1. Desde la formación de
la Tierra
hasta los primeros reptiles
En primer lugar, creemos que es importante hablar
del inicio de la vida, la situación del planeta Tierra en sus
primeros "días" y sobre todo, cuál es el misterio
de la vida, que es el responsable de nuestra existencia.
También se hablará del origen de los dinosaurios,
puesto que son los primeros reptiles vertebrados que vivieron
sobre la superficie terrestre.
La vida: ¿Cómo se
inició?
4 mil millones de años AP
En esta ilustración, puede observarse la posible
historia de la
vida en la
tierra.
En el cielo, podemos contemplar el desarrollo de
galaxias similares a la vía láctea, con cometas,
planetas y
lunas que forman el sistema solar.
Los rayos de nuestra estrella, el sol, nos
proporcionan la energía necesaria para el desarrollo de
la vida.
Sobre el océano (a la izquierda) puede
apreciarse la formación de las moléculas que
constituyen la base inicial de la vida. A la derecha aparece una
bacteria, que fue la primera célula
viva, seguida de formas marinas de vida más sofisticadas.
Los anfibios fueron capaces de abandonar el mar y caminar sobre
la tierra.
Finalmente, aparecieron sobre la tierra
animales tales
como los dinosaurios y
más tarde, los seres humanos.
Esta es la historia que nos muestran
los fósiles, pero ¿qué‚ sucedió
en realidad?
Durante muchos años las explicaciones
religiosas fueron las únicas teorías
aceptadas. En otras palabras: "Dios creó las plantas y los
animales".
Hasta la publicación de "El origen de las especies" por
Charles Darwin, no
dispusimos de ninguna explicación natural
convincente.
Darwin proponía que la vida
evolucionó a través de una serie de pequeñas
modificaciones accidentales denominadas mutaciones. La
mayoría de ellas no podían ayudar a la
supervivencia de plantas y
animales.
Algunas incluso eran perjudiciales. Sin embargo, otras fueron
beneficiosas.
Así, por ejemplo, algunos dinosaurios
podían haber evolucionado desarrollando grandes cuellos
que les permitieran alcanzar las hojas situadas en las copas de
los arboles.
La Tierra: El
planeta que estuvo envenenado
4 mil millones de años AP
Durante los 1500 millones de años
posteriores a su formación, la Tierra fue
un planeta envenenado en ebullición, lleno de volcanes y
cubierto por oscuras nubes de vapor de agua y
gases
venenosos. No existía ningún tipo de vida. El
aire, el agua y la
tierra no
presentaban el aspecto que conocemos hoy en
día.
Fueron necesarios cientos de millones de
años para que finalmente la superficie fundida de la
tierra se
enfriase y solidificase. Cuando esto ocurrió, grandes
cantidades de gases
venenosos y vapor de agua fueron
expelidos desde el corazón de
la tierra creando
la primera atmósfera primitiva.
Ninguna forma de vida podía respirar en esta atmósfera, ya que no
existía oxígeno y la mayoría de los gases eran
mortales. A lo largo de todo el planeta se sucedían las
erupciones de volcanes y los
lagos de lava.
Con el paso del tiempo, la
superficie de la tierra se enfrió, de forma que el vapor
de agua de la
atmósfera
comenzó a condensar y cayó en forma de lluvia.
Durante millones de años, llovió de forma
continuada sobre el planeta, rellenando las depresiones de la
superficie con lo que hoy en día son los mares y
océanos.
Finalmente, la lluvia se detuvo y las nubes
cubrieron la tierra. Por primera vez en muchos millones de
años, el sol
brilló sobre la superficie del planeta. Al mismo tiempo, muchos de
los gases
venenosos de la atmósfera escaparon
hacia el espacio exterior, comenzando el proceso de
creación de las primeras formas de vida.
El misterio de la vida
1.000 millones de años AP
La primera cosa a tener en cuenta sobre las formas
simples de vida es que no tienen nada de simples. La célula
más rudimentaria puede ser comparada con una
factoría que desarrolla tantas funciones
diferentes como todas las industrias del
mundo juntas.
Así pues, el misterio sigue cubriendo
todavía el proceso
mediante el cual se iniciaron las primeras formas de vida, aunque
los científicos creen que en los orígenes del
planeta las lluvias depositaron compuestos químicos sobre
la tierra y los océanos disponiendo así los
principios
básicos para el inicio de la vida.
