Indice
1.
¿ Qué es un desorden
alimenticio?
2. Índice de masa
corporal
3. Causas De La
Obesidad
4. Tratamiento De La
Obesidad
1. ¿ Qué es un
desorden alimenticio?
Existe cuando las actitudes de
una persona hacia la
comida y el peso, son tales que los sentimientos hacia el trabajo,
escuela,
relaciones, actividades diarias y emociones, son
determinadas por lo que se ha o no se ha comido o por un
número en la báscula (Siegel, Brisman y Weinshal,
1988). Las personas que sufren un desorden en la alimentación se
caracterizan por:
- Extremistas en cuanto a consumo de
alimentos,
que puede manifestarse por una pérdida severa de peso,
rápidos aumentos de peso, o fluctuaciones muy
importantes en peso. - Esta a disgusto con su imagen
corporal, a menudo acompañado de una distorsionada
percepción de las señales del
cuerpo (hambre, enojo, fatiga, etc.). - Prácticas poco saludables para mantener el
peso, como son: ayuno, inanición, comer compulsivamente,
uso indiscriminado de laxantes, medicamentos para bajar de
peso, diuréticos y exceso de ejercicio. - Un miedo irracional a engordar y un deseo obsesivo de
adelgazar. - Los dos desórdenes más comunes son la
Anorexia
Nervosa y la Bulimia
Nervosa. Existen otros como el Comedor compulsivo o el
Ejercitado Compulsivo. Algunas personas pueden tener
síntomas de más de uno de estos
desórdenes.
¿ Qué causa un desorden alimenticio?
Existen muchas teorías. Para una persona en particular,
todas ellas o sólo unos cuantos factores se conjuntan para
producir finalmente el problema.
Factores Biológicos:
Posible anormalidad en el sistema de
transmisión noradrenérgico (Niveles bajos de
norepinefrina en el líquido cefalorraquídeo de
pacientes con AN). Estudios recientes han demostrado la probable
disminución de una proteína llamada Leptina, que
proviene de los adipocitos (células
grasas del cuerpo). Actualmente existen algunas teorías en
investigación que asocian su origen a un
problema infeccioso. El temperamento, que es en parte determinado
por factores genéticos, provoca que algunas personas sean
más vulnerables que otras para desarrollar
desórdenes de la alimentación. Además, una
vez que una persona ha comenzado con períodos de
inanición, comilonas o purgaciones, estos comportamientos
pueden alterar la química del cerebro y
prolongar el problema.
Factores Psicológicos:
La gente con desórdenes de la alimentación tiende a
ser perfeccionista. Usualmente tienen un legítimo
"coraje", pero dado que siempre buscan la aprobación y
temen a la crítica, no saben como expresar su enojo de una
forma saludable. Lo voltean hacia ellos mismos
provocándose la inanición o comilonas.
Factores Familiares:
Dentro de su familia, tienden
a sentirse menospreciados, abandonados, y solos. Son familias que
tienden a ser
sobreprotectoras, rígidas y poco efectivas para resolver
conflictos.
Usualmente exigen altos rangos de perfección y éxito.
Factores Sociales:
Nunca como ahora en la historia, las mujeres
habían sido exhortadas a estar tan delgadas. La TV, el
cine, las
revistas son claros ejemplos de todos los mensajes que reciben
las mujeres de las "ventajas" de mantenerse delgadas.
Disparadores:
Si una persona es vulnerable a padecer un desorden de la
alimentación por poseer uno o más de los factores
anteriores, algunas veces lo único que se necesita para
poner en acción la "avalancha", es un evento que no pueda
o no sepa cómo manejar. Un disparador puede ser algo tan
sencillo como el hostigamiento por estar gordo hasta algo tan
desvastante como un incesto o violación.
Signos De Alarma
Dado que actualmente parece ser que todo el mundo se preocupa por
el peso, y dado que la mayoría de la gente alguna vez ha
estado a
dieta, ¿cómo puede uno decir que un comportamiento
hacia la comida y el peso es "normal" o que se debe de considerar
un problema que ponga en peligro la vida y la felicidad?
