversario de la Alianza para el
Progreso, diciendo "informes de prensa indican
que el gobierno de Panamá siente que el lenguaje
que ha estado bajo consideración por muchos días
compromete a Estados Unidos a rehacer y revisar el Tratado de
1903. Nosotros no hemos hecho tal compromiso y no pensamos
hacerlo antes de que las relaciones diplomáticas se hayan
restablecido y a menos que un arreglo justo y satisfactorio se
acuerde". Luego de tanta confusión, el gobierno
panameño consideraba que "el texto de la
Declaración Conjunta era claro y preciso", en cambio los
norteamericanos la interpretaban a su manera. Pero el 21 de
marzo, el presidente Johnson declara que después de
reconocer la larga historia de apoyo de Panamá a los
Estado Unidos y sin malicia ni odio, culmina diciendo: "estamos
preparados para revisar cada tema que nos divide y cada problema
que el gobierno panameño quiere plantear". Querían
decir que estaban dispuestos a negociar lo antes posible. Pero no
agregó nada substancial a lo dicho anteriormente y de la
misma forma nada los compromete a renegociar los tratados
existentes. De allí que el presidente Chiari no le queda
mas que aceptar el 24 de marzo y le comenta al país que
esta satisfecho.
En adelante, los asistentes de Johnson le plantean tres
caminos: primero, el no aceptar la declaración de Chiari
puesto que para él implica un nuevo tratado, la segunda,
regresar al acuerdo de la OEA que no menciona el Canal
directamente y la tercera de una pronta reinicio de relaciones de
facto.
El 3 de abril firman acuerdo entre los representantes
por parte de la República de Panamá a Miguel Moreno
y de Estados Unidos Ellsworth Bunker, en la OEA, la cual los
obliga a: "Restablecer relaciones diplomáticas. Designar
Embajadores Especiales con poderes suficientes para procurar la
pronta eliminación de las causas de conflicto entre los
dos países, sin limitaciones ni precondiciones de ninguna
clase. En consecuencia, los Embajadores designados iniciaran de
inmediato los procedimientos necesarios con el objeto de llegar a
un convenio justo y equitativo que estaría sujeto a los
procedimientos constitucionales de cada país".
El presidente Johnson llama al presidente Chiari y le
anuncia el nombramiento de Robert Anderson ex secretario del
Tesoro de Eisenhower, como el representante especial y a Jack
Vaughn, jefe del Cuerpo de Paz para Latinoamérica, como embajador en Panama.
Presidente Chiari nombra a Miguel Moreno Villalaz su embajador en
la OEA y ante el gobierno de los Estados Unidos.
Johnson deja a Panamá en segundo plano y se
dedica al conflicto que es su peor pesadilla: Vietnam. Chiari
solamente inaugura las negociaciones, ya que el 10 de mayo son
las elecciones y su período presidencial culmina el 30 de
septiembre de 1964.
RESUMEN DE LA CUARTA
PARTE
LA
NEGOCIACIÓN DEL PRESIDENTE ROBERTO CHIARI
En los últimos meses de gestión
del presidente Roberto Chiari, entre abril y septiembre de 1964,
se dan los primeros pasos en las difíciles negociaciones
entre la República de Panamá y los Estados Unidos
de América, en busca de un convenio justo y equitativo que
elimine las causas de conflicto relativas al Canal de
Panamá. Esta negociación tuvo en su contra la tan
cercana finalización del período presidencial del
presidente Chiari lo cual conllevaría un cambio
significativo la perspectiva del nuevo presidente y su
política exterior, y por otro lado, las elecciones
presidenciales en los Estados Unidos.
SE INICIAN LAS CONVERSACIONES
Los primeros pasos de las negociaciones incluyen la
designación de Robert B. Anderson para representar a los
Estados Unidos, el 3 de abril de 1964, y el nombramiento de Jorge
Illueca para dirigir el equipo negociador panameño, el 23
de abril del mismo año.
La primera reunión de negociaciones se
llevó a cabo en la ciudad de Nueva York el 12 de junio, en
la que participó el embajador especial panameño,
Jorge Illueca, con el equipo americano completo, con Robert B.
Anderson y otros dos negociadores con autoridad y fuerza para
negociar, Robert Newbegin y Sterling J. Cottrell.
La representación panameña parecía
en desventaja por el período de transición
presidencial y su escasa preparación estratégica.
En Panamá se había eligido a Marco Robles
Méndez como nuevo presidente de la República, el 10
de mayo de 1964, lo cual traería un clima de incertidumbre
a las negociaciones. Es bien conocido que en Panamá,
durante el período comprendido entre la elección y
la toma de posesión, resulta imprudente tomar decisiones
importantes, por parte del jefe del Ejecutivo, que no tenga el
pleno consentimiento del presidente electo. Por otro lado, el
equipo de trabajo panameño enfrentaba a un equipo
norteamericano, que además de tener mayoría
numérica, contaba con elementos que tenían la
capacidad de negociar todo tipo de cuestiones que tuvieran que
ver con la posición de los Estados Unidos frente a
Panamá. Este equipo de negociación del gobierno
norteamericano se había preparado en:
- Los asuntos de procedimiento
en las últimas negociaciones con Panamá, las de
1953 a 1955 que culminaron con el Tratado
Remón-Eisenhower, y, - Los planteamientos fundamentales del Panama
Review Group, presidido por el secretario del
Ejército, Stephen Ailes, los cuales fueron
institucionalizados en la Acción de Seguridad No. 296,
adoptada por el presidente Johnson el 25 de abril de 1964
donde sostiene la eliminación de la imagen
colonialista de los Estados Unidos, la negociación de
los derechos de las bases militares, además de las
negociaciones de un nuevo canal y el "desengancharse" en
fechas futuras de la entonces existente Zona del
Canal.
Por la parte panameña, antes de partir a
Washington y Nueva York a sus primeras reuniones de
negociación, el embajador Illueca se encontró con
los empresarios reunidos en el centro del capitalismo
panameño, la Cámara de Comercio, Industrias y
Agricultura de
Panamá, bajo la presidencia de Roberto Eisenmann, para
ampliar el ámbito de su representación y de su base
política nacional. Pero le hará falta contar con
una posición más institucional del gobierno
panameño.
En esta primera reunión, más bien de
tanteo, solamente se acuerdan asuntos de procedimiento: que cada
parte sometería a consideración de la otra cuanto
tuviera a bien para eliminar las causas del conflicto entre ellas
y llegar a un convenio justo y equitativo; que los embajadores
especiales se reunirían con la frecuencia que fuera
necesario; que a medida que se acordaran algo lo
someterían a sus respectivos jefes de Estado, para su
aprobación; y que celebrarían reuniones formales
para tratar el conjunto de acuerdos concertados en las reuniones
informales y redactarlos para someterlos a los trámites
constitucionales pertinentes.
El planteamiento de Anderson era el de resolver los
asuntos por vía de órdenes ejecutivas, arreglos
administrativos y acción legislativa, dando preferencia a
las dos primeras. Por otro lado, Illueca observa que los asuntos
sustanciales deben ser resueltos por acción
legislativa.
El canal a nivel del mar era un tema de mayor
importancia para los Estados Unidos. Para estas fechas se contaba
con el planteamiento básico de los representantes
norteamericanos que sostenía que al resolverse el tema del
canal a nivel del mar se resolvía lo del Tratado de 1903
porque no necesitarían la Zona del Canal y la defensa
sería menor, a causa de un canal menos vulnerable, y que
el Senado aprobaría así más
fácilmente perder los derechos del pacto original. Esta
fue la posición básica de Washington a todo lo
largo de la negociación. Sin embargo, este punto de vista
fue rechazado por el ministro Solís desde su planteamiento
ya que era inadmisible vincular indisolublemente la opción
para construir un canal a nivel y resolver los problemas
relativos a la operación del presente canal de
esclusas.
El planteamiento de Illueca, por su parte, solo
incluyó el asunto colonial de la Zona del Canal. Por lo
que el 26 de junio, el ministro Galileo Solís,
después de una reunión en la Presidencia de la
República, envía instrucciones sobre la
negociación a Jorge Illueca, distinguiendo entre asuntos
de método y de fondo, indicando que las cuestiones de alto
nivel se tratarían entre Illueca y Anderson y se
dejarían las de detalle y de redacción a Eloy
Benedetti y Gustavo Tejada Mora quienes trabajarían con
los embajadores Newbegin y Cottrell. El ministro de Relaciones
Exteriores reclamó al embajador especial que debía
añadir otros temas como:
- La restricción de las actividades de Estados
Unidos únicamente al funcionamiento, mantenimiento,
saneamiento y protección del Canal, - El goce pleno de beneficios para
Panamá, - La participación de Panamá en la
administración conjunta del Canal,
y, - La duración del Tratado de 1903.