Aunque las moléculas que forman los
organismos vivos son mucho más complejas que las que
poblaron los océanos primitivos, los experimentos han
demostrado que cuando actúan ciertas fuentes de
energía, los compuestos químicos originales pueden
producir los aminoácidos y las bases de nucleótidos
que forman los ladrillos del edificio de la vida. Otras teorías
sugieren que estos ladrillos pudieron combinarse en forma de
proteínas y ácidos nucleicos
más complejos para formar "protocélulas", los
precursores de las verdaderas células
vivas.
Algunos científicos suponen que
después de millones de reacciones entre los distintos
compuestos químicos, las protocélulas desarrollaron
membranas que les permitían absorber nutrientes y crecer
sin llegar a estallar. De forma gradual y con el paso de muchas
generaciones, las protocélulas supervivientes fueron
adquiriendo formas más complejas hasta que algunas de
ellas crecieron y se dividieron en dos copias idénticas de
la
célula original, pudiendo ser consideradas organismos
vivos.
Sin embargo, otros científicos tales como
el bioquímico y premio Nobel Francis Crick, consideran
esta cadena de eventos altamente
improbable y especulan con la posibilidad de que las primeras
formas de vida procediesen del espacio
exterior.
Los científicos siguen buscando respuestas
definitivas al complejo misterio de la vida.
Los reptiles
Unos animales
calumniados
Existen palabras que poseen una fascinación
siniestra y que evocan en nuestra mente imágenes
repulsivas, transmitidas mediante la literatura y el lenguaje
popular. La palabra "reptil" es una de ellas. Deriva del
latín, "reptilis" que significa "raptrero" y en este caso
se utiliza como sinónimo de ruindad, falsedad,
engaño, peligro, traición; porque, generalmente, el
reptil es considerado como un animal viscoso y rarero, siempre
dispuesto a encolerizarse y a atacar sin previo aviso. Aunque
este trabajo no está escrito para inetentar cambiar esa
opinión, sí quisieramos, al menos, hacer justicia a esa
importante clase de vertebrados, protagonistas de extraordinarios
y cautivadores acontecimientos. Para empezar, es preciso
señalar que la piel de los
reptiles no es viscosa (siempre está seca), siendo unas
veces áspera y rugosa, como la de los cocodrilos y las
tortugas, y otras veces lisa y delicada, como la de las
serpientes. Si es cierto que muchos reptiles se arrastran, pero
también es verdad que estos son una minoría
respecto a los que se mueven de otra forma, a veces hasta
elegante y agraciada, como en el caso de los lagartos. No
obstante, la auténtica importancia de los reptiles se basa
en otros motivos.
Los primeros auténticos vertebrados
terrestres
Hay que empezar por decir que los reptiles fueron
los primeros vertebrados que se liberaron de la esclavitus del
ambeinte acuático para vivir y reproducirse sobre las
tierras emergidas, incluso en ambientes áridos. No se
trató de un acontecimiento insignificante, puesto que, si
bien es verdad que la adaptación a las nuevas condiciones
de vida resultó difícil y compleja, también
es verdad que, una vez conseguida, representó la
estrucutura básica sobre la cual se construirían no
sólo la clase de los reptiles, sino también todas
las otras clases que derivarían de ella.
2. Los
dinosaurios
¿Dónde
vivían?
Los dinosaurios
vivieron sobre la Tierra durante unos 150 millones de años
y no es sorprendente que su mundo cambiase sustancialmente en el
transcurso de ese tiempo. Los
continentes, que al comienzo sólo eran una gran masa de
tierra, fueron separándose hasta optar la
disposición moderna que nos es familiar. Esto significa
que el clima
cambió a la par, y esos dos factores influyeron en el tipo
de plantas que
crecían. Esos cambios se produjeron lentamente a lo largo
de millones de años, y los animales se
fueron adaptando a ellos. A comienzo de la era de los dinosaurios,
en el paisaje dominaban arbustos parecidos al helecho. Luego
llegó un tiempo en el que
aparecieron los bosques de colosales coníferas y los
bosquecillos de cicas. Más adelante sucedió el
cambio
más importante cuando aparecieron las primeras plantas de flores
(fanerógamas). Todavía pueden verse hoy muchas de
las plantas y flores
iguales a las que los dinosaurios devoraron.
