Indice
1. El
calendario. historia…
2. Calendarios antiguos
3. Calendarios
religiosos
4. Origen del nombre de los meses del
año.
Calendario, sistema de medida
del tiempo para las
necesidades de la vida civil, con la división del tiempo
en días, meses y años. Las divisiones del
calendario se basan en los movimientos de la Tierra y
las apariciones regulares del Sol y la Luna. Un día es el
tiempo medio necesario para una rotación de la Tierra sobre
su eje. La medición de un año se basa en una
rotación de la Tierra alrededor del Sol y se llama
año estacional, tropical o solar. Un año solar
contiene 365 días, 5 h, 48 m, y 45,5 s. Un mes se
calculaba inicialmente por los pueblos antiguos como el tiempo
entre dos Lunas llenas, o el número de días
necesarios para que la Luna circunde la Tierra (29,5
días). Esta medición, llamada mes lunar o
sinódico, daba lugar a un año lunar de 354
días, 11 días más corto que un
año solar. Sin embargo, en los calendarios modernos el
número de días de un mes no está basado en
las fases de la Luna. La duración de los meses es
aproximadamente una duodécima parte de un año (28 a
31 días) y se ajusta para encajar los 12 meses en un
año solar. Para información relativa a los nombres o
disposición de los meses, ver los artículos de cada
uno de los doce meses. La semana procedía de la
tradición judeocristiana que disponía descansar del
trabajo cada siete días. No está basada en
fenómenos naturales. Los romanos dieron nombre a los
días de la semana en honor del Sol, la Luna y varios
planetas.
Las variaciones entre los muchos calendarios en uso desde los
tiempos antiguos a los modernos han sido debidas a la inexactitud
de los primeros cálculos de la duración del
año, junto con el hecho de que un año no puede ser
dividido exactamente por ninguna de las demás unidades de
tiempo: días, semanas o meses. Los calendarios más
antiguos basados en meses lunares dejaron con el tiempo de
coincidir con las estaciones. Ocasionalmente había que
intercalar o añadir un mes para conciliar los meses
lunares con el año solar. Un calendario que
periódicamente realiza ajustes de este tipo se llama
calendario lunisolar.
Los primeros calendarios se basaron en movimientos de la Luna.
Tras esto se probó que era inexacto cuando el hombre
aprendió que La Tierra viajaba alrededor de su estrella.
El Sol se
convirtió en la base para el registro del
tiempo ya que el año lunar no concordaba con el ciclo de
La Tierra alrededor del Sol. Aunque siguen existiendo algunos
calendarios que se usan en la actualidad que se basan en el ciclo
de la Luna. Estos están normalmente bien atrincherados en
la tradición y serían difíciles de cambiar
sin afectar la cultura;
especialmente si estos envuelven una religión. El
calendario Judío actual sigue basándose en los
movimientos de la Luna que comienzan con el año de su
creación, puesto en el 3760 AC. El calendario
Islámico también se basa en el satélite
impactado de meteoritos de La Tierra.
Los Egipcios fueron los primeros en adoptar el Sol como una
guía de referencia. El suyo es el descendiente lejano del
calendario Gregoriano que usamos hoy. El mes se convirtió
en una unidad arbitraria que fue previamente relacionada a los
ciclos de la Luna. Los Egipcios usaban un año de 365
días. Se cree que adoptaron primero este calendario en el
año 4236 AC. Posteriormente la gente aprendió que
La Tierra daba vueltas en un periodo de 365 días y
aproximadamente un cuarto de día más girando
alrededor del Sol. Faraones y otros líderes hicieron
varios intentos para alterar sus calendarios para reflejarlo pero
fallaron fuera debido a tradición o a fallos de calculo
del clero al que se asignó la tarea de mirar tras los
movimientos del calendario. Seguidamente llegaron los Romanos. Al
principio habían usado un sistema basado en la Luna que
era muy complicado. Su exactitud era confiada al "Colegio de
Pontífices" los cuales abusaron de este privilegio para su
propio provecho. Por entonces Julius Caesar se hizo dictador
virtual de Roma y el
calendario estaba hecho un lío. En el 47 AC, él
llamó al famoso astrónomo Griego Sosigenes para
intentar arreglar las cosas. Tras la sugerencia de Sosigenes,
Caesar decidió adoptar el año Solar como hicieron
los Egipcios. El dio al año una duración de 365
días y un cuarto de día. Este cuarto de día
era retenido durante 4 años y entonces se
añadía como un "año bisiesto." Para honrar a
Julius, el Senado cambio el
nombre del mes Quintilis por Julius (Julio). Julius
también tuvo que hacer correcciones debido a errores en el
viejo calendario. Los problemas no
terminaron ahí, tras ser asesinado en el 44 A.C. los
Pontífices a cargo del calendario decidieron insertar el
año bisiesto cada tercer año en vez de cada cuarto
año. Cuando Augustus Caesar entró en escena
restauró el Año-bisiesto correcto en el 8 D.C. Como
habrá podido adivinar, el Senado también
honró este cambió renombrando el mes Sextilis por
Augustus (Agosto). A este calendario se hace referencia como
calendario Juliano, por razones obvias. En el año 321 DC
el Emperador Constantino creó la semana de siete
días olvidando el viejo sistema complicado de
"calendarios" que desarrollaron los Romanos para hacer referencia
a días dentro de un mes. En cuAnto la tecnología estuvo
disponible se descubrió que la verdadera duración
del año Solar es de 365.242199 días, o 365
días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. Esto significa
que el calendario Juliano estaba retrasadísimo por
aproximadamente 11 minutos. Tras unos pocos siglos este retraso
pronto habría alcanzado varios días. De nuevo el
calendario comenzó a depender de las estaciones.
