"La humanidad debe al niño lo mejor que
puede darle…
El niño gozará de una protección
especial
y dispondrá de oportunidades y servicios,
dispensado todo ello por la ley y por otros
medios, para
que pueda desarrollarse física, mental,
moral,
espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así
como en condiciones de libertad y
dignidad…
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono,
crueldad y explotación".
DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL
NIÑO
Definición de trabajo
infantil
No todo el trabajo
infantil, evidentemente, es tan repugnante como las formas
más peligrosas y explotadoras. Incluso los más
fervientes partidarios del no-trabajo
infantil reconocen que tareas apropiadas pueden aportar a los
niños habilidades y responsabilidades, mantener unidas a
las familias y contribuir a los ingresos
familiares. Al evaluar el alcance del trabajo
infantil y dibujar soluciones, es
crucial definir qué es el trabajo
infantil, y distinguir formas explotadoras de formas
apropiadas.
La UNICEF ha desarrollado un conjunto de
criterios básicos para determinar si el trabajo
infantil es explotador. Define que el trabajo
infantil es inapropiado si:
- es con dedicación exclusiva a una edad
demasiado temprana, - se pasan demasiadas horas
trabajando, - el trabajo provoca estrés
físico, social o psicológico
indebido, - se trabaja y se vive en la calle en malas
condiciones, - el salario es
inadecuado, - el niño tiene que asumir demasiada
responsabilidad, - el trabajo impide el acceso a la
escolarización, - el trabajo mina la dignidad y autoestima
del niño (como el esclavismo y la
explotación sexual), - impide conseguir un pleno desarrollo
social y psicológico.
La Convención sobre los Derechos de la Infancia,
firmada en 1989 por todos los países excepto la Islas
Cook, Somalia, Omán, Suiza, los Emiratos Árabes
Unidos y EUA, obliga a los gobiernos a proteger a los
niños de "la explotación económica y de
realizar ningún trabajo que pueda ser peligroso o
interferir en la educación del
niño, o que sea peligroso para la salud física, mental o
espiritual del niño o para su desarrollo
social."
Cerca de 50 países han ratificado la
Convención 138 de la OIT sobre edades mínimas para
trabajar, que establece normas más
rigurosas que la convención anterior. Establece que 15
años es la edad mínima aceptable en países
industrializados, y 14 años en los demás
países. Permiten que los niños hagan trabajos
suaves a los 13 años en países industrializados y a
los 12 en países más pobres. Prohibe el trabajo que
pueda amenazar la salud, la seguridad o
la moral para
niños menores de 18 años.
La explotación infantil es al mismo
tiempo
consecuencia y causa de la pobreza,
aunando todas las miserias.
Agotamiento para vivir y trabajar, analfabetismo,
enfermedades y
malnutrición, envejecimiento precoz. Es el momento de
romper esta espiral, que muchos se obstinan en considerar como
una inevitable 'fase de crecimiento de las sociedades en
vías de desarrollo'.
Pero el trabajo
infantil no es todo igual. La misma UNICEF hace una nítida
diferenciación entre dos tipologías de niños
que trabajan:
a) Aquellos que dentro de las familias campesinas
o artesanas trabajan para ellas mismas y por la situación
de pobreza, la falta
de infraestructura o la ausencia de garantías sociales
necesitan de los brazos infantiles. El niño puede trabajar
algunas horas al día e ir a la escuela o en
otros casos puede que trabaje todo el tiempo, pero no
se puede hablar de explotación sino sólo de
miseria.
b) Aquellos en que son explotados por un
patrón externo, muchas veces una
multinacional.
Igualmente se puede distinguir entre los casos
menos graves -el trabajo
durante algunas horas al día, en sectores que no
perjudican la salud o el crecimiento- y
aquellos más graves, es decir el trabajo a
tiempo
completo y en condiciones insalubres.
Sus causas
La
globalización económica crea lazos entre
distintas economías nacionales, con lo cual la incidencia
del trabajo infantil en países del Sur se hace más
patente en los países industrializados. Al mismo tiempo, el
proceso de
globalización que permite al Norte ser
consciente del trabajo infantil que se da en el Sur
también pone presión a las economías y
estructuras
sociales de los países del Sur, intensificando de esta
forma el problema del trabajo infantil.
Es evidente que existe una relación entre
el trabajo infantil y la pobreza,
puesto que los niños que trabajan son casi exclusivamente
pobres. Pero la pobreza no es
la causa del trabajo infantil; el hecho de que la
proporción de trabajo infantil varíe
dramáticamente entre países de niveles similares de
desarrollo
económico lo demuestra. En China, por
ejemplo, ha habido muy poco trabajo infantil en las
últimas décadas, según fuentes
diplomáticas de EUA, porque tomaron la decisión
política
de mandar los niños a la escuela. Lo mismo
ha ocurrido en el estado
Kerala, en la India, que lo
ha prácticamente abolido. De estos dos ejemplos se deduce
que el trabajo infantil sólo puede existir si es tratado
como aceptable cultural y políticamente.
Según la Fundación Internacional por
los Derechos
Laborales, en muchos países hay una fuerte
tradición de tolerar el trabajo infantil, que se combinan
a menudo con prejuicios hacia poblaciones aisladas. El resultado
es la expansión de trabajo infantil entre algunos grupos
étnicos pobres. De forma similar, actitudes
discriminatorias hacia mujeres y chicas pueden reforzar la
voluntad de los padres de mandar sus hijas a prostituirse o a
servir en casas.
Donde la educación es
obligatoria, disponible y entendida como importante, la
proporción de trabajo infantil es más
baja.
Los factores de pobreza,
tradiciones culturales, prejuicios hacia grupos
étnicos, religiosos o raciales, discriminación de las chicas, acceso
inadecuado a la educación y
búsqueda de mano de obra dócil por parte de los
empresarios, han existido desde hace siglos. Lo que es nuevo
ahora es la
globalización económica.
Este factor contribuye a incrementar el trabajo
infantil debido a la competencia en el
mercado global,
que hace que todo el mundo busque bajar los costes de producción. Hay otras formas, menos obvias
pero igualmente importantes, en que la
globalización contribuye al incremento del trabajo
infantil.
Las exportaciones
agrícolas baratas hacia el Sur y la promoción de la agricultura
orientada a la exportación en estos países han
removido la estructura
social de comunidades rurales en todo el planeta.
Apoyándose en la violencia, la
coerción y a veces en fuerzas de mercado
impersonales, los propietarios de las plantaciones han sacado
muchas familias rurales de sus tierras, dejándoles con
pocas opciones económicas. Algunos han cogido trabajo en
las plantaciones, donde se suelen emplear también a los
hijos; algunos se han ido a suburbios, donde los niños
pueden buscar trabajo para ayudar a sus familias; y algunos han
mandado a sus hijos a las ciudades a que ganen dinero para
la
familia.
Durante los años 80 hubo grandes cambios en
el sector agrícola del Brasil. Grandes
plantaciones se mecanizaron más y más y se
incrementó su grado de dedicación a la exportación, y la tierra se
concentró cada vez más en pocas manos de grandes
empresas
agrícolas. Los trabajadores de las plantaciones y los
pequeños agricultores expulsados de sus tierras se
juntaron con los grupos de
trabajadores temporales que se conocieron como "bóias
frias" o "volantes". Dado que los ingresos de
muchas familias disminuyeron considerablemente, estas fueron
empleando a los hijos. Hoy, una buena proporción de los
niños que trabajan en Brasil son
bóias frias.
