ANALISIS DEL TEXTO:
Por Francisco Avila F.
Profesor de la UNERMB
Este trabajo se realizó el
04-12-97
RESUMEN
La vía más natural por ser la más
lógica
para entender los secretos de la naturaleza, es la
comprensión de los sistemas
más simples para luego entrar con ímpetu en los
más complejos. Las leyes
científicas tienen capacidad predictiva mientras no
aparezcan en escena las ‘fluctuaciones" que a través
de ellas el azar se rebela contra dicha capacidad. A diferencia
de la ciencia que
debe ser un sistema
"abierto’ con componentes deterministas, los
científicos deben ser indeterministas, cuestionadores y
buscar explicaciones divergentes, a fin de entender la esencia
del "cambio" como
la capacidad de transformar, de construir o de incorporar los
significantes poderosos, en la complejidad del mundo. La
complejidad puede tratar de conocerse mediante la ciencia, el
arte, la
música y
la filosofía. El camino elegido depende de las habilidades
del que trata de conocer dicha complejidad. La ciencia
puede enseñarse a otros seres humanos pero el arte no puede
enseñarse aunque se pueda comunicar a aquellos que hayan
adquirido la habilidad de la contemplación. El Arte y la
Arqueología se asemejan en las complejidades que tratan de
indagar y comunicar. El artista y el científico se parecen
en que ambos deben ser innovadores y creadores.
Tanto la Música y el Arte progresan en
el mundo porque el hombre se
pregunta que comunicar y como hacerlo. Mozart, fue un producto de la
contingencia del azar creador y hacedor. Fue un creador –
trabajador, ya que logró imágenes
musicales comunicables y pudo comunicar las complejidades
musicales que le inquietaban. Los grandes músicos como los
grandes pintores nacen con el don de desentrañar las
complejidad del mundo que les rodea.
ANALISIS DEL TEXTO DE JORGE
WAGENSBERG TITULADO IDEAS SOBRE LA COMPLEJIDAD DEL
MUNDO
En el ensayo de
Jorge Wagensberg, salido a la luz
pública en el año de 1985, tituladoIdeas sobre
la Complejidad del Mundo, el autor deleita al ávido
indagador de cuestiones relativas al mundo al que pertenece como
humano y de las circunstancias tuópicas o
ideológicas de la realidad, en aspectos tales como, el
azar, el cambio, el
indeterminismo y el arte.
En la complejidad del mundo se ha querido ver un
obstáculo para resguardar los secretos de la naturaleza antes
que un escenario para poner a prueba la inteligencia
humana, su capacidad de desentrañar los enigmas y de
aplicar el método
científico (de inducción), a fin de estudiar los sistemas
más simples y luego tratar de comprender los sistemas
más complejos, en atención a la sentencia de
Whitehead "La Ciencia
debe buscar las explicaciones más sencillas de los
fenómenos más complejos" o a lo dicho por Occam
"Si dos fórmulas de distinta longitud explican un mismo
fenómeno con igual mérito, la más corta es
verdadera, falsa la otra". Con estas expresiones se ha
querido significar que la ciencia
trata de explicar los fenómenos de la naturaleza de la
manera más sencilla posible. Se ha considerado que lo
natural era lo determinista y reversible, y que lo excepcional e
irreversible era lo aleatorio. Sin embargo, ¿Por
qué lanzar por la ventana lo complejo?
Las leyes
científicas deterministas predicen mientras no aparecen
las fluctuaciones. En este momento el azar se rebela contra la
capacidad de predicción o de reproducción.
Considero que el azar es más un producto o
derecho de la naturaleza que un
producto de la
ignorancia. A pesar de que la ciencia tiene
grandes segmentos deterministas porque ha hecho el intento de
representar lo conocido de la naturaleza
mediante un sistema que busca
la perfectibilidad, éste no es cerrado sino abierto ya que
debe tener interacciones con el entorno para su continuo
perfeccionamiento. En cambio, la
naturaleza y los científicos deben ser indeterministas,
cuestionadores del orden existente; deben buscar explicaciones
divergentes a las que se dan por aceptadas y ser críticos
permanentes de lo que se tiene por cierto. En otras palabras,
deben ser aliados permanentes del azar epistemológico.
