INTRODUCCIÓN
En la Argentina el
proceso de
industrialización comenzó más temprano que
en cualquier otro país de América
Latina.
En dicho proceso se
pueden distinguir cuatro etapas:
- La primera: Industrialización
incipiente (1860-1930), caracterizada por la
implementación del modelo de
"desarrollo
abierto". La industrialización de la argentina se
origina con la integración a la división
internacional del trabajo del exitoso modelo
agro-exportador. El elemento dinamizador de la economía fue el
sector agropecuario y de sus superávit destinados al
comercio
exterior provino la importación de manufacturas, de
bienes para
consumo
final y de bienes de
capital para
ampliar la capacidad productiva del sector agropecuario. Como
resultado de esto, no sólo el sector industrial
jugó un papel
marginal, sino que padeció la quiebra de
muchas empresas, como
consecuencia de que éstas no eran competitivas por su
falta de tecnología, útiles
mecánicos y una dimensión del mercado
necesaria. - La segunda: se puede dividir a su vez en dos
subetapas a saber: - Industrialización Por
Sustitución De Importaciones
(ISI) Fácil (1930-1958). Dada la disminución
de la demanda
internacional de los productos
que nuestro país exportaba, la notable caída de
los precios de
los productos
agropecuarios, el incremento de los productos
industriales y el techo alcanzado en la frontera agropecuaria
en la región pampeana, constituyeron las causas de la
transformación en la actividad económica argentina,
debido a que no se podía garantizar el nivel de importaciones,
hecho que obligó a reemplazar productos e
insumos internacionales con producción nacional; por otra parte la
paralización de la actividad agropecuaria aceleró
la migraciones internas hacia centros urbanos de mano de obra.
Las ramas industriales que se desarrollaron fueron las
más vinculadas con los insumos agropecuarios y con las
primeras etapas de transformación son las llamadas ramas
vegetativas (alimentos,
bebidas, textiles, cuero, tabaco, etc)
caracterizadas por un bajo valor
agregado por unidad de producto. La
argentina
continuaba su dependencia del exterior en sus productos
manufacturados, complejos y los insumos básicos.
El Estado
jugó un rol fundamental, tanto en la transferencias de
ingresos
hacia el sector industrial (subsidios, créditos
promocionales, provisión de servicios),
como en de regulador de conflictos
sociales y árbitro de las pujas redistributivas. Este
desarrollo
industrial protegido fue conformando una estructura
industrial altamente diversificada y
oligopolizada. - Industrialización Por
Sustitución De Importaciones
(ISI) Difícil (1958-1974). Esta subetapa presenta
complejidades técnica y financieras de orden superior,
la sustitución se opera en productos químicos
derivados del petróleo, celulosa, siderurgia,
maquinarias y vehículo, etc.; son actividades que
requieran grandes inversiones,
mano de obra especializada y poseen un importante periodo de
maduración. Este periodo estuvo signado por el gobierno
desarrollista de Fondizi, y las políticas nacionalistas de Perón. - La tercera: Desindustrialización Y
Reestructuración (1975-1978): Los problemas de
la época que dieron origen a esta etapa fueron: –
Elevado nivel de proteccionismo (por temor de Perón a
la tercera guerra mundial)
– Orientación al mercado
interno – Escala de
planta muy reducida que generaba costos no
competitivos a nivel internacional – Escasa red de subcontratistas
(empresas muy
integradas verticalmente) – Saldos de divisas muy
negativos – Tasas de interés
negativas y transferencias de ingresos al
Sector industrial. A partir de marzo de 1776 asume Videla,
siendo su ministro de economía Martinez
de Hoz, con una política
económica que cambia profundamente las orientaciones
con las que se desenvolvían hasta ese momento las
actividades industriales, se estableció un programa de
liberalización de los mercados y
posterior apertura externa que proponía la
eliminación del conjunto de regulaciones, subsidios y
privilegios teniendo como objetivo
modernizar e incrementar la eficiencia de
la economía. Las medidas del ministro fue
muy liberal en algunos aspectos pero muy restrictivos en otros:
el enfoque monetario del Balance de Pagos apuntaba a lograr que
baje la inflación y reestructurar el sector industrial.
