Indice
1. El
constructivismo.
2. El enfoque
sociocultural
3. Funciones
mentales.
5. Zona de desarrollo
próximo.
6. Herramientas
psicológicas.
7. La mediación.
La distinción básica entre las tres
grandes corrientes (conductismo,
cognitivismo y constructivismo) radica en la forma en que se
concibe el
conocimiento. Para el conductismo, el conocimiento
consiste fundamentalmente en una respuesta pasiva y
automática a factores o estímulos externos que se
encuentran en el ambiente. El
cognitivismo considera el conocimiento básicamente como
representaciones simbólicas en la mente de los individuos.
El constructivismo, cómo el término lo sugiere,
concibe al conocimiento como algo que se construye, algo que cada
individuo elabora a través de un proceso de
aprendizaje.
Para el constructivismo, el conocimiento no es algo fijo y
objetivo, sino
algo que se construye y, por consiguiente, es una
elaboración individual relativa y cambiante.
Con frecuencia, el constructivismo también se considera
una teoría
cognitiva, puesto que postula la existencia de procesos
mentales internos, a diferencia de las corrientes conductistas
que no la consideran.
El supuesto fundamental del constructivismo es que los seres
humanos construyen, a través de la experiencia, su propio
conocimiento y no simplemente reciben la información procesada para comprenderla y
usarla de inmediato; es necesario crear modelos
mentales que puedan ser cambiados, amplificados, reconstruidos y
acomodarlos a nuevas situaciones.
El constructivismo es una teoría del aprendizaje que se
basa en el supuesto de que los seres humanos construyen su propia
concepción de la realidad y del mundo en que viven.
Cada uno de nosotros genera su propio conocimiento, sus propias
reglas y modelos mentales con los que damos sentido y significado
a nuestras experiencias y acciones.
El
aprendizaje, dicho en forma simple, es el proceso de ajustar
nuestras estructuras
mentales para interpretar y relacionarnos con el ambiente. Desde
esta perspectiva, el aprender se convierte en la búsqueda
de sentidos y la construcción de significados. Es por
consiguiente, un proceso de construcción y
generación, no de memorizar y repetir
información.
El constructivismo, al igual que el conductismo y el
cognitivismo, presenta una gran variedad de formas. La principal
y más general clasificación es la que considera dos
tipos de teorías: las teorías con
orientación cognitiva o psicológica y las
teorías con orientación social. De las primeras, el
máximo exponente es Piaget y de
las segundas es Vygotsky.
Lev Semionovich Vygotsky (1896-1934) es considerado el
precursor del constructivismo social. A partir de él, se
han desarrollado diversas concepciones sociales sobre el
aprendizaje. Algunas de ellas amplían o modifican algunos
de sus postulados, pero la esencia del enfoque constructivista
social permanece. Lo fundamental del enfoque de Vygotsky consiste
en considerar al individuo como el resultado del proceso
histórico y social donde el lenguaje
desempeña un papel
esencial. Para Vygotsky, el conocimiento es un proceso de
interacción entre el sujeto y el medio, pero el medio
entendido social y culturalmente, no solamente físico,
como lo considera primordialmente Piaget.
En Vygotsky, cinco conceptos son fundamentales: las funciones
mentales, las habilidades psicológicas, la zona de
desarrollo
próximo, las herramientas
psicológicas y la mediación. En este sentido, se
explica cada uno de estos conceptos.
Para Vygotsky existen dos tipos de funciones mentales:
las inferiores y las superiores. Las funciones mentales
inferiores son aquellas con las que nacemos, son las funciones
naturales y están determinadas genéticamente. El
comportamiento
derivado de las funciones mentales inferiores es limitado;
está condicionado por lo que podemos hacer.
Las funciones mentales inferiores nos limitan en nuestro
comportamiento a una reacción o respuesta al ambiente,
(Aquí puede verse una crítica adelantada al
conductismo). La conducta es
impulsiva.