Allí radica la esencia de la evolución de la ciencia, hacia
otras dimensiones más perfectibles, con el fin de
describir y entender la esencia del cambio en la
complejidad del mundo.
Creo que lo complejo, aún cuando pueda
catalogarse de excepcional no tiene por qué ser
artificial. Aquí no coincido con el autor. Lo no simple
ayuda al ser humano a poner en práctica su poder de
interpretación, de inteligencia y
a descubrir las leyes y principios que
rigen el mundo. El hombre fue
creado o echado al universo, como
han dicho algunos filósofos, con herramientas
de las cuales no disponen los animales no
racionales, para que le hiciera frente a los enigmas e
interrogantes del mundo. El poder humano
de indagar ha sido su arma principal. Si no ¿Cómo
se ha construido el
conocimiento en el tiempo?
Así ha sido desde la antigüedad, en el presente y
así será en el futuro. Incluso la cibernética está ayudando a
descubrir aceleradamente muchos secretos de la naturaleza,
aún inexpugnables; incluso ya lo está haciendo. La
llamada inteligencia
artificial, está causando furor pero siempre con la
guía y con la orientación que le suministren los
hombres de ciencia. Es
decir, la máquina no puede sustituir al hombre, a
menos como dijo Skinner
"que se deje sustituir por ella".
Estoy de acuerdo con el autor, en que el paradigma de
la Física ha
cambiado pero en desacuerdo en que se ha "invertido" en sentido
estricto. Invertir quiere decir "cambiar simétricamente" y
¿quién puede asegurar con certeza que realmente eso
haya ocurrido?. Es cierto, que hoy, no se puede decir, que la
Física
está en el extremo opuesto de las ciencias
sociales a pesar de que los conceptos clásicos de
tiempo y
espacio, se perdieron en el vacío, a raíz de los
descubrimientos de Max Planck y otros científicos, de las
leyes que
regulan el mundo subatómico. A partir de este momento se
hizo presente el principio de la indeterminación que ha
revolucionado desde entonces el ámbito de la Física Nuclear.
"Si esto es cierto para la más objetiva de las ciencias, la
Física,
con mucha mayor razón lo será para las Ciencias
Humanas, donde el hombre es
sujeto y objeto de su investigación".
Al respecto se puede hacer la interrogante,
¿Cómo empieza la elaboración del conocimiento?
El elemento principal en esta pregunta, se inicia con la
inquietud de todo ser humano de conocer la realidad que lo rodea;
por descubrir los secretos de la naturaleza así como las
leyes que
regulan los fenómenos que en ella se suceden. Así
han actuado los hombres de ciencia, en
especial, los científicos que han ganado los premios Nobel
en las llamadas ciencias
duras, desde que Alfred Nobel, creó dichos premios.
Aquí se ha aplicado, asociando ideas, la sentencia o
principio que ha guiado a la educación permanente:
"entre más educación se tiene,
más educación se quiere y
se requiere" o este otro, "Nunca es temprano ni demasiado
tarde para aprender". Para satisfacer la inquietud se pueden
elegir distintas vías: el arte, la religión, la
filosofía, la ciencia. La
noción del círculo vicioso y del círculo
virtuoso conlleva la idea de la trivialidad en el primero y de
ciencia en el segundo. El Círculo Virtuoso nunca se cierra
sino que el punto de llegada después de un periplo es el
inicio de otro círculo ligeramente desplazado. Es similar
al concepto
geométrico de hélice o espiral en términos
más simples.
