El judaismo: La primera religión monoteísta de la historia y el por qué de su persecución
- Resumen
- El judaísmo
- Historia del judaísmo
- Holocausto, persecución NAZI
- Rol del judaísmo en la actualidad
- Judaísmo en latinoamérica
- Referencias bibliográficas
RESUMEN
El judaísmo es una de las religiones monoteístas más antiguas, actuales e influyentes en la historia mundial, que hasta el día de hoy hace hincapié en la identidad y en la memoria. A través de los tiempos se ha transformado y adaptado a momentos y lugares diferentes, donde muchos judíos en la actualidad se siguen identificando con aquellos otros judíos que vivieron en épocas pasadas a pesar de no compartir el mismo territorio. La importancia del por qué profundizar en el conocimiento de los acontecimientos relacionados con los judíos es por ser la primera religión monoteísta, la cual ha tenidos muchas dificultades a través del tiempo. Además es relevante describir el judaísmo asociado a su persecución a través de la historia, desde la época de los inicios de la civilización humana hasta la persecución por parte del partido nazi donde fueron explotados con trabajos forzosos, torturados y asesinados. Asimismo, distinguir autores que profundizaron sobre el Judaísmo vinculado a la idea de un Dios único y su rol en el mundo actual, particularmente en Latinoamérica.
El Judaísmo
La doctrina fundamental del Judaísmo como religión ha sido identificada generalmente con su monoteísmo y particular concepción de la historia que de ello deriva. Dios es concebido como omnipotente, creador del universo, cuya acción en el mundo tiene un designio de salvación: la acción de Israel, el pueblo elegido, para que sea un ejemplo para toda la humanidad.
Para Filoramo G, et al. (2000), el judaísmo lo denomina como la historia de un pueblo hebreo (o pueblo de Israel) en su conjunto, desde sus inicios en la época bíblica hasta el día de hoy, en sus diversas formas históricas, religiosas y culturales de dicho pueblo. Se puede deducir que el Judaísmo es una religión problemática ya que como se ha venido configurando en su versión rabínica, se trata sustancialmente de una ortopráxis, es decir, a una serie de normas de origen divino que regula toda la conducta del creyente, que el buen judío debe observar si quiere realizarse a sí mismo y conseguir así un sistema de justicia en el mundo.
Respecto a lo anterior, el Judaísmo es un sistema religioso que posee un elemento vital, el que ha permitido al pueblo hebreo mantenerse y renovarse continuamente, adaptándose a situaciones políticas, sociales y culturales, aun así con el consiguiente riesgo de asimilación a los modelos culturales dominantes y de pérdida de la propia identidad, como es el caso de influencias africanas dentro de ésta. De lo anterior se plantea que el Judaísmo, distinguido desde cuando el Templo es destruido por los babilonios y los judíos son expulsados de la tierra de Israel funciones particulares que desarrollaban ciertas personas en la Biblia desaparecen y en ese preciso momento crítico de la historia surge un grupo de judíos llamados "prushim" o "fariseos" y que posteriormente serán llamados Rabinos, quienes fueron los responsables de la supervivencia del judaísmo hasta la actualidad reemplazando el poder central del linaje de la casta sacerdotal hereditaria por la sabiduría del conocimiento de la Ley judía que desde entonces adquirió el valor de Judaísmo normativo.
Historia del Judaísmo
Giddens (1991) menciona que el judaísmo se remonta desde el año 1.000 A.C, siendo un pueblo sin asentamiento establecido que vivía a las afueras del antiguo Egipto. En un principio participaban del politeísmo pero sus profetas o también llamados líderes se apartaron de estas creencias aceptando un único Dios, declarándole obediencia a códigos morales estrictos como los diez mandamientos. Los judíos además de tener este sistema de creencias, insistían en que ellos eran dueños de la verdad, considerándose como la única religión verdadera.
Según la Biblia o también llamada Torá para los judíos, Dios estableció un pacto con Abraham, el cual desde sus descendientes emergería su pueblo escogido. Abraham tuvo dos hijos el mayor Ismael ilegitimo por ser hijo de una esclava e Isaac legitimo por ser hijo de su esposa Sara. De los hijos de Ismael provienen los árabes y musulmanes que reclaman ser el pueblo elegido al ser descendientes del primogénito. De los descendientes de Isaac nace Jacob que posteriormente pasa a llamarse Israel. Éste tuvo 12 hijos, y desde aquí se les denominan las 12 tribus. Una de ellas es la tribu de Judá
Cuando las tribus de Israel habitaron palestina, la parte donde se establecieron los descendientes de Judá se llamo Judea. Al estar establecidos aparecieron reyes como el caso de David, que después de Moisés es el personaje más importante de la historia Judía,
De lo anterior se deduce que no existía físicamente el estado de Israel hasta después de la II guerra mundial, específicamente en 1945, a causa de que sus conflictos entre musulmanes y árabes en un inicio por competir quien es el pueblo elegido por Dios, tenían como consecuencia frecuentes guerras. El pueblo flotante judío hasta ese entonces vivía en diversas partes del mundo, concentrándose principalmente en Africa, Asia y Europa. Al momento de propagarse el cristianismo los judíos fueron apuntados con el dedo producto de se les considera como los asesinos de Cristo, siendo perseguidos al punto de que los nazis alemanes declarados antisemitas, provocaran el genocidio en los campos de concentración, hecho que se denominó holocausto.