Se realiza una reforma arancelaria para abrir la economía (se bajan
del 90% al 50% los aranceles de
importación). Como aumenta la productividad
nacional no surte efecto. – Ante el atraso cambiario y una
segunda reforma arancelaria, se logró incrementar las
importaciones
(algunos bienes de
capital y
otros innecesarios) – La sanción de la reforma
financiera del ’77: libera la tasa de interés
que atraen capital
extranjero y producen exceso de liquidez – - La cuarta: (1978 a la actualidad). Esta
se inicia al instrumentarse la versión de economía abierta de
la escuela
monetarista (enfoque monetario del Balance de Pagos), la
aplicación de la misma tenía como objetivo
igualar la tasa inflacionaria interna con la externa, la que se
ajustaría según la tasa de devaluación del
tipo de
cambio. Este último se determinaba con un cronograma
que fijaba un ritmo de devaluación continuamente
decreciente en el tiempo
(tablita), en un contexto de apertura cada vez mayor de la
economía al exterior, ello suponía que las tasas
de interés
y de inflación internas debían converger con las
internacionales, la mencionada convergencia no se logro. En
este contexto el sector industrial sufrió la crisis
más profunda de su historia dada por, entre
otros, los siguientes factores: contracción de los
mercados,
bajos niveles de demanda de
los productos industriales y el constante crecimiento de las
altas tasas de interés
que superaban toda posibilidad de rentabilidad
productiva y que llevo a las empresas a
niveles de endeudamiento que en muchos casos generó
cierres, despidos, achicamiento de la industria.
Era más rentable tener capital en
el circuito financiero. Aunque las condiciones imperantes del
momento eran favorables para las empresas
transnacionales, éstas no se expandieron durante este
periodo en la industria
argentina. Ya en década del ’80 durante el
transcurso de los gobiernos democráticos y a diferencia
de décadas anteriores se produce el deterioro de las
cuentas del
gobierno (mayor
regresividad), disminuye la relación Inversión/PBI, se privatizan numerosas
empresas de
estado, se
incrementa el empleo y el
gobierno no se
preocupa por el bienestar social. A esta cuarta etapa se agrega
la operatoria del Mercosur con
intercambio de insumos entre los países miembros y en
vistas a una integración de los países de toda
América
latina a efectos de crear una zona de libre comercio
de integración regional (ALCA) que
reuniría más de 770 millones de consumidores con
el objetivo de
generar empleos y aumentar los niveles de bienestar
social.
El objetivo de
este trabajo es profundizar en la etapa comprendida entre los
años 1958 y 1962. Período que comprende la etapa de
crecimiento mas explosivo de las Industrias
dinámicas en nuestro país.
LA ARGENTINA DE LA
ÉPOCA
La vuelta al sistema
constitucional en mayo de 1958, encuentra al país con una
población con regular poder
adquisitivo, pero superior a las deficientes posibilidades
productivas, lo cual originaba al mismo tiempo
disminución de los saldos exportables y gran demanda de
importaciones.
Además se mantenía el déficit fiscal, el de
la balanza de pagos,
la desocupación disfrazada en la burocracia, los
desequilibrios monetarios y el proceso
inflacionario.
En ese momento las importaciones que más
pesaban en el balance de pagos eran combustibles, hierro y
acero,
maquinarias, herramientas,
productos químicos, papel,
celulosa, en síntesis, todos aquellos indispensables para
mantener en actividad una industria
liviana que representaba el 25,2 % del producto
global y que absorbía el 71,9 % de las importaciones. Al
asumir el gobierno electo
en febrero de 1958, las reservas de oro y divisas, de alrededor
de 200 millones de dólares, no alcanzaban para financiar 2
meses de importaciones.
A partir de 1958 se inicia el último
subperíodo de la ISI que se extiende hasta mediados de los
’70. Articulada en los complejos petroquímicos y
metalmecánico, la industria tuvo
su desempaño mas destacado convirtiéndose en el
motor de
crecimiento generador de empleo y base
de la acumulación de capital. Con
la masiva participación de filiales de empresas
transnacionales se ocuparon progresivamente los casilleros
vacíos de la matriz
insumo-producto en el
marco de una economía altamente protegida con el objetivo de
lograr un mayor nivel de autoabastecimiento.
FRONDIZI Y EL
DESARROLLISMO.
Frondizi, mucho antes de su elección,
había llegado a compartir el enfoque "realista" de Rogelio
Frigerio respecto del papel del
capital foráneo en una sociedad en
desarrollo:
era el propósito de la inversión y no la fuente del capital, lo
que determinaba el fortalecimiento o el debilitamiento de la
independencia
económica de un país. Las inversiones en
la industria
pesada, en acero petróleo,
electricidad,
petroquímica y celulosa eran necesarias. Dado el estado
empobrecido del tesoro, el objetivo inicial era la rápida
expansión de la producción petrolífera. Con
experiencia y capital extranjeros, se esperaba que el país
estaría en condiciones de lograr el autoabastecimiento de
los combustibles importados y posibilitar la utilización
de 300 millones de dólares anuales en moneda extranjera en
otros sectores de la economía.
