Aunque sin pedales, cadena y manillar, el
celerífero puede considerarse el precursor de la
bicicleta. El celerífero pasó a llamarse
velocífero y después velocípedo. Con los
velocípedos a cuestas (también de madera e
impulsados directamente con los pies en el suelo) tuvieron
lugar las primeras carreras allá en el año 1800.
Unas carreras históricas, pero que no han dado a la
posteridad ningún nombre de vencedor.
Veinte años más tarde aparecieron
los primeros velocípedos a pedales. No llegaban a un metro
de altura, pero pasaban de los treinta kilos de
peso.
En aquella época el británico James
Moore lo ganaba prácticamente todo. Es el Eddy Mercks de
la época. Una época en la que los pedales se
adhería directamente a una gigantesca rueda delantera de
hasta tres metros de diámetro. Aparecen los radios y la
madera se
sustituye por el metal.
El 23 de mayo de 1891 es una fecha
histórica para el ciclismo: la primera
Burdeos-París. Se impulsaban por pedales, bielas y cadena
adherida a unos piñones de la rueda trasera. Y en el
manillar se habían acoplado los frenos. Aquello ya se
empezó a llamar bicicleta.
Uno de los colaboradores de Henri Desgrange
(recordman de la hora y periodista), Geo Lefèbvre, le
facilita una idea: organizar una gran carrera ciclista por etapas
que dé la vuelta a toda Francia. El 1
de Julio de 1903 nace el Tour de Francia, la
prueba reina del calendario competitivo del ciclismo profesional
en el mundo.
Seis años después, Italia, que ya
contaba con extraordinarias carreras de un día de
duración como la Milán-San Remo y el Giro de
Lombardía, conoce su primer Giro.
En España,
tendríamos que esperar todavía hasta 1935 para que
el belga Gustave Deloor ganara la primera
vuelta.
EL GIRO DE ITALIA
Es la segunda carrera por etapas en importancia
del calendario internacional, aunque el carácter
nacionalista que últimamente le ha conferido su
organizador para explotar comercialmente las posibilidades
italianas, le han acarreado la antipatía de las
demás potencias ciclistas. En este sentido algunos
medios
informativos españoles se han permitido asegurar que la
vuelta estaba ya por encima del Giro. Sin duda es una
apreciación aún exagerada.
El Giro fue creado en 1908 por el periódico
deportivo La Gazetta dello Sport bajo el impulso de su
director Costamagna, su administrador y
redactor Gougnet y su redactor jefe Morgagni. El primer anuncio
del Giro de Italia data del 7
de agosto de 1908, y la salida de la primera edición, del
13 de Mayo de 1909 en Milán. En aquella oportunidad el
vencedor fue el italiano Ganna, que se vistió por primera
vez el llamativo maillot rosa, en sintonía con el color del
papel del
periódico patrocinador.
A partir de 1948, Armando Cougnet deja la
organización de la prueba y le sucede Vicenzo
Torriani, quien la ostenta todavía en nuestros
días. En esta carrera nuestro ciclismo ha tenido jornadas
memorables. Probablemente, además de Indurain, nadie ha
dejado tanta huella como José Manuel Fuente, cuando al
frente del equipo Kas protagonizó auténticas
batallas campales con Eddy Merckx, aunque el asturiano siempre
salió derrotado.
También otro español, Paco
Galdós, estuvo en 1975 muy cerca de ganar el Giro, pero no
pudo con Fausto Bertoglio en la última etapa que terminaba
en lo alto de Stelvio.
Naturalmente el inevitable Eddy Merckx comparte el
récord de victorias con Alfredo Binda y Fausto Coppi, este
último uno de los mayores mitos del
ciclismo de todos los tiempos. Los tres ganaron en cinco
oportunidades la prueba de la maglia
rosa.
VENCEDORES DEL
GIRO
1909 Luigi Ganna Ital.
1910 Carlo Galetti Ital.
1911 Carlo Galetti Ital.
1912 ATALA (por equipos) Ital.
Carlo Galetti
Giovanni Michelotto
Everardo Pavesi
1913 Carlo Oriani Ital.
1914 Alfonso Calzolari Ital.
1919 Costantino Girardengo Ital.
1920 Gaetano Belloni Ital.
1921 Giovanni Brunero Ital.
1922 Giovanni Brunero Ital.
1923 Costantino Girardengo Ital.
1924 Giuseppe Enrici Ital.
1925 Alfredo Binda Ital.
1926 Giovanni Brunero Ital.
1927 Alfredo Binda Ital.
1928 Alfredo Binda Ital.
1929 Alfredo Binda Ital.
1930 Luigi Marchisio Ital.
1931 Francesco Camusso Ital.
1932 Antonio Pesenti Ital.
1933 Alfredo Binda Ital.
1934 Learco Guerra Ital.
1935 Vasco Berganaschi Ital.
1936 Gino Bartali Ital.
1937 Gino Bartali Ital.
1938 Giovanni Valetti Ital.
1939 Giovanni Valetti Ital.
1940 Fausto Coppi Ital.
1946 Gino Bartali Ital.
1947 Fausto Coppi Ital.
1948 Fiorenzo Magni Ital.
1949 Fausto Coppi Ital.
1950 Hugo Koblet Suiza
1951 Fiorenzo Magni Ital.
1952 Fausto Coppi Ital.
1953 Fausto Coppi Ital.
1954 Carlo Clerici Ital.
1955 Fiorenzo Magni Ital.
1956 Charly Gaul Lux.
1957 Gastone Nencini Ital.
1958 Ercole Baldini Ital.
1959 Charly Gaul Lux.
1960 Jacques Anquetil Fran.
1961 Arnaldo Piambianco Ital.
1962 Franco Balmamion Ital.
1963 Franco Balmamion Ital.
1964 Jacques Anquetil Fran.
1965 Vittorio Adorni Ital.
1966 Gianni Motta Ital.
1967 Felice Gimondi Ital.
1968 Eddy Merckx Bél.
1969 Felice Gimondi Ital.
1970 Eddy Merckx Bél.
1971 Gösta
Pettersson Suec.
1972 Eddy Merckx Bél.
1973 Eddy Merckx Bél.
1974 Eddy Merckx Bél.
1975 Fausto Bertoglio Ital.
1976 Felice Gimondi Ital.
1977 Michel
Pollentier Bél.