La alimentación de los
dinosaurios
Muchos de nosotros imaginamos a los dinosaurios
como pavorosos seres carnívoros, pero algunos eran
pacíficos devoradores de plantas, que no hacían mas
ramonear las copas de los árboles, mascando hojas. Otros
dinosaurios tenían una dieta mixta de carne y plantas,
como los humanos. Los que no eran vegetarianos, no se limitaban a
comer carne de dinosaurio debieron de comer todo aquello que se
movía, como insectos y aves. Los
restos fósiles de dinosaurios nos brindan mucha información acerca de lo que el animal
comió cuando estaba vivo. Los indicios más
importantes han sido aportados por la forma y disposición
de las mandíbulas y dentaduras. Incluso, la forma general
del cuerpo de un dinosaurio nos ofrece datos: los
carnívoros suelen tener la cabeza grande y corta y el
cuello poderoso, para poder arrancar
bocados de carne a una víctima; en cambio, los
cuellos largos de muchos citófagos eran muy útiles
para conseguir alimento de las copas de los
árboles.
Algunos dinosaurios
significativos
Albertosaurus, hermano menor de
Tyrannosaurus
70 millones AC
9 metros; 1,8 toneladas
ALBERTA, CANADÁ
Con 9 metros de longitud, Albertosaurus
tenía solamente la mitad del tamaño de su primo
más cercano, el Tyrannosaurus. A pesar de las diferencias
de tamaño, el Albertosaurus era muy similar a los
restantes carnívoros. Disponía de una gran cabeza
con poderosos músculos, llena de dientes afilados en forma
de sierra y una poderosa mandíbula capaz de triturar de un
mordisco el cuello de sus víctimas.
Al igual que Tyrannosaurus, Albertosaurus
disponía de unas patas delanteras débiles,
demasiado cortas para llevar su comida hacia la boca. Con
solamente dos dedos funcionales en sus manos, en lugar de tres la
comida debía resultarle extremadamente difícil.
Algunos científicos creen que Albertosaurio utilizaba sus
diminutos miembros para acoplarse a las hembras durante el
apareamiento. Otros piensan que permitían a estos
dinosaurios incorporarse cuando se encontraban tumbados sobre el
suelo.
Los paleontólogos continúan
especulando sobre si los Albertosaurus y las especies
relacionadas eran depredadores veloces. Sus cuerpos eran
demasiado pesados para atrapar a las presas capaces de alcanzar
velocidades elevadas en largas distancias. Es más probable
que Albertosaurus acechase a sus víctimas y cargara sobre
ellas. Una vez situados lo suficientemente cerca, clavaba sus
poderosas mandíbulas sobre el cuello de sus
víctimas y propinaba un contundente golpe con sus
poderosas patas.
LOCALIZACION: Alberta, Canadá; Montana,
EEUU
LONGITUD: 9 Metros
PESO: 1,8 Toneladas
Ankylosaurus, el tanque
acorazado
70 millones de años AP
10 metros; 4 toneladas
ALBERTA, CANADÁ
Ankylosaurus fue probablemente el tanque acorazado
de los dinosaurios. La complexión compacta de esta
criatura, cercana a las cuatro toneladas de peso y 10 metros de
longitud, la constituía como uno de los mayores
géneros del grupo de
dinosaurios acorazados conocidos como
ankylosaurios.
Pocos depredadores eran capaces de atravesar sus
defensas. Ankylosaurus se encontraba protegido desde el borde de
su sólido cráneo hasta la punta de su poderosa cola
con placas blindadas y enormes y resistentes espinas.
Ankylosaurus tenía un cuerpo que podía llegar hasta
los 5 metros de ancho. Solamente su cráneo alcanzaba los
75 centímetros de longitud, y disponía de robustos
cuernos triangulares en los laterales de su cabeza. Una de las
características más interesantes del
Ankylosaurus era una pesada maza ósea situada en el
extremo de su cola. Construido a base de huesos fusionados
actuaba como un arma letal contra la mayoría de los
feroces depredadores.
Ankylosaurus fue uno de los dinosaurios en
sobrevivir al final del Período Cretácico, viviendo
principalmente en Norte América. Se alimentaba de plantas y pudo
vivir en grupos
reducidos.
