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La Glándula Hipófisis




Enviado por latiniando



    La Glándula
    Hipófisis

    Glándula
    Hipófisis

    La Hipófisis tal vez sea la glándula
    endocrina más importante: regula la mayor parte de los
    procesos
    biológicos del organismo, es el centro alrededor del cual
    gira buena parte del metabolismo a
    pesar de que no es mas que un pequeño órgano que
    pesa poco más de medio gramo.

    Situación y estructura.

    La Hipófisis esta situada sobre la base del
    cráneo. En el esfenoides, existe una pequeña
    cavidad denominada "silla turca" en la que se encuentra la
    hipófisis. La silla esta constituida por un fondo y dos
    vertientes: una anterior y una posterior. Por su parte lateral y
    superior no hay paredes óseas; la duramadre se encarga de
    cerrar el habitáculo de la hipófisis: la envuelve
    completamente por el interior a la silla turca y forma una
    especie de saquito, abierto por arriba, en el que esta contenida
    la hipófisis.

    La hipófisis está directamente
    comunicada con el hipotálamo por medio de un
    pedúnculo denominado "hipofisario". A los lados de la
    hipófisis se encuentran los dos senos cavernosos
    (pequeñas lagunas de sangre venosa
    aisladas de la duramadre).

    La hipófisis tiene medio cm de altura, 1cm de
    longitud y 1.5cm de anchura.

    Esta constituida por dos partes completamente
    distintas una de otra: el lóbulo anterior y el
    lóbulo posterior. Entre ambos existe otro lóbulo
    pequeño, el intermedio. El lóbulo posterior es
    más chico que el anterior y se continúa hacia
    arriba para formar el infundíbulo, la parte del
    pedúnculo hipofisario que esta en comunicación directa con el
    hipotálamo. Este esta constituido por células
    nerviosas. El infundíbulo a su vez esta constituido por
    las prolongaciones de las células
    nerviosas que constituyen algunos de los núcleos
    hipotalámicos. El infundíbulo desciende del
    hipotálamo a la hipófisis.

    El lóbulo posterior esta formado por tejido
    nervioso que se denomina neurohipófisis. Durante la vida
    intrauterina, del suelo del tercer
    ventrículo desciende una porción que formara el
    lóbulo posterior de la hipófisis. El lóbulo
    anterior es de origen epitelial, es independiente del sistema nervioso
    y tiene una estructura
    típicamente glandular y se denomina adenohipófisis
    (hipófisis glandular).

    El lóbulo anterior se continua también
    hacia arriba en su parte denominada "infundibular" -que envuelve
    por su parte anterior y por los lados al infundíbulo,
    constituyendo el pedúnculo hipofisario.

    El lóbulo anterior esta conectado con el resto
    solo a través de la circulación
    sanguínea.

    El sistema portal,
    con las redes de
    capilares , tiene una importancia capital en la
    fisiología de la hipófisis, ya que
    es el puente de unión entre el hipotálamo y la
    hipófisis, y a través de este los "releasing
    factors" producidos por los núcleos hipotalámicos,
    llegan a la hipófisis estimulándola para que
    segregue hormonas.

    La sangre venosa que
    procede de la hipófisis se vierte, a través del
    seno coronario, en los senos cavernosos vecinos.

    La hipófisis anterior esta constituida por
    células
    de sostén, que no segregan. Las células
    formadoras de las hormonas son
    hipotalámicas.

    Se sabe que las hormonas de la
    Hipófisis posterior, la oxitocina y la adiuretina,
    están producidas por las células de
    los núcleos hipotalamicos supraóptico y
    paraventricular.

    La hipófisis anterior esta constituida por
    cordones de células que se cruzan entre si, en contacto
    directo con los capilares sanguíneos, en los que son
    vertidas las hormonas
    secretadas.

    En base a fenómenos observados en la
    patología humana y a experimentos con
    animales, se
    ha tratado de establecer que hormonas son
    producidas por los diferentes tipos de
    células.

    Al parecer las células alfa y épsilon
    producen la hormona somatotropa (STH), que mantiene en actividad
    el cuerpo luteo y estimula la producción de leche en
    la mujer; hormona
    adrenocorticotropa (ACTH), que estimula el funcionamiento de la
    glándula suprarrenal.