1978 Johan De
Muynck Bél.
1979 Giuseppe Saronni Ital.
1980 Bernard Hinault Fran.
1981 Giovanni Battaglin Ital.
1982 Bernard Hinault Fran.
1983 Giuseppe Saronni Ital.
1984 Francesco Moser Ital.
1985 Bernard Hinault Fran.
1986 Roberto Visentin Ital.
1987 Stephen Roche Irl.
1988 Andrew Hampsten EEUU
1989 Laurent Fignon Fran.
1990 Gianni Bugno Ital.
1991 Franco Chioccioli Ital.
1992 Miguel
Induráin Esp.
1993 Miguel
Induráin Esp.
1994 Eugeni Berzin Rus.
78º GIRO DE
ITALIA
GIRO'95
Tras este cambio de
costumbres, al ser el Giro la prueba que inaugure el ciclo de
grandes pruebas por
etapas, muchos han sido los ciclistas que han preferido seguir
con lo que era su calendario de carreras tradicional, sin tener
en cuenta lo que queda para septiembre. Por ello, en Italia
volverá a reunirse, prácticamente, el mejor
pelotón del mundo para hacer frente a una de las pruebas que
más aprecian los corredores por la forma en que se
disputa, su trazado y la pasión con la que se vive el
ciclismo en este país.
Con la única ausencia de Miguel
Induráin, que ha escogido otra de las vías que hay
para llegar en el momento justo al Tour de Francia, el
Giro vuelve a ofrecer un pelotón de ensueño, con
veintidós equipos, un amplio grupo de
corredores y las trece formaciones italianas en liza, en la
salida de Perugia, lo que significa que los otros nueve equipos
presentes en la carrera tendrán bastantes problemas para
acercarse al triunfo.
A los once equipos italianos se añaden
otros dos, Aki y Mercatone, transalpinos a todos los efectos,
aunque estén afiliados en Mónaco y en la
República de San Marino. Un poderío
que acaba por formar una tela de araña a lo largo de toda
la prueba que resultará difícil de romper. Entre
esa amplia lista de formaciones habrá cuatro equipos
españoles: Once, Banesto, Kelme y
Castellblanch.
Los hombres más representativos de cada uno
de ellos deben de ser Erik Breukink, que ya sabe lo que es ser
tercero en el podio y ganar etapas en Italia, y
Oliverio Rincón (Once); Jesús Montoya y José
María Jiménez (Banesto); Lale Cubino (Kelme) y
Alfredo Irusta (Castellblanch).
De entre todos, Cubino, ganador de una etapa hace
un año, puede resultar una agradable sorpresa. El corredor
bejarano lo tiene todo para brillar en Italia: conoce la
carrera, es un veterano, está en forma, hay mucha
montaña y sabe que el peso de la prueba lo deberán
de llevar otros equipos y corredores. A él le puede bastar
con dejarse llevar y ver pasar los acontecimientos para conseguir
algún triunfo y un buen puesto en la
general.
Jesús Montoya es una incógnita. Va
muy tranquilo este año, mucho más que el pasado, y
sabe que en Italia no va a estar supeditado a ningún
líder,
por lo que podrá actuar en beneficio propio, algo parecido
a lo que le puede suceder a José María
Jiménez, debutante en una gran prueba por etapas.
Jiménez ha mostrado buenas maneras en este inicio de
temporada y aunque en Banesto dudaron entre llevarle a Italia o
dejarle para la vuelta a España,
finalmente han decidido aprovechar su momento de
forma.
A la hora de analizar los favoritos para el
triunfo final hay que hablar en primer lugar de dos nombres, Tony
Rominger y Eugeni Berzin. La diferencia de edad entre los dos
corredores es notoria: 34 años del suizo por 24 del ruso,
pero al margen de esas consideraciones los dos han tenido un
comienzo de temporada muy tranquilo pensando en llegar a Italia
en las mejores condiciones posibles. Si nada se tuerce en los
días que quedan van a llegar a tope a la ronda
italiana.
El trazado, los 104 kilómetros
contrarreloj, 43 de ellos en subida, así como los cinco
finales en alto les van muy bien a ambos. Los dos equipos que
lideran, Mapei y Gewiss son dos armas
considerables. ¿Quién es más favorito de los
dos? Contando con esa presumible igualdad
expuesta hay que buscar en lo más recóndito del
ciclismo, en sus equipos, para poder ofrecer
una clave diferente: en el Gewiss siguen sin cicatrizar todos los
problemas
surgidos hace un año con Berzin, sobre todo con respecto a
Ugrumov, mientras que Mapei parece presentar un bloque más
sólido, casi una piña… Veremos.
Entre los hombres rápidos no estará
Abdoujaparov, pero si Mario Cipollini, si está recuperado
de los problemas
físicos que lleva padeciendo desde que corrió la
Vuelta a Valencia, Lombardi, Konyshev, Di Basco, Leoni, por citar
algunos de los que buscarán triunfos. El Giro tiene de
todo, para todos los terrenos, por eso sigue siendo una gran
carrera, una prueba en la que hace ya varios años que no
gana un italiano. En 1995 tampoco lo van a tener fácil los
corredores de ese país.
EUGENI BERZIN
Eugeni Berzin nació en la localidad de
Vyborg, fronteriza con Finlandia. Sus primeros contactos con el
ciclismo llegaron por mediación de la
pista.
A los 14 años ya pedaleaba con los alumnos
de la escuela ciclista
de San Petesburgo, de donde salió para pasar a la del
Lokomotiv de Leningrado, en donde compartió
habitación con Viatcheslav Ekimov.
Allí vivió durante seis años
siguiendo la espartana disciplina de
Alexander Kuznetsov. "Pero a los veinte años me
cansé de este régimen de vida. Quería ir a
otro lado…"
Dejó Leningrado y volvió a San
Petesburgo para de allí viajar a Moscú y enrolarse
en el CSKA.
Una disputa con Kuznetsov hizo que no le
seleccionasen, a modo de correctivo, para correr la prueba de
carretera en la Olimpiada de Barcelona.
Más tarde, en el 93, firma un contrato con la
Mercair-Ballan de Argentin y accede al campo profesional.