Probablemente muchas personas manifiesten alguna de las
siguientes características, pero la mayoría de
las personas con desórdenes de la alimentación,
cumplen con varias de ellas:
- Pérdida de peso significativa o extrema, en
poco tiempo, sin
enfermedad subyacente. - Disminución en la ingesta de
alimentos. - Desarrollo de ciertos rituales hacia la comida:
cortar los alimentos en pedazos muy pequeños, "jugar"
con la comida en el plato, masticar miles de veces cada bocado,
saltarse comidas, no comer frente a los demás, siempre
tener una excusa para no estar hambrienta, etc. - Negación de estar hambrienta.
- Volverse más crítica y poco tolerante
de los demás. - Fluctuaciones en el carácter
(casi siempre de mal humor o enojado). - Ejercicio excesivo.
- Cuando come, escoge básicamente sólo
comidas bajas en grasa o sin calorías. - Dice que él/ella está muy gordo (a),
aún cuando es obvio que no. - Miedo intenso a ganar peso y a la obesidad.
- Detesta partes específicas de su cuerpo,
especialmente busto, abdomen, muslos, caderas y
glúteos. - Insiste en que no se siente bien consigo mismo (a) a
menos que esté delgado (a), pero nunca está lo
suficientemente delgado (a) para estar a gusto. - Tiene dificultad para exponer sus
sentimientos. - Evita socializar lo más posible.
- Responde a las confrontaciones acerca de su estado de
ánimo, con lágrimas, berrinches o
ignorándolas. - Cuando come en exceso, siempre busca la manera de
deshacerse de las calorías ingeridas (vómitos,
ejercicio, medicamentos).
Tratamiento
Los desórdenes de la alimentación son tratables, y
la gente puede rehabilitarse de ellos. La recuperación,
sin embargo, va más allá de dejar de mantenerse en
inanición, de dejar las comilonas o dejar las purgaciones
(vómitos, laxantes, ejercicio, diuréticos). Para
dar por hecho la recuperación, ésta debe incluir el
establecimiento de patrones saludables de alimentación y
peso, y la resolución de los problemas
médicos, psicológicos, sociales y familiares que
contribuyeron a que se desarrollara el trastorno.
El tratamiento exitoso debe ser multidisciplinario, y es
altamente individualizado. El tratamiento debe comenzar con una
valoración médica y seguir con el desarrollo de
un plan que
incluirá: psicoterapia individual, psicoterapia familiar,
terapia de pareja, terapia en grupo,
medicación para mejorar la depresión,
la ansiedad y otros trastornos similares, hospitalización,
y asesoría nutricional.
La información anteriormente expuesta, de
ninguna manera sustituye los cuidados y consejos médicos.
Existen muchas variantes en diagnóstico y tratamiento que deben ser
evaluadas y manejadas en forma individual.
¿ Qué es la anorexia?
Las personas anoréxicas usualmente son muy buenas
personas, consientes, trabajadoras y buenas estudiantes. Tienden
a tratar de complacer a todo el mundo, buscando la
aprobación y evitando conflictos. Se preocupan por cuidar
a los demás y estriban en la perfección, pero
debajo de ésta actitud, se
sienten inseguras e inadecuadas. Quieren ser especiales, para
sobresalir de entre las masas. Tratan de alcanzar éste
objetivo
perdiendo peso y conservándose delgadas. La anorexia, al
igual que la bulimia pueden matar.
Los criterios diagnósticos para anorexia nerviosa
son:
- Se niegan a mantener un peso corporal por encima del
mínimo para su edad y estatura, ej., pérdida de
peso que lleve a un peso corporal 15% por debajo del peso
esperado o fracaso para lograr la ganancia de peso esperada
durante el período de crecimiento, llevando a un peso
corporal 15% por debajo de lo esperado. - Miedo intenso a ganar peso o engordar a pesar de
estar alarmantemente delgada. - Distorsión de una imagen corporal. Se refiere
así misma como gorda, cuando es obvio que no lo
está. - En las mujeres, ausencia de al menos tres
períodos menstruales consecutivos sin razones aparentes
o incapacidad para iniciarlos en las adolescentes
prepuberes (se considera que una mujer tiene
ausencia de menstruaciones sí sus períodos
ocurren solamente después de la
administración de medicamentos
hormonales). - Ejercicio compulsivo.