    Las células beta producirían la hormona
    tireotropa (TSH) que regula el funcionamiento de la tiroides; la
    hormona foliculoestimulante (FSH), que induce en la mujer la
    maduración de los folículos en los que liberara el
    óvulo , la célula
    germinal femenina, y en el hombre la
    producción de espermatozoides; por ultimo,
    la hormona exoftalmizante (EPH) que induce un aumento de la grasa
    retrobulbar del ojo.

    Las células delta producirían la
    hormona luteoestimulante (LH) que induce la formación del
    cuerpo luteo en la mujer y
    estimula la producción de testosterona en el hombre (la
    principal hormona masculina).

    El lóbulo intermedio, localizado entre la
    Hipófisis anterior y la posterior, produce una sola
    hormona: la intermedia. Esta hormona de escasa importancia
    actúa acentuando la pigmentación de la piel.

    Hormonas de la hipófisis
    posterior.

    Las hormonas de la neurohipófisis: la
    oxitocina y la antidiurética o adeuretina, ambas tienen
    una estructura
    química
    bastante sencilla y similar, y están constituidas cada una
    por ocho aminoácidos.

    • Oxitocina:

    Su función principal es la de estimular las
    contracciones del útero durante el parto.

    La oxitocina, además, estimula la
    expulsión de leche de las
    mamas. La mama esta constituida por alvéolos de
    células que segregan la leche por
    pequeños conductos llamados galactoforos, la oxitocina
    actúa sobre las células de actividad
    contráctil contenidos en las paredes de estos conductos,
    estimulándolos a contraerse.

    A pesar de que esta hormona también es
    segregada en el hombre se
    ignora si existen acciones
    biológicas y cuales son.

    • Adiuretina:

    Es de importancia secundaria, actúa sobre la
    regulación del tono arterial, es decir, sobre el mantenimiento
    de la presión a niveles suficientemente
    elevados.

    Pero su acción mas importante es sin duda, la
    disminución de la eliminación de agua con la
    orina. La ADH determinaría un "enrarecimiento" de la
    materia
    conjuntiva que esta entre célula y
    célula,
    dando al agua la
    posibilidad de filtrarse a través de ella y de escapar
    así de su eliminación en la orina. La ADH
    induciría el efecto del enrarecimiento de la sustancia
    intercelular, que cementa las células de los
    túbulos dístales y colectores mediante la
    activación de la hialuronidasa.

    Sistemas reguladores.

    La ADH como todas las demás hormonas, no es
    secretada en cantidad constante e invariable, sino que se
    sincroniza continuamente con las necesidades del organismo. Son
    muchas las vías a través de las cuales reciben la
    información del hipotálamo y la
    hipófisis sobre las necesidades de su intervención
    por parte del organismo. Evidentemente en líneas
    generales, se necesitara ADH cuando el agua
    contenida en el organismo tienda a escasear. Dado que en el agua se
    hallan disueltas algunas sales, un aumento de estas
    últimas indicará, en proporción, una
    disminución de agua y
    viceversa. Existen, en la pared de las carótidas,
    células (osmorreceptores) que son capaces de advertir
    variaciones mínimas de la osmoralidad (relación
    agua-sales) de
    la sangre y de
    transmitir inmediatamente las noticias captadas al
    hipotálamo. En el interior de las células que
    producen ADH no hay formaciones vacuolares dotadas de esta
    propiedad. Las
    células de los núcleos supraóptico y
    paraventricular están así continuamente al
    corriente de la osmolaridad, tanto de la sangre como de
    los líquidos intracelulares. Obviamente, un exceso de
    sales respecto al agua provocara
    una disminución o un bloqueo de la secreción de ADH
    en el torrente sanguíneo, mientras que un exceso de agua
    estimulara su liberación. La respuesta es inmediata: desde
    la llegada de la información hasta la respuesta del
    hipotálamo no transcurre apenas un minuto.

    Existen otros medios de
    información para el hipotálamo: son
    los receptores de volumen. Para que
    la circulación sanguina sea eficiente y, por consiguiente,
    la llegada de oxígeno y otras sustancias nutritivas a los
    tejidos quede
    garantizada, es necesario que el volumen de la
    sangre que
    circula sea, dentro de ciertos limites,
    constante. Los receptores de volumen sirven
    precisamente para esto: son células localizadas en la
    aurícula izquierda del corazón,
    que detectan el grado de distensión a que se ven
    sometidas. Cuanto mayor es el volumen de sangre
    circulante, mayor es la afluencia de sangre a la aurícula
    y mas intensa la distensión de los receptores de volumen.
    Informaciones de este tipo llegan al hipotálamo, el cual,
    cuando disminuye el volumen sanguíneo, segrega ADH para
    retener agua a través del riñón y enviarla a
    la sangre; si el volumen sanguíneo aumenta, bloquea la
    secreción de ADH hasta que no se retorne a condiciones de
    normalidad.