Además, el ministro Solís le autoriza al
embajador Illueca para hablar simultáneamente del canal
existente y del canal a nivel del mar.
Las negociaciones continuarían en la segunda
mitad del mes de junio donde los representantes norteamericanos
plantearon que la solución de los asuntos fuera al margen
del tratado o mediante revisiones a la Convención del
Canal Ístmico de 1903. A lo que Jorge Illueca contesta que
la fase de enmiendas había terminado, sentando de esa
forma la posición panameña de abrogación.
Sin duda alguna este sería un punto fundamental de la
reivindicación panameña, el alma de toda esta etapa
de la negociación, que se mantendrá firme hasta el
final.
- El 23 de junio el negociador Anderson se refiere los
siguientes puntos que podrían servir de base para
formular el temario general: - Soberanía,
- Tierras,
- Preparativos para un canal,
- Requerimientos de seguridad para el
Canal, - Empleo,
- Bandera, y,
- Facilidades portuarias en ambos lados de la
vía interoceánica. - A lo que el embajador Illueca añadió
otro punto sobre: - Las relaciones económicas y
políticas.
Otras reuniones se llevaron a cabo en Nueva York y en
Washington hasta que el 3 de julio de 1964, el embajador Illueca
informa al ministro Solís acerca de la posición de
Estados Unidos, la cual mostraba una actitud reservada sobre la
terminación del Tratado de 1903, deseaba una opción
para construir un canal a nivel del mar por Panamá, y que
las negociaciones trataran sobre el canal a esclusas y uno nuevo
a nivel del mar.
ACUERDO DEL TEMARIO GENERAL DE SEIS
PUNTOS
El proceso de negociaciones continuó en la ciudad
de Nueva York el 7 de julio de 1964. El negociador Illueca junto
con el asesor Eloy Benedetti se reunieron en dos ocasiones,
primero con Robert Anderson, y en segundo lugar, con el
secretario del Ejército Ailes y sus asistentes. Los
representantes panameños presentaron la agenda de
negociación con seis puntos básicos:
- La eliminación de prácticas y
modalidades que hacen de la Zona del Canal un enclave
colonial, - El reconocimiento de la soberanía
panameña en la Zona del Canal, - La desaparición de la jurisdicción
americana en la Zona del Canal, sin incluir lo relacionado a la
operación del canal, - El goce pleno de Panamá de beneficios
económicos por su posición
geográfica, - La participación panameña en la
administración del Canal, y, - La duración del Tratado de 1903.
El equipo norteamericano, además de resistirse a
que esto se levantara en el acta formal, habló del
proyecto del canal a nivel del mar, y de la insuficiencia del
actual canal y su vulnerabilidad. Igualmente, manifestó su
preocupación por la búsqueda de autorización
legislativa para los estudios técnicos de las tres rutas:
la del canal existente (ruta 14); la de
Sasardí-Mortí (ruta 17) en el centro del
Darién; y la del Atrato-Truandó (ruta 25) en
Colombia.
Más tarde, el 10 de julio, Jorge Illueca
envía al ministro Solís un resumen de las
negociaciones, el cual fue presentado el 15 de ese mes en el
Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, y sintetizó lo
cubierto hasta entonces:
- El planteamiento de Estados Unidos: el cual se
basaba en encontrar una solución sin
intervención del Congreso, lo cual excluye la
renegociación de los tratados vigentes. El canal
existente tiene una vida limitada por lo que conviene
construir un canal a nivel del mar. La decisión
americana de construir la nueva zanja con explosivos
nucleares, y la preferencia de la ruta de
Panamá. - El planteamiento de Panamá: el cual
sostenía que la solución de asuntos principales
debía hacerse con la intervención de los
Órganos Legislativos mediante tratados
internacionales. Y que la solución de los
problemas derivados del canal existente es independiente del
tema del canal a nivel y exigía un tratado separado y
distinto. - El temario: donde se manifestó la
disposición de los embajadores especiales a tratar
cualquier tema. Además, se reiteró el
requerimiento formal de Panamá de una agenda con sus 6
puntos y se reconoce la disposición de los Estados
Unidos de tratar cuestiones fundamentales de Panamá en
los 6 puntos. Y se recibió la propuesta norteamericana
para traer a la mesa temas generales y
específicos. - La confirmación de la posición de los
Estados Unidos: en la cual el secretario Ailes comunica el
empeño personal del presidente Jonson por el canal a
nivel del mar. Igualmente se comunica de la
autorización senatorial de hacer estudios
técnicos con un costo de
17.5 millones de dólares y la búsqueda de la
aprobación de la Cámara de Representantes.
Además, se informó de los estudios de las rutas
17 y 25 y el propósito de negociar una opción
con Panamá y con Colombia. Finalmente, se
mencionó la propuesta de un tratado sobre bases
militares para la defensa continental.
El 20 de julio Fernando Eleta Almarán, ministro
designado de Relaciones Exteriores, se interesa por este informe y
envía un memorando al presidente Chiari, donde sugiere
solicitar a la Comisión Económica para
América Latina (CEPAL) un estudio sobre el impacto
económico en Panamá de una futura vía
interoceánica marina. Además, recomienda pedir a la
Cancillería compilar información sobre el arriendo
de bases militares de Estados Unidos en países
extranjeros, para enfrentar un tema inevitable con la mayor
información disponible sobre precedentes
internacionales.
Con el fin de dejar un camino bien pavimentado para en
gobierno entrante, el presidente Roberto Chiari, de manera muy
responsable, crea la Oficina de la
Junta de Consultores Técnicos de la Misión
Especial Negociadora en Panamá el 30 de junio de 1964, la
cual operó bajo la dirección del economista Herman
Rodríguez al mes siguiente. Más tarde, el 21 de
julio, se nombraron los miembros de la Junta de Consultores
Técnicos con un grupo selecto de profesionales, todos
honorarios, el cual se organizó en cuatro grupos de
trabajo según la naturaleza de su función:
económico, jurídico, tecnológico y
geológico.
La necesidad de un grupo técnico de este tipo se
pudo ver el 22 de septiembre de 1964, cuando el Congreso de los
Estados Unidos crearon la "Atlantic Pacific Interoceanic Canl
Study Commision" la cual haría los estudios sobre el
canal a nivel del mar, con Robert B. Anderson como presidente.
Esto justificaba adelantar los estudios, por parte de los
panameños, en las implicaciones sobre la economía y la
sociedad de su
país y en las negociaciones sobre el futuro del
canal.
El canal a nivel del mar se convirtió en un tema
de mucho estudio y discusión. Se plantearon inventarios de
tópicos y problemas sobre el canal a nivel del mar con
veinte puntos muy detallados y uno final relativo a algunos
problemas por estudiar, asumiendo que se iniciara la
construcción del nuevo canal en el territorio nacional de
Panamá. La gran cantidad de investigaciones
trajo luces a tantos asuntos desconocidos o semi-ignorados por
los panameños. Al temer las autoridades panameñas
de estar en desventaja frente al enorme poderío de
información que tenía Estados Unidos y que se puso
al servicio de sus negociadores, Panamá participó
en la Tercera Conferencia de
Las Naciones Unidas sobre el Uso Pacífico de la
Energía Atómica, inaugurada en Ginebra, Suiza, el
31 de agosto, en donde Estados Unidos anunció que
presentaría algo sobre los procedimientos
económicos para la excavación por medios nucleares
de canales interoceánicos. Juan Antonio Tack fue nombrado
representante permanente en la oficina de Las Naciones Unidas en
Ginebra, estaría acompañado en esas reuniones de
Bernardo Lombardo, Manuel Zárate y Simón
Quirós Guardia, estos tres últimos expertos en
temas nucleares.
El trabajo de los grupos técnicos era revisado
por los embajadores especiales de ambas partes en sus reuniones
de negociación en Nueva York y Washington por espacios de
cada diez días. Sin embargo, para los norteamericanos Las
cordiales conversaciones Illueca-Anderson no eran
sustanciales.