Holocausto, persecución NAZI
Luego de tener bastantes tribulaciones a lo largo de la continuidad de su historia pasando por destierros llegando a situarse al norte de África, siempre estuvieron en la diáspora pretendiendo volver a su tierra prometida. Cuando estaban en el mejor momento para recuperar su tierra y convertirla en un estado israelí, comenzó la persecución alemana desde 1933 con Adolf Hitler al frente, los nazis dieron comienzo a una política antisemita de persecución y eliminación del pueblo judío. De hecho, Los judíos fueron considerados el bacilo de Koch de la sociedad alemana, tal y como ilustra un documento del colegio de médicos alemán fechado en junio de 1935: "La comparación de los judíos con el bacilo de la tuberculosis resulta elocuente. Casi todas las personas albergan bacilos de TB, casi todas las naciones del mundo albergan judíos; es una infección crónica, difícil de curar.
Al referirnos sobre lo que plantea Ramos (2010), uno de los mayores horrores que hacen del holocausto un acto brutal y único no es solo que todo un pueblo fue perseguido para ser erradicado de la faz de la tierra y que un tercio de la población mundial judía fuera eliminada en apenas unos meses, sino el hecho de que ninguna otra nación antes presenció una matanza igual sobre los más desprotegidos, los ancianos, los niños y las mujeres.
Recordar lo ocurrido, expresar nuestra desaprobación o participar en la divulgación de lo que ello significa es importante, puesto que denota un rechazo profundo contra los crímenes de odio realizados por poderosas ideologías dominantes, específicamente el Holocausto judío. Con sólo imaginar siendo transportados en vagones de la muerte; hombres, mujeres y niños asesinados por medio de gases (Zyklon B); fusilamientos; trabajos forzados; hornos crematorios que durante años no dejaron de escupir las cenizas de los cuerpos de miles de judíos asesinados sin compasión: por la sencilla razón de ser judíos.Todo esto es una parte de la historia que no se puede y no se debe olvidar jamás.
Rol del Judaísmo en la actualidad
"A comienzos del siglo XXI parece consolidarse un modelo judío laico, progresista, descentralizado, que es resultado de los procesos de globalización y crisis identitarias que se viven en un periodo de radicalización de la modernidad. Al mismo tiempo y, como resultado de estos mismos procesos, este modelo laico podrá verse enfrentado a un crecimiento de posiciones ortodoxas judías, tanto en Israel como en la diáspora, que lleven a una polaridad y choque con patrones identitarios más exclusivos: en un polo, uno más inclusivo, de mayor apertura y diálogo, en donde el judaísmo y lo judío se definan en un sentido cada vez más plural y, en otro, uno más excluyente, que abogará porque la religión y las concepciones más ortodoxas de la misma prevalezcan en la definición del ser y del quehacer judío" (Caro, 2008, p 92).
Dicho de otra forma, a modo de reflexión, el judaísmo ha tenido muchas evoluciones a través del tiempo y no se queda atrás en abrirse paso a la pluralidad y apertura al diálogo. Sin embargo, cabe destacar que hay un grupo más conservador que mantiene las tradiciones clásicas y por ningún motivo acepta esta modernidad del judaísmo, rechazando posiciones contrarias. Esto provoca niveles de rechazo a ellos y al mismo tiempo controversias entre la misma población. Como es el caso de Jerusalén, en donde se generan presiones entre las religiones judaica, cristiana y musulmana por convivir pacíficamente.
Judaísmo en Latinoamérica
Para Isaac Caro (2008), el judaísmo se presenta en Latinoamérica, específicamente en Uruguay, donde está una de las comunidades más importantes de la región. Este país fue el primero en Latinoamérica y el tercero a nivel mundial, después de Estados Unidos y la Unión Soviética, en reconocer al Estado de Israel en 1948. De Isaac Caro se infiere que la religión judía no es relevante como comunidad debido a su bajo número, por el contrario, es significativa en cuanto a las personalidades que son descendientes de ella, por lo menos en Chile, por ejemplo tenemos el caso de: Bastián Bodenhofer, Claudio Spiniak, Rodrigo Hinzpeter, Tomás Hirsch, Anita Klesky, Mario Kreutzberger, Julián Elfenbein, entre otros.
A modo de concluir podemos evidenciar que a pesar de todos los problemas y sufrimientos que ha tenido el pueblo judío a lo largo de la historia, ha sabido mantener su religión, poniéndose de pie, manteniendo su doctrina monoteísta, abriéndose a un mundo globalizado, adaptándose a cambios, produciendo tensiones entre el repliegue de sus propias tradiciones con el consiguiente riesgo de asimilación a los modelos culturales dominantes y la pérdida de la propia identidad.
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