Un ejemplo clásico de círculo virtuoso lo
constituye la Termodinámica, que parte del hecho de la
definición de equilibrio
sistémico y luego considera exclusivamente los procesos que
en su lento evolucionar consiguen el estado de
equilibrio. La
Termodinámica se edifica sobre la materia y se
considera la ciencia del equilibrio. De
manera similar, en el campo de la educación hoy en
día, los educadores y especialistas en la materia
prefieren hablar de procesos de
construcción de conceptos, procesos de
pensamiento,
procesos
curriculares, procesos de
evaluación. Estos son principios de la
educación
constructivista, los cuales se oponen a la educación o
enseñanza por contenidos y por objetivos
conductuales, los cuales han sido lanzados a la papelera de
reciclaje pero
que aún tienen gran aceptación y uso entre docentes
e investigadores universitarios venezolanos. En estos hechos
insistiré primordialmente en la administración de la asignatura
Problemática de la Educación Superior en Venezuela, del
Programa de
Postgrado de la UNERMB, a fin de promover el aprendizaje
significativo. A repetir que la educación centrada en
objetivos y en
las denominadas conductas de entrada, empobrecen el proceso si se
quiere formar adultos postgraduados con pensamiento
independiente, con capacidad de crítica y
reflexión.
Este paradigma
estático (educación centrada en cambios de conducta), ha
permanecido en el tiempo y se ha
enquistado en la forma de trabajo de profesores que no practican
otra vía distinta de planificación. Igual ha sucedido con el
modelo
napoleónico de universidad, que
influyó ampliamente en Francia, y el
que aún está fuertemente arraigado en gran parte
del acontecer educativo latinoamericano y en particular en el
sistema de
educación superior venezolano. Es conocido ampliamente la
gran subordinación de la universidad
pública con el Estado en
dicho modelo.
Napoleón consideró al respecto, que la
instrucción pública y en especial, la
institución universitaria era un servicio
público por lo que se constituyó en fuente
primigenia de poder ya que
dependía del Estado. Al
respecto escribió: "…..De todas nuestras instituciones
la más importante es la instrucción pública.
Todo depende de ella, presente, pasado y futuro…".
Así, la universidad
venezolana al ceñirse a este modelo, ha
estado y
continúa estando ideológicamente sometida al
poder y en
consecuencia se le continúa asignando una función
general de conservación del llamado orden social, de sus
desequilibrios y desigualdades. Este modelo
cumplió su ciclo de vigencia y en consecuencia debe
sustituirse por otro más dinámico y adaptado a
nuestras exigencias como país subdesarrollado.
Así como se entiende que el equilibrio no
es regla sino excepción, también se puede concebir
un sistema en no
equilibrio
como el conjunto de subconjuntos infinitos, en los que cada uno
de éstos se considera como un sistema en
equilibrio. Así aparece la Teoría
del Caos. Es decir, la heterogeneidad como un conjunto
suficientemente grande de homogeneidades diferentes o más
aún, el nuevo y desconocido objeto como la integración de viejos objetos conocidos. De
manera similar, se puede referir al Nihilismo que hace
irrupción con el alemán Nietzsche,
considerado como un sistema en no equilibrio puesto que es humana
la tendencia a la negación absoluta de la realidad o de
cualquier principio estable.
La complejidad se puede tratar de conocer o entender a
través de diversas maneras: La Ciencia, el Arte, la
Música y
la Filosofía son cuatro de esas maneras. Pero el camino
que elige el que trata de conocer dicha complejidad depende de
sus habilidades innatas o adquiridas. El artista que pinta un
cuadro al óleo y el contemplador que trata de indagar lo
que realmente quiso pintar, son un par de elementos necesarios en
el deseo de comunicar su conocimiento
aunque éste sea ininteligible. Por eso, el arte puede no
ser universal a diferencia del conocimiento
científico. Mientras el arte necesita de pares, el
científico da conocimiento
universal que nadie cuestiona al cual el artista renuncia o le
importa un pito. El artista tiene como norte el principio de la
comunicabilidad a diferencia del científico que se apoya
en la inteligibilidad y en la objetivización del mundo
material. El arte se puede utilizar para mirarse
introspectivamente, o como ha dicho Baudelaire "El hombre se
olvida de sí mismo, se mira para verse mirar"; para
contemplarse a sí mismo. Incluso la complejidad interior
del propio yo.