En cuanto a las negociaciones se refiere, el 28 de julio
de 1964 la cancillería panameña da instrucciones a
los negociadores de manera que Jorge Illueca y Robert B. Anderson
acuerdan en Washington el temario en 6 puntos entre Panamá
y Estados Unidos para cumplir la Declaración Conjunta del
3 de abril. Estos son:
- Cuestiones relativas a las prácticas y
modalidades aplicadas por Estados Unidos en la Zona del
Canal. - Cuestiones de Soberanía en el Territorio de la
Zona del Canal. - Cuestiones relativas a los derechos,
jurisdicción y autoridad que en la actualidad ejercen
Estados Unidos en la Zona del Canal. - Cuestiones relativas a los beneficios
económicos y comerciales que por su posición
geográfica el Canal debe proporcionar a la
República de Panamá. - Cuestiones relativas a la participación de
Panamá en la administración del
Canal. - Duración de las concesiones hechas por
Panamá a Estados Unidos en la Convención de
1903.
Además, se acordaron que ambas partes se
encontrarían en entera libertad de
presentar nuevas cuestiones para ser consideradas, en cualquier
momento de las deliberaciones. Por otro lado, se levanta un acta
firmada por los embajadores Illueca y Anderson en ceremonia
solemne en Washington presidida por el ministro Solís, con
el embajador panameño ante la Casa Blanca Miguel Moreno,
además de Eloy Benedetty y Arturo Morgan Morales,
representante alterno ante la OEA. Por Estados Unidos estuvieron
presentes Robert B. Anderson, Stepehn Ailes, Thomas C. Mann,
Robert Newbegin y Setling Cottrell.
En este acto, Thomas Mann reiteró el
interés de Estados Unidos de construir un canal a nivel
del mar por el istmo centroamericano. Habló de la ruta
Sasardí-Mortí, según los expertos, era la
ruta más conveniente empleando explosivos nucleares, pero
que también estudiaban la ruta alternativa
Atrato-Truandó insinuando que le podría hacer la
competencia a Panamá. Por su parte, Stephen Ailes
manifestó interés de que, aún revertido el
canal a Panamá, quedaran bases militares en el istmo para
la defensa continental, cosa que Galileo Solís
inquirió sobre el peligro de la radioactividad y
manifestó que antes de acordar algo sobre el canal a nivel
del mar se debía resolver la cuestión del canal a
esclusas. A lo que Anderson insistió en que la actual
vía interoceánica tiene vida limitada y le otorga
más importancia a la construcción del canal a nivel
del mar. Con esto Jorge Illueca reiteró la necesidad de
informar a la opinión pública sobre el progreso de
las negociaciones, lo cual era una de sus preocupaciones
permanentes.
El 31 de julio el ministro Solís envía una
nota fechada en Panamá sobre la reunión-almuerzo en
Washington con sus propios comentarios y sus dudas sobre el
carácter inofensivo de la construcción de un canal
a nivel del mar con explosivos atómicos. Destacó
que lo más importante para Panamá era lo relativo a
la soberanía sobre la Zona del Canal. Además,
agregó que no le temía a la competencia de la ruta
de Colombia y que los americanos construirían un canal a
nivel del mar por donde fuese más factible y
económico, y no por amor a la
República. Finalmente, que Anderson proponía crear
dos comisiones conjuntas para estudiar el asunto del canal
existente y del canal a nivel del mar.
Hasta este entonces, el negociador Anderson
insistía repetidamente en el tema del canal a nivel del
mar y hablaba de que había que resolver los asuntos de
soberanía y de perpetuidad, sin comprometerse a abrogar el
Tratado de 1903. Proponía que Estados Unidos
reconocería la "soberanía residual" de
Panamá, como derechos de reversión de
Panamá. Sostenía que la "soberanía residual"
se reduciría al derecho de Panamá de readquirir el
territorio de la Zona del Canal para el caso de que por
construirse un nuevo canal por otra ruta dicha zona volviera a la
jurisdicción panameña. En cuanto a la perpetuidad,
Anderson propone un mecanismo que asegure la revisión
periódica de las relaciones contractuales, de forma tal
que no saliéramos nunca de la etapa
revisionista.
A todo esto, la respuesta de Illueca sostuvo que la
perpetuidad es espada de dos filos: si se cerraba el canal
existente, por razones de obsolescencia o apertura del canal a
nivel del mar, Estados Unidos estaría obligado a mantener
abierto perpetuamente el canal actual. Lo cual visto de otra
forma, cómo podía aplicarse la perpetuidad a un
canal a esclusas, el cual no es perpetuo. O, si se destruyese por
acción del tiempo, tendría Estados Unidos que
mantenerlo de todas maneras abierto, puesto que la
obligación de operarlo es por la eternidad, lo cual
sería imposible.
Durante este tiempo, la administración de Lyndon
Jonson discutía toda clase de medidas y transitorias para
hacer bajar la tensión. El embajador Vaughn y el
gobernador Fleming tenían la sensación de estar
literalmente sentados en una bomba de tiempo. El secretario de
Defensa, Robert McNamara, le informaba al presidente Johnson
sobre las medidas que se habían tomado en la Zona del
Canal desde enero de 1964 para mejorar las relaciones con
Panamá. Sobresale la Orden Ejecutiva de 20 de agosto de
1964 que permitía emplear a panameños en posiciones
de seguridad en la Zona del Canal. Altos funcionarios
norteamericanos advierten la gravedad de los problemas
sociales de Panamá como el desempleo, las
barriadas de emergencia, la falta de reforma
agraria y otros asuntos que se han agudizado y contemplan un
gesto dramático para ayudar al próximo gobierno a
salir de la crisis.
Por su parte el presidente electo de Panamá,
Marco Robles, declara la normalización de las relaciones con Estados
Unidos, distanciándose más del gobierno saliente de
Roberto Chiari y preparando la transición en el tema de la
política exterior.
UN PARÉNTESIS ENTRE DOS ADMINISTRACIONES
PRESIDENCIALES
El 1 de septiembre de 1964, Jorge Illueca propone de
manera insólita algo prácticamente imposible:
generar un criterio unificado y completo y decidir sobre cosas de
fondo en poco más de un mes con la perspectiva cercana de
un gobierno saliente en Panamá y elecciones en Estados
Unidos. Además de concertar tres convenios por parte de
ambos países. Un nuevo tratado sobre el presente canal a
esclusas, un tratado de un canal a nivel del mar, y un estatuto
de las fuerzas armadas norteamericanas en el Istmo de
Panamá.
Illueca creía que a causa de la urgencia de
Estado Unidos por el canal a nivel del mar y las próximas
elecciones americanas para el mes de noviembre de ese mismo
año, los dos países podrían estar en
posición de llegar a acuerdos fundamentales. Recomendaba
que las demandas panameñas en cuanto al canal existente y
sus condiciones respecto al proyectado canal a nivel, se
encontraba en manos de la representación estadounidense
antes del viernes 9 de octubre de 1964. Además,
recomendaba gestionar la declaración de terminado al
Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 y se adoptara un nuevo
régimen para el presente canal de esclusas y como
alternativa el señalar un término fijo a la
Convención de 1903, el cual no debía ser mayor de
15 años, y de 25 años para el canal a nivel del
mar.
La propuesta de Illueca fue estudiada en la presidencia
de la República de Panamá el 1 y el 3 de septiembre
por el jefe de Estado y por Roberto Alemán, presidente del
Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, Ernesto de la Guardia,
ex presidente de la República, Fernando Eleta
Almarán, miembro del Consejo y ministro designado de la
cartera sobre asuntos internacionales, Eloy Benedetti, asesor
jurídico de la Chancillería y Gustavo Tejada Mora,
asesor económico de la Misión Especial. De lo cual
se le instruye a Illueca para:
Adelantar negociaciones conjuntas pero separadas sobre
el canal actual y el canal a nivel del mar. Se otorgaría
la opción sobre el canal a nivel si previamente se
concertaban convenios justos y equitativos sobre el actual canal,
que el convenio sobre el canal a nivel no causara conflictos de
los tratados sobre el canal, y que el acuerdo sobre el futuro
canal implicara compensaciones para lograr un incremento del PBN
per cápita.
No llegar a ningún acuerdo definitivo en tema de
compensación antes de acordar lo relativo al canal a
nivel.
El ministro Galileo Solís opinó que era
precipitado adoptar decisiones de cerrar el canal existente o
abrir uno nuevo, a falta de información ni proyecciones
económicas sobre el impacto en el futuro de nuestra
nación, sobre todo en un plazo tan angustioso como el que
se vivía. Por lo tanto, se le prohibió al
negociador Illueca continuar presentando a los americanos
cuestiones relativas al ejercicio del comercio y de la industria en
la Zonal del Canal. Además, se le instruye a no entregar
posiciones escritas a los americanos sin antes ser consultadas
con el Canciller y se le ordena cooperar para centralizar en la
Cancillería toda solicitud de la Misión Especial a
cualquier ente estatal.