En 1582 el Papa Gregorio XIII solicitó los servicios del
matemático Cristobal Clavius y el
astrónomo-físico Luigi Lilio Ghiraldi para corregir
el error. Encontraron que el error alcanzaba 10 días. En
Octubre de 1582 el calendario fue re-ajustado para arreglar el
error. El día 4 fue seguido del 15 para perder los 10
días. Esto creó problemas a gente nacida el
día 5 pero se hacía referencia a esas fechas bien
usando los sistemas SV
(Sistema Viejo) o SN (Sistema Nuevo). Entonces la regla del
año-bisiesto fue cambiada para evitar errores posteriores.
Ahora cualquier año centurial (terminando en "00") solo
sería bisiesto si era divisible por 400. Por lo tanto el
1600 fue un año bisiesto pero el 1700, 1800 y 1900 no lo
fueron. Este se convirtió en el calendario "Gregoriano",
que es el que usamos hoy. Todos los países Católico
Romanos adoptaron la reforma Gregoriana inmediatamente, pero
otros fueron lentos en seguirlo. El Inglés
no empezó a usarlo hasta 1752. El Francés
siguió el Gregoriano desde el principio pero cambió
en 1792 y volvió a él en 1805. Japón
lo siguió en 1873, China 1912,
Grecia 1924 y
Turquía 1927. Rusia tuvo una experiencia similar a
Francia
durante la revolución
Bolchevique pero volvió a él en 1940. Desde
entonces unas pocas personas han estado
insatisfechas con el calendario y han intentado reformas, pero un
cambio significativo no pudo ser efectuado porque el mundo entero
no puede ponerse de acuerdo en un nuevo sistema. En 1923, se
escucharon 500 nuevas reformas en la Liga de Naciones. Dos nuevos
calendarios emergieron como favoritos: El Calendario de Trece
Meses y el Calendario Mundial. Pero estos no tuvieron una
aceptación mayoritaria por las naciones debido a conflictos con
fechas nacionalistas de importancia y la comunidad de los
negocios dijo
que podrían complicar las cosas. Hubo otros que estuvieron
cerca pero son demasiados para hacer una lista. Así que
parece que todavía conservaremos el calendario Gregoriano
por el momento. Debe recordar por tanto que las fechas previas al
15 de Octubre de 1582 no pueden calcularse simplemente
retrocediendo en el tiempo una cierta cantidad de días
desde hoy. El tiempo no es lineal en este sentido debido a todos
los cambios que se han realizado En nuestra vida cotidiana
utilizamos invariablemente el calendario para llevar el registro
del tiempo. Así por ejemplo el 21 de Julio de 1969
marca la
llegada del hombre a la
Luna mientras que el 25 de Diciembre es Navidad. Esta
forma de marcar el paso del tiempo adolece de un defecto: es
difícil comparar cuantos días han transcurrido
entre dos acontecimientos, por ejemplo la llegada del hombre a la
Luna y la última Navidad. Uno debe considerar
cuántos años los separan y cuáles fueron
bisiestos; cuántos meses y cuáles (cuántos
febreros), cuántos días, etc… para finalmente
llegar a saber cuantos días separandos fechas. Cuando por
fin llega uno a un resultado es mejor repetir la cuenta para
checar si salió bien. Los astrónomos evitan este
problema al contar los días en una forma secuencial: los
días julianos. En 1582, Joseph Justus Scaliger
inventó el concepto de
día juliano, llamado así en honor de su padre,
Julius Cesar Scaliger (a diferencia del calendario juliano
inventado por el emperador romano Julio Cesar). Los días
julianos cubren un ciclo de 7980 años contados a partir
del1 de Enero del año 4713 antes de Cristo y que
terminará el 31 de Diciembre de 3267. Este ciclo sale de
multiplicar tres ciclos menores: uno de 28 años denominado
solar, otro de 19 años que incorpora las fases lunares y
uno de 15 años denominado de indicción. Los
astrónomos llevan metódicamente la cuenta del ciclo
resultante y saben que el pasado 10 de Octubre fué el
día juliano 2,450,000. Los días julianos son mas
convenientes para comparar acontecimientos: nos basta una simple
resta para saber que un acontecimento astronómico de
relevancia, como fué la explosión de una supernova
en una galaxia cercana el día juliano 2,446,850,
ocurrió hace 3164 días. Mas aún, en un
afán por emplear mayor precisión, los eventos
astronómicos se señalan con fracciones de
día juliano y así una observación que se haya hecho el 10 de
Octubre a las 4:12 AM hora de Tonantzintla, Puebla,
corresponderá al día juliano 2,449,999.925. Los
días julianos empiezan al mediodía del meridiano de
Greenwich, esto es a las 6 de la mañana hora del centro de
nuestro país. El día juliano también es
útil para prevenir confusiones al comparar eventos
ocurridos antes de las distintas reformas que ha tenido el
calendario que empleamos hoy en día. La versión
antigua de nuestro calendario contaba 12 meses de 30 días,
esdecir le faltaban por lo menos 5 días. Al paso de los
años las fechas no coincidian con las estaciones del
año y fue necesario agregarle 5 días mas al
calendario. Aún así se tuvo un retraso del
calendario con respecto al inicio de las estaciones y fue
necesaria una reforma: en el año 45 AC el emperador romano
Julio Cesar, aconsejado por el astrónomo Sosígenes,
instituyó e lcalendario juliano que contaba con 365 y 1/4
días por año, al intercar un día extra cada
cuarto año. El retraso que había acumulado el
calendario anterior era tal que el año de la reforma del
calendario tuvo 445 días y fué denominado
“año de la confusión''. El año juliano
resultante es en realidad unos 11 minutos mas largo que el
año astronómico de 365.2422 días, definido
por el movimiento de
la Tierra alrededor del Sol.