Allí comienza esta historia, cuya primera
página de gloria se ha fraguado en las rudas pendientes de
una clásica belga.
Pero lo que él quería era pasar al
profesionalismo en un país occidental. Le costó
tres años de quebraderos de cabeza, pero al fin lo
consiguió. Antes, en 1991, Berzin quiso pasar a la
máxima categoría con Panasonic, pero la negativa de
la Federación Soviética le hizo seguir en el campo
de la persecución, dónde ha sido campeón del
mundo tanto en la modalidad individual como en la modalidad por
equipos. Fue alternando su actividad en pista con la de algunas
carreras en ruta (en el 91 corrió en Italia con el
Cuoril).
La vida de Eugeni Berzin ha cambiado mucho en el
último año. Cuando tomó la salida en el
pasado Giro era uno más del grupo de
jóvenes que había que observar detenidamente para
calibrar sus posibilidades. Ahora, él es la rueda a
seguir, el campeón que defiende su corona. Eugeni, como un
Zar que protege sus dominios de las acomentidas de los
ejércitos occidentales, de prepara para vencer a todos
aquellos que pretendan derrotarle.
Eugeni Berzin se mueve con aire
despreocupado de quien sabe que son los demás los que se
van a acercar a él. En un año, ha adquirido rango
de estrella y sabe lo que eso significa para los demás.
Sin embargo, cuando se monta en la bicicleta todo cambia. Sus
movimientos tranquilos y distraidos se transforman en una
profesionalidad sin límites y el joven ruso pasa enseguida
a ser él quien busca un objetivo.
Atrás han quedado sus años de
entrenamiento
estajanovista de la antigua URSS. De allí sólo
conserva un organismo cultivado como pocos para la
práctica del ciclismo y un deseo casi obsesivo, por lo que
se pudo ver el pasado invierno, de que nadie le
domine.
Ahora, el pequeño Zar se enfrenta a una de
las tareas más difíciles de su recientemente
adquirido rango de estrella: defender el título logrado en
una gran vuelta, en este caso el Giro de
Italia.
CLAUDIO CHIAPPUCCI
Llamado el Diablo por su obsesión
atacante, este italiano pequeño y vivo como una ardilla
conocía bien el podio. Pero desgraciadamente para
él, la mayor parte de las veces hubiera deseado subir un
escalón más.
Desde que empezó como profesional en 1985,
Chiappucci probablemente consiguió más segundos
puestos que nadie. Su carrera profesional se vio truncada en la
Vuelta a Suiza de 1987 cuando colisionó contra un coche
que irrumpió en el pelotón causándole
fractura de clavícula y del tendón de Aquiles. Se
pensó que estaba terminado para el ciclismo, pero,
afortunadamente, la convalecencia apenas duró un
año.
En 1992 Chiappucci consiguió uno de sus
triunfos más espectaculares al imponerse en la etapa
italiana del Tour de Francia, el
día que llegaba a Sestrières, de desagradable
recuerdo para Indurain, que sufrió allí más
que en el resto de la carrera.
En 1993 Claudio Chiappucci quedó en tercera
posición en el Giro de Italia, y en 1994, aunque no
ganó apenas nada, es siempre un hombre a tener
en cuenta, sobre todo en etapas de
montaña.
TONI ROMINGER
Suizo de nacionalidad, nació en Voyens,
Dinamarca, el 25 de marzo de 1961. A diferencia de la
mayoría de sus compañeros de profesión,
Rominger no llegó nunca a conocer las categorías
inferiores del ciclismo. Con veintiséis años
logró dar el salto al profesionalismo, pero no fue sino en
un equipo modesto y con escasas ambiciones. Tras su paso por los
equipos Toshiba y Château d'Ax, fichó en 1992 por el
Clas español. Ganó con la Vuelta a España su
primera gran ronda por etapas y con el Giro de Lombardía
completó una espléndida temporada. Continuó
su espléndida carrera quedando segundo en el Tour de
1993.
El año pasado, Rominger se ha apuntó
su tercera Vuelta consecutiva. Líder
de principio a fin de la carrera, durante 21 días, lo que
le ha convertido en el corredor que más jornadas ha
estado vestido
de amarillo en toda la historia de la Vuelta a
España,
con 33, por delante de Gustaf Deloor y Delio Rodríguez,
que se han quedado en 32. Ganador de 11 etapas, hasta el momento,
en sus cuatro participaciones en la Vuelta a España,
Tony Rominger ha cerrado un ciclo irrepetible en esta
carrera.
En efecto, la Vuelta a España 1994, fue la
carrera de Tony Rominger, del equipo Mapei. Ganó la
contrarreloj de Valladolid y desde entonces no hizo otra cosa
más que aumentar sus diferencias con respecto a sus
rivales. Ni uno sólo de todos ellos ha conseguido
reducirle tiempo. En
Valladolid, hay que recordarlo, fueron 20 los segundos que le
sacó a Zulle, 24 a Mauri y 47 a Mikel Zarrabeitia. Desde
entonces su dominio no hizo
más que aumentar y basta constatar como hemos llegado a
Madrid…
Este año llega al Giro con Berzin como
principal enemigo y con el único objetivo de
adjudicarse la ronda italiana. Aunque parezca raro, con sus 34
años está en su mejor momento de forma pues
entró bastante tarde en el ciclismo profesional. Su
convencimiento en sí mismo y su afán por ganarlo
todo lo demuestra esta declaración semanas antes del
inicio de la prueba: "Estoy bien, pero no a tope. Si llego a
Perugia -inicio del Giro- en el mismo estado en que
corrí la Vuelta a España del 94 la maglia rosa es
mía".
MONTAÑA PARA
GIGANTES
Puertos largos y duros con rampas que alcanzan el
18%. Carreteras estrechas y bacheadas que encierran descensos
sinuosos y de gran peligro. Barrancos, bosques, parajes salvajes
y puertos nuevos, desconocidos y sorprendentes tanto por su
belleza como por sus increíbles pendientes… Este es el
retrato conciso y breve de la montaña que encierra el Giro
del 95. Unas cuestas que, en opinión de los escaladores,
harán que muchos ciclistas recurran al 39×25 si no quieren
poner pie a tierra.