En el sureste de Ásia, la
urbanización y el empobrecimiento de las economías
rurales son factores importantes que empujan a las familias a
vender a sus hijas a la prostitución. El incremento en prostitución infantil está ligado al
crecimiento del turismo sexual, una
manifestación especialmente amarga de la
globalización.
A nivel macroeconómico, la
imposición por parte del BM y el FMI de PAEs ha
fortalecido muchas de las tendencias que contribuyen al trabajo
infantil. Se ordena a los gobiernos que promocionen las exportaciones y
recorten el gasto público como condición para
seguir recibiendo préstamos. En muchos casos los recortes
son en educación. Sin embargo, en años
recientes, el BM ha reconocido la importancia de la educación y la
sanidad y ha instado a los gobiernos a mantener programas en
estas áreas, así como inversiones en
capital
humano. Preguntado acerca de la influencia de los PAEs en el
recorte de prestaciones
sociales y de gastos
públicos, el economista del BM Peter Fallon dice que "se
ha dicho que en uno o dos países los PAEs han incrementado
la incidencia del trabajo infantil. Pero eso es difícil de
justificar, porque no se puede saber lo que pasaría en
otro caso. Podría haber más trabajo infantil de no
seguir los PAEs." El BM también ha instado a los gobiernos
a mandar a los niños a la escuela. Pero
incluso cuotas bajas hacen que algunas familias no puedan mandar
a los niños a la escuela, y
éstos frecuentemente trabajan. Fallon dice que el BM
orienta sus consejos más bien a la enseñanza
secundaria y postsecundaria, y que para atacar el problema del
trabajo infantil hay que atacar la enseñanza
primaria.
En que trabajan los
chicos
La mayoría de los niños que trabajan
a tiempo
completo lo hacen en el sector agrícola comercial, pero
hay niños trabajando en multitud de sectores: servicio
doméstico, , minería,
pesca de gran
profundidad (buceadores), construcción, material deportivo, calzado
deportivo, equipamiento quirúrgico, cerillas y pirotecnia,
carbón vegetal, fábricas de cristal y
cerámica.
En la India:
esclavizados, en canteras, en el campo, servicio
doméstico, picking rags en las calles, alfombras, saris de
seda, cigarrillos "beedies", joyería de plata.
artículos de piel
(incluyendo calzado y material deportivo), alfombras de lana
tejidas a mano, piedras preciosas sintéticas y naturales,
diamantes, prostitución, restaurantes, trabajo
doméstico, teterías y moteles.
Minas de carbón en Colombia
Los pasillos de las minas son bajos y estrechos,
así que los propietarios (habitualmente los padres de los
trabajadores) encuentran en los niños los trabajadores de
tamaño ideal. Encorvados y con dificultades para respirar,
los niños cargan pesados sacos de carbón a sus
espaldas. Están expuestos a altos niveles de polvo, con
riesgo de
lesiones y enfermedades pulmonares. Se
estima que son centenares de chicos.
Pelotas de
fútbol
Buena parte del material deportivo del mundo se
produce con trabajo infantil. En Pakistan, el mayor exportador de
pelotas de fútbol (provee más del 60% del mercado
estadounidense), por ejemplo, hay más de 7.000
niños de menos de 14 años que cosen pelotas,
cobrando 0,6 dólares por pelota; incluso los niños
más mayores no pueden coser más de 3 o 4 pelotas en
un día.
Con el soporte de Robert Reich, antiguo secretario
de estado para el
trabajo de EUA, y de otros políticos, la CIOSL y ONGs para
los derechos
laborales lanzaron una campaña en junio de 1996 para
asegurar que "los niños no jugarán más con
pelotas hechas por niños empobrecidos en la otra parte del
mundo". El primer objetivo era
la FIFA, que ponen su sello en las pelotas de alta calidad,
incluidas las que se usan en ligas profesionales. Se pidió
a la FIFA que no pusiera el sello en pelotas hechas con trabajo
infantil. La campaña consiguió rápidamente
publicidad,
gracias a la Copa de Europa; miles de
jóvenes jugadores pidieron a la FIFA y otras instituciones
del mundo del fútbol que se eliminara el trabajo infantil
de la fabricación de pelotas de fútbol.
Después de negociar con varias organizaciones
sindicales, la FIFA anunció en agosto que pediría a
todos sus afiliados que se adhirieran a un código laboral como
condición para usar el sello de la FIFA. El código
prohibe el uso de mano de obra infantil y otras prácticas
laborales explotadoras. El control del
cumplimiento del código se dejó en mano de organizaciones
sindicales internacionales. A principios de
1997, dos asociaciones de fútbol de EUA subscribieron al
código de la FIFA.
Estando bajo un intenso escrutinio las condiciones
laborales de las plantas donde se
cosen sus zapatillas deportivas, Nike y Reebok rápidamente
se quisieron asegurar de que las pelotas de fútbol que se
producen con sus marcas no se
hacían con trabajo infantil. En noviembre de 1996 Reebok
anunció que sus pelotas llevarían la
inscripción "Garantizado: hecha sin trabajo infantil" para
la primavera de 1997. El mismo mes, Nike y una firma
pakistaní abrieron una planta para coser pelotas de
fútbol en la que no se iba a usar mano de obra
infantil.
Ahora se está intentando extender la
campaña a pelotas para todos los deportes. También se
intenta lanzar una fundación para educar y rehabilitar a
los niños que dejen de trabajar haciendo pelotas. Las
mismas organizaciones
también trabajan para eliminar el trabajo infantil de los
deportes
olímpicos, con la Campaña Aros
Libres.
El turismo y la infancia
prostituida
Cada día aumenta el número de
niños y niñas prostituidos en todo el mundo. desde
hace siete años, ecpat (end child prostitution and
trafficking coordina esfuerzos para erradicar esta
lacra.
Tailandia, 1993. Un grupo de
turistas franceses, algunos de ellos hombres solteros. Cuando uno
de ellos le comenta a otro que se va a buscar una niña
prostituta, el compañero se siente ultrajado. Tienen una
fuerte discusión pero, a despecho de esta, el primer
hombre decide
irse con la niña. El segundo hombre
denuncia el hecho a la policía y hace arrestar a su
compatriota.
De un tiempo a esta parte, los casos de abusos ,
de prostitución y de pornografía infantil han aparecido
constantemente en los medios de
comunicación. ¿Es que antes no existía
esta explotación?. Siempre se ha abusado de la infancia, pero
probablemente nunca se había llegado a un nivel de
comercialización tan feroz y global como el
de hoy en día.
En Asia, los
occidentales ayudaron a crear el negocio de la prostitución infantil. Algunos burdeles
datan de la guerra de Vietnam
o están situados alrededor de algunas bases militares de
los EE.UU. Mas de un millón de niños y niñas
son esclavos sexuales en Camboya, India,
Filipinas, china,Tailandia, Taiwan y otros países. El
desarrollo
económico del sudeste asiático no ha ayudado a
reducir esta plaga, continua habiendo miseria y cuando no es la
propia gente del país la que compra o rapta a los
niños/as para la prostitución, son los propios
niños los que, para sobrevivir, se ofrecen en cualquier
esquina.