¿ Qué es Bulimia?
Las personas bulímicas usualmente tienen problemas de
ansiedad, depresión e impulsividad. Suelen ser muy
dependientes de su familia aunque profanan lo contrario. Muchos
tienen problemas para confiar en los demás y tienen pocas
relaciones afectivas satisfactorias. La bulimia, al igual que la
anorexia pueden matar.
Desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una
preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto
físico. Se caracteriza por episodios repetidos de ingesta
excesiva seguidos de provocación del vómito, uso de
laxantes, dietas exageradas y/o abuso del ejercicio para
controlar el peso.
A veces el comportamiento bulímico se observa en los
enfermos de anorexia nerviosa o en personas que llevan a cabo
dietas exageradas, pero la bulimia por sí misma no produce
pérdidas importantes de peso. Lo que sí produce a
veces, debido a los vómitos provocados, son problemas
gastrointestinales e hipopotasemias (concentraciones bajas de
potasio en sangre) graves,
así como lesiones en los dientes debido a la acidez de los
vómitos. La bulimia aparece sobre todo en adolescentes, en
especial en las mujeres, debido a diferentes mecanismos
psicológicos; el más obvio es la respuesta a la
presión
social que valora la delgadez como atractivo físico, pero
también por las dificultades para asumir un cuerpo
sexuado. Para tratar la enfermedad se utilizan diversas terapias
de grupo y terapias de condicionamiento. Los antidepresivos
pueden también ser efectivos, pues muchos de los
bulímicos sufren también depresión.
Los criterios diagnósticos para bulimia nerviosa
son:
- Episodios recurrentes de comilonas (rápido
consumo de una gran cantidad de alimento en un período
de tiempo normal para cualquier persona). - Sentimiento de no poder
controlar sus patrones alimenticios durante las
comilonas. - La persona usualmente practica alguna forma para
deshacerse de lo que comió: vomito autoinducido, uso de
laxantes o diuréticos, dietas estrictas o ayunos,
ejercicio vigoroso. - Preocupación acerca del peso y la
figura. - Al igual que la anoréxica cree que su valor como
persona depende de mantenerse delgada. - Su peso puede ser normal o ligeramente por debajo o
encima de lo normal.
¿ Qué es el comedor compulsivo?
El comedor compulsivo, también llamado Desorden de la
Alimentación por Comilonas, es un síndrome de
comilonas persistentes y frecuentes que no son acompañadas
por los comportamientos compensatorios de purgación que se
requieren para el diagnóstico de Bulimia Nervosa.
El diagnóstico de BED (Binge Eating Disorder) o comedor
compulsivo, ha sido incluido en el Manual
Estadístico y Diagnóstico de las Enfermedades Mentales (DSM
IV, cuarta edición, 1994) como un ejemplo de un desorden
de la alimentación no específico, y en un
apéndice en el que se propone en una categoría
diagnóstica que amerita estudios posteriores.
Las comilonas en el comedor compulsivo son definidas exactamente
igual que en la bulimia nervosa, es decir, la ingestión de
grandes cantidades de alimento en circunstancias
específicas, así como la pérdida de control sobre lo
que se come, la cantidad que se come y cuándo se
come.
Características Clásicas Del Comedor
Compulsivo
- Frecuentemente come grandes cantidades de alimento,
mucho más que lo que la mayoría de la gente
podría comer en un período de tiempo
similar. - Come rápidamente
- Come hasta el punto en que está
incontrolablemente satisfecho - Usualmente come a solas
- Muestra irritabilidad y enojo consigo mismo
después de la comilona - No utiliza métodos
para purgar (vómitos, laxantes, ayunos,
etc.) - Puede comer continuamente durante todo el
día. - Durante la comilona, se siente incapaz de controlarse
o de pararse. - Usualmente tiene historia de haber intentado todo
tipo de dietas - El comer le ayuda a disminuir su ansiedad y stress.