Al transcurso de los años, la acumulación de estos
minutos forzó al papa Gregorio XIII a llevar a cabo otra
reforma que consistió en omitir tres días bisiestos
cada 400 años: así los años 1700, 1800 y
1900 no fueron bisiestos, el 2000 si lo será. Ojalá
algún joven lector logré ver que el año 2100
no será bisiesto. En esta segunda reforma del calendario
también fue necesario cambiar las fechas y al 4 de Octubre
de 1582 le siguió el 15 de Octubre de 1582. En algunos
países como Inglaterra esta
reforma se dió posteriormente y ahí el 2 de
Septiembre de 1752 fué seguido por el 14 de Septiembre.
Muchos ciudadanos creyeron que les habían quitado 11
días de sus vidas y en los disturbios que se dieron
murieron algunas gentes. El ejemplo aún mas reciente es la
adopción
del calendario gregoriano en Rusia: esto ocurrió en 1918,
durante la revolución de octubre. Quienes estén
familiarizados con este período de la historia
habrán notado que existe cierta confusión acerca de
las fechas de algunos acontecimientos históricos. El
calendario gregoriano se adelanta 1 día cada 3000
años y pasará mucho tiempo antes de que otra
reforma sea necesaria. De hecho, antes de eso los
astrónomos ya habrán llegado al final de su ciclo
de 7980 años y necesitarán especificar el ciclo
juliano de sus estudios. Por lo pronto esperamos que nuestros
lectores hayan pasado un feliz día juliano
2,450,000.
El calendario chino
Todo sistema astrológico que se respete se basa en un
calendario establecido científicamente sobre un sistema de
ciclos indestructibles, de los que no se puede prescindir para
comprender los elementos básicos de la
interpretación. Por eso, a pesar de la aridez de una
exposición bastante teórica, hemos
juzgado indispensable pasar por la explicación del
calendario chino. Prometemos que será tan corta como sea
posible, y nos limitaremos a las nociones indispensables para la
astrología, dejando de lado el resto de los datos. As¡
el tiempo le parecerá más corto…
Los ciclos constituyen el ritmo fundamental del mundo, que sufre
retornos periódicos a situaciones próximas a las ya
encontradas antes. En la continuidad y en la ruptura el universo
prosigue su existencia, lo mismo que cada hombre en el interior
de sí mismo, con sus características propias. Los movimientos
son unas veces contradictorios y otras complementarios y nunca
son extraños unos a otros. Es su suma lo que constituye la
infinita variedad a la que pertenecemos.
La Luna
Simplificando un poco, podría decirse que la
astrología occidental toma como base el ciclo solar y la
astrología china, en cambio, el ciclo lunar. Pero es
demasiado esquemático para ser cierto de una manera tan
simple, porque, evidentemente, la Luna es un planeta importante
en el sistema astrológico occidental y el Sol tiene
también su lugar en la astrología china. Sin
embargo, el punto de partida es diferente. El valor medio
del mes lunar es de 29 días, 12 horas, 44 minutos. Es el
tiempo que necesita la Luna para dar la vuelta a la Tierra. Esto
plantea un problema práctico del que vamos a hablar
inmediatamente para no volverlo a mencionar. Efectivamente, si
hay doce lunaciones en un año, nos quedamos cortos, y el
año no corresponde con el tiempo que tarda la Tierra en
dar la vuelta al Sol. Ahora bien, hay que volver a esta unidad
mayor para que el tiempo no resulte desfasado en relación
a las estaciones.
Entonces, según unas reglas relativamente complejas, que
es inútil detallar aquí, el calendario chino
añade de vez en cuando un «mes bis», que da a
ciertos años trece lunaciones, permitiendo así
restablecer el equilibrio.
En la Tabla 1 , hemos señalado esas lunaciones
añadidas de manera particular. Pero si lee con atención las características de cada
mes, constatará que a veces, son idénticas durante
dos meses seguidos. Es que el segundo mes, repetición del
primero, corresponde a una de esas lunaciones de
«repesca». No hay que darle, pues, mayor
importancia.
Los diez Troncos celestes
Curiosamente, el primer ciclo aparecido en la historia del
calendario chino, y basado sobre un número,
correspondía al número 10. Eso ocurría hacia
el 1500 a. de J.C., en una época en que Occidente estaba
muy lejos de saber contar según el sistema decimal. A
decir verdad, no se trata aquí de un sistema decimal,
porque no se multiplican las decenas entre sí, como se
hace al añadir los ceros.
Los diez Troncos celestes han sido -asociados a los días,
cada día está -representado por uno de los diez
caracteres chinos que significan uno de los Troncos. Luego este
ritmo denario, llamado así para marcar bien la diferencia
con el decimal, se aplica también a los años y a
los meses. Existe una correspondencia muy sencilla entre los
Troncos celestes y los cinco elementos -de los que hablaremos con
detalle más adelante: Cada Tronco es, además, Yin o
Yang. He aquí la lista de los diez Troncos celestes, con
su nombre chino primero y con el vietnamita después -se
encuentra uno u otro según los autores.