La doctrina desarrollista consideraba inexistente
la limitación de ahorros en la asignación de los
recursos. Todos
los programas de
inversión deseables podrían ser
financiados rápida y simultáneamente con la entrada
masiva de inversión externa, que al mismo tiempo
mantendría en equilibrio el
balance de pagos. Una vez que la corriente de capital comenzase a
disminuir, la sustitución de importaciones debida a las
inversiones
anteriores podría ser suficiente para asegurar el equilibrio
externo, con excepción tal vez del pago total de las
obligaciones
externas.
SUS IDEAS
En este período, la estrategia
desarrollista implementada por Frondizi abarca una
combinación de ideas entre las cuales
destacamos:
- Desarrollar en la Argentina un complejo
industrial integrado, poniendo mayor énfasis en las
"industrias
básicas; explotar en forma intensiva los recursos
naturales de la nación y fortalecer el desarrollo
regional para asegurar la completa integración de la economía
nacional. - Rechazar el concepto de
división internacional del trabajo. - Seguir una estrategia de
desarrollo
agrícola parecida a la industrial: rápida
mecanización y mejoras
tecnológicas. - Atraer un flujo masivo de capital extranjero
para proveer los recursos
requeridos por esta estrategia. - Lograr una actuación importante del
Estado en la
planificación y en la realización
de obras de infraestructura. Tratar por todos los medios que
el Estado no
deprimiera la inversión privada y no esterilizara sus
recursos, con
una proporción elevada de gastos
corrientes. - Facilitar el adiestramiento de la mano de obra y su
transferencia hacia los sectores más eficientes de la
economía.
Para su cumplimiento se determinaron prioridades
que se irían desarrollando sin ordenamiento
específico: siderurgia, energía, caminos, transporte,
carbón y petroquímica.
Los sectores donde las posibilidades de desarrollo
eran más favorables fueron, el
petróleo, la siderurgia y el reequipamiento
industrial.
A estas prioridades, se volcaron
prácticamente el grueso de las inversiones y
radicaciones de capital, provocando la creación de una
intensa demanda de
mano de obra. Esto trajo como consecuencia cambios en el proceso de
capitalización de los distintos sectores de la
economía, modificación en la participación
en el producto bruto
interno y en los niveles de ocupación entre los sectores
productivos y no productivos por primera vez en 30
años.
ACUERDOS CON EL FONDO MONETARIO
INTERNACIONAL
En diciembre de 1958 el gobierno iniciaba
un programa de
estabilización que exigía cambios fundamentales en
las prácticas económicas en vigencia. La primera
preocupación de Frondizi fue ganarse la confianza de los
inversores internos y de la comunidad
financiera internacional. A tal efecto designó a Alvaro
Alsogaray (liberal partidario de la libre empresa) nuevo
Ministro de Economía quien, a cambio de un
préstamo de emergencia , firmó un acuerdo con el
FMI para
iniciar un programa de
austeridad. El Fondo hizo las siguientes recomendaciones sobre la
política
económica que debía seguirse en el año
1959: En cuanto a la política
fiscal, los objetivos
estaban dados en reducir el déficit del presupuesto,
reducir el gasto corriente y los aportes de la Tesorería a
las empresas del Estado,
así como restringir los aumentos de los salarios del
sector público, entre otros. En cuanto al aspecto
monetario debía seguirse una política de
restricción del crédito, también limitó el
redescuento de los bancos privados y
se aumentaron los coeficientes de reserva. Hacia fines de 1959,
el gobierno argentino, habiendo usado parte del crédito
stand-by que obtuvo el año anterior, gestionó un
nuevo crédito
del Fondo Monetario
Internacional. La misión del
FMI que
visitó el país en septiembre del 1959, se
manifestó satisfecha con el progreso del "Programa de
Estabilización" durante 1959 y el país obtuvo un
nuevo crédito
stand-by de 100 millones de dólares.
Ya en el año 1962 una gran cantidad de
deudas en el corto y mediano plazo y una fuga de capital
ocasionaron una reducción de las reservas que tuvo un
importante impacto sobre el crédito
del país. Para compensar el deterioro de las reservas, el
gobierno tuvo que recurrir al crédito del Banco Central en
exceso del límite convenido con el FMI para poder
financiar sus gastos
corrientes. Por esto, el Fondo declaró a la Argentina en
violación del acuerdo de stand-by firmado en diciembre de
1961.
La "economía social de mercado",
propugnada por el nuevo Ministro, se basa en la aplicación
tan rigurosa como sea posible de los mecanismo de mercado,
principio ordenador de la sociedad libre.
