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PRESENTACIÓN
La escritora hondureña Argentina Díaz Lozano (1912-1999), llega a Guatemala en enero de
1945, siendo ya una artista reconocida en el campo de la literatura centroamericana, habida
cuenta que tenía publicados dos libros de cuentos, Perlas de mi Rosario (1930); y, Topacios
(1940), así como las novelas Luz en la senda (1937); Tiempo que vivir (1940) y Peregrinaje
(1944), además de haber emitido opinión sobre diversos temas en la prensa diaria de su país
y en El Salvador.
En 1944 sucedieron varios hechos políticos en cuatro países centroamericanos, todos en el
ámbito de las luchas contra los dictadores que gobernaban desde hacía casi catorce años.
En Honduras se realizan manifestaciones populares contra el tirano Tiburcio Carías
Andino, en el poder desde 1932: la primera el 29 de mayo de 1944 en Tegucigalpa; la
segunda el 4 de julio también en dicha ciudad; y la tercera el 6 de julio en San Pedro Sula.
En la de mayo participa Argentina Díaz Lozano y en la segunda actúa como organizadora.
No logran que caiga el dictador y este ordena a su guardia pretoriana que arrase con los
manifestantes del 4 de julio y del 6 en San Pedro Sula, con cauda de casi la cincuentena de
muertos, más de doscientos heridos y muchos capturados.
Junto con su familia la escritora es perseguida; su esposo Porfirio Díaz Lozano ya había
estado en prisión dos veces por acuerpar movimientos sediciosos y en julio es puesto en
libertad; la familia completa huye a El Salvador, donde se asienta temporalmente a partir
del 5 de agosto de 1944.
En El Salvador ocurre un hecho significativo: una enorme manifestación popular se realiza
el 2 de abril de 1944 en contra del dictador Maximiliano Hernández Martínez, en el poder
desde 1931; este también la emprende contra los manifestantes pero la presión sigue y el 25
de abril se efectúa un paro nacional, razón por la cual es obligado a renunciar el 9 de mayo
de ese año. Sube al poder el general Andrés Ignacio Menéndez el cual es derrocado por el
coronel Osmín Aguirre y Salinas el 21 de octubre de 1944.
En Guatemala sucede algo similar. En mayo de 1944 los estudiantes universitarios se
atreven a exigir al dictador Jorge Ubico Castañeda (en el cargo desde 1931) que efectúe
cambios de decanos y profesores que les son adversos; en junio arrecian las demandas y el
tirano accede, pero embiste a los manifestantes el 25 de junio y el 1 de julio prefiere
renunciar entregando el mando a un triunvirato militar del que saldrá ?electo? presidente
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por la Asamblea Legislativa el general Federico Ponce Vaides. Este intenta maniobrar en
las elecciones programadas para diciembre de ese año, enviando al exilio o encarcelando a
prácticamente la totalidad de candidatos presidenciales y cientos de sus correligionarios,
razón por la cual el 20 de octubre ocurre la llamada Revolución de Octubre, que acaba con
la dictadura ubiquista.
La pareja Díaz Lozano integró el Comité democrático hondureño, junto con más de 150
exiliados hondureños radicados en El Salvador. Porfirio llevaba la contabilidad de los
gastos del Comité y se encargaba de la búsqueda de proyectiles de distintos calibres y la
organización del constante envío al grupo de revolucionarios hondureños que ingresaron a
Honduras el 15 de octubre para derribar al régimen de Tiburcio Carías Andino. De hecho,
las armas lograron conseguirlas gracias a la ayuda que les brindara más de algún militar
salvadoreño, y confiaban en que el presidente Menéndez y su gabinete les proporcionarían
el apoyo que ofrecieron a los líderes del movimiento revolucionario hondureño, lo cual
nunca ocurrió pues en lugar de ello dio órdenes estrictas prohibiendo la venta de armas a
los hondureños, en tanto que a los agentes del general Carías se les permitía el ingreso y
salida libre de San Salvador, siendo evidentes los coqueteos con la dictadura de Honduras,
lo que no lo salvó de ser derrocado el 21 de octubre, con lo cual la supuesta ayuda ofrecida
quedó en el aire y los emigrados hondureños se quedaron sin armas y sin dinero,
perseguidos por el nuevo gobierno de Osmín Aguirre.
En Nicaragua la situación no es del todo fácil para el dictador Anastasio Somoza García,
toda vez que el general Alfredo Noguera Gómez lideró un grupo de opositores, denominado
?Los Osados?; al recibir información que pretendían ingresar al país con planes en contra
del régimen, el 7 de octubre de 1944 fueron masacrados en la frontera con Costa Rica.
En El Salvador la situación política se complica para los emigrados hondureños. Porfirio
Díaz Lozano dice a su esposa que tiene que irse a Guatemala donde harán la reorganización
de su lucha, con la firme creencia de que los dirigentes del movimiento político y social que
fue la Revolución de Octubre, ?se harán dignos de su gran destino: el de ser los
restauradores de las libertados y los derechos humanos en nuestra patria grande?. Esto es,
los líderes del Comité democrático hondureño ?iban hacia la tierra guatemalteca para
reorganizarse, prepararse, ponerse de acuerdo con sus jefes, y lanzarse de nuevo a la
conquista de la justicia y el derecho para nuestra infortunada patria?, según palabras de
Argentina Díaz Lozano.
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Al verse sola y con tres hijos en El Salvador, ella también decide trasladarse a Guatemala,
lo cual ocurre a principios de enero de 1945. Siendo ya una escritora reconocida en
Latinoamérica (había publicado tres libros, uno de ellos ganador de un premio internacional
en 1943 y publicado en Chile en 1944), es objeto de un buen recibimiento por la
intelectualidad chapina y el periódico vespertino ?El Imparcial? no solo la entrevista sino
que le abre las puertas para que escriba en sus páginas.