LOCALIZACION: Alberta, Canadá; Montana,
EEUU
LONGITUD: 10 Metros
PESO: 4 Toneladas
Apatosaurus, el lagarto
atronador
145 millones de años AP
21 metros; 33 toneladas
UTAH, ESTADOS
UNIDOS
Todo comienza con el estrepitoso sonido de plantas
y árboles pisoteados. A continuación, la terrible
sacudida de la tierra. En la distancia aparece una figura inmensa
del tamaño de un pequeño edificio. Apatosaurus es
también denominado "Brontosaurus", nombre que significa
"lagarto atronador", en referencia al estruendo producido por
estos enormes dinosaurios con un cuerpo de 33 toneladas en su
deambular por las llanuras de Norte América. Los científicos han dejado
de utilizar el término Brontosaurus, ya que los primeros
fósiles descubiertos de esta criatura fueron denominados
Apatosaurus.
Apatosaurus fue probablemente uno de los mayores
animales que caminaron por la tierra. Pertenecieron al grupo de
comedores de plantas denominados Saurópodos, que
incluía a los Diplodocus y Camarasaurios. Al igual que
estos otros dinosaurios, los Apatosaurus disponían de un
cuello extremadamente largo y una cola aún mayor. Un
Apatosaurus adulto podía alcanzar los 21 metros de
longitud, con una cabeza diminuta en comparación con su
cuerpo (tan solo 55 centímetros). Aunque no era tan largo
como su pariente relativamente cercano Diplodocus, Apatosaurus
pesaba tres veces más, ya que sus huesos eran
compactos y su pesada cola podía tener unas 82
vértebras.
LOCALIZACION: Oklahoma, Utah, Wyoming,
EEUU
LONGITUD: 21 Metros
PESO: 33 Toneladas
Archaeopteryx: El
avesaurio
140 millones de años AP
36 centímetros
SOLNHOFEN, ALEMANIA
¿Era un dinosaurio? ¿Un ave?
¿O ambos? En 1861, cuando canteros alemanes descubrieron
un fósil en perfectas condiciones de Archaeopteryx dentro
de un bloque de piedra caliza de 140 millones de años, no
se sabía qué hacer con él. Al principio, los
científicos pensaban que el fósil
correspondía a un diminuto dinosaurio comedor de carne.
Más tarde, cayeron en la cuenta de que las líneas
borrosas que rodeaban al esqueleto eran huellas de
plumas.
Con el tiempo, el
descubrimiento del Archaeopteryx se reveló como uno de los
más importantes hallazgos de dinosaurios jamás
realizados. Probaba lo que muchos científicos
habían supuesto durante largo tiempo. Existía un
fuerte vínculo entre los antiguos dinosaurios y aves que
conocemos hoy en día.
Probablemente, Archaeopteryx era una especie de
cruce entre un dinosaurio y un ave moderna. Con el tamaño
aproximado de una paloma, disponía de una pequeña
cabeza, grandes ojos y plumas que cubrían la mayor parte
de su cuerpo. Al igual que los dinosaurios, Archaeopteryx
disponía de dientes en sus mandíbulas, garras en
sus dedos y una larga cola puntiaguda.
LOCALIZACION: Alemania
LONGITUD: 36 Centímetros
Dimetrodon y su vela
270 millones de años AP
3 metros
NORTEAMERICA
Dimetrodon significa literalmente "dos dientes
largos". Este animal disponía de dientes afilados ideales
para el consumo de
pescado. El hecho de que hayan sido localizados fósiles de
Dimetrodon cerca de antiguos emplazamientos de lagos,
podría reafirmar la convicción de que estos
animales se alimentaban de peces, aunque
es posible que fueran capaces también de comer otros
animales.
Dimetrodon podía orientar su vela al sol
para calentarse rápidamente, o bien evitar los rayos
solares con objeto de reducir su temperatura.
Esta aleta, podría quizás disponer, además,
de colores
brillantes y ser utilizada para ahuyentar a sus rivales o
depredadores y servir como reclamo para atraer a sus
parejas.