    Por ultimo, el tercer sistema de
    regulación es el sistema nervioso,
    que es capaz de actuar directamente sobre el hipotálamo.
    Las emociones y el
    dolor físico aumentan la secreción de ADH. El
    significado de este proceder es claro: en dichas circunstancias,
    la sudoración y el aumento de la frecuencia respiratoria
    provocan una perdida de agua, que el organismo trata de retener a
    través del riñón; por la misma razón,
    un aumento de la temperatura
    ambiental o un esfuerzo muscular estimulan la secreción de
    ADH, mientras que el frío la bloquea.

    La ADH no es la única hormona encargada del
    mantenimiento
    del equilibrio
    hidricosalino, intervienen también la cortisona, la
    hormona tiroidea, la hormona somatrotropa y, sobre todo, la
    aldosterona, secretada por las glándulas suprarrenales.
    Para la aldosterona, existe otra red de información y de
    reguladores.

    Hormonas de la Hipófisis
    Anterior.

    Las hormonas secretadas por la adenohipófisis
    son seis: La hormona ACTH, TSH, FSH, LH, LTH, STH.

    Las primeras cinco hormona se llaman glandulotropas
    por su especial tipo de acción. No actúan
    directamente sobre el organismo sino que estimulan a las
    glándulas endocrinas para que produzcan y pongan en
    circulación sus hormonas.

    Aquí radica la enorme importancia de la
    Hipófisis: regula el funcionamiento de las
    glándulas endocrinas más importantes; un mal
    funcionamiento de la hipófisis conduce a un desequilibrio
    grave y total de todo el sistema
    endocrino. De forma especial , la ACTH estimula el funcionamiento
    de las cápsulas suprarrenales, la TH el de la tiroides,
    mientras que la FSH, la LH y la LTH actúan regulando el
    funcionamiento de las glándulas sexuales. Solo la STH
    actúa directamente sobre el organismo.

    • Hormona adrenocorticotropa
      (ACTH):

    Es una proteína secretada por las
    células acidófilas de la hipófisis y esta
    constituida por un conjunto de aminoácidos en el cual hay
    un grupo de 24
    que es la parte activa (realiza las acciones
    biológicas de la hormona). De los demás algunos
    sirven para unir la hormona a las proteínas
    de la sangre, otros unen la hormona a la glándula donde
    tiene que actuar.

    La ACTH, favorece el trofismo, el crecimiento,
    el estado de
    actividad normal de las cápsulas suprarrenales y provoca
    la formación y la liberación de una parte de sus
    hormonas.

    Las suprarrenales forman varias hormonas de distinta
    acción como la cortisona (metabolismo de
    los azúcares, actividad sexual tanto masculinizante como
    feminizante, en menor medida) y la aldosterona (equilibrio de
    las sales y el
    agua).

    La ACTH induce la liberación por parte de las
    cápsulas suprarrenales de los primeros grupos de
    hormonas.

    La ACTH posee otras acciones,
    aunque menos importantes: favorece la escincion de las grasas y
    su liberación de los lugares de acumulación;
    favorece la coagulación sanguínea; aumenta la
    formación de acetilcolina facilitando así las
    contracciones musculares; regula además la
    formación por parte del riñón de un factor
    que actúa activando la eritropoyetina, que estimula la
    medula ósea para que produzca glóbulos rojos;
    también posee una ligera acción pigmentante sobre
    la piel.

    • Hormona tireotropa (TSH):

    Su acción especifica se ejerce sobre el
    tropismo de la tiroides, (favorece su desarrollo) y
    sobre la formación y liberación de la hormona
    tiroidea (conjunto de sustancias de características y acciones muy
    similares).

    Cuando el organismo necesita de la hormona tiroidea,
    esta se escinde de la proteína a la que esta ligada y se
    pone en circulación. La TSH actúa facilitando todos
    estos procesos, de
    forma especial, la liberación en el torrente circulatorio
    de la hormona tiroidea. También actúa inhibiendo,
    aunque no de forma absoluta, la coagulación de la sangre,
    acelera la erupción dentaría e influye sobre el
    tejido conectivo ; induce una inhibición excesiva de
    la capa de grasa retrotubular y causa la emergencia hacia fuera
    del globo ocular (exoftalmia).