El mercado es el
elemento capaz de coordinar de una manera más efectiva,
las infinitas variables que
requiere el equilibrio
económico. La intervención del Estado
sólo debe asegurar la competencia,
resolver los casos críticos, y alcanzar determinados
objetivos
sociales. Alsogaray insistió en la necesidad de llevar el
proceso de
liberación hasta las últimas consecuencias,
preservando la estabilidad, como única garantía de
incrementar la capacidad productiva de la economía. La
política
económica operó: devaluando, "racionalizando"
el sector público, obligado al ahorro forzoso
(pago de remuneraciones en
Bonos);
auspiciando la participación irrestricta del capital
extranjero (Ley 14.780),
limitando el crédito a pequeñas empresas y
asalariados y los aumentos de salarios. En
general limitando la participación del Estado en la
economía y reforzando la iniciativa
privada.
CAPITAL EXTRANJERO Y CONVENIOS
PETROLEROS.
Aunque Frondizi había mencionado en su
campaña la necesidad de atraer al capital foráneo
para acelerar el desarrollo industrial, había evitado dar
detalles de su plan. Muchos de
los que habían votado por él lo habían hecho
en la creencia de que el presidente sería leal al programa de la
UCR de Avellaneda, que nunca haría concesiones a las
compañías internacionales que habían
explotado el mercado energético de la Argentina en el
pasado y que sobre todo en el sector petrolífero
continuaría siendo el paladín del ideario de un
total monopolio
estatal sobre la producción, la refinación y la
distribución del petróleo.
El presidente tenía plena conciencia de las
protestas que seguirían al anuncio público de su
política
petrolera, pero era evidente que confiaba en que estaba en
condiciones de soportar las presiones. Sin embargo, recién
en julio de 1958, el doctor Frondizi exhibió su programa
petrolero.
Un rasgo central de ese programa habría de
ser una serie de contratos de
perforación concedidos directamente (para evitar las
demoras de una licitación pública) a cierto
número de empresas privadas. A algunas de esas empresas se
asignaron áreas donde equipos de YPF ya habían
localizado la existencia de petróleo;
otras empresas debieron asumir los riesgos de
explotación, pero en todos los casos el
petróleo extraído debía entregarse a
YPF, a precios
estipulados en los respectivos contratos.
Continuando con su política, en
diciembre del mismo año se aprobó la ley que
concedía a los inversores foráneos iguales derechos de que gozaban los
locales y les permitía remitir las utilidades al exterior
sin ningún tipo de trabas.
Hacia 1962, la Argentina había llegado
prácticamente a autoabastecerse de productos derivados del
petróleo;
de hecho fue necesario exportar pequeñas cantidades de
crudo por cuanto se vio colmada la capacidad de almacenamiento y
de refinación en el país.
EMPRESAS TRANSNACIONALES. LA
PROFUNDIZACIÓN DEL PROCESO
SUSTITUTIVO
Es hacia fines de la década del cincuenta y
principios de
la del sesenta que las empresas transnacionales pasan a
desempeñar un papel
decisivo. Las industrias que
lideran esta segunda fase del proceso sustitutivo se estructuran
a partir de la incorporación de empresas extranjeras que,
a poco de instalarse, pasan a formar parte principal de la
élite empresaria del sector.
El monto global de las radicaciones aprobadas
entre 1958 y 1962 no representó un aporte sustantivo al
proceso de acumulación de capital en la industria; oscila
en torno al 10% de
la formación de capital en el sector. Pero su
concentración en unas pocas actividades
estratégicas (aquellas de mayor dinamismo relativo, de
tecnologías modernas, de mercados
oligopolizados y de un superior potencial de acumulación),
trajo aparejado la transformación profunda de la estructura
industrial y el liderazgo de
empresas transnacionales en aquellas industrias que
por su propia naturaleza,
impulsaban el desarrollo manufacturero del país,
configurando los polos dinámicos de la acumulación
y reproducción de capital en la Argentina de la segunda
posguerra.
En efecto desde mediados de la década del
cincuenta, las industrias
manufactureras se convirtieron en el polo de atracción
casi exclusivamente de los capitales extranjeros que se radicaron
en el país. A lo largo de dos décadas, cualquiera
sea el subperíodo político-institucional que se
considere, dichas industrias captaron alrededor del 95% de la
inversión extranjera autorizada a instalarse. Esta
orientación sectorial se asocia, a la vez, con el
desarrollo de una serie de actividades que, por su dinamismo y su
potencialidades suponen una transformación estructural del
sector industrial y de la economía en su
conjunto.