El principal flujo de turistas ávidos de sexo infantil
proviene de países económicamente desarrollados
(Europa
occidental, América
del norte, Australia, Nueva Zelanda, Japón y estados del
Golfo Pérsico) y se extiende por los países
más pobres del sudeste Asiático, África,
América
Latina y el Caribe. Algunos países de Europa del Este,
desde la caída del telón de acero,
están empezando a atraer turistas sexuales y a exportar
niños/as prostituidos/as hacia las zonas
vecinas.
Ya sea por medio de Tour-Operators que
explícitamente preparan viajes con
oferta sexual
de menores incluida o bien por libre, el usuario de la
prostitución infantil busca la impunidad que le ofrece el
ejercicio de esta actividad en el tercer mundo. Otros son
sencillamente viajeros que por miedo al SIDA se van con
niños y niñas; piensan que no están
contagiados porque son muy jóvenes, cuando esta es una
creencia absolutamente errónea . Vía Internet también, los
explotadores sexuales han encontrado un potente medio de comunicación para intercambiar pornografía infantil o para informarse
sobre nuevos "destinos turísticos".
Té y plátanos para
lejanos consumidores.
¿Cuantos muchachos/as mueren cada
año manipulando pesticidas en las plantaciones? Es raro
que la noticia de la muerte de
muchachos/as intoxicados en las plataneras de
Centroamérica, por ejemplo, llegue a los
periódicos.
En Bangladesh, Nepal y la India son la
plantaciones de té, las que más incorporan trabajo
infantil. En Assan el 70% de la mano de obra, horarios enormes y
reducidas pagas. Esta situación genera altísimos
beneficiosa las multinacionales del té y a sus socios
locales.
Agricultura
comercial
El esfuerzo físico requerido para cortar,
cosechar y cavar en granjas o plantaciones pobremente mecanizadas
puede ser abrumador. En las plantaciones de azúcar del
Brasil, por
ejemplo, los niños cortan cañas con machetes, una
tarea que les pone constantemente en riesgo de
mutilarse. Constituyen un tercio de la mano de obra y se ven
involucrados en un 40% de los accidentes
laborales.
Los pesticidas significan un grave peligro para
los niños que trabajan en plantaciones, a los que son
especialmente sensibles por estar en una etapa de crecimiento.
Según un estudio citado por la OIT, en áreas
rurales hay más muertes infantiles causadas por los
pesticidas que por todas las demás enfermedades propias de la
infancia
juntas.
La producción de seda y saris en la India
La industria de
la seda y los saris es históricamente una de las
más importantes de la India. La mayor parte del hilo y los
tejidos de
seda se consume domésticamente, pero las exportaciones
crecen rápidamente (se vendieron 260 millones de
dólares en 1995 y se espera llegar a 300 en 1997. Entre
1980 y 1989 el Banco Mundial
prestó 54 millones de dólares para soporte a la
sericultura en Karnataka. En 1989 dio otros dos préstamos
por un total de 177 millones con el mismo fin. En 1994 y 1995
prestó 3 millones de dólares para modernizar la
industria de
la seda en Karnataka y otros 157 millones para mejorar la
producción en la India en general.
Además ha propuesto prestar 190 millones de dólares
para la agricultura de
Uttar Pradesh, parte de los cuales se dedicaría a la
seda.
La motivación
del Banco Mundial
al promocionar la sericultura es crear lugares de trabajo,
aliviar la pobreza y
ayudar a grupos
desventajados. Pero al no controlar ni restringir el uso de
esclavitud
infantil, lo que ha conseguido el Banco Mundial
es potenciar una industria que
descansa sobre la esclavitud
infantil en todos los pasos de los procesos
productivos. En las dos principales etapas, el devanado y el
trenzado de la seda, de los niños que trabajan que no son
hijos de los propietarios son esclavos un 100%. En Karnataka
puede haber unos 100.000 niños esclavos.
Los niños pueden empezar a trabajar a los 5
años, ganando 10 rupias como mucho y sufriendo riesgos laborales
y amenazas de abusos por parte de los
empleadores.
Pomabhai es un chico de 12 años, que
trabaja con su hermana en la industria de
la seda; sus dos hermanos menores van a la escuela y su
padre trabaja de camarero en un hotel. Cuando Pomabhai
tenía 8 años su padre pidió prestados 126
dólares para la boda de su hija mayor, con lo que Pomabhai
dejó la escuela y se puso a trabajar. Dice que quiere
continuar con su educación, pero que primero tiene que
comer.
Ajad y Marukh tienen 10 años y han
trabajado en la industria de
la seda desde los 5 en Ramanagaram, el mayor mercado de
capullo de seda de la India, en la región de Karnataka.
Puesto que son devanadores, meten sus manos en agua hirviendo
y palpan los capullos de seda, apreciando a través del
tacto si los finos hilos de seda se han reblandecido
suficientemente como para ser devanados. No pueden usar tenedores
en vez de sus manos debido a la teoría
según la cual sus manos pueden discernir mejor si los
hilos están a punto para ser devanados. Las palmas de sus
manos y sus dedos son blancos y con grandes marcas de
heridas, quemadas y ampollas.
Muchos tejedores de seda están hacinados en
habitaciones oscuras, húmedas y sin ventilación.
Estas condiciones favorecen el contagio de enfermedades entre los
niños trabajadores. En un estudio realizado en 1985, el
Instituto Gandhiano de Varanasi identificó la tuberculosis y
los trastornos intestinales como la "enfermedad laboral de la
comunidad
tejedora". Los cortes también son típicos y
difíciles de curar. Un investigador en Kanchipuran
informó de que había visto un chico con los dedos
cortados de una forma tal que no podía comer él
solo. Los empresarios no facilitan cuidados médicos ni
siquiera primeros
auxilios a los trabajadores que sufren algún
accidente, y quien no puede trabajar un día no cobra ese
día.
Human Rights Watch ha pedido al Banco Mundial
que deje de dar préstamos a la industria de la seda hasta
que el gobierno indio
aplique el Acta sobre (la Abolición de) la Esclavitud y
empiece un proceso para
identificar, liberar y rehabilitar los niños esclavos.
También le ha pedido que implemente urgentemente programas que
garanticen que los niños van a la escuela, puesto que esta
es la única forma de romper el ciclo de la esclavitud.
El Banco Mundial
niega que sea responsable ni cómplice del problema de la
esclavitud
infantil en la India. Durudee Sirichanya, una portavoz del
Banco, dice
que "El tema del trabajo infantil es complejo, puesto que en
algunas áreas es esencial para la supervivencia de
la familia.
[…] El Banco ha
intentado crear el entorno adecuado para desalentar el trabajo
infantil."
Industria de ladrillos en
Camboya
Los niños usualmente trabajan con las
manos desprotegidas, y a veces descalzos. A menudo se cortan y se
les caen ladrillos a las manos y a los pies. Algunos trabajan con
maquinaria pesada y muchos se cortan las manos o los dedos con
las máquinas. Más de la mitad de los niños
entrevistados por el Asian-American Free Labor Institute dijeron
estar en deuda con su amo. La mayor queja era el
cansancio.
Pieles para las
fiestas.
