Indice
1.
Introducción
2. El precio de la
memoria
3. El ordenador de
casa
4. Soluciones Hardware
5. Tiempo de cambio: nuevos y mejores
procesadores
El efecto 2000 es, sin duda uno de los fenómenos
más fascinantes de las últimas décadas. Pese
a que su origen se remonta a principios de los
años sesenta, habría bastado un comportamiento
mínimamente profesional por parte de la industria
informática y electrónica, o de los propios gobiernas,
para que el problema hubiese estado
resuelto a finales de los ochenta. El Efecto 2999 es, en buena
parte, fruto de las debilidades del ser humano: la pereza, la
desidia o la ignorancia. Sus consecuencias serán sufridas
por aquellas personas o países que no disponen del
único bálsamo capaz de superar todas las
desgracias: el dinero.
Gracias a las campañas que han sucedido durante los
últimos meses en nuestro país, todo el mundo sabe
que el Efecto 2000 es un problema derivado del uso de tan
sólo des dígitos para representar el año, en
sistemas
informáticos y electrónicos. El mayor inconveniente
para superarlo es que, en contra de lo que se supone, no afecta
sólo a las grandes empresas que
disponen de programas o de
base de datos
muy antiguos. El Efecto 2000 también está presente
en los ordenadores domésticos, incluso en los equipos
adquiridos hace apenas unos meses. Según diversos
estudios, el 93% de los ordenadores vendidos antes del 1996, y el
11% de los comercializados en el año 1998, no superan las
pruebas del
cambio de
siglo.
Otra creencia falsa es la que asocia el problema
únicamente con el tamaño de la fecha, cuando
también presenta un efecto colateral igual de peligroso:
el año 2000 será un año bisiesto, pero no
porque es divisible por cuatro, sino porque cumple una regla
adicional aplicable sólo una vez cada cuatrocientos
años, y que no todos los programas que
utilizan fechas emplean. Si a ello unimos la "casualidad" de que
el día 1 de enero es sábado –muchos errores
en sistemas que
trabajan de forma automática las 24 horas del día
no podrán descubrirse hasta el lunes, cuando puede que ya
sea demasiado tarde-, es fácil deducir que estamos ante un
fenómeno al que todo el mundo debe prestar atención, pues si sus consecuencias en el
ámbito empresarial pueden ser terribles
–cancelaciones de pedidos, caducidad de seguros, retraso
en el cobro de sueldos y pensiones, anulaciones de vuelos, etc.-,
no serán menos molestas para el usuario doméstico.
Un ordenador que no reconozca correctamente el año 2000
estará incapacitado para mandar un correo
electrónico, acceder a la página de su banco, realizar
tablas o gráficas que utilicen comparación de
fechas, emplear bases de datos y
hojas de
cálculo, etc. Además, caducarán todos
los programas con licencias temporales.
Pese a todo, los numerosos inconvenientes no deben dar lugar a
situaciones catastróficas. Aunque diversas
profecías se empeñen en afirmar lo contrario, el 1
de enero no va a suponer el fin del mundo. Los organismos
encargados de gentionar los sectores críticos, como
el agua, la
luz y el
teléfono, los sueldos o los hospitales, ya
hace meses que han solucionado el problema. Según el
estudio Millenium Indez, realizado por Cap Gemini, el gasto del
Efecto 2000 en España se
acerca a los 1`6 billones de pesetas.
A lo largo de este artículo se plantean las soluciones
generales para resolver el problema del cambio de
siglo. Sin embargo, la saturación de información es tan grande, que es imposible
abarcar todos los campos. Existen cientos de programas, técnicas y
planes de actuación para enfrentarse a cualquier
situación. El lector interesado en conocer con detalle el
problema, debe visitar las páginas
Web que se citan en uno de los recuadros adjuntos, donde se
pone a su disposición, literalmente, decenas de miles de
páginas de texto
relacionadas con el llamados "Bug del Milenio".
2. El precio de la
memoria
Se ha comentado ya en la introducción, que el Efecto 2000 es un
problema derivado del uso de dos dígitos para almacenar
fechas. El año 1999, por ejemplo, se codifica como 99.
Este método de
trabajo se puso en práctica a principios de los
años sesenta. Los ordenadores de aquella época
disponían de una cantidad de memoria muy
limitada, APENAS UNOS Kilobytes, por lo que intentaban reducir al
máximo el tamaño de los números, y el
año era propicio para ello. Además, incorporar unos
pocos Kb a esos sistemas costaba varios millones de pesetas,
tanto en memoria de
proceso como
de almacenamiento
–cintas, tarjetas
perforadas, disquetes-, por lo que el uso de dos dígitos
se convirtió en una costumbre. Los informáticos de
la época conocían perfectamente la caducidad del
método en
el 2000 pero nadie podía imaginar que sus programas o
técnicas de trabajo iban a mantenerse
durante los próximos 40 años.