En el período bajo análisis, de las 254 radicaciones de
empresas que autorizó el Poder
Ejecutivo se concentraban en un 90% en industrias
químicas, petroquímicas, derivadas del
petróleo, metalúrgica y en la fabricación de
material de transporte y
maquinarias eléctricas y no eléctricas y apenas el
1,9% lo hizo hacia industrias tradicionales como la indumentaria
y la textil.
En lo que atañe al origen de los capitales
que presentaron solicitudes de radicación, se constata que
algo más del 60% del total de la inversión
autorizada era de origen estadounidense, la presencia japonesa
resulta prácticamente insignificante y el resto proviene
del área europea, destacándose países como
Suiza, Holanda, Alemania,
Italia y Francia.
DISTRIBUCIÓN SECTORIAL DE LAS | |||||||||
Subpe- | TOTAL | Agricultura | Minería | TOTAL | Alimenticia | Textil | Celulosa | Químicos | Metálica |
ríodos | y | y | Petroquí- | excluída | |||||
Papel | micos. | maq.y | |||||||
1955-57 | 47,544.50 | 682.60 | 800.00 | 45,687.70 | 747.10 | 4,526.80 | 314.40 | 15,494.90 | 1,760.80 |
1958-62 | 552,992.00 | 4,667.00 | 925.00 | 525,050.00 | 8,582.00 | 1,808.00 | 4,328.00 | 229,766.00 | 39,449.00 |
1963-66 | 77,291.00 | – | 633.00 | 73,068.00 | 1,527.00 | 425.00 | 327.00 | 4,109.00 | 12,169.00 |
DISTRIBUCIÓN | |||||||||
Períodos | Total | EE.UU. | Gran | Italia | Suiza | Francia | Alemania | Holanda | Resto |
General | Bretania | Occidental | |||||||
1955-57 | 47,554.50 | 29,541.30 | 1,833.40 | 5,312.20 | 142.50 | 614.80 | 3,770.90 | 733.50 | 5,605.90 |
1958-62 | 552,992.00 | 328,944.00 | 32,116.00 | 24,058.00 | 55,875.00 | 18,882.00 | 30,474.00 | 29,484.00 | 33,159.00 |
1963-66 | 77,291.00 | 19,054.00 | 2,111.00 | 10,185.00 | 7,358.00 | 24,233.00 | 4,013.00 | 330.00 | 10,007.00 |
MODIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA DE
EXPORTACIONES E
IMPORTACIONES
La presencia de capital extranjero y las
importaciones masivas de bienes de
capital como consecuencia de la política de apertura
hacia el exterior puesta en práctica, se traducen en una
modificación sustancial de la estructura
manufacturera. El proceso de industrialización significa
una modificación importante en la estructura de
las exportaciones
como así también de las importaciones. Cuando este
proceso comienza aumentan las exportaciones
más ligadas al sector agropecuario, o con poco valor agregado
(MOA). En la medida en que la industrialización avanza es
posible exportar productos industrializados con mayor valor agregado
(MOI). En cuanto a las importaciones, normalmente se da el caso
inverso: disminuyen aquellas de bienes finales
y aumentan las de bienes intermedio.
UNA CONSECUENCIA DEL PROGRAMA DE
ESTABILIZACIÓN
Este programa de estabilización de
diciembre de 1958, fue el precio exigido
a la Argentina por el FMI y el Tesoro
de los EEUU para brindar la ayuda económica necesaria para
resolver la crisis de la
balanza de pagos,
el mismo preveía diversas medidas que produjeron una
amarga reacción entre la clase trabajadora y los sectores
de bajos ingresos. No eran
sólo los consiguientes aumentos de los precios al
consumidor los
que suscitaban el descontento, sino también la anunciada
intención del gobierno de librarse de empresas
deficitarias que habían sido adquiridas en la época
de Perón.
Fue la promulgación por parte del Congreso
de una ley que
autorizaba la venta de una de
esas empresas, el Frigorífico Nacional en el barrio de
Mataderos, lo que provocó una protesta espontánea
que pronto se convirtió en un gran enfrentamiento entre el
gobierno y el movimiento
obrero. Los obreros del frigorífico se refugiaron en
barricadas dentro de la fábrica. El bloque peronista de
las "62" declaró estado de huelga por
tiempo
indeterminado. Durante dos días, la economía
argentina fue paralizándose a medida que las
industrias cerraban, el transporte
público no funcionaba y los diarios dejaban de
aparecer.
Con el presidente Frondizi en EEUU, el presidente
en ejercicio, José María Guido, reaccionó
ante la huelga
apelando a medidas firmes. Se dieron órdenes que
ponían el sistema de
transporte de
la Capital en movilización militar. La Capital Federal
adquirió la apariencia de una ciudad ocupada. La firmeza
de la reacción del gobierno a la huelga general
encauzó la economía en pocos días a la
normalidad. Pero la política original de
Frondizi-Frigerio tambaleaba.