En El Cairo y sus alrededores, en las fabricas de
curtidos trabajan cerca de un millón y medio de
niños y niñas de Egipto entre
los seis y los catorce años. Las condiciones de trabajo
son siempre las mismas, estando junto a muchos productos
tóxicos, los niños trabajan con los pies y las
manos desnudas. En la India, Brasil y en el
sudeste de Asía el espectáculo es más o
menos el mismo.
Vestidos, seda y zapatos para
lejanos consumidores.
Son los productos de
baja tecnología y gran consumo
aquellos que producen para la exportación países como Tailandia,
China o
Indonesia, los que hacen crecer su desarrollo
industrial. En medio están las multinacionales que
contratan el trabajo a empresa locales,
quienes lo subcontratan a otras más pequeñas. En
este circulo se insertan el trabajo de los niños/as. En
Indonesia el trabajo infantil está permitido, pero
sólo por cuatro horas al día, los niños/as
en la industria manufacturera son más de trescientos mil.
Durante el año 1991 se inicio la denuncia del uso de
trabajo infantil en la fabricación de las costosas
zapatillas de la multinacional NIKE, que basa su negocio en
escatimar unas pesetas a los trabajadores y gastando millones en
publicidad. Otra
marca famosa,
ADIDAS, ha transferido toda su producción a Asia, cerrando
todas las factorías en Europa.
]Cigarrillos
"beedies" en la India
Son cigarrillos hechos a mano que no se exportan
sino que se producen para el mercado local. En
esta industria trabajan más de 325.000 niños, en
el estado de
Tamil Nadu, al sur de la India.
Trabajan en condiciones brutales, en un clima de terror.
Panjaran, de 10 años, se convirtió en esclavo a los
6 años por un préstamo de 14 dólares. Dice
que "el encargado me pegaría con un palo si no llegara a
tiempo, si no liara 1.500 beedies en un día, si estuviera
cansado, si mirara alrededor; me pondría una caja de
cerillas debajo del mentón, y me pegaría si se
cayera."
En 1991, la Corte Suprema de la India
ordenó al gobierno de
prohibir todo trabajo infantil en las unidades de la industria de
la manufactura
del tabaco que puedan
dañar la salud de los niños.
También ordenó a los gobiernos estatales que
formularan un plan para acabar
con el trabajo infantil inmediatamente, o bien eliminarlo de la
industria del beedie en tres años. A finales de 1996 no se
había implementado ninguno de estos
planes.
La pesadilla de los
juguetes
En la etiqueta estará escrito MATTEI, LEGO
o CHICCO, pero el 80% de los juguetes de todo el mundo se
fabrican en China (donde
el propio Ministerio de Trabajo se muestra
preocupado por la situación de los niños/as), en
Tailandia e Indonesia. Niños y niñas que durante
doce horas al día se encuentran en contacto con materiales
plásticos
inflamables, en ambientes sofocantes, sin casi comida y durmiendo
en campamentos-guetos.
En el año 1933, dos fabricas de juguetes
ardieron en Tailandia y China. Hubo
centenares de víctimas, entre ellas multitud de
niños/as. Contra los juguetes de procedencia hindú
existe la campaña de boicot TOYCOTT CAMPAIGN
(TOY=juguete).
Alfombras para casas elegantes muy
lejanas
Un millón de niños tejen las
alfombras en decenas de miles de telares distribuidos por
Pakistán, India o Nepal. Antiguos comerciantes
exportadores las encargan a intermediarios locales, los cuales a
su vez las subcontratan a los propietarios de los telares. Estos
se las encargan a tejedores que las realizan con ayuda de algunos
asalariados. Muchos son los intermediarios y todos quieren
obtener beneficios. Basándose el último
eslabón que normalmente son niños. Se los prefiere
no sólo por sus pequeños dedos adaptados al
trabajo, sino también porque los adultos no están
dispuestos a semejante explotación.
Los niños no tienen elección, son
traídos de pueblos lejanos, engañados por supuestas
buenas perspectivas y con el pago de una contrapartida a sus
padres pauperrimos e ignorantes. Trabajan en habitaciones
oscuras, angostas, húmedas y detrás de telares
atando nudos sobre los hilos tensados, durmiendo después
en el mismo local, en medio del polvo y desnutridos. Cuando se
hacen una herida se la cauterizan con una cerilla para evitar
manchar de sangre las
alfombras.
Sirvientes de las familias
ricas
No los ve nadie pero son millones los
pequeños sirvientes de más de seis años, a
menudo reciben como pago sólo la comida -escasa y
diferente a la de los amos- y se los maltrata. Por ejemplo, son
más de cien mil los niños 'resteareck' en
Haití, que las familias campesinas contratan con las de la
ciudad. E veces se les lleva al extranjero. Esta situación
ha sido denunciada por la asociación Anti-slavery
International, quien a dado datos de
familiares de diplomáticos implicados con residencia en
Francia y
Suiza.
Entre la basura y el
tráfico.
Ochenta millones de niños trabajan en las
calles. En la periferia de Manila son doce mil, escalando las
montañas humeantes de la basura para
rescatar cualquier residuo útil. Lo mismo ocurre en las
calles y en los basureros de muchas otras ciudades del Tercer
Mundo. Un trabajo extremadamente arriesgado desde el punto de
vista sanitario que atrae el desprecio sobre quien lo realiza.
Otros venden periódicos, limpian cristales, parabrisas o
son limpiabotas. Muchos en Asia hacen de
animales de
carga, transportando mercancías y personas sobre carritos,
explotados por sus propietarios.
El trabajo infantil en el tercer
mundo
Africa
El 17 por ciento de la población activa en Africa son
niños de entre 4 y 15 años. Los pequeños
suelen desempeñar funciones de
pastoreo o de vigilancia del ganado, incluso en época
escolar, con la consiguiente repercusión negativa en su
educación.
El estudio realizado por la OIT en Ghana
indica que los niños de la calle, que se encuentran
principalmente en los núcleos urbanos y no tienen lugar
fijo de residencia, trabajan por su cuenta o para operadores de
distintas actividades del sector informal. En Accra, la capital, el 88
por ciento de los niños de la calle no asiste a la
escuela. El 96 por ciento son migrantes. Son niños que
vagan de un sitio a otro, duermen en el exterior de edificios o
tiendas en colchones de cartón o de paja y comen alimentos poco
nutritivos que compran en la calle con sus escasos ingresos. Su
jornada de trabajo empieza a las 4:30 de la mañana.
Lustran zapatos, portean bultos, venden géneros diversos,
mendigan…
Latinoamerica
En 1990 trabajaban en la región
7.300.000 menores entre los 10 y los 14 años. En San
Salvador y otras ciudades brasileñas del estado de
Bahía viven y trabajan aproximadamente 3.000
niños.
El Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia
(Unicef) apuntó, por su parte, el pasado mes de marzo, que
en Haití existen entre 250.000 y 300.000 menores que
trabajan como empleados domésticos en condiciones de
semiesclavitud. Las tres cuartas partes de estas modernas
cenicientas son niñas. Se llaman restavek (reste avec,
quedarse con alguien, en
francés).