8ª ETAPA:
ACQUAPESA MARINA – MONTE SIRINO. – 206
kms.
La 8ª etapa es la primera realmente
dificultosa con varios pasos puntuables y final en alto. Arranca
de Acquapesa, a orillas del mar Tirreno, y concluye en el monte
Sirino, a 1546 m de altitud, tras una galopada de 206
kms.
Los 17 kms iniciales de la etapa son llanos,
transcurriendo a orillas del mar. Vienen a continuación
los 14 kms de ascenso del Passo Scalone (740 m) para seguidamente
descender a la cota 300 m y afrontar de inmediato el alto de
Acquaformosa (756 m). De nuevo llega el descenso, y tras una zona
de abundantes toboganes se ataca el Válico de Campo Tenese
(1022 m) con poco más de 14 kms de escalada muy regular,
del 4-5%, y al que, tras un largo descenso hasta los 300 m de
altitud, sigue el paso de Nocara (965 m) ya en las proximidades
de las montañas de Lagonegro, que presentan la dificultad
última en el monte Sirino, inédito en el Giro con
sus 16 kms de regular ascensión al 5.5% de pendiente, y en
donde se halla instalada la meta a orillas
de un pequeño lago.
11ª ETAPA:
PIETRASANTA – IL CIOCCO. – 177
kms.
De esta población, situada próxima al
litoral, arranca la primera etapa alpina que ha de marcar
diferencias entre los favoritos. Los primeros 65 kms de la misma
son eminentemente llanos, siguiendo la franja costera, para
después adentrarse al interior hacia el macizo
montañoso de los Apeninos. Se ataca primeramente el paso
de la Foce Carpinelli (842 m) con casi 10 kms de ascensión
en los que se salva un desnivel de más de quinientos
metros. Tras un largo descenso de 30 kms hasta el fondo del valle
del Sechio se alcanza Castelnuovo, en cuyas inmediaciones da
comienzo la escalada a San Pellegrino . La pendiente crece
súbitamente y se mantiene en torno al 9%
durante los siguientes 4 kms. Después se suaviza
momentáneamente, afrontándose a continuación
una tremenda rampa de 1200 m al 12-13% para después
decrecer de nuevo hasta el 9%. Se cruza el pequeño pueblo
de Chiozza y tras un corto rellano se prosiguen otros 2 kms con
pendiente del 8-9%. Nuevamente se corta la escalada con un breve
descenso hasta Bocalla y a continuación de atacan los 4
kms finales de subida, en donde abundan las rampas de hasta un
18% a lo largo de una sinuosa y casi colgada carretera que nos
ofrece soberbias vistas sobre el ya lejano fondo del valle. El
arbolado va escaseando en esta parte final de la
ascensión. Se alcanza, al final de las rampas más
duras, la pequeña aldea de San Pellegrino, y seguidamente
la inclinación de la carretera va decayendo hasta que se
corona el ya cercano alto, situado a 1622 m de
altitud.
Una vez coronado el paso, la carretera desciende
hasta el inmediato Passo Radici (1529 m) y continúa
después en largo camino descendente hacia el valle del
Serchio, cuyo curso sigue nuestra ruta en dirección sur a través de las
poblaciones de Castellnuovo y Gallicano para situarnos
seguidamente al pie de la última dificultad del
día, el corto pero empinado "muro" del
Ciocco.
Arranca esta subida con un pequeño
aperitivo desde el valle hasta la población de Barga. Vienen luego 3 kms de
suave descenso, se toma un desvío a la derecha y se
comienza la subida al Ciocco. Tras cruzar la caseta de peaje
afrontamos un tremendo muro de 200 m al 13%. La ruta se suaviza
luego al 10% y después al 7%, alcanzando el hotel tras un
rellano de 100m. La carretera se estrecha, escrespándose
hasta alcanzar un 17% de inclinación durante 200 m.
Superada una curva en herradura, la pendiente baja al 10%, y de
nuevo vuelve a crecer en tramos que oscilan entre el 10 y el 14%
con numerosas curvas cerradas, concluyendo la rampa con los 200 m
finales de rellano antes de la entrada al estadio en que se
sitúa la
meta.
14ª ETAPA:
TRENTO – VAL SENALES. – 236
kms.
Es la primera etapa alpina, toda ella a
través de la montaña dolomítica, con cuatro
ascensiones bastante dificultosas, dos de las cuales son
inéditas en la prueba. Se inicia la marcha en Trento,
remontándose durante los primeros 60 kms el valle del
Adigio hasta la ciudad de Bolzano. Una vez cruzada esta población, se alcanza la villa de Kardaun,
abandonándose la ruta del valle en dirección al collado de Renon, de 1300 m de
altitud. La carretera toma fuerte pendiente trazando varias
curvas en herradura hasta alcanzar Sta. Justina, continuando
después por la ladera y trazando otra serie de curvas
cerradas antes de cruzar la localidad de Eschenbach (903 m). La
pendiente se suaviza seguidamente, aunque continúa el
ascenso a través de localidades como Unterin o Klobenstein
hasta alcanzarse la cota máxima de Oberinn, a 1300 m de
altitud. Viene después un suave descenso hasta el opuesto
valle de Sarental con cuya carretera se confluye en el fondo del
mismo, a 704 m de altitud.
A continuación, la ruta reanuda su marcha
ascendente con unas primeras rampas muy fuertes a lo largo de 3
kms para después suavizarse durante otros 25 kms en los
que la pendiente se mantiene en torno al 3-4%. Se
cruza por la población de Pennes y se afronta la parte
final del paso de este nombre o Penserjoch, aumentando la
inclinación, que se establece en torno al 7-8%. El
terreno está completamente despejado de árboles, y
la carretera remonta la ladera de la montaña abandonando
el valle para después trazar un amplio zig-zag. La
pendiente crece entonces hasta un 9% y así se mantiene
durante 3 kms hasta suavizarse en la parte final del collado, que
se corona 9 kms más arriba de la villa de Pennes, 2214 m
de altitud.