ALEMANN, NUEVO
MINISTRO.
El nuevo Ministro de Economía, Roberto
Alemann, designado para seguir una política más
flexible con vistas a las elecciones de principios de
1962, continuó sin embargo con un manejo severo en lo
monetario, transfiriéndose al sector privado alrededor de
40 empresas que hasta entonces habían sido manejadas por
la Dirección Nacional de Industrias del Estado
(DINIE). Este programa económico estaba en
contradicción con la doctrina peronista y fue el origen de
la ruptura entre el partido gobernante y aquella fuerza
política, lo cual produjo un frontal enfrentamiento con
los sindicatos que
se concretó en declaraciones de huelga en
distintas actividades. Un conflicto
gremial con los ferrocarriles provocó la renuncia de
Alemann quien fue reemplazado por Carlos Coll
Benegas.
Es entonces cuando ocurrió una de las
características inflexiones que en nuestro
país tiene el proceso económico. El PBI
había crecido a un ritmo acelerado durante 1960 y 1961,
7,9% y 7,1% respectivamente, y empezará a decrecer
también rápidamente desde este último
año, al punto que en 1962 se torna
negativo.
ESTADÍSTICAMENTE.
El análisis de las estadísticas de este período
permiten evaluar los efectos de una política desarrollista
tendiente a modificar la estructura productiva de una
país.
Cuadro 1 – EXISTENCIAS | ||||||
Año | Vacunos | Ovinos | Porcinos | |||
1958 | 41.327.343 | 47.885.689 | 3.316.263 | |||
1961 | 43.164.522 | 50.149.636 | 3.387.325 | |||
Aumento | 4,50% | 4,50% | 2,30% | |||
Fuente: CONADE. Plan | ||||||
Cuadro 2 – BALANCE | ||||||
(en millomes de | ||||||
Año | Exportaciones | Importaciones | Saldo | |||
1957 | 974,80 | 1.310,40 | -335,60 | |||
1961 | 964,10 | 1.460,30 | -496,20 | |||
Fuente: CONADE. Plan | ||||||
Cuadro 3 – COMPOSICIÓN DE LAS | ||||||
(en millones de | ||||||
Año | Ganader. | Agric. | Fores- | Minería | Caza y | Diversos |
tales | pezca | artíc. | ||||
1957 | 500,1 | 405,60 | 25,00 | 7,30 | 2,90 | 34,00 |
1961 | 516,0 | 387,90 | 13,30 | 6,20 | 4,60 | 36,20 |
Fuente: CONADE. Plan | ||||||
Cuadro 4 – COMPOSICIÓN DE | ||||||
(en millones de | ||||||
Bienes | Combust. | Vehíc. | Lingotes | Materiales | ||
Año | de | y | y | y | construcc. | Otros |
Consumo | Lubric. | de | y | |||
1957 | 74.865,00 | 317.491,00 | 49.617,00 | 100.797,00 | 87.169,00 | 382.507,00 |
1961 | 70.465,00 | 129.737,00 | 269.314,00 | 141.239,00 | 74.934,00 | 373.579,00 |
Fuente: CONADE. Plan | ||||||
Cuadro 5 – PRODUCCIÓN NACIONAL DE | ||||||
(en unidades) | ||||||
Año | Uso | Utilitarios | Total | |||
1957 | 11.743,00 | 3.892,00 | 15.635,00 | |||
1961 | 81.932,00 | 54.334,00 | 136.266,00 | |||
Fuente: CONADE. Plan Nacional de | ||||||
Cuadro 6 – PRODUCCIÓN Y CONSUMO | ||||||
(en miles de | ||||||
Producción | Consumo | |||||
Año | Arrabio | Acero | Laminación | Global | per | |
bruto | kg./p. | |||||
1957 | 33,70 | 221,40 | 683,20 | 1.813,20 | 91,50 | |
1961 | 398,50 | 441,40 | 909,30 | 2.725,60 | 127,90 | |
Fuente: CONADE. Plan Nacional de | ||||||
Cuadro 7 – PRODUCCIÓN DE | ||||||
(en miles de m3) | ||||||
Año | Y.P.F. | Otras | Total | |||
Contratistas | empresas | |||||
1957 | 4.656,00 | 741,80 | 5.397,80 | |||
1961 | 12.908,30 | 520,00 | 13.428,30 | |||
Fuente: CONADE. Plan Nacional de | ||||||
Cuadro 8 – IMPORTACIÓN DE | ||||||
(en miles de m3) | ||||||
Año | Y.P.F. | Otras | Total | |||
empresas | ||||||
1957 | 2.735,30 | 3.962,70 | 6.698,00 | |||
1961 | 201,50 | 1.880,60 | 2.082,10 | |||
Cuadro 9 – PRODUCCIÓN Y | ||||||
Año | Producción | Consumo | ||||
1957 | 1.303,30 | 851,70 | ||||
1961 | 4.426,50 | 2.337,70 | ||||
Fuente: CONADE. Plan Nacional de | ||||||
Cuadro 10 – PRODUCTO | ||||||
(en millones de | ||||||
Año | Agropec | Pesca | Canteras | Industria | Construc. | Comerc. |
y | manufac. | |||||
1957 | 145.451,30 | 714,40 | 6.850,30 | 275.140,30 | 34.882,50 | 137.771,60 |