- Se siente avergonzada de su figura.
- Inicia una dieta nueva cada mañana
- Visita a todos los "doctores de dieta" sin
éxito o con éxitos temporales - Esconde comida
- Se siente muy culpable por sus comportamientos hacia
la comida. - Usualmente es una persona obesa y
deprimida. - Cuando logra disminuir de peso, generalmente lo
recupera en forma rápida. - En contraste con los pacientes bulímicos, que
usualmente utilizan el ejercicio como una conducta
compensatoria y se exceden en el mismo consistentemente, los
comedores compulsivos tienden a ser inactivos. - Constantemente los invaden sentimientos de culpa,
vergüenza, coraje.
Las personas que son comedores compulsivos, en general
no purgan como lo hacen los bulímicos. Existe un
pequeño grupo de personas que purgan en forma ocasional,
pero no con la regularidad con que lo hacen los que padecen
bulimia. Pueden estar genéticamente predispuestos a tener
un peso mayor al que se considera el ideal cultural, así
es que por eso se someten a diferentes dietas, se "matan de
hambre", y luego tienen una comilona como respuesta a esa hambre.
O pueden comer por razones emocionales: para sentirse mejor con
ellos mismos, para consolarse, para escapar de situaciones que
los molestan, para esconder un dolor emocional.
Independientemente de la razón por la que se realice la
comilona, los programas de
dieta no son la respuesta adecuada. De hecho, las dietas
generalmente empeoran el problema.
La mayoría de los comedores compulsivos son obesos, y
pueden presentar complicaciones médicas como aumento en la
presión arterial, aumento en los niveles de colesterol,
diabetes y
enfermedades cardíacas.
Al igual que los otros desórdenes alimenticios, el
tratamiento del comedor compulsivo debe incluir manejo
médico, lograr la normalización en la forma de comer a
través de una terapia nutricional adecuada, rutina de
ejercicios, terapia psicológica individual, familiar y de
pareja, terapias de grupo, medicamentos para mejorar la
depresión y la ansiedad, y en algunos casos,
hospitalización.
Obesidad, condición corporal caracterizada por el almacenamiento de
una cantidad excesiva de grasa en el tejido adiposo bajo la
piel y en el
interior de ciertos órganos como el músculo. Todos
los mamíferos almacenan grasa: en condiciones
normales ésta constituye el 25% del peso corporal en
mujeres, y el 15% en los varones.
El depósito de grasa, cuya capacidad energética es
dos veces superior a la de proteínas
o carbohidratos,
es una forma de almacenamiento energético para necesidades
futuras. Sin embargo, cuando estas reservas grasas son excesivas
representan un problema de salud. Los datos de las
compañías de seguros
demuestran que las personas cuyo peso sobrepasa en un 30% el peso
ideal tienen mayor riesgo de padecer
enfermedades, y de manera especial diabetes, enfermedades de la
vesícula, trastornos cardiovasculares,
hipertensión, algunas formas de cáncer y artritis;
asimismo, las intervenciones quirúrgicas suponen un mayor
riesgo en este grupo de pacientes.
2. Índice de masa
corporal
Se suele utilizar el índice de
masa corporal (IMC) para determinar si existe o no un exceso de
peso. Este índice es el cociente entre el peso expresado
en kilogramos y el cuadrado de la altura de la persona expresada
en metros. Teniendo en cuenta esta relación, se considera
sobrepeso una cifra del IMC por encima de los 25 kg/m2 y se
hablaría de obesidad cuando el IMC estuviera por encima de
los 30 kg/m2. El IMC, es decir la relación entre el
peso y la talla, es una buena referencia aunque no determina con
total exactitud el peso ideal de una persona ya que, como muchos
especialistas reconocen, también hay que tener en cuenta
otra serie de factores. Así, por ejemplo, un atleta puede
tener un IMC elevado debido a que presenta una gran masa
muscular, lo que a su vez se traduce en un peso elevado, sin que
eso signifique que esté obeso.