LOCALIZACION: Norte América
LONGITUD: 3 Metros
Edmontosaurus, los mil y un
dientes
70 millones de años AP
13 metros; 2,9-3,9 toneladas
MONTANA, ESTADOS
UNIDOS
Edmontosaurus fue uno de los más grandes
hadrosaurios (picos de pato) buscadores de
plantas de los antiguos bosques de Norte América. Este gran dinosaurio de 13 metros
de longitud tenía un hocico ancho y plano cubierto por un
estuche córneo, y un largo pico sin dientes de aspecto
similar al de un pato. Mientras su pico carecía de
dientes, las zonas posteriores mandibulares de Edmontosaurus
tenían de una gran cantidad de ellos. Estos dientes eran
pequeños, afilados e ideales para pulverizar plantas y
todo tipo de vegetales resistentes. Tan pronto como caía
un diente, uno nuevo crecía para
sustituirlo.
Edmontosaurus podría llegar a tener
más de mil dientes en su boca. La mandíbula de
Edmontosaurus era similar a la de Iguanodon. Ambos dinosaurios
podían desplazar sus mandíbulas en sentido
horizontal, facilitando así la trituración de las
plantas fibrosas que formaban parte de su dieta
básica.
Una de las extrañas características de Edmontosaurus era sus
enormes aperturas nasales. Los paleontólogos piensan que
dichas aperturas podrían estar cubiertas con grandes
l minas de piel. Dichas
aletas quizás se hincharan, permitiendo a Edmontosaurus
emitir determinados sonidos. Es posible que dispusieran
también de colores
llamativos que utilizaban durante la estación de
apareamiento o como símbolo de reconocimiento entre los
distintos individuos.
LOCALIZACION: Alberta, Canadá; Montana,
EEUU
LONGITUD: 13 Metros
PESO: 2,9 – 3,9 Toneladas
Iguanodon: La falsa
iguana
125 millones de años AP
9 metros; 5 toneladas
BERNISSART, BELGICA
En 1809 fue descubierta parte de la tibia de un
Iguanodon en el sur de Inglaterra. En
1819 fueron descubiertos algunos dientes y huesos que
llevaron a pensar a los científicos de la época que
habían localizado un gigantesco mamífero similar al
rinoceronte. Sin embargo, el geólogo Gideon Mantell
observó que la dentadura era similar a la de una iguana
moderna, por lo que bautizó a la criatura con el nombre de
Iguanodon. Iguanodon fue el segundo dinosaurio descubierto antes
incluso de que la palabra "dinosaurio" fuera
acuñada.
Alcanzaba los 5 metros de alto por 9 de longitud y
su peso rondaba las cinco toneladas. Vagaba por los
húmedos y cálidos paisajes del cretácico
alimentándose de la abundante flora que cubría la
tierra. Un gran número de esqueletos de Iguanodon han sido
localizados en Inglaterra,
Bélgica y Alemania, lo
que sugiere a los paleontólogos que el Iguanodon
probablemente viajara en grandes manadas.
Iguanodon disponía de pezuñas en sus
manos y pies. Sus patas eran largas y vigorosas. Este dinosaurio
podría caminar sobre sus cuatro patas, aunque era capaz de
erguirse sobre sus patas traseras para alcanzar arbustos y
plantas elevadas e incluso caminar sobre ellas.
LOCALIZACION: Oeste de Europa, Mongolia,
norte de Africa, oeste de
Norte América
LONGITUD: 9 metros
PESO: 5 toneladas
Plesiosaurus: Reptil
marino
200 millones de años AP
2 metros
ALEMANIA
Plesiosaurus fue uno de los primeros miembros del
grupo de
reptiles marinos denominados Plesiosaurios. Estos reptiles, de
dos metros de largo, surcaban las aguas poco profundas de
Inglaterra y
Alemania en
busca de sus presas: pequeños peces. En
lugar de disponer de miembros como los restantes reptiles,
Plesiosaurus desarrolló largas y anchas aletas similares a
las de los pingüinos y una cola corta.
Plesiosaurus utilizaba probablemente sus aletas de
forma muy similar a como lo hacen las tortugas marinas actuales.
En lugar de remar hacia adelante y atrás, Plesiosaurus
agitaba sus palas arriba y abajo, de forma que parecía
volar dentro del agua en lugar
de nadar. Los Plesiosaurios ponían posiblemente sus huevos
como lo hacen las tortugas, utilizando nidos que excavaban en la
arena.