¿Cuál es la razón para que, varias
décadas después, los dos dígitos se sigan
manteniendo?
En primer lugar, el uso de programas antiguos. Muchas empresas o
gobiernos, especialmente en países pobres, no disponen de
dinero para
renovar sus equipos, y aún trabajan con ordenadores con
más de veinte años de antigüedad.
La vagancia o el pragmatismo de
muchos programadores también ha sido un factor importante.
Desarrollar subrutinas y programas cuesta mucho tiempo y dinero, por lo
que es una práctica común en el gremio,
especialmente si se trata de tareas básicas, utilizar
porciones de código
ya escrito que se incorpora directamente a los programas nuevos.
Eso es lo que ocurre con el tratamiento de fechas.
Las actualizaciones de los programas también contribuyen a
ello. Casi todas las aplicaciones parten de una primera
versión, y después ofrecen una actualización
cada pocos meses, cuyo código
interno mantiene las características del primer programa. Los
sistemas
operativos MS-DOS y
Windows, por
ejemplo, llevan en el mercado
más de diez años y lo mismo ocurre con algunos
procesadores de
textos, bases de datos, etc., de
prestigio mundial. En muchos casos, la gestión
de las fechas no se ha cambiado.
Finalmente, también de considerarse la compatibilidad y la
comodidad. Muchas empresas y gobiernos disponen de datos, como el
censo de población o de clientes,
recopilados hace décadas. Cuando adquieren un programa nuevo,
mantienen el uso de los dos dígitos para poder utilizar
dichos datos con él, y así se ahorran la
conversión de los mismos. De igual forma ocurre cuando una
multinacional informatiza su base de datos de
clientes o
trabajadores, compuestas por miles de persones: teclear los
años con dos dígitos ahorra muchas horas frente al
teclado.
Observando esta recopilación de errores se puede concluir
que casi todos los programas creados en los últimos 30
años utilizan el sistema de dos
dígitos. A la hora de calcular la edad de una persona, basta
con comparar su fecha de nacimiento con el año actual. En
el censo de una persona nacida en
1970, es muy posible que exista un campo que almacene los
dígitos "70". El programa de cálculo
realiza una simple resta 99-70, y ofrece la edad de la persona:
29 años.
Este sistema funciona
bien con las fechas de este siglo. Pero, ¿qué
ocurre si el mismo cálculo se
realiza en el año 2000? El ordenador codifica el
año 2000 como "00". Al efectuar la resta correspondiente a
00-70, obtiene el numero negativo –70, que interpreta como
un error. Si el programa está bien codificado,
notificará este error al usuario, pero lo más
seguro es que,
o bien se bloquee o siga funcionando sin que se preocupe por el
resultado –un error gravísimo se trata de calcular
pensiones o la caducidad de ciertos productos, por
ejemplo-.
La adopción
de "00" no solo produce fallos en la comparación de
fechas; muchos sistemas asumen el valor 0 o 99
como imposible, por lo que se niegan a trabajar con él.
Igualmente, ciertos números tienen significados especiales
para algunos sistemas
operativos y lenguajes, como "nunca borrar esta" o "este es
un valor de
prueba". Entre ellos se encuentran las fechas 9/9/99, 1/1/11,
6/9/69, 6/6/66, 7/7/77, etc.
Por desgracia, los problemas no
terminan aquí. Otro error asociado al año 2000
está relacionado con el calculo de los años
bisiestos. Casi todo el mundo, incluido muchos programadores,
piensa que todo año divisible por cuatro es bisiesto. Sin
embargo, el calendario gregoriano, vigente en la cultura
occidental, fija no una, sino tres reglas de cálculo de
bisiestos:
*Regla 1: Si el año sólo es divisible por cuatro,
es bisiesto.
*Regla 2: Si el año es divisible por cuatro y por cien,
entonces no es bisiesto.
*Regla 3: Si el año es divisible por cuatro y por cien y
por cuatrocientos, entonces es bisiesto.
Si se aplica la Regla 1, el año 2000 es bisiesto
y si se aplica la Regla 3, la que predomina sobre las
demás, es bisiesto. Esta última excepción
solo ocurre una vez cada 400 años, precisamente, en el
año 2000. El problema radica en que muchos programas
sólo aplican las dos primeras reglas para el
cálculo de bisiestos, por lo que deducen que el año
2000 no es bisiesto y, por tanto, producirán un error el
día 29 de febrero, o cuando supongan que el 2000 tiene 365
días, frente a los 366 días reales. A ningún
trabajador le gustará encontrarse, a finales de febrero,
con un día menos de paga.
Chips Empotrados
En el mundo existen varios cientos de millones de ordenadores.