3. Causas De La Obesidad
La obesidad sólo es debida a trastornos
del sistema endocrino en contadas ocasiones. En la mayor parte de
los casos, la obesidad es la consecuencia de un aporte de
energía a través de los alimentos que supera al
consumo de energía a través de la actividad; este
exceso de calorías se almacena en el cuerpo en forma de
grasa. Sin embargo, el metabolismo
basal, la mínima cantidad de energía necesaria para
mantener las actividades corporales, varía de una persona
a otra, de manera que hay personas que utilizan, de manera
natural, más calorías para mantener la actividad
corporal normal. La obesidad puede también deberse a la
falta de actividad, como sucede en las personas sedentarias o
postradas en cama.
En el desarrollo de la obesidad influyen diversos factores,
además de los que ya se han mencionado, como factores
genéticos, o factores ambientales y psicológicos.
Se ha observado que hijos adoptados con padres biológicos
obesos tienden a tener problemas de sobrepeso aunque sus padres
adoptivos no sean obesos. Sin embargo, todavía no
está claro cómo los genes influyen en la obesidad.
Estudios realizados en ratones pusieron de manifiesto que cuando
determinados genes faltaban o estaban mutados se facilitaba el
desarrollo de la obesidad. Sin embargo, estas investigaciones
no han tenido el mismo resultado en humanos. Por otro lado, los
hábitos alimentarios familiares y sociales también
tienen importancia y muchas veces se recurre a una ingesta
excesiva de comida en situaciones de estrés y
ansiedad.
4. Tratamiento De La Obesidad
Se han probado distintos métodos de
adelgazamiento para combatir la obesidad, con pocos resultados en
general. Las pastillas adelgazantes cuya composición se
basa en el fármaco estimulante dextroanfetamina o alguno
de sus derivados fueron muy empleadas en la década de
1950, pero resultaban ineficaces y se observó que
podían crear adicción, por lo que cayeron en
desuso. Se han promocionado multitud de dietas adelgazantes, pero
no existen pruebas
científicas de que sean eficaces en casos graves de
obesidad. Una dieta denominada dieta proteica líquida, que
derivaba del tipo de alimentación empleado en pacientes
hospitalizados, fue comercializada hasta el año 1979, en
que se demostró que algunos pacientes habían
fallecido por utilizar esta dieta como única fuente de
alimentación. Su composición alteraba el equilibrio
corporal de los iones sodio y potasio, lo que provocaba
trastornos de la función
cardiaca.
En los últimos años ha aparecido un nuevo
fármaco, cuyo principio activo es el orlisat, para el
tratamiento de pacientes obesos o con sobrepeso. Este medicamento
actúa inhibiendo las lipasas gastrointestinales lo que
modifica la absorción de las grasas por el organismo. Este
tratamiento se acompaña de una dieta baja en
calorías.
Hay técnicas
quirúrgicas que complementan los tratamientos de la
obesidad. Una de ellas, el bypass intestinal, consiste en
la resección de un segmento de intestino para reducir la
absorción de nutrientes. Esta técnica produce
numerosos efectos colaterales como diarrea crónica o
lesiones hepáticas, e incluso la muerte, por
lo que cada vez se emplea con menos frecuencia. Otra
técnica es el bypass gástrico, que consiste
en disminuir la capacidad del estómago empleando grapas u
otros procedimientos.
Queda así un reservorio gástrico de pequeño
tamaño que evita que el paciente pueda ingerir grandes
cantidades de alimento.
El tratamiento más común consiste en la
incorporación de dietas hipocalóricas. Muchos
profesionales recomiendan dietas de entre 1.200 y 1.500
calorías diarias, aunque en algunos casos se puede
recurrir a dietas de entre 400 y 800 calorías por
día. La realización de un ejercicio regular
también puede ayudar a reducir la obesidad. Debido a que
la obesidad está considerada por muchos como una
alteración en los hábitos alimenticios de quienes
la padecen, hay terapias que tratan de modificar este
comportamiento patológico. Se enseña a los
pacientes a comer sólo en determinados momentos del
día o en lugares específicos, a comer despacio, y a
llevar relación escrita de los alimentos ingeridos.
Fuente de consulta:
www.comenzarrdenuevo.org
MICROSOFT
ENCARTA 2001