Siendo así, Argentina Díaz Lozano aprovecha para publicar en el mes de febrero de 1945
un pequeño pero valioso relato que intitula Lo que vi en El Salvador, el cual se considera
como el preámbulo de una narración más extensa, Nuestro drama, a través de la cual narra
sus actuaciones y las de su esposo ?Porf?, así llama a Porfirio Díaz Lozano, en el citado
Comité.
Cuando concluye la publicación de sus artículos contenidos en Nuestro drama el conflicto
no ha terminado en Honduras. Pasarán cuatro años, para que por fin el régimen de Tiburcio
Carías Andino caiga en 1949, como se derrumbaron el de Jorge Ubico y Federico Ponce
Vaides en Guatemala en 1944, o el de Maximiliano Hernández en El Salvador.
Según el diario ?El Imparcial?, Nuestro drama constituiría una novela y los catorce
capítulos publicados en el transcurso de febrero y marzo serían parte de la misma. A decir
verdad, la novela nunca se editó, quedando solamente los capítulos en mención como
muestra de lo que sería una narración casi novelada de lo que vio y vivió en Honduras y El
Salvador. En virtud que dichos capítulos quedaron resguardados en la Hemeroteca Nacional
de Guatemala ?Clemente Marroquín Rojas?, hoy se recobran e integran en un solo texto,
con el propósito de que los lectores de Centroamérica y de otros países puedan valorar la
calidad artística de la autora para describir la situación política de Honduras y El Salvador
en 1944, y de paso la de Guatemala, a la vez que puedan tener la oportunidad de verlos
compilados, siendo que en forma de libro o novela nunca fueron impresos.
Finalmente y previo a entrar en materia y transcribir literalmente los artículos: Lo que vi en
El Salvador y Nuestro drama, cabe anticipar que considerando que algunos lectores puedan
no conocer algunos rasgos biográficos de Argentina Díaz Lozano, el primero y segundo
capítulo del presente trabajo describen parcialmente quién fue tan distinguida escritora que
fincó su residencia en Guatemala de enero de 1945 a febrero de 1999.
Ariel Batres Villagrán
consultabatres@gmail.com
I.
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¿QUIÉN FUE ARGENTINA DÍAZ LOZANO?
No obstante que en su oportunidad el autor del presente trabajo publicó el ensayo La
política en las novelas de Argentina Díaz Lozano, 1 en el cual plasmó los que a su juicio
pueden considerarse como principales rasgos biográficos de la escritora hondureña,
conviene traerlos a cuenta al tenor de algunos cambios fundamentales que es necesario
realizar, especialmente en lo que concierne a su asentamiento en Guatemala a partir de
enero de 1945 y no en 1944 como se señaló en dicho estudio, así como en lo relacionado
con la estimación del año de su segundo matrimonio.
Argentina Díaz Lozano nació en Santa Rosa de Copán
(la ?Sultana de occidente?), Honduras, el 5 de
diciembre de 1912 y murió el 13 de agosto de 1999 en
Tegucigalpa, capital de dicho país. Hija del Sr. Manuel
Bueso Pineda (Santa Rosa de Copán, 1893), quien
fuera diputado a la Asamblea Nacional de Honduras
(Don ?Melo?), 2 y de la Sra. Trinidad Mejía Perdomo,
maestra de escuela primaria. Por ello el nombre de pila
de Argentina Díaz Lozano es Argentina Bueso Mejía.
En realidad la pareja nunca se casó y puede deducirse
que doña Trinidad fue madre soltera en virtud que don
Manuel contrajo matrimonio cuatro años más tarde
con otra dama. 3
Sus estudios de educación primaria los realizó en el colegio María Auxiliadora de
Tegucigalpa, Honduras; entre 1925 a 1928 4 recibió el equivalente al nivel de educación
secundaria en el ?Holly Name Academy?, en Tampa, Florida (Estados Unidos).
Batres Villagrán, Ariel; La política en las novelas de Argentina Díaz Lozano. Publicado el 7 de octubre de
2013 en El ideario de un escribiente. http://elmundodefacundo.wordpress.com/2013/10/07/la-politica-en-las-
novelas-de-argentina-diaz-lozano-por-ariel-batres-villagran/;
véase
también
https://www.academia.edu/5004366/La_politica_en_las_novelas_de_Argentina_Diaz_Lozano_Ensayo_por_
Ariel_Batres_Villagran
Ávila, Myron Alberto; De aparente color rosa. Discurso sentimental en las novelas de Argentina Díaz
Lozano. Tegucigalpa, Honduras : Editorial Guaymuras, 2010. Página 17.
González, José; Argentina Díaz Lozano: Rectificación histórica. Honduras, 28 de febrero de 2013,
http://josegonzalezparedes.blogspot.com/2013/02/argentina-diaz-lozano-rectificacion.html.
Ávila, Myron Alberto; De aparente color rosa. Op. Cit., página 69.
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Casó por primera vez en 1929, a la edad de 17 años, con Porfirio Díaz Lozano, Perito
Mercantil, con quien procreó cuatro hijos: Walter, Tatiana, Mimí y Rubenia (estas dos
últimas también se convertirían en escritoras, aunque no tan prolíficas como su madre, en
tanto que el varón se graduó de médico). 5 Su novela Mayapán (1950) incluye el siguiente
ofrecimiento: ?Dedico este libro al caballero Porfirio Díaz Lozano; mi mejor crítico.? 6
A semejanza de lo que empezaba a ocurrir en Guatemala contra el gobierno despótico de
Jorge Ubico Castañeda (1878-1946), 7 el 29 de mayo de 1944 junto con Emma viuda de
Bonilla, Visitación Padilla y Carlota de Valladares, participa en Honduras en una
manifestación pública, a la cual se unieron cientos de mujeres, para demostrar al régimen
dictatorial del general Tiburcio Carías Andino que su presencia en el poder no era grata,
además de pedir ?libertad para los presos políticos?, leyenda escrita en una manta que
portaban. 8 Dicha manifestación sería reseñada por la revista ?Time?, señalando que Díaz
Lozano iba a la cabeza de la mano de doña Emma, 9 viuda del expresidente hondureño
Policarpo Bonilla (1858-1926), quien ejerció el mando del 24 de diciembre de 1893 al 1 de
febrero de 1899.