Las funciones mentales superiores se adquieren y se desarrollan a
través de la interacción social. Puesto que el
individuo se encuentra en una sociedad
específica con una cultura
concreta, Las funciones mentales superiores están
determinadas por la forma de ser de esa sociedad: Las funciones
mentales superiores son mediadas culturalmente. El comportamiento
derivado de Las funciones mentales superiores esta abierto a
mayores posibilidades. El conocimiento es resultado de la
interacción social; en la interacción con los
demás adquirimos conciencia de
nosotros, aprendemos el uso de los símbolos que, a su vez,
nos permiten pensar en formas cada vez más complejas. Para
Vygotsky, a mayor interacción social, mayor conocimiento,
más posibilidades de actuar, más robustas funciones
mentales.
De acuerdo con esta perspectiva, el ser humano es ante todo un
ser cultural y esto es lo que establece la diferencia entre el
ser humano y otro tipo de seres vivientes, incluyendo los
primates. El punto central de esta distinción entre
funciones mentales inferiores y superiores es que el individuo no
se relaciona únicamente en forma directa con su ambiente,
sino también a través de y mediante la
interacción con los demás individuos. La psicología
propiamente humana es un producto
mediado por la cultura. Podría decirse que somos porque
los demás son. En cierto sentido, somos lo que los
demás son.
Para Vygotsky, las funciones mentales superiores se
desarrollan y aparecen en dos momentos. En un primer momento, las
habilidades psicológicas o funciones mentales superiores
se manifiestan en el ámbito social y, en un segundo
momento, en el ámbito individual. La atención, la memoria, la
formulación de conceptos son primero un fenómeno
social y después, progresivamente, se transforman en una
propiedad del
individuo. Cada función
mental superior, primero es social, es decir primero es
interpsicológica y después es individual, personal, es
decir, intrapsicológica.
Cuando un niño llora porque algo le duele, expresa dolor y
esta expresión solamente es una función mental
inferior, es una reacción al ambiente. Cuando el
niño llora para llamar la atención ya es una forma
de comunicación, pero esta comunicación
sólo se da en la interacción con los demás;
en ese momento, se trata ya de una función mental superior
interpsicológica, pues sólo es posible como
comunicación con los demás. En un segundo momento,
el llanto se vuelve intencional y, entonces, el niño lo
usa como instrumento para comunicarse. El niño, con base
en la interacción, posee ya un instrumento para
comunicarse; se trata ya de una función mental superior o
las habilidad psicológica propia, personal, dentro de su
mente, intrapsicológica.
Esta separación o distinción entre habilidades
interpsicológicas y habilidades intrapsicológicas y
el paso de las primeras a las segundas es el concepto de
interiorización. En último término, el
desarrollo del individuo llega a su plenitud en la medida en que
se apropia, hace suyo, interioriza las habilidades
interpsicológicas. En un primer momento, dependen de los
otros; en un segundo momento, a través de la
interiorización, el individuo adquiere la posibilidad de
actuar por si mismo y de asumir la responsabilidad de su actuar. Desde este punto de
vista, el proceso de interiorización es fundamental en el
desarrollo: lo interpsicológico se vuelve
intrapsicológico.
5. Zona de desarrollo
próximo.
En el paso de una habilidad interpsicológica a
una habilidad intrapsicológica los demás juegan un
papel importante. Para que el llanto tenga sentido y significado,
se requiere que el padre o la madre presten atención a ese
llanto. La posibilidad o potencial que los individuos tienen para
ir desarrollando las habilidades psicológicas en un primer
momento dependen de los demás. Este potencial de
desarrollo mediante la interacción con los demás es
llamado por Vygotsky zona de desarrollo próximo.
