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Macrófagos




Enviado por villal



    INTRODUCCIÓN:

    El macrófago tiene su origen en las
    células
    germinales pluripotenciales

    granulo-monocíticas (CGp-GM) de la
    médula ósea. Por acción de los
    factores

    de estimulación colonial (CSF), de naturaleza
    glucoprotéica, la CGp-GM se

    diferencia en célula
    germinal monopotencial monocítica (CGm-M), la cual,
    se

    diferencia en monoblasto, y éste, a su vez,
    en promonocito, la primera

    célula morfológicamente
    identificable como precursora del macrófago y que
    ya

    posee algunas de sus características, como adherencia al
    vidrio y
    capacidad

    fagocítica. Por división del
    promonocito y posterior diferenciación
    aparecen

    los monocitos, que abandonan la médula
    ósea pasando a la sangre.
    Los

    monocitos circulantes pasan por diapédesis
    a través del endotelio vascular,

    emigrando hacia los tejidos en los
    que se diferenciarán en macrófagos,
    que,

    a su vez, pueden presentarse en diferentes estados
    funcionales: residentes,

    inflamatorios y activados. El conjunto formado por
    los precursores

    medulares, los monocitos y los macrófagos
    tisulares, se engloba actualmente

    bajo la denominación de Sistema
    Mononuclear Fagocítico (SMF) (tabla I).

    Los macrófagos tisulares, recién
    llegados del torrente sanguíneo, son
    aún

    células con gran capacidad de
    diferenciación, pues todavía no han
    alcanzado

    la madurez de algunas de sus capacidades
    funcionales, debiendo pasar por

    progresivos estados de activación hasta
    conseguirlo.

    Tabla I. Ontogenia del sistema
    mononoclear Fagocítico

    Células
    Localización

    CGo

    CGp-GM

    CGm-M

    Monoblasto

    Promonocito

    Monocito

    Macrófago

    Médula ósea

    Médula ósea

    Médula ósea

    Médula ósea

    Médula ósea

    Médula ósea y
    sangre

    Tejidos conectivos (histiocitos)

    Pulpa dental (macrófagos)

    Periodonto (macrófagos, cementoclastos,
    dentinoclastos)

    Tejido óseo
    (osteoclastos)

    Hígado (células de
    Kupffer)

    Bazo (macrófagos)

    Médula ósea
    (macrófagos)

    Ganglios linfáticos
    (macrófagos)

    Tejido linfoide (células
    dendríticas)

    Sistema nervioso (microglia)

    Piel (células de
    Langerhans)

    Cavidades serosas: macrófagos
    peritoneales

    macrófagos alveolares

    CGo: célula
    germinal omnipotencial. CGp-GM: célula
    germinal pluripotencial

    granulo-monocítica. CGm-M: célula
    germinal monopotencial monocítica.

    El macrófago tisular recién
    diferenciado a partir del Monocito sanguíneo,
    al

    que se parece morfológica e
    histoquímicamente, se denomina
    "macrófago

    residente". Todavía no ha sido estimulado
    por agentes inflamatorios ni

    inmunológicos representando una población celular quiescente en la que
    sus

    capacidades y funciones
    aparecen sólo esbozadas.

    Los macrófagos residentes pueden obtenerse
    a partir del peritoneo de ratas

    que no han sido estimuladas
    inmunológicamente.

    Cuando surge algún estimulo inflamatorio,
    tanto los monocitos recién

    llegados al tejido como los macrófagos
    residentes proliferan y se expanden.

    Al macrófago así estimulado se le
    denomina "macrófago inflamatorio,

    estimulado o respondedor. El macrófago
    sufre una estimulación metabólica
    que

    le provoca cambios morfológicos,
    agrandándose, y funcionales, adquiriendo

    mayor capacidad para la quimiotaxis y fagocitosis,
    especialmente para

    fagocitar partículas opsonizadas por el
    factor C3b. A la vez, sufre

    modificaciones en la expresión de diversos
    enzimas: mayor
    contenido en

    hidrolasas ácidas, pero disminución
    del ectoenzima 5'-nucleotidasa. También

    se incrementa el metabolismo
    oxidativo, produciendo gran cantidad de ion

    superóxido, aunque no de peróxido de
    hidrogeno. A
    nivel de los tejidos

    pulpares y periapicales el macrófago
    inflamatorio juega un papel clave en
    la