En adelante y hasta el 1 de septiembre, ocuparon el
escenario las nuevas autoridades de Panamá. El ministro
designado Fernando Eleta Almarán realizó una visita
a Washington durante la cual sostuvo reuniones del 14 al 21 de
septiembre con el secretario de Estado Dean Rusk, el
subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos Thomas C.
Mann, un alto funcionario de la Casa Blanca Walt W. Rostow y el
director de USIA Carl Rowan. Con esto Eleta condicionó la
aceptación del puesto de canciller de la República
a las posibilidades que advirtieron en la capital
norteamericana de adelantar negociaciones exitosas sobre el canal
interoceánico.
La reunión más provechosa fue la que
Fernando Eleta y Arturo Morgan Morales, ministro consejero en
Washington y su futuro vicecanciller, sostuvieron con Thomas
Mann. Parte de lo expresado allí sigue a
continuación:
- Mann planteó el interés de Estados
Unidos en el canal a nivel del mar. - Eleta dijo que primero había que resolver las
causas de conflicto de la vía interoceánica
existente antes de negociar un tratado sobre el canal a nivel
del mar. Que el nuevo canal debía construirse en la ruta
más apropiada, con métodos seguros, sin
contaminación y que sería
relevante la compensación por el impacto
económico en Panamá al dejar de funcionar el
canal a esclusas. Además, planteó que para
compensar el impacto económico del canal a nivel del
mar, Estados Unidos abriera su mercado a Panamá. Luego,
que el canal a nivel del mar fuese panameño desde el
principio y el actual revirtiese a Panamá libre de
costos en ese
momento y que el tratamiento de bases militares fuera
independiente de la vía interoceánica.
Finalmente, de la designación de dos embajadores
negociadores suplementarios. - Mann aceptó lo de los embajadores
suplementarios y convino en que la negociación sobre
bases militares fuese independiente de la del canal y que
aceptase como precedentes el arrendamiento de bases en
España. Además, habló de un documento de
base de negociación que preparó con Stephen Ailes
para presentárselo al presidente Jonson. Agregó
la necesidad de un canal a nivel del mar con libre acceso a
todas las naves y un monto de peajes razonable. Finamente,
menciona que Estados Unidos necesitaba, por razones de
protección contra sabotajes, una zona alrededor del
canal actual mientras existiese.
Dejó Roberto Chiari la presidencia de la
República con la satisfacción de haber enfrentado
los trágicos sucesos de enero con gran dignidad; de haber
hecho escuchar la voz en el concierto de las naciones de un
pequeño país agredido por una gran potencia; y de
haber logrado sentar al gobierno de Estados Unidos a una mesa de
negociación para considerar la revisión del Tratado
de 1903 y sus enmiendas. A pesar de la inexperiencia del gobierno
panameño, el nombramiento precipitado del representante
especial, la falta de un equipo negociador, las deficiencias
internas de las autoridades panameñas responsables por la
negociación y la actitud poco receptiva de las
norteamericanas en Washington, deja Roberto Chiari preparada, por
parte de Panamá, la mesa de negociación.
RESUMEN DE LA QUINTA
PARTE
LA FASE
DECISIVA DE LA NEGOCIACIÓN DE LOS TRATADOS DE
1967
Al presidente entrante Marco Aurelio Robles le
tocará trabajar intensamente por casi tres años
entre 1964 y 1967, empezando con el legado del presidente
saliente Roberto Francisco Chiari. No obstante, la
negociación sería una carrera de obstáculos
y habría que pasar por varias transiciones entre pesimismo
y optimismo, dilación y avance, parálisis y
progreso, positivismo y
desilusión.
Fernando Eleta Almarán, ex-ministro de Hacienda y
Tesoro de Chiari, es nombrado Ministro de Relaciones Exteriores
de Robles, lo que lo convierte en el responsable de las
relaciones con los Estados Unidos y de las negociaciones sobre el
canal interoceánico. Sabiendo que será el blanco de
estudiantes izquierdistas, agitadores y políticos
perdedores, forma un equipo negociador coherente, competente y
acucioso, y estructura una estrategia y táctica organizada
con objetivos
claros. Propone aumentar el número de negociadores,
incluyendo Roberto Alemán Zubieta, Ricardo Arias Espinosa
y Guillermo Chapman.
A Eleta le falta confianza en Jorge Illueca y le
solicita la renuncia. Este reacciona causando revuelo con
declaraciones sobre diferencias de opiniones, lo cual causa una
sesión secreta en la Asamblea Nacional el 24 de noviembre
de 1964. Illueca es reemplazado por Diógenes de la
Rosa.
Eleta será asesorado por el Consejo Nacional de
Relaciones Exteriores (CNRE) y preparará una
posición más completa y consultada. Este consejo es
conformado por personajes de diversos sectores desde ultra
nacionalistas hasta izquierdistas. Se nombran a Octavio
Fábrega, Ignacio Molino y Ernesto Castillero Pimentel como
miembros, y César A. Quintero, Narciso Garay (en reemplazo
de Eloy Benedetti), Jorge Riba, Carlos Guardia Jaén,
Nilson Espino y Carlos Sucre Calvo como asesores.
El equipo trabaja intensamente en el proyecto de temario
general y un proyecto de declaración conjunta. Para
intentar salir de la lentitud que ha caracterizado las
conversaciones bilaterales hasta entonces, actúan
más coordinadamente con la Embajada americana y sus
militares locales. Esperando hacer una declaración de gran
impacto, preparan un borrador de declaración conjunta
dando vida limitada a la Convención de 1903 y
pronunciándose sobre la perpetuidad.
El presidente Johnson nota importantes discrepancias con
burócratas del Departamento de Defensa, más duros y
probablemente influenciados por los zonians. Luego decide
consultar con los líderes del Congreso y con algunos ex
presidentes como Truman y Eisenhower. El 18 de diciembre de 1964,
Johnson hace declaración solemne que incluye planes de un
canal a nivel del mar y propone a Panamá un tratado nuevo
respecto al actual canal, que reconoce como obsoleto, inadecuado
y limitado. Declara también sobre el reconocimiento de la
soberanía de Panamá y una expiración del
tratado para cuando entre en funcionamiento el nuevo canal a
nivel.
Estas declaraciones son acogidas en Panamá con
emociones
tales como alivio, entusiasmo y beneplácito, excepto en la
Zona del Canal, donde la reacción es más bien
mitigada, lenta y con pocos comentarios. Los norteamericanos
creen que esto mejora dramáticamente la atmósfera
psicológica en Panamá, sobre todo en fecha cercana
al primer aniversario de los sucesos del 9 de enero, que
posteriormente pasó sin que se registrara violencia
alguna.
En Estados Unidos, el Departamento de Defensa toma la
batuta, se opone a un estatuto de fuerzas armadas y cree que se
simplificarían las cosas si se tienen tres acuerdos en un
solo tratado por secciones. El embajador Anderson, el secretario
Ailes y el subsecretario Mann proponen medidas concretas,
incluyendo la conformación de una Comisión del
Canal a Nivel, recomposición de su equipo negociador y la
visita a cuatro países considerados para los estudios del
futuro canal.
Para inicios de 1965, Panamá se ha adelantado a
Estados Unidos en la conformación de un equipo negociador.
El ex-canciller Solís afirma que primero hay que llegar a
acuerdos sobre principios básicos, lo cual causa que se
susciten grandes debates en el CNRE:
- La tesis de
Carlos Sucre es que Estados Unidos está comprometido a
mantener el actual canal y no podrá hacer otro por
otra parte sin el consentimiento de Panamá. Esto es
impugnado por Carlos López Guevara debido a que
Panamá se contradiría si usa el principio de
perpetuidad contra el cual ha luchado sin tregua. - Panamá debe contribuir a la defensa del
canal, aún cuando sea un objetivo militar de los
enemigos de los Estados Unidos. - Solís afirma que Panamá
perdería habilidad, flexibilidad, sagacidad y agilidad
si reinicia las conversaciones poniendo el temario general en
manos de los negociadores norteamericanos. - El canal a nivel es considerado la principal
palanca de negociación.
El 25 de enero de 1965 Panamá presenta un temario
general más desarrollado y estructurado cuyo temario
incluye lo siguiente:
- Abolición del enclave colonial.
- Aspectos de jurisdicción y
soberanía.
Beneficios económicos y comerciales.
Participación en la
administración.
- Duración de las concesiones.
Los norteamericanos presentan un temario general de ocho
puntos donde sobresale la importancia otorgada a la defensa
hemisférica, tema ignorado por los panameños hasta
entonces.