Desde esta perspectiva, la zona de desarrollo próximo es
la posibilidad de los individuos de aprender en el ambiente
social, en la interacción con los demás. Nuestro
conocimiento y al experiencia de los demás es lo que
posibilita el aprendizaje; consiguientemente, mientras mas rica y
frecuente sea la interacción con los demás, nuestro
conocimiento será más rico y amplio. La zona de
desarrollo próximo, consecuentemente, está
determinada socialmente. Aprendemos con la ayuda de los
demás, aprendemos en el ámbito de la
interacción social y esta interacción social como
posibilidad de aprendizaje es la zona de desarrollo
próximo.
Inicialmente las personas (maestros, padres o compañeros)
que interactuan con el estudiante son las que, en cierto sentido,
son responsables de que el individuo aprende. En esta etapa, se
dice que el individuo está en su zona de desarrollo
próximo. Gradualmente, el individuo asumirá la
responsabilidad de construir su conocimiento y guiar su propio
comportamiento. Tal vez una forma de expresar de manera simple el
concepto de zona de desarrollo próximo es decir que
ésta consiste en la etapa de máxima potencialidad
de aprendizaje con la ayuda de los demás. La zona de
desarrollo próximo puede verse como una etapa de
desarrollo del individuo, del ser humano, donde se la
máxima posibilidad de aprendizaje.
Así el nivel de desarrollo de las habilidades
interpsicológicas depende del nivel interacción
social. El nivel de desarrollo y aprendizaje que el individuo
puede alcanzar con la ayuda, guía o colaboración de
los adultos o de sus compañeros siempre será mayor
que el nivel que pueda alcanzar por si sólo, por lo tanto
el desarrollo cognitivo completo requiere de la
interacción social.
En términos de Vygotsky, las funciones mentales
superiores se adquieren en la interacción social, en la
zona de desarrollo próximo. Pero ahora podemos preguntar,
¿Cómo se da esa interacción social? ¿
Que es lo que hace posible que pasemos de las funciones mentales
inferiores a las funciones mentales superiores?
¿Qué es lo que hace posible que pasemos de las
habilidades interpsicológicas a las habilidades
intrapsicológicas? ¿Qué es lo que hace que
aprendamos, que construyamos el conocimiento?. La respuesta a
estas preguntas es la siguiente: los símbolos, las obras
de arte, la escritura, los
diagramas, los
mapas, los
dibujos, los
signos, los sistemas
numéricos, en una palabra, las herramientas
psicológicas.
Las herramientas psicológicas son el puente entre las
funciones mentales inferiores y las funciones mentales superiores
y, dentro de estas, el puente entre las habilidades
interpsicológicas (sociales) y las
intrapsicológicas (personales). Las herramientas
psicológicas median nuestros pensamientos, sentimientos y
conductas. Nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar depende
de las herramientas psicológicas que usamos para
desarrollar esas funciones mentales superiores, ya sean
interpsicológicas o intrapsicológicas.
Tal vez la herramienta psicológica más importante
es el lenguaje.
Inicialmente, usamos el lenguaje como medio de
comunicación entre los individuos en las interacciones
sociales. Progresivamente, el lenguaje se convierte en una
habilidad intrapsicológica y por consiguiente, en una
herramienta con la que pensamos y controlamos nuestro propio
comportamiento.
El lenguaje es la herramienta que posibilita el cobrar conciencia
de uno mismo y el ejercitar el control
voluntario de nuestras acciones. Ya no imitamos simplemente la
conducta de lo demás, ya no reaccionamos simplemente al
ambiente, con el lenguaje ya tenemos la posibilidad de afirmar o
negar, lo cual indica que el individuo tiene conciencia de lo que
es, y que actúa con voluntad propia. En ese momento
empezamos a ser distintos y diferentes de los objetos y de los
demás. Nuestras funciones mentales inferiores ceden a las
funciones mentales superiores; y las habilidades
interpsicológicas dan lugar a las habilidades
intrapsicológicas. En resumen a través de el
lenguaje conocemos, nos desarrollamos y creamos nuestra
realidad.
El lenguaje es la forma primaria de interacción con los
adultos, y por lo tanto, es la herramienta psicológica con
la que el individuo se apropia de la riqueza del conocimiento,
desde esta perspectiva, el aprendizaje es el proceso por el que
las personas se apropian del contenido, y al mismo tiempo, de las
herramientas del pensamiento.