Nombre Nombre chino vietnamita Elemento Yin/Yang
Kia Giap Madera
Yang
Yi At Madera Yin
Ping Binh Fuego Yang
Ting Dinh Fuego Yin
Wou Mau Tierra Yang
Ki Ky Tierra Yin
Keng Canh Metal Yang
Hsin (o Sin) Tan Metal Yin
Jen Nham Agua Yang
Kouei Qui Agua Yin
Las doce Ramas terrestres
Después de los Troncos vienen las Ramas, se les llama, a
veces, también Ramos, lo que marca bien su dependencia en
relación a los primeros. Son doce y ese número es
la base de muchos ciclos, de los que los principales son:
– los doce animales
emblemáticos, o signos;
– las doce lunaciones del año;
– las doce horas del día.
Aquí también hay que establecer correspondencias
entre los nombres de las Ramas terrestres y las otras
características del horóscopo chino. La
tradición retiene éstas:
Nombre chino Elemento Yin/Yang Orientación
Estación
Tseu Agua Yang Norte Invierno
Tcheou Tierra Yin Centro
Yin Madera Yang Este Primavera
Mao Madera Yin Este Primavera
Tch'en Tierra Yang Centro
Seu Fuego Yin Sur Verano
Wou Fuego Yang Sur Verano
Wei Tierra Yin Centro
Chen Metal Yang Oeste Otoño
Yeou Metal Yin Oeste Otoño
Hsiu Tierra Yang Centro
Hai Agua Yin Norte Invierno
Estos ciclos, válidos para las horas, los días, los
meses y los años, se llaman duodenarios.
El ciclo sexagésimal
Cuando un ciclo de base diez y otro de base doce se superponen,
vuelven juntos a su punto de partida cada sesenta años. El
resultado es el mismo ya se trate de horas, días, meses o
años.
Vamos a fijarnos con un poco más de atención en el
período de sesenta años, durante el cual el ciclo
duodenario de Ramas terrestres, correspondiente a la
sucesión de los animales emblemáticos, se
desarrolla cinco veces y el ciclo denario de los Troncos
celestes, seis.
Este período es, naturalmente, muy importante:
– En sesenta años una vida humana se hace y se deshace.
Desde la infancia hasta
el retiro de la vida activa, se tiene tiempo suficiente para
aprender y comprender todo, si se tiene el deseo profundo de
ello.
– En sesenta años el paso celeste de los Troncos y de las
Ramas suprime parte del desfase y crea un momento que fija los
puntos de referencia.
Cada sesenta años comienza, pues, un nuevo ciclo y es la
ocasión para el mundo de algo así como volver a su
virginidad. Naturalmente, no hay nada que borre los ciclos ya
cerrados, pero todo vuelve a ser posible, y los hombres y mujeres
de la tierra entera tienen ante sí toda la
esperanza…
El 2 de febrero de 1984 comenzó un nuevo ciclo. Si mira
usted esta fecha en la tabla I, podrá leer frente al
año 1984 las indicaciones: Rata de Metal Yang –
Madera/Agua. Son los mismos datos que encontraría si
consultara el cuadro del año 1924, sesenta años
antes.
Un principio de ciclo tiene lugar, por lo general, una sola vez
en el curso de una vida humana, rara vez dos veces y nunca tres.
Se trata, pues, de una circunstancia excepcional.
Con el fin de fijar convenientemente las cosas, y de volver por
última vez al calendario chino antes de pasar a la
explicación de los símbolos astrológicos
propiamente dichos, vamos a precisar aún una cosa
importante.
En 1984 comenzó el 78 gran ciclo de sesenta años.
La tradición astrológica china puede, por lo tanto,
fecharse con facilidad: hace, en 1984, 4.620 años que los
astrólogos utilizan esta técnica de lectura del
mundo. No se trata, pues, de un invento reciente y aproximado,
sino de una ciencia
establecida desde hace mucho tiempo, cuyas reglas han sido
verificadas en millones de ocasiones.
El calendario civil
Egipcio
Los egipcios elaboraron el calendario más exacto y
complejo de la antigüedad. El año egipcio constaba de
12 meses de 30 días y 5 días adicionales
(coincidiendo en esto con el Calendario Revolucionario). Este
calendario ya existía antes del año 4000 AC. El
calendario estaba basado en la observación de la salida
"heliaca" de la estrella Sirio (la más brillante del
firmamento). Se produce la salida "heliaca" de una estrella
cuando ésta vuelve a ser visible sobre el horizonte poco
antes del amanecer, después del intervalo de tiempo en el
que la luz solar
impedía su visibilidad. El intervalo de tiempo entre dos
salidas "heliacas" consecutivas de una estrella es el año
sidéreo, que no coincide exactamente con el verdadero
año solar o trópico, que es el que determina la
periodicidad de las estaciones. La causa de que no coincidan
año sidéreo y año trópico es el
movimiento de precesión de los equinoccios que sufre
nuestro planeta. De todas maneras la diferencia entre ambos es
relativamente pequeña.