Pero, se calcula que hay más de 7000 millones de chips que
trabajan con fechas y, por tanto, también pueden sufrir el
"bug" del milenio. Estos chips se llaman empotrados o
encapsulados porque suelen soldarse al electrodoméstico o
sistema mecánico. Casi todos los aparatos
domésticos incluyen un chip de este tipo: los relojes, el
vídeo, el fax, los
teléfonos móviles, los coches, los contadores del
agua y la
luz, sistemas
de alarma, etc. Otros muchos, aparentemente no relacionados, como
los ascensores o el sistema antiincendios, también pueden
verse afectado. Muchas máquinas
tienen sistemas de seguridad que
guardan la fecha de la ultima revisión, y se desactivan si
dicha revisión no se efectúa en el plazo previsto.
En el caso de que los chips empotrados no estén preparados
para trabajar en el año 2000, es muy probable que el 1 de
enero, los ascensores dejen de funcionar, el coche active alguna
de las alarmas o el vídeo se niegue a grabar la
película del próximo fin de semana.
El remedio es complicado, pues estos chips suelen estar soldados
a la placa principal y es necesario sustituir el
electrodoméstico completo. Antes de que acabe el
año, conviene hacer una lista de todos los dispositivos
caseros que utilicen fechas y, si es posible, programarlos en una
fecha posterior al año 2000, para comprobar que funcionan
correctamente. Si alguno falla, hay que ponerse en contacto con
el fabricante para exigir un arreglo o, en caso de que aún
esté en garantía, la sustitución completa
del mismo.
Si se es responsable de una comunidad de
vecinos o del mantenimiento
de una empresa,
también hay que revisar los ascensores, las alarmas, los
sistemas de iluminación, riego, y demás
mecanismos equivalentes.
Dentro del ámbito informático, el Efecto
2000 se ha convertido en una verdadera pesadilla para la mediana
o gran empresa. Este
sector dispone de miles de ordenadores conectados en red y datos asociados que
deben intercambiarse con otras empresas, por lo que son
necesarios planes de actuación que superan el
ámbito de este informe. En
cualquier caso, se incluye un recuadro que aporta algunos
consejos en este sentido.
Los usuarios domésticos y la pequeña empresa pueden
enfrentarse al problema de forma personalizada, realizando las
acciones
necesarias en cada ordenador, para adaptarlo al cambio de
siglo.
Las fechas se gestionan en tres lugares independientes: el
hardware de
ordenador, que recoge los años a través del reloj
de la BIOS: el
sistema operativo
que la ofrece a las aplicaciones: y los programas individuales,
capaces de aceptar fechas correctas para después
utilizarlas de forma errónea, si no están
preparados.
La Bios Del
Ordenador
Los equipos informáticos controlan el tiempo a
través del RTC, es decir, el Reloj en Tiempo Real.
Mantiene la fecha y la hora de forma permanente gracias a una
pila situada en la placa base. Puesto que la compatibilidad es un
tema prioritario en todos los ordenadores, el reloj sigue
utilizando el mismo mecanismo empleado en los rimeros equipos de
IBM, a principios de los ochenta, que usaban el chip Motorola
MC146818 de 8 Bits para almacenar la fecha. Esto obligaba a
codificar el año con dos dígitos.
Las primeras dos cifras del año las asigna la memoria no
volátil o CMOS, y se guarda en distintas direcciones, 32h
o 37h, según los modelos. Este
valor, hasta 1996, era permanente: 19. El ordenador lee la fecha
del RTC, por ejemplo, 99, y añade el prefijo 19
suministrado por la CMOS, es decir, 1999. Es fácil darse
cuenta de que, en el año 2000, un equipo que utilice este
sistema creerá que está funcionando en el
año 1900, o en el primer año que reconoce,
normalmente 1980 o 1984.
Cuando se enciende el ordenador, la BIOS, un chip donde se
almacena la ROM, lee la fecha suministrada por el RTC y la CMOS,
y se la ofrece al sistema
operativo.
A partir de 1997 algunas BIOS reconocen la centuria
correctamente, y otras lo hacen cuando el usuario fija
manualmente la fecha 1 de enero del 2000.
Aquí reside el primero de los errores derivados
del Efecto 2000.
Para comprobar el correcto comportamiento
de la BIOS del ordenador, pueden realizarse algunas pruebas
manuales. Hay
que comprobar si el ordenador es capaz de cambiar de siglo y, lo
que sé más importante, si puedo mantener la fecha a
partir del 1 de enero.
Basta con acceder al reloj del ordenador –en MS-DOS,
mediante las ordenes TIME y DATE, y en Windows, a
través del Panel de
Control-, y realizar las siguientes pruebas oportunas:
*Prueba 1: Activar la fecha 31-12-99, hora 23:58. Esperar y
comprobar si el ordenador cambia de siglo de manera correcta.
*Prueba 2: Activar la fecha 31-12-99, hora 23:58. Apagar el
ordenador, esperar al cambio de año, y volver a
encenderlo. Comprobar si se ha producido el cambio de siglo.