El 29 de enero de 1965 llegan a Panamá Thomas
Mann y Stephen Ailes para visitar autoridades panameñas y
zoneitas, y tratar de endulzar a los panameños con una
propuesta de trato preferencial a la producción panameña (desmentido
posteriormente). Ailes propone estudiar los acuerdos de status de
fuerzas armadas como los de Alemania Occidental e Inglaterra.
Las conversaciones se retrasan debido a la respuesta
negativa al temario panameño, el tema del canal a nivel,
presiones de los zonians, cabildeo del sector
marítimo, la debilidad de la administración Robles,
problemas de la guerra de
Vietnam, el cambio del equipo negociador norteamericano, la
pugna entre diversos entes gubernamentales en Estados Unidos y el
endurecimiento del Departamento de Estado.
El 9 de febrero de 1965 los norteamericanos presentan a
John Irwin como embajador alterno de Anderson, Jack Vaughn deja
la embajada de Panamá para ocupar el puesto de Thomas
Mann, Robert Woodward reemplaza a Robert Newbegin, y Edwin Smith
reemplaza a Sterling Cottrell quien se retira. Anderson pasa a la
Comisión Investigadora sobre el canal a nivel que lo
ocuparía en negociar con Colombia, Costa Rica y Nicaragua.
Sin embargo, los panameños parecen desconocer que es
más barato y sencillo hacer un canal a nivel del mar por
Panamá que por dichos países.
Eleta se empieza a mover en varios frentes:
- Instruye a Chapman y De la Rosa para reunirse con
la Comisión Económica para América
Latina (CEPAL) a fin de hacer estudios económicos y
técnicos que requieren las negociaciones. - Contrata a Arthur D. Little para estudiar
los peajes para el ingreso óptimo.
Se reúne con prominentes banqueros, consultores
y constructores liderizados por White Weld & Co. a fin de
plantear la posibilidad de construir un canal enteramente
panameno. Consigue carta de intención de Lehman
Brothers y se forma el Isthmian Canal Study Group.
Además, el profesor Milton Katz de Harvard propone que
panamá celebre un contrato con
inversionistas y un tratado con Estados Unidos para mantener
una fuerza que garantice el libre tránsito durante el
período de amortización de la deuda.
El 13 de abril de 1965 los norteamericanos presentan en
Nueva York una propuesta conceptual que incluye lo siguiente y
causa mucho desagrado en el equipo panameño:
- Reconocimiento de la soberanía de
Panamá, con las banderas de ambos países a
izarse bajo igualdad de condiciones.
Uso de sellos postales de Panamá.
Examen de beneficios a Panamá.
Derechos de EUA.
Facilidades para la defensa hemisférica
(Panamá decía que debía discutirse
separadamente).
Posible participación internacional
(contraviniendo la posición panameña de nuestro
recurso natural).
- Duración de 50 anos para el tratado del
canal existente.
Los panameños invocan la Declaración
Conjunta Moreno-Bunker e insisten en la desaparición del
enclave colonial, pero los norteamericanos argumentan que el
Tratado de 1903 les otorga el derecho a construir el canal a
nivel dentro de la Zona del Canal. Panamá alega que esto
no es cierto en virtud del Tratado de 1936.
Ricardo J. Alfaro afirma que el canal a nivel es una
distracción y globo de exploración. Estados Unidos
invade a la República Dominicana el 30 de abril de 1965.
En medio de todo esto, llega el 8 de mayo de 1965 el nuevo
embajador Charles Adair, en momentos en que parece que algo no
anda bien con las negociaciones. Eleta plantea una entidad
autónoma regida por leyes panameñas.
El 28 de mayo de 1965 llegan a Panamá John Irwin
y Edwin Smith para conocer sobre el terreno. Al regresar a los
Estados Unidos, se entrevistan con el senador Fulbright que
condena la manera como su país administra el canal y el
subsidio al transporte, le
preocupa la obsolescencia del canal y urge romper con el pasado.
A pesar de ello, Irwin y Smith reanudan conversaciones con
actitud mas severa. Sobresale el tema de la administración
conjunta. Así mismo, Panamá insiste en eliminar el
Gobierno y la Compañía del Canal de Panamá,
eliminar los subsidios por peajes bajos, que los métodos
nucleares no han sido perfeccionados, y que todo debe revertir al
final sin costos para Panamá.
Estados Unidos estaba mas urgido que Panamá por
el tratado, y nombra la Comisión de Estudios del Canal
Interoceánico Atlántico Pacífico el 31 de
julio de 1965. Las rutas mas prometedoras eran Zona del Canal,
Darién y Colombia. Panamá se había
adelantado pidiendo a las Naciones Unidas hacer un estudio sobre
aspectos económicos, peajes y estructura jurídica.
Y hasta propuso un Mercado Común del Caribe y
posteriormente un Tratado de Libre
Comercio con los Estados Unidos. Los presidentes Johnson y
Robles hacen una declaración conjunta en septiembre de
1965 con impacto mitigado y efímero.
Arnulfo Arias Madrid invita a connotados
políticos al Frente Unido, que incluyó perdedores
de anteriores elecciones y algunos ex-negociadores como Jorge
Illueca. Arias acusa a Robles de espúreo y fraudulento, y
se refiere a él como alguien que jamás podrá
hablar ni firmar tratados a nombre de Panamá. Robles es
atacado por su propia gente y Arnulfo se cuida de no atacar
directamente a los EUA. El sistema
político panameño está dominado por el
oportunismo, la corrupción y la ineficiencia. La
economía nacional muestra baja productividad,
alto desempleo y subempleo. Un intento de reforma tributaria
provoca animosidad en la clase capitalista, sobre todo en los
industriales. Pocas familias controlan la vida económica y
política, la clase dirigente es mediocre y mezquina,
prefiriendo mantener el país en el atraso en vez de
liderizar el progreso. Se forma un grupo de tecnócratas
con David Samudio a la cabeza (posteriormente se acusa a Robles
de usar fondos públicos para la campana de Samudio). Eleta
plantea restructurar la economía para reducir la excesiva
dependencia del canal y convertirnos en un importante centro de
distribución para barcos de contenedores.
Se requiere un gran esfuerzo para reducir el analfabetismo,
y los problemas demográficos son alarmantes, facilitando
el trabajo a
los comunistas y alborotadores.
El 22 de mayo de 1965 es la primera vez que los
norteamericanos aceptan el principio de participación
panameña en la administración del canal. Pero el
proyecto de tratado sobre bases militares es inaceptable a
Panamá y distante del espíritu de la
declaración conjunta del 25 de septiembre de 1965. Los EUA
insisten en propósitos de seguridad hemisférica e
identifican 15 sitios de defensa, incluyendo a Río Hato.
Panamá objeta que los EUA no deben arrogarse la defensa de
otro país que no lo ha solicitado, y estudia ejemplos
internacionales de estatuto de fuerzas armadas, particularmente
ejemplos como la base de Rota (España), Japón, OTAN
y del pacto de Varsovia. EUA prefiere usar Filipinas de ejemplo y
no quiere disminuir su capacidad militar en
Panamá.
El 13 de octubre de 1965 aparece el proyecto de EUA para
acuerdo sobre estudios para un canal a nivel, incluyendo
consideraciones de uso de tecnología nuclear
para hacer las excavaciones. Eleta lo rechaza porque algunas
estipulaciones exigirían acción legislativa y como
los métodos nucleares no eran seguros, Panamá
debería estar de acuerdo. Panamá también
rechaza la idea de un acuerdo de cooperación
técnica. Hay muchas críticas sobre canjes de notas
secretos, descubiertos cuando llegan los primeros investigadores
al Darién. Robles tiene que proceder a un cambio de
gabinete, su administración se debilita y enfrenta un
conflicto en la Asamblea respecto a estudios que eran vitales
para Panamá.
El 14 de enero de 1966, EUA entrega proyectos de los
dos tratados faltantes y Panamá los estudia detenidamente
por 5 meses. Solís define la neutralización
efectiva con Suiza como ejemplo. Los negociadores
panameños hasta llegan a pensar que Panamá no debe
solicitar compensación económica por el uso de
bases militares pues sería inconsecuente con la defensa
del canal. Entre enero y junio de 1966, ambos equipos
negociadores se dedican a estudiar varias propuestas y
contrapropuestas. Se contempla un Tribunal del Área del
Canal y la policía de la Autoridad Conjunta del Canal.
Panamá encuentra que las facultades que se le otorgan son
demasiado amplias y objeta el arbitraje
internacional (los EUA tendrían ventaja para
imponerse).