    respuesta inflamatoria e inmune durante las
    pulpitis y periodontitis

    Los macrófagos obtenidos por lavado de la
    cavidad peritoneal de animales
    a

    los que previamente se ha inyectado
    intraperitonealmente algún agente

    inflamatorio no microbiano, como caseina
    estéril, peptona, tioglicolato,

    aceite mineral o glucógeno, se encuentran
    en esta fase de diferenciación. La

    facilidad con la que pueden obtenerse estas
    células, ha hecho que los

    macrófagos peritoneales de rata sean
    utilizados en numerosas ocasiones como

    modelo celular "in vitro" para estudios de
    biocompatibilidad de materiales

    odontológicos, medicamentos intraconducto y
    soluciones
    irrigadoras

    utilizadas en endodoncia. Así, nuestro
    grupo ha
    estudiado el efecto sobre la

    funcionalidad del macrófago de soluciones
    irrigadoras como el EDTA , el

    hipoclorito sódico, el glutaraldehido y la
    clorexidina , de medicamentos

    intraconducto como el hidróxido de calcio ,
    el formocresol , y el

    paramonoclorofenolalcanforado , de agentes
    blanqueantes como el perborato

    sódico , o de componentes de pastas y
    cementos endodónticos como el eugenol

    .

    En este artículo se expone, paso a paso, la
    metodología para la obtención
    de

    macrófagos peritoneales de rata seguida por
    los autores cuando han utilizado

    este modelo celular
    para estudiar "in vitro" el efecto sobre la
    viabilidad

    celular y la adhesión de varios
    medicamentos intraconducto y soluciones

    irrigadoras utilizadas en
    endodoncia.

    Los macrofagos del tejido conectivo laxo
    también llamados histiocitos, son

    células fagociticas relativamente grandes y
    libres, con un diámetro

    aproximado de 12 um, que engullen distintas
    partículas y las someten a

    hidrólisis lisosomica.

    Los macrofagos se clasifican como células
    del tejido conectivo, por que

    representan un componente normal del tejido
    conectivo laxo y por que se

    derivan del mesenquima. No obstante también
    constituyen un componente

    esencial de otros tejidos y
    órganos, especialmente de los tejidos

    hematopoyetico y del hígado. Los macrofagos
    del tejido conectivo van de una

    forma redonda a una ovalada o angular, y su
    núcleo, que se tiñe de color

    oscuro por lo general esta en posicion
    excéntrica, y normalmente tiene forma

    de ovalo dentado o un frijol arriñonado. En
    ocasiones, las partículas

    relativamente grandes que estas células
    fagocitan oscurecen su núcleo, pero

    incluso cuando este no puede distinguirse, la
    presencia de partículas

    extrañasdentro de una célula
    bastante grande indica, por lo general, que se

    trata de cierto tipo de macrofago. Las
    partículas engullidas, incluyendo

    marcadores experimentales (tinta china o azul
    de tripano), pasan al

    citoplasma en fagosomas que después se unen
    a los lisosomas primarios. Las

    enzimas hidroliticas de estos ultomos atacan y
    degradan a las macromoléculas

    orgánicas de material ingerido. Cuando se
    observan con ME, los macrofagos

    normalmente manifiestan material fagositado en
    fagosomas, junto con una

    formación de diversos tipos de lisosomas
    secundarios, incluyendo los cuerpos

    residuales que contienen restos indigeribles.
    También se hallan presentes

    unas pocas cisternas de REr y un prominente
    aparato de golgi. La superficie

    de los macrofagos generalmente posee un aspecto
    irregular debido a la

    presencia de pseudopodos, pliegue superficiales y
    microvellosidades.

    Entre las diversas actividades que efectuan acabo
    los macrofagos en el

    tejido conectivo laxo esta la eliminación
    de ciertas clases de

    microorganismos infecciosos, la limpieza de los
    desechos celulares,

    resultante de la reaccion inflamatoria aguda que
    sigue a una infección o

    trauma, y la ingestión de la
    acumulación diaria de las partículas
    exógenas

    que llenan los pulmones de los fumadores
    consuetudinarios. La función

    principal de los macrofagos del bazo es destruir
    las células sanguíneas

    viejas, mientras que las células
    dendriticas, semejantes a macrofagos, de

    los nódulos linfáticos, parecen ser
    capaces de procesar a los antígenos

    digeridos para presentarlos luego a los
    linfocitos. Además de estas

    diferentes funciones
    fagociticas, existen pruebas de que
    los macrofagos

    representan el origen celular
    de:

    1. Proteínas
    complementarias.

    2. Serie de importantes reguladores de crecimiento
    hematopoyetico.

    Debido a que los macrofagos del cuerpo cumplen
    semejante variedad de

    funciones, se piensa que representan una población muy
    heterogénea.