Debido a su largo cuello y la carencia de
cualquier coraza protectora, debían ser presa fácil
para sus enemigos cuando se dirigían a la playa para
desovar.
Plesiosaurus era probablemente un experto
atrapando peces.
Manteniendo quizá su largo cuello por encima del agua, la
cabeza del Plesiosaurus podía divisar los peces que
pasaban bajo él, atrapándolos de un mordisco con
sus afilados dientes.
LOCALIZACION: Inglaterra;
Alemania
LONGITUD: 2 Metros
Triceratops: El dinosaurio
rinoceronte
70 millones de años AP
9 metros; 11 toneladas
WYOMING, ESTADOS
UNIDOS
Con sus poderosos tres cuernos sobre la cabeza y
un pesado cuerpo acorazado, Triceratops debió ser un
temible adversario para cualquier Tyrannosaurus hambriento.
Ciertamente, no es posible decir que fuera un bocado
fácil.
Triceratops fue el más conocido de los
dinosaurios con cuernos denominados Ceratopsios. También
fue uno de los últimos dinosaurios que poblaron el planeta
antes de que se iniciara su misteriosa extinción. Los
científicos mantienen esta hipótesis debido a que los huesos de
Triceratops han sido localizados en los más recientes
sedimentos que contienen fósiles de
dinosaurio.
Aunque por lo general era un pacífico
comedor de plantas, Triceratops disponía de unas perfectas
defensas contra los ataques de depredadores tales como
Tyrannosaurios. Con una estructura
compacta, un Triceratops adulto podía alcanzar los 9
metros de longitud y un peso superior a 11 toneladas
(¡más pesado que un elefante!). Su cráneo
presentaba la forma de un gigantesco escudo rodeado por un grueso
collarín sobre el cuello, un pequeño cuerno sobre
la nariz y dos más grandes sobre las cejas que
podían alcanzar cerca de un metro de
longitud.
Triceratops habitó el planeta hace 70 o 65
millones de años, vagando en manadas por el oeste de Norte
América. En 1900, el coleccionista de dinosaurios John
Bell Hatcher recuperó 32 cráneos de Ceratopsios
alrededor de Niobrara County (Wyoming), casi todos ellos
pertenecientes al género Triceratops.
LOCALIZACION: Wyoming, EEUU
LONGITUD: 9 Metros
PESO: 11 Toneladas
El tirano Tyrannosaurus
67 millones de años AP;
14 metros; 7 toneladas
MONTANA, ESTADOS
UNIDOS
Uno de los más feroces dinosaurios era el
terrible comedor de carne de siete toneladas de peso conocido
como Tyrannosaurus, cuyo nombre significa literalmente "rey de
los lagartos tiranos".
Tyrannosaurus fue probablemente el mayor
depredador terrestre de todos los tiempos. Con su postura
bípeda, podía alcanzar los 6 metros de altura. Con
su cola compacta, insignificantes patas delanteras, poderosas
mandíbulas y largos dientes afilados de 18
centímetros de longitud, Tyrannosaurus cazaba dinosaurios
comedores de plantas tales como los Hadrosaurios. Desde la nariz
a la punta de su cola, Tyrannosaurus alcanzaba una longitud de
casi 14 metros. Solamente su cráneo era capaz de medir
más de un metro.
Estos enormes depredadores vivieron hacia el final
de la era de los dinosaurios y probablemente encontraban sus
presas entre las manadas de Hadrosaurios (picos de pato) y los
Triceratops. Según puede observarse por sus
fósiles, los Tyrannosaurus vagaban por Norte
América y buena parte de Asia.
Algunos paleontólogos piensan que
Tyrannosaurus era un carroñero, aunque muchos suponen que
se trataba de un terrible cazador, veloz sobre sus patas traseras
y feroz en la batalla.
LOCALIZACION: Montana, Texas, Montana, EEUU;
Alberta, Saskatchewan, Canada; China;
Mongolia
LONGITUD: 14 Metros
PESO: 7 Toneladas
Tyrannosaurus: ¿Rápido o
lento?
Si pudiera permanecer de pie junto a un
Tyrannosaurus (suponiendo que no fuera devorado), apenas
alcanzaría su rodilla.