    • Hormona exoftalmizante:

    Posee acciones sobre
    el tejido conjuntivo que habían sido atribuidas a la TSH.
    La hormona se llamo por este motivo exoftalmizante (provocadora
    de exoftalmos).

    La TSH posee el mismo tipo de acción, aunque
    en menor medida.

    • Hormonas foliculoestimulante, luteoestimulante
      y luteotropa en la
      mujer:

    La FSH, la LH y la LTH son hormonas que actúan
    sobre las gónadas (glándulas que desempeñan
    la función sexual: los testículos
    en el hombre y
    los ovarios en la mujer). La
    acción de estas hormonas consideradas por separado, no
    tiene ningún efecto útil sobre el funcionamiento de
    las gónadas, solo la integración de todas ellas, y por
    consiguiente un equilibrio
    adecuado de las distintas hormonas estimulantes, conduce a un
    funcionamiento normal de las glándulas
    sexuales.

    La vida sexual de la mujer se
    caracteriza por el ciclo menstrual, que dura 28 días, de
    los cuales los primeros 14 se dedican a la formación del
    folículo en los ovarios; se trata de una vesícula
    que sobresale de la superficie del ovario que contiene
    estrógenos (hormonas sexuales femeninas) y el
    óvulo, la célula
    germinal femenina. Al décimo cuarto día se rompe el
    folículo, y el óvulo emigra al útero, donde,
    si es fecundado por el espermatozoide (célula
    germinal masculina), comenzara el proceso que
    conducirá a la formación de un nuevo
    individuo.

    Mientras tanto, el folículo roto se transforma
    en cuerpo luteo, es decir en una nueva glándula que
    segrega progesterona, la hormona que junto con los
    estrógenos prepara al útero para que reciba al
    óvulo, en caso de que este sea fecundado. Si el
    óvulo no es fecundado, al día numero 28 se produce
    la menstruación y el cuerpo luteo se degenera hasta
    desaparecer. Si por el contrario se produce la
    fecundación, el cuerpo luteo crece, aumenta la cantidad de
    progesterona secretada por el y la vida de la nueva
    glándula dura hasta el final del embarazo.

    La FSH, o gonadotropina folicular, interviene en la
    primera fase del proceso,
    estimulando la formación del folículo, y mantiene
    su intervención, aunque de forma reducida, en la segunda
    mitad del ciclo; además esta hormona favorece el tropismo
    del ovario.

    La LH, o gonadotropina luteoformadora, interviene en
    un segundo tiempo y solo
    cuando la FSH ha actuado y continua actuando. La LH induce la
    formación y la secreción de estrógenos por
    parte del ovario y provoca la rotura del folículo, con la
    consecuente liberación del óvulo; estimula,
    además, la transformación del folículo en el
    cuerpo luteo.

    Llegados a este punto es necesaria la presencia de la
    tercera hormona, la luteotropa (LTH o gonadotropina
    luteosecretora), que estimula la secreción de progesterona
    por el cuerpo luteo recién formado.

    No solo son necesarias todas ellas para que se
    complete el ciclo menstrual sino que cada una de ellas no
    actúa si no se encuentran en circulación al mismo
    tiempo las
    otras.

    La LTH tiene otro efecto sobre la mujer, la
    prolactina: durante el puerperio, estimula la mama para la
    secreción de leche, su
    acción es solo eficaz si actúan las tres
    hormonas.

    • Hormonas foliculoestimulante, luteoestimulante
      y luteotropa en el
      hombre:

    La FSH estimula las células germinales de los
    tubulos seminiferos que constituyen buenas partes de los testículos, para que produzcan
    espermatozoides. El proceso de
    formación de estos no puede completarse sino interviene la
    LTH. Esta actúa sobre las denominadas células
    "intersticiales" del testículo;
    estas células se localizan entre los tubulos seminiferos y
    se encargan de la formación y secreción de
    testosterona ( hormona sexual masculina).

    Sistemas Reguladores.