1961 | 147.552,70 | 814,50 | 16.245,10 | 311.999,80 | 39.078,10 | 167.787,20 |
Año | Transp. | Comunicac. | Electricidad | Bancos, | Gobierno | Otros |
Almacen. | agua y | seguros, | Servicios | |||
1957 | 60.679,10 | 8.514,10 | 9.694,30 | 16.644,40 | 63.565,60 | 74.004,90 |
1961 | 67.244,20 | 9.786,70 | 13.678,70 | 19.433,80 | 65.647,60 | 80.060,60 |
Fuente: CONADE. Plan Nacional de | ||||||
Cuadros 11 – EVOLUCION DEL VALOR | ||||||
(índice | ||||||
Papel | Metales | Vehículos | Máquinas | Piedras, | Derivados | |
Año | y | y | tractores | aparatos | vidrio | del |
cartón | siderurgia | maquinarias | eléctricos | cerámica | Petróleo | |
1957 | 105,10 | 98,20 | 64,50 | 81,40 | 108,00 | 90,20 |
1961 | 123,30 | 119,10 | 119,50 | 120,30 | 112,30 | 108,30 |
Año | Productos | Caucho | Alimentos | Textiles | Resto | |
químicos | bebidas | artesanado | ||||
1957 | 86,90 | 86,50 | 108,50 | 102,20 | 102,30 | |
1961 | 104,00 | 133,80 | 99,00 | 101,30 | 99,60 | |
Fuente: CONADE. Plan Nacional de | ||||||
Cuadro 12 – PARTICIPACIÓN EN | ||||||
EN EL PRODUCTO BRUTO | ||||||
(comparativo | ||||||
Agricultura | Industria | Constuc- | Comercio | Vivienda | ||
Año | ganadería | Minería | manufac. | ción | transporte | y |
pesca | comunicac. | finanzas | ||||
1945 | 20,3 | 1,2 | 22,8 | 5,8 | 24,8 | 7,1 |
1955 | 17,1 | 1,1 | 23,3 | 6 | 25,8 | 7,4 |
1957 | 16,5 | 1,1 | 22,9 | 6,6 | 26,1 | 7,5 |
1961 | 13,9 | 1,6 | 35,1 | 4,6 | 24,3 | 4,4 |
Fuente: BCRA Gerencia
Investigaciones Económicas y CONADE. Plan
Nacional de Desarrollo 1965/69
Se puede ver claramente que en 1961 la
economía del país lograba un incremento en su
producto bruto del 6,7 %, proveniente de un proceso
económico en alza, alimentado por inversiones que llegaron
en ese año a 147 millones de dólares, dirigidas a
los sectores considerados prioritarios.
El análisis de la situación
económica da lugar a las siguientes
conclusiones:
- Hasta 1958 se importaba el 65 % del consumo
total de petróleo, que requería emplear en este
rubro el 20 % del total de las importaciones. En 1961 dichas
importaciones representaban el 8 % del
total. - En 1957 el consumo de
acero per
cápita había descendido un 30 % con respecto
a 1955. El promedio anual del período 1958/61
superó largamente los 2.000.000 de toneladas, llegando a
un consumo per cápita de 127,9 kilogramos en el
último de los años mencionados. Las cifras de
producción y consumo (cuadro 6) cuantifican la
magnitud del cambio
operado en este sentido: la producción de arrabio
aumenta el 1.200 %, la de acero bruto
el 100 %, la de laminados el 34 % y el consumo per
cápita se incrementa en un 40 %. - El arreglo de antiguas cuestiones políticas con el exterior (propiedad
enemiga, CADE, etc.) y la política de expansión
industrial permitieron el ingreso al país de 1.900
millones de dólares. - Los stocks ganaderos registraron un
pequeño aumento del 4,5 %. - La participación de sueldos y
salarios en el ingreso bruto interno en 1958 fue del 44 % y
en 1961 del 40,80 %. O sea que a pesar de la iniciación
del proceso de cambio
observado en el país, los sectores asalariados
disminuyeron su participación relativa en el
ingreso. - Las cifras que surgen del cuadro 10 reflejan el
incremento de la participación de la industria
manufacturera en el producto bruto interno, que fue en el
período del 14%; la participación del rubro
canteras y minería
se incrementó en los 4 años el 140%; comunicaciones 15%, electricidad y
gas 41%, en
tanto que los sectores tradicionales mantienen el ritmo de
crecimiento habitual. - De los cuadros 2, 3, 4 y 8 se observa que si
bien aumentó el déficit de la balanza
comercial, la composición de importaciones del
año 1961 revela que es este aspecto el rubro
vehículos y maquinarias aumentó el 460%;
disminuyó levemente las importaciones de bienes de
consumo, y la de combustibles y lubricantes bajó el 58%.