Tyrannosaurus fue uno de los mayores dinosaurios
comedores de carne, con un inmenso cráneo y unos dientes
que podían alcanzar los 18
centímetros.
Algunos científicos piensan que el animal
de 14 metros y 7 toneladas que puede observar en esta imagen, era tan
grande que sus movimientos debían ser necesariamente
lentos.
Por esta razón, suponen que
aprovecharía para su alimentación la
carroña producida por otros dinosaurios cazadores. Otra
hipótesis sostiene que realizaría
ataques por sorpresa para matar a sus propias
presas.
Sin embargo, a través del examen de las
patas del Tyrannosaurus, otros paleontólogos afirman que
era un animal rápido, capaz de alcanzar velocidades de 74
kilómetros por hora.
¿Qué mató a los
dinosaurios?
¿Qué mató a los
dinosaurios?
65 millones de años AP
BERKELEY, CALIFORNIA
¿Qué mató a los dinosaurios?
Es como un clásico misterio de Sherlock Holmes. Los
cadáveres han sido encontrados y disponemos de toda clase
de pistas, pero ¿quién fue el
asesino?
Los asesinatos ocurrieron hace 65 millones de
años. Entre las víctimas estaban incluidos la
mayoría de los dinosaurios. De hecho, no solamente fueron
los dinosaurios las únicas criaturas en desaparecer, sino
muchos de los restantes animales y plantas. Afortunadamente,
la ciencia
produce a menudo un Sherlock Holmes que resuelve este tipo de
grandes misterios.
Este moderno detective es el premio Nobel de
física
Luis Alvarez. Su hipótesis trata de explicar muchas de las
pistas que el asesino dejó olvidadas junto a los
cadáveres de los dinosaurios, justo debajo de nuestros
pies. La hipótesis de Alvarez ha creado una gran
controversia.
Las investigaciones
de Luis Alvarez sobre la muerte de
los dinosaurios comenzaron hace varios años, cuando su
hijo Walter (geólogo) le mostró un puzzle.
Había localizado inesperadas trazas de iridio en algunas
muestras de rocas.
El iridio, un metal blanco-amarillento, debe su
nombre a la palabra latina usada para nombrar al arco-iris,
debido a los colores que
presenta en estado
líquido. El iridio es uno de los metales más raros de
la tierra y sin embargo aparecía con profusión en
las muestras de los geólogos. ¿Por
qué?
Las muestras habían sido tomadas de una
delgada capa situada por encima de los estratos que incluyen a
los dinosaurios muertos.
Los Alvarez descubrieron que en todo el mundo la
historia
parecía ser similar: debajo de la capa de iridio,
dinosaurios y otras clases de vida parecían florecer. Algo
verdaderamente misterioso debía haber sucedido para que se
formaran dichas capas con iridio. Algo que hubiera acabado con
los dinosaurios y muchas formas de vida de la
tierra.
Al cabo de los años han ido
sucediéndose distintas hipótesis. Algunos científicos
piensan que el clima de la
Tierra se volvió extremadamente frío, aniquilando
la vida en el planeta. Esta era la hipótesis
más popular antes de las propuestas de Alvarez. Pero
¿por qué cambió el clima?. Algunos
científicos piensan que fue debido a grandes erupciones de
volcanes que
contaminaron el aire y el
agua.
Luis Alvarez propuso una teoría
radicalmente diferente. Cuando su hijo le habló de la capa
de iridio, Alvarez le mostró que existe un lugar donde el
iridio es un elemento común. Dicho lugar no se encuentra
en la tierra, sino en el espacio.
Los meteoritos (rocas u objetos
metálicos caídos sobre la superficie de la tierra),
presentan grandes cantidades de iridio. Generalmente, las
rocas
terrestres no disponen de grandes cantidades de este
material.
La mayoría de los geólogos trabajan
con rocas terrestres,
no con rocas espaciales.
Sin embargo, Alvarez estaba acostumbrado a manejar rocas
procedentes del espacio, de forma que al igual que Sherlock
Holmes, descubrió una pista donde los demás
detectives habían ignorado la conexión entre los
dinosaurios y el espacio exterior.