Finalmente se recibe el estudio "Revenue-vs-Tolls for
the Panama Canal" de Arthur D. Little (ADL), que demuestra
que se pueden elevar los peajes de $0.86 a $3.00 por tonelada sin
afectar al tránsito, con ingresos
potenciales en el orden de $200 millones anuales. Recomiendan
usar unidades de volumen en vez de
peso. Además, indica que los usuarios comerciales del
canal tienen ahorros en el orden de $1,000 millones anuales,
incluyendo $700 millones para usuarios comerciales de los EUA, y
que el ahorro a la
marina de EUA fue $5,400 millones en 1965, mientras que los
beneficios indirectos a la economía panameña fueron
de apenas $136.1 millones el mismo ano. Sobre la base de los
estudios de ADL y la CEPAL, Guillermo Chapman produce un
documento sobre la participación de Panamá en los
beneficios directos del canal a esclusas, y concluye que deben
ser $8 millones en 1967 subiendo gradualmente hasta $168.5
millones en 1987. Ello causa gran incomodidad a los EUA, que
contratan a Stanford Resarch Institute (SRI) para
contra-argumentar.
Diógenes de la Rosa declara que Panamá
debe plantear las negociaciones lenta y cuidadosamente, y que la
rapidez solo sirve a los intereses de los EUA. Plantea extender
las negociaciones hasta 1975, pero Eleta dice que solo una ano
más. El 17 de junio de 1966 hay un proyecto definitivo de
la posición panameña sobre los 3 tratados. Los
negociadores panameños creen equivocadamente que los
norteamericanos han aceptado los documentos
entregados. Los resultados de los estudios de la Atlantic
Pacific Commission distan mucho de terminarse y hay poco
progreso en las negociaciones hasta mediados de diciembre de
1966.
Eleta propone acelerar las negociaciones y en marzo de
1967 EUA deja de considerar las rutas por Nicaragua y Costa Rica.
Irwin impone una guerra de desgaste sobre detalles y el Colegio
Nacional de Abogados percibe la dilación indefinida como
un fracaso para Panamá. Siguen intensas reuniones y los
EUA aceptan la posición de Panamá en asuntos
civiles pero no los penales. Se examinan aspectos de
reversión de tierras y aguas. EUA recibe los resultados
del estudio de SRI que resulta ser de inferior calidad al de ADL
pagado por Panamá.
Lentamente se van acercando las posiciones de ambos
equipos aunque permanecen en desacuerdo en aspectos
fundamentales. Para destrabar las negociaciones se requiere una
reunión entre los presidentes Robles y Johnson. La cumbre
en Punta del Este, Uruguay, entre
el 12 y el 14 de abril de 1967 es la oportunidad aprovechada.
Ambos presidentes tratan principalmente asuntos pendientes tales
como compensación económica, duración,
jurisdicción sobre las personas, reversión de
tierras y aceleración de las negociaciones.
El 21 de abril de 1967, Eleta presenta a la Asamblea
Nacional un reporte del avance de las negociaciones en
sesión secreta. Esto causa inconformidad de lso
periodistas excluidos . Leonor Sullivan intenta sabotear los
tratados que finalmente son publicados el 27 de abril. Pero los
norteamericanos siguen entregando proyectos de tratado en mayo, y
Panamá no confía en compromisos de palabra respecto
a aumentos de peajes. Si el canal era comercial, también
deberían serlo los peajes.
En mayo de 1967, los negociadores panameños se
quejan de la visión estrecha de los militares
norteamericanos y solicitan revisar su planteamiento. El tratado
de defensa terminaría 5 anos después de la fecha en
que deje de estar vigente el tratado del actual canal a esclusas
o cuando expire el tratado del canal a nivel, lo que suceda
después, para permitir un retiro ordenado de las
instalaciones militares.
El 10 de junio de 1967, las negociaciones entran en la
recta final. Se llegó a acuerdo sobre jurisdicción
penal y aunque Anderson estaría dispuesto a revertir
algunas áreas a Panamá, los negociadores
panameños no serán tan fáciles de convencer.
Diógenes de la Rosa amenaza con renunciar si los
norteamericanos no aceptan las últimas posiciones de
Panamá. Seis días después se pacta lo
relativo al canal a nivel, incluyendo una compensación de
$0.17 por tonelada con aumentos graduales hasta $0.22 cinco anos
después. El 20 de junio se pactó la
delimitación definitiva del área y el 22 de junio
se levanta acta formal firmada. Habría que esperar un poco
más para la traducción al español.
Finalmente, el 26 de junio ambos presidentes anuncian que sus
negociadores les han sometido textos de tradados ad
referendum que serían llevados a los respectivos
cuerpos legislativos. En Panamá, la primera
reacción oficial es de Ricardo J. Alfaro que felicita a
los negociadores pero advierte de graves dudas y termina con
observaciones de forma.
Los pactos incluyen los siguientes logros para los
panameños:
- Abrogación del tratado de 1903.
- Eliminación de la perpetuidad.
- La bandera panameña ondearía
exclusivamente en la Zona del Canal, las bases y naves en
tránsito. - Participación creciente en la
administración y manejo del canal. - Aplicación de las leyes civiles, penales y
fiscales panameñas, excepto por lo aplicable
según los Estatutos a ser promulgados por la
Administración Conjunta. - Jurisdicción de tribunales civiles y penales
de Panamá, excepto por unos pocos casos
específicos convenidos. - Reversión a Panamá del actual canal,
obras auxiliares, edificios y tierras en la Zona del
Canal. - Arbitraje para dirimir diferencias que surjan de los
actos de la Administración Conjunta. - Protección de la fuerza laboral.
- Incremento de beneficios económicos directos e
indirectos. - Acuerdo sobre futuro canal a nivel, incluyendo
vigencia no más allá del 31 de diciembre de
2067. - Neutralidad del canal, que estaría abierto a
naves comerciales y militares en igualdad de condiciones y sin
discriminación.
El 21 de julio de 1967, el presidente Robles
envía notas al Consejo de Gabinete, ex presidentes de la
República y a la Asamblea Nacional. Remite los textos de
los tratados "3-en-1" en español y solicita sean
evaluados. Queda así preparado el escenario para su
discusión nacional en ambos países, que se extiende
indefinidamente para quedar los tratados en un limbo del que no
saldrían hasta finalmente morir.
RESUMEN DE LA SEXTA
PARTE
EL
LIMBO DE LOS TRATADOS DE 1967
En 1967 se inicia un período de negociaciones
durante el cual se acuerdan tres tratados conocidos como "Tres en
uno" sin obtenerse ningún producto
final.
Esta especie de limbo inicia en julio de 1967 un doble
debate en
Panamá para discutir los tres proyectos de tratado que
iniciaron sus negociaciones a finales de junio del mismo
año. Uno de los debates fue en el Seno del Consejo
Nacional de Relaciones Exteriores, conocido como el debate
oficial, y el debate público que se dio en la prensa
nacional.
Después de una serie de reuniones del Consejo
Nacional, dedicadas exclusivamente para el análisis de los
proyectos de tratado, se descubre que el Presidente Robles,
desconocía el contenido de los informes sobre las
conversaciones bilaterales, por lo tanto ignoraba la existencia
de un texto firmado "ad referéndum".
Adquiere suma importancia la sesión donde se
discutió sobre el proyecto de tratado de defensa el
día 31 de julio, donde se destaca la postura del canciller
Eleta coincidiendo con los consejeros en lo negativo de tener
fuerzas militares extranjeras en el país sin desconocer
las razones de su existencia. Agrega Eleta que las condiciones
del proyecto de tratado se analizaron tomando en cuenta los
convenios sobre regímenes de fuerzas armadas extranjeras
como el de la OTAN, convenios celebrados entre Estados Unidos y
Filipinas, entre Taipei y Japón, entre otros.
Empieza entonces en Panamá a fines de junio de
1967 una campaña en contra de los tratados firmados en
Nueva York, ad referéndum, promovida por la
oposición. Los periódicos Crítica y la Hora,
y los de los Arias Guardia, hacen publicidad en
contra de los tratados, mientras que La Estrella de Panamá
y El Mundo se pronuncian a favor de dichos tratados. Como
consecuencia, Estados Unidos decide respetar la decisión
del presidente Robles de continuar consultas internas y no creen
que los tratados serían firmados antes de finalizar el mes
de agosto.
Paralelo a los debates en Panamá, se inician
debates en Estados Unidos donde se identifican trece editoriales
en periódicos importantes, entre Boston y San Francisco, y
San Diego y Miami, de los cuales solo tres no apoyan el tratado.