En forma autobiográfica Díaz Lozano aludirá a Tiburcio Carías en su novela Peregrinaje
(1944), al relatar hechos ocurridos en la revolución de 1924 cuando éste participó como
jefe de la facción conservadora, Partido Nacional:
?Desde entonces, el sombrío jefe de aquella revolución, me hizo sufrir. No me
imaginaba que muchos años después sería causa de mis mayores amarguras y
angustias.? 10
Lo extraño con Mimí es que los reportes bibliográficos acerca de su obra literaria, la describen como nacida
en 1928, un año antes del casamiento de su madre. Empero, no es de extrañar los errores de las editoriales al
consignar años de nacimiento, caso que efectivamente se trate de un yerro.
Díaz Lozano, Argentina; Mayapán. Guatemala : Colección Contemporáneos No. 16. Editorial del Ministerio
de Educación Pública, 1950. Página 1.
Respecto a este, véase del autor del presente trabajo el ensayo: Jorge Ubico redivivo. Publicado el 21
Septiembre 2010 en: The Blackbox, La Bitacora Economica y Politica de Guatemala. Edición digital en
http://ca-bi.com/blackbox/?p=4221
Villars, Rina; Para la casa más que para el mundo: Sufragismo y Feminismo en la Historia de Honduras.
Honduras : Editorial Guaymuras, 2001. Página 310.
Echeverría, Amílcar; Argentina Díaz Lozano Estudio Biográfico Literario. Guatemala : Editorial
Landívar, 1982. Páginas 19 a 20.
Díaz Lozano, Argentina; Peregrinaje. Guatemala : Séptima edición. Editorial ?José de Pineda Ibarra?,
Ministerio de Educación, 1981. Página 223.
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Escapando de las persecuciones contra intelectuales opositores del régimen de Carías en
Honduras, Argentina Díaz Lozano huye hacia El Salvador, adonde llega el 5 de agosto de
1944 junto con su esposo Porfirio Díaz Lozano quien ya había estado prisionero dos veces
por su oposición al régimen 11, su hijo Walter y sus dos primeras hijas, Mimí y Ruby; la
tercera hija, Trinidad, nacería en Guatemala.
Sin embargo, la situación política en El Salvador también tomó un giro violento, debiendo
escapar nuevamente hacia Guatemala cuando recién había ocurrido la Revolución de
Octubre de 1944 que dio por tierra con el oprobioso gobierno dictatorial de Jorge Ubico. Y
en Guatemala donde decidió fincar su destino en enero de 1945. Ya traía fama de literata,
sobre todo por la publicación de su novela Peregrinaje (1944), acreedora de un premio
internacional y traducida al inglés con el título Enriqueta and I.
1945 será un año especial para la autora, toda vez que prácticamente desde enero se le
abren las puertas del mundo cultural en Guatemala, siendo entrevistada y presentada por el
periódico ?El Imparcial? como una luchadora por la justicia social, a la vez que anuncia que
próximamente empezará a publicar sus opiniones en dicho diario, lo cual efectivamente
hace durante todo ese año, incluyendo la especial descripción de sus andanzas en El
Salvador y de la situación de Honduras, titulada Nuestro drama, el cual se publicó por
entregas (un total de 14) durante los meses de febrero y marzo. De la entrevista mencionada
se reseña lo que sigue:
?En busca de aires libres, de propicio ambiente democrático, ha llegado a nuestro
país la distinguida escritora hondureña Argentina Díaz Lozano.
Nuestra visitante es elemento conocido en los círculos literarios americanos, a raíz
del triunfo que obtuvo con su obra Peregrinaje, en el concurso que organizó en 1943
la casa editorial Farrar y Rinehart, de Nueva York.
[
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En medio de un ambiente de servilismo y de temor, Tegucigalpa se conmovió
completamente con el gesto de oposición de parte de las sufridas mujeres
hondureñas. La manifestación, que pedía la libertad de los reos políticos, marcó un
estado de ebullición.
Al hacer esta declaración, Argentina Díaz Lozano, se emociona y ante su mente
cruzan todos los instantes vividos en su esforzada lucha, para la cual no contó con el
concurso de otros elementos de los círculos intelectuales femeninos, aunque sí
colaboraron con ella otras mujeres hondureñas, celosas del honor nacional.
Echeverría, Amílcar; Argentina Díaz Lozano Estudio Biográfico Literario. Op. Cit., página 19.
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Más adelante agrega: En esta forma, la mujer hondureña emuló a la mujer
salvadoreña. El egoísmo que se le atribuía al elemento femenino nuestro, quedó
borrado con los gestos de rebeldía, con sus afanes de buscar la libertad.
Y al fijar su posición en la lucha, la intelectual visitante expresa: Considero que
siempre el artista debe estar al margen de la política, pero en los instantes supremos,
en que se deciden los destinos de un pueblo, es un deber tomar su puesto de
combate. Al apartarme de este deber, habría traicionado mis propios ideales.
Después de haber organizado la segunda manifestación el 4 de julio [en
Tegucigalpa], que tuvo saldos sangrientos, salió de Honduras el 5 de agosto con
rumbo a El Salvador.
Su simpatía por la revolución de octubre
?Guatemala es el rayo de esperanza de los centroamericanos, declara Argentina
Díaz Lozano, al referirse al triunfo de los sucesos revolucionarios de octubre.
Luego agrega: Me siento feliz por lo que el pueblo guatemalteco ha hecho. La
revolución de los guatemaltecos salva la dignidad de los centroamericanos, y es
necesario trabajar por su consolidación.
En seguida hace emocionadas consideraciones en torno a la instauración de los
principios democráticos en suelo de Centroamérica y a su complacencia por
encontrarse en suelo de Guatemala.
Escribe obra sobre los sucesos centroamericanos
Como un deber de dar a conocer el drama centroamericano sufrido en carne
propia, Argentina Díaz Lozano escribe ahora historia novelada sobre los sucesos
registrados en Honduras y en El Salvador, para publicarla en órganos de prensa de
nuestro continente.