Las familias del campo, demasiado pobres
para mantenerlos, envían a estos niños a familias
conocidas e incluso allegadas de la ciudad, que se comprometen a
facilitar su educación, alojamiento y alimentación a
cambio de
trabajo doméstico. Pero estas promesas se tornan, casi
siempre, en explotación. Un 75 por ciento de estos
domésticos infantiles no saben leer o escribir. En muchos
casos, son huérfanos. Tienen que trabajar todo el
día, pero no ganan nada y se alimentan de restos.
Frecuentemente no duermen en camas, sino en el suelo, y, en el
caso de las niñas, pueden sufrir abusos
sexuales.
Un 80 por ciento de ellos sufre trastornos
de estómago o dolores de cabeza como consecuencia de su
aislamiento emocional, según los psiquiatras. Muchos
parecen retardados física y
psíquicamente, sin que lo sean. De hecho, una vez
liberados de su situación e integrados en una comunidad pueden
convertirse en los mejores alumnos de la clase. Ese trabajo es el
destino que espera al 70 por ciento de la población menor de 18 años. Es
decir, casi al 40 por ciento de los haitianos. La edad de los
menores sometidos a semiesclavitud se sitúa entre los 11 y
los 14 años y el 75 por ciento son niñas,
según Unicef.
Los restaveks son cada vez más
jóvenes a causa del empobrecimiento del país. Puede
llegar a tener sólo 5 ó 6 años y cada vez
trabajan para familias más pobres, con ingresos que
normalmente no superan los 250 dólares al año y que
no pueden satisfacer siquiera sus propias
necesidades.
Asia
La OIT calcula que el 11 por ciento de la
población de Asia está
conformada por niños entre 4 y 15 años. Aunque en
Africa la
población laboral infantil
es, en conjunto, más numerosa, la India sigue siendo un
caso paradigmático en este terreno. Los menores de este
país que trabajan, generalmente en condiciones muy duras,
son unos 44 millones.
Los factores más determinantes del
trabajo de menores en la India parecen ser la pobreza y el
analfabetismo
(4). El porcentaje de hogares en los que hay menores que trabajan
aumenta de forma directamente proporcional al nivel de analfabetismo
de los pueblos, en especial en el grupo de edad
comprendido entre los 10 y los 14
años.
Los niños de la India trabajan en
pequeñas factorías, hostelería,
depósitos de petróleo,
talleres de joyas, fábricas de alfombras y de
cerillas.
En Sri Lanka se han dado casos, en los
últimos años, de niños que han denunciado a
sus empleadores por malos tratos. Las leyes de este
país prohiben emplear niños menores de 12
años y a los que tengan entre 12 y 14 años durante
el horario escolar. En 1995 se puso en marcha una campaña
de sensibilización contra el trabajo infantil que
propició la recepción de más de 2.000
denuncias en los 3 primeros meses -antes no se registraban
más que entre 10 y 15 al
año-.
Sin embargo, pocos empleadores fueron
condenados con el debido rigor. Ninguno fue a parar a la
cárcel. En realidad, quienes salieron perdiendo fueron los
niños: fueron enviados de vuelta con sus familias, en
muchos casos demasiado pobres para mantenerlos, o a una
institución de acogida. Algunos niños decidieron
volver con el empleador denunciado.
El Servicio de la
Policía para el Cuidado de los Niños de Sri Lanka
estima que en este país existen unos 400.000 niños
entre 5 y 14 años que trabajan para vivir, la
mayoría como empleados domésticos el éxodo
de alrededor de medio millón de mujeres que trabajan como
domésticas en Oriente Medio explica, en parte, el acceso
de los menores a este sector-.
La India, gigante del trabajo
infantil
Junto a tener uno de los mayores tasas de analfabetismo
en el mundo, la India tienen el mayor número de
trabajadores entre cuatro y catorce años. El gobierno habla de
diecisiete millones, la OIT de cuarenta y cinco millones, pero
Swani Aquivesh del Frente de Liberación del Trabajo
Forzado, admite que en el año 1994 había más
de sesenta millones. Una ley de 1986
prohibe a los menores de catorce años los trabajos
más peligrosos o nocivos y reglamenta el resto. Pero la
escasez de medios, la
disgregación de la unidades productivas informales y la
corrupción
obstaculizan los controles. El Asia Labour
Monitor,
calcula que los muchachos pertenecientes a familias rurales sin
tierra,
producen cerca del 20% del PIB, en
sectores como la agricultura,
minería,
hornos, fabricas textiles, de cerillas, sederías, de
fuegos artificiales y en el gigantesco sector infantil urbano
(transporte de
cargas, comercios pequeños,…). Al menos cinco millones
son esclavos, forzados a no poder
abandonar el puesto de trabajo a pesar de no recibir paga, por
deudas contraidas por su familia o porque
los padres han recibido un anticipo sobre este
trabajo.
El Tribunal Supremo hindú considera como
esclavo todo el trabajo de los niños/as, no sólo
porque no pueden elegir, sino porque no reciben el salario
mínimo legal. A la India se le acusa, como a otros
países, de practicar en sus exportaciones una
competencia
desleal basada sobre esta explotación.
Brasil, tierra de
explotadores y explotados
La octava potencia
económica mundial, tiene una renta per capita de 4900
dólares, gran cantidad de recursos y
treinta y cuatro millones de pobres…..No nos podemos
sorprender, es el país, quizás, más injusto
del mundo, con un 2% de sus habitantes que controlan el 60% de
la tierra,
mientras los jornaleros trabajan diez horas diarias los siete
días de la semana.
No solo existen diez millones de 'meninos da rua',
también y de acuerdo al Instituto Brasileño de
Geoestádistica, en las diez principales ciudades trabajan
el 35% de los niños y niñas entre cinco y nueve
años (se trata de dos millones). En las zonas rurales
trabajan siete millones de niños/as y muchachos/as menores
de diecisiete años, ocupados en las plantaciones de
caña de azúcar. La Confederación de
Trabajadores Agrícolas (CONTAG) ha denunciado que en el
año 1994 existían cuarenta mil niños
esclavos debido al pago de deudas familiares. Una parte de ellos
trabajan junto a sus familiares en las terribles fabricas de
carbón del Carajás. Quien se escapa antes de saldar
una deuda -que entre otras cosas nunca se extingue- es asesinado.
Hay muchísimos pequeños jornaleros agrícolas
que no ganan nada porque su 'producción' se incorpora a la cuota
mínima, normalmente alta, que se debe pagar para saldar la
petición de los padres. Una investigación del sindicato CUT
ha demostrado que cerca del 30% de los trabajadores son menores
de catorce años en sectores como el textil y la
fabricación de zapatos para la exportación. La ley permite el
trabajo a los doce años para aprendizaje y la
enseñanza obligatoria dura hasta los catorce años,
pero cinco millones de niños no asisten a la escuela. No
existen controles y de esta forma no se respeta ninguna
prohibición. Desde hace tres años y gracias a la
presión popular, también el gobierno
brasileño muestra voluntad
'abolicionista'.
Consecuencias del trabajo
en los niños
Las consecuencias del trabajo para la
salud de los
niños son muy graves. Sufren lesiones visuales y
óseas, deformaciones, numerosos accidentes,
muerte
temprana… La mitad de los niños sometidos a trabajo
forzoso en las fábricas de alfombras paquistaníes
no llega nunca a los 12 años, según informes de
1991.