    Las moléculas de los anticuerpos pueden
    facilitar la fagocitosis.

    Actualmente se sabe que hay por lo menos dos
    condiciones diferentes que

    pueden aumentar la eficiencia de los
    macrofagos para fagocitar

    microorganismos. La primera de estas condiciones
    conduce a la producción de

    lo que se llama macrofagos activados, los
    macrofagos influidos por un factor

    de inhibición migratoria que libera los
    linfocitos-T reguladores estimulados

    por antígenos. La otra condición
    consiste en la existencia de moléculas

    preconstituidas de anticuerpos (inmunoglobulina),
    las cuales se dirigen

    contra antígenos específicos en la
    superficie de estos microorganismos. Un

    extremo de la molécula de inmunoglobulina,
    que en su forma monomerica parece

    una Y, se denomina Fc (F por fragmento y c por
    cristalizable, es decir, la

    parte de la molécula que cristaliza cuando
    es separada por una enzima

    proteolitica). La porción Fc de la
    molécula de inmunoglobulina corresponde
    a

    la región de la cola de la Y, mientras que
    los puntos que combinan con los

    antígenos se sitúan en los dos
    brazos. Estos conservan su especificidad como

    aglutinante de antígenos después de
    haber controlado la digestión

    proteolitica de la molécula de
    inmunoglobilina, de modo que reciben el

    nombre de porción Fab de la
    molécula. Los macrofagos poseen receptores en
    la

    superficie celular para el extremo Fc, y en
    consecuencia, aglutinan esas

    moléculas en su superficie, gracias a esta
    disposición, las moléculas de

    anticuerpos se unen a los macrofagos de tal forma
    que su extremo opuesto

    queda libre sobre la superficie celular. Si son
    dirigidas contra los

    antígenos superficiales de los
    microorganismos infecciosos, esas
    moléculas

    permiten que los macrofagos los reconozcan y los
    facilitan que se adhieran a

    ellos, aumentando la fagocitos. Además, le
    presencia de receptores de Fc y

    los macrofagos permite que estos se unan con
    microorganismos previamente

    cubiertos con anticuerpos, porque las
    moléculas de anticuerpos aderidas a

    los microorganismos están orientadas con su
    extremo Fc hacia fuera.

    Los macrofagos también tienen la importante
    función de facilitar las

    respuestas inmunologicas, la célula
    precursora que se convierte en macrofago

    es el monocito, un tipo de leucocito
    (célula sanguínea blanca).

    Activación de los
    macrófagos

    Los macrófagos en reposo pueden matar,
    desde luego, pero sus capacidades

    microbicidas pueden mejorar por medio de su
    activación. Esta activación

    puede provocarse por:

    1. productos
    microbianos que causan:

    a. activación directa de monocitos y
    macrófagos

    b. Activación indirecta: los
    macrófagos sin activar y las células NK
    liberan

    citoquinas que a su vez activan a los
    macrófagos.

    2. Ulterior activación por citoquinas
    producidas por linfocitos TH, sobre

    todo por IFN-. Provocan atracción
    quimiotáctica de fagocitos y/o
    activación

    de los mecanismos dependientes e independientes de
    oxígeno.

    En años recientes se está viendo que
    la activación del macrófago es algo
    más

    complejo de lo que se creía. La idea clave
    que ha surgido es que el

    macrófago despliega unas u otras de sus
    funciones
    efectoras dependiendo de

    la combinación particular de
    estímulos químicos que reciba, a
    saber,

    citoquinas y moléculas
    inflamatorias.

    La activación de los macrófagos de
    ratón se puede lograr mediante el IFN-

    secretado por el TH, o por la endotoxina
    (lípido A) de las bacterias

    gram-negativas. Pero a su vez, los
    macrófagos activados secretan TNF, que
    al

    actuar sobre macrófagos ya activados
    provocan una mayor potenciación de sus

    capacidades al activarse la ruta dependiente del
    óxido nítrico.