*Prueba 3: Activar cualquier día y hora dentro del
año 2000. Apagar el ordenador, esperar unos minutos,
volver a encenderlo, y comprobar si el tiempo se contabiliza
correctamente.
Estas pruebas pueden producir resultados diferentes, que
exigen soluciones
distintas.
*Resultado 1: La fecha es correcta en todos los casos. El
hardware del
ordenador supera sin problemas el
Efecto 2000. Esto ocurre con todos los equipos adquiridos este
año 1999.
*Resultado 2: No supera ninguna prueba, es decir, no cambia
correctamente de año, ni reconoce el resto de días
a partir del 2000. Casi con toda seguridad, la
BIOS solo puede actualizarse mediante una solución
hardware.
*Resultado 3: No supera la Prueba 1 o 2, pero supera la 3. La
BIOS no cambia correctamente de año, aunque funciona bien
a partir de 1 de enero. Basta con poner la fecha correcta cuando
llegue el día 1 y, a partir de ese momento, todo
irá bien.
*Resultado 4: Supera correctamente las pruebas 1 y 2, pero no
supera la 3; o bien no supera la prueba 1, pero el año
erróneo siempre es el mismo, por ejemplo, 1900 o 1984. Se
puede arreglar con una solución hardware o software.
Estas pruebas también pueden llevarse a cabo con unos
programas gratuitos que realizan los chequeos sin necesidad de
reiniciar el ordenador o esperar los minutos necesarios. Como
puede ser el "YMARK2000", el "TEST2000", el "ami2000,
etc…
Son las más recomendables, pues aseguran la
completa solución del Efecto 2000 pero, a excepción
de la primera, cuestan dinero.
Actualización de la BIOS.
Consiste en descargar un pequeño programa gratuito de la
pagina Web del
fabricante y ejecutarlo en el ordenador. Este parche actualiza de
forma automática la BIOS, para que funcione sin problemas
en el año 2000. Aunque, por definición, es una
solución software, se ha incluido
aquí porque actúa sobre el hardware –la BIOS-
del ordenador. De esta forma, para actualizar la BIOS, es
necesario buscar en el manual de la
placa base la marca y modelo, y
descargar de Internet el parche adecuado,
Esta información también aparece en la
parte inferior de la pantalla, la encender el ordenador, o en el
chip, si se abre el mismo. En último caso, siempre se
puede consultar en la tienda donde se adquirió.
Esta es la solución perfecta, pero ocurre que muchas BIOS
no se pueden actualizar. Si ese es el caso, entonces será
necesario recurrir a otra solución diferente.
Sustitución de la BIOS o la PLACA BASE.
Si la BIOS no puede actualizarse, entonces hay que cambiarla.
Puesto que muchas placas base sólo funcionan con una BIOS,
será necesario sustituir toda la placa base. Se trata de
una solución cara, pero prepara el ordenador para futuras
ampliaciones por parte del usuario.
Utilización de una Tarjeta Especializada.
Cuando no se puede actualizar la BIOS, y no se quiere cambiar la
placa base, una solución intermedia es adquirir una
tarjeta que incorpora su propio reloj. Elimina el problema a un
precio
reducido, y sin necesidad de cambiar nada. Presenta el
inconveniente de que consumen una dirección de Entrada/Salida y un slot ISA,
necesario para una tarjeta de sonido antigua o
una placa SCSI, por ejemplo.
Solución software.
También es posible utilizar un pequeño programa
residente en memoria. Se carga en el fichero AUTOEXEC.BAT, antes
del sistema operativo, y convierte la fecha errónea de la
BIOS al formato correcto para ofrecérsela a los programas.
Tiene la ventaja de que muchas de estas utilidades son gratuitas
o cuestan poco dinero. Sin embargo, al tratarse de un programa
consume memoria y puede ser borrado accidentalmente o corrompido
por un virus. Hay
decenas de ellos, por lo que conviene probar varios y decidirse
por el que funcione correctamente.
El sistema Operativo.
Arreglar la BIOS no es una garantía de que todo funcione
bien en el año 2000. Puede que el ordenador suministre la
fecha correcta al sistema operativo, pero si éste no la
sabe interpretar, el problema no se ha erradicado. A partir del
año 1995, estos programas toman los años de la BIOS
y la centuria lo añaden ellos, por lo que todas las
funciones
criticas superan el Efecto 2000, con algunas excepciones, por
supuesto.
El Software.
El último elemento a considerar son los programas
instalados en el ordenador. Basta con adelantar la fecha al
año 2000 y comprobar si funcionan, pero hay que tener
cuidado cuando se trabaja con datos importantes, pues pueden
perderse. La mejor solución consiste en consultar la
documentación de los mismos o visitar la
página
Web del fabricante en cuestión.
