La revolución científico-técnica y su influencia…
A medida que el tiempo pasa, el
mundo cambia cada vez con mayor celeridad. Una generación
altera los esquemas de un siglo, una década los de una
generación; bastan pocos años para trastocar una
década. La revolución
Científico-Técnica imprime a los hechos una
velocidad que
no hubiéramos podido imaginar en el pasado, cuando el
tiempo
meramente transcurría y en algunos sitios parecía
detenerse inexorablemente.
Este cambio veloz
en el mundo está chocando con las estructuras
establecidas, con la forma de trabajar, con la formación y
con los hábitos de vida de las sociedades y
los individuos, sin tomar en cuenta distancias ni tiempos. Es por
esto que muchas de las cosas que pensábamos y
creíamos ya no nos sirven, como: las percepciones del
universo, las
ideas, la religión, el arte y los
principios y
valores..
El conocimiento ha sido el hilo conductor de
todas las revoluciones tecnológicas que han cambiado y
cambian la vida del ser humano.
La primera aplicación del conocimiento que
marcó una nueva etapa en el desarrollo de
la humanidad se dio en la Revolución
Agrícola, cuando el
conocimiento humano se aplicó a la tierra. El
resultado fue la estabilización de la agricultura
como actividad alrededor de la cual se organizó la
sociedad.
En la Revolución Industrial el
conocimiento no sólo se destinó a la tierra,
sino a crear utensilios , herramientas,
máquinas y productos,
permitiendo al hombre
transformar su medio, incrementar sus niveles de conocimiento y
satisfacer mejor sus necesidades.
Las características distintivas de la
Revolución de la Productividad, fueron: el
petróleo, la electricidad, el
motor de combustión interna y la producción en línea de ensamblaje.
En esta revolución
el
conocimiento se aplicó a los métodos y
procesos
aplicados en el
trabajo.
La Revolución
Científica-Técnica , que comenzó unos
pocos años después y es aquella que estamos
viviendo, tiene como elementos distintivos a: la
exploración y manipulación de la estructura de
la materia, la
biotecnología, la informática, las comunicaciones, la robótica,
el desarrollo de
nuevos materiales, y
el cambio en el
lugar y papel del
hombre en la
producción. En esta cuarta gran revolución
tecnológica, el
conocimiento es aplicado para desarrollar el
conocimiento mismo, y facilitar la vida cotidiana.
En esta nueva Revolución, la riqueza no es el dinero,
sino algo más bien espiritual e inherente al ser humano:
el intelecto, y quien mejor lo maneje y desarrolle estará
a la vanguardia.
Este avance tecnológico tiene y seguirá
teniendo saldos positivos y saldos negativos en el balance de su
incidencia sobre el ser humano contemporáneo. La productividad
está incrementándose, las tasa de mortalidad y los
riesgos de
accidentes en
el trabajo
disminuyen, se está creando una riqueza sin precedentes en
la historia de la
humanidad. Pero un creciente número de personas
están experimentando un severo declive en sus condiciones
y calidad de
vida al perder sus trabajos o tener que adaptarse a otros
empleos con pagas inferiores. En general, está
Revolución está produciendo una
transformación económica y social, ya que polariza
a la sociedad en
extremos de riqueza pomposa y pobreza inhumana.
Todos y cada uno de los aspectos de la humanidad son impactados
por esta polarización económica, por lo que un
solidario proceder es encontrar y aplicar directrices que nos
guíen a disminuir esta brecha.
El impacto de esta Revolución en la religión será
fuerte, ya que al poder el hombre en
cierto modo dominar y crear a la naturaleza y a
sí mismo, el concepto de un
ser superior pasará a un segundo plano sino al
olvido.
Encabezados por países desarrollados como
Japón y Estados Unidos,
el mundo está iniciando una nueva época en la
historia de la
humanidad. La investigación de este proceso en sus
primeras etapas nos ayudará a entender lo que está
sucediendo, y encauzarlo hacia el beneficio de la humanidad
entera.
Fuentes Bibliográficas
:
- Internet
- Diccionario Enciclopédico
Océano - Enciclopedia Microsoft
Encarta’97 - Diccionario Filosófico (M. M.
Rossental) - La Revolución Tecnológica (Alvaro
Salgado Gutiérrez)