    En humanos, el macrófago, en presencia de
    IFN-gamma, activa la 1-alfa

    hidroxilasa, que convierte el
    15-hidroxicolecalciferol circulante en

    1,25-dihidroxicolecalciferol (calcitriol o
    vitamina D3). A su vez, este

    calcitriol activa más al macrófago
    al tiempo que
    inhibe los linfocitos Th1.

    Esta respuesta en humanos puede ser parte de la
    razón de que cuando falla la

    eliminación del parásito haya un
    cambio desde
    TH1 a TH2, con lo que se hace

    crónica la respuesta celular. La producción de calcitriol en el caso
    de

    tuberculosis o sarcoidiosis puede llegar a
    circulación periférica,

    originando una afección de
    hipercalcemia.

    Llegados a este punto, quizá sea bueno
    llamar la atención sobre las

    diferentes fases de la respuesta inmune en las que
    participan los

    macrófagos:

    1. En la defensa inicial frente al
    patógeno: el macrófago sin activar
    tiene

    su capacidad fagocítica basal. Al mismo
    tiempo secreta
    citoquinas que ayudan

    a otras células (p. ej., Recordar la IL-1
    que participa en la activación de

    linfocitos B).

    2. En la presentación del antígeno:
    actúa como célula presentadora
    para

    linfocitos TH, que a su vez se activan secretando
    citoquinas.

    3. En la fase efectora el macrófago se
    activa por citoquinas (como el IFN

    secretado por linfocitos TH), lo cual va a
    potenciar sus actividades

    antimicrobianas, antitumorales y de
    secreción de citoquinas.

    Las citoquinas secretadas por macrófagos en
    respuesta a componentes

    microbianos cumplen importantes papeles: la IL-12
    y el TNF , en sinergia
    con

    otros mediadores, mejoran la actividad
    antimicrobiana inespecífica:

     el TNF- mejora la capacidad
    microbicida de PMN neutrófilos y de

    los propios macrófagos;

     el TNF- junto con la IL-12 provocan
    que las células NK liberen

    IFN-, el cual aumenta la actividad de los
    macrófagos;

     el TNF- induce cambios en las
    superficies de células endoteliales

    y de fagocitos, que pueden interaccionar de modo
    que los fagocitos se

    extravasan para acceder al lugar de la
    inflamación, donde se localiza el

    foco de infección.

    Propiedades de defensa de neutrofilos y
    monocitos-macrofagos.

    Los neutrofilos y los monocitos son las
    células encargadas fundamentalmente

    de atacar y destruir a las bacterias,
    virus y otros
    genes agresivos

    invasores, los neutrofilos son células
    maduras que pueden atacar y destruir

    bacterias y virus incluso en
    la sangre
    circulante. Por otra parte, los

    monocitos sanguíneos son células
    inmaduras con muy poca capacidad para

    luchar contra los agentes infecciosos. Sin
    embargo, una ves que entran a los

    tejidos comienzan a incharse, su diámetro
    aumenta con frecuencia hasta 5

    veces y alcanza hasta unas 80 micras; un
    tamaño que puede ser observado a

    simple vista. asi mismo se desarrollan en el
    citoplasma gran cantidad de

    lisosomas y mitocondrias, que le confieren el
    aspecto de sacos llenos con

    gránulos. Estas células se llaman
    ahora macrofagos y tiene una gran

    capacidad para combatir a los agentes
    patogenos.

    Diapedesis

    Los neutrofilos y los monocitos pueden atravesar
    los poros de los vasos

    sanguíneos por un proceso de
    diapedesis. A pesar de que el poro es mucho

    menor que la célula,
    una pequeña parte de esta se desliza a través del
    poro,

    y la porción que se desliza esta
    momentáneamente constreñida hasta
    las

    dimensiones del poro.

    Movimiento ameboide.

    Tanto los neutrofilos como los macrofagos se
    desplazan en los tejidos
    por

    el movimiento
    ameboide. Algunos pueden moverse a través de los tejidos
    a

    velocidades de hasta 40 am/min., es decir, varias
    veces su propia longitud

    cada minuto.

    Quimiotaxis.