Ese mismo año la Policía
tailandesa desmanteló una fábrica ilegal de
papel donde
permanecían esclavizados 31 niños y adolescentes.
Se les obligaba a tomar anfetaminas para cumplir una jornada
laboral de 18
horas por la que no recibían salario alguno.
Eran apaleados a la menor señal de rebeldía. La
operación fue posible gracias a que uno de los
niños consiguió escapar y su padre alertó a
las fuerzas de seguridad. Cuando
éstas actuaron, comprobaron que los niños
presentaban infecciones en la piel y grave
desnutrición. 28 de
ellos
necesitaron asistencia pisquiátrica
por el grave trauma que sufrieron.
Pobreza infantil
Nunca se ha visto un niño rico trabajar. La
relación entre pobreza familiar
y trabajo infantil es evidente. La Coalición Surasiatica
contra la Esclavitud sostienen que el trabajo dependiente de los
niños, mano de obra barata, sumisa y vulnerable, es
también la causa y no sólo la consecuencia, de la
pobreza social
e individual. Un niño, futuro adulto, su familia y su
país son vendidos por 800 pesetas al
mes.
Niños y niñas
destruidos
Analfabetos de por vida. Si tienen tiempo y no
están agotados, podrán ir a una escuela informal,
pero nunca tendrán un título elemental. Analfabeto
no podrá defender sus derechos, tampoco cundo sea
adulto.
Salud hipotecada. Primero por el cansancio, Narain
Singh Rao, activista hindú de los derechos de los menores,
dice: 'Si yo que tengo treinta años hubiera empezado a
trabajar a los ocho, ahora sería tan bajo como mis amigos
de infancia que lo hicieron. Estaría jorobado y cansado,
tal vez tendría tuberculosis. El
80% de los enfermos hindúes por tuberculosis
trabajaron siendo niños. La exposición continua al
polvo, a los productos
químicos, al calor y
quizás a la falta de luz (o por ser
excesiva) afectan a los pulmones, a los ojos, al hígado y
a los riñones".
Acarrear pesos y mantener posturas forzadas por
mucho tiempo pueden hipotecar el crecimiento y el desarrollo
óseo. Los ruidos causan sorderas
parciales.
Daños psicológicos. La ausencia de
tiempo para jugar y de descanso, el distanciamiento de las
familias pueden tener repercusiones negativas sobre la psicología infantil.
Devastadores y permanentes son lo efectos psíquicos y
físicos de la prostitución
infantil.
Amenaza para los
adultos
La OIT recuerda que el recurso al trabajo de los
niños va unido al paro de los adultos y a la distribución desigual de la
riqueza.
Sin niños a disposición de los
terratenientes y de las fabricas, el trabajo lo harían los
adultos. Sin la 'competencia' no
mejorable que representa el trabajo infantil, los adultos
tendrían un mayor poder de
reivindicación social y salarial. El trabajo infantil
prolifera en las comunidades y sociedades
donde los adultos trabajan de forma temporal o por salarios
inferiores a los mínimos legales.
Sociedad empobrecida para
siempre
La relación niños/fuerza de
trabajo lleva consigo una alta tasa de mortalidad, incentiva una
mayor natalidad y alimenta la espiral de la pobreza.
Las naciones heredan una nueva generación
de trabajadores con bajos ingresos, sin
especialización, analfabetos, tal vez enfermos o
inválidos. En vez de conseguir aliviar la pobreza esta se
agrava.
Un niño produce casi lo mismo que un
adulto, pero gana mucho menos, normalmente un tercio. Dar trabajo
a un adulto sindicalizado significa aumentar el precario poder
adquisitivo de las familias y posibilita el desarrollo
posterior, haciendo crecer el mercado interno.
¿Que ventajas obtienen las
familias?
Bien pocas, una reciente investigación de UNICEF en América
Latina ha evidenciado que debido al trabajo de los
niños, el poder
adquisitivo de las familias aumenta como máximo entre un
10 y un 20%, continuándose en los mismos niveles de
pobreza.
Sin hacer mención a los casos de las
familias que han obtenido anticipos y el niño es obligado
a trabaja gratis. Es raro que un niño que trabaje de forma
dependiente gane a la semana más de los que cuesta un kilo
de arroz.
La pobreza sin estado
social
Es verdad que sólo los hijos de las
familias pobres trabajan en situaciones sociopolÍticas de
carencia de mecanismos de beneficios sociales. No influye
demasiado el nivel de pobreza global del país como
demuestra el terrible ejemplo de Brasil y por el
contrario el ejemplo positivo del modesto Estado
hindú de Kerala, feliz excepción en este
subcontinente.
Desde las primeras elecciones de 1057 hasta hace
poco, en Kerala unos gobiernos 'especiales', sensibles a los
problemas
sociales y empeñados en garantizar a todos la
cobertura de las necesidades básicas. Se realizó la
Reforma
Agraria, se aumentó el salario
mínimo y se declaró la enseñanza y la
sanidad obligatoria y gratuita, sirviendo de estímulo al
resto de la India.
Igualmente el ejemplo de Cuba es
significativo a pesar de las condiciones económica
difíciles se mantienen las conquistas sociales y los
niños no trabajan.
La Explotación infantil está en
estrecha correlación con la distribución injusta de la riqueza y
aumenta cuando se dejan solos a las familia a
afrontar su pobreza. Sin escuelas y sin sanidad gratuitas, sin
seguridad
social, para satisfacer sus necesidades básicas las
familias deben pedir a todos sus miembros la colaboración
para lograr sobrevivir.
Cuando la situación económica se
degrada, aumenta el paro de la población adulta, se pide la ayuda, aunque
limitada, que procede del trabajo infantil. Sucede en los
países europeos y sucede en Irak, donde
con el embargo de Naciones Unidas,
el trabajo infantil ha florecido.
El incentivo de los
beneficios
Las empresas
prefieren a los niños porque se les puede explotar mejor.
Casi todos los curtidores de El Cairo admiten que darían
trabajo a los niños antes que a los adultos aunque hubiera
leyes
restrictivas.
Los gobiernos son a menudo cómplices
directos o indirectos, es su responsabilidad si los trabajadores adultos
perciben salarios
insuficientes para mantener a su familia (el mismo
salario
mínimo legal, en la mayor parte de los países
garantiza un poder
adquisitivo ínfimo). Si existen ciento ochenta millones de
campesinos que no tienen tierras y mantienen a sus familias
levantándose por la mañana sin saber como ganar
para la comida del día y si los pobres son más de
tres mil millones de personas.
Algunos gobiernos del Tercer Mundo mantienen que
el trabajo de los niños es una enfermedad infantil de los
países pobres y piensan que los países occidentales
han llegado a ser ricos gracias debido a la explotación de
los niños. Pero la realidad es ciertamente la
contraria.
Mecanismos
internacionales
La deuda externa es
la gran culpable. A todos los pueblos de los países
endeudados del Sur, se les viene aplicando los consabidos
programas de
ajuste estructural del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial,
que les piden que trabajen más, vendan más y
consuman poco, para ahorrar lo suficiente para pagar la
deuda.
Esto está significando aumentos de los
niveles de explotación de los trabajadores y de los
ecosistemas,
para producir a precios
menores y compitan en el mercado internacional. Significa
también la reducción de los gastos sociales
-enseñanza, sanidad- que permiten a las familias
sobrevivir a pesar de los reducidos ingresos.