    Se ha dicho que las hormonas glandotropas, secretadas
    por la hipófisis estimulan el funcionamiento de las
    glándulas blanco correspondiente: sabemos que la ACTH
    estimula las cápsulas suprarrenales y en especial la
    secreción de cortisona por parte de estas; es precisamente
    la cantidad de cortisona presente en la sangre lo que regula la
    cantidad de ACTH secretada por la hipófisis; esta libera
    ACTH en proporción inversa a la tasa de cortisona en
    circulación (si hay mucha cortisona en la sangre la
    hipófisis bloquea la secreción de ACTH, mientras
    que si la cantidad de cortisona presente en la sangre baja, la
    hipófisis libera ACTH, estimulando las cápsulas
    suprarrenales para que acelere su ritmo de trabajo). Este
    mecanismo se denomina retroalimentacion e indica cualquier mecanismo
    que, introducido en un sistema es capaz
    de regular su actividad, otorgando al mismo sistema la capacidad
    de autorregularse.

    Sin embargo si se someten a un examen cuidadoso los
    diversos fenómenos de tipo endocrino que se llevan a cabo
    en el organismo, se llega a la conclusión de que este
    mecanismo no basta por si solo para explicarlos.

    En el hipotálamo una formación nerviosa
    situada sobre la hipófisis, con la que se halla
    íntimamente comunicado y que a su vez esta conectada con
    las demás parte del cerebro, existen
    grupos de
    células nerviosas que segregan sustancias de acción
    especifica sobre la hipófisis: los factores liberadores
    (releasing factors).

    Cada una de las hormonas glandulotropas esta bajo el
    control liberador
    que, al llegar a la hipófisis desde el hipotálamo
    estimula su liberación en la sangre. Los factores
    liberadores constituyen el punto de conexión entre el
    sistema
    nervioso y el endocrino. Este hecho ha quedado completamente
    aclarado en lo que se refiere a la ASTH cuyo factor liberador se
    denomina CRF, y para la tireotropa TRF.

    Para las hormonas gonadotropas: su factor liberador
    no ha sido descubierto, en cualquier caso parece que existe un
    factor liberador para la hormona folículo estimulante
    (FSHRF) y para la luteoestimulante (LRH), mientras que el
    hipotálamo segrega un factor inhibidor con la
    secreción de la hormona luteotropa o prolactina
    (PIF).

    Para terminar, parece desprenderse que la melatolina
    forma una hormona secretada por la epífisis (en el
    interior del cráneo) que tiene también una
    acción inhibidora sobre la secreción de las
    gonadotropinas y se cree que el ritmo de secreción de la
    melatolina esta regulado por la cantidad de luz presente en
    el medio en el que vive el individuo. En la oscuridad la
    secreción de la melatolina aumenta y la actividad de las
    glándulas sexuales disminuye; en presencia de luz la
    secreción de melatolina disminuye y las glándulas
    sexuales son estimuladas en mayor medida.

    Hormona Somatotropa

    La STH es una hormona hipofisiaria que se diferencia
    en forma clara de todas la restantes; su acción se
    desarrolla directamente sobre los tejidos del
    organismo y no a través de la mediación de otras
    glándulas, como sucede en las otras
    hormonas.

    Se denomina también "hormona de crecimiento"
    ya que induce y regula el crecimiento corporal. Se trata de una
    proteína constituida por una serie compleja de
    aminoácidos, que actúan sobre todo los tejidos del
    organismo estimulando su desarrollo. Es
    la hormona mas importante en la fase inicial de cualquier
    individuo.

    La acción de la somatotropa no se limita al
    periodo de crecimiento. Las estructuras
    que lo constituyen a nivel molecular, se gastan, se transforman
    continuamente y debe producirse sin cesar nuevo material
    orgánico. Además del agua y las sales, las
    sustancias básicas de las que se compone el organismo son
    los azucares, las grasas y las proteínas.
    La STH debe actuar sobre estos compuestos.

    El constituyente estructural fundamental del
    organismo lo constituyen las proteínas;
    los azucares y las grasas sirven para proporcionar
    energía. La STH, para inducir el crecimiento corporal y
    estimular al organismo a fabricar las estructuras
    moleculares de recambio para la sustitución de las que se
    han gastado debe orientar el metabolismo
    corporal hacia la síntesis de las nuevas proteínas,
    en especial del nucleoproteínas, sustancia que son
    esenciales para la vida de la célula
    (es más importante en la etapa de crecimiento). Si
    tratamos de comprobar cuales son las acciones metabólicas
    de las hormonas veremos que ellas corresponden perfectamente a
    todas estas necesidades teóricas.