Así se conocerá todo lo que han hecho los Quijotes en sus afanes de batallar
contra los molinos tiránicos, en opinión de la culta huésped. 12
Buen éxito de su obra
Alejándose de los conflictivos momentos por que atraviesa su patria, la escritora
hondureña se refiere, con íntima complacencia, al buen éxito que alcanzó en
Norteamérica, su libro, el cual obtuvo el primer premio en el concurso de la
mencionada casa editorial, en la sección de obra con tema no ficticio. Peregrinaje
fue traducida, de manera acertada, al inglés, por la casa organizadora del concurso y
ha tenido buen éxito en Norteamérica. En Hispanoamérica ya entró en circulación y
ha sido editada por la empresa Zig-Zag, de Santiago de Chile. Además,
posiblemente sea traducida al sueco, para lo cual se muestra interesada la casa
Lujus, de Estocolmo.
En el original dice ?huéspeda?.
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De acuerdo con sus afanes de carácter cultural, la escritora hondureña piensa dar
una serie de charlas literarias en el círculo de las mujeres intelectuales de nuestro
país.? 13
Siempre en 1945, inaugura la publicación casi semanal de su columna ?Para ellas?, cuyo
primer número vio la luz el 11 de agosto de 1945 en el periódico El Imparcial, ubicándose
en las páginas sociales del vespertino. Así también, edita varios de sus cuentos en dicho
diario, los cuales integrará después en la segunda edición de su libro Topacios (la primera
data de 1940), tales como ?Leonora? (6 de abril de 1945); ?Sister Caroline? (con el título
?Sor Caroline?, 20 de abril de 1945); ?Dramas del trópico? (lunes 7 de mayo de 1945); ?La
cojita? (sábado 23 de junio de 1945); y, ?El crimen de media noche? (sábado 22 de junio de
1946).
Aproximadamente durante el período 1945-1955 laboró como bibliotecóloga y traductora
de obras del inglés al español, en el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, de
la Universidad de San Carlos de Guatemala.
El 10 de abril de 1947 Díaz Lozano fue una de las dos mujeres que firmaron el Acta de
Fundación de la Asociación de Periodistas de Guatemala APG.
El 28 de febrero de 1950, en ocasión de haberse inaugurado cinco días antes las
instalaciones de la Ciudad Olímpica de Guatemala, construidas por el gobierno de Juan
José Arévalo Bermejo para dar cabida a las delegaciones que participarían en los VI Juegos
Deportivos Centroamericanos y del Caribe, en la página 3 del diario El Imparcial la
escritora publica el poema alegórico ?Ciudad Olímpica?. Los juegos se realizaron durante
el período comprendido del 25 de febrero al 12 de marzo de dicho año.
En ese mismo año publica Mayapán (1950), novela con escenario histórico, que narra el
mestizaje entre un soldado español con una india de Mayapán, ubicada en Yucatán,
México, en los albores de la conquista española de Mesoamérica.
Pero el éxito literario y profesional no siempre representa la paz en el seno familiar, a pesar
que la pareja procrea a su cuarta y última hija, Tatiana, en Guatemala. Aproximadamente
en 1950 Díaz Lozano se divorcia de su esposo Porfirio de iguales apellidos. Recuérdese que
El Imparcial; Argentina Díaz Lozano, luchadora por la causa democrática en busca de aires libres, ha
llegado a Guatemala. En los momentos actuales un artista no puede aislarse en torres de marfil. Guatemala :
edición del miércoles 24 de enero de 1945. Página 7.
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la pareja llega a Guatemala en enero de 1945, pero como indica Amílcar Echeverría con
mucha imaginación, posiblemente las vicisitudes políticas que ambos sufrieron dieron lugar
a que don Porfirio sufriera fuerte mella en sus sensibles sentimientos por alejarse del
terruño hondureño:
?Quizás con tanto vaivén e inseguridad, sufrieron ellos desajustes emocionales,
dificultades de adaptación
quién sabe, pero después de unos siete años de
permanencia en Guatemala, se divorciaron.? 14
Se estima que entre 1952 y 1954 Argentina Díaz Lozano se casó con el diplomático
guatemalteco Darío Morales García, a quien acompañó durante el período 1956-1960
cuando este se desempeñó como Cónsul de Guatemala en Amberes, Bélgica.
En el caso del Anuario diplomático-consular 1962-63 (1962) escrito por la pareja,
interesante resulta observar que ella firma como Argentina de Morales García, anotando
entre paréntesis ?(Argentina Díaz Lozano)?, en un claro intento de evitar confundir a los
lectores quienes ya estaban acostumbrados a su nombre como escritora, y podrían no
enterarse que se trataba de la misma persona en caso hubiese refrendado el Anuario
únicamente como Argentina de Morales García, donde a la vez se aprecia el respeto que
siente por su segundo esposo, de quien toma los dos apellidos y no únicamente el primero
como se estila en Guatemala y muchos países, al igual que lo hizo con los del primer
esposo, Porfirio Díaz Lozano, pues de él son ambos. ¡Cosas de escritores! De su
producción literaria, es el único libro donde aparece firmando con el apellido de casada con
Darío.
El cálculo respecto al posible período en que Argentina Díaz Lozano se unió en matrimonio
con Darío Morales García, entre 1952 y 1954, cobra visos de confirmarse por la referencia
que proporciona la propia autora en su libro de viajes Sandalias sobre Europa (1964), al
explicar que salió de Guatemala en un día de mayo de 1956, junto con su esposo Darío y su
pequeña hija Tatiana Trinidad, de escasos nueve años de edad, 15 cuyo segundo nombre es
el de su abuela Trinidad Mejía, madre de Argentina. Esto es, Tatiana nació en 1947 y
siendo hija de Porfirio Díaz Lozano es indicativo que para dicho año el primer matrimonio
todavía convivía. Por esta razón es que el autor de estas líneas se atrevió a afirmar que la
novela 49 días en la vida de una mujer (1956) es autobiográfica, en virtud que trata acerca
de una mujer en el otoño de su vida, que decide rehacerla pero por temor a qué dirán los
Echeverría, Amílcar; Argentina Díaz Lozano Estudio Biográfico Literario. Op. Cit., página 20.