Si el programa no supera el Efecto 2000 y ha sido creado por una
compañía seria, seguramente ya existe un parche que
se puede instalar para arreglar el problema. En la página Web
de EDS, en la dirección www.vendor2000.com, hay una base
de datos de 5.000 compañías y más de 160.000
programas donde se informa si superan el Efecto 2000, y se ofrece
el parche correspondiente. Se actualiza diariamente.
También deben actualizarse los programas caseros, o los
realizados por encargo. Se necesitan conocimientos de programación para analizar el código
fuente y descubrir los bucles donde se procesan las
fechas.
La llamada
crisis del
año 2000
Se trata del hecho de que en algunas computadoras,
en particular en las de modelos
viejos, las fechas son almacenadas en tres campos de dos
dígitos cada uno, lo cual impide distinguir entre las
fechas del siglo XX y las del siglo XXI. Por si esto fuera poco,
algunos programadores utilizaron en aquella época el 99
como un valor especial suponiendo que para 1999 ya
existirían otras aplicaciones.
Los especialistas en informática consideran hoy en día
que se trata del problema más grande al que se ha
enfrentado la industria de
la computación en sus 50 años de
existencia. Por desgracia, muy pocas organizaciones
están preparadas para encontrar una solución
oportuna.
La dimensión
real del problema
Cada cuatro años suele haber un pequeño ajuste en
el calendario gregoriano utilizado hoy en día desde su
implantación en 1582. Dicho ajuste es el que ha llevado a
la existencia de un día adicional en febrero de cada
cuatro años, o sea, al llamado año bisiesto. Muchos
programadores de computadoras
no tomaron en cuenta este hecho al definir sus fórmulas
para el cálculo de fechas. No obstante, el ajuste de un
día cada cuatro años no representa el mayor reto de
los sistemas complejos: la llegada del año 2000 y los
problemas que implica van mucho más allá.
Considere, por ejemplo, un sistema gubernamental de pagos que
maneje cifras de 5 años hacia atrás. En el
año 2001, al visualizar los pagos anteriores, los
operadores esperarán obtener en su pantalla una lista de
arriba hacia abajo con indicaciones acerca de los años 01,
00, 99, 98, 97, etc. Sin embargo, las listas clasificadas en
forma descendente por fechas les mostrarán los datos
correspondientes a los años 99, 98, 97… 01 y 00 en vez
de lo originalmente deseado. El significado de los datos
será totalmente alterado.
Entre las necesidades existentes debido a la llegada del
año 2000 cabe mencionar los siguientes:
El rediseño de formas y de reportes en los cuales el campo
de fecha no aparece completo o de manera adecuada.
La reindexación de aquellas bases de datos
que utilizan la fecha como índice.
La reprogramación de sistemas de los que no existe el
código fuente.
La elaboración de procedimientos
especiales para el manejo de listas basadas en fechas, o para la
recuperación de información existente en cintas de
respaldo en las cuales el 99 aparece como separador o como
indicador de terminación de una lista.
El rediseño de los sistemas de código de barras
dado que hasta ahora ninguno de los dispositivos existentes para
tal fin utiliza 4 dígitos para el manejo del
año.
La reingeniería de casi todas las computadoras
portátiles dado que no están preparadas para el
cambio de fecha del 31 de diciembre de 1999 al 01 de enero de
2000 (porque el BIOS no soporta el año 2000).
Desgraciadamente, el problema causado por la crisis del
2000 abarca muchos más aspectos no necesariamente
técnicos:
Por ejemplo, para calcular la edad de una persona nacida en 1960,
la fórmula utilizada hasta ahora es 97-60=37, pero en el
año 2000 dicha fórmula sería 00-60=?. En
este caso la lógica
implícita para calcular los años transcurridos
puede fallar. El resultado puede ser un número negativo, o
bien, un entero extremadamente grande. En ambos casos, el
resultado puede dar lugar a la cancelación de tarjetas de
crédito, a errores en el cálculo de
pensiones, al pago indebido de intereses, a la obtención
de saldos telefónicos erróneos, etc. Han de ser verificados el 100% de los sistemas
actuales.
Las pruebas de cómputo en los mainframes y las bases de
datos muy grandes implican simular el año 2000, pero son
muy pocas las organizaciones
con la capacidad de cómputo requerida para duplicar todos
los sistemas, los archivos, los
respaldos, etc. Además, la prueba de todos los sistemas
obliga probablemente a trabajar los fines de semana.
Ha de ser debidamente
presupuestada la estrategia a
seguir
La manera más efectiva de evitar esta crisis consiste en
cambiar el 100% del software por versiones listas para operar con
fechas del año 2000. Este procedimiento
sería de un costo
excesivamente alto, en especial para programas cuyo código
fuente ya es inaccesible.