Cuando nacemos, solamente tenemos funciones mentales
inferiores, las funciones mentales superiores todavía no
están desarrolladas, a través con la
interacción con los demás, vamos aprendiendo, y al
ir aprendiendo, vamos desarrollando nuestras funciones mentales
superiores, algo completamente diferente de lo que recibimos
genéticamente por herencia, ahora
bien, lo que aprendemos depende de las herramientas
psicológicas que tenemos, y a su vez, las herramientas
psicológicas dependen de la cultura en que vivimos,
consiguientemente, nuestros pensamientos, nuestras experiencias,
nuestras intenciones y nuestras acciones están
culturalmente mediadas.
La cultura proporciona las orientaciones que estructuran el
comportamiento de los individuos, lo que los seres humanos
percibimos como deseable o no deseable depende del ambiente, de
la cultura a la que pertenecemos, de la sociedad de la cual somos
parte.
En palabras de Vygotsky, el hecho central de su psicología
es el hecho de la mediación.
El ser humano, en cuanto sujeto que conoce, no tiene acceso
directo a los objetos; el acceso es mediado a través de
las herramientas psicológicas, de que dispone, y el
conocimiento se adquiere, se construye, a través de la
interacción con los demás mediada por la cultura,
desarrollada histórica y socialmente.
Para Vygotsky, la cultura es el determinante primario del
desarrollo individual. Los seres humanos somos los únicos
que creamos cultura y es en ella donde nos desarrollamos, y a
través de la cultura, los individuos adquieren el
contenido de su pensamiento, el conocimiento; más
aún, la cultura es la que nos proporciona los medios para
adquirir el conocimiento. La cultura nos dice que pensar y
cómo pensar; nos da el conocimiento y la forma de
construir ese conocimiento, por esta razón, Vygotsky
sostiene que el aprendizaje es mediado.
Aplicaciones.
De los elementos teóricos de Vygotsky, pueden deducirse
diversas aplicaciones concretas en la educación,
enumeraremos brevemente algunas de ellas:
- Puesto que el conocimiento se construye socialmente,
es conveniente que los planes y programas de
estudio estén diseñados de tal manera que
incluyan en forma sistemática la interacción
social, no sólo entre alumnos y profesor, sino entre
alumnos y comunidad. - La zona de desarrollo próximo, que es la
posibilidad de aprender con el apoyo de los demás, es
fundamental en los primeros años del individuo, pero no
se agota con la infancia;
siempre hay posibilidades de crear condiciones para ayudar a
los alumnos en su aprendizaje y desarrollo. - Si el conocimiento es construido a partir de la
experiencia, es conveniente introducir en los procesos
educativos el mayor número de estas; debe irse
más allá de la explicación del
pizarrón y acetato, e incluir actividades de laboratorio,
experimentación y solución de problemas;
el ambiente de aprendizaje tiene mayor relevancia que la
explicación o mera transmisión de
información. - Si el aprendizaje o construcción del
conocimiento se da en la interacción social, la enseñanza, en la medida de lo posible,
debe situarse en un ambiente real, en situaciones
significativas. - El diálogo entendido como intercambio activo
entre locutores es básico en el aprendizaje; desde esta
perspectiva, el estudio colaborativo en grupos y
equipos de
trabajo debe fomentarse; es importante proporcionar a los
alumnos oportunidades de participación en discusiones de
alto nivel sobre el contenido de la asignatura. - El aprendizaje es un proceso activo en el que se
experimenta, se cometen errores, se buscan soluciones;
la información es importante, pero es más la
forma en que se presenta y la función que juega la
experiencia del alumno y del estudiante. - En el aprendizaje o la construcción de los
conocimientos, la búsqueda, la indagación, la
exploración, la investigación y la solución de
problemas pueden jugar un papel importante.
Autor:
Abel Romo Pedraza.