El Calendario civil egipcio El calendario civil u oficial egipcio
es el primer calendario solar del que se tiene noticia. Los
pueblos de la antigüedad medían los años
mediante calendarios lunares. Los babilonios, altamente
preocupados por la Astronomía y las matemáticas tenían un calendario
basado en observaciones lunares. Ahora bien, el concepto de mes a
partir de las fases lunares lleva implícito la
observación constante de fenómenos que no son en
absoluto regulares. La duración de una lunación es
variable y está comprendida entre 29 días 6 horas y
29 días 20 horas, siendo el mes lunar medio de 29
días 20 horas 44 minutos 2 segundos. Un calendario con
meses de 29 y 30 días se ajusta bastante bien a los ciclos
de la Luna. Habría que añadir 1 día a 1 mes
de 29 días cada 30 meses. A pesar de la dificultad de
ajuste mediante la Luna, los calendarios solares se complican
todavía mas. No obstante este era el que empleaban los
egipcios, aunque existen noticias de que en épocas mas
antiguas hacían uso de un calendario lunar.
El calendario oficial o civil constaba de 365 días
divididos en 12 meses de 30 días cada uno, a los que
añadían 5 más, conocidos como
epagómenos. Estos 5 días, en egipcio "heriu
repenet" eran los dedicados a los nacimientos de Osiris, Horus,
Seth, Isis y Neftys, por ser los días en los que la diosa
Nut pudo dar a luz a sus hijos, depués de la
maldición de Ra (ver historia de Osiris). Los meses se
agrupaban en estaciones, cada una de las cuales constaba de 4
meses.Estas eran: la estación de la inundación
(Achet), el invierno o germinación (Peret) y el verano o
calor (Shemu),
también conocida como estación de la deficiencia
por la falta de agua en el Nilo. Los 4 meses de cada una de las
estaciones, en su versión griega eran: Ajet o
inundación: o . Meses: Thot, Faofi, Athyr , Joiak Peret o
germinación (invierno): . Meses: Tybi, Meshir, Famenoth,
Farmuthi Shemu o cosecha (verano): Meses: Pajon, Paini, Epifi,
Mesore A estos meses se les añadían, tras el
último día de Mesore, los 5 días
epagómenos. Este era el calendario impreciso o civil.
Comenzaba con el amanecer helíaco de Sotis. Sotis fue el
nombre dado a la estrella Sirio. Así el año
empezaba cuando Sirio aparecía por el horizonte en el
momento de la salida del sol. Este fenomeno, conocido como salida
helíaca de Sotis, se producía en torno al inicio
de la inundación anual, y equivale aproximadamente al 19
de Julio del año juliano o al 15 de junio de nuestro
calendario en la latitud de Menfis. Ahora bien si tenemos en
cuenta el año egipcio de 365 días frente al juliano
de 365.25 días se produce un error de 1 día cada 4
años, es decir el principio del año oficial se
retrasaba un dia cada 4 años. El año sótico,
o año alejandrino, no coincide con el solar exactamente,
sino que es algunos minutos máyor, por lo que un periodo
sótico tenía 1460 años sóticos y 1461
civiles o imprecisos Este es un error importante, al cabo de 400
años el inicio oficial y el solar estarían
desviados 100 días y sólo cada 1461 años
coincidirían ambos principios de
año. Lógicamente los egipcios observaron este
desplazamiento que provocaría que el verano comenzase a
mitad de la estación Peret (invierno). Y aquí es
donde surgía el problema agrícola. Los egipcios, o
al menos los sacerdotes, conocían esta desviación
perfectamente, ya que no es difícil observarla, y se puede
ajustar con mayor precisión cuanto mayor es el tiempo de
observación. Pero el calendario civil no se
corregía, sino que se acumulaba el error. Si pensamos que
la fecha de la inundación era el acontecimiento más
importante del año, era necesario calcular y hacer saber a
los encargados de las labores agrícolas en que momento se
produciría, puesto que empleando el calendario civil
habría años que el día de la
inundación caería en plena estación de la
cosecha. Es posiblemente en este punto donde los sacerdotes
utilizaban su poder. Eran
ellos quienes calculaban, a través de un calendario
religioso, basado en observaciones astronómicas, las
fechas religiosas y de la inundación. ¿Por que
entonces no cambiaron el calendario civil, ajustándolo a
365.25?. La respuesta se encuentre quizá en el poder que
les otorgaba la necesidad de calcular no solo la fecha de la
inundación sino también ciertas festividades
religiosas, y una modificación al calendario civil les
supondría esa perdida de "poder". Era un secreto que el
pueblo no debía conocer. El resultado inmediato del uso de
este calendario religioso es que algunas fiestas se celebraban el
mismo día del mismo mes y otras se desplazaban anualmente.
En el 238 a.C durante el reinado de Ptolomeo III, el decreto de
Canopus estableció el llamado calendario alejandrino que
establecía un 6 día epagómeno cada 4
años. A esta época pertenece el texto de
Diodoro quien en su libro I dice
:"Los meses y los años egipcios se organizan de forma
especial. Los días no responden a los movimientos lunares
sino del sol; los egipcios cuentan los meses de 30 días, y
después del duodécimo añaden 5 días y
un cuarto, y de este modo realizan la revolución del
año". Más tarde Julio Cesar, en el 45 a.C, por
sugerencia de Sosísgenes de Alejandría,
transformó la duración del año en 365.25
días. Pero a pesar de todo los egipcios siguieron reacios
a modificar su calendario civil, y no fue hasta el año
8.a.C., por imposición de Augusto, que tuvieron que
adoptarlo de forma oficial. Esto nos da un clara idea de la
reticencia de los sacerdotes a "publicar" sus secretos.