    La STH favorece la entrada de los aminoácidos
    en la célula,
    primer paso fundamental para la constitución de las proteínas.
    Las hormonas sexuales, pero sobre todo los andrógenos
    (masculinos), favorecen la incorporación de estos a las
    proteínas. A nivel de los azúcares, la STH se opone
    a la acción de la insulina, favoreciendo la
    transformación realizada precisamente por la insulina de
    los azúcares en aminoácidos; se produce así
    nuevo material para la síntesis de la
    proteína.

    Con referencia a las grasas la STH estimula su
    catabolismo; proporciona así a las cadenas
    enzimáticas celulares, encargadas del montaje de las
    proteínas, un material que ellas pueden
    aprovechar.

    Además la STH actúa también
    sobre los minerales que son
    constituyentes fundamentales del protoplasma celular, en especial
    sobre el sodio, el potasio y el calcio, favoreciendo su
    retención (el calcio solo durante el periodo de
    crecimiento óseo).

    Teniendo en cuenta las acciones que la STH lleva a
    cabo en el organismo, se pueden deducir la consecuencias que
    derivan de una secreción de esta hormona en defecto o en
    exceso. En el primer caso se produce el enanismo y en el segundo
    el gigantismo, que también aparece durante la infancia y
    sobre todo durante la adolescencia,
    siempre antes de la pubertad.

    La razón es sencilla : la diferencia de
    estatura se debe principalmente a un desarrollo
    diferente del sistema
    óseo y en particular de los huesos largos
    (esqueleto de los miembros) . Estos están constituido por
    la diáfesis, que es el cuerpo del hueso, y la
    epífisis, las dos cabezas. Entre la diáfesis y cada
    una de las dos epífisis, durante el periodo de
    crecimiento, existen dos capas delgadas de cartílagos, el
    cual da origen a la formación de nuevo tejido óseo
    que, superponiéndose a la ya existente, que constituye la
    diáfesis provoca un alargamiento del hueso.

    Gigantismo

    La STH regula la función de los
    cartílagos de crecimiento: si aumenta, estos aceleran su
    ritmo de trabajo y aparece el gigantismo.

    Se habla del gigantismo cuando la estructura de
    los hombres sobrepasa el metro noventa y cinco, en la mujer el metro
    ochenta y cinco.

    El gigantismo hipofisario es una flexión muy
    rara: sobre 3190 endocrinopatías infantiles observada por
    Wilkins, noto solo dos casos de gigantismo.

    Según la edad de desarrollo del
    hipersomatotropismo, puede observarse un gigantismo puro
    armónico cuando la enfermedad empieza en la infancia, y
    una giganto-acromegalia cuando se manifiesta en la adolescencia.
    El tratamiento, dependiente de la existencia o no de un tumor
    hipofisario , deberá ser quirúrgico u hormonal, con
    el objeto de bloquear la hipófisis hiperfuncionante en ese
    sector.

    Acromegalia

    Cuando los cartílagos de crecimiento
    desaparecen los huesos largos no
    pueden seguir creciendo en longitud; por consiguiente, si la
    producción excesiva de STH se realiza
    cuando ha terminado el desarrollo
    óseo, el individuo no padecerá ya un gigantismo
    sino de Acromegalia. Aquí, los huesos largos
    crecen solo en anchura, pero no se alargan, por lo que la
    estatura del individuo permanece invariable. Se produce, no
    obstante, un desarrollo excesivo, sobre todo donde todavía
    existen cartílagos, en especial en el rostro; las arcadas
    orbitarias y sigomáticas sobresalen; la nariz se hace
    gruesa y la mandíbula prominente. Todos los órganos
    aumentan de volumen: la lengua se
    engrosa hasta el punto de que, en los casos mas graves no permite
    cerrar la boca, las manos y los pies no se alargan pero se hacen
    mas gruesos; las cuerdas vocales que están constituidas
    por cartílagos se hacen mas gruesas, provocando un
    cambio en la
    voz, que se hace profunda y masculina, incluso en las mujeres; la
    piel es
    pastosa, gruesa, rugosa y aumenta la cantidad de bello corporal.
    Si se estudia el metabolismo de
    estos sujetos, se ponen en evidencia los signos típicos
    del trabajo que esta realizando la STH: aumenta los azucares en
    la sangre (dado que como sabemos, queda obstaculizada su
    utilización por parte de las células), mientras que
    es posible observar una eliminación reducida de la
    sustancia proteicas, que son utilizadas desmedidamente. Las
    grasas, escindidas y movilizadas de los lugares de almacenamiento,
    están presentes en la sangre en cantidad ligeramente
    superior a la normal.