Coincido totalmente con el autor en que la ciencia,
puede enseñarse a otros seres humanos. A unos les
será más fácil que a otros aprenderla. A
diferencia de la obra de arte que una vez creada se independiza
del que fue su creador. Aquí ahora la obra ya desprendida
de su matriz, al
igual que el conocimiento
científico pertenece al mundo, para que recorra el
orbe al lado del conocimiento
científico. Sin embargo, el creador de una obra de
arte no puede aislarse de su obra convertida en realidad a
diferencia como lo puede hacer un científico o escritor.
En este sentido, en los procesos andragógicos que se dan
en el Postgrado de la UNERMB, se pretende como filosofía
del mismo, que el participante se aísle, se independice
cada vez más de su mediador; que tenga un pensamiento
personal como
adulto con objetivos y
metas establecidas y planes trazados en su vida de profesional.
Sin embargo, paralelamente, el subjetivismo del que hacemos gala
como profesores en muchas de las actuaciones, atenta contra dicha
aspiración. Especialmente en la evaluación
de los aprendizajes, en la cual es muy difícil de
desencajarlo del comportamiento
rutinario. En esto nos parecemos abiertamente a la
concepción del artista que no puede separarse totalmente
de su arte. Creo que el subjetivismo no puede aislarse del
proceso porque
es intrínseco de la persona que
evalúa. Así como es "difícil distinguir al
artista del científico" (Kuhn; Gombrich; Hafner) es mucho
más difícil escapar a la influencia del
subjetivismo a la hora de la evaluación.
Coincido también plenamente con Wagensberg en que
el arte como conocimiento o
como sublimación (el arte es una manifestación de
lo sublime o de lo bello) no puede ser objeto de enseñanza
pero sí se puede comunicar o difundir a aquéllos
que hayan adquirido la habilidad de la contemplación, que
puedan captarla en su justa dimensión. La obra producida
puede difundirse y allí está una de las tareas de
las universidades venezolanas, muy poco dadas a difundir el arte
y la música.
Es difícil encontrar (por no decir inexistente) en las
universidades venezolanas carreras relacionadas con la pintura, el
arte o la música a diferencia
del caso europeo o norteamericano, en los cuales existe una buena
oferta en ese
sentido. Se interesan más profundamente por el conocimiento
científico porque quizás éste fue su
ancestro genético. Para eso fueron creadas en la edad media.
Por eso su lento evolucionar y en consecuencia todavía se
consiguen instituciones
de educación superior ancladas en el pasado.
Todavía su acción se concentra en la edad
media.
El museo, esencial para el artista también es
importante (aquí no coincido con el autor) para el
científico social. Este último para conocer la
evolución
del hombre a través del tiempo, debe
tener la mente abierta para captar cuanto le sea posible en los
objetos exhibidos en el museo. El arqueólogo trata
también de contemplar para entender la obra de los
antepasados, lo que aquéllos trataron de plasmar en
paredes, piedras u otros instrumentos para comunicar la
complejidad del mundo del ayer. La arqueología es la
ciencia que se ocupa del estudio de los vestigios del pasado del
hombre. En
este sentido, existen dos aspectos que interesan a la
Arqueología. Uno es el hallazgo y posesión de
dichos objetos; el segundo, -y aquí es donde tiene
aspectos similares con el arte- es el análisis e interpretación de dichos
objetos encontrados. Incluso se estudian a través de las
piezas encontradas los signos linguísticos, la cultura de las
civilizaciones que existieron hace mil o más años.
Aquí se debe decir, que la mente popular concibe al
arqueólogo como una figura romántica, que como los
trovadores, recorren el mundo en busca de ciudades enterradas o
cubiertas de vegetación como resultado del paso de los
siglos, en las cuales se encuentran olvidados tesoros
fabulosos.