Díaz Lozano, Argentina; Sandalias sobre Europa. Guatemala : Asociación de Autores y Amigos del Libro
Nacional, 1964. Página 23.
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suyos, decide esperar para contar ?su verdad?, lo cual hará después que terminen los
sucesos que dieron al traste con el gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán en junio de 1954. 16
Después de la caída del régimen de Jacobo Arbenz Guzmán en 1954, financiada por el
Departamento de Estado norteamericano, llega al poder Carlos Castillo Armas quien fue
?seleccionado? por dicho Departamento conjuntamente con la CIA, pues el originalmente
propuesto se encontraba padeciendo una enfermedad terminal. Escenas de las últimas
semanas de dicho régimen son narradas por Díaz Lozano en su novela 49 días en la vida de
una mujer (1956), la que fiel al estilo de las novelas rosa de aquel entonces, describe más
que el amor otoñal de una pareja, cómo esta logra encontrarse entre el fragor de la lucha de
un gobierno pequeño acusado de comunista, contra el coloso del norte representado por sus
?rebeldes? al mando de Castillo Armas.
En mayo de 1956, Díaz Lozano parte a la ciudad de Amberes, Bélgica, no solo para
acompañar a su esposo Darío quien ocupará el cargo de Cónsul en dicha ciudad, sino para
ampliar conocimientos.
Y como eso de abrir, mantener o cerrar una representación diplomática es producto de
decisiones políticas del más alto nivel de gobierno, debe recordarse que para el antecesor de
Castillo Armas, el coronel de la primavera y soldado del pueblo Jacobo Arbenz Guzmán, el
ubicar una embajada o consulado en Bélgica no era algo que le quitara el sueño. Y quizá
porque su padre nació en Suiza, en carta que el 23 de febrero de 1951 le dirigiera al
embajador guatemalteco en Francia, Enrique Muñoz Meany, a escasas tres semanas antes
de tomar posesión como presidente constitucional, le comenta:
?Estamos considerando la posibilidad de establecer desde el próximo período fiscal
una representación diplomática ante el gobierno de ese País [Suiza] y suprimir
alguna otra que, como por ejemplo la de Bélgica, aporta tan pocos beneficios
prácticos a Guatemala. Pero al mismo tiempo, quisiéramos sondear la posibilidad de
que el gobierno Suizo por su parte pudiera establecer en Guatemala un agregado
comercial bien informado. Nuestro representante y el de ellos serían los principales
Batres Villagrán, Ariel; 49 días en la vida de una mujer y Guatemala desgarrándose en 1954 -La
contrarrevolución de 1954 en una novela. Ensayo publicado así: 12 de octubre de 2010
http://ca-bi.com/blackbox/?p=4321; 19 de octubre de 2010 http://www.monografias.com/trabajos-pdf4/dias-
vida-mujer-guatemala-desgarrandose/dias-vida-mujer-guatemala-desgarrandose;
18 de octubre de 2010
http://diariodelgallo.wordpress.com/2010/10/18/49-dias-en-la-vida-de-una-mujer-y-guatemala-desgarrandose-
en-1954-por-ariel-batres-villagran-ensayo/
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enlaces para tratar muchas cuestiones comerciales que estamos contemplando para
el futuro.? 17
Residiendo en Amberes, Díaz Lozano y su esposo fueron miembros de la Asociación
Belgo-Ibero-Americana, en la que él fue declarado Consejero permanente. Ambos
impartieron pláticas y conferencias en dicha Asociación, generalmente sobre tópicos
literarios y de la historia centroamericana. Al respecto, ella rememora que estando
próximos a salir de la ciudad, pues Darío concluía su misión consular en septiembre de
1960:
?Mi última plática en Amberes, un mes antes de dejarla, fue sobre literatura
Centroamericana, tan desconocida en Europa. Terminé esa plática con un poema
mío dedicado a la ciudad de Amberes. Se quedó tan conmovido mi auditorio que vi
lágrimas en muchos ojos, y el poema fue reproducido en diarios Flamencos y
franceses en los que yo colaboraba. Ocupó también un lugar en página de honor en
el programa del gran evento cultural para las asociaciones Hispánicas de Bélgica y
Holanda, llamado Congreso de Asociaciones Hispánicas; ese año de 1960 celebrado
en Amberes.? 18
En agosto de 1960 regresa a Guatemala, al concluir la misión diplomática de su esposo en
la ciudad de Amberes, o «Antwerpen» en flamenco.
Acostumbrada ya al ambiente diplomático, en coautoría con su esposo Darío escriben el
Anuario diplomático-consular 1962-63, publicado en Guatemala por Unión Tipográfica en
1962. A diferencia de sus anteriores y posteriores novelas, las Palabras Preliminares están
suscritas por Argentina de Morales García (aunque entre paréntesis anota Argentina Díaz
Lozano) y Darío Morales García, en calidad de Editores.
El año 1964 parece que fue pletórico de actividades para Díaz Lozano. Se desempeña como
Agregada Cultural de la Embajada de la República de Honduras en Guatemala, razón por la
cual ya pertenece al Cuerpo Diplomático acreditado en Guatemala. En dicho año publica en
Guatemala su libro de crónicas Sandalias sobre Europa (1964), y en Bruselas, Bélgica, su
novela Mansión en la bruma, la cual principiara a redactar en el mes de diciembre de 1963
en Guatemala, y concluye en junio de 1964 en Bruselas.
García Ferreira, Roberto; Operaciones en contra: La CIA y el exilio de Jacobo Arbenz. Guatemala :
FLACSO, 2013. Páginas 41 a 42.
Díaz Lozano, Argentina; Sandalias sobre Europa. Op. Cit., páginas 39 a 40.