Viene, a continuación, un vertiginoso
descenso de 15 kms hasta la localidad de Vipineto, vistosa
población fronteriza situada en pleno valle
del Isarco y al pie de los pasos de Brennero, Giovo y del que
acabamos de coronar. Sin tiempo para
recuperar abordamos la escalada del mencionado Giovo o
Jaufenpass, de 2094 m de altitud, con la que se regresa de nuevo
al valle del Adigio. La nueva dificultad es una ascensión
de pendiente muy uniforme entre el 7 y 8% a lo largo de sus
más de 15 kms de trayecto, muy boscosa en su parte baja y
despejada en la superior a partir de Kalch en la que se atraviesa
por hermosas praderas de montaña.
Coronado este tercer passo, viene un nuevo y
prolongado descenso, de fuerte inclinación a lo largo de
los 19 kms que nos llevan hasta St. Leonard y en el que la
carretera traza un total de diez curvas en herradura para salvar
el barranco que se abre a nuestros pies. Después de 30 kms
de suaves pendientes y dejada atrás la villa de Naturns,
se toma a la derecha la ruta al Val Senales o Schnalstal, dando
comienzo al último ascenso de la jornada, con 1464 m de
desnivel para 23 kms de escalada, que sitúan el final de
etapa a 2011 m de altitud en un cerrado valle al pie de las
montañas del Salurnspitze (3435 m), Weisskogel (3739 m) y
Similaun (3599 m), en pleno corazón de
los alpes italoaustriacos.
El inicio del ascenso, a través de una
estrecha garganta, es espectacular. Hay un par de muros de 300 m
y 200 m al 13%, separados por un túnel. Pasados los dos
primeros kilómetros de escalada la pendiente se suaviza
bastante. A partir del km 5,2 la carrera se empina hasta alcanzar
el 10-11%. Se cruza un puente y de nuevo se suaviza la cuesta
para volver a encresparse a partir del km 7,5 en donde volveremos
a encontrar una rampa al 10% durante 700 m, seguida de un
tremendo muro de 900 m al 11-13%, que resulta ser lo más
notable de toda la ascensión. Alcanzamos luego el pueblo
de Certosa y tras pasar varios kilómetros suaves llegamos
a Unserfrau en donde la pendiente crea muros al 12% y una larga
serie de curvas en herradura. Coronamos el muro del lago Vernago
y reanudamos la escalada con un corto repechón seguido de
un ligero descenso que nos lleva a afrontar un tramo final con
rampas largas al 11 y 12%, y un muro final de 300 m al 13% que da
acceso a la meta, situada
a 2011 m de altitud en la estación de esquí de
Kurzas.
15ª ETAPA:
VAL SENALES – LENZERHEIDE. – 188
kms.
Se inicia la etapa en Vernagt, a 1675 m de
altitud, bordeándose el pequeño embalse de su
nombre y descendiéndose a continuación hasta el
valle del Adigio. Se llanea durante un espacio de unos 40 kms
hasta la villa de Sta. María, situada al pie del Pass del
Fuorn (2149 m), primer puerto de la etapa, situado en territorio
suizo. Se supera en Sta. María una corta rampa al 10% y
tras un rellano se afronta una fuerte subida de 3 kms hasta
Fuldera. Viene, a continuación, un nuevo tramo suave que
finaliza en Tschierv, al pie de la pared final del puerto, en
donde la carretera toma pendiente del 8 al 9%, trazando varias
curvas en herradura a través de un paisaje rocoso cubierto
de pinares.
Coronado el paso en el km 88 de etapa, sigue un
corto pero empinado descenso, y tras 27 kms de transición,
alcanzada la villa de Susch (1438 m), se inicia el ascenso al
Flüelapass, de 2383 m de altitud, la segunda gran dificultad
del día y un nuevo collado inédito en la historia del
Giro.
El Flüelapass es un ascenso relativamente
corto, pero bastante duro, salvo en su zona intermedia. La
primera parte, con numerosas curvas en herradura y fuerte
pendiente, nos sitúa muy po encima del lecho del
río. Después de una larga travesía a media
ladera de la montaña abandonamos este valle y tras
remontar un fuerte talud en el que la pendiente de la carretera
supera el 10%, entramos en la zona alta del puerto, terreno de
praderas y pedregales a los que acompaña un pequeño
lago situado en la misma cumbre del collado. El descenso por la
vertiente opuesta, con un trazado inicialmente sinuoso, recorre
un paisaje similar al del ascenso para después encajonarse
entre las montañas y desembocar en el conocido centro
turístico de Davos (km 143 – 1554 m). La carretera es muy
irregular perdiendo altura en forma escalonada,
alcanzándose Tiefencastel en el km 178 de etapa, a 836 m
de altitud. En este punto se inicia el último ascenso del
día, la subida a Lenzerheide – Valbella, junto al paso del
mismo nombre y que marca el final de
la etapa. La ascensión, que finaliza tras 7 kms de
escalada frente a la ermita de St. Cassian, un poco más
arriba de Lantsch (1417 m) arranca con 2 kms al 7% para luego
crecer la pendiente hasta un 8-9%, marcando la ruta varias curvas
en herradura en su parte inicial. Una vez alcanzado St. Cassian
la carretera se introduce en el arbolado y decrece su pendiente
hasta hacerse casi inapreciable. Se cruza Lenzerheide (1471 m) y
tras bordear el pequeño lago de Heidsee se atacan las
rampas finales del collado que dan acceso a la meta instalada
en la estación de esquí de Valbella, a 1549 m de
altitud.
17ª ETAPA:
Gewis CENATE – SELVINO AVIATICO. – 43
kms. C.R.I.
La primera subida de esta cronometrada es el colle
del Gallo, también conocido como Paso de la Madonna de las
Nieves.
Los diez primeros kilómetros de la etapa
son llanos hasta llegar a Casazza, en donde comienza la subida al
colle del Gallo. La carretera es estrecha, sinuosa y con
pendientes variables
entre el 6-8%. Coronado el alto, de mediana dificultad, viene el
descenso hasta el vecino valle de Val Seriana que nos lleva, tras
media docena de kilómetros en suave descenso, hasta la muy
conocida escalada a la estación de Selvino. Aquí,
la montaña es mucho más imponente con una
auténtica borrachera de curvas en herradura una vez dejado
atrás San Vito, para ascender por la empinadísima
ladera de la montaña con pendientes que no superan el 8%
pero que tampoco conceden descanso. En conjunto, esta doble
escalada no es excesivamente dura, pero por su continuidad y
complicación habrá de marcar notables
diferencias.