Multinacionales sobre la piel
(también) de los niños
'La carrera de la competencia
llegará un día también a Europa, haciendo
trabajar a los niños de forma masiva, gran victoria',
ironiza el periódico
Le Monde Diplomatique.
Los principios de la
competencia
internacional se basan en la deslocalización, nuevo
fenómeno en la lucha del capital contra
el trabajo. Para ahorrar algunos costes las empresas de
ciertos sectores sustituyen los trabajadores por maquinas, en
otras ramas de la producción en más conveniente
cambiar el lugar de la producción a aquellos lugares donde
los trabajadores son menos exigentes y los gobiernos más
tolerantes.
Las empresas
multinacionales prefieren coger trabajadores por ochenta hora a
la semana, pagándoles unos pocos centavo de dólar
por hora y después gastan enormes sumas de dinero en
publicidad
dirigida a un mercado limitado -no más de mil quinientos
millones de personas consumen estos productos-
dado que en muchos productos la
imagen hace
vender más que su precio.
Junto a los tradicionales productos tropicales,
los procesos
industriales más sencillos -textiles, curtidos, juguetes o
electrónica– nos abandonan dejando las
fabricas europeas vacías, para instalarse en Asia,
América
Latina o en el norte de África. Las formas son varias:
Zonas Francas que dan alas multinacionales condiciones mas
ventajosas y total libertad de
actuación, con contratos con
empresas
locales, subcontratos y subcontratos de los subcontratos para
empresas cada vez pequeñas y al final los trabajadores/as
en su propia casa producen para los que realizaron el encargo. Es
en esta parte de la cadena donde se integra el trabajo
infantil.
Las intervenciones
posibles
Alguna esperanza existe: hace diez años
para los gobiernos no había problema. Ahora el debate
está presente.
Luchar contra el trabajo infantil, comenzando por
sus formas más aberrantes (trabajos peligrosos, a tiempo
completo o por cuenta ajena), significa dar un paso mínimo
en defensa de los derechos sociales de losa adultos de hoy y de
mañana. No es fácil confluir en una misma dirección protagonistas bien diferentes:
Estados, sindicatos,
organismos internacionales, ONG,
consumidores y por último empresas y
multinacionales.
Las opiniones son diferentes, desde la
única alternativa: Prohibición total y urgente o
reglamentación.
Quienes apoyan la primera hipótesis acusan a los otros de excesivo
pragmatismo
(porque 'la explotación de los niños hay que
abolirla sin remisión, además de reducir la
explotación de losa adultos'); Los otros acusan a los
primeros de utopismo (porque: 'la verdadera cuestión es
acabar con la explotación por parte de las naciones y
clases
sociales . Al mismo tiempo es mejor que un niño
trabaje y coma que este hambriento').
Son lógicas ambas posiciones. La hipótesis de la 'prohibición total'
debe venir acompañada de intervenciones que aumenten los
ingresos de las familias, prohibiendo los trabajos peligros y por
cuenta ajena en primer lugar. La segunda (abolición como
resultado de un desarrollo
prolongado) se adapta a la mayoría de los trabajos
integrados en la economía familiar,
agrícola y artesanal. Donde, en efecto, no sirven las
leyes y los
castigos injustos, donde se debe intervenir mediante la reforma
agraria, la mecanización colectiva,
garantización de los precios de
venta
mínimos, dotación de infraestructuras como el agua
potable y los sistemas
energéticos cercanos a las viviendas y naturalmente con la
enseñanza básica gratuita.
Las intervenciones posibles frente al trabajo
infantil se pueden agrupar en tres tipos:
- Prevención
Modificando la estructura
económica de los países.
La inversión social parece pasada de moda…Pero
gastando en diez años veinticinco mil millones de
dólares (menos que el consumo de los
norteamericanos en cerveza y los
europeos en vino en dos años), de acuerdo a los
cálculos de la UNICEF se podría dotar a todas las
comunidades de agua potable,
sistema de salud
y educativo básico.
También en los países del Norte
surge la plaga del trabajo infantil, haciéndose
indispensable repartir más equitativamente los recursos
existentes y el trabajo disponible, sin desmantelar el Estado
Social.
Aplicando la 'claúsula
social interna'
Para evitar al mismo tiempo el hambre y el trabajo
de los niños se necesita aumentar el salario de los
padres' sostiene entre otros Rosaline Costa de la Comisión
Justicia y Paz
de Bangladesh. Esta posición une a sindicatos y
movimientos sociales del Norte y del Sur.
Es indispensable aplicar principios
mínimos de respeto a los
trabajadores. La mayor parte de los países esta lejos de
estos principios y en
muchos casos los sindicalistas que la sostienen son encarcelados,
obstaculizados de múltiples formas e incluso
asesinados.
Revisando los beneficios
internacionales
Los gobiernos del Sur., normalmente se resisten a
modificar el Status quo, sostienen que no pueden hacer nada en el
plano social porque están atrapados entre el yunque del
pago de la deuda y el martillo de competencia
internacional.
La opinión pública, las organizaciones
sociales y políticas
del Norte tenenmos el deber de influir sobre l apolítica
internacional, comercial y de cooperación de nuestros
respectivos gobiernos.
– Por una cooperación Norte-Sur que
efectúe inversión social, anteponiendola sobre los
beneficios empresariales. La Cumbre Social de Copenhague ha
adoptado la propuesta denominada 20:20, que implica que de la
inversión en cooperación un 20% se
dirigía a gastos sociales,
al igual que de los presupuestos
estatales de los países del Sur donde otro tanto se debe
dedicar al mismo fin.
– Por un cambio en la
política
comercial.
Estipulando mediante acuerdos internacionales,
producto por
producto,
cantidades y niveles de precio que
aseguren unos ingresos adecuados a los productores del
Sur.
– Obligando a las multinacionales a que respeten a
los trabajadores y no contraten niños para la
producción.
Con la
enseñanza
La escolaridad obligatoria hasta los catorce o
dieciséis años es una condición necesaria y
obligada para abolir y reducir el trabajo
infantil.
La escuela debe ser gratuita, cercana, útil
(preparar para un oficio) y debe garantizar la alimentación de los
alumnos y alumnas.
Proyectos conjuntos
gobiernos-OIT
La OIT ha lanzado el Proyecto IDEC que
tiene el objetivo de
eliminar el trabajo infantil antes de los quince
años.
El proyecto se ha
iniciado en algunos Estados como Brasil, India, Filipinas,
Tailandia, o Egipto. En
esencia el proyecto pide la
realización de presiones sobre los gobiernos para que se
regule el trabajo infantil, se establezca la enseñanza
obligatoria, se sensibilice a las familias sobre los posibles
daños del trabajo infantil, así como se potencien
las intervenciones sanitarias y educativas sobre niños/as
extrabajadores/as.
- Desincentivos
La campaña sindical 'STOP al trabajo
infantil' intenta aplicar de forma generalizada la
'cláusula social' para garantizar el respeto de las
resoluciones de la OIT.