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Otra publicación efectuada en dicho año es Historia de Centroamérica (1964). Especial
para estudiantes de enseñanza media (secundaria). Impresa en Guatemala por ?Cultural
Centroamericana, S.A.?.
Continuó sus actividades literarias, logrando publicar Fuego en la ciudad (1966), otra
novela de escenario histórico, ambientada en la Nicaragua de 1856 cuando William Walker
toma la ciudad de Granada y la quema previo a salir huyendo de la misma al ser vencido
por el ejército aliado centroamericano.
En 1967 inicia su relación de amistad con el Vicepresidente de la República de Guatemala,
Clemente Marroquín Rojas, personaje a quien conocía por la lectura de las columnas,
editoriales y artículos que este publicaba casi diariamente en su periódico ?La Hora?. No
obstante que varias de las opiniones de este le disgustaban, no por ello dejaba de leerlo,
pues constituía un referente en cualquier discusión de salón. Sin embargo, al tratarlo y
grabar las entrevistas que le hiciera durante más de seis meses entre 1967 y principios de
1968, su pensamiento cambia y logra entender un poco más al hombre, y no solamente al
político y periodista satírico y polémico. A resultas de tal relación, entrevistas semanales y
conversaciones privadas con el político o más bien con el hombre, en agosto de 1968
publica en México, Aquí viene un hombre : biografía de Clemente Marroquín Rojas;
político, periodista y escritor de Guatemala (1968).
En 1968 se le concedió en Honduras el Premio Nacional de Literatura ?Ramón Rosa?, país
en donde también fue miembro de la Academia Hondureña de la Lengua.
Sin embargo, tal parece que Díaz Lozano hubiese vivido en un país de cangrejos, donde
quienes no logran triunfar o ya lo han hecho no les parece que otros alcancen un nuevo
peldaño en su carrera. No se sabe el motivo y ella nunca quiso divulgarlo pero su columna
semanal ?Jueves Literarios? que publicaba en el periódico ?Prensa Libre? deja de ser leída
en este y aproximadamente en abril de 1968 se traslada al diario ?La Hora?.
Aproximadamente en 1970, funda la Revista Istmeña; en esta y utilizando el seudónimo
Suki Yoto, publica por entregas en 1971 la versión original de la novela Su hora, misma
que al ser editada en forma de libro le fue cambiado el nombre por el de Caoba y orquídeas
(1986), siendo este con el que se designa en todas las referencias a la producción literaria
de la autora, incluido el presente estudio. En la primera edición, 1986, ella anota: ??Hace
unos quince años salió por capítulos esta novela, en la Revista que yo fundé y dirigí:
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Istmeña, con el título de Su hora y el seudónimo de Suki Yoto Yo soy la autora y esta es la
primera edición que lleva por título Caoba y orquídeas.? 19
Llega el año 1973 y Díaz Lozano no cesa en su actividad literaria, publicando Aquel año
rojo (1973), novela con mini escenario histórico en Honduras de 1927, país al que no
designa por su nombre pero por las referencias que brinda no puede tratarse de otro.
El 20 de junio de 1973 fue propuesta como candidata para el Premio Nobel de Literatura
por un grupo de 36 escritores guatemaltecos y más de 100 hondureños y de otros países.
Entre los ponentes estaba el expresidente de Guatemala Juan José Arévalo, quien escribió a
los miembros de la Academia Sueca apoyándola. Al año siguiente la Academia aceptó la
candidatura, según reportó el diario madrileño ABC en su edición matutina del 4
septiembre de 1974 página 39. En noviembre de 1974 la institución anunció que el
premio fue concedido a los escritores suecos Eyvind Johnson y Harry Martinson.
Durante 1974 y 1975 mantiene vigente su columna ?Jueves Literarios? en el diario ?La
Hora?, así como sus relaciones con personas del ambiente intelectual de su país de origen,
Honduras. Al mismo tiempo, se preocupa por dar a conocer diversos problemas sociales del
área centroamericana.
Llega el año de 1976 y en la madrugada del 4 de febrero ocurre el terremoto que asoló
Guatemala, con cauda de más de 23,000 muertos, medio millón de damnificados, más de
cien mil viviendas destruidas, amén de la infraestructura social básica. Como escritora
opina sobre la situación en su columna semanal y prosigue su labor en el campo de la
ficción, publicando Eran las doce
y de noche (1976), otra novela rosa pero de un
significado especial: sin dar al lector nombres ni referencias geográficas, es fácil advertir
que se ?inspira? en el asesinato de Carlos Castillo Armas en 1957, cuando describe la forma
en que matan al personaje principal de la novela, precisamente el presidente de un país
centroamericano. De hecho, la autora era admiradora de este, toda vez que su segundo
esposo Darío sirvió a sus órdenes como su representante en Amberes, Bélgica, entre 1956 y
1957, habiendo continuado en el cargo hasta 1960.
En ese mismo año investiga y publica Walt Whitman /Primer poeta auténticamente
americano (1976). Es una breve biografía acerca del poeta, editada en Guatemala por el
Véase también: Araya Solano, Seidy; Historia y ficción educativa en la narrativa de las mujeres. Estudio
de un caso centroamericano: la novelística de Argentina Díaz Lozano. Heredia, Costa Rica : EUNA, 2004.
Páginas 17 y 127.
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Servicio Informativo y Cultural de los Estados Unidos, dependencia norteamericana que la
contrató para el efecto. Amílcar Echeverría señala que fue publicada por el Instituto
Guatemalteco Americano IGA, 20 pero en la versión impresa que se tuvo a la vista no
aparece dicha referencia.