19ª ETAPA:
MONDOVI – BRIANCON. – 202
kms.
Se puede considerar esta etapa como la reina del
presente Giro al incluir en su desarrollo
tres colosos de la entidad del Colle di Sampeyre (2284 m), el
Colle dell'Agnello (2748 m cima – Coppi) y el legendario Izoard
(2361 m), enlazados uno tras otro sin llaneo intermedio y con
final de la etapa al concluir el descenso del tercero. Una etapa
que casi con total seguridad
decidirá el nombre del vencedor de la
prueba.
La jornada comienza en Mondovi, a 559 m de
altitud, siendo sus primeros 47 kms de cómodo llaneo hasta
abocarse en Dronero (622 m). A partir de este punto la carretera
toma una suave inclinación ascendente que nos eleva en 23
kms hasta los 985 m del Stroppo, localidad situada al pie del
Sampeyre. Este collado es uno de los más impresionantes
del presente Giro. Nada más dejar el valle nos
introducimos por una imponente garganta de unos 4 kms de
longitud, caracterizada por su estrechez. La pendiente ronda el
11% con tramos que se acercan al 13-14%. El piso está en
mediocre estado y hacia
el tercer kilómetro de ascensión la pendiente se
suaviza en frecuentes rellanos, para crecer de nuevo al 12% de
media en el siguiente kilómetro tras el cual concluye el
desfiladero y se entra en una zona menos agreste. La pendiente
baja al 6% en el siguiente kilómetro, pero crece en los
sucesivos, trazando la carretera varias curvas en herradura hasta
llegar a la zona alta del puerto. Entramos a continuación
en una zona boscosa y con mejor asfaltado y ya la pendiente se
sitúa en torno al 9-10%,
manteniéndose así en los siguientes 7 kms con los
que se corona el collado, inédito en la historia del
Giro.
Son casi 16 kms de ascensión con pendiente
media del 8,2%. ¡Un gran hallazgo para el
Giro!
Alcanzado el fondo del valle del Varaita, en la
localidad de Sampeyre (971 m), se inicia suavemente la escalada
del segundo paso del día, el Colle dell'Agnello. Durante
los siguientes 6 kms la pendiente oscila entre el 3 y 4% hasta
que en las proximidades de Casteldelfino aumenta bruscamente,
pasando a ser del 6-7% y trazando un par de curvas en herradura.
Se cruza la villa, situada dominando el valle, y de nuevo la
pendiente crece hasta un 8-9% durante los siguientes 3 kms y
dejando atrás la aldea de Ravioux. Después, la
rampa se suaviza y se alcanza el embalse de Castello cuyas
orillas recorre la carretera hasta la villa turística de
Pontechianale. A partir de aquí aumenta de nuevo la
pendiente con tramos de hasta un 9%, pero enseguida se suaviza
durante los siguientes 4 kms hasta que se alcanza la aduana italiana
de Chianale, al pie de la colosal muralla que nos separa del
collado del Agnello, que se divisa al fondo en lo alto. Se inicia
en este punto la parte más dura del ascenso ya que se
superan en 9 kms los casi mil metros de desnivel que aún
restan. Afrontando la parte final del Colle dell'Agnello, la
carretera alcanza de inmediato el fondo del valle y cruza una
vaguada, aumentando bruscamente la pendiente que pasa a ser del
11%. Se asciende por la ladera de la montaña y se supera
una primera curva en herradura para, a continuación,
afrontar una larga travesía de fuerte inclinación.
Vienen a continuación un par de curvas distanciadas y otra
zona de fuerte inclinación mantenida que concluye en una
serie de continuadas curvas en herradura y
rampas del 12 al 15%. Sigue después un
tramo suave de 400 m al 5% que finaliza en una nueva rampa al
11%, trazando la carretera otra curva cerrada para ya enfilar el
collado que se divisa cercano y al que se accede después
de 31 kms de continuado ascenso desde Sampeyre y en los que se
superan casi 1800 m de desnivel. Nos encontramos en el km 140 de
etapa, a 2744 m de altitud, en uno de los collados más
alto de la cadena alpina y que ostenta en la presente
edición el galardón de Cima Coppi, como
máxima cota de la carrera.
Viene a continuación un largo descenso, ya
en la vertiente francesa, durante 20 kms hasta Ville Vieille
(1376 m) para después llanear unos pocos kms a la orilla
del río y pasar bajo la imponente fortificación de
Chateau-Queyras que cierra el paso del valle. Enseguida se
alcanza la ruta de Briancon y con ella se inicia en el km 165 de
etapa el ascenso al mítico col de Izoard, varias veces
incluido en la montaña del Giro.
Se asciende 4 kms con pendientes del 6-7% hasta
las proximidades de Arvieux, se continúa por la larga
recta que une esta población con Brunissard, y a partir de
esta última localidad se entra en un bosque de pinares y
se ataca la parte más fuerte de la ascensión con
tramos de hasta un 11%. Se superan varias curvas en herradura y
se corona el Casse Déserte (2214 m) que abre ante nuestros
ojos un extraordinario paisaje rocoso. Un breve descenso y otros
2 kms de fuerte pendiente nos sitúan en el legendario col
de Izoard, a 2361 m de altitud, y en el km 179 de la etapa, un
lugar de desolada grandeza dominado por las inmensas pedreras que
descienden desde las cumbres circundantes. Antes habremos pasado
frente al monumento dedicado a dos grandes campeones como lo
fueron los extraordinarios Fausto Coppi y Louison Bobet, cuya
memoria, y la
de otros ilustres del ciclismo, se recuerda en un pequeño
museo situado en el mismo collado del Izoard.
Queda para finalizar la etapa únicamente el
sinuoso descenso de 23 kms hasta Briancon, apenas interrumpido
por un corto rellano en Le Laus.
20ª ETAPA:
BRIANCON – S. JEAN GRESSONEY. – 203
kms.