En realidad, tanto el arte como la arqueología
son conocimiento.
Se asemejan en las complejidades que tratan de indagar y
comunicar. Quizás es por esto que esta última no
fue reconocida como ciencia hasta el siglo XIX, gracias al
impulso que le dieron entre otros, Enrique Schlieman, de origen
alemán, descubridor de vestigios arqueológicos de
la cultura
micénica. Existen expertos (el alemán Juan
Winckelmann) que han considerado "el estudio de las
antiguedades como un arte o ciencia aparte, separados de la
literatura, la
pintura, la
escultura y la arquitectura y de
relacionar este estudio con la historia del hombre".
El artista, como el arqueólogo tratan de comunicar los
hallazgos inteligibles para el arqueólogo o ininteligibles
para el artista. Lo que sí es cierto es que cada uno tiene
su propia complejidad; cada quien en su escenario real o
irreal.
El artista y el científico se parecen en que
ambos deben ser innovadores y creadores. Para el artista una obra
puede ser comunicable aunque no inteligible; para el
científico creador, indeterminista, existen interrogantes
en la naturaleza que no son predecibles. Los hombres del
Cientismo que pregonaban a todo pulmón, "que no existe
otro conocimiento válido que el conocimiento
científico" o del Fisicalismo, corriente
filosófica desarrollada en algunos hombres del
Círculo de Viena, fueron eminentemente "científicos
aplicadores", deterministas, puesto que defendían a
ultranza la posibilidad de interpretar la realidad en un lenguaje
válido para la necesaria objetividad de la ciencia. Ellos
(Otto Neurah, Rudolp Carnap), los hombre del
Fisicalismo, capturaron la idea de que la Física era una
ciencia ejemplar que puede suministrar el lenguaje
ideal al que deben ajustarse todos los lenguajes intersubjetivos.
En sus pretensiones estas corrientes obviaban el
conocimiento artístico o el
conocimiento musical como fuente de la verdad o como foco de
revolución. Estos hombres interpretaban la
realidad, su complejidad determinista, a través de
fórmulas de la Física pero hoy se puede ver que
también puede interpretarse a través del arte, a
través de la narración, y tiene la misma validez
que aquélla. Aquí es donde radica la aplicabilidad
de estos hechos para el mejoramiento sistemático de la
educación superior venezolana. El estudiante de dicho
sector, debe interpretar su complejidad del mundo de acuerdo a su
postura filosófica, sin dejarse influir por la
posición e interpretación del profesor para que sea
un ser auténtico e independiente, no sumiso. Los docentes
que creen tener la verdad consigo conciben al estudiante como un
recipiente vacío al cual se debe llenar de conocimientos,
son claramente conformistas, deterministas, no innovadores y no
creadores, en la concepción educativa del ser humano, de
acuerdo a lo dicho por Wagensberg.
El Fisicalismo se consideró una sintaxis del
lenguaje
científico que tenía como paradigma
el lenguaje de
la Física. Esto se vino abajo cuando Max Planck y otros
científicos descubrieron con la ayuda de la mecánica cuántica, un conjunto de
relaciones que gobiernan el mundo subatómico, similar al
que Newton
descubrió para los grandes cuerpos. Estos hechos se
interpretaron como el fin del Determinismo Físico; fue el
fin del demonio de Laplace, la ciencia había pactado con
el azar. "La Realidad objetiva se ha evaporado"
exclamó Heisenberg en 1958, creador de la mecánica cuántica. Esto fue una
demostración más que el
conocimiento científico es provisional, tímido
y tembloroso, pues está sometido al vaivén de
nuevas teorías, nuevos conocimientos que derrumban
como castillos de naipes a los otroras absolutos. A partir de
este momento se hizo famoso el Principio de la
Indeterminación, cuestión que ha revolucionado
desde entonces el mundo de la Física Nuclear. "Si esto
es cierto para la más objetiva de las ciencias, la
Física, con mucha mayor razón lo será para
la Ciencias
Humanas, donde el hombre es
sujeto y objeto de su investigación". Con esto se
demostró que lo único absoluto es la
negación de lo absoluto y además se derritió
la pretensión de la corrientes filosóficas del
hombre
deshumanizado de sustraer al ser humano como simple dato u
objeto, como ha dicho Octavi Fullat (1979), en su libro
Filosofías de la Educación.