    Cierto numero de sustancias químicas
    presentes en los tejidos hacen que los

    leucocitos se aproximen a la fuente de que
    proceden. Este fenómeno recibe el

    nombre de quimiotaxis.

    Cuando un tejido se inflama, varios productos
    pueden causar quimiotaxis de

    neutrofilos y macrofagos, haciendo que se muevan
    hacia el área inflamada.

    Estos productos
    son:

    1. Algunas toxinas bacterianas.

    2. Productos de
    degeneración de los tejidos inflamados.

    3. Varios productos de
    reaccion del "complejo de complemento"

    4. Diversas sustancias reactivas que son causadas
    por la coagulación del

    plasma en el área inflamada y otros
    productos.

    Fagocitosis por macrofagos.

    Cuando se activan por acción del sistema
    inmunitario, los macrofagos son

    fagocitos mucho mas poderosos que los neutofilos y
    a menudo tienen capasidad

    para fagocitar hasta 100 bacterias.
    Pueden aprisionar partículas mucho

    mayores, y frecuentemente cinco o mas veces el
    numero de partículas que

    pueden captar los neutrofilos; pueden incluso
    fagocitar partículas mucho

    mayores que las bacterias.
    También tiene capacidad para expulsar el
    material

    fagocitado una ves digerido, por lo que a menudo
    pueden sobrevivir durante

    meses.

    Digestión enzimática de las
    partículas fagocitadas.

    Una ves que una partícula extraña ha
    sido fagocitada, los lisosomas y otros

    organelos entran en contacto con la
    vesícula de fagositosis y sus membranas

    se fusionan con las de esta; así penetran
    las diversas enzimas y
    sustancias

    bacterianas y la vesícula se trasforma en
    una vesícula digestiva, que inicia

    inmediatamente la digestión de la
    partícula fagocitada. Tanto los

    neutrofilos como los macrofagos tienen enzimas
    proteoliticas especialmente

    dispuestas para digerir bacterias y
    otras materias proteicas extrañas. Los

    macrofagos también contienen grandes
    cantidades de lipasa, que digieren las

    espesas membranas lipidicas que rodean algunas
    bacterias.

    Capacidad de los neutrofilos y macrofagos para
    matar bacterias.

    Además de la digestión lisososmica
    de bacterias ingeridas en los fagosomas,

    neutofilos y macrofagos también contienen
    agentes bactericidas que matan a

    la mayoría de las bacterias aunque las
    enzimas
    lisosomicas no las digieran.

    Casi todo el efecto mortal es el resultado de
    diferentes agentes oxidantes

    poderosos formados por las enzimas en la
    membrana del fagosoma, o por la

    organela llamada peroxisoma. Estos agentes
    oxidantes son mortales para la

    mayoría de las bacterias aun en cantidades
    muy pequeñas. Sin embargo, por

    desgracia algunas bacteterias y de manera notable
    en el bacilo tuberculoso,

    cuentan con cubiertas resistentes a la
    digestión lisosomica y, al mismo

    tiempo secretan sustancias que resisten incluso
    los efectos mortales de los

    neutrofilos y macrofagos.

    El sistema
    monocito-macrofago y el sistema
    reticuloendotelial.

    Gran parte de los monocitos, al penetrar en los
    tejidos y después

    transformarse en macrofagos, se unen a ellos y
    permanecen así durante meses

    o incluso años, a menos que sean llamados
    para llevar acabo funciones

    especificas de protección. Tienen la misma
    capacidad que los macrofagos

    móviles para fagocitar gran cantidad de
    bacterias, virus, tejido
    necrotico u

    otras partículas extrañas y, cuando
    se estimulan adecuadamente, pueden

    separarse y transformarse en macrofagos
    móviles para responder a la

    quimiotaxis y a todos los demás
    estímulos relacionados con el proceso de
    la

    inflamación. La combinación de
    macrofagos móviles, macrofagos tisulares

    fijos y algunas células edoteliales
    especialisadas de la medula ósea, el

    bazo y los ganglios linfáticos se le
    denomina en conjunto sistema retículo

    endotelial por consiguiente, el sistema
    reticuloendotelial es casi sinónimo

    del sistema monocito-macrofago.