Tras la paliza del día anterior los
ciclistas afrontarán una etapa de menor dificultad, aunque
con un final ascendente que puede generar nuevas escaramuzas. La
etapa arranca de Briancon para abordar de inmediato la subida al
col de Montgenevre. Coronado este, en el km 12, viene un largo y
tendido descenso por todo el valle de Susa hasta las proximidades
de Turín, para después, bordeándose el
límite de las montañas, alcanzar en Ivrea (km 159)
la entrada al valle de Aosta. Se remonta suavemente este valle a
orillas del río Dora y se alcanza Pont Sant Martin el el
km 176 de etapa en donde se toma la ruta al Val de Gressone.La
carretera tiene que salvar un elevado talud para lo cual marca, durante
los tres primeros kilómetros de ascensión, una
fuerte rampa entre el 7 y el 9%. Cruzamos luego un túnel y
entramos en un valle. La pendiente cae hasta el 4-5% una vez
pasado Lillianes. El ascenso continúa suave, con una
única rampa apreciable de 400 m al 10% hacia el km 20,5.
Una vez cruzado un puente, y tras la única curva en
herradura que presenta esta zona, los 6 km restantes de subida
mantienen la tónica del 3-4%, salvo los dos finales que
son casi llanos a la entrada de San Jean
Gressoney.
21ª ETAPA:
PONT ST. MARTIN – LUINO. – 190
kms.
Aún cuando pudiera creerse que el Giro
estará resuelto a estas alturas, he aquí una etapa
que da una buena oportunidad para revolver la
clasificación.
Los 125 primeros kilómetros de la jornada
recorren las llanuras piamontesas en dirección Este hasta llegar a la
pequeña población de Cittiglio, donde dan comienzo
las auténticas dificultades de la etapa con la escalada
del desconocido y complicado passo Cuvignon, de 1036 m de
altitud, con más de 9 kms de pendientes variables
entre el 7 y el 10%, rampas del 12% y carretera estrecha y
bacheada.
El descenso por la vertiente opuesta se realiza
por una carretera aún más estrecha y sinuosa.
Alcanzada la cima de San Antonio tomamos camino hacia Arcumeggia,
una aldea perdida entre barrancos a partir de la cual se inicia
un nuevo descenso.
Alcanzado el valle en Vergobbio se repite la
escalada al Cuvignon tras la que se toma camino hacia el passo de
San Michele, de 890 m de altitud. Este es un collado más
notable que el anterior, con pendiente media del 9,45% y una
carretera muy estrecha. Una vez coronado el alto, comienza un
descenso sobrecogedor, con un tramo que alcanza el 18% de
pendiente… Viene después, ya en las proximidades de
Brissago, una larga serie de curvas en herradura que nos
llevarán a la localidad de Grantuola, en cuyas
inmediaciones arranca el último y más flojo paso
del día, el de Montegrino Valtaglia, de 521 m. Presenta
continuas curvas en herradura, pero por una carretera muy ancha y
en mejor estado que las
precedentes. Tiene una pendiente media más asequible y sin
altibajos, salvo una rampa de 200 m al 8% que, tras una
última curva en herradura, da acceso al alto. El descenso
es más pronunciado que la subida y nos sitúa, tras
4 kms, a las puertas de la población de Luino, en donde
está situada la meta. En
resumen, es este un final de etapa por terreno desconocido para
casi todos los participantes y a través de unas carreteras
estrechas, sinuosas y en regular estado que
pueden propiciar la última gran batalla de este Giro, que
concluye al día siguiente con el tradicional paseo hasta
Milán.
LA VUELTA CICLISTA A
ESPAÑA
Es la tercera gran ronda por etapas del calendario
internacional y, por supuesto la más importante carrera
ciclista que tiene lugar en España. Desde que Luis Puig se
hizo cargo de su organización, su prestigio ha ido
creciendo.
El boom registrado por la ronda
española en los últimos años tiene diversas
explicaciones: Por primera vez, ha caído en manos de una
empresa
organizadora auténticamente profesional. Y por supuesto,
que Televisión
Española retransmite las etapas en directo para captar la
atención del público y fomentar la
afición.
VENCEDORES DE LA
VUELTA
1935 Gustave Deloor Bél.
1936 Gustave Deloor Bél.
1941 Julián
Berrendero Esp.
1942 Julián
Berrendero Esp.
1945 Delio
Rodríguez Esp.
1946 Dalmacio Langarica Esp.
1947 Edw Van Dijck Bél.
1948 Bernardo Ruiz Esp.
1950 Emilio
Rodríguez Esp.
1955 Jean Dotto Fran.
1956 Angelo Conterno Ital.
1957 Jesús
Loroño Esp.
1958 Jean Stablinski Fran.
1959 Antonio Suárez Esp.
1960 Frans De
Mulder Bél.
1961 Antonio Soler Esp.
1962 Rudi Altig Alem.
1963 Jacques Anquetil Fran.
1964 Raymond Poulidor Fran.
1965 Rolf Wolfshohl Alem.
1966 Francisco Gabica Esp.
1967 Jan Janssen Hol.
1968 Felice Gimondi Ital.
1969 Roger Pingeon Fran.
1970 Luis Ocaña Esp.
1971 Ferdinand
Bracke Bél.
1972 José Manuel
Fuente Esp.
1973 Eddy Merckx Bél.
1974 José Manuel
Fuente Esp.
1975 Agustín
Tamames Esp.
1976 José
Pesarrodona Esp.
1977 Freddy
Maertens Bél.
1978 Bernard Hinault Fran.
1979 Joop Zoetemelk Hol.
1980 Faustino
Rupérez Esp.
1981 Giovanni Battaglin Ital.
1982 Marino Lejarreta Esp.
1983 Bernard Hinault Fran.
1984 Eric Caritoux Fran.
1985 Pedro Delgado Esp.
1986 Álvaro Pino Esp.
1987 Luis Herrera Col.
1988 Sean Kelly Irl.
1989 Pedro Delgado Esp.
1990 Marco Giovannetti Ital.
1991 Melchor Mauri Esp.
1992 Toni Romiger Suiza
1993 Toni Romiger Suiza
1994 Toni Romiger Suiza
50ª VUELTA A
ESPAÑA
VUELTA'95
La quincuagésima edición de la
Vuelta España, en su kilómetro cero y a muchos
días de su comienzo, se presenta más interesante y
emocionante que nunca debido al cóctel de circunstancias
que la rodean por el traslado de Abril/Mayo al mes de Septiembre
y por la incógnita de la posible participación de
Miguel Induráin.