Por último, me referiré a la
música, la cual está considerada como el arte de
combinar los sonidos y el tiempo con el
propósito de producir una sensación agradable al
oído humano. Se la considera al igual que el arte como una
manifestación instintiva del ser humano desde la
antigüedad, apenas se alcanzó un grado elemental de
civilización. Ambos, la música y el arte progresan
en el mundo porque el hombre se pregunta qué
comunicar y cómo hacerlo. Los qué que le
inquietan a ambos (música y arte) tienen que ver con el
ser humano, con la vida, el entorno y la sociedad. En los
cómo creo que es donde está el impacto y la magia
del sonido y de la
pintura.
Wolfgang Amadeo Mozart (1756-1791), a los cuatro
años de edad fue presentado por su padre como concertista
de clavicordio y a los seis años de edad fue aclamado en
Munich donde hizo conocer un Minué de su
composición. No fue menor su precocidad como compositor de
sonatas, sinfonías y música de cámara
compuestas antes de los diez años de edad, que se siguen
ejecutando hoy día en los conciertos y que asombran al
mundo actual por la originalidad y por los conocimientos
musicales que revelan. A pesar de que la tuberculosis lo
venció antes de los 36 años de edad, tuvo el tiempo
suficiente para componer 789 composiciones musicales de distintos
tipos, haciendo grandes aportes en el siglo XVIII al campo de la
armonía y de la instrumentación. Nunca le
importó, que el mundo le reconociera sus méritos
pues murió pobre y en la miseria. Se preocupó
más por el principio de la comunicabilidad que por el de
la inteligibilidad o el de la objetivización; fue un
indeterminista – creador.
Por eso la originalidad y la riqueza de su
inspiración y de su innovadora creatividad
han cimentado una celebridad que lejos de decaer con el tiempo ha
de perdurar por siglos. En fin, Mozart fue un producto de la
naturaleza como el azar (el cual es más un producto que
un derecho de la naturaleza). No es comprensible ni explicable
por Leyes Biológicas (Las de Méndel por ejemplo),
no hay causalidades que expliquen la obra de Mozart. Fue, en
otras palabras un producto de la contingencia del azar creador y
hacedor.
Nadie puede negar que Mozart fue un creador – trabajador
ya que fue capaz de lograr imágenes
musicales comunicables (creador) y también de comunicar en
su corta vida, las complejidades musicales que le inquietaban
(trabajador); ya deslumbraba como futuro genio. Igual que los
grandes artistas de la pintura, los
grandes músicos nacen no se hacen. Creo que es imposible
hacer músicos y pintores tipo Mozart y Dalí, a
pesar de que una persona pueda
aprender a pintar y otra a tocar un instrumento. Lo
difícil es transmitir, comunicar la complejidad del mundo
del artista y del músico. No han nacido otros Mozart,
otros Beethoven, ni otros Goya o Dalí.
POSICION PERSONAL ANTE LA
REALIDAD
Tengo mis propios puntos de vista los cuales a lo largo
de la vida profesional, han ido cambiando algunos. Otros han
permanecido casi sin variar. En primer lugar, como he sido
"educador’ toda mi vida profesional (tengo 35 años
en dicha actividad), he pretendido siempre buscar todo aquello
que pueda mejorar mi profesión y la educación de mi
país. Este ha sido mi objetivo
primordial. Mi premisa inicial es que el ser humano (prefiero
este término al de hombre) es el centro de atención
del universo, por eso
me autodefino como existencialista. La educación la
concibo como el proceso que
ayuda al ser humano a convertirse en intérprete de su
propia existencia, es decir, en un ser auténtico; a
escoger su propio camino a seguir y luego tiene la responsabilidad de realizarlo; el individuo, debe
tomar conciencia que
él se escoge a sí mismo.