Inicio del calendario El astrónomo Theon de
Alejandría, partiendo de amanecer helíaco de Sotis
del año 139 juliano, que se produjo el día 1 del
mes de Thot dedujo que el día 1 del mes de Thot de los
años 1321, 2781 y 4241 a.C. también se produjo el
fenómeno. Este cálculo es
el que se ha empleado para intentar determinar el inicio del
calendario. Si suponemos, como parece lógico, que el
calendario debió nacer un año en el que
coincidiesen las fechas, debió ser uno de estos. El
año 1322 es demasiado cercano; en el 2781 ya
existía el calendario según reflejan "los textos de
las pirámides". Esta lógica
es la que lleva a muchos autores a "aceptar" el 4241 como el
año de inicio del calendario, aunque es cierto que la
fecha parece demasiado lejana como para ser cierto y es por
muchos autores inadmisible. Hemos de tener en cuenta que toda
esta teoría
se basa en el supuesto de que el calendario tuvo comenzar uno de
estos años y se llega a ella por eliminación de las
anteriores. Sabemos que en el año 7 del reinado de
Sesostris III (XII dinastía), la salida helíaca de
Sotis se produjo el día 16 del mes 8º , lo cual
supone un retraso de 225 días respecto al calendario
astronómico. Esto nos permite deducir que al menos durante
900 años (225 de retraso por 4) se había empleado
el calendario oficial. De la misma forma, sabiendo que durante el
reinado de Amenofis I ( XVIII dinastía ), el año 9,
el amanecer helíaco de Sotis se produjo el dia 9 del mes
11 (308 días de retraso) deducimos que el calendario civil
se empleo al
menos durante 1232 años atras. Según estos datos
obtenemos unas fechas de inicio de reinado en el año 1888
a.C. para Sesostris III y 1558 para Amenofis I. En ambos casos
podemos deducir que el calendario de 365 días ya se
empleaba en torno al 2800 a.C.
Calendario Hebreo:
Se basa en el calendario lunar. El mes lunar, es de
aproximadamente 29 1/2 días. Doce meses lunares tienen 354
días. El ciclo lunar es 11 días y un cuarto
más corto que el año solar, esa diferencia genera
en tres años un incremento de un mes, por ese motivo cada
dos o tres años se añade un mes al calendario. Ese
año tiene dos meses llamados Adar. El año actual en
el calendario Hebreo es: 5761 – 2000
Aniversario Atentado Embajada de Israel 17 de
Marzo
Ayuno de Esther 20 de Marzo
Purim 21 de Marzo
Pesaj 20 de Abril
Pesaj, 2º Seder 21 de Abril
Yom Hashoa 2 de Mayo
Yom Hazikaron 9 de Mayo
Yom Haatzmaut 10 de Mayo
Lag Baomer 23 de Mayo
Shavuot 9 y 10 de Junio
Aniversario Atentado a la AMIA 18 de Julio
Tisha Be Av 10 de Agosto
Rosh Hashaná Víspera 29 de Setiembre Comenzó
el Año 5761
Rosh Hashaná 30/9 y 1° de Octubre
Iom Kipur 8 y 9 de Octubre
Sucot 14 y 15 de Octubre
Simjá Torá 22 de Octubre
Januca 1er Día 22 de Diciembre
El Calendario
Babilónico:
El primitivo calendario babilónico fue del tipo lunar. Al
principio, el año babilónico estaba constituido por
12 meses de 30 días, es decir, que tenía casi 5
días y 1/4 menos. Al cabo de algunos años, el
«mes de arar», por ejemplo, no se ajustaba a tal
faena agrícola. Posteriormente se acortaron algunos meses
para acomodar más exactamente el calendario a la
aparición regular de la Luna nueva. Esta medida
desajustó aún más el calendario con las
estaciones. Los babilonios resolvieron posteriormente esta
dificultad intercalando un nuevo mes de acuerdo con un ciclo
determinado. Los antiguos babilonios tenían un calendario
lunisolar de 12 meses lunares de 30 días cada uno, y
añadían meses extras cuando necesitaban mantener el
calendario en línea con las estaciones del año. Los
antiguos egipcios fueron los primeros en sustituir el calendario
lunar por un calendario basado en el año solar. Midieron
el año solar como 365 días, divididos en 12 meses
de 30 días cada uno, con 5 días extras al final.
Hacia el 238 a.C. el rey Tolomeo III ordenó que se
añadiera un día extra cada cuatro años, que
era por lo tanto similar al moderno año bisiesto. En la
antigua Grecia se utilizaba un calendario lunisolar, con un
año de 354 días. Los griegos fueron los primeros en
intercalar meses extras en el calendario sobre una base
científica, añadiendo meses a intervalos
específicos en un ciclo de años solares.
El calendario romano
El original calendario romano, introducido hacia el siglo VII
a.C., tenía 10 meses con 304 días en un año
que comenzaba en marzo. Dos meses más, enero y febrero,
fueron añadidos posteriormente en el siglo VII a.C., pero
como los meses tenían solamente 29 o 30 días de
duración, había que intercalar un mes extra
aproximadamente cada segundo año. Los días del mes
eran designados por el incómodo método de
contar hacia atrás a partir de tres fechas: las calendas,
o primeros de mes; los idus, o mediados de mes, que caían
el día 13 de ciertos meses y el día 15 de otros; y
las nonas, o el noveno día antes de los idus. El
calendario romano se hizo enormemente confuso cuando los
funcionarios que tenían encomendada la adición de
días y meses abusaron de su autoridad para
prolongar sus cargos o para adelantar o retrasar elecciones.