Esas particularidades han hecho que se hable con
mucha antelación de la edición de 1995, que
tendrá como punto de partida Zaragoza el dos de Septiembre
y última meta en Madrid el 24 de ese mes, ya que supone
todo un reto para los organizadores que año tras
año, desde que en 1979 se hicieran cargo, se han ido
superando en todos los aspectos a pesar de la renuncia de varios
corredores situados en la élite del ciclismo
mundial.
Al margen de esos asuntos de despacho y una vez
que los organiizadores han levantado la cortina de lo que
será el recorrido oficial de 1995, existen muchas otras
novedades con respecto a ediciones anteriores.
El perfil, a priori, parece más suave que
otros años, algo lógico si se tiene en cuenta que
para Septiembre la totalidad de los corredores han comenzado a
echar mano de la reserva.
Esa circunstancia la han tenido en cuenta los
diseñadores del trazado y, aunque mantienen cuatro finales
en alto -Alto de Naranco, Sierra Nevada, Pla de Beret y Luz Ardiden- y
una etapa de montaña, la decimoséptima entre Naut
Aran y la estación invernal francesa de Luz Ardiden, se
mantienen los kilómetros cronometrados y se suavizan las
consideradas jornadas de media montaña.
La Vuelta'95 constará de 3750
kilómetros aproximadamente -una media diaria de 170
kilómetros-, de los cuales 89 kilómetros
serán cronometrados -prólogo 8 kms y dos
contrarrelojes individuales de 41 y 40 kms- y cuatro etapas
terminarán en alto, una menos que en las dos
últimas ediciones, aunque los puertos considerados de
primera serán doce y tres catalogados de
especiales.
COPA DEL MUNDO
1995
La Copa del Mundo 1995 ha llegado a su punto de
retorno. Nos encontramos a medio camino de la competición.
Seis pruebas se han
disputado (Milán-San Remo, Vuelta a Flandes,
París-Roubaix, Lieja-Bastogne-Lieja, Amstel Gold Race y
Henninger Turm). Faltan otras cinco; éstas se
correrán más tarde. Después del Tour de
Francia le
llegará el turno a la Leeds Classic (6/8), la
Clásica de San Sebastián (12/8) y el Campeonato de
Zurich (20/8). Tras la Vuelta a España, la
París-Tours (12/10) y la Vuelta a Lombardía
(21/10).
PIOTR UGRUMOV
Ugrumov siempre había encabezado la lista
de la Gewiss hasta que el año pasado su compañero
Eugeni Berzin ganó el Giro de Italia y pasó a ser
la máxima figura del equipo. Ambos han discutido por esta
cuestión, y ante la actitud del
equipo de no designar a ninguno de los dos como líder,
no se dan por vencidos. Ya veremos quién es el que toma la
batuta en este Giro, quién sale más en forma y
quién sale con más ganas para
ganar.
El resto del equipo lo forman otros ciclistas de
excepción como Giorgio Furlan o Bruno Cenghialta, lo que
hace que estos corredores aspirantes al título, tengan a
su servicio
ciclistas que en momentos difíciles no se vengan abajo y
les ayuden a neutralizar escapadas peligrosas o a llevar a buen
puerto escapadas propias.
Ugrumov parte como una de sus bazas más
importantes para la general.
BIBLIOGRAFÍA
-META 2MIL. Periódico
de ciclismo.
-DIARIO MARCA.
-DIARIO AS.
-GRAN HISTORIA DE LAS OLIMPIADAS Y
DE LOS DEPORTES.
Difusora Internacional S.A. Barcelona, Febrero de
1993.
-ESPECIAL GIRO'95. Ciclismo a
Fondo.
VENCEDORES DE LA COPA
DEL
MUNDO
1927 Alfredo Binda Ital.
1928 Georges Ronsse Bél.
1929 Georges Ronsse Bél.
1930 Alfredo Binda Ital.
1931 Learco Guerra Ital.
1932 Alfredo Binda Ital.
1933 Georges Speicher Fran.
1934 Kaerel Kaers Bél.
1935 Jean Aerts Bél.
1936 Antoine Magne Fran.
1937 Eloi
Meulenberg Bél.
1938 Marcel Kint Bél.
1946 Hans Knecht Suiza
1947 Theo Middelkamp Hol.
1948 Alberic
Schotte Bél.
1949 Rik Van
Steenbergen Bél.
1950 Alberic
Schotte Bél.
1951 Ferdinand Kubler Suiza
1952 Heinz Muller Alem.
1953 Fausto Coppi Ital.
1954 Louison Bobet Fran.
1955 Stan Ockers Bél.
1956 Rik Van
Steenbergen Bél.
1957 Rik Van
Steenbergen Bél.
1958 Ercole Baldini Ital.
1959 André
Darrigade Fran.
1960 Rick Van Looy Bél.
1961 Rick Van Looy Bél.
1962 Jean Stanblinski Fran.
1963 Benoni Beheyt Bél.
1964 Jan Janssen Hol.
1965 Tom Simpson GB
1966 Rudy Altig Alem.
1967 Eddy Merckx Bél.
1968 Vittorio Adorni Ital.
1969 Harm Ottenbros Hol.
1970 Jean Pierre
Monseré Fran.
1971 Eddy Merckx Bél.
1972 Marino Basso Ital.
1973 Felice Gimondi Ital.
1974 Eddy Merckx Bél.
1975 Hennie Kuiper Hol.
1976 Freddy
Maertens Bél.
1977 Francesco Moser Ital.
1978 Gerrie Knetemann Hol.
1979 Jan Raas Hol.
1980 Bernard Hinault Fran.
1981 Freddy
Maertens Bél.
1982 Giuseppe Saronni Ital.
1983 Greg Lemond EEUU
1984 Claude
Criquielion Bél.
1985 Joob Zoetemelk Hol.
1986 Moreno Argentin Ital.
1987 Stephen Roche Irl.
1988 Maurizio Fondriest Ital.
1989 Greg Lemond EEUU
1990 Rudy Dhaenens Bél.
1991 Gianni Bugno Ital.
1992 Gianni Bugno Ital.
78º GIRO DE ITALIA
Y
CAMPEONATO
DEL MUNDO
DE
CICLISMO
Realizado por: Tomás Blas
Muñoz