Creo que Venezuela
mejoraría ampliamente si cada habitante o al menos cada
estudiante universitario abrazara estos principios del
existencialismo. Pienso que la escuela no puede
ser refugio del ser inauténtico ni puede ser una
institución que los produzca. Asímismo, el docente
existencial no puede aparecer ante sus alumnos como un ser
acomodaticio, conformista e insensible; ni mucho menos debe
aparecer como un ser hipócrita, disimulando bajo este
disfraz su inautenticidad, ya que sería la más
grande inmoralidad. Creo también que el mundo
industrializado ha exigido la formación de más
científicos y tecnólogos, por lo que las
universidades han abandonado el aspecto afectivo y
sensible.
Creo también que la educación debe
desarrollar al máximo las potencialidades racionales
(entre ellas el arte, la música) del ser humano a fin de
convertirlo en "un buen ciudadano". La educación es el
proceso
mediante el cual se desarrollan actitudes y
competencias
para transformar neófitos en ciudadanos interesados en el
bien común, conocedores de sus derechos y responsabilidades
como miembros del Estado y de la
sociedad a la
que pertenecen. El currículo para el estudiante de la
educación superior debe construirse con un gran componente
de las humanidades y las artes. En dichas áreas sobresalen
los aspectos éticos, morales, emocionales y
estéticos del hombre.
También forma parte de mi postura
filosófica, que todo aquello que no pueda llevarse a la
práctica es un sofisma y no puede aceptarse como
verdadero, ya que hablar de lo metafísico es hablar de lo
que no puede ser verificable. Comparto muchas de las opiniones de
John Dewey (1859-1952), llamado el Padre del Pragmatismo
Norteamericano, quien contribuyó con sus ideas a derrotar
las posiciones dogmáticas del Calvinismo, las actitudes de
superioridad que caracterizaban la mentalidad de la antigua
Inglaterra y las
jerarquías sociales heredadas. El Pragmatismo es
una teoría
del significado. El significado de una afirmación que
consiste en la suma de sus consecuencias verificables. Por estas
circunstancias y porque los ciudadanos estadounidenses siguieron
esta filosofía están al frente del mundo. Creo que
la verdad es algo determinado de manera inmediata, social,
cultural y pública, y no bajo el ángulo
metafísico, abstracto o sobrenatural.
También creo que la verdad está sujeta a
cambio, a
contrastación, por lo que puede ser corregida, refinada y
corregida. Los pragmatistas se basan más en datos
empíricos o evidencias que en la autoridad o
axiomas. Creo en la máxima pragmatista, "la
educación es parte de la vida y no preparación para
ella". Con respecto al docente, comparto la posición
de que no es él quien sabe lo que el estudiante
necesitará para el futuro sino que es un compañero
más, que aprende con la interacción con los
demás compañeros del grupo. El
docente es apenas un compañero, quizás, con un poco
más de experiencia en algunos campos del saber que el
resto del grupo, a quien
se le toma como orientador y guía, de las actividades del
estudiante. El alumno es el centro de interés
del proceso
educativo y las asignaturas deben seleccionarse de acuerdo a las
necesidades e intereses de aquél. La escuela o
universidad
debe ser un ambiente de
aprendizaje
democrático en el cual todos participan en el proceso de
toma de
decisiones. Este aspecto traduce una visión de lo que
hoy se conoce como "Gerencia
Participativa como práctica cotidiana en una
concepción abierta y democrática del concepto de
universidad".
EPILOGO
En base a todo lo anterior, y como colofón o
epílogo de este trabajo, puedo preguntarme: ¿Para
abordar la complejidad, cuáles principios
seleccionaría? ¿Cómo me autodefino: Creador,
aplicador, innovador, trabajador, determinista o indeterminista?