De ella fue la iniciativa para erigir la Plaza República de Honduras, propuesta a la Junta
Directiva de la Asociación de Damas Hondureñas el 25 de marzo de 1980. La
Municipalidad de Guatemala acogió dicha idea y el 10 de julio de tal año inauguró la Plaza
que incluye un monumento con motivo del bicentenario de nacimiento del Prócer de la
Independencia, José Cecilio del Valle. 21
Creó su propia columna de opinión cultural, denominada ?Jueves Literarios. Los autores y
sus obras?, que mantuvo vigente durante más de 25 años; la publicaba generalmente en tal
día, originalmente en el periódico guatemalteco Prensa Libre y posteriormente a partir de
1968 en el diario La Hora. Así también, en El Imparcial y en Diario de Centroamérica
escribía las columnas ?Para ellas? y ?Con vosotros?; en este último periódico también
publicó cuentos y poemas para el ?Suplemento de arte y literatura?. La columna ?Para
ellas? la publicó a partir del 11 de agosto de 1945 en El Imparcial, la cual aparecía en las
páginas sociales de dicho diario vespertino.
Además de su peculiar estilo para exponer sus puntos de vista por medio de sus columnas
periodísticas, continuó desarrollando diversas actividades en el campo de las letras,
habiendo publicado Ciudad Errante (1983), novela ambientada en Guatemala y que narra
las tres traslaciones que tuvo la capital del país durante un período de más de dos siglos, en
el que siempre está presente el mismo personaje, el llamado por ella hombre sin edad.
Y si de heroínas se trata, años después Díaz Lozano publicará Ha llegado una mujer
(1991), especie de ?doña Bárbara?, aunque sin las dotes y fuerte carácter de esta, en la
novela de Rómulo Gallegos.
Echeverría, Amílcar; Argentina Díaz Lozano Estudio Biográfico Literario. Op. Cit., página 23.
Municipalidad de Guatemala; Plaza Honduras, Monumento a José Cecilio del Valle.
http://cultura.muniguate.com/index.php?option=com_content&view=article&id=357:plazahonduras&catid=5
3:phonduras.
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Según los investigadores Francisco Albizúrez Palma y Catalina Barrios y Barrios, dejó
inéditas tres novelas: Allá en Sololá, Río turbulento, y El Dolor de Ser Hombre. 22
Para Amílcar Echeverría ella fue:
?¡Toda una mujer!, pedante, absorbente, megalómana, audaz hasta el límite, para
muchos, especialmente para muchas
Es el prototipo claro de quien sabe, y
aprendió su dura lección desde niña: todo se puede permitir, menos fracasar. Por eso
no quiere, no permite, que fracase su país, su Centro América, su Hispanoamérica,
su Mundo. Tampoco podría aceptar, entonces, que fracase la MUJER.? 23
Si las características personales que expone Echeverría realmente la describen, cobra
sentido lo que en forma autobiográfica dijo ella de sí propio en el cuento ?Sister Caroline?,
a través del cual presenta a una jovencita de 15 años, de quien no brinda el nombre, en un
convento ubicado en Florida, en donde la monja Sister Caroline le recomendaba que
dominara su carácter, pues era muy impulsiva. 24
El 13 de agosto de 1999 fallece la escritora a los 87 años de edad, radicada nuevamente en
Tegucigalpa, Honduras, aunque según Myron Alberto Ávila residía en Bélgica al momento
de ocurrir el desenlace fatal, 25 lo cual obviamente es un error de ubicación. Quién sabe si
para ella doblaron las campanas de Amberes, Bélgica, como lo deseó y solicitó en 1964:
?¡Campanas amberenses! ¡Dulcísimas y evocadoras campanas! Yo no podré
olvidaros nunca y os ruego que repiquéis en la hora de mi final corpóreo, para que
escuchándoos mi espíritu remonte al cielo!? 26
Prácticamente quizá por intuición femenina regresó a la capital de su país, Tegucigalpa
(Honduras) en febrero de 1999, solamente para entregar su alma al creador. Tenía apenas
seis meses de estar ahí, quizá con la idea de reposar en forma definitiva en el lugar donde
Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca.
Guatemala : Tomo 3. Talleres de la Editorial Universitaria, Colección ?Historia Nuestra?, Volumen No. 4.
Universidad de San Carlos de Guatemala, 1987. Página 285.
Echeverría, Amílcar; Argentina Díaz Lozano Estudio Biográfico Literario. Op. Cit., página 82.
Díaz Lozano, Argentina; Topacios. Guatemala : Segunda edición. Unión Tipográfica, s.f. Página 56.
[1940].
Ávila, Myron Alberto; De aparente color rosa. Op. Cit., página 17.
Díaz Lozano, Argentina; Sandalias sobre Europa. Op. Cit., página 23.
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había nacido el 5 de diciembre de 1912, en su natal Santa Rosa de Copán, cuando le
sobrevino la muerte en agosto.
En Guatemala la noticia de su fallecimiento pasó casi desapercibida, algo extraño para
quien había dado mucho a su patria de adopción desde 1945. Su familia publicó la
respectiva esquela. 27 Así también, el periódico ?La Hora? le dio el propio pésame. 28
Razones para que los medios de comunicación no le dedicaran un espacio especial para
reseñar su vida y obra podrían haber varias. Quizá el ninguneo clásico en los círculos
?académicos?, así como el también ?normal? olvido oficial por mujeres y hombres de bien,
fueron los causantes del silencio. Podría pensarse que como en tal mes la situación política
en Guatemala estaba candente, contribuyó a que la muerte de Díaz Lozano no fuera noticia
de prensa.
En efecto, con una campaña presidencial que tristemente daba lugar a que los candidatos en
lugar de proponer soluciones y exponer planes de gobierno, salieran a la palestra cual
púgiles a darse de golpes, bajos sobre todo, los titulares y notas periodísticas de agosto de
1999 le daban prioridad a este tema.
Ojalá que la memoria por su obra literaria perdure y que no ocurra lo que John Banville,
Premio Príncipe de Asturias 2014, señala en su novela El mar:
?[
] Llevamos a los muertos con nosotros hasta que también morimos, y entonces
es a nosotros a quien llevan durante un tiempo, y luego nuestros portadores caen a
su vez, y así sucesivamente en todas las generaciones imaginables.? 29
Prensa Libre; Esquela por Argentina Díaz Lozano. Guatemala : Edición del domingo 15 de agosto de 1999.
Página 54.
La Hora; Esquela por Argentina Díaz Lozano. Guatemala : Edición del lunes 16 de agosto de 1999. Página
30.