En este contexto cabe señalar que el costo de
corrección de una línea de código en
COBOL fue
estimado por Gartner Group entre $1.10 y $1.50 dólares, lo
cual implica que el costo total de la solución a la crisis
del 2000, tan solo en los Estados Unidos,
es superior a $1500 millones de dólares.
En términos de desarrollo de
aplicaciones, existirán problemas sólo si los
campos tipo fecha no son debidamente utilizados. Estos problemas
son ajenos a la herramienta de desarrollo
pero dependen de cada programador. Por ejemplo, Microsoft
Visual
Basic está preparado para calcular correctamente fechas
del próximo siglo, pero si no se utilizan las funciones
internas de cálculo de fechas, o sea, se convierten las
fechas en números seriales, o se utilizan campos enteros
como fechas, las aplicaciones pueden ser incompatibles a la
larga.
Existen otros problemas de menor importancia, como por ejemplo el
hecho de que MS-DOS no ha de aceptar la fecha 00 y de que ha de
obligar a la captura completa del "2000", o bien de que ciertos
programas tales como Microsoft
Windows 3.1, despliegan incorrectamente las fechas de los
archivos del
año 2000 mostrándolos con caracteres no
numéricos (basura). Este
problema se solucionaría con el simple hecho de que ya
todos los usuarios se actualicen a los nuevos sistemas
operativos.
5. Tiempo de cambio: nuevos
y mejores procesadores
Las leyes no fueron
hechas para violarlas, pero si dos anuncios hechos recientemente
por Intel e IBM son ciertos, un vulnerable estatuto de la
industria de la computación tendría que ser
reformado. La Ley de Moore,
así nombrada en honor al cofundador de Intel, Gordon
Moore, establece que los chips duplican su poder cada 18
a 24 meses. El pronóstico, hecho en 1965, había
demostrado hasta ahora ser notablemente preciso. Pero un nuevo
tipo de memoria de Intel, y un nuevo proceso de
diseño
de chip IBM, ofrecen indicios de una aceleración en este
ciclo evolutivo. Intel ha introducido un nuevo tipo de memoria
flash que
almacena dos veces la cantidad de datos en el mismo espacio,
mientras que IBM ha dado a conocer un método de usar
cobre para
encoger el tamaño del chip mientras que impulsa el
desempeño. Los competidores cuestionan el
impacto a corto plazo de estas tecnologías. Pero, al
menos, su trabajo sirve para ilustrar la afirmación de que
"el diseño
de chips y la tecnología de
procesos se
están moviendo con más rapidez que ninguna tecnología en la
historia",
según Nathan Brookwood, analista de semiconductores
de Dataquest, en San José, California.
Mientras tanto, en los próximos meses aparecerán
computadoras portátiles basadas en nuevas versiones de los
procesadores de
Intel y Advanced Micro Devices. Para finales de este año,
nuevos chips empujarán la PC más allá de 400
Mhz y tendrán instrucciones que prometan acelerar la
presentación de gráficas de 3D, al igual que las
instrucciones de MMX aceleran el desempeño de los multimedios. Y para
finales de 1999, dicen los vendedores y los analistas, las PC de
escritorio llegarán a velocidades de 600 Mhz, mientras que
los servidores y
estaciones de trabajo de alto nivel alcanzarán la
asombrosa velocidad de
800 Mhz.
¿Estamos entrando en una edad de oro de la
tecnología de los chips?. Quizás, pero casi todos
los adelantos mencionados anteriormente sólo existen
aún en comunicados de prensa y
laboratorios de investigación. He aquí lo que usted
puede esperar hasta el momento en que finalmente estén en
su escritorio.
Memoria doble
La mayoría de las noticias en el mundo de los chips gira
alrededor del diseño del procesador, pero
las tecnologías de memoria también están
evolucionando. En septiembre de 1997, Intel anunció
StrataFlash, una memoria flash de célula de
múltiples niveles, que retiene su contenido incluso cuando
el dispositivo se apaga. En vez de asignar uno de dos niveles de
voltaje posible a una célula de
memoria, StrataFlash asigna uno de cuatro. Así que en vez
de tener dos estaciones posibles – encendido y apagado – las
células
de StrataFlash tienen cuatro – dos encendidos y dos apagados -.
Así, cada célula puede almacenar el doble de los
datos de un chip de flash convencional.
La memoria
flash de múltiples niveles encontrarán aplicaciones
obvias en las cámaras digitales, computadoras de mano,
teléfonos celulares, máquinas
contestadoras y grabadoras de audio digitales, por ejemplo,
pudieran proveer dos veces la capacidad de imagen o dos
veces la resolución de imagen. Los
portátiles de mano con Windows pudieran ofrecer programas
con todas las características. Y las máquinas
contestadoras y las grabadoras de audio podrían retener
más mensajes y grabaciones más largas. Los
dispositivos que usan StrataFlash pueden ser anunciados dentro de
poco, pero no espere que aparezcan hasta la segunda mitad de este
año.