    Otras interferencias debido al desequilibrio de las
    hormonas, tienen efectos en el comportamiento
    sexual (desaparición del apetito sexual).

    La funcionalidad reducida de la
    hipófisis

    La funcionalidad reducida de la hipófisis se
    denomina hipopituarismo. La hipófisis, a través de
    diversas hormonas secretadas por ella, controla el funcionamiento
    de las glándulas endocrinas mas importantes :
    tiroides, las cápsulas suprarrenales, las glándulas
    sexuales y además el crecimiento corporal ; queda
    claro, entonces, que una reducción de las capacidades de
    la hipófisis se manifestará con síntomas que
    derivan de una carencia de las hormonas secretadas que esta suele
    estimular. Si esto sucede en el niño, en el que es muy
    importante la presencia de la hormona somatotropa del
    crecimiento, se producirá el denominado "enanismo
    hipofisario". Por esto se entiende un síndrome
    clínico caracterizado por la detención del
    crecimiento debido a una reducida secreción de la hormona
    somatotropa hipofisiaria. Por lo general los enanos hipofisarios
    miden menos de 1.50mts, presentan un desarrollo sexual reducido,
    con infantilismo en los genitales y ausencia de caracteres
    sexuales secundarios. La inteligencia
    es normal. El tratamiento medico se basa en dosis altas de
    hormona somatotropa.

    La capacidad secretora reducida de la
    hipófisis puede limitarse a una sola de las hormonas sin
    afectar a la glándula en su conjunto, pero cuando se
    produce un "hipopituarismo total", los síntomas se
    encuadran en un conjunto característico que recibe el nombre de
    enfermedad de Simmonds. Se trata de un decaimiento progresivo de
    todo el organismo, el enfermo adelgaza de forma rápida y
    progresiva, tanto el tejido adiposo como los músculos
    sufren una atrofia progresiva para llegar a desaparecer casi por
    completo en las fases mas avanzadas. Los órganos internos
    (corazón
    e hígado) disminuyen su volumen. Este estado de
    deterioro gravisimo (llamado caquexia hipofisiaria) esta inducido
    por la falta de la hormona somatotropa, que controla el mantenimiento
    del estado de
    nutrición
    del organismo y estimula la formación de células
    que sustituyen a las que se destruyen por vejez u otros
    motivos.

    El defecto metabólico de fondo, es una
    reducción en la formación de proteínas. Otro
    fenómeno responsable en parte de esta caquexia es la falta
    de apetito, asociada a una digestión difícil y, por
    tanto, a una absorción reducida de los alimentos a causa
    de la ausencia o secreción deficitaria de HCl por parte de
    la mucosa gástrica.

    Causas

    El hipopituarismo puede ser causado por una
    destrucción de la glándula o por una
    alteración orgánica de la misma.

    Hay un caso de alteración orgánica de
    la hipófisis que es considerado como una enfermedad
    independiente llamada necrosis hipofisaria pospartum o enfermedad
    de Sheehan.

    Existe, por ultimo, un hipopituarismo funcional, ello
    significa que la hipófisis no esta afectada por ninguna
    enfermedad especifica, la escasa producción de las hormonas se debe a causas
    extrahipofisarias que disminuyen su funcionalidad. Puede tratarse
    de una enfermedad metabólica que causa la desnutrición de la hipófisis ;
    puede ser una lesión hipotalámica capaz de inducir
    una secreción escasa de los llamados "releasing
    factors" ; o sino de un defecto o un exceso de
    funcionamiento de una glándula endocrina satélite
    (tiroides, cápsulas suprarrenales o gónadas). Un
    trabajo excesivo por parte de estas puede conducir a un reposo de
    la hipófisis que deja de estimular a la glándula
    hiperfuncionante y a todas las demás.

    También pude producirse el mecanismo inverso,
    si una glándula satélite trabaja poco, la
    hipófisis acentúa su actividad estimulante sobre
    ella y puede pasar que este esfuerzo hipofisario llegue a agotar
    la capacidad funcional de la glándula.

     

     

    Autor:

    Horacio Schlapffer

    Leonardo Moreno

    Esteban Cimolai

    Gustavo Molini

    Pablo Agüero

    Martín Rapi

    Daniel Vera

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