Banville, John; El mar. Barcelona : Séptima edición en español. Editorial Anagrama, S.A., 2014 [2005].
Página 102.
II.
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PRODUCCIÓN LITERARIA
Según la tesis de graduación en 2008 del guatemalteco Mayron Ávila, editada en forma de
libro en octubre de 2010, entre las mujeres escritoras Argentina Díaz Lozano fue la más
prolífica en lo que a producción literaria se refiere, toda vez que:
?En Guatemala país donde Díaz Lozano publicó la mayor parte de su obra mi
investigación resultó en un total de treinta y cinco títulos de novelas publicados por
mujeres entre 1938 (Semilla de mostaza, de Elisa Hall) y 1999 (En la floresta no
había flores, de María del Carmen Escobar); de manera que las novelas de Díaz
Lozano constituyen una tercera parte de este total nacional en el siglo XX.? 30
Publicó dos libros de cuentos (1930 y 1940); trece novelas (la primera en 1937 y la última
en 1991), dejando tres inéditas; ocho libros que contienen ensayos, biografía e historia; y,
un no computado número de artículos en periódicos guatemaltecos en su columna ?Jueves
literarios?, la cual mantuvo durante más de 25 años.
La producción literaria de Argentina Díaz Lozano puede agruparse como sigue:
Cuentos
? Perlas de mi Rosario (1930); y,
? Topacios (1940).
Novelas
? Luz en la senda (1937);
? Tiempo que vivir (1940) 31
? Peregrinaje (1944);
? Mayapán (1950);
? 49 días en la vida de una mujer (1956);
? Y tenemos que vivir
(1960);
? Mansión en la bruma (1964);
? Fuego en la ciudad (1966);
Ávila, Myron Alberto; De aparente color rosa. Op. Cit., página 13.
Según el investigador Myron Ávila, esta novela es referida por el crítico hondureño José Francisco
Martínez en su obra Literatura hondureña y su proceso generacional (Tegucigalpa: Editorial Universitaria,
1987), aunque señala que no la encontró en los catálogos literarios que consultó. Ávila, Myron Alberto; De
aparente color rosa. Op. Cit., páginas 82 a 83 y 259.
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Aquel año rojo (1973);
Eran las doce
y de noche (1976);
Ciudad Errante (1983);
Caoba y orquídeas (1986); 32
Ha llegado una mujer (1991);
Allá en Sololá, inédita; Río turbulento, inédita; y, El Dolor de Ser Hombre, inédita.
33
? Nuestro drama (1945). Novela publicada parcialmente en ?El Imparcial? y que
quedó inconclusa.
Ensayos y otros
? Método de mecanografía al tacto (1939). Cuaderno didáctico: edición única.
Guatemala : Editorial Talleres del Centro. 34
? Historia de la moneda en Guatemala, en colaboración con el licenciado J. Daniel
Contreras, habiéndole correspondido la parte colonial (1955).
? Anuario diplomático-consular 1962-63. Guatemala : Unión Tipográfica, 1962.
Las Palabras Preliminares están suscritas por Argentina de Morales García
(Argentina Díaz Lozano) y Darío Morales García, en calidad de Editores.
? Sandalias sobre Europa (1964), libro de crónicas.
? Historia de Centroamérica (1964). Especial para estudiantes de enseñanza media
(secundaria). Guatemala : Editada por ?Cultural Centroamericana, S.A.?.
? Aquí viene un hombre : biografía de Clemente Marroquín Rojas; político,
periodista y escritor de Guatemala (1968).
? Walt
Whitman
/Primer
poeta
auténticamente
americano
(1976);
Guatemala : Servicio Informativo y Cultural de los Estados Unidos.
? Vista aérea sobre Honduras. Compendio geográfico e histórico. Símbolos. (1980-
1984, ilustrado), 17 pp.: edición única. Sin datos de lugar o fecha de publicación. 35
Originalmente llevó el título Su hora (1971) al publicarse por entregas en la Revista Istmeña. Véase Araya
Solano, Seidy; Historia y ficción educativa en la narrativa de las mujeres. Op. Cit., páginas 17 y 127.
Las tres novelas que aquí se anotan como inéditas son mencionadas en Albizúrez Palma, Francisco y
Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca. Op. Cit. página 285.
No se encontró el documento, que según algunos tiene una extensión de 34 páginas pero en Google libros
se indica 47. Véase: Ávila, Myron Alberto; De aparente color rosa. Op. Cit., páginas 103 y 270.
Ávila, Myron Alberto; De aparente color rosa. Op. Cit., páginas 259, 262 y 270.
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Artículos de prensa
? Véase los periódicos guatemaltecos: Diario de Centroamérica, El Imparcial
(columnas ?Para ellas? y ?Con vosotros?), Prensa Libre y La Hora (columna
?Jueves literarios?).
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III.
NUESTRO DRAMA
1. Preámbulo -Lo que vi en El Salvador (1944) 36
A manera de ?preámbulo? y seguramente sin proponérselo así, Argentina Díaz Lozano
publicó un pequeño artículo donde relata lo que vio en El Salvador durante el período que
vivió ahí en calidad de exiliada a partir del 5 de agosto de 1944 hasta e inclusive la primera
semana de febrero de 1945 cuando con su familia huye de ahí y se traslada a Guatemala.
Para fines de la presente publicación, se le denomina ?preámbulo? a lo que vendrá después
Nuestro drama, con base en lo que ella misma anotó: ?pospongo por ahora el drama
doloroso de mi Honduras para referirme únicamente en este artículo, a lo que vi en San
Salvador?.
Lo transcrito en páginas a continuación, fue copiado literalmente de la edición vespertina
del diario ?El Imparcial?, y solamente para situar al lector en el contexto histórico se
agregan algunas notas a pié de página, las cuales pueden obviarse en su lectura.
Díaz Lozano, Argentina; Lo que vi en El Salvador. Guatemala : El Imparcial, edición del martes 20 de
febrero de 1945. Página 3.