El Comité Republicano de Alianzas Occidentales, recomienda
no aprobar los tratados por considerarlos prematuros y propone
esperar el resultado de los estudios del canal a nivel, previstos
para 1970. En este momento el secretario de Estado y el
negociador Anderson temen que cualquier cambio pueda hacer
imposible la ratificación de los pactos por el
Senado.
El debate en Panamá continúa hasta las
elecciones de mayo de 1968, acabando con cualquier posibilidad de
ratificación de los tratados por parte de la Asamblea
nacional. Aunado a esta situación, se reciben dos informes
de comisiones nombradas para el estudio de los tratados, ambas de
conclusiones contrarias a los tres acuerdos; un estudio es
entregado el 9 de enero de 1968 al Colegio Nacional de Abogados y
otro es entregado el 25 de febrero de 1968 a la Universidad de
Panamá.
Como consecuencia de las opiniones discrepantes, se
utilizan la violencia escrita tanto como la física entre los dos
bandos, dando muestras concretas del deterioro cívico de
la sociedad panameña de esos días, anticipo del
golpe de Estado de 1968 que cambió la historia de
Panamá.
Se forman entonces en ambos países versiones
desproporcionadas de los tratados, como resultados de las
violentas campañas realizadas en Estados Unidos por grupo,
al parecer minoritarios, que se oponían a darle
concesiones a Panamá, y de la prevaleciente pasión
política con la que se buscaron argumentos hasta
inválidos para desmeritar cualquier virtud de los
tratados, llegándose incluso a decir que dichos convenios
serían a perpetuidad.
En junio de 1967, el presidente Robles duda sobre la
oportunidad de llevar los Tratados a la ratificación de la
Asamblea Nacional, producto de la aparente oposición
generalizada. El 8 de agosto el embajador Charles Adair expresa
al presidente panameño que el retraso causado por
Panamá está causando problemas a Estados Unidos,
exigiéndole el
conocimiento de su posición.
A raíz de la dilatación causada por el
Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, el gobierno
panameño inicia un estudio independiente de los Tratados.
El 2 de septiembre de 1967 el presidente Robles anuncia a los
panameños que el tratado fue remitido al Consejo Nacional
de Relaciones Exteriores para negociar en Washington
modificaciones de algunos textos en beneficio de Panamá.
Mientras tanto, el 16 de septiembre, el New York Times publica
que los tratados pueden terminarse por causa del nacionalismo
panameño, maniobras políticas y la
indecisión presidencial. La prensa norteamericana culpa a
Robles de agravar la situación debido su mal
manejo.
En diciembre de 1967, Roberto Alemán se
reúne con Robert Anderson y John Irwin en Nueva York y
Washington, concluyendo que las negociaciones debían
suspenderse hasta la toma del poder de la nueva
administración panameña el 1 de octubre de 1968 y
que hubieran pasado las elecciones en Estados Unidos. La nueva
fecha de inicio de negociaciones sería entonces pasado el
mes de enero de 1969.
En este momento, Robles se concentra más en las
elecciones, pero su base política se debilita debido al
retiro de fuertes figuras de la coalición gubernamental,
engrosando las filas del contrincante, Arnulfo Arias Madrid. A
este grupo se unen todos aquellos descontentos con la
gestión del Ministro de Hacienda y Tesoro, David Samudio
quien les hizo pagar impuestos. Para
agravar esta situación el pequeño Partido
Demócrata Cristiano denuncia a Robles de parcialidad en el
proceso electoral a favor de David Samudio.
Todo este episodio termina al Robles ser destituido por
lo diputados el 24 de marzo de 1968 y nombran en su lugar a Max
Delvalle, sin lograr sostenerlo debido a que la Guardia Nacional
continúa apoyando a Robles y disuelve la reunión de
diputados. El 5 abril la Corte Suprema de Justicia, resuelve
anular el proceso llevado a cabo por la Asamblea
Nacional.
Se realizan las elecciones del 12 de mayo de 1968 y
triunfa el grupo dirigido por Arnulfo Arias Madrid.
Posteriormente viaja a Nueva York para iniciar conversaciones con
los Estados Unidos sobre los tratados. La conversación se
da solo con el secretario asistente de Estado, Covey Oliver y con
los embajadores John Irwing y Robert Anderson. Estados Unidos no
desea ningún compromiso con Arias en ese
momento.
Pareciera que el Departamento de Estado de los Estados
Unidos no tenía entonces ningún interés en
cambiar el tratado de 1903 y sus enmiendas, considerando reabrir
las negociaciones después de que el "Atlantic Pacific
Interoceanic Canal Study Comisión" presente su informe
a fines de 1970. De todos modos, las negociaciones no
podría iniciarse antes de que el nuevo presidente
estadounidense tome posesión en febrero de 1969. Su
único interés es renovar el acuerdo sobre la base
de Río Hato que expira en 1970.
Inician en Panamá los problemas con el presidente
electo quien incurrió en fraude al
escoger, contra la voluntad de los electores parte de los
diputados, con la intención de tener mayoría
absoluta para la ratificación de los tratados. A fines del
mes de agosto los jefes militares llaman a Fernando Eleta
Almarán para conversar sobre la posibilidad de dar un
golpe de Estado a Arias antes de que asumiera el poder. Eleta
solicita la presencia de Roberto Alemán, pues teme que
sucedan acciones que afecten la imagen del país, y entre
ambos persuaden al comandante Vallarino a desistir del golpe.
Más tarde, Boris Martínez, a quien Eleta y
Alemán consideran el más comprometido con el golpe,
afirma lo contrario.
El 1 de octubre toma posesión Arnulfo Arias
Madrid con un gobierno ansioso de complacer a los norteamericanos
y envía al canciller Solís a proponerle al
embajador Charles Adair la resolución expedita de la
solicitud de autorización para hacer investigaciones en la
ruta Caimito-Palmas Bellas (Ruta I0), convirtiendo al país
de acreedor a deudor. Once días después Arias
Madrid es derrocado por un golpe militar dirigido por Boris
Martínez, dándose inicio a una nueva era en
Panamá.
Arnulfo Arias se refugia en la Zona del Canal, iniciando
Estados Unidos acciones para que abandone rápidamente el
lugar. Finalmente, el 22 de octubre viaja a Washington en un
avión militar con algunos de sus seguidores. Los Estados
Unidos nunca recuperó la confianza en Arnulfo Arias Madrid
después de su traición durante la Segunda Guerra
Mundial.
Mientras tanto, el gobierno norteamericano suspende
relaciones con el nuevo gobierno panameño el 15 de
octubre, pero son reanudadas el 13 de noviembre del mismo
año. El gobierno panameño nombra a Roberto
Alemán como embajador ante la Casa Blanca desde noviembre
de 1968 con el objeto de lograr que se aceptaran las
modificaciones propuestas y facilitar la ratificación en
Panamá. Sin embargo, Estados Unidos no desea reabrir las
negociaciones sino es con un gobierno electo, pareciendo una
excusa pues ya en 1969 habían expuesto la idea de esperar
5 años.
Seguidores de Arnulfo Arias se resisten al golpe de
Estado protagonizando escenas de violencia y represión
desde octubre de 1968, en Chiriquí, Veraguas y cerca de la
ciudad de Panamá. El gobierno es inestable y a pesar de
contar con el apoyo de la oligarquía que había
respaldado a Arias Madrid, este grupo aún no estaba
definido, lo que dificultaba la continuación de las
negociaciones de nuevos acuerdos y de una ratificación
legítima del gobierno. A pesar del espíritu
combativo de Boris Martínez, no es considerado por el
gobierno estadounidense como peligroso para las relaciones con
Panamá ni para la seguridad de los Estado Unidos. Sin
embargo, el 25 de febrero de 1969 Martínez fue destituido
y enviado al exilio en Miami, y a finales de ese año Omar
Torrijos se consolida como líder del gobierno.
Mientras tanto, alrededor a mediados de enero de 1969
Nander Pitty acepta el Ministerio de Relaciones Exteriores con
Juan Antonio Tack como vicecanciller. En septiembre de 1969 el
gobierno panameño tiene la esperanza de continuar con
otras etapas de las negociaciones. El canciller y vicecanciller
recomiendan la sustitución del Consejo Nacional de
Relaciones Exteriores por una Comisión de Asesores para
las Relaciones con los Estados Unidos. En este momento, Roberto
Alemán informa al Departamento de Estado que en poco
tiempo el gobierno panameño enviará a cinco
personas que no han tenido ninguna relación previa con las
negociaciones para agregar nuevas ideas al proceso.