StrataFlash no es la única tecnología de flash de
Densidad Doble
desde noviembre de 1996. ¿Nunca ha oído
hablar de ella? ScanDisk también se está
concentrando en la porción del mercado de
almacenamiento
masivo con memoria flash, particularmente en las cámaras
digitales.
Intel está dirigiendo StrataFlash al mercado de
almacenamiento masivo, más el mercado mayor de
almacenamiento de código, donde la memoria flash reemplaza
al RAM o ROM en
dispositivos que van desde las portátiles de mano a los
distribuidores de redes y módems.
ScanDisk indica que los chips de StrataFlash tienen una
duración de 10.000 ciclos de borrado, a diferencia de los
100.000 ciclos de la memoria de Densidad Doble en
ScanDisk. (La mayoría de los chips de flash convencionales
también tienen 100.000 ciclos de borrado). Otro
competidor, AMD, sugiere que StrataFlash puede sufrir problemas
de confiabilidad.
Intel descarta las cuestiones de confiabilidad y argumenta que
aún 10.000 ciclos de borrado, es una vida larga – lo
suficiente para tomas 240.000 exposiciones en una cámara
digital (el equivalente a 10.000 rollos de película
-.
Pedal a fondo
A pocos días del anuncio Intel de StrataFlash en
septiembre, IBM presentó su propio desafío a la
Ley de Moore,
anunciando un nuevo proceso de fabricación usando cobre para
producir CPU y ASICs
(circuitos
integrados específicos a la aplicación, usados
en todo desde los aceleradores gráficos a los motores de
automóviles) menores, más rápidos y menos
costosos.
El cobre promete acelerar los procesadores permitiendo circuitos
menores y más eficientes en el uso de la energía.
Los circuitos
menores significan una ruta más corta para los electrones
dentro de un chip; lo cual mejora el desempeño. El
procesador
viejo 386 de Intel usó un proceso de fabricación de
1.5 micrones (Un micrón es una milésima de
milímetro). Los Pentiums actuales aun un proceso de 0.35
micrones, encogiendo la trayectoria de los electrones en
más de tres cuartas partes.
En cierto punto, el desempeño del chip queda limitado por
el alambrado de aluminio
microscópico que conectan los componentes del chip. A
medida que las dimensiones de los circuitos se encogen a 0.35
micrones, la resistencia
eléctrica del aluminio
amenaza limitar el desempeño. Un viaje corto no es muy
rápido en carreteras lentas. El cobre conduce con menos
resistencia. Los
primeros de esta nueva raza serán las versiones de cobre
de PowerPC 750 usadas ahora en algunas computadoras Apple
Macintosh de alto nivel. Para mediados de año IBM espera
distribuir chips de PowerPC que corran a 400 MhZ y que
estén fabricados a 0.20 micrones, 20 por ciento menos que
la próxima generación de chips basados en aluminio.
Las generaciones subsiguientes serán de 0.18 micrones o
menores. IBM también construye chips x86, pero no espere
ver versiones de cobre de ellos hasta la primera mitad de 1999,
predice Linley Gwennap, editor en jefe de Microprocessor
Report.
El descubrimiento de IBM suena simple, pero involucra algo
más que sustituir tan sólo el cobre por el
aluminio. El cobre contamina al silicio, ocasionando el fallo de
los transistores de
un chip. IBM no dice precisamente cono aísla el cobre como
un ingrediente esencial en los chips de mañana no es
ningún secreto. En agosto pasado, Sematech, un consorcio
de investigación de la industria cuyos
miembros son todos los fabricantes importantes de chips
(incluyendo IBM), anunció la fabricación exitosa de
chips de cobre. Y ocho días después del anuncio de
IBM, Motorola dijo que planea construir procesadores de cobre de
0.20 micrones para septiembre de este año. Para el 2003,
la mayoría de los chips probablemente estarán
basados en el cobre.
Sin embargo, al aluminio le queda bastante vida, según
Intel y otros competidores de x86. "Nosotros cambiaremos el
cobre, pero a una marcha más lenta que IBM", dice el
portavoz de Intel, Howard High. Intel actualmente esta
desarrollando circuitos de aluminio de 0.18 micrones. Espere
verlos para 1999. Para encoger los circuitos sin ser
víctimas de la conductividad inferior del aluminio, Intel
estrechará el alambrado dentro del chip, pero
retendrá su altura, dice High. Imagínese el enfoque
de Intel como agregar un segundo nivel a un puente estrecho.
Intel se figura que el aluminio mantendrá su eficiencia de
costo hasta que los circuitos se reduzcan a 0.13 micrones, y
entonces será hora de cambiar.