¿Cómo interpreto a la realidad? ¿Soy un
hombre inclinado al Constructivismo y
que finalmente puedo inscribirme en dicha corriente?.
Después de interpretar la realidad que quiero
bajo mi posición filosófica, creo que en el campo
donde me desenvuelvo como profesional, la universidad, el
conocimiento científico debe prevalecer por encima del
conocimiento artístico. Una de las tareas de la
universidad venezolana es estar actualizada con respecto al
conocimiento científico universal más avanzado; dar
aportes originales a dicho conocimiento mundial y poder
contribuir a la aplicación del conocimiento
científico y tecnológico, a la problemática
de su propio contexto cultural. Esto englobaría el
concepto de
excelencia universitaria, cuestión en la que Venezuela no
se ha destacado. Así que en base a esto, me inclino
primero, de acuerdo a las carácterísticas del
país por el conocimiento científico y luego por el
artístico, el musical o cualquier otro. Esta
posición se debe a que nuestras universidades deben
suministrar "conocimiento universal aplicable" a nuestra
problemática pero al mismo tiempo que también sea
"comunicable" y "difundible".
El conocimiento artístico, que renuncia a la
"universalidad y a la aplicabilidad’ lo coloco en segundo
lugar, dadas las carácterísticas y comportamiento
en el tiempo de Venezuela en
el conglomerado internacional: Consumidor de
tecnología
importada y repetitivo de los logros de los países
adelantados que han tenido la potestad de dominar el conocimiento
como fuente de
poder. Pero simultáneamente, creo que se debe
desarrollar una capacidad de reflexión, de crítica,
es decir, de pensamiento
divergente con lo establecido. Esto tiene un sentido de
mejoramiento permanente; El pensamiento
crítico permite ser un indeterminista – creador,
posición que han asumido aquéllos seres humanos que
han dado a la ciencia, al arte y a la música, los aportes
que hoy se tienen. Así que soy un enfermizo indeterminista
puesto que es la posición que he cultivado como actitud
científica; he aplicado el concepto de
círculo virtuoso. Por eso debemos desarrollarla y
profundizarla al máximo en las universidades.
También me defino como hombre que aplica el
principio de la inteligibilidad y de la objetivización del
mundo. Creo que es imprescindible, para los venezolanos, mientras
no se logren niveles aceptables de avance como país
latinoamericano. Pues, como ha dicho, el Dr Arnoldo
Gabaldón (1979), carecemos de la disciplina
necesaria como actitud.
"Somos buenos conquistadores pero malos colonizadores. Nos gusta
inaugurar mucho, pero mantener poco". Las universidades en muchos
casos se han quedado en la exclusiva descripción de los
hechos científicos descubiertos en otras latitudes, por lo
que hemos sido profundamente deterministas.
Soy partidario de que ‘no todo es
predecible’, por lo que me considero creador pero si tengo
un qué debo encontrar un cómo (sería a la
luz de lo
dicho por Wagensberg no innovador). A lo largo de mi vida de
estudiante y de profesional me he topado unas cuantas veces con
profesores que tienen muchos qué pero no tienen un
cómo. Es decir, tienen supuestamente muchos conocimientos
pero no han desarrollado la habilidad de poder comunicarlos o
hacerlos entender al estudiante. ¿Y eso, para qué
le ha servido al que aprende?
Aun me falta mucho para tener una idea perfectamente
clara de las concepciones, principios y
utopías del Constructivismo,
de sus bondades y limitaciones. Seguiré investigando para
saber si me sirve o no, para mejorar mi realidad, la
concepción del mundo y de mi país. Hasta ahora he
estado o no de
acuerdo con muchas de las cosas establecidas y analizadas por
Jorge Wagensberg, en el libro "Ideas
sobre la Complejidad del Mundo".
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Francisco Avila F.