    Macrofagos tisulares en la piel y los
    tejidos subcutáneos (histocitos)

    Aunque la piel es
    normalmente inexpugnable a los agentes infecciosos,
    no

    sucede así cuando se rompe. Si la
    infección se inicia con los tejidos

    subcutáneos y sobreviene inflamación
    local, los macrofagos tisulares pueden

    dividirse en in situ y formar nuevos elementos .
    enseguida llevan acabo sus

    funciones usuales de atacar y destruir agentes
    infecciosos.

    Los macrofagos de los ganglios
    linfáticos.

    Si las partículas no son destruidas
    localmente en los tejidos , penetran en

    la linfa y fluyen atraves de los vasos
    linfáticos hasta los ganglios,

    localizados de manera intermitente a lo largo del
    trayecto de las vías

    linfáticas. Las partículas
    extrañas son atrapadas ahí en una red de
    senos

    revestidos por macrofagos
    tisulares.

    La
    organización general del ganglio linfático; se
    muestra como
    la linfa que

    penetra por los ganglios linfáticos
    aferentes atraviesa los senos medulares

    y, finalmente, sale por el hilio hacia los
    linfáticos eferentes. Un numero

    muy elevado de macrofagos tisulares reviste los
    senos; si cualquier

    partícula penetra los senos, estas
    células la fagocitan y evitan su

    diseminación general por todo el
    cuerpo.

    Macrofagos alveolares

    Otra vía por la cual los gérmenes
    invasores penetran muchas veces en el

    cuerpo es a través del sistema
    respiratorio. Por fortuna , hay un gran

    numero de macrofagos tisulares como componentes
    integrales de
    las paredes

    alveolares y pueden fagocitar las
    partículas que queden aprisionadas en
    los

    alvéolos. Si las partículas son
    digeribles, los macrofagos también
    pueden

    digerirlas y liberar los productos de la
    secreción hacia la linfa. Si no son

    digeribles, los macrofagos suelen formar a su
    alrededor una cápsula de

    "células gigantes" hasta el momento en que,
    si les es posible, puedan

    disolverla lentamente. Estas cápsulas
    suelen rodear bacilos de la

    tuberculosis o partículas de polvo de
    sílice e incluso de carbón.

    Macrofagos tisulares (células de Kupffer)
    en los sinusoides hepáticos.

    Otra vía favorita por la cual las
    bacterias invaden el cuerpo es a través

    del tubo digestivo. Un numero muy elevado de
    bacterias atraviesa

    constantemente la mucosa gastrointestinal y
    penetra en la sangre de la
    vena

    porta. Sin embargo, antes de que aquella llegue a
    la circulación general ha

    de atravesar los sinusoides del hígado, que
    están revestidos por macrofagos

    tisulares llamados células de Kupffer,
    estas células forman un sistema de

    filtro de las partículas tan eficaz que
    casi ninguna de las bacterias del

    tubo digestivo llega a pesar desde la sangre portal
    hasta la sangre de
    la

    circulación mayor. De echo,
    películas animadas de fagocitosis por células
    de

    Kupffer han demostrado fagocitosis bacterianas
    aisladas en menos de una

    centesima de segundo.

    Macrofagos del bazo y de la medula
    ósea.

    Si un microorganismo invasor logra estar en la
    circulación general, hay aun

    otras líneas de defensa por el sistema de
    macrofagos tisulares, en especial

    de bazo y medula ósea. En estos dos tejidos
    los macrofagos son atrapados por

    la malla reticular de su parenquima, y cuando las
    partículas extrañas entran

    en contacto con las células reticulares de
    esta malla, son fagositados por

    ellas.

    El bazo es similar a los ganglios
    linfáticos, excepto que atraves de el

    fluye sangre en ves de linfa. Una pequeña
    arteria penetra de la cápsula

    hacia la pulpa esplenica y termina en capilares
    pequeños, que son muy

    porosos y permiten la salida de gran numero de
    células de la sangre hacia

    los cordones de la pulpa roja. Las trabeculas de
    la pulpa roja están

    revestidas por gran numero de macrofagos y,
    además, lo están también
    los

    senos venosos. Este paso peculiar de la sangre a
    través de los cordones de

    la pulpa roja es un medio excepcional para la
    fagocitosis de desechos

    indeseables de la sangre, en especial globulos
    rojos viejos y anormales.

    Inflamación y función de los
    macrofagos.