Con respecto a las maquinarias en particular, la
importación aumentó de 335 millones de
dólares en el año 1957 a 661 millones de
dólares en 1961. - De las cifras del cuadro 11 surge que la
producción manufacturera se convirtió en el
elemento dinámico del proceso de desarrollo. El
reequipamiento del parque industrial, la canalización de
inversiones y del crédito, la introducción de
tecnología de nivel intermedio, modifica
sustancialmente la composición de nuestro producto
bruto. Así tenemos que el valor
agregado del rubro vehículos, tractores y maquinarias
aumenta en este período el 90,5%, el de los metales y
siderurgia incrementa el 20%, caucho el 49%, mientras que
mantiene con pocas variantes la participación de
sectores como alimentos y
bebidas, textiles y artesanado. - Del cuadro 5 surge que la producción de
automotores, iniciada en el período 1946/55, toma
carácter industrial en este período. Se
utilizó el régimen de integración progresiva con un
máximo de cinco años en el que la
producción debía ser íntegramente
nacional. La crítica habitual que se efectúa,
relativa a los egresos por importación de partes y
repuestos que originó, carece de significación
frente a la creación de industrias de base y mediana
tecnología y al crecimiento de toda una
cadena de empresas subsidiarias, que en nuestro caso
significó la constitución de centros industriales en
el interior y una alta demanda de
mano de obra especializada. - En el rubro petróleo y gas se
concentraron los resultados más importantes de la
política
económica emprendida. De los cuadros 7, 8 y 9 se
observa que la producción de petróleo del
período aumentó el 150%, la importación
disminuyó el 70% y la producción de gas natural se
incrementó en el 245%. - Las variaciones de la estructura productiva que
se analizaron en el cuadro 12 demuestran comparativamente la
participación de los distintos sectores en el Producto
Bruto Interno en 1945, 1955, 1957 y 1961. De allí surge
que, a pesar de las distintas políticas aplicadas desde 1930 hasta
1957, el porcentaje de participación de la industria
manufacturera oscila en el 23%. En el período 1958/61
ésta aumenta considerablemente, elevando la
participación de dicho sector al
35,1%.
CONCLUYENDO.
Se hizo mención al comienzo del análisis de este período a la
incorporación en 1960 de un equipo económico de
tendencia monetarista, que aplica esta política en el
área presupuestaria y fiscal.
Resultado de la misma fue que en 1960 los medios de pago
aumentan sólo un 25% respecto del año anterior (en
1959 el incremento de la relación con respecto a 1958 fue
del 50%), reduciéndose considerablemente el déficit
presupuestario. Esta disminución relativa de los medios de
pago, frente al ritmo ascendente de la producción y de los
costos internos,
ocasionó un estado de iliquidez que a través de las
perturbaciones en el financiamiento
comenzó a frenar el proceso de crecimiento
iniciado.
Todo lo expuesto parecería indicar que si
bien es posible aplicar una política de
estabilización y restricciones monetaria a una
economía desarrollada, tales medidas insertadas en un
proceso tendiente al desarrollo provocan la disminución
del ritmo de actividad económica.
En este período la aplicación de
medidas tendientes al cambio
estructural, acompañadas de inversiones y radicaciones de
capital orientadas a los sectores productivos, tendieron al pleno
empleo.
Asimismo, el aprovechamiento intensivo de los recursos
productivos posibilitó una política de
sustitución de importaciones, requerida por el cambio.
El error fundamental de Frondizi consistió
en persistir en un conjunto de políticas
que no daban los resultados esperados. Además
procedió a improvisar medidas encaminadas a obtener el
apoyo popular.
Autor:
Carolina Feresin
Soledad Belloti
Marcos Lora
Egresados de la UNL
cferesin[arroba]ssdfe.com.ar