Además, conocía las consecuencias
producidas por las grandes explosiones. Alvarez había
trabajado en la bomba atómica durante la segunda guerra
mundial. Si un meteorito acabó con la vida de todos
los dinosaurios de la tierra, podía deberse a una gran
explosión. Alvarez sabía que en el espacio se
producía un gran número de explosiones de este
tipo. Muchas de ellas eran mayores que la que originó el
cráter de Arizona, con 1,2 kilómetros de
diámetro.
Alvarez, su hijo y otros científicos
comenzaron a investigar sobre los detalles. ¿Qué
tamaño debía tener el meteorito? ¿Qué
había sucedido con esta gran roca después de
impactar con la tierra hace 65 millones de años?
¿Cuáles habían sido los efectos de la
explosión?
Suponiendo que hubiera caído en el
océano en lugar de tierra firme, ¿qué le
habría sucedido a la atmósfera?
¿Cuál habría sido su efecto
mortífero, la contaminación, el calor o
algún otro?
Por encima de todo, debían comparar la
hipótesis con los
hechos. ¿Existía algún hecho que
contradijera la hipótesis? Y si
así fuera, ¿Podían los "hechos" estar
equivocados?
Los científicos se pusieron a investigar
los efectos de la mayor explosión conocida en el
mundo.
La onda expansiva debió ser lo
suficientemente grande como para cubrir de lodo cientos de
kilómetros. Observaron que cualquier meteorito inferior a
10 kilómetros de diámetro no hubiera sido
suficiente para realizar el trabajo,
concluyendo que existían suficientes asteroides de 10
kilómetros de tamaño (aproximadamente la altura del
monte Everest), como para que uno de ellos impactara con la
tierra cada 100 millones de años.
Los asteroides de mayor tamaño son
excesivamente raros, de forma que resulta poco probable que uno
de ellos realizara el trabajo
sucio.
¿Qué ocurriría si el monte
Everest chocara con la Tierra a la velocidad de
un meteorito (alrededor de 40 kilómetros por segundo o
144.000 kilómetros por hora)?
El efecto sería equivalente a millones de
bombas de
hidrógeno explotando al mismo tiempo. Si un meteorito
impactase sobre el agua o la
tierra en estas condiciones, lanzaría millones de
toneladas de desperdicios hacia la capa más alta de la
atmósfera (la estratosfera), cubriéndola de
partículas ligeras durante años. La luz del sol se
oscurecería como en un día lluvioso, y el planeta
entraría en una nueva glaciación.
Dado que las plantas necesitan la luz para servir
de alimento a los animales, todos los seres vivos
acabarían muriendo de hambre. Probablemente este haya sido
el motivo por el que murieron los dinosaurios: inanición.
El poderoso Triceratops y, el fiero Tyrannosaurus, todos ellos
murieron en un mundo frío y oscuro.
¿Por qué no se extinguió todo
tipo de vida? Algunas semillas permanecieron enterradas en la
tierra, esperando el regreso del sol. Además, algunos
animales habrían podido sobrevivir alimentándose de
los cadáveres de otras criaturas.
En 1980, el grupo de
Alvarez publicó sus ideas en la revista
"Science", desatando una gran controversia. Muchos
geólogos que normalmente ignoran los fenómenos
astronómicos, pensaron que la idea era ridícula.
Por otra parte, los astrónomos aceptaron con entusiasmo la
hipótesis, felices
de que sus descubrimientos fueran aplicados al conocimiento
de la historia de la
Tierra.
El debate
continuó y cada vez existe un mayor número de
evidencias que apoyan la teoría
de Alvarez, hasta el punto que algunos geólogos han
comenzado a aceptarla. Los astrónomos prefieren aceptar la
idea de que un cometa (en lugar de un meteorito) acabó con
la vida de los dinosaurios. Los efectos hubiesen sido los mismos,
pero resulta más probable que colisionara con la Tierra un
cometa de este tamaño que un meteorito.
Sin embargo, ¿Dónde está el
cráter? Existen evidencias de que podría
encontrarse en el estado de
Yucatán (México).
Bibliografía:
Título | Autor | Editorial |
Los reptiles conquistan la | Giuseppe Minelli y Lorenzo | Sm |
Los dinosaurios | Dr. David Norman y Dr. Ángela | Biblioteca Visual Altea |
La aventura de los | Anaya multimedia | Anaya |
Trabajo realizado por Alberto Molina
Martínez