Confusión de 3d
Mientras el cobre reclama su lugar en el futuro, los fabricantes
de procesadores siguen batallando en el presente. Usted
verá más chips nuevos y mejoras en la arquitectura x86
en los próximos 24 meses que en cualquier tiempo en la
historia
reciente. El Puerto Gráfico Acelerado, que en un momento
era exclusivo de los sistemas que usaban el CPU Pentium II de
Intel y el juego de chips
440 LX, pronto será casi universal. AMD y Cyrix
apoyarán a AGP para junio de 1998, con Centaur
Technologies detrás.
Los cuatro fabricantes de CPU también trabajan en conjuntos de
instrucciones operativas que agregarán a sus chips para
este año o algo así. Estas instrucciones
especiales, cuando corren el software optimizado para ellas,
prometen impulsar el desempeño de punto flotante y de
3D.
Esta vez, puede Intel no esté al frente. El K6 3D de AMD,
que saldrá en sistemas para mediados del año
correrá 300 y 350 Mhz, apoyará al MMX mejorado
así como 24 nuevas instrucciones de 3D, y correrá
en un bus del
sistema de 100 Mhz. Los sistemas basados en AMD han competido
bien contra la PC basados en Intel en las aplicaciones de
negocio, pero tienden a retrasarse en las pruebas de MMX. Con los
nuevos conjuntos de
instrucciones "no vamos a igualar el desempeño de Intel;
vamos a superarlo", promete Lance Smith, director de mercadeo
técnico de la compañía AMD.
El Cyrix Mxi, un nuevo chip programado para la segunda mitad de
este año, compite con los Pentium II de
hasta 400 Mhz, contiene las propias instrucciones de 3D y de
punto flotante de Cyrix, y apoya a AGP. Cyrix también
planea un mejor desempeño de MMX en su próxima
generación de chips y agregar MMX a sus procesadores Media
GX de nivel de entrada.
¿Y que piensa Intel? Aquí es donde esta oleada de
innovación comienza a mostrar su lado
obscuro – creando dilemas confusos para los compradores. La
fuentes de la
industria dicen que las nuevas instrucciones de 3D y de punto
flotante de Intel estaba preparando el lanzamiento del procesador
Pentium MMX, reveló detalles del conjunto de instrucciones
de MMX nueve meses antes del debut del procesador. Eso
significó que AMD y Cyrix pudieran distribuir sus propias
versiones compatibles sólo unos meses después.
Hasta ahora, Intel ha mantenido silencio – y parece no querer
jugar con sus rivales menores.
AMD, Cyrix y Centaur planean seguir su cuenta. Puede que salgan
primero al mercado, pero ¿escribirán los
desarrolladores de software códigos que aprovechen las
instrucciones actuales en un porcentaje pequeño de
sistemas en el mercado? Apoyar varios conjuntos de instrucciones
no es demasiado difícil técnicamente, pero
significa más trabajo para los desarrolladores y eso puede
ser económicamente inconveniente para algunos, dice Andrew
Lunstad, cofundador de Fenris Wolf, una compañía de
software de Minnesota, que trabajó estrechamente con Intel
para desarrollar aplicaciones de MMX. Si los desarrolladores
siguen el patrón creado por MMX, el software optimizado
para un conjunto de instrucciones probablemente correrán
en otras PC, pero no tan bien. En el peor de los casos, esas
aplicaciones pudieran operar más lentamente o no trabajar
en el chip equivocado.
Finalmente Microsoft puede servir de árbitro. Los
desarrolladores pudieran decidir no preocuparse por ninguno de
los conjuntos de instrucciones, y en vez de ello escribir
software para hablar con DirectX, las rutinas de multimedios en
el sistema operativo de Microsoft.
¿Cuál en la conclusión probable? Algunos
analistas apuestan a que AMD y Cyrix se retirarán y que el
mercado seguirá el ritmo de Intel. Entretanto "Intel
parece dispuesto a dejar que la arquitectura se
fragmente para debilitar a sus competidores", dice Michael
Slater, director editorial de Microproccesor Report. Si eso
sucede, no cuente con ver mucho software optimizado para 3D. Los
desarrolladores puede decidir que no quieren complicarse tanto.
Este es el caso donde la cooperación servirá al
consumidor mejor
que la competencia
exagerada.
Usted no necesita la Ley de Moore para saber que el futuro
traerá procesadores más económicos y
más rápidos. Pero recuerde que explotar las
capacidades de estos chips está de parte de los
fabricantes de hardware y software. A fin de cuentas usted
debe decidir si realmente necesita sus productos
mejorados. Para los profesionales gráficos y los jugadores ansiosos, un
aumento dramático en la velocidad
pudiera hace la vida más placentera. Pero para los
usuarios empresariales normales, un procesador de 400 Mhz no
será mucho mejor que uno de 233 Mhz. Las decisiones sobre
el tipo de poder que usted requiere no necesitan de una ley –
simplemente sentido común.
Autor:
Douglas Zambrano