    Cuando ocurre una lesión tisular por
    bacterias, traumatismos, productos

    químicos, calor o
    cualquier otro fenómeno se liberan muchas sustancias
    que

    producen cambios secundarios e impresionantes en
    los otros tejidos. Estos

    cambios secundarios se llaman en conjunto,
    inflamación, que se caracteriza

    por:

    1. Vasodilatacion local con exceso de flujo
    sanguíneo local consecuente.

    2. Aumento de la permeabilidad de los capilares
    con fuga de grandes

    cantidades de liquido, hacia los espacios
    interticiales.

    3. Coagulación de liquido en estos espacios
    a causa de las cantidades

    excesivas de fibrinogeno y otras proteínas
    que salen de los capilares.

    4. Migración
    de gran numero de granulocitos y monocittos hacia el
    tejido.

    5. Tumefacion celular.

    Respuesta de los macrofagosy neutrofilos a la
    inflamación.

    Los macrofagos tisulares como primer línea
    de defensa.

    Los macrofagos que se encuentran en los tejidos,
    sean histiocitos en el

    tejido subcutáneo, macrofagos alveolares en
    los pulmones, microglia en el

    cerebro, comienzan inmediatamente su acción
    fagocitaria. Cuando son

    activados por los productos de la
    inflamación, el primer efecto consiste
    en

    el aumento de tamaño de cada una de estas
    células. Luego, algunos de los

    macrofagos previamente sensibilizados pueden
    convertirse en unidades

    móviles, formando la primera línea
    de defensa durante la primera hora mas o

    menos. Por desgracia, sin embargo, su numero no
    suele ser muy considerable.

    Invasión por monocitos y macrofagos del
    tejido inflamado: tercera línea de

    defensa.

    Junto con la invasión de los neutrofilos,
    también penetran ene le tejido

    inflamado los monocitos de la sangre. No obstante,
    él numero de monocitos

    circulante es bajo. Además, la
    proporción de los almacenados en la
    medula

    ósea es mucho menor. Por consiguiente, la
    acumulación de estas células en
    el

    área del tejido inflamado es un proceso mucho
    mas lento que la de los

    neutrofilos y requiere varios días para que
    se haga efectiva; incluso

    después de haber invadido el tejido
    inflamado, los monocitos son aun células

    inmaduras y requieren 8 horas o más para
    alcanzar tamaños mayores. Sin

    embargo, acabo de días o semanas, los
    macrofagos predominan sobre las demás

    células fagociticas del área
    inflamada.

    Ya se a indicado que los macrofagos pueden
    fagocitar muchas mas bacterias y

    grandes partículas, incluso polimorfo
    nucleares y grandes cantidades de

    tejido necrotico, que las que pueden fagocitar los
    neutrofilos. Además, los

    macrofagos desempeñan un papel
    importante en la iniciación de la
    formación

    de anticuerpos.

    Control de retroalimentacion de la respuesta de
    macrofagos.

    Factores implicados en el control de la
    respuesta de macrofagos y

    neutrofilos en la
    inflamación:

    1. Factor de necrosis tumoral
    (TNF).

    2. Interleuquina (IL-1).

    3. Factor estimulador de colonias
    granulosito-monocito (GM-CSF).

    4. Factor estimulador de colonias granulositicas
    (G-YCSF).

    5. Factor estimulador de colonias monociticas
    (M-CSF).

    Formación de la pus.

    Cuando los neutrofilos y los macrofagos engloban
    gran numero de bacterias y

    tejido necrotico prácticamente todos los
    neutrofilos y muchos macrofagos, si

    no es la mayor parte, terminan por morir.
    Transcurridos varios días, suele

    aparecer en los tejidos inflamados una cavidad que
    contiene porciones

    variables de tejido necrotico y macrofagos
    destruidos. Tal mezcla se conoce

    con el nombre de pus.

    Bibliografía

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    Dr. Arthur C. Guyton

    Octava edicion

    Editorial Interamericana

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    Curso de inmunologia general

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    www.ugr.es/eianez/inmuno/cap_01.htm

    Macrofago en la vía de la
    hemostasia.

    Internet.

    www.laboratorio.com.mx/innata.html

    Macrofagos tisulares

    Internet.

    www.infomed.es/rode/rode98/segura2.html

    Enviado por:

    Jorge Ivan Acosta Villalpando

    Estudiante de odontologia, UACJ

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