En el año 45 a.C. Cayo Julio César, siguiendo el
consejo del astrónomo griego Sosígenes (siglo I
a.C.), decidió utilizar un calendario estrictamente solar.
Este calendario, conocido como calendario juliano, fijó el
año normal en 365 días, y el año bisiesto,
cada cuatro años, en 366 días. El calendario
juliano también estableció el orden de los meses y
los días de la semana tal como figuran en los calendarios
actuales. En el 44 a.C. Julio César cambió el
nombre del mes Quintilis a Julius (julio), por él mismo.
El mes Sextilis recibió el nuevo nombre de Augustus
(agosto) en honor de Augusto, que sucedió a Julio
César. Algunos expertos mantienen que Augusto
estableció la duración de los meses que utilizamos
actualmente.
El calendario gregoriano
El año juliano era 11 minutos y 14 segundos más
largo que el año solar. Esta diferencia se acumuló
hasta que hacia 1582 el equinoccio de primavera se produjo 10
días antes y las fiestas de la iglesia no
tenían lugar en las estaciones apropiadas. Para conseguir
que el equinoccio de primavera se produjera hacia el 21 de marzo,
como ocurrió en el 325 d.C., año del primer
Concilio de Nicea, el papa Gregorio XIII promulgó un
decreto eliminando 10 días del calendario. Para prevenir
nuevos desplazamientos instituyó un calendario, conocido
como calendario gregoriano, que estipulaba que los años
centenarios divisibles por 400 debían ser años
bisiestos y que todos los demás años centenarios
debían ser años normales. Por ejemplo, 1600 fue un
año bisiesto, pero 1700 y 1800 no lo fueron.
El calendario gregoriano recibe también el nombre de
cristiano, porque emplea el nacimiento de Cristo como punto de
partida. Las fechas de la era cristiana son designadas a menudo
con las abreviaturas d.C. (después de Cristo) y a.C.
(antes de Cristo)
El calendario gregoriano se fue adoptando lentamente en toda
Europa. Hoy
está vigente en casi todo el mundo occidental y en partes
de Asia. La
Unión Soviética adoptó el calendario
gregoriano en 1918, y Grecia lo adoptó en 1923 por motivos
administrativos, aunque muchos países de religión
cristiana oriental conservaron el calendario juliano para la
celebración de las fiestas de la iglesia.
Aunque el nacimiento de Cristo fue originalmente fijado el 25 de
diciembre del año 1 a.C., los investigadores modernos lo
sitúan ahora hacia el cuarto año de nuestra
era.
Puesto que el calendario gregoriano todavía supone meses
de distinta duración, haciendo que fechas y días de
la semana cambien con el tiempo, se han hecho numerosas
propuestas para un calendario reformado más
práctico. Estas propuestas incluyen un calendario fijo de
13 meses iguales y un calendario universal de cuatro periodos
trimestrales idénticos. Hasta ahora no se ha adoptado
ninguno.
Como se ha indicado, el calendario gregoriano es
básicamente un calendario cristiano. El calendario oficial
de la Iglesia cristiana es la relación anual de las
fiestas, los días de los santos y las festividades de la
Iglesia, con las fechas del calendario civil en las que tienen
lugar. Estas incluyen las fiestas fijas, como Navidad, y las
fiestas móviles, que dependen de la fecha de Pascua. El
calendario más importante de la Iglesia primitiva fue
compilado por Furius Dionisius Philocalus hacia el año
354. Después de la Reforma, la Iglesia Luterana alemana
conservó el calendario romano, lo mismo que la Iglesia de
Inglaterra y algunas otras Iglesias anglicanas. Las principales
estaciones del calendario eclesiástico observadas por la
mayoría de los cristianos son, por orden, Adviento,
Navidad, Epifanía, Cuaresma, Pascua, Ascensión,
Pentecostés y Trinidad.
El calendario
judío
El calendario judío, que procede del antiguo calendario
hebreo, ha permanecido inalterable desde el año 900
aproximadamente. Es el calendario oficial del moderno estado de
Israel y es utilizado por los judíos en todo el mundo como
un calendario religioso. El punto de partida de la
cronología hebrea es el año 3761 a.C., la fecha de
la creación del mundo según se describe en el
Antiguo Testamento. El calendario judío es lunisolar,
basado en meses lunares de 29 y 30 días alternativamente.
Se intercala un mes extra cada tres años, de acuerdo con
un ciclo de 19 años.
El calendario
islámico
Otro calendario religioso fundamental es el calendario
islámico, utilizado en casi todos los países
musulmanes. Se calcula a partir del año 622, el día
posterior la Hégira, o salida de Mahoma de La Meca a
Medina. El año islámico consta de 12 meses lunares.
Treinta años constituyen un ciclo en el que los
años 2º, 5º, 7º, 10º, 13º,
16º, 18º, 21º, 24º, 26º y 29º son
años bisiestos de 355 días; los demás son
años comunes de 354 días. La fecha islámica
correspondiente a la gregoriana se puede calcular con la regla
siguiente, con un error máximo de un día:
multiplicar el año islámico por 0.970224 y
añadir 621.5774. La cifra a la izquierda del punto decimal
es el año después de Cristo, y la fracción
decimal multiplicada por 365 es el día del
año.
Calendario Azteca
Los aztecas
utilizaban la escritura
pictográfica grabada en papel o
piel de
animales. Todavía se conserva alguno de estos escritos,
llamados códices. También utilizaban un sistema de
calendario que habían desarrollado los antiguos mayas.