Se publica entonces en un periódico
de Panamá que no se ha hecho una solicitud directa de
reabrir las negociaciones por oficialmente nunca fueron
suspendidas. Unos meses antes llegaba a Panamá el
embajador Nelson Rockefeller con el propósito de observar
a Torrijos y a los nuevos dirigentes. Torrijos le habló de
la necesidad de reabrir las negociaciones sobre el canal
interoceánico y de integrar la Zona del Canal al
desarrollo de Panamá.
Posteriormente, Torrijos se entrevista en Nueva York con
el General Westmoreland, pero al llegar a Panamá desconoce
los acuerdos conversados con él sobre la base de
Río Hato para extender la autorización del uso de
esta base más allá del 23 de agosto de 1970 y
expulsa al encargado de negocios, Donald Down, el 28 de octubre
de 1969.
Mientras tanto, Henry Kissinger, el nuevo estratega del
gobierno de Estados Unidos, desea conocer más sobre la
situación de Panamá y después de realizar
cambios en las oficinas que manejaban asuntos relacionados con
Panamá, le informa al Secretario de Estado que el
presidente Richard Nixon relaciona los tratados con Panamá
con aquellas cosas de interés nacional de la potencia.
Expresa que si los Estados Unidos reconoce el gobierno de
Panamá, debe preparase para conversar seriamente con dicho
gobierno y concluir el asunto, pero teme que los panameños
quieran presionar para obtener concesiones en nombre sentimientos
nacionalistas artificiales.
Estados Unidos ve a Torrijos como un hombre
dictatorial, volátil e impetuoso, que está en busca
de una base política, un programa
político y una identidad
política. Creen que Torrijos estaría en el poder
por largo tiempo y desean tenerlo de amigo. Como consecuencia, el
embajador Robert Sayre comienza a acompañarlo en sus giras
por el interior del país.
El 1 de enero de 1970 se convierte en el canciller Juan
Antonio Tack. Antes de renunciar, Alemán manifiesta que el
gobierno panameño no pretende considerar las tres
propuestas de tratados ni siquiera como base para las
negociaciones. Se integran a la comisión nuevos asesores
del Órgano Ejecutivo nacional en el Ministerio de
Relaciones Exteriores: Carlos López Guevara, Jorge
Illueca, Edwin Fábrega, Omar Jaén Suárez,
Julio Noriega, Boris Blanco, Favio Velásquez, Juan Antonio
Stagg y Julio Yau.
Aparece entonces un documento titulado "Fundamentos de
la Posición de la Cancillería panameña en
Relación con el Rechazo por parte de Panamá de los
tres proyectos de tratados de 1967". Ni en este momento ni
más adelante, ninguno de los dos países define
cuáles son las causas del conflicto, ni tampoco plantean
lo que sería un convenio justo y equitativo.
Sin embargo, la Comisión Asesora identifica siete
causas de conflicto con Estados Unidos:
- La perpetuidad
- Jurisdicción política y autoridad
administrativa - Ejecución de obras civiles no autorizadas en
los Tratados - Protección del Canal de
Panamá - Insuficiencia de beneficios directos para
Panamá. - Insuficiencia de beneficios indirectos para
Panamá - Diferencias en la interpretación en los
tratados vigentes
En conclusión, ninguno de los tres proyectos de
tratado procura la pronta eliminación de las causas de
conflictos entre los dos países.
El gobierno republicano de Nixon que tradicionalmente
más reaccionario y menos dispuesto a dar concesiones a
Panamá, agregando a esto el problema de Vietnam que no
termina sino hasta 1973.
La recomendación de la Comisión Asesora
del 30 de marzo se hace pública un 5 de septiembre de
1970. Pocos días después el secretario Rogers se
entera de la decisión del gobierno panameño. Esta
pronunciación provoca la reacción del equipo
negociador de los tratados de 1967. Fernando Eleta
Almarán, Roberto Alemán, Diógenes De la
Rosa, Ricardo Arias y Guillermo Chapman se pronuncian rebatiendo
todas las afirmaciones del documento de cancillería,
considerando que no tiene un fundamento en lo escrito en los
proyectos y que las críticas no son serias, ni objetivas,
ni constructivas.
Para el canciller Tack este pronunciamiento de la
Comisión Asesora no significaba que se perdían las
conversaciones de 1964 a 1967 sino que se trataba de una nueva
etapa. Inclusive consejeros y negociadores realizaron trabajos
conjuntos para
darle continuidad al ejercicio y a las aspiraciones de
Panamá.
Diez años más tarde, el gobierno de
Torrijos presenta un paquete de tratados que serían
aprobados en plebiscito popular por los panameños. Las
diferencias con el tratado de 1967 son:
- Duración del acuerdo de defensa que
sería de cinco años más que el de
1967. - La magnitud de las reversiones de aguas y tierra al
principio de la vigencia son mucho más extensas en los
tratados de 1967. - La naturaleza del ente que administrará el
canal a esclusas. - En el tratado de 1977 la Comisión del Canal
es una agencia federal del gobierno de Estados Unidos con una
Junta Directiva con minoría
panameña. - El acuerdo de opción del canal a nivel del
mar de 1967 desaparece. - La cláusula de arbitraje de 1967
desaparece. - En 1967 hay tres acuerdos. En 1977 son solo dos:
uno sobre la administración del canal a esclusas y
otro sobre la neutralidad.
En este momento los gobiernos de ambos países.
son distintos como también los son sus aspiraciones y
realidades.
Los resultados preliminares del estudio del canal a
nivel hacen que tome mayor importancia el canal existente, por lo
tanto la respuesta de Washington hacia las demandas
panameñas se endurecen, lo que termina en proyectos de
tratados entre 1971 y 1972 que el gobierno panameño
rechazó. Para los Estados Unidos, al no existir un canal a
nivel, la injerencia de los Estados Unidos terminaría con
la reversión del canal de esclusas.
Después de un largo período, los
fundamentos para reemplazar el tratado de 1903 como la
desaparición de la colonial en la Zona del Canal y el
final de la perpetuidad de los tratados se convierten el los
propulsores de un nacionalismo fuerte. La reafirmación de
la soberanía y la manifestación concreta de la
jurisdicción de Panamá sobre el territorio
zoneíta, lo mismo que el aprovechamiento del recurso
natural de la posición geográfica mediante la obra
Inter-marina forman parte del ideario básico
panameño. Un sector más moderno de la sociedad toma
la dirección de la política exterior y de los
esfuerzos para adelantar la negociaciones con Estados Unidos
sobre el canal y su futuro.
El nuevo grupo tecnocrático liberal en el
gobierno durante dos períodos presidenciales trata de
resolver el problema mayor del subdesarrollo
económico y social de Panamá mediante cuatro
reformas: administrativa, tributaria, metropolitana y agraria,
faltándole la más importante, la
política.
Luego, el proyecto del canal a nivel del mar por el
istmo de Panamá se convierte en una palanca poderosa de
negociación para los panameños que exigen estudios
minuciosos de factibilidad, lo
cual produce retrasos en las conversaciones en espera de
resultados más precisos de las investigaciones sobre rutas
y métodos de construcción.
La contraparte norteamericana es dura y difícil
con la mayoría de los elementos de negociación de
su lado. El negociador panameño se enfrenta a un equipo
norteamericano sólido y coherente.
Como resultado de la corrupción administrativa,
las componendas y el oportunismo de la oposición, la
oligarquía se alía con otras fuerzas populares,
contribuyendo a acabar con un sistema y con un proyecto que
solucionaría la mayor parte de los problemas de la
República desde su fundación, el conflicto
histórico con los Estados Unidos. Esas fuerzas son las
principales responsables de retrasar por diez años la
desaparición de la colonia norteamericana. Pero su
caída produjo inestabilidad interna y el paro de las
conversaciones por lo menos dos años.
El final de esta etapa política marca el inicio
de otra forma de gobierno ya existente en la región, un
gobierno militar que se consolida lentamente buscando el apoyo de
las masas, incorporando grupos minoritarios y marginales con
tendencia izquierdista, manifestando un carácter
anti-oligárquico, popular y con disposición de
promover el nacionalismo, buscando solidaridad
internacional con la causa panameña y una actitud retadora
ante los Estados Unidos.
La primera etapa dura 6 años, culminando las
conversaciones a mediados de 1967. Las dos etapas siguientes
toman siete años, terminando en septiembre de 1977. Sin
embargo, este logro de las aspiraciones panameñas, se
apoya en los antecedentes, las negociaciones entre 1964 y 1967, y
los acuerdos ad referéndum que se lograron en esos
días.
Jherrera
I