El mecanismo para establecer la cláusula
social ha consistido en en establecer sistemas de
comunicación OIT y la
Organización Mundial del Comercio
(OMC) con el fin
controlar las violaciones por parte de las empresas y los
gobiernos, pudiéndose establecer sanciones arancelarias
para los infractores, incluyendo la aplicación de tarifas
mayores a sus productos.
Presiones populares sobre las
multinacionales
La denuncia es un arma formidable en la lucha
contra estas empresas, sobre todo en aquellas que son conocidas y
fácilmente identificables en el mercado nacional. La
denuncia mediante los medios de
comunicación, las cartas de
protesta contra el trabajo infantil junto a anuncios y propuestas
de boicot, son muy eficaces.
Campañas de boicot a los
productos
En occidente, las campañas de boicot han
tenido un gran desarrollo, la campaña para no comprar
juguetes producidos en Tailandia y la presión sobre
la empresa
CHICCO después del incendio de su factoría en este
país o la que se realiza en Alemania y los
EE.UU. contra la importación de alfombras de la India y
Pakistán, exigiendo que se garantice mediante una etiqueta
que en su realización no ha intervenido mano de obra
infantil -la RUG-MARK-.
Castigo al turismo
sexual
Si todos los Estados deben dotarse de leyes que
castiguen el trabajo infantil, son aquellos Estados 'exportadores
de turistas' quienes deben dotarse de leyes contra el
fenómeno de la prostitución infantil. Junto a
acciones de
sensibilización y el control de los
programas
delas agencias de viaje, se deben promulgar leyes que permitan
sancionar penalmente por pedofilia al 'turista' una vez que
regrese a su propio país.
- Rehabilitar
Liberar a los niños y
niñas
Primero liberar a los niños y niñas
esclavos. Lo viene realizando Kailash Satyanti, hindúes,
con los niños/as que trabajan en los talleres de
alfombras. Kailash pertenece al Frente de Liberación del
Trabajo Forzado, que se ha especializado en la
recuperación de niños y
niñas.
Los niños/as obligados a trabajar son
identificados y después liberados mediante denuncias a la
policía. Son acogidos en un centro de
rehabilitación y posteriormente regresan con sus
familias.
También en Filipinas la ONG KDC ha
iniciado el trabajo de liberar a los niños/as de la
terribles condiciones de la fabricas de conserva de
sardinas.
Liberar a las
familias
Proyectos productivos, compra de tierra para
los jornaleros, infraestructura social, escuelas, desarrollo de
la economía
rural. Somos muchas las ONGD que en todos los continentes
atacamos las causas del trabajo infantil para prevenirlo
liberando a sus familias de la pobreza.
IPEC América
Central
PROGRAMA PARA
AMÉRICA
CENTRAL, PANAMÁ Y
REPÚBLICA DOMINICANA
INTRODUCCION
La Coordinación Subregional IPEC para
América
Central, Panamá y
República Dominicana se puso operativamente en marcha en
Marzo de 1996.
En estos primeros meses de programa dos han
sido las principales estrategias
empleadas para su puesta en marcha:
A) creación de estructuras
institucionales permanentes, y
B) acciones de
Movilización Social de los diferentes sectores
sociales.
Para llevar a efecto la primera de las estrategias se
han puesto en marcha diferentes tipos de acción
como:
- Firma de memorandos de entendimiento en todos
los países de la región, - Constitución de Comités
Nacionales para la erradicación del trabajo infantil,
con participación de los sectores públicos,
sindicatos,
empleadores y ONGs, - Contratación de Coordinadores Nacionales
en los países de la región para dinamizar el
programa a
nivel nacional. - Constitución de Comités
Interconfederales de acción sindical para la
eliminación progresiva del trabajo
infantil. - Elaboración u ejecución de Planes
Nacionales de Acción. - Reforzamiento Institucional de la Unidad del
Menor Trabajador del Mº de trabajo de Guatemala.
En cuanto a las acciones de
movilización social que esta Subregión IPEC ha
desarrollado hasta el momento destacan:
- Campaña de movilización nacional
sobre los derechos de los niños/as en Costa Rica
(DNI). - Programa Nacional de Capacitación a funcionarios
públicos sobre trabajo infantil en Costa
Rica. - Formación Ocupacional en Centros de
Atención a Menores trabajadores en Costa Rica.
Promoción de los Derechos del
Niño/a y Prevención del Trabajo Infantil en
las zonas bananeras y maquilas. - Reforzamiento Educativo y Vocacional para
Niños y Niñas Trabajadores en la Calle en El
Salvador. - Programa de Atención Integral a
Niños/as Vendedores en el Mercado Central de San
Salvador. - Programa de Erradicación y
Prevención del Trabajo Infantil en la Fabricación
de Productos Pirotécnicos en Guatemala. - Campaña Publicitaria de
Movilización Social ante el Trabajo Infantil en Panamá. - Programa de Formación sobre el Trabajo
Infantil para Presidentes de Asociaciones de Padres de Familia. - encuentro Centroamericano y República
Dominicana sobre el Trabajo Infantil y el Papel de los
Gobiernos Locales, en San Pedro Sula, Honduras, 29-31 Octubre
96. - Inclusión de temas sobre trabajo
infantil en los currículums escolares y libros de
texto.
Estas son algunas de las acciones que
se están realizando desde que comenzó el Programa IPEC en
la Subregión en el mes de Marzo.
El comienzo fue algo lento debido a las
dificultades encontradas, relacionadas con la idiosincrasia de
los países:
- Se debe partir del hecho que hasta ahora este
tema no se había planteado nunca como problema y no se
tenía una postura clara ante el tratamiento del mismo.
Por tanto, hubo primero que fomentar una serie de espacios para
el diálogo, seminarios, debates, campañas de
información etc… para poner en agenda
el problema e instar a los diferentes sectores a tomar parte
activa en su solución. - A su vez, no existe ahora cultura de
diálogo y coordinación entre las tres instancias
principales (Gobierno,
empleadores, trabajadores), para trabajar juntos en la
solución del problema.
Viendo estas dificultades, se ve de gran
importancia y necesidad fortalecer y crear mecanismos que
impulsen y den sostenibilidad a programa. En este
sentido, el programa IPEC ha
contratado en cada país coordinadores/as nacionales que
desempeñen las siguientes funciones:
- Catalizar, poner en marcha y dinamizar el
programa mediando entre las partes, - Dinamizar el Comité Nacional para
eliminación progresiva del Trabajo
Infantil, - Colaborar en la elaboración del Plan Nacional
de Acción, así como en la elaboración de
Planes Anuales de Acción del Programa en el
país, - Poner en marcha, coordinar, supervisar y
ofrecer seguimiento a los diferentes Programas de
Acción que se estén llevando a cabo, así
como el desarrollo del Programa IPEC en el
país. - Representar al Programa IPEC-OIT en el
país, sirviendo como punto de referencia directa para
los diferentes sectores sociales que participan en el
mismo.
Hasta ahora, a nueve meses de comenzado, estos han
sido algunos de los primeros resultados obtenidos y algunas de
las dificultades que poco a poco se van superando. Confiamos en
que, el interés e
implicación mostradas por los países contribuya al
éxito del Programa IPEC en la
Región.
Trabajo realizado
por:
Celada Maria
De Mico Silvina
Gobbo Esteban
Jañez
Jeronimo
Leofanti Veronica
Mircovich Emiliano
Spezia Mauro
Zak Daniela