Tenía 365 días, divididos en 18 meses de 20
días, a los que se añadían 5 días
‘huecos’ que se creía que eran aciagos y
traían mala suerte. Utilizaban igualmente un calendario de
260 días (20 meses de 13 días) que aplicaban
exclusivamente para adivinaciones. La educación era muy
estricta y se impartía desde los primeros años. A
las mujeres se les exhortaba a que fueran discretas y recatadas
en sus modales y en el vestir y se les enseñaban todas las
modalidades de los quehaceres domésticos que,
además de moler y preparar los alimentos,
consistían en descarozar el algodón, hilar, tejer y
confeccionar la ropa de la familia. A
los hombres se les inculcaba la vocación guerrera. Desde
pequeños se les formaba para que fueran fuertes, de modo
que los bañaban con agua fría, los abrigaban con
ropa ligera y dormían en el suelo. A la
manera de los atenienses de la Grecia clásica, se
procuraba fortalecer el carácter
de los niños
mediante castigos severos y el fomento de los valores
primordiales como amor a la
verdad, la justicia y el
deber, respeto a los
padres y a los ancianos, rechazo a la mentira y al libertinaje,
misericordia con los pobres y los desvalidos. Los jóvenes
aprendían música, bailes y
cantos, además de religión, historia,
matemáticas, interpretación de los códices,
artes marciales, escritura y conocimiento
del calendario, entre otras disciplinas.
Calendario Maya.
Calendario y religión
Entre los mayas, la
cronología se determinaba mediante un complejo sistema
calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba
el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de
ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una,
y el año nuevo comenzaba el día 365. Además,
360 días del año se repartían en 18 meses de
20 días cada uno. Las semanas y los meses
transcurrían de forma secuencial e independiente entre
sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día,
esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo
tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El
calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de
los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano
en el siglo XVI. Véase Astronomía maya.
La religión maya se centraba en el culto a un gran
número de dioses de la naturaleza. Chac,
dios de la lluvia, tenía especial importancia en los
rituales populares. Entre las deidades supremas se hallaban
Kukulkán, versión maya del dios azteca
Quetzalcóatl; Itzamná, dios de los cielos y el
saber; Ah Mun, dios del maíz;
Ixchel, diosa de la luna y protectora de las parturientas, y Ah
Puch, diosa de la muerte. Una
característica maya era su total confianza en el control de los
dioses respecto de determinadas unidades de tiempo y de todas las
actividades del pueblo durante dichos periodos.
Calendario juliano:
El calendario introducido por Julio César intentó
llevar algo de orden a la forma de contar el tiempo en el
Imperio romano.
Resolvía el problema del cuarto de día extra
introduciendo un año bisiesto. Cada cuatro años el
año es un día más largo, y esto arregla en
su mayor parte el deslizamiento que se producía en el
calendario egipcio. Sin embargo, no lo arreglaba del todo, porque
el año es 11 minutos y 14 segundos más corto que
365 días y cuarto. Esos errores comenzaron a acumularse
(significaban 7 días cada 1000 años) hasta que
empezaron a dificultar la observancia de la Pascua.
4.
Origen del nombre de los meses del año.
Los Meses y su Historia…
Enero
Hasta la reforma del calendario hecha por el segundo rey de Roma,
Numa Pompolio, que le agregó a los diez meses del
año primitivo de Rómulo, fue el undécimo.
.
Febrero
Entre los antiguos Romanos este mes ocupaba el último
lugar, mientras que el calendario actual lo encontramos en
segundo termino.
Marzo
En el primitivo calendario romano figuró este mes como
primero del año, en el de Numa Pompolio ocupó el
segundo, y desde los decenviros hasta nuestros días lo
encontramos en el tercero.
Abril
En el calendario de Rómulo era Abril el mes que iniciaba
el año. Su nombre latino "Aprilis" se deriva del verbo
aperire, que significa abrir,
Mayo
Este mes era el tercero en el primitivo calendario romano, y con
la reforma de Numa Pompolio pasó al quinto lugar que
conservó en los calendarios juliano y gregoriano.
Junio
Entre los Romanos figuró como cuarto mes del año y
constaba de 26 días, en la reforma de Rómulo se le
asignaron 30 días; poco después Numa lo redujo a
29, hasta que Julio César decretó que tuviese 30
días
Julio
Entre los Romanos fue el quinto mes del año y por eso se
llamaba Quintilis, constaba de 36 días. Rómulo lo
redujo a 31; Numa le quito un día más y Julio Cesar
decretó que tuviese 31, como en la actualidad los
conserva.
Agosto
El mes de Agosto consta de 31 días desde que Julio Cesar
le agregó 2. Este mes no ha tenido siempre en el
calendario, el lugar que actualmente ocupa.
Septiembre
Como su nombre lo indica (septem, siete), era el séptimo
mes del calendario romano, y de este lugar que ocupaba el orden
de sucesión de los meses le vino su
denominación.
Octubre
Octubre que figura como décimo mes en el calendario actual
era el Octavo en el año de Rómulo, de ahí su
nombre latino de octo, o sea ocho.
Noviembre
El mes de Noviembre de llama así porque en el primitivo
calendario de Roma era el Noveno de los que constituían el
año.
Diciembre
Era en el calendario Romano el último mes o décimo,
llamado por esto December. Después el año
constó de doce meses, intercalando los de Julio y Agosto
que se llamaron así en recuero de Julio César y
Augusto.
Bibliografía
La Tierra de los Faraones
Autor:
Isabel